Kitabı oku: «Salud Mental Y Alta Sensibilidad»

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Salud Mental

y

Alta Sensibilidad

Manuela Pérez Chacón

Antonio Chacón

Juan Moisés de la Serna

Editorial Tektime

2021

“Salud Mental y Alta Sensibilidad”

Escrito por Manuela Pérez Chacón, Antonio Chacón y Juan Moisés de la Serna

1ª edición: junio 2021

© Juan Moisés de la Serna, 2021

© Ediciones Tektime, 2021

Todos los derechos reservados

Distribuido por Tektime

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Sobre los autores:

Manuela Pérez Chacón

Manuela Pérez Chacón, Licenciada en Psicología, Doctorando del Programa interuniversitario en Psicología de los Recursos Humanos de la Universidad de Sevilla y la Universidad de Valencia. Especialista en Psicología Clínica. Especialista en Psicología Industrial. Especialista Universitaria en Educación Especial: Pedagogía Terapéutica. Experto Profesional en “Trastornos psicológicos en niños y adolescentes”. Máster en Prevención de Riesgos Laborales, especialidades Seguridad, Higiene, Ergonomía y Psicosociología.

Profesional de la Psicología con más de 10 años de experiencia en el área de la salud y la prevención de riesgos psicosociales. Especializada en intervención terapéutica clínica y psicología del trabajo. Experta en Trastornos Psicológicos infantiles y juveniles. Miembro-Fundadora de la Unidad de Salud Mental Infanto-Juvenil del Hospital Puerta del Sur (USMIJ-Clínica Jerez). Medalla de Oro al mérito profesional del Consejo General de Relaciones Industriales y Ciencias del Trabajo, Premios PREVER 2018, por sus investigaciones en el campo de los Riesgos Psicosociales en las Organizaciones. Colegiada en El Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Occidental número AN-06014.

Presidenta de la Asociación Española de Profesionales de la Alta Sensibilidad (PAS España). Psicóloga especializada en PAS (personas altamente sensibles) y referente en España como experta en Alta Sensibilidad. Divulgadora y conferenciante especializada en Psicología Infantil y Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS) en niños. Primera española certificada como psicóloga especializada en Alta Sensibilidad. (Acknowledged Professional by Elaine Aron). Ha concedido diferentes entrevistas en medios de comunicación tan conocidos como Cadena SER, La1 de RTVE o El País.

Antonio Chacón

Experto en riesgos psicosociales con 15 años de experiencia en Servicios de Prevención Ajeno (SPA). Doctorando en el Programa de Psicología de los Recursos Humanos (Universidad de Sevilla). Profesor auxiliar del Máster en Prevención de Riesgos Laborales y del Máster en Sistemas Integrados (Universidad Internacional de La Rioja – UNIR).

Fundador de la Asociación de Psicólogos y Profesionales de la Alta Sensibilidad (PAS España). Premiado con la Cruz de Honor de la Seguridad y Salud en el Trabajo y con la Medalla de Oro del Foro Europa al Prestigio Profesional. Divulgador del rasgo de la Alta Sensibilidad en las Organizaciones.

Juan Moisés de la Serna

Doctor en Psicología y Máster en Neurociencia y Biología del Comportamiento. Profesor Universitario.

Hoy en día, mi investigación se centra en los factores potenciales que influyen en COVID-19 y sobre las complicaciones psicológicas y neurológicas a corto y largo plazo después de la infección por SARS-CoV-2 en humanos.

En base a researchgate. net el autor más leído en España en 2020.

Divulgador científico con más de treinta libros publicados sobre temas de Psicología y Neurociencia incluyendo las temáticas de AD; PD; TEA; TDAH; EQ; MSD; Hiq.

Prólogo

El interés que despertó nuestro primer libro sobre Alta Sensibilidad nos ha animado a continuar con la divulgación del rasgo. Este segundo libro se centra más en las dificultades, así como, en las capacidades de ámbito psicológico que pueden afectar a las personas altamente sensibles. Saber gestionar el rasgo de la Alta Sensibilidad es fundamental para alcanzar el máximo potencial en el crecimiento personal de la Persona Altamente Sensible (PAS). De ahí la importancia de saber atender las necesidades de los niños y niñas altamente sensibles (NAS) desde edades tempranas. Los menores NAS son los adultos PAS. Resolver desde la infancia, evita tratamientos a edades más avanzadas.

