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1.2. Bioética y educación social
María Gracia Ballester12 y José Sánchez13, en su texto Educación social y trabajo con la comunidad: la bioética social como referente metodológico (2008), al intentar hacer una definición y caracterización de la bioética social, afirman:
La bioética social debe posibilitar que el ejercicio de la autonomía –capacidad para ser soberana–, del poder –capacidad para transformar– y de la creatividad –capacidad para crearse como sujeto– del colectivo y de la persona, mediante un proceso de aprendizaje, en su proyecto biográfico. Por todo ello, la bioética social es un intento teórico por reconocer y posibilitar el poder de la persona, mediante la toma de decisiones, en torno a cuestiones que le afecten a ella directamente, dándose un contexto bioético: pasando de ser objeto-receptivo a ser sujeto-activo o de acción sobre su propia realidad, circunstancias, necesidades y limitaciones”.
Para el proceso de enseñanza y aprendizaje de la bioética resulta de notable importancia las líneas teóricas que Ballester y Sánchez, citando a López, R., (2000), señalan en el apartado sobre la bioética social en el marco del trabajo con la comunidad del educador social; ya que parten del hecho de considerar la intervención socioeducativa con la comunidad como un tipo de intervención social, realizada desde contenidos, estrategias y técnicas educativas centradas en la mejora de la calidad de vida y la promoción del bienestar social a través de la optimización de los procesos de socialización de la persona en un marco democrático.
A la luz de esta consideración, se preguntan: ¿cuál debe ser el papel de la bioética social? A su vez, esta cuestión les lleva necesariamente a otra pregunta: ¿cómo hacerlo? Las respuestas que refieren constituyen un marco teórico válido desde el cual se pueda fundamentar la relación bioética-educación.
Afirman que al analizar las actuales finalidades y objetivos socioeducativos –lejos de intervenciones asistenciales típicas– y cómo el y la profesional de lo socioeducativo interpreta situaciones y genera demandas, se observa el desarrollo de nuevos discursos centrados en la autogobernabilidad; en parte como respuesta a que son cada vez más las voces que reclaman su autonomía, en el sentido de soberanía, y su capacidad para exponer, decidir y planificar sobre su desarrollo, es decir, su capacidad de aprendizaje sobre la demanda socioeducativa que realiza o que necesita.
En este punto introducen el concepto del marco bioético como referente metodológico que confiere al colectivo y al individuo, el poder y autonomía para intervenir en todo el procedimiento, es decir, dotándolo de voz y voto.
Con ello afirman que:
La intervención socioeducativa deja de ser una mera herramienta de rehabilitación continua de sociabilidad para convertirse en un proceso que permite avanzar en una de sus principales metas que es que los ciudadanos y el ciudadano tenga la posibilidad de desarrollar sus capacidades, su autonomía y su libertad dentro de su cotidianeidad.
Además sostienen que:
La bioética social supera el modelo tradicional organizativo de la intervención socioeducativa caracterizado no por ser integrador sino por ser reactivo o como máximo interactivo; en el que el colectivo y el individuo es un mero receptor de las acciones que se planifican y se gestionan por los agentes sociales de las tres dimensiones anteriormente citadas. La bioética social es más un marco metodológico que no teórico, en tanto que explica y sistematiza el saber hacer de la integración de la persona en todo el proceso de intervención (Ballester y Sánchez, 2005), reconociendo y posibilitando su autonomía, su poder y su creatividad, de acuerdo a la capacidad de aprendizaje de su nueva circunstancia. En definitiva, es imprescindible que el profesional sepa responder a esta cuestión: Saber a quién. (Ballester y Sánchez, 2008)
El y la educadora social, al asumir la bioética como su marco metodológico, tendrá a su vez una ayuda referencial en los lineamentos y directrices teóricas provenientes de las disciplinas pedagógica y bioética, que de alguna manera son determinantes en su actuar educativo; además de las orientaciones prácticas que guiarán sus procesos formativos y liberadores.
