Kitabı oku: «Me gustan los estudiantes», sayfa 2
Adaptación y lucha: Esto no es violencia... es conciencia ¡¡¡¡ (Pancarta del Liceo de Aplicación)
El fin de semana del domingo 21 de mayo es crucial para comprender el giro de las movilizaciones de los estudiantes secundarios, ya que tras la primera rendición de cuentas al país de la Presidenta en el Congreso Nacional, los estudiantes manifiestan su disconformidad porque la Mandataria no aborda durante su discurso los temas que han planteado en las últimas semanas y que los han mantenido en estado de movilización. Esa fue la “gota que rebasó el vaso” de la paciencia de los secundarios.
La semana siguiente marca el inicio de nuevas formas de movilización por parte de “los pingüinos”, como ellos mismos se denominan. Esta vez demuestran una capacidad de adaptación y rapidez de reacción única frente a las estrategias mediáticas y gubernamentales por desprestigiar el movimiento y las demandas estudiantiles. Para desmarcarse completamente de los grupos generadores de destrozos y vandalismo, los estudiantes deciden modificar su estrategia, pasando de las movilizaciones en las calles a las tomas pacíficas de los colegios y paros indefinidos con “las manos desarmadas y el rostro descubierto”, como señalaron los propios voceros.
Las federaciones universitarias de todo Chile así como el Colegio de Profesores entregan su total respaldo a las demandas de los estudiantes secundarios y no descartan sumarse a las manifestaciones de protesta. Los “pingüinos” han ganado el respeto del resto de los actores involucrados en la reforma a la educación y logran cohesionar un discurso reivindicativo basado en la mejora de la calidad de la educación superando sus demandas iniciales.
La relación con los medios de comunicación no es fácil, por deficiencias de los modelos informativos imperantes en nuestra esfera mediática y por intereses de los consorcios de prensa nacionales. Los medios centran su visión en los desmanes producidos y se encargan de propagar el “atentado al orden social” que están llevando a cabo estos “estudiantes rebeldes”, con muy poca capacidad de entender las dinámicas de estos nuevos actores y aún con menos claridad para informar responsablemente de las demandas educacionales y su validez en un modelo llamado democrático. Durante estos días más estudiantes se pliegan a las tomas, sumando más de un centenar los establecimientos que se encuentran en esta situación, ya son más de 100 mil jóvenes movilizados. A su vez, a los establecimientos municipales y particulares subvencionados que se encuentran en paro, se suman más de cien colegios particulares y privados que adhieren a las demandas.
La noción de toma o paro a la cual remiten los estudiantes también plantea características innovadoras que es conveniente señalar. Esta manifestación no es un paro de brazos caídos, sino que son llamados a “jornadas reflexivas”, llamados a crear espacios de discusión profunda sobre la educación chilena, donde todos los estamentos de la educación están invitados a participar; es así como en muchos colegios los docentes y paradocentes, junto a padres y apoderados, se suman a la movilización, evidenciando que las reivindicaciones estudiantiles son un tema para discutir como país.
La toma se vive al interior de los colegios con disciplina y responsabilidad, los estudiantes mantienen permanentes comisiones de seguridad, comida y aseo; realizan actividades culturales y popularizan múltiples “tarreos callejeros” donde recolectan fondos para mantener la movilización. Saben que han despertado una simpatía social que deben aprovechar y mantener.
De la soberbia a la negociación: Ultimátum v/s Ofertas
La tercera semana de las movilizaciones muestra nuevos errores por parte del gobierno; los estudiantes se retiran de la reunión pactada por el Ministerio de Educación para el lunes 29 debido a la inasistencia de Martín Zilic. Como representante de la cartera se encontraba Pilar Romanguera, subsecretaria de Educación.
Los días siguientes, autoridades de Gobierno, lideradas esta vez por el ministro de Educación, pasan de la soberbia a la negociación y se reúnen durante dos jornadas consecutivas, y en largas sesiones de discusión, con dirigentes estudiantiles en uno de los salones de la Biblioteca Nacional. El gobierno presenta una oferta concreta: gratuidad en la PSU y en el pase escolar al 60% más pobre de la población, así como el incremento en 50% en las raciones alimenticias. Este ofrecimiento no deja satisfechos a los estudiantes, ya que no se toca la gratuidad del pasaje escolar, tema que el gobierno descartó desde un principio, ni las reformas de fondo al marco legal de la educación chilena. Al finalizar las instancias de diálogo sin resultados positivos, los jóvenes dan un ultimátum al Gobierno para entregar propuestas a su petitorio.
