Kitabı oku: «Tres para Estar Listos», sayfa 4
e. CBPM ayuda a producir matrimonios enfocados en la iglesia. En Mateo 16:18, Cristo promete: «… edificaré mi iglesia». Estas palabras definen la agenda divina para el día de hoy: el establecimiento y desarrollo de congregaciones bíblicas «hasta los confines de la tierra» (Hch1:8). Por seguro, aquello que tuvo tanta prioridad para nuestro Señor Jesucristo debería también tener el primer lugar en nosotros como sus seguidores. Esto implica que los creyentes deberían destacarse por un estilo de vida claramente orientado hacia la iglesia, uno en el que la iglesia local sea objeto de atención y compromiso. La CBPM implementa este enfoque. Ayuda a las parejas a desarrollar un matrimonio sólido y les enseña que la iglesia ofrece asistencia genuina y práctica. En realidad, los dones del Espíritu combinados con una Escritura suficiente proveen a la congregación local de todos los recursos necesarios para atender cada eventualidad en la vida de sus miembros. Tristemente, cuando los creyentes no tienen esta perspectiva y, en su dolor, buscan ayuda en otros lugares fuera de la iglesia, están afirmando de manera implícita que las soluciones reales no se asocian con ella. En contraste, los creyentes que han pasado por la CBPM tienden a desarrollar un mayor aprecio por la iglesia, habiendo experimentado personalmente que es vital y relevante. Los individuos con un enfoque centrado en Cristo fortalecen grandemente la congregación, no solo porque continúan buscando ayuda y dirección allí, sino porque son más aptos para involucrarse en el apoyo a las metas dadas por Dios. Más aún, este nivel de compromiso hace que la práctica del «cambio de iglesia» sea poco probable, problema muy común dentro del ámbito evangélico.
f. CBPM incrementa la efectividad del ministerio de discipulado. Discipulado es un término que describe el esfuerzo de la iglesia por animar a los creyentes a ser seguidores más comprometidos de Jesucristo. Tal propósito, explícito o no, es la fuerza conductora detrás de muchos de los objetivos ministeriales (como los cultos, programas de escuela dominical, grupos pequeños de estudio bíblico, etc.). La CBPM también podría ser considerada como parte integral del énfasis de discipulado de la iglesia, dado que está comprometida con la misma meta. La diferencia con otros aspectos de los programas de la congregación es que la CBPM es una forma concentrada de discipulado. Esto se hace claro al comparar tres de las dimensiones básicas del ministerio: (1) Duración: la mayoría de actividades relacionadas con el discipulado son a largo plazo. La CBPM, sin embargo, asiste a los creyentes por un período limitado de tiempo. (2) Intensidad: como regla, las reuniones regulares a las que asisten los miembros de la iglesia no demandan nada de ellos. La CBPM, por otro lado, insiste en concentración y compromiso completos durante el proceso de consejería, no solo en las sesiones, sino fuera de ellas también. Esto se comprueba en el envío regular de tareas y en el pedido de varias horas de trabajo cada semana. (3) Enfoque: mientras los intentos de discipulado de la iglesia apuntan al progreso espiritual en general (es decir, en todas las dimensiones de la vida), la CBPM se centra en el crecimiento de las relaciones dentro del hogar. Duración, intensidad, enfoque: el efecto combinado de estas tres dimensiones sobre las parejas que reciben consejería prematrimonial es muy significativo para el crecimiento espiritual y está encaminado a la intención final que tiene el discipulado.
