Kitabı oku: «Fabricato 100 años - La tela de los hilos perfectos», sayfa 7

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La dirección de la empresa y las decisiones de crecimiento

El 21 de febrero de 1946 se llevó a cabo la asamblea ordinaria, que correspondía a la número 71 de la historia de Fabricato. Esta reunión fue citada por avisos en los periódicos El Colombiano, El Correo, El Pueblo, La Defensa y El Diario. En ella se representaron 555.253 acciones de las 881.771 en circulación y fueron representadas por 47 personas. En la Junta Directiva quedaron elegidos, por la mayoría: Jaime Echavarría, Manuel Mejía y Eduardo Londoño; por la minoría: Pedro Olarte y Guillermo Isaza Calle, y como gerente fue ratificado Rudesindo Echavarría. Como se puede observar, en la dirección de la empresa seguían participando representantes de los Echavarría y los Mejía, miembros de las familias fundadoras.81

En la asamblea de 1947 se dio cuenta de los resultados alcanzados por las otras empresas en las que Fabricato tenía inversiones: Paños Santa Fe-Vicuña, textiles Panamericanos (luego Pantex) y Confecciones Primavera. Aunque para ese momento la Fábrica de Tejidos de Bello funcionaba de manera integrada con Fabricato, aún mantenía su personería jurídica independiente.82

Entre 1948 y 1965, la compañía tuvo cinco cambios en su dirección. En 1948 asumió la Gerencia Luis Echavarría Villegas, quien, además como miembro de la Junta Directiva hasta 1981, jugaría un rol importante en los destinos de Fabricato.83 En noviembre de 1957 fue nombrado, por segunda vez, Rudesindo Echavarría, quien moriría en ejercicio al mes siguiente. En su reemplazo, asumió la Gerencia Luis J. Villa Echavarría, también de la misma familia. Entre 1961 y 1965 ejerció la dirección de la empresa Julio Arias Roldán. A finales de 1965 se nombró a Jorge Posada Greiffenstein como presidente de la empresa. Valga anotar que, desde 1951, ya se observaba una participación de personas jurídicas como accionistas de la empresa, en especial de compañías de seguros y también de comunidades religiosas.

Durante el período de posguerra, los principales clientes de Fabricato estaban localizados en el territorio colombiano y se estaba empezando a considerar el incremento de las exportaciones. Al igual que se hacía para el mercado nacional, para el internacional se buscó hacerlo por intermedio de agentes ubicados en el extranjero. 84 En ese momento se consideraba que los márgenes de utilidad de las exportaciones eran muy bajos y menos atractivos que los ofrecidos por el mercado doméstico.85 Esta postura en relación con los negocios internacionales cambió con la dirección de Julio Arias Roldán, quien se interesó por promoverlos. Una de las actividades enfocadas hacia el mercado internacional fue la constitución de una sociedad para fundar una fábrica de tejidos de algodón en Nicaragua, como se verá más adelante. Con ella se buscaba aprovechar las oportunidades que se avizoraban en el mercado común que se estaba negociando entre los países centroamericanos. Durante la presidencia de Arias se crearon dos vicepresidencias con el mismo nivel jerárquico. Tal estructura generó roces en la dirección de la empresa. En la asamblea de 1965 se empezó a identificar el descontento de algunos accionistas con el manejo de Fabricato y, como resultado de ello, para integrar la Junta Directiva se eligió a Carlos Alberto Robles, que representaba los intereses de una lista apoyada por accionistas minoritarios.


