Kitabı oku: «¿Por qué no consigo lo que quiero?»
¿Por qué no consigo lo que quiero? ¿Qué pasa conmigo?
Carolina Alvarez Patiño
ISBN: 978-84-18910-77-7
1ª edición, julio de 2021.
Editorial Autografía
Calle de las Camèlies 109, 08024 Barcelona
www.autografia.es
Reservados todos los derechos.
Está prohibida la reproducción de este libro con fines comerciales sin el permiso de los autores y de la Editorial Autografía.
Sumario
DEDICATORIA
AGRADECIMIENTOS
PRÓLOGO
PREFACIO
INTRODUCCIÓN
SOMOS UN TODO
CAPÍTULO 1
TRABAJANDO EL EGO I
CAPÍTULO 2
TRABAJANDO EL EGO II
CAPÍTULO 3
EL CLAN FAMILIAR
CAPÍTULO 4
SOMOS ENERGÍA
CAPÍTULO 5
TRABAJANDO TU ALMA
CAPÍTULO 6
EL PROCESO DEL CAMBIO
CAPÍTULO 7
LA MEDITACIÓN
CAPÍTULO 8
¿SABES REALMENTE QUÉ QUIERES?
CAPÍTULO 9
LA FELICIDAD
CAPÍTULO 10
LA GRATITUD
CAPÍTULO 11
MERECIMIENTO Y PERMISO
CAPÍTULO 12
ALGUNAS TÉCNICAS
DEDICATORIA
Este libro está dedicado a ti, que quieres aprender a cambiar tu vida, a materializar y conseguir tus objetivos. Es un libro que te ayudará a tener las bases de todo lo que necesitas saber y no te han contado, o te lo han contado pero no de manera integral. En cada apartado tendrás herramientas para que puedas utilizarlas tú.
AGRADECIMIENTOS
Agradezco a cada una de las personas que han pasado por mi vida, profesores, maestros, alumnos, pacientes, familia, amigos, a mi hija Mariana y a los seres que me ayudan y apoyan en mi camino.
PRÓLOGO
Muchas personas que llegan a mi consulta, lo hacen porque algún área o algunas áreas de su vida no funcionan bien, se sienten insatisfechos con su vida. Muchos de ellos están buscando aquí y allá, de técnica en técnica, intentando conseguir su bienestar, pero de lo que no son conscientes, es que realmente no hay una sola técnica, ni una sola forma de conseguir sanar lo que tenemos que sanar; para resolver y materializar lo que queremos.
Por ello, es muy importante que las personas tomen conciencia de que hay que trabajar diariamente en su interior, con constancia y desde diferentes caminos, para conseguir limpiar el subconsciente, el alma y sentirse merecedores de una vida plena, porque realmente ¡es nuestro derecho!, venimos a experimentar nuestra vida de manera plena, materializando todo lo que queremos. Y este es el motivo de este libro.
A veces, las personas solo se centran en los resultados materiales, no se dan cuenta que la no consecución de estos resultados materiales, depende de bloqueos a nivel espiritual y en nuestro ego, que les hacen tropezar una y otra vez con la misma piedra. Es fundamental resolverlos para materializar la vida que queremos. Dado que esos bloqueos son de diversa índole, es imprescindible utilizar herramientas que permitan abordarlos de manera conjunta, pero individual, y así poder sanarlos.
A veces, leemos libros; o aprendemos técnicas que nos dicen que la solución está ahí, y en parte es así, pero realmente la solución no está en la técnica ni en el libro, la solución es que veas que eres tú la solución y que sanar y entrar en tu interior es fundamental, porque a eso venimos, a evolucionar y aprender para ser felices.
Este libro no pretende hacer una terapia, lo único que pretende es que el lector comprenda todo lo que impide el cambio, todas la variables que hay dentro y fuera que influyen en la vida, y, desde este conocimiento, pueda ver que es lo que necesita trabajarse y sanar.
PREFACIO
Este libro busca que el lector comprenda, de una manera integrada, cómo puede dar pasos para conseguir su proceso de sanación, seguir el camino de su alma y, por tanto, tener una vida plena.
Este libro es una integración de todo lo que he aprendido durante tantos años, que primero ha cambiado mi vida y ha ayudado a muchas personas que vienen a mí.
