Kitabı oku: «Tamara»
TAMARA
Carlos Camacho
TAMARA
© 2020, Carlos Camacho
©Primera edición 2020 por Grupo Editorial Portable, un sello de Portable Publishing Group LLC, 30 N Gould St, Ste R, Sheridan, WY 82801, Estados Unidos de América.
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ISBN: 978-1-953540-31-7
Contenido
TAMARA
Contenido
Capítulo I
Encuentro
Capítulo II
Tentación
Capítulo III
Percance
Capítulo IV
Renovatio – Renovación
Capítulo I
Encuentro
“Andábamos sin buscarnos pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”
Julio Cortázar
Me despierto nuevamente con ese incesante dolor de cabeza que no me deja en paz. No es la primera vez que me sucede, desde hace varios meses cuando abro los ojos el dolor empieza en las mañanas y va desapareciendo conforme pasan los minutos. Lo más extraño es que físicamente me encuentro bien, he tenido consultas con los mejores doctores de la ciudad; no entiendo por qué los estudios que me han realizado muestran que no hay absolutamente nada dañino en mi cuerpo; sin embargo el dolor continúa sin ninguna explicación todos los días cuando abro los ojos, una pesadilla que no tiene fin.
No tengo otra opción más que aprender a vivir con este sufrimiento que sé que nunca me va a dejar en paz. Me encuentro cansado física y mentalmente por esta situación, la angustia parece no tener fin, vivir en agonía de esta manera no tiene sentido, mi vida familiar y de negocios es perfecta, si no fuera por este maldito dolor de cabeza que me acosa todas las mañanas mi vida sería un paraíso sin lugar a dudas.
Después de un par de horas el dolor se había ido lentamente, tenía una impresión de nostalgia por el futuro venidero pero no tenía idea de lo que se trataba. No había tenido este tipo de sensación jamás; era la primera vez que tenía una introspección para poder saber qué era lo que me pasaba, pero con certeza no tenía ni la más remota idea.
Así pasaron un par de horas pero no me sentía completamente animado a salir con mis amigos ya que sabía que no tendríamos ningún tema de conversación interesante; así que decidí ir a un bar cercano a tomar un par de copas para sentirme más relajado, tomé las llaves de mi carro y me dirigí hacia un bar nuevo de la ciudad del que había escuchado muy buenas referencias. Cuando llegué al lugar no había mucha gente y pensé que así estaría por un buen rato, al cabo de dos horas la gente empezó a llegar con afluencia sin mayores contratiempos.
Hacía ya más de siete años que había terminado mi relación amorosa con mi última pareja, su nombre era Mabel, nos habíamos conocido desde muy jóvenes; de vez en cuando pensaba en ella, en lo que haría o con quién estaría pero desde sus infidelidades todo había cambiado y nuestro aparente matrimonio que se iba a celebrar sería el parteaguas de nuestra nueva vida, lo cual nunca sucedió, a pesar de que siempre habíamos planeado nuestra boda porque supuestamente yo era el amor de su vida. Se dice que cada persona que pasa por nuestras vidas sea para bien o para mal se lleva algo de nosotros consigo, sin duda alguna ella se había llevado una gran parte; me sentía feliz por todos los instantes vividos a su lado sabiendo que ambos habíamos disfrutado al máximo a cada momento.
Habían pasado más de tres horas en el bar, no me había percatado de que el tiempo había pasado muy rápido, la botella de whiskey que estaba tomando casi se terminaba. Noté que una mujer absolutamente hermosa había llegado sola, aparentemente sin compañía alguna y claramente no estaba esperando a nadie porque tenía más de una hora bebiendo sola, habíamos cruzado miradas pero ni ella ni yo nos sentíamos seguros de entablar una conversación; había algo inusual en esa mujer, era blanca, voluptuosa, probablemente del este de Europa, mujeres con esas características no se ven todos los días, especialmente en esta parte del mundo.