Finalmente, es importante señalar las cuatro líneas de acción que Ballester y Sánchez (2008) indican para que las y los educadores sociales hagan de la bioética el marco metodológico de sus procesos socieducativos:
a)Introducir nuevos elementos en el diagnóstico socioeducativo: variables referidas a la autonomía, competencia, capacidad de elección, reflexión sobre uno mismo y de su realidad, así como variables de autorrealización personal, lo que nos va a permitir un plan de acción conjunto con el individuo.
b)En la fase de actuación, es necesaria una comparación continua de los diversos elementos introducidos en el diagnóstico ante los nuevos que vayan surgiendo en el proceso de intervención.
c)Diseñar acciones encaminadas a romper las posibles relaciones de dependencia profesional-individuo, introduciendo mecanismos de democratización.
d)Revisar con lentes bioéticas los protocolos de actuación existentes, incidiendo en cómo se actúa y hacia dónde se proyecta la intervención socioeducativa respecto al individuo y sus necesidades demandas y sociales.
Sin dejar aún las categorías de bioética, acción social y educación, y para completar el marco teórico en el que se encuadra nuestra investigación sobre la enseñanza y aprendizaje de la bioética, es necesario citar otros referentes fundamentales: por un lado se encuentra todo el acervo teórico y práctico acumulado en los años de presencia evangelizadora de la Iglesia Cristiano-Católica, específicamente se hará referencia continua a los documentos que componen la Doctrina Social de la Iglesia (DSI)14 en los que encontraremos guías orientativas y metodológicas del trabajo por lo comunitario y lo colectivo; de este corpus documental extraeremos el concepto de bioética social en el marco de la solidaridad. Como documentos paralelos a los oficiales de la Iglesia acudiremos en primera instancia a José Carlos Bermejo y Rosa María Belda (2006), en su texto Bioética y acción social. Cómo afrontar los conflictos éticos en la intervención social. Otros autores como Aramini Michele (2007), Blázquez Niceto (1996), Compagnoni (1992), Drane James (2006), Lucas Ramón (2000), Elio Sgrecia (2002), Faggioni M. (2002) y Cataldo Zuccaro (2002) serán abordados para argumentar la base religiosa y espiritual que proponemos se ha de tener en cuenta al enseñar y aprender bioética con niños, niñas y jóvenes en edad escolar.
En el campo didáctico los referentes se ubican en contexto latinoamericano (Arboleda, 2003) y apuntan a ofrecer las líneas orientativas necesarias para consolidar una completa propuesta educativa, acorde a los retos actuales, como son: la virtualidad (Arboleda, 2001), el aprendizaje significativo (Sosa, 2002), la educación por competencias (Maldonado, 2006), la comunicación y el diálogo (Areiza, Cisneros y Tabares, 2005), en la formación básica primaria y secundaria de Colombia.
El pensamiento bioético latinoamericano en clave de bioética social hace parte de lo que hemos querido llamar una “nueva conciencia para asumir y vivir la vida”, esa nueva conciencia que nos permite luchar más directamente por derechos primordiales que son negados sistemáticamente a los y las más pobres y vulnerables.
1.3. Lo que saben y esperan de la reflexión bioética docentes y estudiantes de décimo grado
Partimos de la hipótesis de que las nuevas generaciones vienen con una nueva conciencia frente al medio ambiente y en general frente a la vida, esta nueva conciencia es el campo propicio para que la enseñanza y aprendizaje de la bioética sea todo un suceso de transformación. Quisimos investigar sobre la manera como se abordaban dilemas bioéticos en el aula de clase, aun sin tener conocimientos específicos de bioética; los resultados nos ratificaron la existencia de una gran disponibilidad intelectual para la reflexión bioética.
En su primera parte, la investigación se realizó mediante la aplicación de encuestas, entrevistas y observación participativa. De la población general de estudiantes en los colegios Instituto Educativo Jesús Bernal Pinzón (JBP) en Maní, Casanare (1500) y el Colegio Agustiniano Suba (CAS) en Bogotá (1350), se seleccionó y analizó una muestra representativa, que en este caso correspondió a los y las estudiantes de décimo grado y los y las docentes participantes.
