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EL MONTIEL EN LA DIVISIÓN DEPARTAMENTAL DE MANSILLA
Mantuvo Entre Ríos una ambigua división política heredada de la época hispánica hasta 1822, cuando el Coronel Lucio B. Mansilla a cargo del Gobierno de la Provincia, estableció, a los efectos de un mejor control administrativo, una división política acorde a las características de la época.
Basándonos en la fuente cartográfica editada por los Profesores Varini y Eguiguren en su libro “La creación del Departamento Federación”10, la región motivo de nuestro estudio, quedaba jurisdiccionalmente separada por una línea imaginaria dejando dividido al “Montiel” en dos, de tal manera que a partir de dicha línea, el oeste de la región pasaba a pertenecer al Departamento, cuya cabecera continuaba siendo la Parroquia de Alcaraz11. Hoy estos territorios corresponden a los Departamentos La Paz y norte del Departamento Paraná.
En tanto todo el territorio comprendido al este pasaba a depender del Departamento con cabecera en la ciudad de Mandisoví.
Entre 1849 y 1887 y merced a una nueva división político–administrativa, los actuales parajes “El Gato” y “Loma Limpia” fueron motivo de una distribución política entre los Departamentos La Paz y el entonces creado Departamento Concordia12.
NOTAS
1. Poenitz, Erich L. W. Edgar: “Los dueños de la Tierra”. En Enciclopedia de Entre Ríos. Tomo I. Página 43. Arozena Editores S. R. L. Paraná, 1978.
2. Rocha, Teresa: “Población Etnohistórica del Territorio Entrerriano”. En Historia de Entre Ríos. Tomo I. Página 65. Arozena Editores S. R. L. Paraná, 1978.
3. Castell, Juan Miguel: “Aporte histórico al pasado de Federal”. Artículo periodístico aparecido en el Bisemanario “El Federal” edición del martes 3 de noviembre de 1981. Federal, Entre Ríos.
4. Arce, Facundo A.: “Descubrimiento y Conquista del Río de la Plata”. En Historia de Entre Ríos. Tomo I. Página 1. Arozena Editores. Paraná, 1978.
5. Arce, Facundo A.: “El poblamiento 1573–1776”. En Historia de Entre Ríos. Tomo I, Página 106. Arozena Editores S. R. L. Paraná, 1978.
6. Macchi, Manuel E. y Masramón, Alberto J.: “Entre Ríos, Síntesis Histórica 1520–1930”. Editorial Sacha. Concepción del Uruguay. Entre Ríos.
7. Escuela Nacional de Comercio: “Aproximaciones en torno a la Historia de Federal”. Publicación N° 3. Federal. Entre Ríos, 1974.
8. Poenitz, Alfredo J. Erich: “La Ocupación Misionera al Sur del Miriñay (1769–1810)”. En Cuadernos de Estudios Regionales N° 4, Página 51. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Abril de 1983. Concordia. Entre Ríos.
9. Poenitz, Erich L. W. Edgar: “Belgrano Organizador Mesopotámico”. En Cuadernos de Estudios Regionales N° 6. Página 3. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Diciembre de 1983. Concordia. Entre Ríos.
10. Varini, César Manuel; Eguiguren, María S. R.: “La creación del Departamento Federación”. Historia de los Departamentos de Entre Ríos. N° 2, Paraná, 1986.
11. Varini César Manuel; Eguiguren, María S. R.: “La creación del Departamento Federación”. Historia de los Departamentos de Entre Ríos. N° 2, Paraná, 1986.
12. Poenitz, Alfredo J. Erich: “Evolución Demográfica de Concordia y su Departamento”. En Cuadernos de Estudios Regionales N° 2, página 27. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Agosto de 1982, Concordia. Entre Ríos.
POBLAMIENTO Y PRIMERAS ESTANCIAS
A PARTIR DE MEDIADOS DEL SIGLO XIX
La región del Montiel, en especial los actuales distritos Francisco Ramírez y Achiras del Departamento Federal, comenzaron a poblarse merced a que en dichas tierras se delinearon importantes establecimientos ganaderos.
Los pobladores de la región, en su mayoría de carácter mestizo, se dedicaron a la cría de ganados bovino y caballar.
Tanto para los particulares como para el gobierno provincial, el “Montiel” fue considerado “tierras de nadie”, en verdad baldías.
Por lo tanto los primeros reclamos legales se efectuaron en 1858 cuando un grupo de oficiales del regimiento Urquicista “Estrella”, solicitaron al gobierno provincial de entonces, la propiedad de un campo ubicado dentro de los siguientes límites: por el norte el arroyo Puerto, por el sur el arroyo Francisco Vega o “Gato”, por el este la Lomada de Montiel, al oeste el río Feliciano. Dicha propiedad comprendía una superficie de cinco leguas de frente por nueve leguas de fondo. Observando los méritos militares de los solicitantes, el gobierno aceptó el pedido y les dio la posesión de la tierra el 20 de junio de 18601. Podemos mencionar entre aquellos oficiales a Juan Bautista Arruabarrena, Antonio Leiva, Pedro Mc. Dougall, Quiterio Berón, Emiliano Redruello, Agapito Reinoso y Lisardo Quiroga.
Practicada la mensura correspondiente, se obtuvo una superficie de 16 leguas cuadradas, 155 cuadras cuadradas, es decir 53.459 hectáreas.
La adjudicación de tierras no cambió la situación de “Montiel”, ya que los nuevos dueños no vivieron en la zona ni propendieron a su poblamiento.
La ausencia de población alentó al vecino Don Juan Bautista Romero a solicitar al gobierno de Urquiza, el 22 de junio de 1860, una porción de campo cuya ubicación coincidía con la asignada a los oficiales urquicistas. El 28 de diciembre de ese año, le fue adjudicado el campo, con la condición que no deparara perjuicios para terceros2.
Como se puede apreciar, sucesivos propietarios manifestaron su interés por la región, sin embargo la realidad histórica da cuenta de las pocas o escasas familias que se asentaron en el lugar.
NOTAS
1. Poenitz, Alfredo J. Erich: “La ocupación espacial del Departamento Concordia” (1810–1880). En Cuadernos de Estudios Regionales N° 6, página 29. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Diciembre de 1983, Concordia. Entre Ríos.
2. Archivo de Catastro de Entre Ríos. (A. C. E. R.). Expediente Concordia N° 2824 y 2825. Paraná. Entre Ríos.
EVOLUCIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN EL MONTIEL DESDE LA ÉPOCA DE URQUIZA HASTA EL PRESENTE
Posiblemente los primeros que recorrieron parte de esta región fueron los españoles, ya que consideramos que los pueblos originarios eran los dueños de la tierra.
La región del Montiel antes y después de la llegada de los españoles fue tierra de “nadie”, ya que sobre ella jamás se ejerció un verdadero control político y por lo tanto el lugar se convirtió en refugio transitorio o permanente para tantas familias que huían de las guerras intestinas, y hombres marginados de otras regiones por razones políticas o judiciales buscaron protección en su enmarañada vegetación.
Ha sido posible constatar en el Montiel y en especial en el actual departamento Federal, la presencia de brasileños y uruguayos, además de mestizos correntinos y misioneros1.
De acuerdo con la interpretación del Profesor Manuel Varini, los primeros habitantes del Montiel y zona circundante, habrían provenido de las villas fundadas por Don Tomás de Rocamora a fines del siglo XVIII y otros directamente desde Santa Fe2.
En el año 1811 los portugueses en su incontenible avance, atacaron la región mesopotámica centro oriental, dedicándose al saqueo, robo y arreo de ganado. Parte de la población establecida en la franja nordeste entrerriana, huyó hacia tierras más seguras; eso fue la Región del Montiel, es decir al occidente del Río Gualeguay3.
Entre los estancieros más antiguos del Montiel aparece la familia Franco (no en la zona de investigación). En el año 1825 se concedió a Don Juan Esteban Franco un campo, que según testimonios ocupaba desde el año 1800. Los límites de dicha tierra eran: al norte arroyo Diego López, al sur arroyo Ortiz, al este el río Gualeguay y al oeste arroyo Aguada o San Martín. En septiembre de 1855, Franco vendió a Don Pedro Luna una parte de su propiedad. En 1871 los herederos de Luna, vendieron una fracción a Don Julio V. Díaz4.
Entre las décadas del sesenta y setenta del siglo XIX, en la región del Montiel se van incorporando nuevos propietarios formadores de las primeras estancias. Durante esta época se registran los nombres de Doña María Montenegro, Eusebio Acevedo, Julián A. Sosa, José María Duarte, Ignacio Altamirano, Lucio Barrios, José María de los Santos, Crisóstomo Luna, Casimiro Luna. Las propiedades de los nombrados se encontraban ubicadas en el distrito Diego López, en tanto que en el distrito Federal aparecen campos a nombre de Manuel Benítez, Eufemio López, Lino Irrazábal, Cesáreo Domínguez, Reyes Ortiz, Francisco Fragata, oficiales del Regimiento “Estrella”, Juan B. Romero, Pedro Mc. Dougall, Manuel Cantero, Fortunato Requena, Florencia C. de Requena, Ramón Gallegos, Justo José de Urquiza y Josefa B. de Rivarola5.
CAMPOS DEL GENERAL JUSTO JOSÉ DE URQUIZA
El General Justo José de Urquiza se constituyó sin duda en el mayor terrateniente de la Provincia de Entre Ríos y sus dominios territoriales se extendieron a Federal y Montiel.
El 17 de junio de 1851, el propio Urquiza cerraba trato adquiriendo campos que, hasta entonces, habían pertenecido a Don Teófilo Duportal. La mensura estableció una superficie de 16.962 hectáreas, 32 áreas equivalentes a más de seis leguas cuadradas, con los siguientes límites: al norte el arroyo Guerrero; sur arroyo Caraballo; este Río Gualeguay y por el oeste la Lomada de Montiel. Se presume que Urquiza personalmente nunca visitó dicho campo. En 1875, su heredera Doña Clodomira Urquiza de Victorica, vendió dicho campo a Don Domingo Fernández en cuyo recuerdo bautizó la estancia con el nombre de “Clodomira”. Urquiza, además de éste, poseyó otros campos en la región6.
LAS PROPIEDADES RURALES DEL DISTRITO FEDERAL
A PARTIR DE 1883
En 1883 el distrito Federal constituía el extremo occidental del departamento Concordia, y hemos podido constatar, según el plano original elaborado en aquel año y firmado en el mes de agosto por el Agrimensor Juan Lorenzo Presas, que en el mismo figuran los siguientes propietarios: familia Correa con media legua cuadrada, Del Campo y Halbach, Julián Luna, Doña Simona R. de Piris, Doña Mercedes R. de Calvento, Doña Ventura de Cruset, Menores de Domingo Mariano Requena, Doña Salomé R. de Pereyra, Fortunato Requena y Guillermo Johnston7.
EVOLUCIÓN DE LA PROPIEDAD RURAL EN EL SIGLO XX
A partir del siglo XX, el distrito Federal, hoy departamento Federal, asistió a un proceso de transformación socio–económica como consecuencia de la instalación de importantes ramales ferroviarios, como lo fueron las líneas Federal–Diamante, luego conectado a Paraná–Federal–Curuzú Cuatiá, y Federal–Concordia.
Por otra parte la explotación intensiva de la madera con destino a servir como leña, provocó el desmonte de miles de hectáreas y esto permitió el crecimiento de la ganadería vacuna y en menor escala la lanar.
La crisis económica de 1930, consecuencia de la mundial de 1929, estableció el comienzo de un incipiente éxodo rural que se acrecentó significativamente a mediados del siglo. El éxodo rural despobló la “Colonia Federal” que lentamente fue perdiendo población e importancia en la región. Como contrapartida, se verifica el crecimiento de la planta urbana, para la época “Villa Federal” que vio incrementada rápidamente su población. Familias enteras dejan sus antiguas viviendas rurales y se trasladan a la planta urbana para incorporarse al ferrocarril.
Una carta de la provincia de Entre Ríos de las propiedades rurales en 1927, nos muestra claramente la subdivisión rural y la aparición de condominios, y en particular “pequeños propietarios o simples arrendatarios”. Las causas o razones fueron las siguientes: 1ro.) Por la partición de campos por derechos sucesorios y 2do.) La ejecución de hipotecas de grandes propietarios en favor del Banco Hipotecario Nacional, como consecuencia de la crisis económica mundial8.
NOTAS
1. Almará, José Antonio: “Historia de Diez Pueblos Entrerrianos”. Publicación del Banco de Entre Ríos. Paraná, Abril de 1989.
2. Varini, César Manuel; Eguiguren, María S. R.: “La creación del Departamento Federación”. Historia de los Departamento de Entre Ríos N° 2, Paraná. 1962
3. Poenitz, Alfredo J. Erich: “La ocupación espacial del Departamento Concordia” (1810–1880). En Cuadernos de Estudios Regionales N° 6. Página 29. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Diciembre de 1983. Concordia. Entre Ríos.
4. Archivo de Catastro de Entre Ríos (A. C. E. R.) Expediente Concordia N° 41/3. Paraná. Entre Ríos.
5. Poenitz, Alfredo J. Erich: “La ocupación espacial del Departamento Concordia” (1810–1880). En Cuadernos de Estudios Regionales N° 6. Página 29. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Diciembre de 1983. Concordia. Entre Ríos.
6. Poenitz, Alfredo J. Erich: “La ocupación espacial del Departamento Concordia” (1810–1880). En Cuadernos de Estudios Regionales N° 6. Página 29. Instituto Regional de Investigaciones Científico–Culturales. Diciembre de 1983. Concordia. Entre Ríos.
7. Archivo de Catastro de Entre Ríos. Plano de las Propiedades Rurales. Distrito Federal. 1883. Paraná. Entre Ríos.
8. Almará, José Antonio; Castell, Juan Miguel: “La Colonia Federal Primitivo núcleo de la actual ciudad de Federal”. Separata de la obra publicada por el Prof. José A. Almará “Historia de Diez Pueblos Entrerrianos”. Página 124. Publicación del Banco de Entre Ríos; 1989.
LA “COLONIA FEDERAL” CENTRO DE COLONIZACIÓN
DEL MONTIEL
Como una verdadera “cuña”, metido de norte a sur en el territorio entrerriano, el “Montiel” permaneció hasta fines del siglo XIX al margen de los grandes acontecimientos políticos y militares. Sin embargo muchas familias huyendo de las secuelas de las guerras civiles jordanistas, habíanse asentado en los antiguos campos que alguna vez pertenecieran al oficial urquicista Don Tomás Lezcano, cuya figura política gravitó en la región hasta su hoy incierta desaparición, cual parece habría marchado a Corrientes, lugar donde finalmente falleció1.
1880 será un año clave para el centro norte entrerriano, ya que el 7 de septiembre de ese año, el entonces gobernador Coronel Don José Francisco Antelo promulgó el Decreto Fundacional dando vida legal a la primera colonia agrícola de la región, esto es, la Colonia Federal conocida en sus primeros años como “Antelo” por su fundador legal. A partir de 1884, fecha en que finalizó la Diligencia de Mensura, confeccionada por el Agrimensor Oficial Don Edmundo Pietranera, quien se trasladó al entonces distrito Federal para tal fin, quedó oficializada con el nombre de Federal. Respecto del topónimo “Federal, la historia científica aún no ha podido probar su origen en esta zona; pero a título de fundamentos podrían considerarse dos tesis: primero, que dicho nombre sea herencia de la corriente Federal, tan difundida en esta provincia y defendida heroicamente por Ramírez y Urquiza. Segundo, que a la Colonia se la haya identificado con el nombre del Distrito, denominándose a ambos con el mismo topónimo.
La flamante Colonia, según consta en diferentes documentos de la época como informes oficiales anuales y la misma diligencia de mensura, progresó rápidamente. Esta afirmación cobra cuerpo a partir del año 1905, fecha en que se practicó un ensanche llevando los límites de la misma, por el norte hasta la ribera sur de los arroyos Vizcachas y Real, antiguo lindero y propietarios existentes. Por el oeste arroyo Chilcal Grande. El nuevo límite sur lo constituyó el lindero con los campos de los herederos de Don Lino Irrazábal. En tanto por el este el nuevo límite fue fijado por los campos de la familia Ugartemendía y antiguos propietarios2.
Con fecha 8 de agosto, el Superior Gobierno de la provincia de Entre Ríos, dispuso que el Agrimensor G. Ulibarrie procediera a mensurar las nuevas concesiones. Según consta en la Diligencia, finalizada en noviembre de 1905, el Agrimensor subdividió los terrenos siguiendo la mensura practicada en 1880 por Pietranera, obteniendo veintiocho lotes completos y cuarenta fracciones irregulares.
Los lotes que fueron incorporados a la planta rural, en la actualidad están cruzados por la ruta provincial N° 5 que une la localidad de Federal con La Paz. Según el propio documento los nuevos lotes están asentados sobre terrenos “montuosos en general”. Además en el plano adjunto de Geodesia, se deja establecido que se destina un lote donado al Arzobispado de Paraná con la finalidad de levantar en él una capilla. Los nuevos propietarios pertenecientes al ensanche de la colonia, recibieron sus títulos de propiedad consecuentemente con la Ley 2375, el 27 de octubre de 19113.
NOTAS
1. Escuela Nacional de Comercio: “Aproximaciones en torno a la Historia de Federal”. Publicación N° 3. Federal. Entre Ríos, 1974.
2. Duplicado de la Diligencia de Mensura y Rectificación de la delineación de la “Colonia Federal” (antes Colonia Antelo) creada por Decreto del 7 de septiembre de 1880. Provincia de Entre Ríos. Departamento de Obras Públicas. Año 1884.
3. Duplicado de la Diligencia de Mensura y Sub División del campo contiguo a la “Colonia Federal” (Ensanche). Provincia de Entre Ríos. Departamento de Obras Públicas, N° 314, Año 1905.
VÍAS Y MEDIOS DE COMUNICACIÓN
Las pocas familias que se asentaron en la región de “Montiel” constituyeron un núcleo rural disperso. La ausencia de una incipiente población estable, impidió el surgimiento de pueblos y villas que demográficamente justificaran su integración con las regiones vecinas.
Debemos recordar que el poblamiento español en América fue eminentemente urbano, con el consabido desarrollo de las vías y medios de comunicación, en especial por razones de carácter económico1.
El “Montiel”, equidistante de las vías fluviales Paraná–Uruguay, recibió en forma tardía los beneficios de la comunicación terrestre ya que se construyeron primero líneas férreas y más tarde caminos2.
Durante el siglo XVIII el Montiel, en especial el actual Departamento Federal, se integró a la “carrera de postas” que partiendo del Pueblo de La Bajada (hoy Paraná), se dirigía hacia las Misiones Jesuíticas atravesando nuestra provincia con dirección suroeste–noreste. Dicho “camino” era recorrido exclusivamente por chasquis y mensajeros especiales, que en contadas oportunidades se atrevían a adentrarse por la enmarañada vegetación del Montiel para luego rumbear hacia la costa del Uruguay y desde allí directamente a las Misiones. La existencia de esta precaria ruta, ha sido probada por el Padre Guillermo Furlong Cardish en su publicación “Los Jesuitas y la cultura Rioplatense”3.
En el año 1849 el Ministro Secretario de Gobierno Coronel Don José Miguel Galán, en cumplimiento de lo ordenado por el Poder Ejecutivo de la Provincia, mandó efectuar un relevamiento de todas las postas existentes en la provincia. Remitió una circular a todos los Comandantes de Departamento, solicitando elevar sus respectivos informes con la situación de cada jurisdicción4. La fundación de la Villa de San Antonio de Padua de la Concordia, a partir del 29 de noviembre de 1831 y su rápido crecimiento socio económico estratégico, determinó que se estableciera una carrera de postas por la Villa de Villaguay, conectando a Concordia con Paraná. Además corroboramos por el Censo de 1849 la existencia de una carrera de postas alternativa, que saliendo de Paraná se dirigía al pueblo de Alcaraz, de allí a Sauce de Luna, para luego atravesar Diego López y Chañar hasta Concordia5.
El viaje, la mayoría de las veces resultaba peligroso y hasta accidentado. Muchas veces los carruajes tumbaban o volcaban y debían ser reincorporados por los propios viajeros, postillones y conductores.
La inmejorable situación geográfica de Federal constituía el paso obligado para unir ciudades ubicadas a orillas de los ríos Uruguay y Paraná, como así también para vincular el sur correntino con la capital entrerriana.
A comienzos de la década del 1880, Don Antonio Flores estableció el primer correo a caballo desde Federal hasta Concordia. Simultáneamente se establecieron líneas de mensajerías. Cada cuatro leguas había una posta, jamás podía pasar ese límite en todo el territorio entrerriano. En cada posta la diligencia cambiaba de caballos, que eran de un mismo pelo, para diferenciarlos de la anterior y de la siguiente.
La primera mensajería Colonia Federal–Concordia estuvo dirigida por Don Juan Cruz Eguillord. Más tarde estuvo a cargo de Don Antonio Echeverría y contaba con tres vehículos: “La Aurora”, “La Triunfadora” y “La Estrella de Federal”.
Para 1920 existían cuatro líneas de mensajerías:
La de Antonio Echeverría que iba a Concordia por Paso Sociedad (sobre el río Gualeguay),
La de Ledesma, por Paso Gallo (sobre el río Gualeguay),
La de Eduardo Barnada, por Paso Duarte (sobre el río Gualeguay) y
La de Julián Acosta que iba a La Paz.
Las mensajerías constituyeron el primer servicio colectivo de tracción a sangre de carácter regular y su implementación aceleró la era de las comunicaciones terrestres.
La “Estrella De Federal” de los Echeverría desapareció cuando comenzó a prestar servicios el ferrocarril hacia Concordia.