Pero este libro no ofrece milagros, solo sirve para esclarecer al lector, para que comprenda que es un todo, que es un ser holístico compuesto de cuerpo, mente y alma y en cada parte de él, puede haber bloqueos que son importantes de resolver y le están interfiriendo. Entender y comprender cómo funcionamos y qué somos, es el primer paso a la resolución.
Todo lo que hay fuera de nuestra vida, es una proyección de lo que hay en nuestro interior, por eso es aquí donde tenemos que trabajar, deja de buscar quién te resuelva o arregle tu vida, coge las riendas tú, cambia tu ser, trabaja en él y tu vida cambiará, tu percepción de vida cambiará y conseguirás sentirte en paz, porque ya te habrás encontrado y así te darás cuenta que ya no tienes que buscar más, porque ya has encontrado el mayor tesoro: TÚ.
Muchas personas me preguntan si realmente podemos atraer todo lo que queremos y les digo que sí, podemos atraerlo, pero para eso necesitamos tener toda la información. En este libro te contaré todo lo que te va a permitir entender que el proceso de la materialización, aunque es mágico, no es milagroso y requiere de un trabajo constante en ti y en cada parte de ti. Por eso, en este libro, intentaré darte toda la información que necesitas para entender y conocer todas las partes de ti que tienes que trabajar, para conseguir activar la Ley de la Atracción, y así, poder materializar lo que quieres. En este libro podrás encontrar toda la información de manera clara y concisa para conseguir un cambio real en tu vida.
INTRODUCCIÓN
SOMOS UN TODO
En nuestra sociedad Occidental hemos aprendido que todo está separado. Yo soy uno y los demás otros, incluso nosotros mismos estamos divididos, es decir, nuestra mente, nuestras emociones, nuestro cuerpo, nuestro sistema energético, parece que son entidades diferentes e independientes entre sí. Pero esto no es así, somos un todo interrelacionado.
Nuestras emociones afectan al cuerpo, nuestro cuerpo afecta a nuestras emociones, nuestros pensamientos afectan al cuerpo y emociones, nuestra energía afecta a pensamientos, emociones, al cuerpo y viceversa; somos un todo integrado, en el que el bienestar solo es posible cuando estos componentes funcionan en perfecta armonía.
Incluso aunque vivimos en una realidad en la que creemos que estamos separados de los otros, realmente todos estamos conectados, formamos parte de una red en la que lo que sucede a otros, aunque no seamos conscientes, nos afecta a todos.
El vivir en esta percepción de separación en nuestro ser, nos lleva a trabajar solo ciertas partes de nosotros, y nos encontramos con las personas que se esfuerzan y trabajan a diario su cuerpo, lo cuidan, hacen ejercicio, se alimentan bien, duermen y llevan, lo que se puede decir, una vida sana. Pero olvidan otras partes, con lo que al final es algo parcial. Por eso, aunque lleven un estilo de vida sano, tienen enfermedades, molestias, dolores o emociones que los llevan a sentirse insatisfechos, frustrados o mal, porque solo están cuidando una parte de su ser.
Es igual que un coche. Aunque tiene diferentes partes, realmente funciona porque cada parte está bien. Si tienes un coche y solo te preocupas de lavarle, limpiarle y cuidar su fachada, y no cuidas el motor, le cambias el aceite y le haces las revisiones adecuadas, por más limpio que lo tengas, terminará teniendo problemas.
También me encuentro el caso contrario, personas que trabajan su mente y sus emociones, hacen todo tipo de cursos y terapias, pero no cuidan su cuerpo. Mantienen unos hábitos poco saludables que pueden enfermarles, como consumir alcohol, dulces, drogas, tabaco, etc.
Otras personas trabajan su energía, meditan, hacen técnicas energéticas, pero no hacen ejercicio, no cuidan su cuerpo y no gestionan sus emociones, sus patrones y sus pensamientos, no cambian conductas y así también su trabajo es limitado.
Trabajar nuestras partes es fundamental, pero debemos trabajarlas todas, de manera conjunta, sin obsesionarnos, pero sin olvidar ninguna de ellas, porque el cuerpo es el vehículo, es la carcasa del coche. Hay que tenerlo limpio, sano, fuerte, saludable, pero también hay que trabajar la mente y las emociones, que son el motor: lo que nos mueve. Y claro, tenemos que ponerle gasolina o carburante, que es la energía gracias a lo que todo funciona.