Para la elaboración de la encuesta, se planteó como objetivo general la recopilación de información básica que permitiera describir las relaciones existentes, en términos conceptual, temático y actitudinal, entre estudiantes y docentes de décimo grado con la bioética.
Para alcanzar este objetivo se determinó que la mejor forma sería aplicar una encuesta escrita tipo cuestionario, ya que es en este modelo en el que las personas encuestadas se pueden sentir más libres para responder. Las preguntas fueron cuidadosamente diseñadas para que todas las personas pudieran interpretarlas de la misma manera; esta elección también permitió que las respuestas fueran anónimas y pudiesen aplicarse a varios sujetos simultáneamente (en grupo).
La encuesta se centró en la relación que las y los estudiantes y docentes, en sus experiencias cotidianas de aula, habían construido frente a la bioética. El hecho primordial que se quería identificar era el de conocer la forma como abordaban temas comunes de bioética en las diversas asignaturas del currículo escolar. También se quiso identificar en las personas encuestadas algunas de sus “opiniones, actitudes y comportamientos”, asumidos frente a decisiones éticas sobre la vida.
Las encuestas se elaboraron para recopilar la información básica en tres dimensiones específicas, que al mismo tiempo son las categorías relacionales:
1 1.Concepciones de bioética.
2 2.Conocimiento de los dilemas importantes que aborda la bioética.
3 3.Opiniones personales sobre la pertinencia y aplicabilidad del estudio de la bioética en la toma de decisiones personales.
Las siete preguntas que se realizaron eran de selección con posibilidad de marcar una sola casilla. En las preguntas 2, 4 y 5 se solicitó una breve justificación de las respuestas.
La pregunta número 3 fue la más compleja; en ella se ofrecían dieciocho temas o dilemas bioéticos de los cuales las y las personas encuestadas debían seleccionar aquellos que hubiesen sido tratados en su aula de clases, al frente debían indicar las asignaturas en que fueron abordados y los aspectos generales de lo tratado. Se finalizaba con un concepto sobre si les gustaría abordar dicho tema con mayor profundidad.
Las encuestas se realizaron a 377 personas distribuidas así:
Tabla 1
Distribución de encuestas aplicadas

Fuente: elaboración propia.
1.3.1. Sobre la información emergente
Dimensión 1. Conceptos de bioética
Se buscaba, mediante dos preguntas, identificar la definición que las y los estudiantes y docentes encuestados asumían como la más apropiada. Además, se solicitó hacer un intento por construir un concepto de la bioética desde el pre-saber de cada uno.
Primera pregunta: ¿La bioética es?
De esta se obtienen los siguientes datos: el 32% de las personas encuestadas identificó a la bioética como disciplina, el 22% la identificó como un conjunto de saberes, un 15% como campo interdisciplinario, el 14% la identificó como estudio sistemático y tan solo un 4% identifica a la bioética como una ciencia. El 3% afirmó no saber qué era la bioética y el 10% no respondió.
Al separar del anterior porcentaje global a las y los profesores de las y los estudiantes, se observa que el 48% de docentes afirmaron que la bioética era un campo interdisciplinario, mientras que en este mismo ítem solo el 8% de los y las estudiantes lo afirmó. Al contrario, el 37% de los y las estudiantes afirmó que la bioética era una disciplina y solo el 5 % de docentes lo hizo.
La segunda pregunta: ¿Cuál de estos grupos cree usted que se refiere más completamente a los temas por los que se interesa la bioética? (elija solo uno)
Arrojó los siguientes resultados: del total de las personas encuestadas, 46% (173) consideran que las categorías de medicina, tecnociencia, ética, valores, principios, derechos, deberes y sociedad son las que más completamente definen a la bioética.
Este porcentaje va seguido del 15% (56 personas encuestadas) que escogen las categorías de vida, enfermedad y muerte. El 14% (52 personas) escogen las categorías de seres vivos, ecología, medio ambiente, respeto y responsabilidad.
