Kitabı oku: «El diálogo interdisciplinario en las IES: proyectos, retos y alcances», sayfa 2

La Universidad de Guadalajara

En México, varias universidades han emprendido el camino en busca de la institucionalización paulatina de los enfoques interdisciplinarios y enfrentan los costos, económicos y políticos, de estas transformaciones cotidianamente.

La Universidad de Guadalajara se sumó a la reforma universitaria de los años noventa con lo que se conoce como el proyecto “Creación de la Red Universitaria (1992-1996)”, con el que la universidad se transformó de un modelo académico napoleónico de tipo profesionalizante, centrado en la docencia, hacia un modelo departamental integrador de las funciones sustantivas, orientado a la optimización de recursos humanos y materiales que favorecieran el desarrollo y la consolidación del trabajo académico (Universidad de Guadalajara, 2007, 2014).

Uno de los documentos institucionales señala, al menos, dos motivos de este cambio en el que se reconocen las premisas de la interdisciplinariedad como el fundamento de la trasformación institucional. Por un lado, la función social de la universidad:

La aspiración de sociedad y de formación de sujetos que la institución se plantea como premisa de su hacer, es el centro del modelo educativo, en este radica el núcleo de la vida institucional, operando los cambios necesarios para adecuarse a las transformaciones sociales y del conocimiento que emergen del continuo, recuperando los valores y principios que han significado un aporte a la vida social como es el laicismo, la gratuidad y la pluralidad del pensamiento, principios rectores de la educación pública que mantienen su vigencia (Universidad de Guadalajara, 2007: 9).

Y por otro lado, la reconfiguración de nuevos campos científicos y tecnológicos:

La configuración de nuevos campos científicos y tecnológicos ha puesto en crisis el ejercicio de las profesiones tradicionales, estimulando la emergencia de oficios y nuevas profesiones que se caracterizan por tener una visión interdisciplinar, o bien profesiones que son producto de la constitución de nuevas áreas de conocimiento, lo que exige de nuestras instituciones, revalorarse en su función proyectiva como entidades estratégicas productoras de conocimiento socialmente útil y formadoras de recursos humanos capaces de intervenir profesionalmente la realidad de su entorno (Universidad de Guadalajara, 2007: 9).

Así, con estas premisas en mente, el modelo de la Red Universitaria comprende como unidad básica el departamento académico, que puede ser disciplinar, por área de conocimiento o por objeto de estudio, y es en donde se gestan y se expresan la docencia y la investigación. Este departamento es la instancia burocrática que otorga la flexibilidad disciplinaria necesaria para crear programas educativos que dejaron de pertenecer a las facultades unidisciplinarias y se convirtieron en depositarios potenciales de los conocimientos de varias disciplinas.

Los departamentos constituyen al interior de la universidad redes académicas de colaboración, apoyo e investigación, en donde cada uno es un nodo de la red interna, pero a la vez forma parte de una red más amplia para la sinergia y cooperación interinstitucional. Esta organización favorece la formación de recursos humanos y el desarrollo de la investigación con una visión interdisciplinaria, al hacer posible abordar objetos de estudio complejos desde las distintas disciplinas, en una perspectiva global y sistémica para el diseño de soluciones integrales a problemas del entorno o en la construcción de nuevo conocimiento.

Además de la implementación del modelo departamental, y teniendo en mente la resolución de problemas complejos (objetivo fundamental de la interdisciplinariedad) se han implementado varios propósitos transversales en la Red Universitaria que cobran sentido como agentes conductores del cambio institucional. Algunos de ellos son: el diseño de programas educativos por competencias; la internacionalización universitaria; el desarrollo de centros e institutos de investigación; la difusión de la ciencia y la cultura; el uso de las tecnologías para la creación de ambientes de aprendizaje; etcétera. Cada uno de estos propósitos opera como una especie de esencia que da origen a programas, proyectos y apoyos que cada uno de los centros universitarios implementa de acuerdo a sus posibilidades y en respuesta a las necesidades de su comunidad académica y la región en la que se ubican.