Por eso, siempre que trabajo con las personas, integro técnicas que trabajan cada parte de su vehículo, para que esté siempre a punto, para que puedan detectar sus fallos, para que puedan conocerlo y funcione adecuadamente.
En cada uno de los capítulos de este libro veremos y conoceremos mejor cada componente, para que así, desde el conocimiento, el lector tenga información de cómo se trabaja cada uno y se dé cuenta de lo importante que es que todas las partes funcionen bien. Que cada área de ti requiere tu atención y cuidado, pero al ser componentes distintos pero interrelacionados, tienen diferentes cuidados y la forma de abordarlo es diferente, pero uno afecta al otro y esto es innegable.
Desde la perspectiva holística somos un ser integrado y formado por un cuerpo físico, un cuerpo mental, un cuerpo emocional y un cuerpo espiritual y en cada uno de estos hay que trabajar, liberar bloqueos, y sanar.
La medicina occidental o alopática, se centró en el estudio del cuerpo físico y la enfermedad. Estudia el cuerpo humano como sistemas separados: digestivo, circulatorio, respiratorio, muscular, linfático, urinario, reproductor, etc. Surgiendo así,diferentes ramas o especializaciones en la medicina.
Sin embargo, desde la visión holística, el cuerpo humano no está formado por diferentes sistemas, si no que todo está interrelacionado, y su buen funcionamiento depende de que todos los sistemas estén sincronizados a la perfección. Pero además, a este perfecto sistema, también le afectan las emociones y los pensamientos, de forma directa o indirecta, pero le afectan. Y esto se observa de manera muy clara cuando tenemos pensamientos negativos y obsesivos, cuando algo nos preocupa en exceso. Sentimos que no podemos respirar, nuestro sistema nervioso se altera, y esto afecta directamente a nuestro sistema respiratorio. Sentimos que el estómago se nos cierra, se nos quitan las ganas de comer… y todo por un pensamiento, por una preocupación.
Con esto quiero aclarar que no estoy en contra de nuestra medicina. La medicina occidental ha avanzado mucho y avanza cada día, y para el cuerpo físico es una gran solución, pero al separar al ser humano, queda limitada. Porque a veces un problema digestivo puede ser porque se tiene una emoción que no se consigue gestionar, puede ser porque hay algo en tu vida que no consigues digerir, puede ser que tu estómago no tenga la suficiente energía o tenga un exceso de energía que impide que funcione adecuadamente; y esto es lo que no se mira al tener una visión occidental, solo se mira el órgano y se olvida de lo demás.
Pero esta separación no solo la experimentamos en nuestro cuerpo y nuestro ser, sino respecto al entorno, al universo y a los demás seres, y esto alimenta la sensación de soledad, de aislamiento y de sufrimiento.
“El ser humano no es más que una parte de la totalidad de lo que llamamos universo, una parte limitada en el espacio y en el tiempo. Sin embargo, se experimenta así mismo, sus pensamientos y sus sentimientos, como algo separado del resto; una forma de ilusión óptica de la conciencia. La ilusión es una forma de prisión que limita nuestros deseos personales y nuestra preocupación por unas pocas personas que están cerca de nosotros. Nuestra tarea es liberarnos de esa prisión, extendiendo nuestro círculo de compasión hasta abrazar la totalidad de las criaturas vivientes y la totalidad de la naturaleza en la plenitud de su belleza.
Albert Einstein
La dualidad es la propiedad o el carácter de lo que es doble o contiene en sí dos naturalezas, dos sustancias o dos principios. Así nos encontramos con conceptos como el bien y el mal, que percibimos como opuestos. Pero realmente no existe tal dualidad, en una situación lo que para una persona puede ser malo para otra puede ser bueno, todo es relativo. También nos encontramos la dualidad en nuestro interior, es decir, yo puedo comportarme de una manera con mi familia y tener comportamientos opuestos con mi pareja, incluso experimentamos dualidad cuando vivimos de una manera y nos gustaría vivir de otra.
Esta concepción de la dualidad nos hace tener un pensamiento dicotómico o binario, nos disgrega, nos separa, nos hace vivir como si fuéramos varias personas en una. También vivimos la dualidad en cuanto a lo que somos y lo que nos gustaría ser, es decir, nuestro ideal. También vivimos la dualidad entre la materia y el espíritu, mujer-hombre, bueno-malo, justo-injusto.
