Kitabı oku: «Análisis de redes sociales»

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Análisis de redes sociales

Conceptos y técnicas para la investigación social

Edinson Gabriel Brand Monsalve

Izzmay Nemessis Castañeda Pareja


© Edinson Gabriel Brand Monsalve e Izzmay Nemessis Castañeda Pareja

© Universidad de Antioquia, Fondo Editorial fcsh de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas

ISBN: 978-958-5157-60-6

ISBN E-book: 978-958-5157-61-3

Primera edición: mayo de 2021

Imagen de cubierta: Redes sociales. Sara Carolina Montoya Alzate, 2021. Técnica: edición digital de imagen.

Coordinación editorial: Diana Patricia Carmona Hernández

Diseño de la colección: Neftalí Vanegas Menguán

Corrección de texto e indización: José Ignacio Escobar

Diagramación: Luisa Fernanda Bernal Bernal,Imprenta Universidad de Antioquia

Hecho en Medellín, Colombia/Made in Medellín, Colombia

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita del Fondo Editorial fcsh, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia

Fondo Editorial fcsh, Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Antioquia

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Correo electrónico: fondoeditorialfcsh@udea.edu.co

El contenido de la obra corresponde al derecho de expresión de los autores y no compromete el pensamiento institucional de la Universidad de Antioquia ni desata su responsabilidad frente a terceros. Los autores asumen la responsabilidad por los derechos de autor y conexos.

Este libro es resultado de los proyectos de investigación “Medición del impacto de la educación superior regionalizada de la Universidad de Antioquia. Estudio de caso en los programas de Ingeniería, Sociología y Educación en la sede del Carmen” (2016-12686) y “Medición del impacto expost de la formación profesional regionalizada de la Universidad de Antioquia en los pregrados de Trabajo Social, Psicología y Biología de la sede del Carmen de Viboral” (2017-16927) desarrollados por los autores en el Grupo de Investigación Redes y Actores y Sociales (ras) de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Antioquia e inscritos en el Sistema de Investigación Universitaria. El texto presente extiende el alcance de dichas investigaciones incluyendo otras experiencias complementarias.

Autores

Edinson Gabriel Brand Monsalve. Sociólogo. Magíster en Desarrollo. Docente del Departamento de Sociología y miembro del grupo de investigación Redes y Actores Sociales (ras) de la Universidad de Antioquia.

Izzmay Nemessis Castañeda Pareja. Socióloga. Miembro del grupo de investigación Redes y Actores Sociales (ras) de la Universidad de Antioquia.

Prefacio

El análisis de redes sociales es un paso adelante en el desarrollo de instrumentos para comprender la realidad social que nos circunda. La construcción de mapas complejos de relaciones más allá de la correlación multivariada, la interpretación contextualizada o la exploración fenomenológica, propone una batería de instrumentos topológicos que permiten identificar diferentes escalas de relaciones entre los individuos de todo un universo. Este texto permite una introducción, unos primeros pasos a este fascinante mundo.

El desarrollo del análisis de redes sociales tuvo un escenario importante en el siglo xx, en las escuelas de antropología de Manchester, los estudios organizacionales de la Universidad de Chicago y los desarrollos de la sociología matemática, la sociometría o las intersecciones entre la física y las ciencias sociales. Para el siglo xxi, el método ha excedido las formaciones disciplinares y se ha instalado en el desarrollo de equipos interdisciplinarios de ciencias sociales computacionales o en las humanidades digitales.

Entre tanto, en Latinoamérica se presentan desarrollos importantes finalizando el siglo xx, con escuelas instaladas en México, Argentina, Brasil, Colombia y Chile; empiezan a plantearse desarrollos emergentes de análisis antropológicos en el campo de la salud pública o el cuidado paliativo, la cienciometría, el análisis político y de acción colectiva, la terapia familiar, entre otros temas. A pesar de todos estos desarrollos, la producción no ha sido tan prolífica en el terreno de la presentación de manuales de formación para el analista de redes, pues la producción se ha concentrado más en la aplicación y obtención de resultados, que en la formación de nuevos investigadores. Esto deja abierto un problema fundamental sobre la continuidad de las escuelas iniciadas en el uso y aplicación de análisis de redes en Latinoamérica.