La fecha plazo es el viernes 2 de junio y de no haber una respuesta por parte de las autoridades, convocarán a una movilización de carácter nacional el lunes 5. El Gobierno trabaja entonces bajo el eje de las prioridades y establece una agenda corta y una agenda larga, esta última de acuerdo a las demandas más de fondo de los estudiantes, como el cambio a la LOCE y la derogación de la JEC. En la madrugada del 1 de junio, una bomba de ruido fue detonada en oficinas del Ministerio de Educación de Santiago sin causar mayores daños. Ese mismo día, la página web del Simce fue hackeada en apoyo a los estudiantes movilizados. Además, se concretó la primera ocupación de una escuela básica en Villa Alemana y las fiscalías recibieron las primeras denuncias de amenazas neonazis a estudiantes en toma.
El viernes 2 de junio Michelle Bachelet entra al ruedo de las declaraciones y mediante cadena nacional de televisión anuncia el “máximo esfuerzo” que puede hacer su gobierno y señala que habrá becas PSU para el 80% más pobre de la población, esto es a los cuatro primeros quintiles; pase escolar gratuito para el 80% más pobre de la población; incremento del Programa de Alimentación Escolar para 200 mil nuevos alumnos a partir de julio del 2006 y 300 mil a contar del 2007; becas de prácticas laborales para egresados de liceos técnico-profesionales; e inversión en obras de infraestructura para 520 establecimientos con Jornada Escolar Completa. A ello se agrega un proyecto de ley que enviaría el ejecutivo para mejorar la calidad de la educación y la formación de un Consejo Asesor Presidencial de Educación que revise la LOCE y la JEC.
La “incomprensión” mediática: Divide y vencerás
Los medios se encargan de destacar lo caro del ofrecimiento del gobierno (US$200 millones), los secundarios en movilización valoran lo que han conseguido, sin embargo queda un punto por resolver: participación en la modificación de la LOCE.
Durante el primer fin de semana de junio, a más de un mes de comenzado el conflicto, la prensa se ensaña con los principales voceros de la recientemente formada Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, instancia donde participan dirigentes de todo el país que han viajado a Santiago a participar de las discusiones. Así, la necesidad de vaticinar un quiebre en el movimiento es urgente, la prensa es un aliado de los grupos de poder que necesitan traer de vuelta el “estado de orden”. Los voceros de la Asamblea, a esta altura ya se han transformado en personajes públicos, de los cuales la prensa se ha encargado de “personalizar” en un intento de dar un enfoque más light a uno de los mayores conflictos sociales de los últimos años. Comienzan acusaciones de intervencionismo político, de instrumentalización partidaria presente en militancias y cercanías ideológicas de estos voceros del movimiento. Es importante destacar que la asamblea nacional donde se dieron cita los dirigentes de regiones y de Santiago, contaba con regiones enteras que no adherían en un 100% al petitorio de demandas o que planteaban diferencias sustanciales con los principales temas en discusión, acusando una politización profunda en los dirigentes santiaguinos, que no compartían otras zonas del país. A esto se suman reuniones paralelas que sostiene el ministro Zilic con otros actores sociales cercanos al tema, como la Asociación de Padres y Apoderados y algunos dirigentes estudiantiles.
Los noticieros diurnos y nocturnos, tanto de prensa escrita como de radio y televisión, no paran de emitir despachos en vivo, enlaces vía microondas y cuanta nota informativa para dar cuenta de los datos y decisiones que un grupo de adolescentes, en nombre de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios, hacen públicos en conferencias de prensa improvisadas en patios y salas de clases. Los efectos de esta conmoción mediática van más allá de la cobertura del frente noticioso de turno, y se transforman en espacios de identificación para miles de estudiantes chilenos que ven reflejada su realidad en las demandas planteadas; que ven cómo sus compañeros, hijos de obreros y de clase media chilena, ocupan el lugar en la esfera pública que por tanto tiempo les ha sido quitado por una clase política poco representativa, figuras del mundo del espectáculo y uno que otro deportista farandulero.
Son los llamados “hijos de la democracia”, por pertenecer a una generación que ha vivido la mayor parte de sus vidas bajo los gobiernos de la Concertación, los que logran romper con el cerco mediático hacia el mundo social, son ellos los que logran deslegitimar un modelo informativo que busca ridiculizarlos. Y nadie debe robarles la más mínima porción de ese crédito. Asimismo, constituyen un nuevo referente en cuanto a flujos comunicativos posmodernos, ya que se apoyan en recursos tecnológicos propios de las nuevas generaciones: el uso de blogs, fotologs, celulares y mensajes de texto mediante los cuales logran articular acciones a escala regional y nacional, construyendo un discurso tan instantáneo y poderoso que sobrepasa las dinámicas político-comunicacionales a las que estamos acostumbrados.
Este fenómeno comunicacional es muy bien captado por diversos grupos que aprovechan la situación para visibilizar sus demandas.