g. CBPM contribuye grandemente al bienestar de las generaciones futuras. La intención de Dios para el matrimonio no es solo una relación conyugal comprometida e inviolable, sino además la crianza de descendencia consagrada a Él (Mal 2:15). No hay duda de que las familias disfuncionales tienden a engendrar más familias disfuncionales, una reacción causa-efecto que se puede rastrear por varias generaciones. La iglesia debe hacer todo lo posible para ayudar a las personas a romper esta cadena de infelicidad. Parte de esto consiste en dar a los padres el apoyo necesario para aprender y practicar los principios bíblicos de la crianza de los niños. Ellos deben comprender, sin embargo, que el criar niños consagrados involucra, sobre todo, el establecimiento de un matrimonio verdaderamente cristiano. Es que mientras los padres estén comprometidos con una relación saludable, los hijos disfrutarán de la seguridad necesaria para desarrollar una vida consagrada a Dios. Es muy probable que los niños que toman patrones de vidas dedicadas al Señor, algún día también los pasarán a sus propios hijos. La CBPM contribuye con este propósito de, por lo menos, dos maneras: (1) como ya se ha aclarado, provee la dirección necesaria para que las parejas inicien sus matrimonios correctamente; (2) ayuda a las parejas a pensar en dos temas fundamentales acerca de los niños. El primero, concerniente a la procreación. Es importante para una pareja comprometida estar de acuerdo en el número de hijos que desean tener y en las razones para ello. Esto, inevitablemente, conduce a una discusión en el campo de los métodos anticonceptivos. En segundo lugar, la pareja debe estudiar lo que la Biblia dice acerca de traer hijos al mundo. En la parte cuatro del presente libro, se ofrece ayuda respecto de este tema. Al trabajar en los aspectos presentados, la pareja estará mucho mejor preparada para asumir las responsabilidades de la paternidad. El resultado es que se ubicarán en una mejor posición para cumplir el propósito divino de criar descendencia para Dios.
4. Ventajas para la sociedad. Como se vio en la introducción, la mayoría de los países latinoamericanos luchan con tremendos problemas sociales. A pesar de los programas nacionales e internacionales, muchas de estas dificultades continúan plagando la sociedad. Es la convicción de los autores que una CBPM aplicada de formas efectivas y sobre una amplia base podría ayudar a aliviar estas enfermedades. Dos razones para esto son las siguientes:
a. CBPM produce familias sólidas y bíblicamente orientadas que son una bendición para su comunidad. Una de las secuelas de la ruptura familiar es la creciente confusión respecto a los elementos que logran el éxito en las relaciones interpersonales. Las familias en crisis tienden a ser inestables y son pobres modelos de las características de carácter importantes como la disciplina, la perseverancia y el compromiso. Sin estas cualidades, los hijos a menudo terminan reflejando la inestabilidad que experimentan en sus casas. Esto además los hace más vulnerables a las adicciones, deudas, prisión, ausentismo laboral, hijos ilegítimos, etc. El costo económico de estos problemas es enorme, y el estado se ve obligado a destinar recursos valiosos para el desarrollo del país. Este es un problema significativo, dadas las tremendas limitaciones económicas que, generalmente, resaltan en los países latinoamericanos. La CBPM trabaja en contra de este «drenaje» de los recursos nacionales. Cuando se ofrece ayuda a las parejas para colocar fundamentos bíblicos sólidos para su matrimonio, la probabilidad de que pasen estos principios a sus hijos es muy grande. Estos principios son el centro del desarrollo del carácter, es ser la persona que Dios quiere bajo cualquier circunstancia. Bajo el supuesto de que los hijos tomen posesión personal de tales principios, se convertirán en personas productivas y llenas de recursos que eviten los factores sociales negativos enumerados antes. Tales personas se convierten en una ayuda para la sociedad.
b. CBPM ayuda a la iglesia a ofrecer esperanza al mundo. En una sociedad llena de discordia familiar, es seguro asumir que muchas personas jamás han visto o experimentado ejemplos relacionales positivos. En realidad, la gran mayoría probablemente asumirá que eso no existe. Esta forma de ver las relaciones tiende a reflejarse en las bajas expectativas que uno tiene de sus propias relaciones interpersonales. Y bajas expectativas suelen encaminarse hacia la repetición de ciclos disfuncionales. Esta es una persona que tiene pocas esperanzas de que sus relaciones sean estables, permanentes o satisfactorias, y por ello, poco será el esfuerzo para evitar la desintegración relacional. La iglesia evangélica puede hacer mucho para romper este patrón, multiplicando ejemplos positivos de matrimonios y familias. Y no cabe duda alguna, en este momento, de que la CBPM es el punto de partida más efectivo para esto. Cuando se enseña a las parejas a vivir en respeto, cuidado y amor que caracterizan a un hogar consagrado, la sociedad verá, inevitablemente, sus buenos frutos y glorificarán al Padre que está en los cielos (Mt 5:16). Esto despertará la esperanza en muchos no creyentes, de que ellos también podrían experimentar tales relaciones. Y esto puede llevarlos a la fuente de la transformación personal y relacional: el Señor Jesucristo.
