Kitabı oku: «Chiribiquete»
Chiribiquete
La maloka cósmica de los hombres jaguar
Los recursos obtenidos con la venta de este libro serán destinados a respaldar actividades que buscan la promoción y, sobre todo, la protección del Parque Nacional Serranía de Chiribiquete.
Al adquirirlo, te vinculas al propósito común de cuidar este patrimonio natural y cultural de la humanidad. ¡Gracias!
Esta publicación fue financiada en su totalidad por SURA
Contenido
Chiribiquete: más allá del tiempo
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete
Dedicatoria
Introducción
Capítulo I
Escudriñando el contexto y el entorno natural y cultural de Chiribiquete
Capítulo II
Desafíos y retos de la arqueología cultural para Chiribiquete
⋅SOBRE LA ARQUEOLOGÍA SIN ARTEFACTOS DE PIEDRA.
⋅SOBRE EVIDENCIAS, MÉTODOS Y EXCAVACIONES EN CONTEXTOS PREHISTÓRICOS.
⋅SOBRE LOS ESTUDIOS GENÉTICOS Y LAS MIGRACIONES HUMANAS A LA AMÉRICA.
⋅ARTE RUPESTRE, CÓDIGOS Y OTROS ARCANOS PARIETALES.
⋅SOBRE EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS, CRONOLOGÍA Y CONTINUIDAD CULTURAL EN CHIRIBIQUETE.
⋅LA GEOLOGÍA SAGRADA.
⋅LOS COLORES SAGRADOS Y SU PREPARACIÓN RITUAL.
⋅TÉCNICA DEL PICOTEADO SOBRE PINTURAS ROJAS Y FONDO AMARILLO.
⋅LA ELABORACIÓN DE MURALES PARA LA COMUNICACIÓN CEREMONIAL.
⋅CONTENIDO PICTÓRICO.
⋅CANTIDAD Y DENSIDAD DE LOS DIBUJOS.
⋅ESTRUCTURA, ALEGORÍAS, SINERGIA DE SÍMBOLOS, METONIMIA Y ARQUETIPOS.
⋅EXCAVACIONES ARQUEOLÓGICAS EN CHIRIBIQUETE.
⋅CRONOLOGÍA.
⋅LA TRADICIÓN CULTURAL CHIRIBIQUETE (TCC).
⋅FASES Y HORIZONTES.
Capítulo III
La memoria de las rocas y el chamanismo en el centro del mundo
⋅LA ROCA COMO ESENCIA DEL PODER SOLAR.
⋅CHIRIBIQUETE COMO HITO ESPECIAL DEL PENSAMIENTO Y EL CONOCIMIENTO ANCESTRAL.
⋅LA GEOGRAFÍA SAGRADA Y EL CHAMANISMO.
⋅CHIRIBIQUETE COMO GEOGLIFO Y AXIS MUNDI.
⋅CHIRIBIQUETE COMO GEOGLIFO DE LA CUATRIPARTICIÓN Y LA JAGUARIDAD.
⋅MITOLOGÍA DEL AXIS MUNDI.
⋅LA CUATRIPARTICIÓN Y EL ORIGEN DE LOS SERES.
⋅ORIGEN DEL JAGUAR.
⋅LA GENTE Y EL RESTO DE LOS ANIMALES.
⋅PLANTAS SAGRADAS.
⋅CHIRIBIQUETE COMO SITIO Y PIEDRA DEL PODER SOLAR.
⋅EL SIGNIFICADO DE CHIRIBIQUETE COMO VOCABLO DE TOPONIMIA SAGRADA.
Capítulo IV
Mapas mentales y senderos cosmogónicos para el Centro del Mundo
⋅EL CONTEXTO GEOASTRONÓMICO DE CHIRIBIQUETE.
⋅ARQUETIPOS Y RELATOS MÍTICOS DE UNA CANOA CÓSMICA SOLAR PARA LA FORMACIÓN DEL CENTRO DEL MUNDO.
⋅LA IMAGINERÍA CHAMÁNICA Y SU PERCEPCIÓN DEL COSMOS SAGRADO EN EL NOROCCIDENTE AMAZÓNICO.
⋅CHIRIBIQUETE ES UN EPICENTRO DONDE CONFLUYEN LA VISIONES CONSCIENTE E INCONSCIENTE, RELACIONADAS CON EL COSMOS.