El esfuerzo de este texto, justamente, se concentra en ofrecer un material que sirva para dar los primeros pasos en el análisis de redes sociales. El libro presenta un contexto general de controversias sobre su definición, desarrolla los elementos fundamentales teóricos para diferentes alcances analíticos del análisis de redes en las ciencias sociales e ilustra sobre las aplicaciones técnicas de software, la recolección de información y, sobre todo, la construcción de objetos de estudio.

Es un libro hecho para investigadores de las ciencias sociales que están acercándose al campo. Sin necesidad de ser un iniciado en las matemáticas, permite al lector comprender el uso y alcance de las herramientas analíticas del análisis de redes; además, da las pistas necesarias para derivar corrientes de estudio y escuelas que acompañan la reflexión de los objetos de estudio reticulares.

Desde otro punto de vista, la creación de manuales para el manejo de software para el análisis de redes es limitado. El software Pajek es una de las principales herramientas para el análisis de redes que no requiere habilidades de programación, pero que tiene la versatilidad de instalar desarrollos propios. Sin embargo, esta herramienta tiene su propio nivel de complejidad y este manual ayuda a expandir el material disponible al respecto, a la vez que profundiza en temas y desarrollos que otras publicaciones hispanas no han logrado.

Quizás lo más importante de este texto, más allá de sus contenidos, es la forma en que se construyó. Este es un esfuerzo de vida de varios lustros. Aquí se reúnen investigaciones de un período de más de una década en las que han participado múltiples grupos de estudiantes. Los resultados de este texto no son solo resultados de experiencia en investigación aplicada, sino de interacciones entre docentes y estudiantes. El profesor Edinson Brand ha dedicado gran parte de su vida académica a conformar equipos de estudiantes en los que todo proceso investigativo experimental con empresas, exploratorio con organizaciones comunitarias, básico con investigaciones financiadas por diferentes fuentes de recursos, ha sido también un proceso de formación para algunas generaciones de estudiantes de las ciencias sociales y las humanidades. Como mayor prueba de su valor y consistencia, este texto es escrito por el profesor Brand con la colaboración de una de sus más adelantadas estudiantes, Izzmay Castañeda.

Este libro es el resultado de todos estos procesos de formación. Cada investigación que ejemplifica un apartado tuvo detrás tanto un componente científico sólido como un proceso de formación de estudiantes. Este libro, precisamente, ejemplifica también un posible método de construcción de escuela de conocimiento, si se puede leer entre cada línea que presenta un comando, da una definición o muestra una controversia. Este tipo de materiales son fundamentales en cualquier biblioteca o archivo que se haga respecto del análisis de redes sociales.

Gabriel Vélez Cuartas1

Coordinador Colav2, Universidad de Antioquia

1. https://orcid.org/0000-0003-2350-4650

2. Colaboratorio de Vinculación para las Ciencias Sociales Computacionales y las Humanidades Digitales.

Introducción

La investigación en las ciencias sociales, particularmente en la sociología, ha venido aproximándose cada vez más a la perspectiva de las redes sociales para abordar diferentes objetos en los medios académico, social, empresarial y gubernamental, entre otros, constituyendo una perspectiva teórica, metodológica y técnica en rápido crecimiento, tanto en Colombia como en América Latina. Lo anterior inspira la iniciativa de proponer un texto que aporte algunos elementos, desde la experiencia, a la reflexión de cómo trabajar desde la perspectiva de las redes sociales.

