Kitabı oku: «Filo de ausencias», sayfa 2
Omega
Quiero beber
esa lluvia
de estrellas
que llevas dentro
hasta que me
trague la noche.
Tú
Hora exacta
De mi tiempo.
Lazarillo
Quisiera que el mundo solo estuviese al alcance de tu mano.
Que para mí no hubiese otro destino que el de navegante de los afluentes sin tiempo señalados por la literatura.
Te veo delinear, con paciencia de alfarero, el entorno. Enfrentar la angustia de los días cotidianos, mientras yo, aquí, pienso el mundo o lo imagino.
Tú extiendes la mano, vas y vienes a diario, traes a casa un retazo de día, lo brindas y lo bebemos junto al pan que has conseguido.
Vienes cada tarde con el mundo adherido a la piel de tu mirada y me recuerdas que también existe un universo del otro lado de mis sueños.
Otros territorios
Me entregas
la luz del firmamento
que devoro sin piedad
mientras siento cómo,
lentamente,
se borra
la línea
de mi horizonte.
Tejemos así
el mapa sin fronteras
que nos dicta
nuestra geografía imaginaria.
Otras razones
Los retazos de ti
que me regalas
no bastan.
Pero sé
que estás ahí
y que te reinventas
para alcanzar
la paz
que solo tejo
sobre el azar
de nuestro
destino.
Ajeno
La celotipia
permite
al hedonismo
un solo instante:
el que sufre
la memoria
del otro
entre sus brazos.
Preludio
Las notas fluyen
se esparcen
recorren levemente el recinto
y juegan en el aire.
Se mezclan
en el recorrido
de mi sangre.
Zambullen
estremecen.
Han allanado el circuito
de mi alma;
bajan y suben
vibran al ritmo
de su prisa.
No sé si en verdad
entran a mí
o fueron tejidas
en remotos sueños.
Para Memo y Clara
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