Kitabı oku: «Evidencias de la Biblia»
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Ediciones Berea
Editor General: Héctor Hernán Gómez Iriarte
Diseño General y Diagramación: Catherine Niño
ISBN: 978-958-46-6369-6
Bogotá D. C., Colombia.
Contenido
Introducción
Capítulo 1
Las Evidencias de su Singularidad y Unidad
Capítulo 2
Evidencias Científicas
Capítulo 3
LA ERA NUCLEAR
Capítulo 4
Evidencias Arqueológicas
Capítulo 5
Evidencias de sus Enseñanzas
Capítulo 6
Evidencias de sus Profecías Cumplidas
Capítulo 7
La Biblia y la Moral
Capítulo 8
La Filosofía y la Biblia
Capítulo 9
¿Es la Biblia Realmente la Palabra de Dios?
Introducción
No cabe duda que de los millones de volúmenes de literatura que existen en las miles de librerías del mundo, tenemos un libro que sobrepasa a todos los que se han escrito, y es la Biblia.
¿Qué es lo que este libro maravilloso contiene que lo hace el libro más grandioso jamás escrito? Millones de personas continúan buscando en otros libros la verdad del universo que nos rodea y el origen de la vida, además de cuál es realmente el propósito y significado de nuestra existencia, pero han quedado cada vez más confundidas.
Entre los libros que la humanidad ha considerado sagrados, tenemos:
Doctrinas y Convenios y la Perla de Gran Precio... de los mormones.
Los Vedas... de la India.
El Chuen-tseu y el Men-zi... de Confucio.
El Tripitaka y el Dhammapada... de Buda.
El Corán... del Islam.
Después de examinar detenida y cuidadosamente cada uno de estos libros, descubriremos que en sólo uno de ellos, su autor se atrevió a decir y a comprobar con su vida y muerte las siguientes palabras: “Yo soy el camino, la verdad y la vida”; ése fue Jesucristo.
Jesucristo ha sido el único personaje de la historia de quien se escribieron cientos de profecías con cientos de años de anticipación antes de su venida al mundo.
Por ejemplo:
El lugar específico de su nacimiento: Belén.“Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad.”Miqueas 5:2 / 520 a.C.
Quién sería su madre:“Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.”Isaías 7:14 / 750 a.C.
Cuál sería su vida y misión:“Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto… ciertamente llevó él nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores… mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados y por su llaga hemos sido nosotros curados.”Isaías 53:3-5 / 750 a.C.
Sus sufrimientos y las palabras que pronunciaría desde la cruz:“¡Dios mío, Dios mío!, ¿por qué me has abandonado? ...He sido derramado como aguas…y mi corazón fue como la cera…mi lengua se pegó a mi paladar...horadaron mis manos y mis pies…repartieron entre si mis vestidos y sobre mi ropa echaron suertes.”Salmo 22:1, 14-18 / 1000 a.C.
El mismo Señor Jesucristo anunció con anticipación su muerte y resurrección, pues sabía perfectamente bien la hora, el día y el año que tendría que morir:“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los líderes religiosos, de los principales sacerdotes y de los escribas, ser muerto y resucitar al tercer día.”Mateo 16:21
¿De qué otro líder religioso se escribió todo esto? ¿Qué otro líder religioso anunció con anticipación su muerte? ¿Qué otro líder religioso pagó con su vida por nuestros pecados? La mayoría de ellos fueron maestros de filosofías y moralistas, pero nada más. Buda, antes de morir, dijo a sus discípulos: “Busquen la verdad”, y jamás enseñó la adoración a ningún dios, por lo que el budismo, ¡es una religión atea!
Si ponemos al lado de la Biblia todos estos libros sagrados, descubriremos que ninguno de ellos podría llegar a compararse con las revelaciones de la Biblia y sus evidencias proféticas, genéticas, biológicas, físicas, químicas, geográficas, antropológicas, literarias, poéticas, psicológicas y científicas, pues... ¡son abrumadoras!