⋅ENTEÓGENOS-CHAMÁN-JAGUAR-TEPUY Y VÍA LÁCTEA.
⋅LIANAS-PALMAS-ÁRBOLES-POSTES SAGRADOS.
⋅LA ANACONDA CELESTE Y LAS CONEXIONES DEL CEREBRO CÓSMICO.
⋅RÍO CÓSMICO DE LECHE.
⋅SERPIENTE-BOA-ANACONDA-AGUA-RÍO.
⋅CANOA-ANACONDA-CULEBRA-BOA.
⋅CAMINO CÓSMICO.
⋅CORRIENTE DE ENERGÍA.
⋅LA CONSTELACIÓN DEL JAGUAR.
⋅UNA APROXIMACIÓN INICIAL AL CONCEPTO DE VÍA LÁCTEA COMO SÍMBOLO Y ARQUETIPO ⋅EMBLEMÁTICO Y ESTELAR DE CHIRIBIQUETE.
⋅ENFOQUE FRACTAL.
⋅CANOA CÓSMICA COMO DÍGITO Y TRIDÍGITO EMBLEMÁTICO EN CHIRIBIQUETE.
⋅LÚNULA SENCILLA Y COMPUESTA.
⋅CANOA CÓSMICA FLOREADA.
⋅CANOA CÓSMICA DANZANTE.
⋅CANOA CÓSMICA HUMANA.
⋅CANOA CÓSMICA MALOKA.
⋅CANOA CÓSMICA FECUNDIDAD.
⋅CANOA CÓSMICA TUTELAR.
Capítulo V
Etnografía de los hombres jaguar y otros hombres del mundo cósmico
⋅EL HOMBRE COMO CONTEXTO PICTÓRICO.
⋅RELATO ÉTNICO.
⋅DESPLIEGUE DE LA MULTIDIMENSIONALIDAD DE LA REPRESENTACIÓN RUPESTRE DE CHIRIBIQUETE.
⋅RASGOS ETNOGRÁFICOS IMPORTANTES DESDE LO CULTURAL.
⋅ASPECTOS GENERALES DEL ROSTRO HUMANO.
⋅LA IDENTIDAD DE LOS HOMBRES ALTERNOS DEL MUNDO MÍTICO FELINO.
⋅HOMBRE AVISPA.
⋅HOMBRE HORMIGA.
⋅HOMBRES TORTUGA.
⋅HOMBRE REPTIL ALARGADO.
⋅HOMBRE GUACAMAYA.
⋅REPRESENTACIONES DE LA MUJER.
⋅ENEMIGOS–BATALLAS.
⋅TRAJES Y VESTIDOS.
⋅GIGANTES O MONSTRUOS.
⋅HUELLAS DE MANOS.
⋅INSTRUMENTACIÓN PARA USO DE PINTURA.
⋅INTERPRETACIÓN Y SIMBOLISMO DE MANOS Y DEDOS.
⋅IMPRESIONES DACTILARES.
⋅ADORNOS Y UTENSILIOS CORPORALES.
Capítulo VI
Plantas y ritos sagrados
⋅YAJÉ (Banisteriopsis caapi).
⋅YOPO (Anadenanthera peregrina y Anadenanthera colubrina).
⋅VIROLA (Virola spp.).
⋅COCA (Erythroxylum coca novogranatense).
⋅TABACO (Nicotiana tabacum).
⋅LOS VENENOS COMO EXTENSIÓN DE LOS ENTEÓGENOS.
⋅EL RITUAL FÓRMICO DEL MALAKÉ.
⋅BAILES Y DANZAS, UN CONCEPTO DE CUATRIPARTICIÓN ENVOLVENTE.
⋅CONCEPTO ENVOLVENTE DE LA DANZA.
⋅LAS AFINIDADES CONCEPTUALES DEL POSTE DEL MUNDO.
⋅LOS BAILES EMBLEMÁTICOS DE LA CANOA CÓSMICA FLOREADA: OTRO CONCEPTO DEL POSTE DEL MUNDO.
Capítulo VII
Expansión del poder jaguar y la canoa cósmica dentro de Chiribiquete
⋅PROPULSORES Y DARDOS, ÍCONOS INSIGNES DE LA TRADICIÓN CULTURAL CHIRIBIQUETE.
⋅PROPULSOR, TIRADERA, ESTÓLICA O LANZADARDOS.
