Kitabı oku: «Territorio en movimiento(s)»
TERRITORIO EN MOVIMIENTO(S)
TERRITORIO EN MOVIMIENTO(S)
Ausencias y emergencias en torno a la finca tradicional afrocaucana
Isabel Cristina Tobón Giraldo
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Reservados todos los derechos
© Pontificia Universidad Javeriana
© Isabel Cristina Tobón Giraldo
Primera edición: noviembre de 2019
Bogotá, D. C.
ISBN (impreso): 978-958-781-419-4
ISBN (digital): 978-958-781-420-0
DOI: https://doi.org/10.11144/Javeriana.
9789587814200
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Bogotá, D. C.
Cuidado de texto:
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Diagramación:
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Diseño de cubierta:
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Lápiz Blanco S.A.S.
Pontificia Universidad Javeriana | Vigilada Mineducación. Reconocimiento como Universidad: Decreto 1297 del 30 de mayo de 1964. Reconocimiento de personería jurídica: Resolución 73 del 12 de diciembre de 1933 del Ministerio de Gobierno.
Pontificia Universidad Javeriana. Biblioteca Alfonso Borrero Cabal, S. J.
Catalogación en la publicación
Tobón Giraldo, Isabel Cristina, autora
Territorio en movimiento(s): ausencias y emergencias en torno a la finca tradicional afrocaucana / Isabel Cristina Tobón Giraldo. -- Primera edición. -- Bogotá: Editorial Pontificia Universidad Javeriana, 2019. (Colección Encuentros).
264 páginas; 24 cm
Incluye referencias bibliográficas (páginas 253-263).
ISBN: 978-958-781-419-4
1. Territorialidad humana 2. Movimientos sociales 3. Ecología 4. Geografía humana I. Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Ciencias Sociales. Doctorado en Ciencias Sociales y Humanas
CDD 304.23 edición 21
inp 25/10/2019
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Los pueblos no esperan a los teóricos para hacer sus revoluciones.
BOAVENTURA DE SOUSA SANTOS
CONTENIDO
LISTA DE SIGLAS
PRÓLOGO
Germán Rodrigo Mejía Pavony
AGRADECIMIENTOS
INTRODUCCIÓN
PRIMERA PARTE: EL TERRITORIO
I. EL TERRITORIO, LA GEOGRAFÍA HUMANA Y SU DEVENIR
Aproximación física al territorio nortecaucano
Las geografías del sur: una propuesta comprensiva
II. LOS CONDENADOS DE LA TIERRA
III. LA EPISTEMOLOGÍA DEL SUR Y EL DEBER DE LA MEMORIA
Las epistemologías del sur y el campo de la memoria
El documento y el monumento: Esclavitud y libertad en el valle del río Cauca
SEGUNDA PARTE: LA FINCA TRADICIONAL AFROCAUCANA
IV. TRABAJO Y DESARROLLO EN LA FINCA TRADICIONAL
Expresiones fascistas en el valle geográfico del río Cauca
Aproximaciones críticas al desarrollo y otro-desarrollo
V. LA FINCA TRADICIONAL AFROCAUCANA COMO ESPACIO DE ESPERANZA
VI. LA DIMENSIÓN PATRIMONIAL DE LA FINCA TRADICIONAL AFROCAUCANA
TERCERA PARTE: IDENTIDADES MESTIZAS
VII. IDENTIDADES MESTIZAS
La Ley 70 de 1993: la “oportunidad” de ser afro
Identidades mestizas, encuentros de saberes
La finca tradicional afrocaucana y su identidad territorializante: estar-siendo y ser-estando
VIII. EL PASADO, LAS MEMORIAS Y EL FUTURO
Literatura, historia y memorias
Liberando las memorias cautivas
Las memorias de un minuto
Una advertencia
IX. ACCIÓN COLECTIVA Y ORGANIZACIÓN
Movilizaciones memorables, el germen de los actuales movimientos sociales
La Constitución del 91 y la Ley 70 en movimiento
Organizaciones sociales, nodos y redes comunitarias en el norte del Cauca
X. JUSTICIA PROPIA PARA LA AUTONOMÍA TERRITORIAL
XI. ADORACIONES Y VIOLINES, EXPRESIONES CULTURALES Y ARTÍSTICAS AFRONORTECAUCANAS
Adoraciones al Niño Dios, una natividad resignificada en Villa Rica
Los violines caucanos, protagonistas en las Adoraciones
Una mirada al futuro desde los abuelos
EPÍLOGO. LA FINCA TRADICIONAL AFROCAUCANA, EMANCIPACIÓN Y UTOPÍA
Formas emancipatorias más allá del capital
PRINCIPALES COLABORADORES DEL TRABAJO EN EL TERRITORIO