El 12% (47) de las personas encuestadas seleccionó las categorías de fe, moral, mandamientos de Dios, religión y humanidad. Solo el 1% (2) clasifica la bioética en las categorías de biopolítica, derecho y sociedad. El 6% (24) afirmó no saber y el 6% no respondió.
Tercera pregunta
Se solicitaba que desde el grupo anteriormente escogido se elaborase una definición personal de bioética: del total de las personas encuestadas (377), un 87% (328) lo realizó. 49 no hicieron el ejercicio de definir la bioética con sus propias palabras: quince docentes y 34 estudiantes.
El primer grupo de categorías tenía que ver con la vida en general. De los ocho docentes que habían escogido este grupo, dos hicieron su propia definición de bioética; entre tanto, de 48 estudiantes que habían escogido este mismo grupo, 32 se esforzaron por definir la bioética con sus propias palabras. En general, en sus definiciones argumentaron que era el estudio de la vida en todos sus procesos, teniendo en cuenta los patrones divinos y naturales por los que se rige el hombre. El objetivo de la bioética lo describieron como defensa de la vida.
El segundo grupo de categorías tenía que ver con la medicina, la tecnociencia y la ética. 31 docentes escogieron este grupo como el que mejor definía a la bioética, diecinueve lo hicieron argumentando que era la ciencia que aportaba los principios y valores enmarcados en la medicina, las doce personas restantes argumentaron que era el conjunto de comportamientos referentes a la medicina, tecnología, ciencia, ética y valores. Por su parte, del total de 142 estudiantes que habían escogido este grupo, 109 trataron de definir la bioética, 34 lo hicieron en términos de ciencia y 75 lo hicieron en términos de comportamientos.
El tercer grupo de categorías tenía que ver con la fe y la religión. Cinco docentes escogieron este grupo, de quienes tres trataron de definir la bioética. El número de estudiantes que eligió este grupo fue de 42, pero solo 35 trataron de elaborar una definición. En general, los términos de las definiciones dadas versaron sobre la obediencia a Dios y el buen uso de las relaciones interpersonales.
El cuarto grupo de categorías tenía que ver con los seres vivos, la ecología y el medio ambiente. Cinco docentes escogieron este grupo: tres definieron la bioética como el estudio de los seres vivos, los comportamientos y el compromiso con el medio ambiente; dos lo hicieron en términos de estudio de la naturaleza y los valores humanos. Por su lado, 47 estudiantes escogieron este grupo, de quienes 35 trataron de definir la bioética: dieciséis lo hicieron en términos de estudio de los seres vivos, los comportamientos y el compromiso con el medio ambiente y diecinueve lo hicieron en términos de estudio de la naturaleza y los valores humanos.
Con referencia al quinto grupo de categorías, biopolítica, derecho y sociedad, no hubo docentes que escogieran este grupo y solo dos del total de estudiantes encuestados lo escogió. Ninguna de las personas encuestadas realizó una definición de bioética teniendo en cuenta estas categorías.
La información emergente en esta primera dimensión (concepciones de bioética) permite hacer una descripción general de la manera como docentes y estudiantes se relacionan en términos conceptuales con la bioética.
Las y los docentes encuestados, en su gran mayoría, tienen claridad en que la bioética no es una ciencia en el sentido moderno de la palabra; la identifican más como un campo interdisciplinario y un estudio sistemático, que como una disciplina. Sin embargo, se percibe que no hay una relación profunda entre docentes y las definiciones de bioética; el manejo conceptual de ella es muy limitado y lejano, no se puede hablar de una cierta unidad de las y los profesores en torno a este tema, y esto, no porque sea fruto de opciones académicas personales y maduradas por la reflexión frecuente, sino que esta heterogeneidad en las concepciones obedece más al desconocimiento de la bioética. Es muy diciente el que ningún profesor ni profesora relacione la bioética con biopolítica, derecho y sociedad, o el que algunos profesores y profesoras la identifiquen únicamente con fe y religión. Un alto porcentaje de docentes (quince) no se atrevió siquiera a fabricar una definición de bioética con sus propias palabras.