⋅DARDOS, VENABLOS Y AZAGAYAS.
⋅ESCUDOS.
⋅CALABAZOS Y TOTUMOS.
⋅LANZAS.
⋅MAZOS O MACANAS.
⋅HACHAS.
⋅HONDAS.
⋅BUMERÁN.
⋅GUERRAS Y BATALLAS.
⋅CAZA Y DEPREDACIÓN.
⋅BOLSAS Y MOCHILAS.
⋅CONSTRUYENDO LA INFRAESTRUCTURA DE SOPORTE DENTRO DE LA SELVA HUMANA Y ESPIRITUAL.
⋅CAMPAMENTOS BAJO EL DOSEL DE LA SELVA.
⋅ANDAMIOS PARA LA RITUALIZACIÓN DEL ARTE CHAMÁNICO EN LOS ABRIGOS ROCOSOS.
Capítulo VIII
Códigos, símbolos y arquetipos ancestrales
⋅ESTRUCTURA MENTAL Y ALTERACIÓN DE CONCIENCIA.
⋅APROXIMACIONES ICONOGRÁFICAS CODIFICADAS EN CHIRIBIQUETE.
Capítulo IX
Dispersión o recepción del modelo selvático de la Tradición Cultural Chiribiquete más allá de las fronteras amazónicas
⋅EL ADVENIMIENTO DE LOS CONTACTOS.
⋅COMENTARIOS FINALES DEL CONTEXTO NEOTROPICAL EN SURAMÉRICA.
Capítulo X
Acciones de conservación, inicio de la profanación y retos para salvaguardar la maloka cósmica
⋅EL DORADO ILUSORIO-EL DORADO SOL.
⋅DE LAS CAUCHERAS AL GENOCIDIO DE LOS CARIJONA.
⋅TRÁFICO ILEGAL DE ESPECIES, NARCOTRÁFICO, MINERÍA ILÍCITA, DEFORESTACIÓN, GUERRILLA Y PARAMILITARISMO.
⋅EXPEDICIONARIOS EN LA ZONA DE CHIRIBIQUETE.
⋅GRUPOS AISLADOS NO CONTACTADOS O EN AISLAMIENTO VOLUNTARIO: UN ELEMENTO ESTRATÉGICO DE LA EXCEPCIONALIDAD.
⋅COMUNIDADES CONTACTADAS Y VECINAS DEL PNN.
⋅EL CONTEXTO NACIONAL.
⋅CONTEXTO NACIÓN-LOCAL.
⋅CONTEXTO INTERNACIONAL.
⋅TERRITORIO SAGRADO.
⋅MANIFIESTO: EL APOYO DE TODOS PARA SALVAGUARDAR CHIRIBIQUETE.
Anexos. Tabla 1
Anexos. Tabla 2
Bibliografía
Glosario
Sobre el autor
Agradecimientos del autor
Créditos
Colofón
Río Macayá, PNN Serranía de Chiribiqute. Fotografía: Carlos Castaño-Uribe.
Río Macayá, PNN Serranía de Chiribiqute. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
Valle de los Menhires, PNN Serranía de Chiribiqute. Fotografía: Carlos Castaño-Uribe.
Chiribiquete: más allá del tiempo
GONZALO PÉREZ ROJAS
PRESIDENTE GRUPO SURA
Como un hilo que, al desenredarlo, permite ver y unir retazos sueltos; como una copla que pierde palabras y gana en eternidad después de que la canta el pueblo, diría Facundo Cabral. Entender y difundir el valor del Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete es el punto de partida, la razón de este libro. Es cierto, cuidamos aquello que conocemos. Junto a la riqueza natural incuestionable y casi infinita que vemos en las imágenes de guacamayas, ríos de colores y árboles de ramas extendidas, está la visión de comunidades ancestrales que, en la profundidad de la selva, conservan la esencia de la humanidad. Entender esta cultura milenaria, que existe imperturbable en el centro de Colombia y, literal, de la tierra, nos permitirá comprender otras fibras de una América Latina que aún tiene una historia por descubrir y preguntas por resolver.
Conocer la cosmogonía y las historias narradas en los más de 70.000 dibujos encontrados en las paredes de los tepuyes de Chiribiquete es acceder a un conocimiento nuevo y necesario ahora que la humanidad se pregunta por su futuro, después de avances científicos, tecnológicos y modelos de producción en los que la naturaleza ha sido vista más como despensa.