Para responder a este requerimiento, es importante reconocer que hoy no puede hablarse de una única forma de trabajar con redes, tanto en su comprensión como en su intervención, lo cual invita a compartir las diferentes experiencias de análisis y gestión que se realicen para incrementar el acervo de conocimiento en esta materia. No obstante, es posible identificar aspectos teóricos y metodológicos que van mostrando, con su uso recurrente, algunas tendencias de consenso en la comunidad académica y profesional, tanto en los procesos de investigación orientados al análisis de las redes sociales, como en los de intervención orientados a su gestión.

El objetivo central de este libro es presentar el tema de redes sociales, desde la perspectiva investigativa, a todos aquellos que se inquieten por este, mas no constituye un manual de trabajo en el sentido estricto, sino más bien la puesta en común de una serie de construcciones logradas alrededor del tema en los trabajos de diferentes autores que aportan a su comprensión, así como de algunas consideraciones propias que han surgido como producto del trabajo investigativo y reflexivo realizado durante varios años, usando la metodología de análisis de redes sociales (ars).

Con este propósito, se ha estructurado un texto que consta de tres partes. La primera está conformada por dos capítulos. En el capítulo uno se expone una serie de definiciones que tratan de resolver la pregunta ¿qué es una red social?, buscando llegar a una idea general sobre el tema, dada la complejidad introducida por el alto número de definiciones que continúa en aumento, lo cual posibilita volver operativo el concepto y llevarlo a la práctica, tanto en el ámbito del análisis como en el de la gestión de redes sociales. Con esta intención, se presentan algunas consideraciones sobre el origen de este concepto, tanto del término como de su estudio en las ciencias sociales. Finalmente, dentro de este capítulo se intenta responder a la pregunta ¿cómo opera este concepto en la realidad?, para lo cual se exponen dos propuestas de caracterización de redes sociales que, a juicio de los autores, están vigentes para su análisis y gestión, esperando aportar a quienes se motivan por desarrollar trabajos desde esta perspectiva reticular. En el capítulo dos se ahonda en la presentación de la metodología para el ars, reconociendo algunas de las principales teorías en las que se sustenta y realizando una propuesta del proceso de formulación de un problema basado en esta perspectiva metodológica.

La segunda parte de este libro consta de tres capítulos, los cuales presentan la ruta metodológica para hacer ars a partir de diferentes propuestas técnicas. En el capítulo tres se trabaja la generación de la propuesta de análisis, ilustrando herramientas de trabajo para la sistematización de la información, el manejo de los datos a través de la generación de bases de datos en formatos relacionales con el uso de Excel y la elaboración de ficheros para su posterior uso en el software Pajek. El capítulo cuatro se presenta como una base para el uso del software Pajek, que busca iniciar al lector en el conocimiento de dicha herramienta con la intención de que pueda ahondar en su aprendizaje. En el capítulo cinco se expone la elaboración de diferentes instrumentos que pueden utilizarse a la hora de hacer trabajos con redes, los cuales el lector podrá adecuar a sus necesidades.

En la tercera y última parte del libro, compuesta por siete capítulos, se presentan diferentes tipologías de redes sociales con casos de aplicación en diferentes objetos de investigación, tratando de ilustrar al lector frente a las múltiples posibilidades de trabajo que se pueden abordar con la metodología de ars.

Se espera que este texto motive a todos aquellos interesados en el trabajo con redes sociales, particularmente desde la investigación, para explorar la realidad con mayor profundidad desde esta perspectiva, en procura de contribuir a su desarrollo tanto académico como experiencial, que redunde en la generación de propuestas que cualifiquen el trabajo investigativo desde esta perspectiva reticular.

Primera parte. Conceptualización

Capítulo 1. Red social. Un concepto en desarrollo

1.1. ¿Qué es una red social?