Pabellón de Prominsa, lugar y fecha no identificados Archivo Fabricato

Entre 1946 y 1965 se adecuó la estructura organizacional de la empresa de tal forma que las personas vinculadas en cargos directivos, que hasta entonces desempeñaban múltiples labores, se dedicaran a una labor específica, lo que llevó a incrementar el personal directivo. En este orden de ideas, se dividió el cargo de “superintendente de fábrica” al nombrar un director de producción y designar encargados para la Clínica y el Patronato, entidades que se analizan en otros capítulos de esta obra. Además, la compañía contó con un departamento legal, contable y comercial hasta 1952, momento en el que empezó a promover que los servicios jurídicos y publicitarios fueran prestados por personas independientes, es decir, que no fueran empleados directos de la empresa. 86 En cuanto al mercadeo, se destaca la creación, en 1959, de la sección de investigación de mercado, que tendría a su cargo el estudio de los mercados de telas en Colombia y en otros países latinoamericanos. 87 De esta manera se comenzó a llevar a cabo un proceso de división y especialización de funciones en la compañía.

Otras inversiones durante el período de posguerra

Además de buscar mayores mercados para sus productos durante la posguerra (de manera específica entre 1946 y 1965), Fabricato también buscó formas para asegurarse el aprovisionamiento de materias primas. Después de muchos estudios, en 1946 la empresa se alió con Tejidos el Cóndor S. A. para adquirir, por mitades, el 70% de la fábrica Indurayón, ubicada en Barranquilla.88 Con un interés similar, en 1950 se constituyó la Distribuidora de Algodón Nacional (Diagonal), para realizar las labores de compra, clasificación, almacenamiento y transporte del algodón requerido por las textileras. En ella participaron siete empresas colombianas del sector.89

Hacia 1964, los directivos de la compañía iniciaron conversaciones con la empresa holandesa Algemene Kunstzijde Unie (más conocida como ENKA), con el interés de establecer una fábrica de fibras poliestéricas en Colombia. Las principales condiciones establecidas por parte de Fabricato fueron que el rendimiento sobre la inversión de los socios colombianos fuese de al menos 12% anual y que el reparto de dividendos se iniciase a corto término.90 Las negociaciones continuaron hasta agosto de ese año, cuando la Junta Directiva de Fabricato aprobó la participación en la nueva empresa, que se constituiría con tres socios extranjeros y siete colombianos. Se definió el nombre de la compañía como Enka de Colombia S. A., con domicilio en Medellín y capital autorizado de 100 millones de pesos. 91

En el año 1964, Fabricato también participó en la formación de Promotora de Maquinaria Industrial S. A. (Prominsa), en asocio con los señores Luis Echavarría Villegas, Gabriel Fernández Jaramillo, Guillermo Isaza Calle y Luis Santiago Botero Ospina. La empresa se dedicaría al “montaje y explotación de maquinaria para fabricación, elaboración, transformación y fundición de piezas metálicas, etc”.92 De esta forma, Fabricato incursionó en la industria metalmecánica, y aprovechó la experiencia de su taller en la fabricación de repuestos y de telares. En 1968, Prominsa se asoció con la Promotora Industrial Metalmecánica Ltda. con el fin de fomentar la investigación técnica y económica de dicha actividad.93

La textilera antioqueña también participó en inversiones extranjeras directas con el montaje de Textiles Fabricato de Nicaragua, Fabritex, que se creó en 1967 gracias a la buena aceptación de los productos de la empresa en el mercado centroamericano.94 La fábrica fue inaugurada en 1970, con la asistencia del entonces presidente nicaragüense Anastasio Somoza. 95

Durante el período de posguerra, la historia de Fabricato se caracterizó por tener un constante proceso de crecimiento, de aumento en la oferta de productos y la inversión en nuevos negocios. Además, fue el período de transición durante el cual las familias fundadoras comenzaron a alejarse de la dirección, para dar lugar a la separación entre la propiedad y la administración de la compañía.

Telas de punto, notejidos y productos Señorial: años difíciles (1966-1987)

Durante la década de 1960 se presentaron cambios sociales y culturales en el mundo, los que lograron su mayor expresión en espectáculos musicales y movimientos estudiantiles como Woodstock y “Mayo del 68” (en la escala local fue el Festival de Ancón). Estos cambios tuvieron efectos en la moda, algunos relacionados con la proliferación del hipismo y la centralidad que alcanzaron los movimientos juveniles en el mundo. En ese entonces, comenzaron a ser de uso cotidiano las faldas maxis y midis (llamados así por el largo de la falda), los hotpants (elegantes pantalones cortos de la época), románticos trajes gitanos, y, además de estas prendas, pantalones de bota ancha para hombres y mujeres. Para esta moda, las telas de punto que complementaban a la tela de jean eran los preferidos por los jóvenes y motivaron el desarrollo de productos en Fabricato. La empresa, que seguía empleando algodón como principal materia prima, privilegió el uso del producto nacional durante esta década.