Mientras más parejas experimenten su poder para cambiar hogares, se verán más sus ejemplos a través de toda la sociedad.
Conclusión
Este capítulo intenta demostrar que la consejería bíblica prematrimonial es mucho más que una buena idea o práctica neutral que las iglesias podrían escoger ejercitar o ignorar. Es un aspecto clave del ministerio que se basa en una comprensión teológica sólida del cuidado pastoral. Mucho más, es una herramienta que capacita a la iglesia para que use de la manera más sabia sus recursos, tanto en el presente como para la eternidad. Los autores creen firmemente que el peso acumulado de las ventajas discutidas hace evidente el hecho de que la iglesia no puede permitirse el lujo de no implementar esta herramienta tan importante.
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REVISIÓN DE UN PROGRAMA PARA CONSEJERÍA PREMATRIMONIAL
En la investigación del proyecto que conduje, se comparan tres enfoques lógicos a la consejería prematrimonial.26 El enfoque que demostró ser más efectivo aparece de forma revisada en esta sección.
El grado en el que el pastor promedio puede utilizar este programa paso a paso, sistemáticamente, dependerá de dos factores. Primero, las necesidades de la pareja, ya que algunas requerirán una o más sesiones para ayudarlos con técnicas de solución de problemas específicos. Por ejemplo, la pareja podría estar experimentando dificultades con los padres del otro. El pastor-consejero debería examinar el problema, determinar sus dimensiones, discutir sus implicaciones y, tal vez, pedir a la pareja que trate el problema en una mesa de negociación.27 ¿Cuál es la mejor manera de enseñar la forma bíblica de solucionar un problema?
En segundo lugar, su facilidad dependerá de la frecuencia y consistencia con la que aplique el programa. Para la mayoría, la consejería prematrimonial es una asignación estacional. Por lo tanto, cada pastor podría potenciar el servicio que ofrece teniendo un método establecido como una guía para la consejería prematrimonial. Mientras más use este plan, más se adaptará a él.
Este manual está hecho para ser esa guía. Se espera que el pastor lo modifique conforme a sus propias concepciones. Pero modificará el programa para que se convierta en su programa, con el que puede trabajar efectivamente. Cada sesión está diseñada con un bloque de casi 90 minutos. La sesión introductoria es la excepción, ya que puede modificarse considerablemente. Algunas de sus variaciones podrían ser las siguientes: (1) Si dos o más parejas solicitan consejería prematrimonial28, el consejero puede asignar media hora para cada pareja, a fin de evaluarlas y explicarles el programa por separado. Posteriormente, puede asignar un período de prueba para todos los involucrados y aplicar el T-JTA (por sus siglas en inglés) Análisis de Temperamento Taylor-Johnson y el SAI (por sus siglas en inglés) Inventario de Señales Sexuales a todo el grupo.29 (2) Si no ha sido calificado para el uso del T-JTA, o decide no usarlo, la primera sesión será más corta que la que el programa propone. Claro que esto cambiará las necesidades de la segunda sesión también.
Mientras se sigue el programa, se debe recordar que una discusión detallada de cada componente aparece en la Parte Dos de este material.