Para hablar de redes sociales, el punto inicial podría ser una pregunta diferente, como por ejemplo establecer cuál ha sido la evolución histórica del concepto, qué usos le han dado, en qué escuelas de pensamiento se inscribe, etc. De esta forma tratamos de dar una base epistemológica a lo que se quiere proponer en este texto, sin pretender dar gran profundidad al tema. No obstante, en este caso, aunque se plantearán algunos elementos al respecto, el punto de partida será presentar una definición de red social, sin esperar univocidad al respecto, ni tampoco resolver la pregunta que ha ocupado la pluma de diferentes autores durante mucho tiempo respecto a si se trata de un concepto, de una teoría, de un paradigma o de una metodología.

Si el lector quiere conocer la opinión de los autores sobre esta clasificación respecto a dónde pueden ubicarse las redes sociales, la respuesta será un depende, pues es posible que responda a todas estas clasificaciones o solo a algunas de ellas, es posible que se aborden categorías que hagan pensar al lector en una en especial o en todas a la vez, lo cual no hace que sea impreciso lo que aquí se quiere trabajar, sino que permite dar a entender que no se puede partir de un acuerdo único sobre el concepto de redes sociales, toda vez que ese acuerdo no está dado. Sin embargo, este libro pretende ahondar privilegiadamente en el ámbito metodológico. Con esto se adelanta una conclusión que se quiere compartir en este texto, a saber, el trabajo con redes sociales requiere que el investigador tenga una profunda claridad sobre lo que está trabajando, de tal forma que evite perderse en un mundo tan grande como es el mundo de las redes sociales.

¿Qué es una red social? Esta es la pregunta que debe resolverse al empezar una investigación o una intervención que quiera abordarse desde la perspectiva reticular. Gracias a la experiencia y a la participación en múltiples espacios de trabajo, es de conocimiento de los autores que esta pregunta suele aparecer al final, cuando ya se han zanjado profundas discusiones, diseños metodológicos, intervenciones y estudios que han pretendido dar cuenta de comportamientos sociales a partir de las redes como concepto central, limitando las posibilidades de comprensión y lectura de estructuras relacionales. Además, se presentan en estos espacios tantos conceptos de redes como intencionalidades existen sobre esta perspectiva, provocando posturas disímiles, con puntos de encuentro mínimos que hacen más difícil generar consensos de trabajo.

Buscando respuesta a este interrogante desde la participación en diferentes espacios como investigaciones, conversatorios, foros, conferencias, talleres, entre otros, así como por medio de la búsqueda de literatura sobre el tema tanto a nivel nacional, en Colombia, como a nivel internacional, cabe resaltar que en el país este es un campo en crecimiento, que ha logrado ampliar el acervo de conocimiento de manera significativa en los últimos años. Entre los trabajos que se encuentran en el país que hacen un balance de las definiciones de red social es importante mencionar, solo con el propósito de ilustrar, el realizado por Camilo Madariaga, Raimundo Abello y Omar Sierra,1 en el cual se hace una exposición de diferentes definiciones de red social de varios autores reconocidos en el tema, es decir, aquellos que son generalmente referenciados en diferentes textos, por lo que se usará en el presente libro como punto de partida bastante amplio para la definición de red social.

En el libro hay definiciones como la de Mony Elkaïm, quien plantea que es “un grupo de personas, miembros de una familia, vecinos, amigos y otras personas, capaces de aportar una ayuda y un apoyo tan reales como duraderos a un individuo o una familia. Es, en síntesis, un capullo alrededor de una unidad familiar que sirve de almohadilla entre esa unidad y la sociedad”.2 Para Shock es “un acto respectivo de una inclinación intencional de una toma de contacto continuado de una persona o de un grupo con otro, entre los cuales se crean vínculos sociales que pueden estar medidos por fenómenos emocionales, tales como simpatía, antipatía, amistad, enemistad y disposición o no a prestar ayuda”.3