Fabricato al Día, No. 37, Medellín, diciembre de 1962


Arriba: Fabritex, Nicaragua, sin autor, 1970

Centro: Textiles del Río, Riotex, Rionegro (Antioquia) ca. 1970

Abajo: Plantas de Fabricato, Pantex y Santa Ana, ca. 1970

Fotógrafo: Gabriel Carvajal. Archivo Fabricato

En estos años se dio un cambio en la administración de la compañía, con la llegada a la Presidencia, a finales de 1965, del ingeniero industrial Jorge Posada Greiffenstein. El nuevo presidente introdujo nuevas formas de planeación y control, materializadas, entre otros aspectos, en la presentación de planes quinquenales y la elaboración de flujos de caja, que permitieron anticipar los requerimientos de recursos para mantener a flote a la textilera, a las filiales y a los nuevos emprendimientos. Estos últimos se tradujeron en la creación de tres nuevas compañías en un período de siete años: Textiles La Esmeralda S. A. (Texmeralda), Textiles del Río (Riotex) y Textiles Espinal (Texpinal). En 1966 se asoció de nuevo, con Burlington Mills, para crear Texmeralda, con domicilio en Bogotá y con el propósito de adquirir a Sedalana, una empresa localizada en el municipio de Soacha, Cundinamarca, y que, en palabras de Posada, era de las “más modernas” del país y “que estaba en peligro de paralizarse con graves consecuencias de carácter social y económico”.96 En 1970, Fabricato expandió su operación al Oriente Antioqueño, con la constitución de la firma Riotex, con un capital autorizado de 50 millones de pesos, cuyo objeto social contemplaba, entre otras posibilidades, “la producción y manufactura, con utilización de toda clase de fibras naturales y sintéticas de cualesquiera productos textiles o artículos que de ellos formen parte mediante los procesos de hilar, tejer, teñir, estampar, retorcer, blanquear, texturizar, transformar, acabar y, en general, preparar, fabricar y confeccionar tales productos o artículos”.97 El interés de los directivos radicaba en que la nueva empresa se encargaría de los ramos de texturización y tejido de punto, lo que estaba tomando un gran auge en el mundo de la moda por ese entonces.98 En 1973, en asocio con el Instituto de Fomento Industrial (IFI), la Corporación Financiera del Tolima y cerca de cuatro mil inversionistas particulares (cultivadores de algodón de la región, en lo primordial), Fabricato constituyó Texpinal, con un capital de 80 millones de pesos y con el objetivo de producir hilazas para la exportación.99

En este ambiente de crecimiento, la compañía celebró su primer cincuentenario en 1973. Con tal motivo, Jorge Posada G. resaltó su historia de la siguiente manera:

La compañía que inició en 1923 con 3.900 usos y 104 telares, hoy ofrece al país un grupo de fábricas con más de 200.000 usos y 3.700 telares, además de varias filiales y asociadas con actividades de los campos de las fibras sintéticas, el tejido de punto y el metalmecánico. Ochenta trabajadores vinculados en 1923 se convirtieron en más de 6.000, sin tomar en consideración 2.600 puestos de trabajo creados a través de filiales y asociadas. En la actualidad 850 personas disfrutan de pensiones de jubilación pagadas por Fabricato.

Los activos totales que al comenzar la operación industrial eran de medio millón de pesos, alcanzan al presente $1.822,8 millones.

El número de accionistas que al momento de la constitución de la sociedad era de tres, ha pasado a 11.200. Las acciones en circulación, 2.780 son al presente 31.300.000, de las cuales ninguna persona natural posee más del medio por ciento (1/2%), ni entidad alguna más del tres por ciento (3%).