La relación de las y los estudiantes encuestados con la concepción de bioética no es mejor que la de los y las docentes; por la dinámica propia de la encuesta, la identifican en su mayoría como una disciplina y como un conjunto de saberes, pero resulta relativamente alto el número de estudiantes que la identifica como una ciencia. Así mismo, un número elevado afirmó no saber lo que era o simplemente no respondió a la pregunta. Esto nos permite inferir que la relación de las y los estudiantes encuestados con las concepciones de bioética no es ni siquiera aceptable, pues aunque la asocien correctamente en un alto porcentaje a cuestiones de medicina, tecnociencia y ética, se percibe poca profundización en este tema y un alto grado de desconocimiento conceptual de ella.
Los porcentajes permiten inferir que la definición de bioética aún no está presente, de manera aceptable, en el bagaje intelectual de estudiantes y docentes de décimo grado que participaron en la encuesta. Pero también permiten evidenciar que la percepción más común es que la bioética no se equipara al concepto tradicional de ciencia, sino que es un conjunto de saberes, disciplinas, conocimientos. Este aspecto sirve de base fundamental para iniciar un adecuado proceso de formación conceptual y teórica acerca de la bioética.
Dimensión 2. Temática: dilemas bioéticos abordados en el aula de clases
Corresponde a la tercera pregunta de la encuesta, mediante una tabla se presentan dieciocho temas que se pueden considerar de los más importantes para la bioética. La persona encuestada, docente o estudiante, debía seleccionar aquellos que hubiesen sido tratados en su aula de clases; al frente debía indicar las asignaturas en que fueron abordados y los aspectos generales de lo tratado.
Se presentan a continuación los resultados globales unificando porcentajes tanto de docentes como de estudiantes:
Las asignaturas que más porcentaje obtuvieron fueron Religión y Ética con un 22% respectivamente. Sociales tuvo el 18% y Biología el 17%, Ciencias Naturales obtuvo un 5%. Las clases que obtuvieron el 1% corresponden a Castellano, Tecnologías e Inglés. Por último se registra un 13% de las personas encuestadas, que no respondieron.
Con respecto a la temática tratada en las diferentes asignaturas, se evidenció que los dilemas más tratados en clase corresponden a calidad de vida, clonación, guerra y reproducción sexual con el 99%; los Derechos Humanos con el 97% y trasplante de órganos con el 96%. Los temas que menos han tratado en clase corresponden al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) con el 80% y la eugenesia con el 52%.
Temas conocidos
Entre los temas que más conocen las personas encuestadas está la reproducción sexual, con el 95%, seguida de guerra y calidad de vida con el 86%. El tema del SIDA obtuvo el 83%.
Los temas que conocen la media de las personas encuestadas corresponde a ecología y medio ambiente con el 63%, experimentación con seres humanos el 58% y suicidio con el 47%.
Los temas menos conocidos corresponden a clonación con el 12%, eugenesia con el 9% y biotecnología y cibernética con el 9%.
Temas que le gustaría tratar con mayor profundidad
Los temas que a la población encuestada le gustaría tratar con mayor profundidad corresponden a biotecnología y cibernética 94%, toxicodependencia 93% y eugenesia con el 92%.
Los temas que porcentualmente menos les interesa tratar son Derechos Humanos con el 38%, y trasplante de órganos con el 39%.
Aspectos tratados sobre cada tema en el aula de clases
Un gran porcentaje de las personas encuestadas no dio respuesta a esta pregunta; la información que se presenta a continuación corresponde al porcentaje de quienes contestaron.
Para tabular las respuestas a esta pregunta abierta se tomaron los temas y se agruparon de acuerdo a las características de la respuesta.
Los aspectos que más se han tratado en el tema de experimentación con seres humanos corresponden a la tecnología que se usa para los tratamientos y los avances para el mejoramiento de la especie (47%).