Ross Speck y Carolyn Attneave afirman que “es un campo relacional total de una persona, y tiene generalmente una representación espacio-temporal”.4 Se relaciona especialmente con el intercambio de información. Para Speck e Uri Rueveni “es un conglomerado de individuos que se reúnen en un lugar y momento determinados con el fin de organizar más estrechamente las relaciones y lograr todo el apoyo que se necesita para la adaptación social”.5 Henderson, por su parte, “hace referencia al conjunto de conductas que tienden a fomentar relaciones interpersonales en un sitio y momento adecuado, alrededor de uno o más individuos y con objeto de facilitar el suficiente apoyo social para lograr un equilibrio psico-emocional que amplía mucho más la cobertura de las relaciones existentes y de las potencialidades que se generan en cualquier red social”.6

Para Pio Sbandi “es una Figura social en que varios individuos se reúnen y, en virtud de las interacciones que se desarrollan entre ellos, obtienen una creciente aclaración de las relaciones de otras Figuras sociales”.7 Elina Dabas define las redes sociales como “sistemas abiertos que a través de un intercambio dinámico entre sus integrantes y con integrantes de otros grupos sociales favorecen la potencialización de los recursos que posee. Desde este punto de vista, cada miembro de una familia de un grupo o de una institución se enriquece a través de las múltiples relaciones que cada uno de los otros desarrolla. Así, los diversos aprendizajes que una persona realiza se potencian cuando son socialmente compartidos en procura de solucionar un problema común”.8 Reales, Bohórquez y Rueda la definen como un “sistema humano abierto, cooperativo y de propósito constructivo que a través del intercambio dinámico (de energía, materia e información) entre sus integrantes permite la potencialización de los recursos que éstos poseen”.9 Para Kethleen es “un conjunto de relaciones humanas que tienen un impacto duradero en la vida de cualquier persona. Desde esta perspectiva la red está formada por los sujetos significativos cercanos al individuo y constituye el ambiente social primario en que éste se desenvuelve. En este sentido, la componen los miembros de la familia nuclear, los amigos, los vecinos, los compañeros de trabajo y los conocidos de la comunidad”.10

Para Light y Keller es un “tejido de relaciones entre un conjunto de personas que están unidas directa o indirectamente mediante varias comunicaciones y compromisos que pueden ser vistos como una apreciación voluntaria o espontánea, siendo heterogénea y a través de los cuales cada una de ellas está buscando dar y obtener recursos de otros”.11 Itirago e Itirago la definen como “el medio más efectivo de lograr una estructura sólida, armónica, participativa, democrática y verdaderamente orientada al bienestar común”.12 Para Jorge Riechmann y Fernández Buey son “conexiones o articulaciones entre grupos y personas con un objetivo común que sirve de hilo conductor de tales relaciones, las cuales pueden ir desde relaciones familiares o de compadrazgo hasta movimientos sociales”.13 Madariaga, Sierra y Abello afirman que “son mecanismos efectivos que utiliza la gente en desventaja socioeconómica para subsistir. Este concepto revela que las condiciones de vida de estas personas no les permiten, en primera instancia, atender otras necesidades de desarrollo diferentes a las que tienen que ver con su sobrevivencia, ya que entre los problemas que afrontan estos sectores está el de los bajos ingresos que reciben, que en el mejor de los casos sólo les permiten cubrir los gastos de sus necesidades básicas, principalmente, las relacionadas con la alimentación”.14

Estos autores recogen las diferentes definiciones a partir de cuatro líneas de comprensión de lo que es una red social: una forma de funcionamiento de lo social, una modalidad de pensar las prácticas sociales, una estrategia que guía acciones comunitarias e intervenciones sobre grupos vulnerables y la idea de una propuesta organizacional alternativa respecto a la forma piramidal clásica de organización, fundamentada en el mando del control social. Una vez hecha esta consideración, definen las redes sociales como

formas de interacción social continuas, en donde hay un intercambio dinámico entre personas, grupos e instituciones, con el fin de alcanzar metas comunes en forma colectiva y eficiente. Constituyen un sistema abierto y en construcción permanente que involucra a individuos y a grupos que se identifican en cuanto a las mismas necesidades y problemáticas y que se organizan para potenciar sus recursos por medio del intercambio y el reciclaje de experiencias en múltiples direcciones. El propósito u objetivo común a los miembros de una red es la razón de ser de la misma; es lo que articula y convoca a los diversos actores sociales que la componen.15