Este complejo industrial, y muy especialmente las actividades que ha generado durante su existencia, son prueba fehaciente de la importancia que tiene la iniciativa privada en el proceso de desarrollo social y económico de Colombia. 100


Logosímbolos de Fabricato, Pantex y Riotex Modanova, No. 28, Medellín, diciembre de 1974

Para ese año, las ventas ya superaban los $1.760 millones, con exportaciones por 14,7 millones de dólares, sin considerar las filiales y asociadas. En general, se notaba un ambiente de confianza, pues las filiales, Pantex, Fabritex, Prominsa y Riotex, estaban dando buenas utilidades y tenían planes de expansión. Además, el país estaba presentando un buen desempeño económico.101

Con el avance de la década de 1970, la economía colombiana empezó a presentar dificultades debido a las altas tasas de interés y a la inflación, situación que se vio agravada para la industria textil con la baja demanda de telas nacionales, la llegada de competidores internacionales al mercado con precios muy bajos y cambios de postura frente al desarrollo económico por parte del Estado colombiano. Se comenzó a pasar de un modelo de crecimiento con base en industrialización a otro con énfasis en los mercados internacionales. En este entorno amenazante, las actividades primarias de la actividad textil parecían perder importancia, si se compara con la principal preocupación de los directivos de la empresa: la consecución de préstamos para cubrir las necesidades de tesorería de Fabricato y de todos los negocios en los que participaba la compañía.102 Los resultados financieros presentaron altibajos durante este período. En 1980, las ventas fueron de 7.085 millones de pesos, con exportaciones de 24,6 millones de dólares, que representaban una disminución del 6% frente a las de 1979, ocasionada en especial por la revaluación del peso frente al dólar.103

El precio del algodón pasó de 29.000 a 56.000 pesos por tonelada entre junio de 1975 y agosto de 1976, lo que afectó el margen de utilidad sobre las ventas del negocio textil.104 En estos años, la compra de equipos se estaba haciendo, fundamentalmente, a empresa europeas.105 En relación con los telares, se habían incorporado cambios tecnológicos y la empresa buscaba mantenerse actualizada. Incluso, en los días más oscuros por las disminuciones en las ventas y por los costos financieros, Fabricato renovó maquinaria para poder producir telas más anchas, lo que les permitió incursionar en el mercado de productos para el hogar como sábanas y manteles. Hasta ese momento, su tela más ancha era de 1,5 metros. Ahora, se producían telas de 3,0 metros de ancho.106 Además, se hicieron inversiones importantes en la planta de acabados.107 Por esos años, Fabricato adquirió 32 telares Picañol, con los que se elabora la tela de su denim Kansas, producto estrella de la compañía hasta nuestros días.108 Entre los productos también se destacaban gabardinas, géneros, acrílicos y lurex.109 La distribución de los productos de Fabricato continuaba sobre todo en manos de las agencias. Sin embargo, también se mantenían las ventas directas. Por su parte, la publicidad abarcaba prensa, radio, revistas, vallas y televisión. La revista de la época era Modanova, publicada por la compañía entre 1972 y 1974. También se hacía publicidad en asocio con empresas como Manhatan de Colombia Ltda. y Manufacturas Vanidad S. A.110

En materia de capacitación de los empleados, en especial de áreas como exportaciones, financieras y contables, Fabricato empezó a promover y a participar en la fundación de instituciones y programas que desarrollaran las competencias para el trabajo como Incolda y EAF, la que posteriormente sería EAFIT.111 Es claro que se seguía recurriendo a los viajes al exterior (en especial a ferias internacionales) como alternativa para mantener a los directivos actualizados, tanto en las tendencias de la moda como en las innovaciones de la maquinaria textil.112 Tal como antes se había referido, la consecución de recursos financieros durante estos años fue la actividad más destacada. Un indicador de tal situación es la referencia a préstamos con 11 bancos locales e internacionales, sin contar con los préstamos extrabancarios.113