En los símbolos encontrados sobre las rocas, y analizados por los investigadores, vemos el significado de los animales, las creencias de los chamanes, la existencia de lo intangible y visible; a través de ellas también comprendemos mejor el hábitat de estos pueblos peregrinos. Y es ese conocimiento de esta civilización ancestral el que nos lleva a preguntarnos: ¿en qué hemos evolucionado desde el origen?, ¿cómo nos hemos transformado en el exterior? y ¿en qué construimos nuestra identidad?
Con la lectura de estas páginas, que consignan el trabajo de un equipo que lideró Carlos Castaño Uribe, antropólogo y autor de este libro, viajamos a tiempos remotos, cuando los humanos estábamos en equilibrio con la naturaleza y encontrábamos un mensaje en el cauce del río, el vuelo de las guacamayas o las constelaciones de estrellas en la bóveda celeste. Mientras hacemos ese viaje también somos conscientes de que aunque cada ser es único e irrepetible, al final somos solo una brizna en el curso del tiempo. O, como dijo Carl Sagan, en referencia a la Tierra: desde el espacio, somos «un punto azul pálido».
A medida que leemos y apreciamos las fotografías de este lugar declarado parque nacional en 1989, también reconocemos la humildad dentro de la inmensidad y entendemos que somos una consecuencia milenaria, el resultado de muchas historias que ocurrieron detrás. Conocer la vida de las comunidades indígenas y ver sus expresiones pictóricas nos enfrenta a un espejo con un reflejo diferente a nosotros mismos que, de nuevo, nos lleva a preguntar: ¿vivimos mejor que antes?, ¿qué podemos aprender de estas civilizaciones?, ¿qué significa la vida en comunidad?, ¿hemos perdido o ganado en armonía? Resolver estos interrogantes y conocer la historia es no quedarse atrapado en el presente. De eso también se trata este viaje a través de Chiribiquete: volvemos a pensar en el sentido de nuestra vida y también nos preparamos para el futuro.
Este libro nos permite visitar un territorio que la mayoría de nosotros no tocará ni pisará en su vida. Así se ha decidido para respetar los ritmos de la naturaleza y evitar la deforestación, el turismo o la contaminación. La falta de una presencia física no será un obstáculo para conocer este lugar donde la sabiduría de la naturaleza y las personas se unen y es posible comprobar que todos somos parte de lo mismo y tenemos más semejanzas que diferencias.
Cuando el lector empiece esta expedición, vivirá dentro de un paisaje que es refugio, abundancia, patrimonio, silencio o ruido de pájaros y ríos. Y, probablemente, al concluir descubrirá que su mirada sobre el mundo no es la misma porque tendrá otras preguntas, decisiones o ideas sobre las personas, el ambiente o la sabiduría ancestral que ahí se cuenta. Tal vez también entienda que somos una mezcla de opuestos: día-noche, luz-oscuridad, abundancia-escasez; calma-agitación. Y es esa suma de contrastes la que permitirá entender las ideas, respetar las comunidades y cuidar los Chiribiquetes desconocidos y por venir.
La publicación de esta edición digital complementa las impresas del libro Chiribiquete: la maloka cósmica de los hombres jaguar. De esta forma, SURA renueva y afirma su compromiso histórico con la promoción del arte, la cultura y las expresiones creativas. En esta oportunidad, el turno es para la naturaleza y el arte de las comunidades indígenas milenarias que dejan sus creaciones y mensajes sobre las rocas de la serranía. Reconocer la cultura asociada al paisaje de Chiribiquete es tocar el fondo de nuestra identidad histórica, es descender hasta las profundidades de un río caudaloso.
Aquí queda consignada una realidad que, aunque parezca lejana en la geografía, realmente es cercana: sus elementos están dentro de nosotros mismos. Dejarla registrada en estas páginas es honrar su valor y entender mejor nuestro paso por la tierra. Es también una invitación a proteger esta herencia para las generaciones por venir y lograr que los trozos del tiempo y la historia se unan a través de este hilo extenso de paisajes, artes y saberes llamado Chiribiquete. ¡Bienvenidos!
