Kitabı oku: «Versos Breves Sobre El Tiempo», sayfa 2
3. ABURRIDO EN UN BANCO
Aburrido en un banco
tomando el solecito
estaba una mañana
ya llevaba un ratito.
Un amigo que me vio
enseguida se ha acercado
“Hola”, dijo al llegar
y rápido me ha contado.
Que ha ido a un sitio
donde frío no hacía
una isla, y después
de ir allí me convencía.
Después de mucho pensarlo
me vine a conocer
ese sitio de mi amigo
¡Qué razón tenía él!
Varios años visitando
el magnífico lugar
donde frío no se pasa
aquí al lado del mar.
Es una isla tranquila
donde poder pasear
y vivir como uno quiera
a nadie le va a importar.
Si tienes ganas de juerga
lugares vas a encontrar
pero si quieres silencio
este es un sitio ideal.
Los inviernos vengo aquí
donde puedo disfrutar
de mi bañito diario
y luego a pasear.
En el hotel la comida
diversa suelen poner
allí los compatriotas
dicen que están muy bien.
Seguro que es verdad
pues ya somos conocidos
venimos por el invierno
nos hemos hecho amigos.
Llenamos el avión
todos buscamos lo mismo
disfrutar de este rincón
y un poco hacer turismo.
En el hotel nos conocen
y saben lo que comemos
nuestros gustos y horarios
y se lo agradecemos.
Porque a nuestra edad
ya tenemos arraigado
la comida, los caprichos
esos los han respetado.
Nuestra tarta de manzana
aquí la suelen poner
con natillas por la noche
eso es saber atender.
Camareros muy amables
que nos saben agradar
con detalles y sonrisas
y algún que otro refrán.
También vemos los partidos
sentados en un salón
donde música otros días
ponen con ritmo bailón
Así pasamos el tiempo
y nunca nos aburrimos
son buenas las vacaciones
y luego nos cuesta irnos.
Pero el tiempo deprisa
ya se sabe que pasó
y antes de darnos cuenta
el nuevo año llegó.
De nuevo en el avión
nos solemos encontrar
“¡A Malta!” decimos todos
nos vamos a descansar.
Y llegamos muy contentos
de nuevo al mismo hotel
el que cuida de nosotros
de ese cliente fiel.
Que en invierno regresa
para quitarse del frío
el que hace en su país
en donde siempre ha vivido.
Pero ahora de mayor
ha encontrado otro lugar
donde tumbarse al sol
y así frío no pasar.
AMOR
4. SENTADA EN LA VENTANA
Sentada en la ventana
mirando fijo al sol
una ráfaga de pronto
parece que atravesó.
Un recuerdo del pasado
a la mente ha venido
cuando tenía pequeños
y al parque he salido.
Y mientras ellos jugaban
a mí me gustaba ver
las sombras que en el suelo
se empezaban a mover.
El viento movía las hojas
y cuando estas bailaban
los rayos del sol en ellas
mil dibujos proyectaban.
Y era muy entretenido
pues me hacía soñar
con paisajes muy lejanos
de la montaña o del mar.
Era el baile de las hojas
pero se podía ver
las figuras que danzaban
al derecho o al revés.
Eso mismo en mi ventana
sentada estoy recordando
aquellas danzas del sol
y mis pequeños jugando.
¿Dónde estarán ahora?
¿Dónde el tiempo se ha llevado
aquellos días felices
que el recuerdo no ha borrado?
¿Y dónde estarán los otros?
tantos y tantos pasados
esos días, esos años
que el olvido ha borrado.
¿De qué nos sirve vivir
si todo se va a olvidar?
no importa si fui feliz
nadie lo va a recordar.
Y en el banco de aquel parque
otra persona estará
mirando quizás las hojas
como bailan al compás.
De esa brisa que juega
y no las deja en paz
las arrastra y se las lleva
y al sitio no vuelven más.
Es lo mismo que la vida
que un día nos llevó
al parque con alegría
pero aquello ya pasó.
Ya no hay niños, ya no hay juegos
ya nada es como ayer
sólo un recuerdo lejano
que no quisiera perder.
El viento y el sol vuelven
a aquel parque tal vez
pero los que allí habían
no los volverán a ver.
Aquellos niños crecieron
la vida les dispersó
hoy ya ni se ven siquiera
pues mucho tiempo pasó.
Y quizás en su recuerdo
ni el parque haya quedado
ni nada de aquellos juegos
es solo eso, pasado.
Que aquí en la ventana
he vuelto a recordar
al ver el sol y ese rayo
atravesando el cristal.
AMOR
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