A lo largo de la vida, un PAS, puede atravesar problemas o trastornos psicológicos pasajeros, derivados de una mala gestión de su rasgo. En estas páginas tratamos de reflejar ejemplos reales de personas que han acudido a consulta de psicología buscando solución a los “baches del camino”. Muchos PAS lo descubren a raíz de uno de estos altibajos en sus vidas. Saber tomar el camino adecuado, elegir tener cerca a personas que respetan el rasgo PAS y aprender a poner límites, son los objetivos más demandados por los PAS que acuden a Salud Mental.

Este libro pretende ayudar tanto a la persona lectora, como al profesional de la salud o de la medicina, ya que atendiendo a nuestra experiencia como expertos profesionales de la Alta Sensibilidad tratamos de ofrecer tanto, soluciones a los problemas que surgen por ser PAS, ejemplos de personas que han transitado las mismas etapas, así como mostrar aquellos trastornos más comunes derivados de tener esta personalidad tan particular. Aunque ser PAS o NAS no es ningún trastorno, es necesario aprender a adaptarse a la sociedad actual hasta que la sociedad se familiarice con la Alta Sensibilidad.

Manuela Pérez

www.pasespana.org

Índice

Sobre los autores:

Prólogo

Capítulo 1. Introducción al estudio de la relación entre la Alta Sensibilidad y la Salud Mental

Capítulo 2. Características de la persona altamente sensible

IRENA 5 AÑOS

JANE 38 AÑOS

Capítulo 3. Cerebro y Alta Sensibilidad

FRAN 47 AÑOS

Capítulo 4. Pacientes no sensibles y pacientes sensibles

Capítulo 5. Educación, Altas Capacidades y Alta Sensibilidad.

Capítulo 6. Características Diferenciadores de las Personas Altamente Sensibles

6.1. ¿Es la Alta Sensibilidad un trastorno?

6.2. Autismo y Alta Sensibilidad

6.3. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad y Alta Sensibilidad

GONZALO 3 AÑOS

Capítulo 7. Consecuencias de la Alta Sensibilidad.

7.1. Miedo al fracaso de ser persona altamente sensible.

7.2. Crítica patológica cuando eres altamente sensible

7.3. Depresión vs. Alta Sensibilidad

ARIADNA 54 AÑOS

Capítulo 8. Pacientes altamente sensibles

8.1 Qué preocupa a los profesionales especialistas en Alta Sensibilidad.

8.2. Por qué ser NAS se confunde con otros trastornos.

8.3. Cuándo ser NAS se convierte en un problema.

8.4. Cuándo ser NAS se convierte en una ventaja.

8.5. Qué puedo hacer como profesor/a de un NAS.

8.6. Cuándo debo buscar ayuda para mi hijo/a NAS.

8.7. Qué puedo hacer como padre/madre de un NAS.

8.8. Qué dicen las estadísticas sobre los NAS, respecto a la cultura, el género y la genética.

Capítulo 9. Problemas derivados de la Alta Sensibilidad.

9.1. Cómo actuar en las relaciones sociales si eres PAS.

9.2. Mindfulness para ayudar a las personas altamente sensibles

9.3. Solución de problemas como terapia para personas altamente sensibles

9.4. Terapia familiar sistémica aplicada a familias con miembros PAS

OMAR Y TADEO 4 AÑOS

Capítulo 1. Introducción al estudio de la relación entre la Alta Sensibilidad y la Salud Mental

Como persona altamente sensible, o bien como profesional de la salud mental, puedes beneficiarte de la lectura de este libro. Puede que seas una persona que ha descubierto su rasgo altamente sensible debido a no sentirte bien contigo misma. Tal vez llevas años dando vueltas, acudiendo a psicólogos y a psiquiatras, o bien buscando información, hasta que alguien te iluminó con la existencia de las Personas Altamente Sensibles (PAS). Puede que seas un profesional que ha atendido a personas a las que no terminabas de entender, personas que no llegaban a tener un trastorno, pero que algo les impedía crecer y continuar su camino con naturalidad. Tal vez, tu caso sea el de un individuo que no se entiende con su pareja, parece que cada uno habla un idioma, debido a que cada uno de vosotros siente y percibe el mundo de manera diferente. Puede que hayas dejado algún trabajo por sentir que no encajas, ni con los demás, ni con las tareas repetitivas y rutinarias.

Es verdad que todos tenemos sensibilidad y también es verdad que cualquiera puede necesitar en algún momento de su vida acudir a un profesional de la psicología para resolver pequeñas o grandes cosas. En el libro se pretende aportar una forma de trabajar con las personas altamente sensibles.