Uno de los aspectos más característicos de los tepuyes del Parque Nacional Natural de Chiribiquete tiene que ver con el relieve rocoso, que se enmarca en un estrato selvático en las partes bajas, dándole un aspecto especial y misterioso al paisaje. El PNN se encuentra en el extremo occidental del Escudo Guyanés, al norte de la llanura amazónica, al sur de las sabanas herbáceas de la Orinoquia, y muy próximo al oriente de la cordillera andina. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
Las principales geoformas de los tepuyes han sido labradas por la acción del agua durante miles de años. Dentro del parque se encuentran muchos sitios que captan el agua de lluvia y, a pesar de que se trata de aguas traslúcidas, presentan una tonalidad marrón oscuro, debido al carácter férrico de muchas rocas y al color de los taninos que desprende la materia orgánica. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
Chiribiquete forma parte de un cratón muy antiguo. Los cratones son las raíces de los continentes, caracterizados por poseer rocas que tienen miles de millones de años, que afloran, como en el caso de Chiribiquete, sobre la llanura amazónica. En la imagen, arenas cuarcíticas, sobre el lecho rocoso del río Negro, y al fondo algunos domos erguidos. Fotografía: Jorge Mario Álvarez Arango.
El Parque Nacional Natural Serranía de Chiribiquete
JULIA MIRANDA
DIRECTORA GENERAL PARQUES NACIONALES DE COLOMBIA
Colombia tiene una localización privilegiada en la Tierra, en la esquina noroccidental de Suramérica, atravesada por la línea del Ecuador. Es un mosaico de cinco regiones, cada una extraordinariamente rica, biodiversa, hermosa y única: el Caribe, el Pacífico, las sabanas de la cuenca del Orinoco, las cordilleras de los Andes y el Amazonas.
No cabe duda de que la biodiversidad es hoy fundamental para el bienestar de la sociedad y el desarrollo. Los beneficios que provee la naturaleza contribuyen al alivio de la pobreza; el suministro de recursos genéticos, alimentos, agua, maderas y fibras, a la salud de las personas y a su crecimiento en todos los aspectos físicos y espirituales. Ella cumple, además, un papel crucial en la preservación de razas y culturas que dependen de esos recursos naturales para su supervivencia y la de sus costumbres ancestrales.
El Convenio de Diversidad Biológica señala que la principal estrategia para conservar la naturaleza es aquella que se adelanta en las áreas protegidas, y Colombia ha asumido con seriedad el compromiso de cuidar de su riqueza natural desde 1941 cuando, el país adhirió a la Convención de Washington sobre fauna, flora y bellezas escénicas. Desde entonces, Colombia ha acometido el enorme esfuerzo de crear y preservar parques nacionales, reservas naturales y áreas de conservación y el uso sostenible a lo largo y ancho de su territorio continental, insular y marítimo.
En efecto, hoy, en 2019, Colombia tiene ya 1.141 áreas protegidas con una extensión de 30’946.666 hectáreas, que equivalen al 15,06% del territorio nacional. De acuerdo con el Registro Único Nacional de Áreas Protegidas –RUNAP– tenemos 119 áreas protegidas nacionales, entre las cuales hay 57 Reservas Forestales Protectoras, 3 Distritos de Manejo integrado y 59 parques nacionales. Adicionalmente, en el ámbito de gestión regional se cuenta con 258 áreas protegidas en diferentes categorías y 700 Reservas Naturales de la Sociedad Civil, producto de la generosa iniciativa privada de conservación, complementaria a la iniciativa pública.
Además de ser la estrategia por excelencia para conservar la naturaleza, las áreas protegidas son escenarios ideales para la educación ambiental, la recreación y el turismo, y son reconocidas por ofrecer a quienes las visitan bienestar y salud física, espiritual y emocional. Ellas ofrecen oportunidades privilegiadas para la investigación científica y hoy sabemos que son indispensables para mitigar los efectos del cambio climático y prevenir los desastres naturales.
En el sistema de Parques Nacionales de Colombia, cada una de las áreas tiene un valor e importancia propios por lograr representar los más importantes ecosistemas y, en su conjunto, consiguen garantizar la preservación de la naturaleza de este país megadiverso. Empero, entre todos los parques nacionales de Colombia, Chiribiquete sintetiza, como ninguno, este tesoro natural. Su administración y manejo son el mayor reto del equipo de Parques Nacionales para lograr una gestión efectiva.