Sesión 1
1. Puntos para destacar
2. Determinar la elegibilidad de la pareja
3. Aplicación del T-JTA (Análisis de Temperamento Taylor-Johnson) o del inventario de rasgos de personalidad
4. Aplicación del SAI (Inventario de Señales Sexuales)
5. Tareas
a. Hacer el indicador de actitud matrimonial (A)
b. Hacer el inventario de razones para escoger a mi pareja
c. Estudiar y discutir juntos: el matrimonio diseñado por Dios
d. Diseñar e iniciar un programa de adoración familiar
Sesión 2
1. Interpretación de los resultados del T-JTA (Análisis de Temperamento Taylor-Johnson) o del inventario de rasgos de personalidad
2. Discusión: el matrimonio diseñado por Dios
3. Tareas
a. Completar el indicador de actitud matrimonial (B)
b. Hacer la comparación del inventario de conceptos de roles y comparar las respuestas; discutir las diferencias
c. Leer el capítulo tres de La Vida Cristiana en el Hogar, de Jay E. Adams y completar la hoja de solución de problemas
d. Escribir un párrafo acerca de cómo 1 Corintios 13:4-8 se aplica a la vida diaria de pareja (ponga algunas implicaciones prácticas)
Sesión 3
1. Discusión acerca de la comunicación
2. Discusión y comparación del inventario de conceptos de roles
3. Discusión del carácter del amor y otras tareas
4. Tareas
a. Hacer una lista de cualquier problema que hayan tenido con sus futuros parientes políticos
b. Trabajar en una propuesta de presupuesto
c. Discusión acerca de los niños: (1) número, (2) disciplina, (3) actitud con relación a los asuntos en casa
Sesión 4
1. Discusión acerca del presupuesto y acercamiento al manejo del dinero (créditos y préstamos)
2. Discusión acerca de seguros e inversiones
3. Discusión acerca de los niños
4. Discusión acerca de inventario de señales sexuales
5. Tareas
a. Escuchar la cinta del Dr. Wheat y completar la hoja de trabajo (Problemas y Técnicas Sexuales en el Matrimonio)
b. Hacerse un examen médico
c. Discusión de métodos anticonceptivos
d. Llenar el cuestionario de ambiente familiar y social de cada uno
Sesión 5
1. Discusión acerca del sexo
2. Discusión acerca de métodos anticonceptivos
3. Discusión acerca de los antecedentes familiares y sociales
4. Tareas
a. Fijar la fecha del matrimonio; entre la pareja y las familias; listar cualquier problema u objeción por parte de las familias
b. Discusión de la ceremonia y la recepción
c. Escuchar la cinta de Howard Hendricks (El Hogar Cristiano)
5. Selección de atributos familiares
Sesión 6
1. Discusión acerca de la adoración familiar
2. Discusión acerca de la ceremonia y de la fecha
3. Discusión acerca de la recepción (recoja las formas que se les pidió llenar)
4. Tareas
a. Listar cualquier cosa cuya discusión no haya quedado del todo clara
b. Listar cualquier asunto adicional que quieran tratar
c. Cualquier cosa que el pastor determine como importante
Sesión 7
1. Discusión acerca de la agenda de la pareja
2. Discusión acerca de las listas de la pareja
3. Determinar el día para la sesión después del matrimonio
4. Cerrar la consejería con una oración de cada persona
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EL PASTOR CONSEJERO Y LA CONSEJERÍA PREMATRIMONIAL
El pastor-consejero y el material secular
Algunas personas leerán este manual y se preguntarán: «¿Qué hace un pastor discutiendo de seguros de vida, presupuestos o sexo?». La respuesta es simple: él es responsable del bienestar espiritual de su rebaño. Para el cristiano, todas las cosas son sagradas, incluso el seguro de vida, el presupuesto y ¡el sexo! En la consejería prematrimonial, el pastor puede tomar la iniciativa para discutir una amplia variedad de temas con la pareja. Sin este estímulo, tal vez ellos jamás hubiesen buscado asesoría profesional en estas cuestiones o quizá no las hubieran discutido entre ellos. Se espera que el consejero pueda sentar la base para que otras personas más competentes puedan brindar la asistencia necesaria en áreas como los seguros o la inversión.
La mayor preocupación del pastor es la actitud; pero esta no puede ser determinada o discutida de una manera abstracta. La actitud puede ser observada mejor en relación con las tareas del diario vivir. Adicionalmente, el pastor está interesado en registrar patrones de comportamiento. Los patrones de comportamiento pecaminoso pueden rápidamente entorpecer la comunicación. También, la falta de conocimiento básico en cualquiera de estas áreas vitales estudiadas en este programa debe llamar la atención del pastor, ya que esto afectará negativamente la habilidad de la pareja para servir a Jesucristo con efectividad. Toda la vida es el ámbito legítimo de un consejero espiritual.
El pastor-consejero y su preparación
Algunas suposiciones básicas
Este manual se basa, por lo menos, en tres suposiciones. Primero, estoy asumiendo una base de conocimiento bíblico por parte de aquellos que estén interesados en usar este programa, por lo tanto el contenido no está cargado de referencias bíblicas y argumentaciones.