Con el fin de mejorar varios indicadores financieros, en septiembre de 1980 Fabricato y algunas de sus filiales crearon Comercia, empresa que compraría las telas de contado y, de manera simultánea, vendería a crédito a sus distribuidores, con lo que se lograría mejorar la rentabilidad y el saneamiento de la cartera.114 Con el mismo objeto social (pero esta vez para las ventas al exterior, con el fin de aprovechar los beneficios tributarios y financieros establecidos en la Ley 67 de 1980), en abril de 1981 se fundó la Comercializadora Internacional Agroindustrial (Cinsa), con un capital inicial de 250 millones de pesos. En su creación participaron, además de las filiales de Fabricato, un grupo de empresas tolimenses.115

En el informe de resultados de 1980, el presidente refirió las dificultades por las que estaba atravesando la industria textil en general. La utilidad neta en el ejercicio fue de 385 millones de pesos, de los cuales 148 provenían de la venta de activos fijos que estaban en poder de la empresa. Cabe aclarar que esta venta no afectaba la operación de la compañía, pues eran activos no relacionados con la producción. En cuanto al pasivo corriente, se incrementó en 594 millones de pesos y el de largo plazo, a su vez, se incrementó en 648 millones de pesos. Estos últimos se habían invertido sobre todo en telares de lanzadera y en la planta de acabados y en el campo de notejidos, insumo básico para la confección y que era usado en especial para la fabricación de cuellos y puños.


“Vestido pantalón en tela cruda Fabricato, bordado. Falda en denim azul desflecado. Blusa en popelina 100% algodón roja y blanca. Conjunto bermuda en dril 100% algodón, verde estampado. Overol en denim estampado. Camisa rosada en 65% poliéster 35% algodón”. Modanova, No. 24, Medellín, agosto de 1974

Entre 1965 y 1981, Fabricato enfrentó una variedad de problemas de manera paulatina. Ante dichas dificultades, las actividades de producción y ventas se fueron adecuando, tanto a las condiciones de la empresa como a las oportunidades y limitaciones del entorno. No obstante, Fabricato continuó con los procesos de actualización de maquinaria, innovación en productos e incursión en otros negocios.

Profundización de la crisis: Grupo Colombia y concordato

Con la precariedad heredada de los años anteriores, en 1981 la situación de la empresa se vio gravemente afectada por el ingreso de los denominados “nuevos accionistas”. Esta denominación hacía referencia al Grupo Rincón Casas y Aguirre, que adquirió el 30% de las acciones de la empresa, y el Grupo Colombia, con el 21,7% de las acciones en circulación. Entre los miembros de la nueva junta se encontraban Benjamín Rincón y Aurelio Aguirre, accionistas mayoritarios.116 Las tensiones que se fueron generando en las reuniones de Junta Directiva ocasionaron que, en junio de ese año, renunciaran, entre otros, el presidente de Fabricato (Jorge Posada) y cuatro de los miembros de la Junta Directiva que habían sido elegidos en la asamblea ordinaria de marzo de ese año. A raíz de la situación fue elegido como nuevo presidente Diego Aristizábal Mejía. También se eligieron un nuevo secretario general y un vicepresidente financiero.117

Los resultados económicos de ese año evidenciaron una pérdida neta de 112 millones de pesos, sobre unas ventas netas de 8.500 millones de pesos, lo que se debió, entre otros factores, al contrabando, a la competencia de textiles importados y a algunas de las decisiones de los nuevos directivos. Además, se presentó una huelga de trabajadores en la compañía entre el 2 de marzo y el 3 de abril de 1982.118 En mayo, el grupo Rincón Casas y Aguirre había cedido sus acciones al Grupo Colombia, por lo que la Junta Directiva, elegida ese día, estuvo encabezada por Félix Correa Maya.119