Sin embargo, y a pesar de los buenos resultados que se han obtenido con los proyectos antes mencionados, la implementación de todas estas acciones no ha sido sencilla. La Universidad de Guadalajara integra a una comunidad universitaria de más de 307 mil personas, distribuidas en una red de 15 centros universitarios, un Sistema de Educación Media Superior y un Sistema de Universidad Virtual. Su tamaño, el presupuesto y las inercias burocráticas son, como afirman los expertos, algunos factores que complican la institucionalización de un enfoque interdisciplinario.

Por lo tanto, ante los escenarios y necesidades planteados anteriormente, es conveniente preguntarnos cuáles son los retos que tiene la Universidad de Guadalajara en el presente y hacia el futuro próximo y cómo sus centros universitarios enfrentan o asumen estos cambios institucionales en el contexto del modelo interdisciplinario.

El CUT: escenarios institucionales interdisciplinarios

Desde el diálogo horizontal entre los miembros de su comunidad, así como de esta con los actores externos que influyen directa o indirectamente en la evolución de este espacio, el Centro Universitario de Tonalá (CUT) se asume como un ecosistema educativo interdisciplinario que tiene como objetivo impulsar el desarrollo del ámbito regional, y se compromete con retos cada vez más altos para alcanzar las exigencias del modelo educativo global del siglo XXI.

El CUT es el centro más nuevo de la Red Universitaria y está ubicado en el municipio de Tonalá, Jalisco. Se fundó en 2012 y es el único centro regional y multitemático construido dentro de la zona metropolitana de Guadalajara, promueve una oferta educativa innovadora y pertinente al tiempo y la región geográfica en que se encuentra. Hasta el momento atiende una matrícula de 6,164 estudiantes de grado y posgrado.

Dos de las características fundacionales del CUT son: una perspectiva multi e interdisciplinaria con visión global, y una búsqueda de soluciones integrales a partir de sinergias en todas las unidades académicas, para actuar en un entorno cambiante.₂ A partir del 2016, en el CUT se impulsó un cambio paradigmático que, en vista de las necesidades y problemas contemporáneos y regionales, busca institucionalizar la interdisciplinariedad como un enfoque con base en el cual se cimientan los tres elementos identitarios del centro universitario:

◆ La sustentabilidad

◆ La formación humanista

◆ El compromiso social.

Asumiendo lo anterior como un objetivo de su política educativa, la administración 2016-2019 del centro universitario inició una estrategia de transformación institucional a través de la implementación de programas y proyectos que impulsarán renovaciones tanto a nivel administrativo-regulatorio como cultural-cognitivo. Sin embargo, estos cambios no han estado exentos de conflicto en su ejecución.

El fondeo de recursos y la resistencia al cambio cultural (como principales conflictos de la institucionalización de la interdisciplinariedad) enfatizan la necesidad de tener claros los objetivos o metas y la incorporación de agentes políticos y técnicos que coadyuven al cambio de paradigmas de producción de conocimiento y burocráticos ya que:

… la institucionalización implica, no sólo el fondeo y la gestión política, también convencer a otros, un proceso que puede ser arduo y políticamente cargado que normalmente se extiende por varios años […] La institucionalización requiere considerar ampliamente los contextos culturales y organizacionales de las facultades y universidades (Borrego, Boden y Newswander, 2014: 863).

En este sentido, el cuerpo administrativo del CUT se propuso construir un ambiente de aprendizaje integral, que favorezca las lógicas interdisciplinarias de aprendizaje y producción del conocimiento, ya que, como lo plantea Carvajal E. (2010: 161), los estudiantes reciben de estos ambientes los siguientes beneficios:

◆ Contribuyen a generar pensamiento flexible.

◆ Desarrollan habilidades cognitivas de alto orden.