Complementariamente, Carlos Sluzki, un autor reconocido en el tema, también hace un balance de autores importantes en la materia, de acuerdo a los aportes que hicieron a la comprensión de qué es una red social en función de cómo abordaron en sus investigaciones la perspectiva reticular, es decir, desde una perspectiva metodológica: Kurt Lewin “incluye explícitamente variables centradas en relaciones sociales informales”;16 Jacob Levy Moreno inventó la técnica sociométrica denominada “sociograma, para esbozar un mapa de red de relaciones –del tipo de ‘quién conoce a quién’– en grupos y en comunidades [...] Jhon Barnes (1954, 1972) llevó a cabo un estudio pionero acerca de las redes informales y formales, familiares y extrafamiliares”;17 Elizabeth Bott “desarrolló metodologías pioneras para analizar las prácticas de interacción informal de la red familiar extendida, diferenciando la composición de la red (aspectos como el porcentaje de la red que está constituida por la familia o que pertenecen a la misma religión, la distancia geográfica entre el informante y los miembros significativos de su red, etc.), la estructura de la red (rasgos tales como densidad, agrupamiento en subredes o conjuntos, etc.) y los contenidos de las interacciones (aspectos como el apoyo que se brindan, la información práctica, los consejos, etc.)”.18

Erich Lindemann creó “la ‘teoría de la crisis’, resaltó a través de sus escritos la posición central de la red social personal –familiar y extrafamiliar– de un individuo en codeterminación de los efectos a corto y largo plazo de una situación de crisis”.19 Ross Speck, Carolyn Attneave y Uri Rueveni combinaron “en reuniones terapéuticas a la familia extensa con la red informal de las relaciones, para el manejo de pacientes en crisis”.20 Sluzki, particularmente, al referirse a las redes sociales, centrándose en las redes personales, describe que:

[...] Los contextos culturales y subculturales en los que estamos sumergidos, los contextos históricos, políticos, económicos, religiosos, de circunstancias medioambientales, de existencia o carencia de servicios públicos, de idiosincrasias de una región o un país o un hemisferio, sostienen y forman parte del universo relacional del individuo. En un nivel más microscópico, a su vez, la red social personal puede ser definida como la suma de todas las relaciones que un individuo percibe como significativas o define como diferenciadas de la masa anónima de la sociedad. Esta red corresponde al nicho interpersonal de la persona, y contribuye substancialmente a su propio reconocimiento como individuo y a su imagen de sí.21

En la literatura más actual sobre el tema se encuentran autores que siguen definiendo las redes sociales a partir del desarrollo de diferentes tipos de estudios, proponiendo definiciones propias o trayendo las de autores que han alcanzado un reconocimiento importante en la materia. Así, por ejemplo, Stanley Wasserman y Katherine Faust, en su reconocido texto sobre el ars, definen red social como “una red de relaciones que vincula a las entidades sociales, o de redes o vínculos entre las unidades sociales que emanan de la sociedad”.22 Para Montoya, Valencia y Montoya, “una red social puede definirse como un conjunto de puntos (actores sociales) vinculados por relaciones que cumplen determinadas propiedades. Las redes sociales poseen una estructura y una morfología propias, cuyas cualidades, como la posibilidad de cuantificar las relaciones y su consiguiente tratamiento matemático, evidencian diversas aplicaciones para el análisis e interpretación de las conductas sociales”.23 James Mitchell define la red social como “un conjunto específico de lazos entre un conjunto definido de personas, con la propiedad de que las características de estos vínculos pueden ser utilizadas para interpretar la conducta social de los individuos”.24

Sonia Bertolini y Valentina Goglio,25 Carlos Lozares26 y Rita de Cássia Melão de Morais et al.27 coinciden en definir las redes sociales como un conjunto de actores unidos de manera específica por vínculos y relaciones sociales, que pueden influir en los demás para orientar sus acciones mediante la socialización de información. Coleman28 define las redes como relaciones que conFiguran un capital social, por lo que su acceso puede ser socialmente calificado de acuerdo con las condiciones del contexto social de pertenencia, es decir, según las condiciones sociales, familiares, laborales, entre otras, de un individuo. Para Adilson Luiz Pinto y Audilio Gonzáles red social es la “forma de representar las relaciones y las cooperaciones afectivas o profesionales entre integrantes que se conectan horizontalmente”.29 Pablo Galaso, Sebastián Goinheix y Adrián Rodríguez se acogen a la postura de Isset et al., quienes señalan que el término red se emplea en la literatura de tres formas diferentes: “(1) metafóricamente, con el fin de describir un fenómeno de organización social [...] (2) para referirse a los métodos y paradigmas metodológicos que, desde el análisis de redes sociales, permiten medir las estructuras de las interrelaciones políticas [...] (3) de forma práctica, entendiendo a las redes como una herramienta que contribuye a lograr determinados objetivos, tales como la provisión de servicios públicos o la implicación en la gobernanza colaborativa local”.30

Humberto Charles, Aldo Torres y David Castro31 hacen la distinción entre las redes sociales físicas y las redes sociales virtuales. Las primeras las definen como el conjunto de contactos que posee un individuo, ya sean familiares, conocidos o amigos, y de los cuales puede recibir apoyo material o simbólico; las segundas se refieren al mismo tipo de contactos, pero cuya forma de localización es principalmente por internet.

Un trabajo más reciente en el país es el de José Hernando Ávila Toscano,32 en el que se discute el tema de las redes sociales enfocándose principalmente en su uso para la medición y análisis de la producción científica. Allí se reafirma que Colombia es un país emergente en el análisis de redes, reconociendo los avances en el tema de autores como Camilo Madariaga y Jorge Palacio, de la Universidad del Norte, quienes ya fueron mencionados; Gabriel Vélez, de la Universidad de Antioquia, y Sebastián Robledo, de la Universidad de Manizales, por sus investigaciones en bibliometría; Dolly Cristina Palacio, de la Universidad Externado de Colombia, por su trabajo en el análisis de redes socioecológicas y la importancia de la colaboración que ha tenido lugar entre diferentes colegas latinoamericanos para realizar seminarios internacionales sobre el ars.

Este balance de definiciones es posible ampliarlo reconociendo que todas son válidas o, dicho de otra forma, no hay argumentos para invalidarlas, en tanto son las construcciones que les permiten a los autores dar cuenta de la realidad social que estudian o intervienen desde una perspectiva reticular. Es por ello por lo que a lo largo del texto irán apareciendo otros autores con los que se podrá seguir ampliando este tema.

Queda claro hasta aquí que, en primer lugar, no hay una única definición del concepto de red social, lo que lo hace problemático, especialmente para el análisis. El énfasis que se hace en este concepto se presenta de manera diferenciada según el tema de interés, el contexto del fenómeno, la población objetivo, entre otros elementos emergentes, que definen la intención del análisis o de la intervención. Mientras que unos autores se quedan en un nivel general del concepto, otros trabajan las redes sociales de manera muy particular o específica, incluso en algunos casos podría decirse que se minimiza, tomando como referencia unas pocas características de la población que se investiga.

Hasta aquí puede establecerse que las redes sociales se identifican como: (1) una forma de entender cómo funciona el mundo y, por consiguiente, la forma en aprehenderlo en la investigación o en la intervención, (2) una forma de operativizar una práctica académica y/o social y (3) en algunos casos hay una fuerte orientación a verlas como una metodología, esto es, una manera de hacer algo, dirigido especialmente hacia organizaciones para la consecución y optimización de recursos. Estas definiciones tienen en cuenta el concepto desde lo más general y complejo, hasta lo más particular y sencillo, o viceversa.

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