REFERENCIAS
LISTA DE FIGURAS
Figura 1. Formas comprensivas aplicadas al territorio
Figura 2. Acepciones, dimensiones y relaciones del movimiento en la investigación
Figura 3. Localización del norte del Cauca en Colombia
Figura 4. Producción azucarera en el valle geográfico del río Cauca
Figura 5. Territorio: conflicto, diversidad y diferencia
Figura 6. Conflictos territoriales en el Cauca
Figura 7. Conglomerado bioindustrial de la caña de azúcar en el valle del río Cauca
Figura 8. La conquista de las tierras del norte del Cauca por el monocultivo de caña de azúcar
Figura 9. Organizaciones en la red de la Unidad de Organizaciones Afrocaucanas
Figura 10. Propuesta inclusiva de la Justicia Comunitaria Afro en la estructura de la Rama Judicial en Colombia
Figura 11. Procedimientos de resolución de casos en el Tribunal de Justicia Comunitaria Afro
LISTA DE SIGLAS
ACCN | Asociación Cultural Casa del Niño |
ACIN | Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca |
Acnur | Agencia de la ONU para los Refugiados |
Aecid | Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo |
ANC | Asamblea Nacional Constituyente |
ANUC | Asociación Nacional de Usuarios Campesinos |
Asocaña | Asociación de Cultivadores de Caña de Azúcar de Colombia |
Asocodita | Asociación Comunitaria para el Desarrollo Integral Tierra de Águilas |
CCEEU | Coordinación Colombia-Europa-Estados Unidos |
CCJ | Corporación Colombia Joven |
CEI | Centro de Estudios Interculturales de la Universidad Javeriana (sede Cali) |
Cenicaña | Centro de Investigación de la Caña de Azúcar en Colombia |
CES | Centro de Estudios Sociales de la Universidad de Coimbra (Portugal) |
CIAT | Centro Internacional de Agricultura Tropical |
CIDH | Corte Interamericana de Derechos Humanos |
Cidse | Centro de Investigaciones y Documentación Socioeconómica |
Cimas | Comité de Integración del Macizo Colombiano |
CNP | Centro Nacional de Productividad |
CRIC | Consejo Regional Indígena del Cauca |
ELN | Ejército de Liberación Nacional |
Emcodes | Empresa de Cooperación al Desarrollo |
FARC-EP | Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo |
Fedetev | Federación de Trabajadores del Valle |
Forcovi | Fortalecimiento Comunitario Villarricense |
FTA | Finca tradicional afrocaucana |
Funrev | Fundación de Restauración y Vida |
IAP | Investigación acción participativa |
ICA | Instituto Colombiano Agropecuario |
ICBF | Instituto Colombiano de Bienestar Familiar |
Incoder | Instituto Colombiano de Desarrollo Rural |
Joacdeco | Jóvenes en Acción para un Desarrollo Comunitario |
MCPNC | Movimiento Cívico Popular Nortecaucano |
OIT | Organización Internacional del Trabajo |
ONU | Organización de las Naciones Unidas |
Orjudec | Organización Juvenil para el Desarrollo Comunitario |
PCN | Proceso de Comunidades Negras |
PERLA | Proyecto de Etnicidad y Raza en Latinoamérica |
PIB | Producto interno bruto |
Procaña | Asociación Colombiana de Productores y Proveedores de Caña de Azúcar |
RSE | Responsabilidad social empresarial |
SENA | Servicio Nacional de Aprendizaje |
Tecnicaña | Asociación Colombiana de Técnicos de la Caña de Azúcar |
UNAB | Universidad Autónoma de Bucaramanga |
Unesco | United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) |
UOAFROC | Unidad de Organizaciones Afrocaucanas |
Vallenpaz | Corporación para el Desarrollo y la Paz del Valle |
PRÓLOGO
¿Es posible otro mundo? Esta pregunta está lejos de ser ajena a Isabel, la autora de este libro, pues no solo es una de las entrañas del libro que tenemos entre manos, su esencia, sino que orientó e inspiró su escritura. Esta pregunta impulsó a Isabel a realizar la investigación que sustenta este texto y la motivó a correr un inmenso riesgo, ya que buscó resolverla en su tesis doctoral. ¡Y lo hizo! Otro mundo sí es posible.