Estas letras servirán tanto para que puedas identificar el rasgo, como para detectar las consecuencias psicológicas del mismo, desde un punto de vista del profesional de la psicología. Se habla de la Alta Sensibilidad (AS) o Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS), vista por expertos en salud mental, un aporte de experiencias, estudios y base científica.

Definiremos en qué consiste ser una persona altamente sensible y su relación con el medio, desde la más absoluta rigurosidad. Al leer este libro aprenderás sobre los trastornos psicológicos más comunes y por qué los pueden padecer las personas altamente sensibles. Te podrás ilustrar sobre el talento y la alta capacidad detectada en las personas altamente sensibles. Todo esto se plasma explicado desde la Psicología.

Las experiencias de personas altamente sensibles nos sirven de ejemplo sin lugar a duda. No obstante, queremos concienciar a la población interesada en los PAS y NAS, de la importancia que supone ponerse en manos de profesionales de la salud. Son los psicólogos, orientadores, pediatras y psiquiatras formados en Alta Sensibilidad los más apropiados para dar solución a los problemas que os puedan surgir.

Es fundamental tener en cuenta que ser altamente sensible no es similar a poseer un trastorno, en la actualidad los tratamientos concretos se están desarrollando bajo la investigación científica. Poseer el rasgo de la alta sensibilidad puede llevar tanto a padecer determinadas dificultades, como a verse beneficiado de muchas ventajas. La detección y el diagnóstico de cualquier trastorno asociado al rasgo, debe quedar en manos de expertos en salud mental.

Tan importante es saber a quién dirigirse para buscar soluciones si posees el rasgo y surgen dudas, como saber que cualquier persona de esas que te rodean puede ser un PAS.

También es fundamental confiar en la ciencia y la Psicología es una de ellas. Las técnicas y tratamientos psicológicos son el resultado de experimentos e investigaciones que han llevado a cabo numerosos expertos a lo largo de los años. En este libro tratamos de conexionar dicha rigurosidad científica con un rasgo de personalidad al que de forma coloquial ahora llamamos Alta Sensibilidad y cuyo nombre científico corresponde a Sensibilidad de Procesamiento Sensorial.

La Persona Altamente Sensible posee una forma de percibir y sentir que trae desde su nacimiento y se va moldeando con las experiencias. Se trata de un tipo de personalidad que incluye una alta capacidad al procesar la información del entorno, ser más consciente de todo aquello que entra por los cinco sentidos, en especial en las situaciones nuevas o inesperadas. La Teoría del desarrollo emocional del psicólogo polaco Dabrowski durante el comienzo de la Psicología como ciencia, clasificaba esta capacidad como parte de los diferentes niveles del desarrollo humano.

Para todas aquellas personas que, implicadas en atender la parte emocional de un semejante, ya sea su hijo, su alumno o su paciente, este libro le dará tanto la información como las soluciones posibles. En él van a encontrar claves que no hay en otros libros, ya que nos explica la relación entre la Alta Sensibilidad y sus posibles consecuencias a lo largo de la vida. Además de tener un enfoque práctico, que ayude a personas altamente sensibles a gestionar su rasgo, o bien, ayude a interaccionar con menores altamente sensibles, el libro aporta datos y ejemplos del trabajo en consulta, así como las investigaciones más recientes que avalan la Alta Sensibilidad.

Este libro es fruto de la colaboración entre profesionales de la alta sensibilidad, y se ha desarrollado en forma de un proyecto de investigación. El libro aporta la información recogida en terapias de grupo y sesiones individuales de psicología, realizadas durante varios años en departamentos de salud mental y aborda algunos temas centrales de la labor diaria de los profesionales de la Alta Sensibilidad en la infancia y adolescencia. Los menores son un campo de gran interés asistencial, de estudio y tratamiento, y sobre todo en aras a la prevención de posibles trastornos mentales. Los jóvenes son el potencial humano del futuro próximo en las empresas.

Los síntomas que pueden derivar de la presencia del rasgo altamente sensible en un individuo, se han enfocado bajo la perspectiva de los ejes diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM 5). Los factores de riesgo, tratamientos actuales y prevención, se han basado en terapias cognitivo-conductuales. El diagnóstico y evaluación aporta la comparativa y confusión con trastornos que asemejan algunos signos patológicos. Respecto a los modelos de investigación descritos, incluyen las teorías científicas a nivel internacional que hacen del rasgo un descubrimiento de la Alta Sensibilidad.