◆ Mejoran habilidades de aprendizaje.

◆ Facilitan el mejor entendimiento de las fortalezas y limitaciones de las disciplinas.

◆ Incrementan la habilidad de acceder al conocimiento adquirido y mejorar las habilidades para integrar contextos disímiles.

◆ Permiten sintetizar e integrar originalidad.

◆ Aumentan el pensamiento crítico.

◆ Afianzan valores, como flexibilidad, confianza, paciencia, intuición, pensamiento divergente, movilidad en la diversidad, etcétera.

Teniendo en cuenta la diversidad de escenarios, actores y esfuerzos de vinculación y el grado de dificultad que tiene la implementación de proyectos interdisciplinarios, este capítulo busca dar cuenta de, y sistematizar las gestiones y acciones que se volvieron parte de la política educativa del CUT, así como poner en común los aprendizajes adquiridos a través de la experiencia de implementar programas encaminados a generar cambios en las siguientes dimensiones y con objetivos específicos:

Tabla 3. Proyectos, dimensiones atendidas y objetivos
	Dimensión contextual	Dimensión educativa	Dimensión investigación
Programaacción	Cultura, deporte y sustentabilidad	Licenciatura en Ciencias Forenses	Programa Point
Objetivo	Creación de ambientes interdisciplinarios	Oferta de programas educativos interdisciplinarios	Fomento a proyectos de investigación interdisciplinarios

A continuación se describen brevemente dichos programas, sus características, objetivos y alcances.

Ambientes ideales para el desarrollo de conocimientos interdisciplinarios (dimensión contextual)

Con la intención de impulsar la creación de escenarios adecuados para que el pensamiento interdisciplinario pueda generarse, las transformaciones comenzaron con decisiones administrativas de cambio de uso de espacios de trabajo y aprendizaje.

A partir del semestre 2016 B, la distribución del uso de salones y auditorios no se organizó en torno a las cuatro divisiones₃ que conforman el centro universitario, de tal forma que se propició el encuentro entre los alumnos y profesores de diferentes carreras de manera más natural. Lo mismo pasó con la asignación de las oficinas de los jefes de departamento y directores de división, que de estar ubicadas en edificios que eran reconocidos por la comunidad universitaria como edificios asignados por anclajes disciplinarios (“edificio de salud”, “edificio de ingenierías”, etc.), quedaron finalmente ubicadas en la misma área, compartiendo espacios y hasta mezcladas.₄ Ya no hay edificios que pertenezcan a grupos disciplinarios específicos; hay espacios de trabajo comunes.

Acciones como las descritas pueden parecer simples, pero tuvieron un impacto profundo en el aspecto cultural-cognitivo, que es el que determina la convivencia cotidiana y eventualmente las dinámicas de trabajo de equipo, condiciones básicas para el trabajo interdisciplinario. Esta nueva lógica de trabajo fue sin duda un factor fundamental para lograr, entre 2017 y 2018, la certificación de once carreras por parte de los Comités Interinstitucionales para la Evaluación de la Educación Superior (CIEES), ya que facilitó el trabajo interdepartamental de validación de unidades de aprendizaje, definición de objetivos, modificación de perfiles de ingreso y egreso, entre otras cosas.

En un segundo momento, se pusieron en marcha dos estrategias transversales para ampliar espacios de formación integral, con el fin de abrir espacios (simbólicos y físicos) para la formación humanista y la sustentabilidad.

René Pedroza señala que una educación universitaria que no tome en cuenta la formación humanista holística está condenada a generar autómatas que no cuestionan ni valoran el orden existente de las cosas. Para recalcar esta necesidad, Pedroza cita a Einstein:

No basta con enseñar a un hombre una especialidad. Aunque esto pueda convertirle en una especie de máquina útil, no tendrá una personalidad armoniosamente desarrollada. Es esencial que el estudiante adquiera una comprensión de los valores y una profunda afinidad hacia ellos. Debe adquirir un vigoroso sentimiento de lo bello y de lo moralmente bueno […] Debe aprender a comprender las motivaciones de los seres humanos, sus ilusiones y sus sufrimientos, para lograr una relación adecuada con su prójimo y con la comunidad (Einstein, en Pedroza F., 2013: 87).