En el epígrafe con el que introduce uno de los artículos escritos como parte de su formación doctoral, que no casualmente se titula “Otro mundo sí es posible: la finca tradicional afrocaucana, una experiencia de autonomía”, Isabel transcribe un bello aparte de un conocido libro de Mateo Mina (Michael Taussig) que dice: “En aquellos tiempos, los antiguos esclavos del Valle casi conquistaron un Nuevo Mundo para el pequeño agricultor, un mundo sin terratenientes, sin mercados, donde los campesinos vivían en fructuosa armonía entre sí y con la naturaleza”. Este programa, ubicado por Taussig en el pasado, es el de una ausencia, pues ese Nuevo Mundo no se logró, ya que el latifundio, el mercado, la hostilidad del ser humano con la naturaleza y, en definitiva, la soberanía de la gran propiedad se consolidaron en este territorio y, lo que fue más grave, sus consecuencias fueron valoradas como progreso. Esto es, las élites, los gobernantes, los intelectuales y los científicos naturalizaron como cierto que el pequeño agricultor era la rémora del desarrollo, que el campesino que allí habitaba era un ruralita y que, como tal, era ignorante e incivilizado. Nos convencimos así de que este era el mejor de los mundos y aún hoy, que somos testigos de las catástrofes a las que ha dado lugar, seguimos defendiéndolo.
La ausencia de ese Nuevo Mundo, pero que intuimos que es necesario, a pesar de estar convencidos de que habitamos en el mejor de los mundos posibles, ha dado lugar a una preocupación que nos acompaña insistentemente: la sostenibilidad del desarrollo. Así, la idea de progreso —de carácter liberal y burguesa en su proyecto de informar al Estado nación, al capitalismo, a la democracia representativa, a una idea de igualdad, en la que no caben todos los seres humanos, y a una concepción de la naturaleza como fuente de los deseos insaciables de ese acumulador obsesivo que es el burgués— se convirtió en la quintaesencia de lo que aceptamos como el mejor de los mundos posibles. Por eso nos convencimos de que solo al lograr la sostenibilidad del desarrollo, el mundo del progreso seguiría siendo el mejor de los posibles. Sin embargo, la sostenibilidad no pasa de ser la mesura en el desarrollo, la cautela en la velocidad del crecimiento, la sensatez en la escala de la acumulación. Nuestro mejor mundo posible no es, por tanto, una alternativa real de futuro, sino un anhelo acrítico que prolonga el presente.
Entonces, ¿es posible otro mundo? La primera dificultad que encontró Isabel para responder esta pregunta fue precisamente eso, la pregunta, pues dice la ciencia moderna que no es posible inquirir por lo que no puede existir. Un segundo asunto se desprendió inmediatamente del anterior: es inútil, o por lo menos ingenuo, buscar lo que para los científicos sociales solo existe y puede ser exitoso dentro de las coordenadas del progreso, del desarrollo o del crecimiento. Por esto, para poder buscar ese otro mundo, se debía superar la barrera de las epistemologías, de los marcos teóricos, de las metodologías, en fin, de los programas investigativos propios de la modernidad científica, pues estos están orientados al desarrollo, como una verdad aceptada por esas comunidades académicas. Sin embargo, lo que este libro entrega, en este sentido, no es solo el atrevimiento de preguntar por ese otro mundo, sino la aventura de haberlo buscado y el riesgo de afirmar que sí existe, pues el texto examina un hallazgo: la finca tradicional afrocaucana como un manifiesto de ese otro mundo. Esta fue la tesis. Este es el libro.
Un punto de partida y dos condiciones posibilitaron dar forma a este manifiesto de un mundo distinto: primero, la consciencia de que el hallazgo fuera posible de lograr, pero que no conseguimos encontrarlo, pues requerimos de dos condiciones particulares para buscarlo: la epistemología/geografía del sur y la verdad sentipensante. Por eso, Isabel declara en la introducción de su tesis doctoral: “Reconozco la necesidad de una nueva forma de conocimiento íntimo, comprensivo, creativo y responsable en la articulación de lo científico natural-social, en múltiples dimensiones y escalas relacionadas, involucrándome de manera íntima e incorporando el sentido común”. Y, de esta manera, da
cuenta del lugar para aportar al saber mostrando cómo los pobladores han constituido relaciones orgánicas, telúricas y de intimidad con el territorio a través de una dimensión afectiva de los vínculos sociales, económicos y políticos, así como con sus representaciones culturales. Lo que resulta más relevante aquí es la heterogeneidad, la singularidad y la particularidad de las interlocuciones de los habitantes con su entorno.