Sabía perfectamente que debía hablarle porque no iba a encontrarla de nuevo en toda la vida, me causaba curiosidad no solo por su belleza sino por su aparente soledad, así que caminé donde se encontraba, después de preguntarle si podía acompañarla empezamos a platicar. Ella tenía muy buen carácter, sonreía mucho; su personalidad era relajada, realmente me pareció en todos los aspectos una mujer espectacular. Estuvimos platicando durante varias horas, me dijo que se encontraba de vacaciones en la ciudad, que muy probablemente regresaría el próximo año porque le había gustado mucho la arquitectura de la Ciudad de México, las pirámides, los edificios coloniales, la hospitalidad de la gente y sobre todo la comida.
Ella no tenía hijos, así como ningún otro compromiso con algún hombre, lo cual se me hizo bastante inusual y a la vez magnífico: en estos días no se puede encontrar a una mujer sin compromisos amorosos o siendo madre soltera. Parecía ser que habíamos tenido un buen comienzo en nuestra amistad, me dijo que el clima en su país era muy frío casi todo el año, que estaba completamente enamorada del clima de México, le dije que había muchas cosas interesantes que conocer, así como lugares, personas e infinidad de platillos gastronómicos regionales por todo el país. Teníamos una forma de ver las cosas desde el mismo punto de vista; pareciera que fuéramos viejos amigos que nos habíamos reunido una vez más para poder comer, platicar y saber qué era lo que había pasado en nuestras vidas.
Tamara Chyzhova era su nombre, me comentó que anteriormente había estado casada pero su unión amorosa no había sido fructífera. Cuatro años había durado su relación, me comentó todas las dificultades que había atravesado en su matrimonio así como también los buenos momentos. A decir verdad estaba muy contento de saber que su matrimonio no había funcionado y que de no ser por ese inminente fracaso no estuviéramos hablando cara a cara, interiormente sabía que ella se sentía identificada con mi parecer, lo pude ver claramente en sus ojos así como en su sonrisa cada vez que nos mirábamos.
Ya era de noche, no nos habíamos percatado que el tiempo había pasado sin darnos cuenta, salimos de aquel bar y la acompañé al lugar donde se estaba hospedando, me dijo que se quedaría en México unas dos semanas más, acordamos en salir el resto del tiempo que ella estuviera en el país para pasar un buen rato. La verdad es que salimos a muchas partes, la llevé a algunos pueblos mágicos con vistas naturales que ella nunca había visto en su vida, también fuimos a varias playas para que conociera diferentes lugares que eran tan bellos como la ciudad que había venido a conocer.
Antes de partir a su país de origen me dijo que no quería irse, que había pasado una de las mejores experiencias de su vida conmigo; le dije que no era necesario que regresara, que podría quedarse a vivir conmigo para iniciar una nueva vida, a lo cual ella accedió. No tomó el vuelo de regreso a Ucrania, de donde ella era originaria. Al parecer no tenía nada que perder porque no cualquier mujer toma tal decisión estando lejos de su país natal, solo pude ver la franqueza en sus ojos y la motivación suficiente como para poder empezar una nueva etapa en su paso por este mundo a mi lado, lo cual llenaba mi espíritu de felicidad como nunca lo había sentido jamás.
Ella era extremadamente inteligente, empezó a estudiar y a hablar español rápidamente, al cabo de medio año ya dominaba el idioma perfectamente, yo también había aprendido a hablar ucraniano, aunque se me hacía bastante difícil aprender la pronunciación de algunas, palabras para ser honesto. Así pasó un año en el cual habíamos construido una buena relación: ella se quedaba en casa realizando labores del hogar, todo lo que conlleva ese tipo de cosas para tener todo preparado cuando yo llegara después de trabajar.
Siendo honesto, no podía creer que gozara de tanta suerte para tener a una mujer como ella, era un sueño hecho realidad. A decir verdad no peleábamos tanto, con esto no quiero decir que ella era sumisa o que yo era un tirano, en lo absoluto, mi punto es que la mayoría de las parejas pelean casi todo el tiempo por todo y para todo, lo sé porque en mis relaciones pasadas siempre había sido de esa manera.