En segundo lugar, el conocimiento de la resolución bíblica de un problema —aplicación práctica de la doctrina bíblica a los problemas de la vida diaria— se da por sobreentendido en la mayoría de las instancias. Si el ministro u otro consejero no domina, por lo menos, la resolución bíblica de los problemas —siendo un pecador, no siempre la aplicará—, tendrá poco éxito en ayudar a otros.
La tercera suposición se refiere al arte de aconsejar. Dado que cada pastor está llamado a la consejería, estoy asumiendo un conocimiento básico de parte del lector.30
Familiarización con el programa y su contenido
Antes de usar los principales lineamientos de este manual, el lector debería hacer cuatro cosas:
1. Leer el manual completo.
2. Hacer todas las tareas designadas, las cuales sugiero que sean completadas por el consejero.
3. Comprar o hacer que la librería de la iglesia adquiera los libros recomendados en las notas de pie de página, para que los consejeros los lean.31
4. Un buen ejercicio es pedir a tu pareja que juntos hagan cada sesión y tarea asignada. Discutan cómo han manejado estas áreas y cómo les hubiera beneficiado un programa como este en su propio proceso de ajuste matrimonial.
El pastor-consejero y sus objetivos
Hay tres metas en este programa de consejería prematrimonial, cada una es importante y vale el esfuerzo del consejero.
Por supuesto, la primera meta tiene que ver con la consejería directamente. La consejería prematrimonial debería enfocarse en establecer un verdadero hogar cristiano que glorifique a Dios y produzca contentamiento en la pareja. La actividad del consejero en el programa presentado en este manual consiste, en general, en instrucción y guía. Frecuentemente, el consejero dará consejos, y aunque algunos podrían oponerse, considero que la gente joven desea sugerencias concretas de un consejero positivo y competente. Quieren una serie de lineamientos realistas que los capacite para desarrollar una vida estable juntos. Dado que no podrán articular o comprender totalmente esto, su meta al ingresar en consejería prematrimonial es muy similar a la del pastor. Si él logra ayudarlos a estar seguros de esto, su tarea se facilitará considerablemente.
Una segunda meta, que podría sorprender a muchos, es animar a la gente a ser parte de la membresía de una iglesia. En nuestros días, esta no es importante ni respetada en gran parte de la comunidad evangélica. En algunos sectores, incluso, es mal vista. Muchos jóvenes graduados de universidades cristianas nunca han estado bajo el cuidado o disciplina de una iglesia local. La consejería prematrimonial ofrece la oportunidad de canalizar a estos jóvenes dentro de la vida de la iglesia. Podría ser importante instruirlos acerca de este importante aspecto de la vida cristiana. Una pareja, por ejemplo, se convirtió gracias a un trabajo de campo en una universidad secular. Nunca se les explicó acerca de la importancia de asistir a una iglesia local, y tampoco lo hicieron durante su vida universitaria. Al abordar esta instrucción durante las sesiones, se enfatiza la cercana relación entre la iglesia y la familia.
La evangelización puede ser citada como la tercera meta de la consejería prematrimonial. Adams ha establecido consistente y correctamente este punto. Cuando una pareja no califica para el matrimonio por no ser creyentes, él recomienda: «Siempre que haya una razón para hacerlo, él (el pastor) debe mantener una esperanza realista. (Reunámonos varias veces para discutir el evangelio). Es decir que las personas (o persona) que no son salvas pueden ser evangelizadas».32
El pastor-consejero y su proceso
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Si el valor y la necesidad de la consejería prematrimonial pueden establecerse teológicamente, entonces cada pastor es responsable de tener un programa. Pero sólo esto no es suficiente. Debe crear una atmósfera de expectativa. Esta puede desarrollarse naturalmente durante un período. Las parejas que se han beneficiado con esta consejería cultivarán el deseo en otras para que ingresen en el programa. Pero al inicio y de forma ocasional, el pastor necesitará anunciar el curso en el boletín de la iglesia, usar ilustraciones para los sermones y otros métodos creativos para animar a las parejas a buscar consejería prematrimonial. Dado que creo firmemente que este tipo de consejería debe ser un requisito para casarse, parecería poco sabio usar esto como una forma de presión pública para tomar el curso. Este punto se debe explicar mejor cuando la pareja busca la participación del pastor en la boda.
Archivo
Es imperativo mantener un archivo separado por cada pareja. Esta carpeta servirá para almacenar los resultados de las pruebas aplicadas además de otra información que incluye las tareas realizadas en casa y las notas del pastor para cada sesión, que también deberían mantenerse en esta carpeta. Los archivos son privados y deben guardarse en un lugar seguro.
Notas de la sesión
El tomar notas en cada sesión parece ser un gran dilema para muchos consejeros; sin embargo, esta es una lucha innecesaria. Tomar apuntes capacitará al consejero para que sirva con más efectividad. Esta es razón suficiente para hacerlo. Los aconsejados objetarán esto varias veces; pero si se presenta tal réplica, bastará con una simple explicación: «Estoy tomando notas para ayudarme a recordar comentarios, expresiones faciales, problemas mencionados, etcétera. Esto me ayudará a servirles mejor, pueden estar seguros de que estos archivos están en un lugar seguro y con llave». Esta argumentación, usualmente, calmará sus temores.
Se sugiere un formato para tomar notas en la figura 1.
El tomar notas organizadamente puede ser de mucha ayuda. Este formato debe funcionar como un organizador: el uso de los dos nombres puede ser especialmente útil si la pareja o una de las personas no son bien conocidas por el pastor-consejero. La fecha es un medio para la reconstrucción del orden de los eventos revelados en la consejería. Digamos, por ejemplo, que el pastor Jorge anotó en la columna de agenda, que Grace estuvo muy nerviosa durante la tercera sesión. De ahí en adelante, ella demostró un incremento del nerviosismo cuando se hablaba de su madre (también esto se registró en la agenda). Durante la sexta sesión, el pastor Jorge comparte su observación con Grace y le pregunta qué sucedió entre ella y su madre en la semana del 5 de mayo. Grace medita detenidamente la respuesta. Finalmente dice: «¡Mi madre me acusó de tener un comportamiento inmoral con Jack!». Esta información permite al pastor Jorge investigar el problema y enseñarle a Grace a manejarlo apropiadamente.
La porción de Notas en la hoja provee la oportunidad de registrar el curso general de la sesión. Algunos de estos asuntos serán trasladados a la columna de agenda tal como se mostró en el ejemplo anterior. El curso de la sesión incluye cosas como el recuento de una pelea o algunos eventos que llevaron a un cierto clímax, información general, eventos particulares de una vida pasada, observaciones del consejero, etcétera. Las notas capacitarán al pastor para reconstruir la sesión si este es su objetivo.
La sección de tareas es un registro de deberes y una oportunidad de revisar que sean completadas exitosamente (C = deberes completos). Esto dará al consejero una lectura de la consistencia de la pareja.
Preparación para cada sesión
Es aconsejable prepararse para cada sesión. Una revisión de la última y la transferencia de los ítems de la agenda a la hoja de notas del día mantendrán al consejero al corriente. Debe además asegurarse de tener las hojas de tareas listas para distribuirlas.
Otro factor del proceso debe ser mencionado: la pareja siempre recibirá la consejería junta.33 Un buen matrimonio requiere la habilidad para comunicarse, y se debe cultivar la capacidad para discutir cualquier tema concebible. La consejería prematrimonial es, en realidad, parte del proceso de unión entre el hombre y la mujer en santo matrimonio. ¡Se necesitan dos para unirse!
Cobros
Todo pastor debe determinar para sí mismo si cobrará o no por sus servicios. Si se va a cobrar por los servicios, se debe informar a la Junta Administrativa de la iglesia.
Se puede cobrar un costo razonable por el servicio de aplicación de las pruebas, que puede diferenciarse de una tarifa por consejería, poniendo el nombre de tarifa por pruebas, el cual puede cobrarse en la primera sesión. Esta tarifa debe incluir el costo de materiales, el entrenamiento del pastor y el tiempo invertido.