En la actualidad existen numerosas investigaciones que avalan la existencia de este peculiar rasgo en una parte de la población mundial. Numerosos científicos de diferentes países aportan datos contrastados sobre esta particular forma de sentir, pensar y actuar.

La ciencia nos ha demostrado hasta la fecha, mediante los estudios realizados que aproximadamente el 20% de la población posee Alta Sensibilidad (Aron y Aron, 1997). Se trata de personas con una capacidad innata para observar los mínimos detalles y lo hacen de manera inconsciente. También necesitan más tiempo de descanso ya que reciben demasiada estimulación y deben aprender a gestionar sus emociones ante el exceso de ruido o los lugares multitudinarios. Muestran fuertes respuestas emocionales y en ocasiones requieren más tiempo de inactividad. Así mismo, los autores afirman que dentro de dicho porcentaje de personas que poseen el innato rasgo, hay aproximadamente un 70% de introvertidos.

El desarrollo de la escala infantil altamente sensible e identificación de grupos de sensibilidad (Pluess, 2017), publicado en Developmental Psychology, es también un estudio estadístico. Entre sus resultados se marca la existencia de tres grupos distintos con diferentes niveles de sensibilidad ambiental. Se indica que todos los seres vivos deben ser sensibles a su entorno. Clasifica como altamente sensibles al 25-35%, grupo intermedio el 41-47% y grupo bajo el 20-35%.

La Persona Altamente Sensible presentan características desde que nacen y las acompañan a lo largo de su vida, afectando a su bienestar y por tanto a su salud mental. La psicóloga investigadora pionera en Estados Unidos, Elain Aron, destacó las siguientes particularidades de las personas PAS: la capacidad de reflexión inconsciente y profunda ante los estímulos del entorno; reacción emocional intensa derivando en que a los PAS les afecta todo más, tanto lo positivo como lo negativo; altos niveles de excitación debido a la estimulación sensorial ante ruidos, olores y otras sensaciones; capacidad de empatía; y mayor sensibilidad sensorial que proviene de los estímulos y le llevan a mostrar alta capacidad para diferenciar sensaciones.

La persona altamente sensible y los niños altamente sensibles, son individuos que poseen estos rasgos de personalidad por naturaleza y que pueden encaminarlos hacia lo positivo, o bien, evitar tomar el camino negativo, gracias a tener conocimiento de su particularidad y las herramientas suficientes para hacer frente a las dificultades que se presenten en el camino, así como, potenciar las fortalezas. Se trata de personas con un don, debido a su forma de procesar la información y con gran creatividad, pero también son personas que pueden llegar al estrés fácilmente o que evitan determinadas áreas sociales. De ahí la importancia que tiene saber si eres o no eres persona PAS y si tu hijo es o no es niño o niña NAS.

La persona altamente sensible se puede identificar en atención a los altos niveles de sensibilidad que presenta. Se trata de personas que se excitan fácilmente ante los estímulos que le rodean. Otras características para tener en cuenta son, la empatía y la capacidad para captar la información proveniente del medio ambiente.

Aquellos que poseen el rasgo de la alta sensibilidad, reciben la información de forma peculiar, lo analizan todo de forma más minuciosa, comprenden cómo se siente la otra persona y llevan a los extremos las emociones que perciben. Por lo tanto, cuando las emociones del día a día son positivas (alegría, tranquilidad, optimismo, etc.), la persona es capaz de controlar lo que siente para su beneficio. En este caso, es una ventaja ser una persona altamente sensible. Aunque, al tratarse de algo genético, no se puede elegir, simplemente nacemos o no nacemos con el rasgo de la sensibilidad.

En cambio, cuando la persona se encuentra ante una rutina compleja y llena de emociones negativas (enfado, tristeza, angustia, etc.), pueden aparecer problemas psicológicos. Es habitual que a lo largo de la vida encontremos situaciones difíciles. En eso consiste vivir, en tener todo tipo de experiencias y aprender a resolverlas. Sin embargo, muchas veces resulta complicado tomar decisiones, ya que intervienen factores emocionales, difíciles de controlar.