Ese mismo año, el Gobierno nacional intervino al Grupo Colombia con base en los cuestionados manejos de la Financiera Furatena y del Banco Nacional, entidades financieras que dicho grupo controlaba. Esto motivó la renuncia de los miembros de la Junta Directiva de Fabricato. Dadas las circunstancias, fue necesario realizar una asamblea extraordinaria, que se llevó a cabo el 23 de julio y contó con la presencia del superintendente de sociedades. Después de varias discusiones, se logró elegir una nueva Junta Directiva, encabezada por Gilberto Echeverri Mejía, como representante del Gobierno nacional. Esta junta eligió como presidente de la empresa al señor Carlos Alberto Robles, quien había sido miembro principal de la junta por varios años.120

Una de las primeras funciones que asumió la nueva junta fue evaluar los préstamos, las compras y las inversiones que estuvieran relacionadas con el Grupo Colombia. Además de ello, se ocupó del desempeño de las filiales y de otras actividades propias del desarrollo del negocio.121 También, se comenzó a tomar las medidas respectivas para una empresa en crisis, como disminuir la nómina de empleados y redefinir los sectores estratégicos en materia de productos y mercados.122

Los problemas de Fabricato se agudizaron en el transcurso de 1983. Aunque los accionistas y los directivos relacionados con el Grupo Colombia ya no formaban parte de la empresa, aún se sentían las consecuencias de sus actuaciones, entre las que se destaca un cierre de créditos. Estas situaciones se tradujeron en insolvencia de la firma, pues los recursos provenientes de los recaudos de cartera y de las ventas de contado no eran suficientes para mantener la operación. Estas circunstancias se sumaban a una crisis textil caracterizada por el bajo consumo interno y la reducción de los mercados de exportación.123


Cultivo de algodón, en la fotografía se observa la recolección de la cosecha, ca. 1960 Fotógrafo: Andrés María Ripol Archivo Fabricato

Para enfrentar esta situación, la compañía emprendió una serie de acciones internas y externas para su recuperación económica. Entre las primeras se destacan la austeridad en los gastos e inversiones, la simplificación de la organización, la disminución de la producción para adecuarla a las ventas y evitar el incremento en los inventarios, los acuerdos con los proveedores para el refinanciamiento de deudas y la autorización a los directivos para vender inversiones improductivas. Además, se decidió ceder a terceros la participación en actividades diferentes a la textil. En Colombia, tomas hostiles como la de Rincón Casas y el Grupo Colombia a Fabricato fueron relativamente frecuentes durante la década de 1970 y principios de 1980.

En el orden externo, Fabricato, Coltejer y Tejicóndor firmaron un acuerdo con el Gobierno nacional según el cual estas empresas se comprometían, entre otros aspectos, a disminuir su endeudamiento hasta un nivel del 70%, para lo que se concedió un plazo de 3 años, a no pagar dividendos en efectivo y a renegociar las convenciones colectivas. Por su parte, el Gobierno se comprometió a emprender esfuerzos para suprimir el contrabando en todas sus manifestaciones, a introducir reformas en las zonas francas y las aduanas, y a revisar el Plan Vallejo (un mecanismo de promoción de exportaciones), así como a “establecer un fondo para estimular la capitalización y apertura del sector manufacturero mediante el otorgamiento de facilidades para la compra de acciones y restablecimiento de estímulos Fiscales en favor de las acciones”.124

Sin embargo, todas estas medidas no fueron suficientes para conjurar la difícil situación de la empresa, por lo que “la Junta Directiva tomó la decisión de convocar a sus acreedores a un concordato por conducto y previa aprobación de la superintendencia de sociedades”.125 El concordato es un mecanismo legal al que pueden acudir compañías con problemas de liquidez, de modo que puedan pactar con sus acreedores mecanismos para el pago de deudas y, así, propender por el mejoramiento de la empresa en vez de declararla en quiebra. Esta decisión “de extrema importancia”, indicó la asamblea, “fue adoptada únicamente tras agotar todos los recursos, pues al alcance de la administración seguramente cualquier demora en su adopción habría podido significar la iniciación de una escalada de embargos y quizás la liquidación de la empresa”.126

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9789587206265
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