La dualidad proviene del pensamiento cartesiano, donde René Descartes indicaba que la mente y el cuerpo están separados, el cuerpo es material y la mente queda descrita como una entidad incorpórea, cuya naturaleza es independiente del cuerpo y que, por consiguiente, no depende de éste para existir.
En la visión holística, la mente, el cuerpo y la energía son uno, y cada uno depende del otro. Y lo que nos hace vivir con la sensación de estar separados es nuestro ego, porque nos identificamos con él, y, por ende, con el YO; pero el yo fruto de las experiencias terrenales.
Cuando nacemos, esa sensación de dualidad no existe. Nos sentimos parte de un todo, vibramos en amor y nos sentimos unidos a nuestros padres, a nuestra familia, a los demás. Por eso el niño no juzga, no tiene prejuicios, no se limita y todos son personas que forman parte de su vida. Pero, poco a poco, a medida que crecemos, comenzamos a identificarnos con nuestro YO, que se identifica con un nombre, unas cualidades, unas características…, Y es ahí donde comenzamos a separarnos, a sentirnos como un entidad diferente a los demás; lo que experimentamos, pensamos y hacemos es por nuestro yo y así comenzamos a vivir en la separación de nuestros padres, del entorno de todo y así comienzan los miedos, las frustraciones y el dolor, porque nos sentimos solos y apartados.
Y nos apegamos a nuestro ego, a ese personaje fruto de nuestras experiencias vitales y terrenales.
Por eso te invito a que te permitas ser más que tu ego, que te des cuenta que la separación es solo una ilusión y que el romper esa ilusión, te permitirá ver lo que realmente eres, y, así, los miedos y emociones del ego se difuminaran, y podrás vivir en el ser y no en el hacer; simplemente serás y dejarás de identificarte con los resultados, con lo que tienes y con lo que haces.
CAPÍTULO 1
TRABAJANDO EL EGO I
1.1 QUÉ SON LAS EMOCIONES
Como decíamos en la introducción, es el ego quien experimenta las emociones. Pero ¿qué son las emociones?, ¿realmente las conocemos? En este punto vamos a intentar conocerlas mejor y comprender que, realmente, son completamente necesarias para nuestra vida y desarrollo.
La emoción es una respuesta a lo que sucede a nuestro alrededor, es una activación fisiológica y tiene un gran impacto sobre el cuerpo físico, por eso es fundamental conocerlas y gestionarlas. Según las experiencias vitales, no es más fácil gestionar unas que otras.
Hemos aprendido que las emociones no son buenas, que debemos luchar contra algunas como son el miedo, la rabia y la tristeza; reprimirlas y buscar desesperadamente otras como el amor y la alegría.
La emoción es una energía que nos impulsa, nos muestra la dirección, hacia donde movernos. Cada una de nuestras emociones básicas son adaptativas y necesarias, pero para que sean nuestras aliadas y no nuestras enemigas, tenemos que conocerlas a fondo y saber gestionarlas.
Afortunadamente, estamos en una era donde la inteligencia emocional y la importancia de las emociones poco a poco han ganado reconocimiento, pero aún así, siguen siendo desconocidas y por tanto, nos es difícil gestionarlas.
¿Sabías qué hay tres emociones que son fundamentales en tú día a día? ¿Sabías qué cada decisión, paso o elección que realizas depende de éstas? Pues sí, son el miedo, la rabia y la tristeza, curioso porque son las que nos han enseñado a evadir.
Vamos a ver cada emoción para que así el lector pueda entender su función, su forma de expresión y su forma desadaptativa.
EL MIEDO
Su función adaptativa es protegernos de todo lo que puede hacernos daño. Gracias al miedo, cuando vas a cruzar una calle miras en ambos sentidos. Nos ayuda a cuidar de nuestra vida, a protegernos de todo lo que pueda hacernos daño. Nos hace ser cautos a la hora de tomar decisiones, nos hace acercarnos o alejarnos de situaciones, nos ayuda a saber dónde están los límites.
El miedo se localiza en nuestro cuello, espalda y en el estómago. Puede causarnos taquicardia, temblor, sudor o ganas de orinar. Nos puede producir trastornos como la ansiedad y bajar nuestras defensas inmunitarias, siendo proclives a infecciones. Puede causarnos trastornos gástricos y digestivos. El nervio vago está conectado con el estómago, por lo que continuos niveles de ansiedad pueden generar gastritis, úlceras y otros trastornos gástricos. En la medicina china el miedo se localiza en el riñón.
Pero cuando esta emoción nos gobierna en exceso, comienza a ser desadaptativa, nos paraliza y nos lleva a la sobreprotección. Comenzamos a experimentar ansiedad y evitación, y todo comienza a percibirse como una amenaza a nuestra vida: nuestro jefe nos genera ansiedad y queremos cambiar de trabajo, conocer a una persona nueva y comenzar a conocerla nos produce miedo, presentar un proyecto, hablar en público o tomar una decisión se convierte en una amenaza para nuestro yo y comenzamos a sentirnos paralizados, nos resignamos y nos sentimos víctimas. En definitiva, cuando el miedo nos invade, dejamos de vivir experiencias, de sentir emociones nuevas, por miedo a las consecuencias y así, poco a poco, vamos dejando de hacer un montón de cosas que querríamos, por miedo.
Cuando el miedo es desadaptativo, tomar decisiones es una amenaza y, se da vueltas y vueltas sobre la misma decisión una y mil veces. Esperamos encontrar una decisión perfecta, y, al final, se continúa en el mismo bucle sin avanzar.
El miedo nos hace seguir en nuestra zona de confort, viviendo el engaño de estar tranquilos porque lo tenemos controlado. Aunque no nos guste nuestra vida, aunque queramos cambiar aspectos de ella, la incertidumbre de lo que vendrá genera más malestar y miedo que lo que estamos viviendo. El miedo nos hace procrastinar, nos hace eludir, nos hace evitar, nos hace no experimentar.
En definitiva, el miedo es necesario para no cometer actos que nos dañen, pero deja de ser necesario cuando todo lo que hacemos esta comandado por él, manteniéndonos en un lugar donde no son posibles los cambios, donde nos conformamos con lo que tenemos por miedo a algo diferente.
Un cambio laboral, nuevos estudios, seguir o no con tu pareja, comprar una casa, realizar un proyecto, dedicarte a lo que te gusta, etc. son situaciones muy comunes y decisiones constantes en nuestra vida, pero para avanzar, debemos poner el miedo a raya y dejarlo en el lugar que le corresponde para no tomar decisiones precipitadas.
También tenemos miedo a nosotros mismos, a conocernos y aceptarnos. Te contaré algunos de los factores que influyen en ese miedo a conocernos:
1. Nos han enseñado a mirar siempre fuera, los errores y problemas de los otros, mientras estamos centrados en los demás, estamos tan ocupados que no podemos mirar dentro.
2. También porque es muy doloroso mirarnos y reconocer nuestros defectos, nuestros errores. El ser capaz de mirarnos a nosotros mismos desde una visión objetiva es una tarea de valientes, y requiere que seamos humildes. Nuestro autoconcepto es la idea que tenemos de nosotros mismos y la valoración que damos a ese autoconcepto es la autoestima. La mayoría de las personas tendemos a ver lo positivo en nosotros y las personas que son excesivamente autocríticas y solo ven sus defectos, no lo hacen desde el amor a ellos mismos y la aceptación para poder cambiar, lo hacen desde la culpa y autorreproche. Cuando somos capaces de ver quiénes somos en realidad, sin máscaras cuando somos sinceros con nosotros, es cuando podemos tomar decisiones y hacer lo mejor para nosotros, solo así podremos ver cuál es nuestro camino y qué nos hace felices.
En el otro extremo se encuentran las personas que han bloqueado su miedo. Son personas impulsivas, que realizan conductas temerarias, que no cuidan de ellos, y su vida es una constante reacción a lo que sucede. Están respondiendo a las circunstancias, pero no tienen el control sobre ellas y se lamentan una y otra vez, por sus errores.
Es muy importante aclarar y entender que el miedo como emoción adaptativa, ocurre ante un estímulo concreto, real o imaginario. La amenaza es identificable: desaparece al desaparecer la amenaza. Tiene un comienzo y final claro, genera lucha-huída, es un fenómeno filogenético para la supervivencia de la especie. No es una cuestión cultural, la emoción del miedo es universal.
El miedo y la ansiedad pueden confundirse.
MIEDO | ANSIEDAD |
Es una reacción no difusa, se sabe que es miedo. La reacción es intensa. Sensaciones corporales de emergencia. | Reacción emocional con sentimientos de tensión, aprensión, nerviosismo y preocupación. |
Ocurre como respuesta a un estímulo real o imaginario. La amenaza es identificable. Hay una conexión clara entre la amenaza y el miedo. | Naturaleza difusa que está asociada a cualquier estímulo, hay diferencias individuales en cómo se expresa y puede cambiar en la persona a lo largo del tiempo |
Desaparece al desaparecer el estímulo. | No hay un estímulo identificable. |
Tiene un inicio y final claro e identificable. | No tiene un inicio ni final claro. Prolongada en el tiempo. |
Es adaptativo. | Desadaptativa. |
Orientado al presente, cuando esta el estímulo. | Lleva a la paralización. Es una combinación de emociones difusas, pensamientos y conductas. |
Activación del sistema nervioso simpático. | Activación del sistema nervioso simpático. |
Fenómeno filogenético. Es una predisposición biológica para reaccionar con miedo ante estímulos que tienen un significado biológico y adaptativo para la supervivencia. | No es filogenética. |
Está vinculado al sistema ancestral de defensa y protección. | Se mantienen la vigilancia y sensaciones corporales de emergencia. |
Sensibiliza a la persona para sobrevivir al peligro. | En un nivel óptimo ayuda a mejorar el rendimiento. |
Vinculado a la acción, lucha/huida. | Orientada al futuro. |
Los miedos evolutivos se generan sin necesidad de un aprendizaje. Son biológicos y necesarios para la supervivencia. Surgen en ciertas etapas del desarrollo y en edades específicas, y, por habituación, desaparecen. La habituación es el proceso mediante el cual nos acostumbramos a un estímulo, es decir, ante la presencia contínua del estímulo la respuesta de miedo va reduciéndose. Y es así como los miedos evolutivos propios de cada etapa se van superando. Sin embargo, cuando no se da la habituación, se cronifican y no desaparecen, llegando a experimentarlos en la edad adulta, e incluso convirtiéndose en fobias.
Te pongo un ejemplo: si un niño de 2 años tiene miedo a los insectos, y los padres se esfuerzan porque no haya insectos, no le llevan al campo y no exponen al niño a insectos que no son peligrosos para que no sienta miedo y no lo pase mal, es muy probable que ese miedo se cronifique y cuando llegue a adulto, tenga una fobia a los insectos. O un niño con 4 años que tiene miedo a la oscuridad, si sus padres le dejan encendida la luz para que no experimente miedo y no lo pase mal, puede que como adulto tenga miedo a estar solo, a dormir solo o la oscuridad.
Con todo esto lo que quiero dar a entender al lector es que hay miedos propios de cada edad, que a través de la experiencia y exposición el niño va superando, si no se produce esa exposición y los padres generan la evitación de las situaciones es muy probable que se queden enquistados esos miedos pudiendo llegar a afectar al adulto, incluso llegando a convertirse en fobias.
Así, la ansiedad y fobias del adulto pueden ser fruto de la no evolución adecuada de algún miedo en la infancia que se ha quedado enquistado, dejando de ser adaptativo en una edad, para volverse limitante en el adulto.
EDAD | MIEDOS EVOLUTIVOS |
0-12 meses | Sus miedos están relacionados con la pérdida de apoyo (caerse), a sonidos fuertes, alturas, personas y objetos extraños, separación. |
1-2 ½ años | Los miedos están relacionados con la separación de los padres, extraños, tormentas, pequeños animales y, insectos. |
2½ – 6 años | Los miedos están relacionados con la oscuridad, animales en general, quedarse solo, fantasmas y, monstruos. |
6-11 años | Los miedos están relacionados con sucesos sobrenaturales, heridas corporales, daño físico, salud, muerte, escolares. |
11-13 años | Los miedos relacionados son escolares, sociales, económicos, políticos y la autoimagen. |
13-18 años | Los miedos relacionados con temas sexuales, autoidentidad, rendimiento personal, social, académico, político y económico. |
Hay tres formas de aprender los miedos: por propia experiencia, por observación de modelos y por trasmisión de información de las figuras importantes.
Para trabajar el miedo y que no paralice tu vida.
“El hombre valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista el miedo.”
Nelson Mandela
MIEDO | |
Características | Nos protege de todo lo que puede hacernos daño. Lucha/huída. Para la supervivencia. |
Se experimenta ante | Situaciones potencialmente peligrosas, novedosas y misteriosas, o ante la interpretación de una situación como peligrosa. Ante el dolor y anticipación del dolor, pérdida de sustento y cambios repentinos. |
Fisiología | Aceleración de la frecuencia cardíaca, la respiración se vuelve más superficial y rápida. Se interrumpe la digestión y la secreción de fluidos. La vejiga y el intestino se vacían y los sentidos se agudizan. |
Función adaptativa | |
Función adaptativa | Respuestas de escape o evitación de la situación peligrosa, se presta una atención casi exclusiva al estímulo temido, facilitando una reacción rápida. Moviliza gran cantidad de energía. Si el miedo es intenso, la eficacia disminuye. Es una emoción intensa y desagradable, genera malestar y desasosiego, preocupación y sensación de pérdida de control. |
Neurotransmisores | Adrenalina, noradrenalina y dopamina. |
Hormonas que se liberan | Cortisol y vasopresina. |
Meridianos | Vejiga, riñón, estomago y bazo páncreas. |
Chakras | Raíz y Plexo solar. |
Ficha de actividad
Pregúntate y reflexiona | Respuesta |
¿Realmente esto que me está sucediendo amenaza a mi vida? | |
¿A qué tengo miedo realmente? | |
¿Qué es lo peor que puede pasar si….? | |
¿Qué es lo peor que puede pasar si no…? | |
¿Cuáles son los pros de esta decisión o de este cambio? | |
¿Cuáles son los contras de esta decisión o cambio? |
En definitiva, la información nos saca del miedo, estudia y analiza tu situación, escribe como está actualmente y cómo sería, analiza pros y contras; observa qué es lo peor que puede pasar si sigues como estés y qué es lo peor que puede pasar si te mueves, y, una vez analizas esto, toma tu decisión asumiendo que el miedo formará parte del cambio, ve para adelante y asume las consecuencias, o deja de quejarte y acepta lo que hay y sé feliz con ello.
LA TRISTEZA
La tristeza es la emoción que nos permite reflexionar, hacer balance. Nos anima a entrar dentro de nosotros. La tristeza también nos permite empatizar con otros.
La tristeza se experimenta ante una pérdida de un ser querido, de algo importante para nosotros, de nuestra identidad, de nuestros roles, desilusiones o fracasos.
Esta emoción nos lleva a recogernos sobre nosotros mismos, a conectar con nuestro interior. Nos permite estar a solas con nosotros para descansar y rehacernos. La tristeza nos lleva a aislarnos para encontrarnos.
Cuando se experimenta tristeza se suelen tener pensamientos y actitudes negativas que ayudan a mantener esa actitud de inactividad.
La tristeza adaptiva ayuda a atenuar el nivel funcional de la persona, centrar la atención en uno mismo, la búsqueda de apoyo social y promover la empatía por parte del entorno. Facilita la introspección y el análisis constructivo de la situación que ha generado el conflicto.
La tristeza es el punto de inicio de la aceptación, ya que favorece la auto-evaluación, la reflexión y el análisis, para pasar a la acción y cambiar lo que podemos cambiar y aceptar lo que no podemos cambiar.
Los órganos afectados por esta emoción son los pulmones y el intestino grueso. También dolor en las dorsales. Las enfermedades asociadas son la depresión, enfermedades cardíacas, de la piel, fibromialgia y la fatiga crónica.
La tristeza deja de ser adaptiva cuando entramos en la apatía, desmotivación o victimización. Cuando dejamos de actuar y nos quedamos en la lamentación.
La tristeza extrema da lugar a la depresión, un estado en el que predomina un sentimiento de melancolía profunda que puede ir acompañado de la incapacidad de experimentar placer o anhedonia. La depresión presenta un alto pesimismo ante la vida que propicia el desinterés por cualquier cosa.
“No puedes evitar que las aves de la tristeza pasen por encima de tu cabeza, pero puedes evitar que hagan nido en tu cabello”
Proverbio chino
Nos ayuda a salir de la tristeza el contacto social, debemos “obligarnos” a rodearnos de nuestros seres queridos e interactuar con los demás. Su apoyo es fundamental, para atenuar este sentimiento. Otra cosa que ayuda: la música, empezar el día con canciones alegres facilita una actitud positiva ante los acontecimientos cotidianos y ser conscientes de nuestros pensamientos y actitud negativa e intentar ponerle remedio;por ejemplo, practicar algún hobbies o alguna actividad que te gustaba antes de experimentar esta emoción.