Me pareció extraño en un principio pero después de un tiempo ya no importaba porque Tamara era mi mundo así como yo el de ella, esto no quiere decir que ella no tuviera mal carácter de vez en cuando pero era solo por cosas superfluas o situaciones cotidianas de nuestro día lo cual es completamente comprensible. En pocas palabras, la mujer que todo hombre anhela, desea y quiere en su vida, eso es lo que yo había encontrado en aquella mujer ucraniana, que a final de cuentas era no sólo mi pareja sino mi amiga, confidente y amante, solo faltaba que fuese mi esposa para tenerla por completo.
La idea de poder casarnos giraba un millón de veces en mi cabeza la mayoría del tiempo, a pesar de que ella no lo mencionaba; sabía que en el fondo de su corazón también tenía o anhelaba el poder casarse conmigo algún día en el futuro; esto es lo que yo pensaba porque nunca se lo había preguntado anteriormente.
Tamara – ¿Sabes?, deberíamos planear unas vacaciones e ir a un lugar donde nunca hemos estado antes, hemos visitado muchas partes últimamente pero esta vez quisiera que fuera otro país, no lo sé, por ejemplo podríamos ir a China o Dubái.
Karl – Podría ser, Tamara, tienes razón, no hemos visitado esos lugares, solo que tendremos que esperar un poco para ahorrar el dinero suficiente para viajar, tenemos tiempo para poder planear nuestro viaje, así que no te preocupes, vamos a encontrar la forma de ir a uno de esos lugares.
Tamara – Sí, está bien, creo que es lo mejor. A decir verdad creo que cada viaje que hacemos y las experiencias que tenemos son algo que realmente atesoro; es lo único que me hace extremadamente feliz, no me imagino la vida sin ti. Desde que te conocí esa tarde en el bar mi vida cambió por completo en un abrir y cerrar de ojos, no creía que podría encontrar a alguien como tú en ningún rincón de este planeta, simplemente no lo puedo explicar con palabras, creo que mis acciones dicen más de lo que puedes escuchar de mi parte, ¿no lo crees así?
Karl – Tienes toda la razón, yo me siento de la misma forma que tú, en definitiva nuestras acciones hablan más que lo que podemos expresar con nuestras palabras. No sé qué sería de mi vida sin ti, corazón. Te has convertido en mí oxígeno para seguir viviendo, de ello no tengo ninguna duda al respecto, el amor que siento por ti es algo que solo se siente una vez en la vida por una sola persona, amor puro le dicen.
Tamara – No te comparo con ninguna pareja que tuve anteriormente, porque estaría fuera de lugar, la verdad es que no tienes comparación con nadie más porque simplemente eres quien debes ser, el elegido de mi corazón que es lo que más valoro en el mundo.
Karl – Es un verdadero milagro que estemos conectados de esta manera, corazón. No creo que muchas personas tengan este tipo de conexión, me refiero a que a pesar de que la gente se enoja por cuestiones triviales o cosas que no tienen sentido hay divorcios y malos entendidos de toda clase a toda hora, quiero decir, lo que vivimos tú y yo es algo que la gente simplemente tiende a deducir como una fantasía o algo imposible de alcanzar, somos muy afortunados en verdad de tenernos el uno al otro, eres un sueño hermoso del que nunca quiero despertar.
{Después de planificarlo por un tiempo, decidimos que iríamos de viaje a la playa, Australia parecía ser un destino bastante agradable para los dos. Cuando llegamos a Melbourne después de un largo viaje estábamos exhaustos y empezamos a recorrer varios lugares; debo decir que simplemente todos los destinos eran muy hermosos, cada día que pasaba nos enamorábamos más, el viaje hacía que nos conociéramos en profundidad así como tener confianza absoluta el uno con el otro.
Una de las noches en el hotel donde nos quedamos fue absolutamente espectacular: pedimos la cena desde el cuarto, teníamos velas perfumadas, las cuales impregnaban todo el lugar con un aroma exquisito, el cuarto era grande, la cama igual. Aquella noche hicimos el amor todo el tiempo hasta que los dos quedamos exhaustos por toda la energía que desbordamos, por alguna razón ella no parecía cansarse de que yo la penetrara; siempre que lo hacíamos era así, por obvias razones yo me sentía absolutamente contento por ello, creo que era una de sus características peculiares, tener ese incesante deseo sexual cada que nos acostábamos. No todas las mujeres tienen esas energías de seguir y seguir, ni siquiera la anterior pareja que tenía solía ser así, me sentía realmente afortunado en toda la extensión de mí ser.}
Karl – ¿De dónde sacas toda esa energía para tener sexo corazón? Creo que es algo fantástico y la verdad es un don que tienes para conmigo; espero que para toda la vida, siempre quiero que seas así.