Lo anterior significa que es fundamental que existan espacios unificados de conocimiento, donde se profundice la visión de la formación integral. Por lo anterior, además de comenzar con la transformación de las políticas de uso de los espacios comunes, se ha propiciado el fortalecimiento de una identidad creativa, colaborativa, responsable y fraterna a través de las estrategias que se describen a continuación:

a) Arte, deporte y ciencia. El fomento del interés en el arte, la ciencia y el deporte en los estudiantes ha sido prioridad, ya que por la riqueza cultural del entorno, la sensibilización hacia las manifestaciones de este tipo parece casi obligatoria.

La institucionalización de la orquesta de cámara,₅ los talleres de artes escénicas, las selecciones deportivas, el club de astronomía y la cineteca ha propiciado el fortalecimiento de una identidad creativa y colaborativa.

Con la finalidad de promover aún más este tipo de actividades y acercamientos, en 2017, el CUT ofertó distintos talleres, entre los que se encuentran los de Expresión corporal, Fotografía y Teatro. También se cuenta con el club de ajedrez, el cineclub y el club de baile. Durante ese año se registraron 59 estudiantes participantes en los talleres, alumnos de las licenciaturas en Diseño de Artesanía, Estudios Liberales, Historia del Arte, Gerontología, Ingeniería en Nanotecnología, Medicina, Abogado, Salud Pública, Ciencias Computacionales e Ingeniería en Energía.

Los contenidos de fomento cultural, científico y artístico también integran las currículas de algunos programas, como las licenciaturas en Diseño de Artesanía, Estudios Liberales, Historia del Arte, Gerontología, Nanotecnología, Salud Pública e Ingeniería en Energía; mientras que en posgrado, la Maestría en Gestión de Gobiernos Locales contiene tres asignaturas relacionadas con la gestión cultural.

Durante 2017, se participó en un total de 23 eventos que promueven las ciencias en el CUT, mediante actividades como conferencias y cursos internacionales, más otras organizadas de manera interna; todo con la finalidad de despertar el interés de los estudiantes por la investigación. El 29 de septiembre de 2017 arrancó el club de astronomía, a cargo de la doctora Rosa Martha Torres López, egresada del Doctorado en Ciencias (Astronomía) del Centro de Radioastronomía y Astrofísica de la UNAM; el club tiene como objetivos generar un encuentro entre los estudiantes que quieran conocer más del universo, y difundir conocimientos sobre astronomía.

La promoción del deporte se detectó como un área de oportunidad, ya que no estaba considerada como materia formativa del CUT. Hasta 2017 no se contaba con promotores deportivos profesionales y actualizados para promover e incentivar el deporte masivo universitario, así como detectar, reclutar y desarrollar talentos deportivos y atletas de alto rendimiento.

En el 2017 se consolidó la primera delegación deportiva del CUT, integrada por 167 atletas que nos representaron en los torneos Intercentros. En los deportes por equipo, participaron alumnos de varias carreras en siete disciplinas: futbol, voleibol, baloncesto, futbol bardas, beisbol, handball y softbol. En cuanto a los deportes individuales, se participó en diez disciplinas: karate, atletismo, ajedrez, box, taekwondo, esgrima, halterofilia, judo, lucha olímpica y tiro con arco.

b) Sustentabilidad. El Programa Integral de Sustentabilidad Ambiental CUT (PISACUT) es la estrategia que defiende y preserva el particular entorno ambiental del centro universitario y además promueve la generación y difusión del conocimiento científico y tecnológico; todo en cumplimiento de la normatividad y el desarrollo sustentable de la región.