Pasemos pues, a examinar algunas de las principales evidencias que demuestran el origen sobrenatural de la Biblia.
Las Evidencias de su Singularidad y Unidad
No cabe duda que al examinar honestamente este libro maravilloso y sobrenatural, podremos descubrir que sólo Dios podía encontrarse detrás de la inspiración de sus escritores.
1. Su Singularidad e Historicidad.
La Biblia fue el primer libro en haber sido impreso en la Imprenta de Johan Gutenberg (1455 d.C.), y se llamó, la Vulgata Latina, que había sido traducida por un monje llamado Jerónimo en el año 435 d.C., del hebreo y el griego al latín; tardó 25 años en traducirla (del año 410 al 435 d.C.)
Erasmo de Rotterdam, teólogo holandés, publicó una nueva edición en griego y una mejor traducción del latín del Nuevo Testamento en el año 1516. Esta traducción fue la base para el “textus receptus” (recepción del texto original) y fue usada por Martín Lutero, William Tyndale y los traductores de la versión King James.
William Tyndale, teólogo de la Universidad de Oxford, traduce el Nuevo Testamento al griego (1525); en el año 1535, publica parte del Antiguo Testamento, el cual tradujo del hebreo. Se le llama el “padre de la Biblia en inglés”, porque su traducción fue la base de la versión King James.
El rey James I (Santiago) de Inglaterra, comisiona a 54 teólogos para llevar a cabo una nueva traducción de la Biblia. En los siguientes seis años, seis equipos de teólogos usando la Biblia de Tyndale y los manuscritos hebreos y griegos, completaron la nueva versión King James del año 1611.
Los manuscritos más antiguos que se han encontrado, han sido:El Código Alejandrino (400 d.C.), que es una copia del Nuevo Testamento.La mejor copia del libro del Apocalipsis, fue publicada en el año 1629.El Código Sinaítico, que es la copia más antigua del Nuevo Testamento (350 d.C.), fue encontrada en el monasterio de Santa Catarina, cerca del Monte Sinaí.Los rollos del Mar muerto, encontrados en una cueva por unos pastores en el año 1947, contienen las copias más antiguas de libros del Antiguo Testamento. Estas copias fueron hechas entre los años 100 a.C. y 100 d.C. En estos rollos se encontraba el libro completo de Isaías, y en el siglo XIX, más de 100 copias del Nuevo Testamento se han encontrado en Egipto.
La Biblia es el libro que más ha sido publicado y traducido a más idiomas y dialectos que cualquier otro en la historia. En el año 2005 se había traducido a más de 3.000 lenguas y más de dos mil en forma parcial, de las más de 6.500 lenguas que hay en el mundo. La organización que más Biblias ha traducido a otros lenguajes y dialectos, se llama Wycliff.
Actualmente existen más de 13 mil copias manuscritas del Nuevo Testamento (8 mil de la Vulgata Latina; 1.000 de versiones antiguas y 4 mil en el original griego). Existen más copias de la Biblia que de cualquier otro libro de la antigüedad.
Ha sido el libro más controvertido, atacado, criticado y perseguido de la historia. Por ejemplo, el ateo francés, Francois Voltaire (muerto en el año 1778), dijo antes de morir: “Después de mi muerte, la Biblia pasará a la historia y nadie la volverá a publicar”. Sin embargo, como una ironía del destino, la imprenta más grande de Biblias en el mundo se estableció en Francia, precisamente ¡en la casa donde murió Voltaire!
Jesús dijo: ¨El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán¨ (Lucas 21:33).
2. Su Unidad Sobrenatural.
La Biblia está compuesta por 66 libros y la unidad, armonía y consistencia de todos ellos, es de carácter sobrenatural.