Tamara – No lo sé, siempre he sido de esa manera, simplemente no me canso, no soy ninfómana o algo por el estilo pero la verdad es que me gusta tanto estar contigo que por alguna razón no me canso de que me hagas el amor. Probablemente sea porque te amo mucho y es una forma de poder demostrártelo, corazón.
Karl – Ya lo creo, mi amor, no lo dudo ni por un momento. Es algo por lo que siempre estaré agradecido contigo, sin duda alguna es un detalle fuera de este mundo, corazón. Eres lo mejor que me ha pasado en toda mi vida.
{El regreso a México fue algo cansado pero al final de cuentas llegamos bien sin ningún contratiempo. Tan pronto como abrí la puerta de la casa descansamos del largo trayecto, así pasaron los días, definitivamente nos conocíamos cada vez mejor; lo que a mí más me gustaba era llegar en las tardes a la casa y tener largas conversaciones con Tamara así como también sexo desenfrenado sin parar. Ella siempre me contaba cómo había sido su vida anteriormente en Europa así como las relaciones que tuvo con cada uno de sus amigos, familiares y compañeros de universidad.
Cuando me decía todas estas cosas no existía un aire de melancolía en su cara, todo lo contrario, expresaba sus ideas de tal manera como si pudiese ver con mis propios ojos los acontecimientos que cobraran vida en ese preciso instante, la gente, sus pensamientos y sentimientos hasta el ambiente en general donde se desarrollaba todo lo que ella me contaba con tanto entusiasmo.}
Tamara – ¿Sabes?, cuando era niña recuerdo que siempre mi mamá me levantaba temprano para ir a darle de comer a los animales de la granja donde vivíamos, todos los días a las cuatro de la mañana empezaba mi día, era cansado pero lo hacía con mucha alegría, después de que terminábamos las tareas principales de cada mañana desayunábamos mamá, papá y yo en la mesa del comedor, la granja era un lugar grande. Todo el tiempo había cosas que hacer, lo cual hizo que siempre me mantuviera ocupada y haciendo lo mejor posible, así que tenía actividades sin parar la mayoría del tiempo. Me gustaba el trabajo porque mi mente se mantenía ocupada en todos los quehaceres, a decir verdad era muy buena para tener todo listo a tiempo.
Me encantaba ver los amaneceres, tener los productos que se iban a vender a la plaza en tiempo para que mis padres tuvieran una buena ganancia todas las semanas, era algo que realmente me fascinaba hacer, más porque al final de cada jornada el ver las caras de felicidad de papá y mamá era todo lo que yo quería, en verdad que ellos eran felices y me encantaba ser parte de su felicidad, sabía en el fondo de mi corazón que mis padres me amaban intensamente así como yo a ellos.
Después de las labores del hogar mis amigos iban por mí a casa para ir al centro de la ciudad, centro comercial, cine, así como a otros lugares, esto siempre lo hacíamos con regularidad. Déjame decirte que es algo que atesoro en mi corazón en gran medida, eran momentos en que reíamos, hacíamos bromas, aparte de que platicábamos de cualquier cosa que nos gustaba, o que nos desagradaba.
Fue una etapa llena de buenos recuerdos, se dice que en todas las etapas de vida siempre se va aprendiendo algo nuevo, diferentes experiencias que nos marcan para bien o para mal, nos enriquecemos de ello y al mismo tiempo nos convertimos en alguien que va evolucionando, hasta que finalmente maduramos.
Durante la universidad fue otra experiencia, hubo cosas buenas, cosas malas, como en todo. Había un chico que me gustaba pero la verdad no sé si yo también le gustaba porque siempre que nos veíamos sonreíamos el uno al otro pero nunca me hablaba, pensé que en un principio era tímido pero después de un tiempo no llegaba a entender que era lo qué pasaba realmente, al parecer tenía amigas y amigos como cualquier otra persona pero no llegaba a hablarme ni nada, así que un buen día tomé la iniciativa de hablarle, le pregunté que por qué nunca me había dirigido la palabra si siempre sonreíamos el uno al otro cuando cruzábamos miradas.