A partir de los estatutos del PISACUT, se han realizado actividades como el Taller de Introducción a la Sustentabilidad, en los ciclos escolares 2016 A y B; el Proyecto “Adopta un Árbol”, que consiste en que los estudiantes plantan un árbol y se responsabilizan de cuidarlo hasta que terminan su licenciatura; el Programa de Ahorro de Energía, en el que diseñan un kiosko solar para la recarga de celulares; el 2do. Concurso de Ahorro de Energía; el Encuentro Conectáctica 2016; además se crearon dos huertos universitarios, en los que se está cuidando el arbolado del centro universitario con especies endémicas propias de la región. Por otro lado, la Coordinación de la Licenciatura en Ingeniería en Energía apoya fuertemente el programa de Gestores de Energía, el cual comprende diversas actividades que van desde el monitoreo del consumo energético, la generación de biodiesel a partir del aceite que desecha el “laboratorio de nutrición” (como se le nombra a la cafetería del CUT), así como la instalación del kiosco fotovoltáico y el proyecto Ecotecnologías para el hogar, que busca resolver la problemática de acumulación de basura en las zonas urbanas mediante el aprovechamiento de los residuos como activo principal para un biodigestor o productor de biogás.

En 2017 se inauguró el primer huerto solar de la Universidad de Guadalajara, que busca cubrir en 90% la demanda energética del CUT, con 1,560 paneles fotovoltaicos, que ayudan a disminuir más de 191 toneladas anuales de emisiones de CO²; funciona también como un laboratorio para estudiantes e investigadores del centro universitario.

Atendiendo a su compromiso ambiental, el CUT firmó un acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial del Gobierno del Estado de Jalisco (Semadet) para incorporarse al Programa de Cumplimiento Ambiental Voluntario (PCAV), denominado Certificación Ambiental. El programa consiste en identificar las actividades que generan contaminación, para promover acciones sustentables en el centro universitario. Los temas auditados establecidos en el plan de acción son: manejo de residuos sólidos, abastecimiento de agua, contaminación del aire, biodiversidad, riesgo ambiental e impacto ambiental, y ahorro de energía. El programa es coordinado por el PISACUT, el Instituto de Energías Renovables y la Secretaría Administrativa del CUT, y externamente por el Programa de Universidad Sustentable de la Vicerrectoría General de la Universidad de Guadalajara.

En 2017 se realizaron diversos eventos que favorecieron la conciencia de la sustentabilidad del CUT, así como el registro de tres jóvenes que participaron en programas de apoyo al desarrollo sustentable. Asimismo, se realizaron los “Cursos de Inducción a la Sustentabilidad en el CUT” en los ciclos 2017 A y 2017 B, a los que asistieron más de 1,800 estudiantes de las 13 carreras del centro universitario.

Con el objetivo de regular la separación de residuos, se instalaron contenedores en todo el centro universitario, conforme a lo establecido en la norma NAE-SEMADES-007-2008. Se capacitó a alumnos de primer ingreso, personal académico y administrativo del CUT en la correcta separación de residuos sólidos. Además, con el objetivo de reducir el uso de unicel dentro del centro, se instauró como incentivo un descuento en el costo de los alimentos y bebidas cuando los alumnos optan por opciones más sustentables, como el uso de desechables biodegradables o recipientes reutilizables de su propiedad.

El CUT fue sede y organizador de distintos eventos en materia de sustentabilidad, como la North American Water Conference, el Congreso de Sustentabilidad y el Foro “México ante la agenda de cambio climático: economía urbana, política y retos económicos” durante la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2017.

Estos proyectos en conjunto colaboran en la formación de competencias y capacidades llamadas “blandas”, establecen ambientes de encuentro y convivencia y profundizan la formación humanista. Condiciones o características fundamentales para que la interdisciplinariedad se asiente como parámetro de vida académica cotidiana, ya que fomentan el trabajo colaborativo y el compromiso social de la comunidad universitaria.