Así, Isabel encuentra que la finca tradicional afrocaucana es el anuncio, el manifiesto, de ese otro mundo. No porque lo sea ya, sino porque lo contiene como una posibilidad cierta. En el artículo mencionado, dice la autora que esta finca es
una forma político-económica y sociocultural fundamentada en conocimientos, populares y campesinos; es una iniciativa territorial que envuelve prácticas de relación con la tierra, condiciones organizativas, nociones jurídico-normativas, educativas, artísticas, de salud; es un sistema de vida y una potencia que resiste al capitalismo neoliberal.
Por ello, para Isabel, “la finca afrocaucana como política de vida pretende transformar las condiciones de injusticia que se están agenciando, cuando en diversas situaciones es el mercado el que establece las reglas de relacionamiento desigual entre las personas”. De esta manera, la finca tradicional afrocaucana se puede entender como “otra economía, en la medida en que construye relaciones en el aprovechamiento y distribución de alimentos producidos en pequeñas parcelas que operan en redes solidarias de proximidad y sin pretensiones de acumulación”. Por esta razón, concluye Isabel, “estas prácticas de vida campesina resultan una forma de resistencia frente a los esquemas homogeneizantes del capitalismo neoliberal”.
Para entender y explicar la finca tradicional afrocaucana, se vale Isabel en su libro de una narrativa que en once capas da cuenta tanto de las particularidades de este sujeto, la finca, como del modo de acercarse a ella desde la epistemología/geografía del sur, para aprehenderla desde la verdad sentipensante. Las primeras capas se refieren al territorio, a quien lo habita y a una memoria, el tiempo, que emana de esa imbricación entre sujeto y espacio. Las siguientes capas narrativas se centran en la finca propiamente dicha, pero la exploran aclarando los alcances de su naturaleza como dinámica tradicional, como espacio de esperanza, e insistiendo en la memoria, que se piensa como patrimonio. Finalmente, las restantes capas narrativas hablan de hibridaciones, mestizajes y descolonizaciones. En síntesis, como dice Isabel en el epílogo del libro,
el planteamiento de otro mundo es posible, defendido por movimientos y organizaciones sociales a nivel mundial ante la opresión, la desigualdad, la explotación y la injusticia, hace que la esperanza reverdezca y florezca imperfecta a través de formas organizativas construidas desde abajo, en donde la herencia se funde y se confunde con las tradiciones. De tal forma que las tradiciones se posicionan como principios organizativos que orientan acciones y estrategias. Con ello, las formas organizativas emancipatorias dotan de otros significados a los acontecimientos y a las prácticas cotidianas.
No sobra advertir que este libro fue originalmente una tesis doctoral, aunque ya lo he señalado en párrafos anteriores. Y debo mencionarlo nuevamente, pues no es un asunto menor. Me explico: decía al comenzar que Isabel corrió un riesgo no solo al estudiar la finca tradicional afrocaucana en su tesis, sino, y este es el punto, al proponerla como el manifiesto que permite afirmar que otro mundo es posible. La tesis fue presentada como requisito para optar al título de doctora en Ciencias Sociales y Humanas de la Pontificia Universidad Javeriana. Y menciono esto porque, sin duda, este marco hizo posible que el riesgo no estuviera en la propuesta, sino en la elaboración del texto, si se tiene en cuenta que la calidad de la tesis debía entenderse desde la distancia expresa que tomó la autora de los conceptos y métodos propios de las ciencias sociales acreditadas por amplias comunidades académicas. Al distanciarse de estas comunidades científicas, el Doctorado acepta el diálogo de saberes, las hibridaciones entre ellos y su construcción conjunta con las comunidades, de manera que estas no son entendidas como sujetos de observación, sino como copartícipes en el entendimiento del mundo y en la crítica del presente. Por eso, se puede afirmar que, para que la crítica sea posible, la libertad es la condición de posibilidad de un pensamiento que logra avanzar entre los intersticios de la ciencia moderna. Por todo esto, desde este lugar fue posible elaborar el estudio que realizó Isabel y que ahora entrega el Doctorado en forma de libro.
GERMÁN RODRIGO MEJÍA PAVONY
Profesor titular
Facultad de Ciencias Sociales
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá