Kitabı oku: «Poemas analfabetos», sayfa 2
Anarquía
En las tardes decantadas de otoño,
en el hervor del verano,
cuando emergen excitadas las flores,
atrás de la ventana en los temporales
arrachados del invierno,
observo pasar las anarquías
del momento, las de toda la vida,
no las estimulo porque sería
un intervencionismo intolerable,
no las analizo porque sería
desmembrar el baile de las cosas,
no las busco porque sería
una miopía teórica, el límite
del cristal para mirar,
no las observo, abjuro,
a estas alturas, de lo que se dijo,
de un verbo tan intencional,
las veo pasar a las anarquías
como el guardador de rebaños
ve el aleteo ornamental
de alguna mariposa acostumbrada,
sin mirar, sin saber,
sin la preocupación del nombre
ni el prefijo, sin medir las reglas,
anárquicamente, como siendo
las cosas y su revoloteo.
Baile
Os planetas são urubus
em volta do sol.
Carlos Peres de Alcântara
Bailábamos la danza de los giros,
electrones lentos, seda precisa,
movimiento de dos seres que se atraen,
se repliegan como alas,
se despliegan como ojos
cuyas huellas digitales son canales
marcianos y aires de tules
de la diosa que es del alba y el ocaso,
bailábamos la danza del conocimiento, conocíamos las curvas de la letra que escribimos,
rotábamos y orbitábamos,
vos eras el sol
y yo todos los planetas,
vos la flor del girasol
y yo la sombra tenue
y cansada del sol
de medianoche
de un norte que no soy,
valseábamos discusiones ancestrales,
éramos ancestros del quién sabe,
una flor de pasos explotaba
al ritmo de las leves gravedades,
una voz hecha de sedas nos sedaba
despertando la melena hecha tormenta,
navegar no era preciso
y en vivir ni se pensaba,
quemábamos las naves en el agua
y el eje del planeta se meneaba
en el paso de los seres que no saben,
saber todo se podía con la ciencia
que mira más atenta,
tener todo era una estufa despeinada
y todos los avances alcanzados
a la hora de lo tierno
y de un disco que giraba.
Belleza
Parpadeo que baila, rasgo hallado
por el ojo que mira y no puede no mirar,
equilibrio que a muchos ha desequilibrado
y nos hace ansiar, penar y despensar,
tristeza sublime, un parecido a ciertas flores,
a todas y a ninguna, a los cerros suaves,
ríspidos, las llanuras, hasta los dolores
por sentir que en el infierno tal cielo no cabe,
una obra construida con mil argumentos,
tersa como el relámpago que lo sabe
cuando brilla en la mirada una respuesta
que congela sol a sol ese momento,
en el brillo rojo del mar una nave
nos muestra el mascarón como propuesta.
Beso
Rastro de tinta traslúcida, sello en la piel,
Rastro de tinta traslúcida, sello en la piel,
caracol de seda, diálogo de los astros
que componen a los dioses
cuyos universos se unen,
versos de sílabas lentas,
semillas recitadas,
tormentas y deltas de ríos que desembocan
circulares, túneles subacuáticos,
criaturas cetáceas anfibias voladoras,
detonaciones, naciones
en las que quedarse para siempre,
preludios, interludios, conclusiones,
necesidad del decir más inmediato,
callarse las palabras,
hablarse las lenguas.
Café
Los vidrios son coladores
de rayos que se posan en unas mesas
tras un camino empolvado
por efluvios de cafés, de párrafos,
de tramas que avanzan o retroceden,
la música a veces enalcohola el aire
y se mojan los diarios del mañana y del ayer,
los tiempos se entrecruzan y a veces
se convierten en fotos o museos,
entonces el nombre del lugar
se parece a unos ojos claros,
a una constelación de gente
y los vidrios se parecen
a tu vida.
El café
Inicio, pausa, párrafos
apretados en el espacio breve
de un sol redondo tropical,
hábito, lugar, pretexto
para detener el frío de la vida,
la pesadez obligatoria o el sinsabor,
el último solo para el dramatismo
de los tangos solos.
Calma
1
Pausa para avisos entre tormentas,
hiato en que campea la ilusión,
momento vertical de las banderas
cuya duración constituye un don
para algunas corrientes pedagógicas
y gente refractaria al movimiento,
objetivo de organizaciones metódicas,
el rostro casi siempre insincero
de algunos funcionarios sobreactuados
dedicados a la venta de medidas
de gobierno desmedidas y datos
que semejan construir la realidad,
aquel que en su vida la prioriza
tal vez falte un poco a la libertad.
2
Consecuencia del amor desacatado,
concluidos los aullidos del orgasmo
los cuerpos se derriten enlazados,
exclusión de la mentira y el sarcasmo,
trascendencia del pulso del deseo,
puerto, casa, estufa a leña, brazos,
tiempo del recreo, fin del recreo,
llevarse por el ritmo de los pasos,
piano parsimoniosamente selvático,
armonía del ser y el parecer,
movimiento estático, extático,
silencio en el que bulle el universo,
las manos cariciosas de la mujer
con quien trepamos los catorce versos.
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