Como era de esperarse, la convocatoria finalizó con incidentes y destrozos. Numerosos detenidos y periodistas agredidos son los principales balances que recogen los medios, del éxito de la movilización dentro de los colegios y de la madurez de los estudiantes al generar espacios de crítica seria y constructiva... muy poco, casi nada. Los estudiantes de la Quinta Región dan un ejemplo de orden y participación al repletar las avenidas del puerto de Valparaíso, en completa tranquilidad y con formas pacíficas, artísticas y originales de mostrar el descontento social y posicionar sus demandas. La revolución secundaria contó ese día 5 de junio con más de un millón de estudiantes movilizados en todo Chile, ciertamente un acontecimiento histórico. En 1972 y en el 2001, años emblemáticos del movimiento secundario, las acciones habían conseguido movilizar alrededor de 400 mil estudiantes.
Soluciones técnicas a problemas políticos: “Sólo sé que NO LOCE” (panfleto escolar)
Durante las últimas semanas, la Presidenta envía con suma urgencia el proyecto de ley prometido, el cual no se discute ni se hace llegar a los estudiantes, agudizando el conflicto por la falta de canales claros de comunicación. Los estudiantes deciden continuar con el paro indefinido y anuncian que solo depondrán la movilización si la Presidenta Bachelet les garantiza que tendrán una representatividad del 50 por ciento más uno en el Consejo Asesor Presidencial de Educación que revisará y asesorará al Gobierno en materia de la ley LOCE. Como medida de presión extra, en la mañana del 6 de junio, alumnos del Liceo de Aplicación decidieron tomarse las dependencias de la UNESCO en Providencia, hecho que demandaba la atención de organismos internacionales sobre el conflicto de escala nacional. Sin embargo, la ocupación fue depuesta durante la tarde luego de negociaciones con Carabineros y tras la intervención de la directora de la entidad en Chile, Ana Luisa Machado.
El día 7 de junio, la presidenta da a conocer los nombres de los integrantes que formarán parte del Consejo Asesor Presidencial de Educación. El comité está conformado por 65 personas, entre otros, por nueve rectores, seis universitarios e igual número de secundarios. El perfil técnico y la escasa vinculación al mundo social de los integrantes deslegitima el mecanismo ante la Asamblea de Estudiantes, que ve en este consejo una instancia conformada por los actores que poseen interés económico: sostenedores y universidades privadas, tecnócratas de la educación y figuras políticas.
Aun cuando la ACES confirmó su participación del Consejo Asesor Presidencial, los dirigentes estudiantiles confirmaron que crearán una mesa de trabajo paralela, integrada por universitarios, profesores, apoderados y codocentes, pues la instancia convocada por el Gobierno no les da garantía para introducir reformas profundas al sistema educacional.
El 9 de junio, la asamblea de estudiantes en pleno acordó bajar las tomas y entregar los colegios para poder continuar las clases, pero llamó a continuar con movilizaciones constantes y mantener un estado de reflexión alerta ante los rumbos que tomen las medidas comprometidas por el gobierno. Aun así, hubo diferentes reacciones en el país, como por ejemplo la Asamblea Escolar Autónoma de la Provincia de Iquique, que buscaba mantener las tomas y efectuó un llamado a no desalojar los colegios por la mediocre solución dada por el gobierno a las demandas, situación que demoró en un par de días la vuelta a clases en la Región de Tarapacá. Algo similar ocurrió en la Región de Vaparaíso, que junto con la Primera era una de las más duras. También en Temuco, el 14 de junio, se realizó una marcha llamada por los estudiantes secundarios con delegaciones de las universidades de la Frontera y Católica, cuyo objetivo fue rechazar la mesa de negociaciones establecida en el nivel central, en donde no se ha dado espacio a los requerimientos de las regiones y especialmente a lo postulado por los representantes que viajaron para participar de éstas, dando cuenta de diversos roces al interior de la asamblea, por la representatividad de las decisiones tomadas.
Los secundarios saben que han ganado bastante, que han conseguido logros que no tienen comparación en la historia de las demandas sociales de las organizaciones en los últimos años, pero asimismo están conscientes de que abrieron una nueva forma de diálogo con el gobierno, que se posicionaron en la escena pública con formas y métodos originales y creativos, demostrando a todo el país que las generaciones nacidas en democracia aún creen que es posible mejorarla y perfeccionarla.
Hoy los escolares andan con otro aire, cruzan las calles y pagan sus 120 pesos en el micro con otra prestancia, hay una extraña satisfacción en sus rostros, un halo de victoria en su actitud. No es para menos, pues han sido vencedores, ganaron la pelea que dieron al gobierno y a un sistema educativo que heredaron a regañadientes, y demostraron ser una generación mucho más madura y más organizada que sus antecesoras más directas. Un ejemplo para los tiempos que corren.
1 Psicóloga. Investigadora ECO, Educación y Comunicaciones.
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