Fue escrita originalmente en tres lenguas, hebreo, arameo y griego, en el curso de un período aproximado de 1.500 años (1492 a.C. – 100 d.C.), por más de 40 autores, los cuales casi no se conocieron entre sí y provenían de extracciones sociales diferentes, como reyes, campesinos, pescadores, poetas, granjeros, médicos, etc.
Sin embargo, a pesar de que todos estos autores vivieron en su mayoría en diferentes períodos de la historia, todos escribieron el mismo tema de toda la Biblia: ¡el plan de redención divina para el ser humano!
El Señor Jesucristo dijo: “Escudriñad las Escrituras, porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas son las que dan testimonio de mi” (Juan 5:39).
De principio a fin de la Biblia, el tema principal es la persona y la obra de Jesucristo. Esta unidad sobrenatural demanda a un solo Autor: ¡Dios!
“Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra”
2 Timoteo 3:16-17
Evidencias Científicas
Una de las enseñanzas más trágicas, tristes y deplorables del último siglo, ha sido la filosofía de la Teoría de la Evolución. Esta teoría, que carece de la más mínima prueba científica, pues jamás se ha verificado la mutación de una especie a otra, continúa siendo enseñada en la mayoría de escuelas, universidades y museos del mundo.
La ciencia jamás podrá demostrar por sus métodos el origen del universo y de la vida, y, la razón y el propósito de la existencia del ser humano. Por esta razón, los científicos formulan y hasta inventan teorías, especulaciones e hipótesis.
Es increíble que Carlos Darwin, en su libro “El Origen de las Especies”, nunca haya mencionado cuál fue, precisamente, ¡el origen de las especies!1
Pero veamos ahora en la Biblia algunas verdades que sí son científicas, escritas hace muchos siglos antes que la misma ciencia las descubriera, que demuestran más veracidad y exactitud que la famosa Teoría de la Evolución.
1. El Orden de la Creación
Es increíble de qué manera la Biblia nos puede revelar el orden perfecto como Dios llevó a cabo la creación del universo. Los primeros 23 versículos del libro del Génesis lo describen detalladamente:
Día | Creación |
1 | La luz (energía del espectro electromagnético). |
2 | El firmamento (el espacio). |
3 | La tierra es descubierta de las aguas. |
4 | El sol, la luna y las estrellas. |
5 | Los peces y las aves. |
6 | Los animales y el ser humano. |
La ciencia comprueba actualmente que ni los animales ni el ser humano habrían podido sobrevivir, si antes no hubiera existido la energía, el sol, el agua y las plantas que producen el oxígeno a través de la fotosíntesis. ¿Quién le reveló a Moisés este orden perfecto de la creación hace más de 3 mil años?
La Teoría de la Evolución enseña que todas las especies que existen, provienen de una sola célula y que el universo surgió después de una gran explosión (el Big Bang). Pero, ¿qué o quién produjo esa explosión? ¿Acaso la materia puede también producir el pensamiento y la conciencia?
¿O somos simplemente la especie más desarrollada de los animales, sin normas absolutas de moral ni responsables de nuestras acciones ante nadie?
2. La Genética de Dios
La Biblia describe también en el libro del Génesis las leyes de la Genética, que no fueron descubiertas hasta el año 1860 por un monje agustino y naturalista, llamado Gregorio Mendel; posteriormente, sólo hasta el año 1954, dos norteamericanos descubrieron el ADN, que contiene toda la información genética de cada ser viviente en cada una de sus células.
Es increíble que hayan trascurrido más de 4 mil años para que se descubriera lo que la Biblia revelaba con tantos siglos de anticipación:
“Después dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que de semilla, árbol de fruto que de fruto según su género, que su semilla esté en él sobre la tierra. Y fue así. Produjo pues, la tierra hierba verde, hierba que da semilla según su naturaleza y árbol que da fruto, cuya semilla está en él, según su género. Y vio Dios que era bueno… luego dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género, bestias, serpientes y animales de la tierra según su especie. E hizo Dios los animales de la tierra según su género y ganado según su género y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie.”
Génesis 1:11-12, 24-25
¡Ocho veces menciona la Biblia la frase, “según su género y según su especie”! ¿Qué significa esto a la luz de los descubrimientos modernos de la Genética y del ADN (código genético hereditario contenido en cada célula de nuestro cuerpo)? Que Dios puso en cada semilla de cada fruta y en cada esperma de cada animal y ser humano, la información (software) necesaria codificada para poder reproducirse “según su especie”.
La semilla de la uva contiene un código genético diseñado por Dios, para que cuando se siembre, ¡produzca uvas y no naranjas!
Las semillas de las manzanas contienen la información codificada para que cuando se siembren, produzcan el tamaño, el color, las vitaminas y los minerales que contienen las manzanas y no las peras, exactamente para lo que fueron diseñadas.
El esperma de un chango, producirá changos y ¡no jirafas!; el esperma de un elefante producirá elefantes y, ¡no hipopótamos!
El esperma del ser humano producirá seres humanos y ¡no chimpancés!
Estas son las leyes inexorables de la Genética establecidas por Dios en el libro de los libros: ¡La Biblia!
Adán y Eva
Tenemos también la revelación bíblica de la famosa pregunta: ¿Qué fue primero, el huevo o la gallina? La mayoría de la gente respondería que la gallina, pues todos los seres humanos que han existido y existimos actualmente, provenimos de una mujer, ¡menos Adán!
Dios crea al varón antes que a la mujer:
“Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán y mientras éste dormía, tomó una de sus costillas y cerró la carne en su lugar. Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne, ésta será llamada Varona porque del varón fue tomada.”
Génesis 2:21-23
¿Qué hay de significativo, interesante y científico en la creación de la mujer? Bueno, que la ciencia moderna nos revela que el varón tiene dos cromosomas, “X” y “Y”, en tanto que la mujer sólo tiene “X” y “X”. Estos cromosomas son los que determinan el sexo del producto al nacer, pues cuando el esperma de mi padre fecundó el óvulo de mi madre, llevaba el cromosoma “Y”, que es el que determinó que yo fuera varón. Si el cromosoma “X” hubiera fecundado el óvulo de mi madre, hubiera nacido una mujercita.
Al haber Dios creado primero al varón y haber sacado de su material genético a la mujer, la raza humana pudo haberse reproducido, saludable y normalmente. De otra forma, si Dios hubiera creado primero a la mujer, hubiera sido una raza híbrida, pues la mujer no contiene en sus cromosomas el factor “Y”.
Ahora podemos explicar claramente la razón por la cual el Mesías-Salvador, el Señor Jesús, tenía que nacer de una mujer virgen. La Biblia describe el nacimiento sobrenatural de Jesús de la siguiente manera:
“El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José, antes que se juntasen se halló que había concebido del Espíritu Santo. José su marido, como era justo y no quería infamarla, quiso dejarla secretamente. Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.”
Mateo 1:18-21
Lo que podemos observar inmediatamente es que el nacimiento de Jesús no podía ser como el nacimiento de cualquier ser humano. ¿Por qué? Porque el cromosoma “Y” del varón, desde Adán, quedó infectado con el pecado y si José se lo hubiera transmitido a María, ¡Jesús hubiera nacido con pecado! Jesús pues, no podía nacer como producto de las relaciones sexuales de José y María (como nacemos todos los seres humanos), sino que el esperma con el cromosoma “Y”, tenía que ser implantado directamente por el Espíritu de Dios.
¡De qué manera tan maravillosa y sabia resolvió Dios el nacimiento de su Hijo Jesucristo, pues nuestro Salvador tenía que ser sin pecado!
3. El Testimonio Universal del Diluvio
La Biblia menciona que hubo un diluvio universal que sepultó al mundo antiguo bajo las aguas:
“El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo (2348 a.C.), a los diecisiete días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande abismo y las cataratas de los cielos fueron abiertas, hubo lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches… y las aguas subieron mucho sobre la tierra y todos los montes altos que había debajo de los cielos fueron cubiertos.”
Génesis 7:11-12, 19
La mayoría de las civilizaciones más antiguas (sumerios, egipcios, chinos, babilonios, griegos), registraron este acontecimiento y cataclismo universal en sus más antiguos símbolos, pergaminos y escritos. Además, la arqueología moderna nos da testimonio de que casi en todas las montañas (muchas cambiaron por el diluvio) se han encontrado yacimientos coralíferos, comprobando de esta manera, la veracidad del registro bíblico.
4. La Redondez de la Tierra
No fue hasta el año 1620, que el astrónomo y físico italiano, Galileo Galilei, descubrió la redondez de la tierra. Pero la Biblia, 2.380 años antes que Galileo, ¡ya lo mencionaba! “Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas” (Isaías 40:22).
5. La Tierra Sostenida por Nada
Muchos se acordarán que hace algunos años todavía se ilustraba a la Tierra sostenida, o por tortugas o por un hombre fuerte. Los científicos no podían imaginarse que nuestro planeta estuviera “colgado” sobre nada. Sin embargo, antes de que se descubriera que la Tierra estaba sostenida por nada (Galileo, 1650 d.C.), la Biblia ya lo había mencionado con muchos siglos de anticipación: “Cuelga la Tierra sobre nada…” (Job 26:7).
6. El Peso del Viento
No fue sino hasta que el físico y matemático italiano, Evangelista Torricelli (1.644 d.C.) fabricó el primer “barómetro”, que se descubrió que el viento tenía peso. Pero la Biblia se había adelantado también a este descubrimiento con muchos siglos de anticipación: “Al dar peso al viento y poner las aguas por medida” (Job 28:25).
7. El Ciclo Meteorológico
Antes que se descubriera la “evaporización y condensación de las nubes” (ciclo meteorológico), la Biblia ya lo mencionaba con anticipación: “Él atrae las gotas de las aguas al transformarse el vapor en lluvias, las cuales destilan las nubes” (Job 36:27).
8. Las Estrellas son Innumerables
Antes que los astrónomos comprobaran que las estrellas no se pueden contar, la Biblia lo mencionaba desde los tiempos de Abraham: “Y Dios lo llevó afuera (a Abraham) y le dijo: Mira ahora los cielos y cuenta las estrellas, si las puedes contar: Y le dijo: Así será tu descendencia” (Génesis 15:5).
9. La Estructura Invisible de la Materia
Hasta hace pocos años, la ciencia descubrió que todas las cosas visibles o materiales están compuestas de partículas microscópicas (átomos compuestos de electrones, neutrones y protones); sin embargo, la Biblia ya había revelado esta verdad 2 mil años antes: “...pues todas las cosas que se ven, fueron hechas de cosas que no se veían” (Hebreos 11:3).
10. La Oceanografía
Mathew Maury (1806-1873), padre de la Oceanografía moderna, relata en su biografía que un día que estaba leyendo la Biblia observó la frase: “…los senderos del mar” (Salmo 8:8, el libro de los Salmos fue escrito hace más de 3 mil años). Entonces dijo: “Si Dios dice que hay senderos en el mar, los voy a buscar y encontrar”. Este científico creyó lo que la Biblia decía y más tarde descubrió las corrientes continentales frías y calientes de los océanos. Su libro “La Geografía Física del Mar”, acerca del estudio de la oceanografía, aún sigue siendo usado en todas las universidades.
11. La Cohesión de la Materia
Existe una ley física que establece el siguiente principio: “Toda velocidad es proporcional a la fuerza aplicada”. En otras palabras, si arrojo una canica con los dedos de mi mano, la canica saldrá disparada hasta cierta distancia, pues no irá más allá de la fuerza que le apliqué. Así mismo sucede al disparar una flecha o una bala, las cuales llegarán hasta cierta distancia en proporción a la fuerza que se les haya aplicado.
Esta ley física establece, que todo movimiento tiene que tener una causa. Sin embargo, los movimientos de rotación y translación que tiene nuestro planeta violan este principio físico, pues, ¿quién le da o quién impulsa el movimiento de nuestro planeta para que siga girando a la misma velocidad sobre su eje y alrededor del sol desde hace millones de años?
Este mismo fenómeno sucede también en el microcosmos, porque, ¿qué fuerza o poder hace girar, de la misma manera, a los átomos y electrones que forman la materia? La Biblia nos da la respuesta: “Por tu ordenación subsisten todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven” (Salmo 119:91). David menciona el “orden” con el cual Dios creó el universo y no sólo eso, sino que también menciona que por su poder “subsisten” (son mantenidas en ese orden) todas las cosas que Dios creó.
El escritor de la Carta a los Hebreos, hablando del Señor Jesucristo, escribió:
“... el cual, siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia y quien sustenta todas las cosas con la Palabra de su poder…”
Hebreos 1:3
¿Quién es él o lo que mantiene esta uniformidad de movimiento en el macrocosmos y en el microcosmos? ¡El Señor Jesucristo y la Palabra de Dios!
12. Las Ondas de Radio
Dios le hizo unas preguntas bastante extrañas a Job, hace aproximadamente 4.000 años:
“¿Por dónde va el camino a la habitación de la luz?… ¿Por qué camino se reparte la luz? ¿Enviarás tú los relámpagos para que ellos vayan y te dirán ellos: Henos aquí?”
Job 38:19, 24, 35
¡Estas son declaraciones asombrosas a la luz de la ciencia moderna!
La ciencia ha comprobado actualmente que la luz viaja continuamente, y que al contrario de la luz, las tinieblas son estáticas.
Pero, ¿sabía usted que la radiación electromagnética (desde las ondas de radio hasta los rayos X), viaja a la velocidad de la luz? Esta es la razón por la cual podemos tener actualmente la comunicación inalámbrica instantánea con el otro lado del mundo.
La revelación de que la luz viaja no fue descubierta sino hasta 1.864 (3.500 años después que la Biblia lo afirmara), cuando el científico británico, James Clark Maxwell, sugirió que la electricidad y las ondas de la luz eran dos formas distintas de energía (Enciclopedia Británica Moderna Ilustrada).
13. La Ley de la Entropía
La Ley de la Entropía (o la Segunda Ley de la Termodinámica) establece que “toda la materia está sufriendo un desgaste, una pérdida de energía o un deterioro constante”. O sea, “todos los procesos físicos y todos los sistemas ordenados tienden al desorden”. En otras palabras, la materia o energía a nuestro alrededor está continuamente en proceso de descomposición, oxidación, envejecimiento, corrupción y desgaste.
Esto significa que el mismo universo que nos rodea está envejeciendo cada vez más, hasta el grado de sufrir una “muerte caliente” y por lo tanto, sin energía que pueda ser usada. Nuestro propio sol está perdiendo millones de toneladas de masa cada segundo. Estas leyes fueron propuestas por el químico-biólogo francés, Antoine Lavoisier (1743-1794).
Otra vez, de manera asombrosa, la Biblia describía con cientos de años de anticipación al descubrimiento de estas leyes físicas, estas verdades que rigen casi a todas las demás disciplinas académicas científicas.
En tres diferentes pasajes, la Biblia describe claramente que nuestro planeta se encuentra bajo estas leyes físicas de envejecimiento y corrupción constante de la materia:
“Desde el principio tú fundaste la tierra y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás, todos ellos como una vestidura se envejecerán, como un vestido lo mudarás y serán mudados.”
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