Kitabı oku: «Soltería. Noviazgo. Compromiso. Matrimonio», sayfa 5

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Prestar atención a su Palabra

Tuve que leer una cantidad considerable de textos que se requería en la Universidad. Por lo tanto, no leí mucho en mi tiempo libre. Sin embargo, cuando me gradué, me llamó la atención: Ya nunca más tengo que leer un libro que se requiere. ¡Puedo leer lo que quiera! En ese mismo momento se me ocurrió que, aunque yo había sido cristiano durante muchos años, nunca había leído toda la Biblia. Yo creía que eran las propias palabras de Dios, ¡pero yo no había tomado el tiempo de leerlas completamente! Así que comencé a tomar tiempo cada mañana para leer poco a poco a través de toda la Biblia. También me di cuenta de que tenía mucho tiempo opcional en las tardes después del trabajo. Profundamente deseaba conocer verdaderamente a Dios, por lo que comencé a preguntarme cómo yo podía cultivar esa intimidad. Para mí, esta línea de pensamiento culminó en deshacerme de mi televisor.

Durante los primeros años después de la Universidad, pasé varias noches a la semana escuchando sermones o gradualmente copiando a mano los libros de la Biblia. Destiné una hora por la tarde a la semana para ir a caminar con Dios y orar. A veces se sentía un poco como cuando estudiaba para la escuela. Otras veces, la verdad iluminaba mi mente y conmovía mi corazón en formas tan poderosas que no podía esperar para decir a alguien acerca de todo lo que el Señor me estaba enseñando sobre él, de mí mismo, y el mundo que me rodea.

¿Ha apartado usted un tiempo regular para meditar en la palabra de Dios? Tome un momento y revise su horario semanal. Pida a Dios que le muestre cuándo deba ser ese tiempo. Encuentre un lugar donde le gustaría sentarse. Desarrolle un plan que le dé un sentido de progreso cada día. Intente copiar un libro de la Biblia. Hay 104 versículos en el libro de Filipenses. Si usted copiara tres versículos por día podría escribir todo el libro en poco más de un mes. Haga la prueba. ¿Por qué hacer esto? Le hace avanzar lentamente. Tome unos diez minutos para escribir los versículos y luego tome veinte o treinta minutos para meditar eficazmente en ellos. Considere escribir los versículos en un color y sus propios pensamientos y sentimientos en otro color diferente. Haga un diálogo constante con el Señor.

Preste atención a su obra

La devoción al Señor se cultiva no solamente con el estudio, sino también en el mundo que nos rodea. Crecemos en nuestro conocimiento de Dios y amor a él cuándo participamos en la lectura de su Palabra y en su obra. Si usted estuviera viviendo en el primer siglo y quería caminar con Jesús, sería necesario que lo buscara entre los pobres. Jesús caminaba entre los necesitados. De la misma manera hoy, si quiere ser consagrado al Señor, sepa que él le llamará constantemente hacia aquellos que están en necesidad espiritual, emocional y física.

En el año 2016 yo estaba como director de Breakaway, un ministerio en el campo universitario de Texas A & M. Ese año tuvimos tres jóvenes, solteros en el personal que se dedicaban a la investigación, el planeamiento y la ejecución de un esfuerzo de recaudación de fondos para proveer recursos a las iglesias del Oriente Medio, las cuales intentaban atender a los más de 9 millones de refugiados que estaban huyendo de Siria, que estaba devastada por la guerra. Una de las jóvenes en nuestro equipo investigó incansablemente acerca de las organizaciones correctas, estableció alianzas y dispuso metas para la participación de nuestros estudiantes. Otro empleado había organizado nuestros medios de comunicaciones. Un hombre soltero en nuestro equipo creo vídeos que dieron una perspectiva a nuestros estudiantes universitarios acerca de la crisis de refugiados. Los tres trabajaron arduo para averiguar acerca de las necesidades, expresarlas a los estudiantes universitarios, y luego organizaron un método para la recolección de fondos. El resultado: en un poco más de un mes, ellos recaudaron más de un cuarto de millón de dólares. ¡Qué manera formidable de usar su vida como solteros! Cualquier cosa que suceda después en sus vidas, ellos podrán decir: “He trabajado duro para aliviar el sufrimiento humano en el mundo”. Quiero que eso sea real para usted también. Procure participar en su iglesia local. Descubra más acerca de los esfuerzos globales y locales para aliviar el sufrimiento en nombre de Jesús. ¡Luego únase en el trabajo! Le prometo que hay profunda satisfacción cuando se da cuenta de que la obra de sus manos hoy puede tener un impacto substancial en las vidas de las personas en su ciudad y en todo el mundo.