Localizado en los departamentos de Caquetá y Guaviare (municipios de Cartagena del Chairá, San Vicente del Caguán y Solano, en Caquetá; y municipio de Calamar, en Guaviare), en el corazón del país, al oeste del Escudo Guyanés, al este de la cordillera de los Andes, al norte de las planicies del Amazonas, al oeste de la región superior del río Negro y al sur de las sabanas del Orinoco, constituye el área protegida más grande de Colombia con una superficie de 4’268.095 hectáreas. Declarado parque nacional en 1989, ha sido ampliado en dos ocasiones. En él se reúnen e interactúan las características de los ecosistemas de estas cuatro regiones biogeográficas con un nivel de conservación excepcional. Chiribiquete es único por su cadena montañosa, que data del Precámbrico y que forma parte del Escudo Guyanés, que es de las más antiguas del planeta y que se levanta en medio de la planicie amazónica.
En él se combinan variados tipos de vegetación en lo alto de los tepuyes, planicies de inundación, grietas y cavernas. Es también estrella hidrográfica con vegetación y caños de aguas oscuras propias de la selva, cascadas y ríos, que forman un paisaje sin igual, bello y majestuoso.
Este entorno natural, que se ha preservado durante siglos de evolución y adaptación, tiene una excepcional riqueza biológica pues es refugio de gran cantidad de especies de animales y plantas, algunas de ellas en peligro, de las cuales muchas se han desarrollado con características únicas.
Ocho expediciones científicas se han hecho a Chiribiquete, integradas por los más importantes científicos de Colombia, expertos en los más variados temas, quienes han hecho inventarios y descubrimientos asombrosos en este parque nacional. Cada vez que llegan a un sitio encuentran especies nuevas para la ciencia, gran cantidad de endemismos propios de Chiribiquete o del Escudo Guyanés o del ecosistema amazónico: hasta la última expedición se encontraron y reportaron 1.801 especies de plantas vasculares, 82 especies de mamíferos, 60 especies de reptiles y 57 especies de anfibios, el jaguar, la danta, el delfín rosado, murciélagos, aves, mariposas y peces. Sabemos que es inmensa la oportunidad de seguir explorando, investigando y conociendo la infinita riqueza natural de este sitio excepcional.
El Parque Nacional Chiribiquete es único también por ser un testimonio de la milenaria cultura amazónica, ya que tiene el más antiguo y grande complejo pictográfico arqueológico de América. Cincuenta murales hoy descubiertos, que acogen más de 70.000 dibujos con representaciones humanas, plantas y animales en interacción, rituales y costumbres propios de esta región, localizados en los abrigos rocosos, constituyen el arte rupestre más antiguo descubierto hasta ahora en este continente.
Tal es el tema que desarrolla este magnífico libro, en el cual Carlos Castaño Uribe –quien siendo director de Parques Nacionales lo descubrió, junto con un grupo de expertos, y desde entonces lleva tres décadas estudiándolo incansablemente– consigna los resultados de la perseverancia en su exploración y estudio, así como la firme decisión de alzar la voz para lograr su protección.
Conocer lo que hay en este extraordinario lugar mostró al Estado colombiano la urgencia de buscar su reconocimiento por parte de la Unesco como un sitio excepcional universal. Para ese efecto, se desarrolló todo el proceso liderado por la Cancillería, el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales de Colombia, el Ministerio de Cultura y el ICANH, junto con científicos de diversas instituciones y universidades, bajo la dirección de Carlos Castaño. Como resultado, en el año 2018 se logró su inclusión en la lista de Patrimonio Mixto, Cultural y Natural de la Humanidad. Es el primero que tiene Colombia en esta categoría y, sin duda, el más extraordinario tesoro de los colombianos y uno de los más importantes del mundo.
Por todo esto tenemos la gran responsabilidad de protegerlo, de evitar que se altere, que pierda su integridad, que se intervenga y que se malogre su estado prístino. El Estado colombiano, las instituciones y la sociedad debemos unirnos para lograr su protección, que hoy se encuentra en alto riesgo. La deforestación y la ocupación ilegal de la reserva forestal que rodea a Chiribiquete avanzan peligrosamente y pueden llegar a afectar de manera grave el parque nacional. Invito a todos los colombianos a que asumamos su protección como causa propia, como lo hicieron los pueblos indígenas durante siglos, a que todos adoptemos el compromiso de ser, a partir de hoy, los ¡Defensores de Chiribiquete!