Me dijo que le nacía una sonrisa cada que me veía pero que no se atrevía a hablarme porque pensaba que lo rechazaría y no le hablaría más, lo cual era totalmente absurdo, ya que yo le sonreía y por ende había una conexión previa que él no quería notar o aceptar, pero en fin. Salimos por un tiempo solamente, al parecer le daba pena o miedo, no tengo idea cuál sea el sentimiento que tenía cuando estaba conmigo; yo quería a un hombre seguro de sí mismo, con ideas firmes de lo que realmente tenía en mente, objetivos claros en la vida, solo eso y nada más.
Solíamos pelear por casi todo, desde ahí me di cuenta que la relación no iba a ser duradera en lo absoluto. A pesar de que estuvimos casi un año casados, al final de cuentas no llegamos a entendernos como el matrimonio que creíamos haber formado; él solo se concentraba en ver fallas y criticar todo lo que se hacía o no se hacía en pareja, lo cual era bastante molesto; la verdad, al final fue mejor terminar porque de haberme quedado en esa relación no sé qué es lo que hubiese pasado, lo más seguro es que tú y yo no podríamos estar platicando en este momento, eso sí tenlo por seguro.
Esa fue la única relación seria que tuve mientras me encontraba viviendo ahí, por lo general los hombres europeos tienden a ser más calculadores y menos preocupados por los sentimientos de la pareja que otros hombres de otras nacionalidades, ese es mi parecer, pero en fin, me hace feliz la idea de que no me quedé estancada con ese ucraniano, de otra manera hubiese sufrido bastante y no sería tan plena como lo soy aquí contigo.
Karl – Entiendo por todo lo que pasaste y honestamente, qué bueno que todo haya acabado de la mejor manera. Creo que cuando dos personas están destinadas a estar juntas, realmente no hay nada que se interponga en su camino para que los dos estén compartiendo su vida, creo que eso es precisamente lo que nos pasa a nosotros.
Para ser honesto, no creí que existiera una mujer como tú, amor, me refiero a que toda la vida había salido con mujeres que creía eran las indicadas, pensaba que finalmente la búsqueda terminaría después de estar en una relación y otra; pero nunca fue así, por alguna razón siempre terminábamos mal o ellas se apartaban porque simplemente no éramos compatibles en una situación o por cualquier tontería.
Antes que te conociera estuve a punto de casarme con mi ex pareja. A pesar de los problemas y de los altibajos como todos los noviazgos tienen, había muy buena comunicación, nos entendíamos bien la mayoría del tiempo, todo era muy bueno, al final de cuentas lo que importa es estar al pie del cañón o demostrar que vas a estar a su lado toda la vida, aconteció lo que comúnmente pasa en casi todas las relaciones: ella decidió irse con alguien más después de casi siete años, lo cual fue algo muy duro de asimilar en un principio y sobretodo de sanar, nunca es fácil poder perdonar después de una infidelidad, sea hombre o mujer el que lo haga.
Dicen que los problemas y los fracasos no son otra cosa más que oportunidades disfrazadas de mala fortuna, ahora comprendo el pleno significado de esa idea, de no ser así, nunca nos hubiésemos conocido, de eso estoy completamente seguro. No tengo ninguna duda de que realmente eres el amor de mi vida, no te cambiaría por nada ni por nadie, no importa lo que pase de ahora en adelante, no quiero conocer a nadie más, solo saber que estoy contigo es mi realidad, siempre será así.
Ahora que recuerdo, el próximo fin de semana mis padres vendrán a conocerte, también mis amigos estarán ahí, quiero que conozcan a la mujer que ha hecho mi vida un lugar mejor, solo les he comentado que estoy saliendo con alguien, no quise darles ninguna información de más, no quiero arruinarles la fantástica sorpresa ni ver sus caras de asombro cuando te vean por primera vez.