¿Es la soltería más espiritual?

Antes de que cerremos este capítulo, quiero responder a una pregunta final, que algunos de ustedes pueden estar preguntándose. A saber, ¿es la soltería más espiritual? Pablo declaró en 1 Corintios 7:8-9, “A los solteros y a las viudas les digo que sería mejor que se quedaran como yo. Pero, si no pueden dominarse, que se casen, porque es preferible casarse que quemarse de pasión”. Ahora algunos de ustedes escuchan eso y piensan, si es más espiritual estar soltero, no me importa. Coincido perfectamente con la categoría de la pasión que quema. Me estoy quemando, ¡así que traigan al cónyuge! Sin embargo, otros de ustedes escuchan esta admonición y piensan, quiero realmente servir al Señor, y si es más espiritual permanecer soltero el resto de mi vida, entonces quiero estar abierto a esto. Por lo que debemos responder a esta pregunta crítica: ¿es más espiritual ser soltero que estar casado?

Permítanme hablar de este problema con un pasaje donde Jesús habló sobre el tema de la soltería. Específicamente Jesús habló sobre la difícil situación de los eunucos. Sin tener que explicar mucho sobre lo que hace a uno un eunuco (no dude en preguntar a su pastor), digamos que ellos son los que no pueden tener hijos. Dirigiéndose a sus discípulos en Mateo 19:12, Jesús dijo: “Pues algunos son eunucos porque nacieron así; a otros los hicieron así los hombres”. (Ese es el grupo más desdichado en todo el pasaje.) “… y otros se han hecho así por causa del reino de los cielos. El que pueda aceptar esto, que lo acepte”.

Para nuestros propósitos, enfoquémonos en el grupo final. Jesús distinguió que hay algunos que han elegido la soltería a favor de los propósitos de Dios. Ellos han sacrificado el matrimonio y los hijos con el fin de dedicar más tiempo y energía para el avance de los propósitos de Dios en la tierra. Algunos de ustedes escuchan esto y preguntan, “¿acaso eso supone que sea yo? ¿Se supone acaso que yo debo hacer eso? ¿Cómo voy a saber? Quiero estar casado, pero también quiero mucho servir al Señor. ¿Estarán ambos siempre en contra?”

Nuestra respuesta está en un versículo anterior: “No todos pueden comprender este asunto —respondió Jesús—, sino solo aquellos a quienes se les ha concedido entenderlo”. Algunos de ustedes se les han dado la soltería por una temporada y, a su debido tiempo, esta temporada pasará. Más pronto, para algunos de ustedes, un poco después para los demás. Para algunos de ustedes se demorará por un tiempo, pero el Dios que le ha dado el don de la soltería le dará también la gracia para soportarlo. Pero algunos de ustedes serán como San Agustín u Origen, Amy Carmichael, Madre Teresa, o el apóstol Pablo, o Jesús, y vivirán solteros por el resto de sus vidas. Permítame animarle: una vida de soltero no es una vida insatisfecha. Usted puede tener una vida profundamente satisfecha y ser soltero. Otros de ustedes serán como el apóstol Pedro, o los hermanos de Jesús, o como yo. Dios le dará alguien con quien casarse y podrá disfrutar de la vida con esa persona y será un gran regalo. El apóstol Pedro casado y el apóstol Pablo soltero unieron sus esfuerzos e hicieron una diferencia para el Reino, y por la gracia de Dios, estamos destinados para hacer lo mismo.

Pero si su tiempo de soltería es largo o corto, debe saber que Dios le ha concedido esta temporada como un don, y es un don con un propósito: procurar tener una devoción a él sin distracciones. Todo lo que resta para usted es reflexionar sobre la pregunta: ¿Cómo sería eso para mí?

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un caso de estudio de soltería

El apóstol Pablo // 2 Timoteo 4:9-22

Alguien a quien seguir

Cuando era un estudiante de la Universidad de Texas A & M corrí una maratón. Mientras entrenaba descubrí que realmente es cierto: al llegar ahí en corridas de tramos largos los químicos del cuerpo se vuelven algo locos y uno puede sentirse como una montaña emocional rusa. Realmente hay un pico alto del corredor y es increíble. Pero usted también puede alcanzar algunos puntos emocionales muy bajos. Durante un entrenamiento en particular de una larga corrida, experimenté una baja importante, y fue doloroso. En el espacio de una milla pasé de una carrera… a una caminata… a un cojeo. Entonces empezó a llover. Todo en mí quería sólo darse por vencido y hacer algo más fácil, como sentarme. Pero estaba a millas de casa, así que ninguna opción tenía, sino la de seguir adelante. Me di cuenta de que tenía que pensar en algo para motivarme. La imagen que vino a la mente fue la de Christ, mi líder de estudio de la Biblia. Él había corrido el maratón de Houston en el año que la ciudad tuvo una temperatura de congelación. ¡Hacia tanto frío que una capa de hielo se había formado en las gorras de los corredores mientras corrían! Recuerdo estar parado al final de la línea y mirar uno tras otro a los corredores cuando colapsaban debido a los calambres o por estar muy exhaustos. Sin embargo, allí, en medio del caos, venía Chris avanzando hacia la línea, terminando fuerte. Mientras evocaba este recuerdo, eso impulsó algo profundo dentro de mí. Quería terminar bien también. Quería levantarme fuerte y ser victorioso en la vida. En mi estado emocional inestable empecé a lagrimear mientras dije primero a mí mismo, luego en voz alta, “quiero ser como Chris”.

Cuanto más pensé acerca de esta hermosa realidad, menos pensé en mi dolor. Entonces me levanté. “Quiero ser como Chris”. Empecé a correr otra vez. Mientras continuaba contemplando el acto heroico de mi mentor, comencé a correr a toda velocidad. Al final de mi carrera estoy seguro de que cualquiera que me veía pensaba que yo era un loco. Corrí a través del campo a toda velocidad, lágrimas corrían por mi cara, gritando, “quiero ser como CHRIS!”

Aprovecha esta temporada para la gloria de Dios.

¿Por qué le cuento esto?

Lo que necesitaba en mi momento de lucha era alguien ante mí cuya vida podría inspirarme e instruirme a correr bien mi carrera. Todos también necesitamos algo así en la vida. Como estamos hablando de soltería y cómo aprovechar esta temporada para la gloria de Dios, necesitamos la imagen de alguien que lo hizo bien. El apóstol Pablo puede ser esa inspiración para nosotros. Él dijo a los Filipenses: “Imítenme a mí, como yo imito a Cristo” (1 Co. 11:1).

Así que en este caso de estudio quiero poner la vida de Pablo ante nosotros para que pueda inspirarnos e instruirnos mientras consideramos cómo maximizar nuestra soltería. Para hacer esto, quiero guiarle conforme a las últimas palabras del apóstol Pablo, escritas a su joven discípulo Timoteo. Al final de su vida, Pablo fue encarcelado en Roma por predicar el evangelio. Desde su celda escribió a Timoteo, su discípulo amado, quien probablemente tenía veinte años en ese momento. A los Corintios Pablo dijo de Timoteo, “mi amado y fiel hijo en el Señor” (1 Co 4:17). Pablo dijo a los filipenses “nadie como él se preocupa por el bienestar de ustedes” (Fil. 2:20). La vida cristiana trae con ella relaciones profundas. Y aquí al final, mientras Pablo estaba en la prisión anticipando su muerte, sus pensamientos se dirigen a su hijo amado en la fe. En las últimas líneas de su carta, tenemos una idea de lo que es un buen ejemplo del final de una vida soltera bien vivida.

Cuando era joven y soltero, escuché al pastor de Denton Bible Church, Tommy Nelson, enseñar sobre 2 Timoteo 4:9-22. Las palabras de Tommy, que de manera significativa me educó sobre este capítulo, cambiaron la trayectoria de mis años de soltero, y hoy en día continúan formando mi vida. Espero que estas próximas páginas le proporcionarán una visión de lo que pueden ser sus años de soltero. Antes de que empecemos, por favor dedique unos minutos a leer 2 Timoteo 4:9-22. A continuación, revisaremos ocho cosas que son ciertas de Pablo cuando él cruzó la meta de la vida. Dios mediante, que estas cosas puedan ser ciertas de nosotros también.

1. Decida nunca detenerse

En 2 Timoteo 4:10-12 vemos nuestro primer punto de cómo maximizar su soltería. Pablo escribió: “Crescente se ha ido a Galacia y Tito a Dalmacia. Recoge a Marcos… porque me es de ayuda en mi ministerio. A Tíquico lo mandé a Éfeso”. ¿Ve lo que estaba sucediendo? Incluso desde una celda en la prisión al final de su vida Pablo estaba coordinando un ministerio que operaba en cinco frentes. ¡Nada podía detener a Pablo de su misión de dar a conocer el nombre de Cristo, ni el encarcelamiento o la muerte inminente! Esa debe ser también nuestra actitud.

Tome la decisión ahora de que nada en la vida le impedirá que usted cumpla los propósitos de su gran Rey. Nunca se dé por vencido. Pablo quería que la muerte sea su línea final. Usted debe también querer lo mismo.

Puede que usted se jubile de su profesión, pero nunca debe jubilarse de su misión. No hasta que el Señor nos llama fuera del campo. Esta mentalidad le ayudará a dejar de lado cualquier desánimo que le desvíe de su misión, cualquier ocupación que gaste su tiempo, o cualquier asunto secundario que consuma su energía principal. Pablo no se puso a llorar en su celda. Él no permitía que sus circunstancias se convirtieran en excusas. ¡Por el contrario, convirtió su prisión en un centro de control de la misión para la expansión del evangelio! El desaliento y las distracciones abundarán en su vida, pero las personas que hacen el mayor impacto en el mundo son aquellas que resuelven eso antes, no importa lo que venga, ellas nunca se darán por vencidas.

2. Invierta en la siguiente generación

Y mire cómo Pablo llevó a cabo su ministerio: a través de la inversión en la próxima generación. Pablo, al final de su vida, estaba rodeado por hombres jóvenes que él había guiado. Yo quiero eso también, ¿y usted? Le ruego: sin importar su edad, en su búsqueda de Dios, que no descuide la gran labor de impartición de las verdades de Dios a la siguiente generación. Jesús hizo de esto una prioridad en su ministerio desde el principio, seleccionando aquellos “para que lo acompañaran y para enviarlos a predicar” (Marcos 3:14). Si queremos llevar una vida que impacte, entonces no podemos ser indiferentes acerca de nuestra inversión personal en la vida de otras personas. El futuro de la iglesia depende de ello.

Hay un antiguo refrán africano que dice, “si no iniciamos a los jóvenes, ellos quemarán la aldea”1. En el momento de escribir esto más de 40 por ciento de los niños nacidos en los Estados Unidos no tienen un padre en el hogar. Un tercio de todos los jovencitos en los Estados Unidos están creciendo en hogares sin padres.2 El informe indica que más del 40 por ciento de los adolescentes que cenan con su familia menos de cinco veces por semana, según el Centro Nacional de Adicción y Abuso de Sustancias, son dos veces más probables a usar alcohol y cuatro veces más propensos a usar drogas.3 Cuando Pablo conoció a Timoteo este era un joven con un padre ausente. En ese tiempo, Timoteo era el pastor de una de las iglesias más influyentes en el mundo. Sin la inversión de Pablo, ¿habría Timoteo sido capaz de alcanzar ese potencial? Los jugadores necesitan entrenadores. Los hombres y las mujeres jóvenes necesitan mentores.

En la antigua Roma a menudo se consideraba a las niñas infantes como una absorción de la riqueza. De manera que si nacía una niña y la familia no la quería, podría colocar al bebé al lado de la carretera. Allí la infante moría a causa de la exposición o era recogida por un proxeneta, quien la utilizaba luego en un burdel. Los primeros cristianos aborrecieron este acto de infanticidio porque creían que las infantes tenían dignidad debido a que ellas también fueron hechas a imagen de Dios. Pero en lugar de simplemente menear la cabeza o sonar los dedos en la corrupta Roma, tomaron una decisión. Si nuestra cultura no iba a educar a estas niñas, nosotros lo haremos. Si se hubiera detenido en la reunión de adoración de nuestros primeros hermanos y hermanas en la fe, sería recibido por los cantos de las niñas, alabando a un Dios que viene a reunirse con nosotros cuando estamos en nuestro punto más bajo.

Permítame desafiarle: cuando piensa acerca de sus planes para el futuro, ¿incluye en él a los hombres y las mujeres en quienes invertirá? Pablo mandó a Timoteo que encomendara las verdades de Dios a hombres dignos de confianza que estén a su vez capacitados para enseñar a otros (2 Ti 2:2). Mandó a las mujeres que enseñaran a las mujeres jóvenes (Ti 2:3-4). En el Salmo 71:18, mientras el salmista contemplaba el final de su vida, pronunció una oración simple: “Aun cuando sea yo anciano y peine canas, no me abandones, oh Dios, hasta que anuncie tu poder a la generación venidera, y dé a conocer tus proezas a los que aún no han nacido”. Le prometo, usted encontrará satisfacción profunda en este trabajo durante sus años de soltero. En 3 Juan 4, el apóstol declara: “Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad”. ¿Quiere alegría como eso? Invierta en la próxima generación.

3. Cultive amistades profundas

Pablo no sólo estaba rodeado de protegidos, sino que también tenía buenos amigos. Él dijo en 2 Timoteo 4:11: “Solo Lucas está conmigo”. Este es nuestro tercer punto: cultivar amistades profundas. Uso la palabra cultivar ya que es una imagen de jardinería y la jardinería toma tiempo. No puede apresurar el proceso de jardinería. Si quiere ver un crecer un árbol particular y fructífero, necesitará invertir intencionalmente energía a través del tiempo. La mayoría de nosotros tenemos conocidos y compañeros de trabajo. Tenemos las personas con las que pasamos tiempo. Pero esto es más que eso. Proverbios 18:24 dice: “Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano”. Para Pablo, esa persona era Lucas. A medida que los viajes de Pablo se relatan a través del libro de Hechos (que Lucas escribió), los pronombres cambian de “ellos” a “nosotros”. Lucas estaba personalmente allí por gran parte del viaje. Y aquí al final, Lucas estaba todavía con él. Como un médico, ¡él probablemente estaba ayudando a mantener vivo el golpeado cuerpo de Pablo! ¿Tienes un amigo así? ¿Alguien que va a caminar por el fuego contigo? ¿Alguien que te mantendrá vivo emocionalmente, o incluso físicamente, en los momentos difíciles? Nuestras estructuras normales de la vida en esta cultura occidental fomentan la superficialidad. La soledad y el aislamiento siempre están siempre a la puerta, y nosotros debemos luchar contra ellos. No necesariamente con una amplia variedad de miles de amigos, sino con unas pocas amistades, bien cercanas, profundas.

Detesto decir esto, pero casi todos los años veo a los hombres salir del ministerio o perder sus familias debido a un escándalo grande en su vida. Aunque las clases particulares de sus pecados pueden cambiar, un denominador común es cierto en todos ellos: descuidaron el trabajo de desarrollar amistades íntimas. Así que cuando vienen las luchas, ellos estaban luchando solos contra sus tensiones externas y confusión interior. En su época de soltería y aún en vida de casado, usted puede permanecer fuerte en las tensiones e inquietudes en la vida si usted da prioridad a las relaciones en desarrollo con los que aman a Dios, aman a usted y no tienen miedo de decir cuando usted se comporte como un idiota. El rey Salomón lamentó: “¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante!” (Ecl. 4:10). Usted no quiere ser ese muchacho o esa muchacha. Cultive amistades profundas.

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