Las dificultades más habituales que surgen tras una mala gestión de la alta sensibilidad son: baja autoestima, ansiedad, estrés, miedos, depresión, e incluso trastorno límite de personalidad. Algunos de los síntomas que alertan sobre la necesidad de buscar ayuda profesional están relacionados con problemas de insomnio, dolores musculares, bajo estado de ánimo, tensión emocional, ira, etc. En los menores destacan los síntomas relacionados con la inseguridad, timidez, falta de atención e irritabilidad.

Con todo esto no queremos decir que las personas altamente sensibles sean más propensas a experimentar síntomas psicológicos sólo por haber nacido con el rasgo de la alta sensibilidad. Queremos decir que, es posible pensar que el hecho de tener mayor sensibilidad a los estímulos, aumenta la activación de la persona en general. Es decir, si una persona altamente sensible vive muchas experiencias que le generan emociones extremas negativas, se estará exponiendo a mayor presión. Su cuerpo se estará estresando ante situaciones que a las personas que no son altamente sensibles, les pueden pasar desapercibidas. También es posible que la suma de experiencias de tensión, le genere a la persona altamente sensible síntomas físicos, que a cualquier otra persona ni siquiera le afectarían.

El cerebro de la persona altamente sensible presta más atención a las sensaciones de su cuerpo que son de menor importancia. Otro tipo de personas no perciben estas sensaciones. Aún queda pendiente demostrar si las personas altamente sensibles acuden más al médico debido a problemas o quejas, que realmente no constituyen una enfermedad.

Algo que sí sabemos es que las personas altamente sensibles se saturan más con menos estimulación que el resto de las personas. Su umbral sensorial es más bajo. Es decir, se ven más afectados por los estímulos y por eso se sobreexcitan o se sobre estimulan con mayor facilidad. Nadie trabaja bien bajo presión ni bajo los efectos de la sobreestimulación. Tampoco todos rendimos igual ante las tareas que suponen demasiada tensión emocional, ya sean tareas laborales o escolares.

Es por tanto una labor importante de la persona altamente sensible, aprender a gestionar esa intensa entrada de información cuando le causa problemas en su rutina. Así podrá llevar a cabo su labor diaria con tranquilidad y naturalidad. La solución no debe ser rechazar actividades, más bien se trata de conocerse bien y adquirir estrategias psicológicas. Las habilidades sociales también se pueden aprender o fomentar. Sobre todo, cuando es necesario conseguir una buena valoración de uno mismo, que esté en consonancia con las propias emociones.

También la reacción emocional de una persona altamente sensible es más extremista o llamativa que la de cualquier otra persona, incluso ante la misma situación. Por ejemplo, dos hermanos de similar edad viendo una película dramática, uno de ellos llora desesperadamente y el otro no. Estas situaciones no tienen por qué suponer un trauma para la persona altamente sensible, siempre que haya aprendido a identificarse con su rasgo y a aceptar aquello de su forma de ser que no puede modificar.

Una repercusión bastante habitual en aquellas personas altamente sensibles que no han identificado su rasgo, es intentar cambiar su forma de ser. Luchar contra la propia naturaleza de la persona es imposible y desaconsejable. El perfeccionismo y la autocrítica que desarrolla la persona altamente sensible, deben orientarse hacia el propio beneficio. Evitar que se conviertan en desventajas o en problemas psicológicos es la clave de una sana autoestima para las personas altamente sensibles.

Una buena gestión de la alta sensibilidad consiste por tanto en aprovechar la ventaja que le da su sensibilidad. Y así evitar los habituales inconvenientes que surgen, para que no deriven en problemas psicológicos, tales como ansiedad, depresión o estrés.

En resumen, las personas altamente sensibles perciben los estímulos de forma más intensa, generando mayor viveza en sus emociones. Las emociones que cualquier persona genera en su vida diaria pueden ser positivas o negativas. Las positivas, son por ejemplo la alegría, la felicidad o la ilusión. Y las negativas pueden ser la tristeza, la apatía o la angustia. La persona altamente sensible presenta mayor sensibilidad a los estímulos. Esto supone mayor activación en general y, por tanto, mayor presión y malestar ante las emociones negativas. Mayor tensión emocional, sumado a no saber gestionar las propias emociones, puede llevar a generar síntomas psicológicos e incluso problemas de salud manifiestos. Por todo ello, es importante que las personas que se identifican con el rasgo de la alta sensibilidad, aprendan a gestionar sus emociones. Conseguir este logro puede ser en ocasiones todo un reto, o simplemente se puede adquirir de forma natural. Al conseguir controlar esta habilidad, se evitarán problemas psicológicos, tales como la ansiedad o el estrés.

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