Tamara – No creo que haya ningún problema, presiento que voy a tener una muy buena relación con tus padres así como también con tus amigos, pero no quiero hacerme ideas de nada todavía, lo importante es ser quien soy y que me acepten tal cual, no veo mayor inconveniente.
Karl – Tienes razón, corazón, todos aceptarán que ahora tú estás en mi vida, eres parte importante de mí así como yo de ti, solamente vamos a poner de manifiesto nuestra felicidad, el hecho de tenerte entre mis brazos es razón suficiente para poder decirle a todo el mundo cuánto te amo, respeto y admiro.
{El fin de semana había llegado, Tamara y yo hicimos los arreglos para recibir a todos en la casa, nos tomó algo de tiempo pero al final conseguimos la comida y bebida que se necesitaban para la presentación en sociedad de nuestra relación. Ella se encontraba en el cuarto terminando de vestirse, pasé caminando a su lado, la observé durante unos segundos maquillándose frente al espejo, era como ver un sueño hermoso hecho realidad, sus ojos azules eran lo más precioso de su ser y su sonrisa hacía que mi corazón se derritiera.
En el momento en que Tamara y yo bajamos las escaleras había un silencio total, nadie hizo ruido alguno, el tiempo se detuvo súbitamente, pareciera que cuando bajábamos cada escalón pasaban mil años, estábamos sumamente nerviosos, su mano apretaba muy fuerte la mía. Caminamos un par de metros hacia donde mis amigos y familia se encontraban; por un instante pude ver la cara de asombro que la mayoría de los presentes no podían ocultar, se encontraban perplejos.}
Karl – Quiero presentarles a Tamara, nos conocimos hace tiempo en un bar–restaurante cerca del centro histórico, la verdad nos hemos llevado extremadamente bien, ella ha hecho que mi cara tenga una sonrisa todos los días, nos hemos enamorado plenamente, queremos compartir nuestra felicidad con todos ustedes, para que vean que no me quedé soltero de por vida.
Mamá – Me da mucho gusto saber que por fin dejaste la soltería, hijo, pensamos que nunca ibas a tener una relación formal próspera. Mira que después de todos los desastres amorosos que tuviste anteriormente tu padre y yo pensamos que ya hasta te habías vuelto loco o algo por el estilo. Afortunadamente vemos que has encontrado no solamente una mujer muy hermosa que te hace feliz, sino que realmente te ves comprometido con ella, ojalá puedan establecer un lazo firme entre ustedes que es lo que cuenta y hace fructífera una relación para que dure toda un vida.
Papá – Tu madre tiene razón, lo mejor es que no solo tu familia sino tus amigos de toda la vida se encuentran en este momento que es de mucha importancia para ti y Tamara. A pesar de que nuestro matrimonio fue algo difícil al principio, siempre tuve la certeza de que eternamente amaría a tu madre no importando qué pasara, desde esa fecha hemos estado juntos. El hecho de que ahora te encuentres con alguien que realmente amas es lo más importante que te pudo haber pasado sin duda alguna, ojalá que los dos maduren en su relación y se mantengan así durante toda la vida.
{La última vez que mi padre me había hablado tan emotivamente fue cuando había destruido su carro último modelo después de mi fiesta de graduación; ese día lloré como nunca lo había hecho en mi vida y con justa razón por destrozar ese deportivo por completo. Esta vez mis lágrimas no eran de pena, humillación y coraje, sino todo lo contrario. En esta ocasión eran de felicidad; como todo buen hombre contuve el llanto pero no por mucho tiempo. Después mis amigos nos dirigieron de igual manera mensajes llenos de sentimientos encontrados así como de felicidad, algunos de ellos estaban completamente sorprendidos porque nunca imaginaron que algún día tuviese una pareja estable, no solo de que tuviera pareja sino de que me llevara bien y no hubiese ningún tipo de problema o cuestiones que desestabilizaran la relación, como usualmente pasaba conmigo.