He visto que, en algunas instancias, el cobro de una tarifa por la consejería es un incentivo adicional para que el aconsejado participe de todo corazón en las sesiones. El programa sugerido en este manual demandará de doce a quince horas del tiempo de un pastor. Al costo mínimo de 10 dólares la hora, y sumando el costo de las pruebas, se puede proponer un costo de 180 a 200 dólares por el curso de consejería. Un paquete de 100 dólares por el programa completo, dentro del contexto del ministerio pastoral para no miembros de la iglesia sería una figura razonable. Se puede además sugerir que esta cantidad sea dada como contribución a la iglesia por parte de los que no son miembros. No creo que un pastor deba cobrar a los que son miembros de la congregación, la consejería es básicamente un ministerio. Es precisamente por esta inversión de tiempo en el ministerio que la congregación le paga su salario.
El pastor-consejero como un obstáculo
Dios no manda a sus pastores a realizar bodas en todas las ocasiones. Es de hecho una práctica buena, aceptable y, por implicaciones, bíblicamente garantizada. Pero no es un mandamiento. El pastor debe evaluar la situación y determinar los lineamientos para esta práctica. A mí me parece que es prerrogativa del pastor el decidir a quiénes casará. Sin embargo, se trata de un privilegio que no puede ejercitarse ligeramente.
La primera contingencia que se debería enfatizar de una forma gentil y positiva es la obligatoriedad de completar un curso prematrimonial. Cuando una pareja se dirija a él para solicitar sus servicios, el pastor debe asumir que están dispuestos a tener, por lo menos, una cita en privado con él. Después del acercamiento, él simplemente debe revisar su agenda y sugerir algunas fechas posibles para una próxima reunión en su oficina. En esta primera visita, ya se puede arrancar con la sesión uno del programa, que incluye la explicación de la necesidad de completarlo.
Durante el desarrollo de la sesión, el consejero puede hacer las siguientes recomendaciones:
1. Sugerir que la boda se retrase (muchas razones pueden entrar en juego: objeciones de los padres, inmadurez emocional o espiritual de uno u otro compañero, etcétera).
2. Sugerir también la terminación de la relación. Por ejemplo, si su intento de evangelización falla, debe advertir al creyente que termine sus planes de matrimonio.
Al hacer cualquiera de estas recomendaciones o al rehusarse a realizar la ceremonia, el pastor debe demostrar un espíritu positivo y lleno de gracia. Su razonamiento debe ser explicado con cuidado. Su objetivo es animar a la pareja a considerar los aspectos bíblicos y restricciones para que respondan a ellas favorablemente.
Cuando aconsejé a una joven pareja que acababa de graduarse del Seminario Bíblico y planeaban entrar en el ministerio, les recomendé que pospusieran su entrada al servicio hasta septiembre. Su ministerio y su matrimonio se beneficiaría al tomar esos tres meses para enfocarse en su relación.
El pastor consejero y la consejería prematrimonial para segundas nupcias
Asumiendo que la pareja es elegible para segundas nupcias, hay tres asuntos que demandan atención particular. Estimo que casi la mitad de la consejería matrimonial tiene que ver con el hecho de que uno de los cónyuges ya estuvo casado antes. Se observan tres puntos que, en muchas instancias, son el foco de la discordia matrimonial. El orden en el que se consideran no refleja su nivel de importancia, este variará de pareja en pareja.
Finanzas
El programa llevará al pastor-consejero a la discusión de las finanzas. Sin embargo, el tópico se aborda orientado hacia el establecimiento de una primera — y ojala fuera la última— base financiera. Pero el problema específico de un segundo matrimonio es la interrelación de la situación financiera independiente de cada uno. A menudo, cada uno podría entrar en el matrimonio con una importante cuenta bancaria, propiedades, terrenos e incluso seguros o pólizas como las de vida, que un esposo podría dejar a la viuda. Estos asuntos deben discutirse ampliamente en la pareja y hacerse acuerdos para la unión de estos recursos y la posesión común de ellos.34 Si la unificación no es posible por problemas legales o debe ser postergada por asuntos de impuestos, sería bueno para la pareja que se escriban acuerdos. También se les debería animar a redactar nuevos testamentos, en los que se expliquen cuidadosamente sus deseos en cuanto a los asuntos financieros. Todo esto debería redactarse antes del matrimonio y podría llevarse a cabo el día de la boda. Para atender los detalles de estos asuntos, el pastor puede aconsejar a la pareja para que busque asesoría legal.