Así continuó la tarde, estuvimos comiendo, bebiendo y pasando un rato magnífico toda la noche. Por lo general las fiestas siempre eran largas, especialmente cuando me reunía con mis amigos y esa era una costumbre que continuaba, nuestros lazos de amistad eran fuertes, de esos que no se quiebran fácilmente a pesar de que el tiempo pase. La verdad, me gustó que todos ellos tuvieran una plática larga con Tamara, no importando que la hubiesen conocido tan rápidamente, se iban acoplando muy bien a su forma de ser.}
Alfo – ¿Sabes, Tamara? Me siento muy bien porque ahora tú estarás cuidando de mi amigo, la verdad es que ha pasado por un sinfín de pesadillas, una racha que no te imaginas, llena de conflictos y cosas que no se le desean a nadie. Dicen que de por sí ya estamos locos todos pero cuando te encuentras a una persona que es loco o loca hasta el infinito las cosas en pareja se pueden volver bastante perturbadoras.
Tamara – Sí, lo sé, no es nada sencillo lidiar con gente que no te entiende o no sabe lo que realmente piensas, que te deje a un lado o no le importes en lo absoluto hasta llegar a la locura como bien lo mencionas, el amor y el romanticismo son algo complicado que lleva tiempo, para algunos funciona, para otros no, todo depende de cómo se lleve la relación desde un principio.
Alfo – Sin duda alguna. Por cierto, hablas muy bien el español, casi no se nota tu acento, si me preguntaran diría que eres cien por ciento nativa, muchas felicidades.
Tamara – Muchas gracias, te agradezco tus palabras, la verdad es que es un idioma muy sencillo, a pesar de que a muchos extranjeros les cuesta y dicen que es uno de los idiomas más complejos que existen en el mundo. Para Karl era muy difícil aprender mi idioma, la pronunciación es un dolor de cabeza según él, aprendió a decir algunas palabras y frases pero a nivel conversacional es complicado el asunto, lo cual para mí fue completamente diferente, aprender español fue muy rápido. Cuando Karl me enseñaba una frase la aprendía en segundos pero para él aprender una palabra en mi idioma nativo era muy complicado y después de un par de días ya podía decir las palabras con coherencia, hasta que por fin desistió y los dos hablamos español siempre, francamente no había mucho que hacer al respecto.
Alisa – Qué gusto poder conocerte en persona, Tamara, ya había escuchado de ti. He conocido a Karl desde muy pequeño, hemos sido buenos amigos toda la vida, a pesar de que siempre le pasan cosas y está algo loco es muy buena persona, merece que lo hagas muy feliz, la verdad es que eres muy guapa, mujeres como tú no se ven todos los días por estos lugares.
Tamara – Karl me había comentado acerca de ti y sí que eres una persona muy agradable, gracias por tus buenos deseos, haré lo necesario para hacer que esta relación funcione de la mejor manera, de hecho, nunca pensé que acabaría fuera de mi país, la vida siempre te sorprende con todas las cosas que pasan de un momento a otro.
Alisa – Tienes toda la razón, creo que debemos asimilar siempre todo lo que nos pasa en cada momento, cada día es una nueva experiencia y debemos de aprender de ello, sea para bien o para mal. Sin duda Karl se ha sacado la lotería contigo, no solo eres linda sino que también muy inteligente, de eso no hay duda alguna.
Tamara – Gracias, me da gusto que tengas una buena percepción de mi persona, espero que podamos convivir más en un futuro cercano y ser amigas.
Alisa – Por supuesto, me encantaría saber más de ti y poder conocerte mejor, me caes muy bien, la verdad.
Tamara – Seguramente que así será, no tengo duda de ello. Vamos por un poco de whiskey, tengo que recargar mi vaso y esta noche hay que seguir celebrando.
Alisa – Lo mismo digo, necesito otra cerveza, ya me acabé la que tengo.
{En una mesa apartada estaban platicando Tom y Alfo…}
Tom – Oye, Alfo, ¿no te parece algo extraña la nueva novia de Karl?
Alfo – ¿A qué te refieres con que es extraña?
Tom – No lo sé, tal vez me esté volviendo loco pero creo que hay algo en ella que no me parece del todo normal, quiero decir, es muy atractiva, simpática, sin ningún defecto aparentemente, pero hay algo que no me acaba de cuadrar. Tal vez sea tanto whiskey que tomé pero por lo general lo que intuyo no es erróneo, espero que me equivoque en lo que mi intuición está tratando de decirme con respecto a Tamara.