Con respecto al tema del SIDA los aspectos más tratados corresponden a los tratamientos utilizados para contrarrestar los efectos de la enfermedad, con el 55%.
En el tema de reproducción sexual, a pesar de que el 95% conoce el tema, un 20% recuerda aspectos tratados en clase relacionándolo únicamente con las enfermedades de transmisión sexual.
La clonación y la eutanasia poseen el menor porcentaje dentro de los temas en los que se señalaron aspectos tratados y corresponden a la tecnología y castigos judiciales con el 14% y 12% respectivamente.
Dimensión 3. Pertinencia y aplicabilidad de la bioética en la educación escolar para la toma de decisiones personales
La información emergente sobre esta dimensión la proporcionan las preguntas 4 a la 7 de la encuesta. Se buscó identificar las relaciones en términos actitudinales y de aceptación que docentes y estudiantes participantes en la encuesta tenían frente a la enseñanza de la bioética.
Cuarta pregunta: ¿Cree usted que analizar los dilemas bioéticos en el aula de clase le facilitará la toma de sus propias decisiones de vida?
Se observó que: la gran mayoría de las personas encuestadas (79%) considera que el estudio de la bioética facilita la toma de decisiones personales; un 20% considera que no.
Al pedir razón de las respuestas dadas, el 46% de las personas encuestadas considera que abordar los dilemas bioéticos en el aula de clase servirá para fortalecer la construcción personal; el 13% lo relaciona con el valor de la vida; el 9% cree que genera un cambio; y el 2% considera que tendrán más conocimiento.
Quinta pregunta: ¿Considera que el hecho de que las personas estudien bioética desde muy jóvenes ayudaría a transformar la sociedad?
Se obtienen los siguientes datos: el 70% de las personas encuestadas considera que el conocer y estudiar la bioética desde muy jóvenes ayudaría a transformar la sociedad.
Es de notar y requiere la atención necesaria el elevado número de participantes en la encuesta que consideran que estudiar bioética desde muy jóvenes no ayudaría a transformar la realidad.
Al preguntarles por qué, el 21% de las personas encuestadas cree que estudiar la bioética desde jóvenes ayudaría a mejorar el comportamiento social y de todo el entorno. El 18% considera que ayudaría a tomar conciencia acerca del mal, y el 13% cree que ayudaría en el desarrollo personal y de la sociedad. El 30% no respondió a esta pregunta, hecho que llama la atención.
Sexta pregunta: se invitaba a las personas encuestadas a que de los tres elementos (autoconocimiento, conocimiento de teorías morales, influencia cultural) necesarios para la toma de decisiones personales, escogiese cuál era el que más influía en sus propias decisiones. La cuarta opción de esta pregunta era afirmar que los tres elementos los tenían en cuenta.
Se recogen los siguientes datos: el 75% de las personas encuestadas considera que para tomar decisiones diarias influyen los tres elementos: el autoconocimiento, el conocimiento de teorías morales y lo cultural.
Un 9% de las personas encuestadas toma sus decisiones de acuerdo al conocimiento de las teorías morales. En tanto que el 16% dice tomar decisiones basados en la influencia cultural.
Séptima pregunta: busca identificar las opiniones acerca de la pertinencia o no, de enseñar bioética en la educación escolar colombiana.
Los resultados son motivadores ya que el 73% de las personas encuestadas considera que es pertinente, un 18% considera que es altamente pertinente y solo el 9% considera que es poco pertinente.
Otras variables por considerar
La encuesta nos ofrece otro tipo de información ya más sectorizada y también muy valiosa para la investigación:
•Análisis individual del grupo de docentes.
•Análisis individual del grupo de estudiantes CAS.
•Análisis individual del grupo de estudiantes JBP.
Los datos sectorizados permitirían hacer un análisis relacional entre estudiantes del JPB y del CAS, además permitirían hacer el análisis relacional entre estudiantes y docentes de los dos colegios.
Interpretación de los datos en clave de relación
De la información que las encuestas permitieron extraer, se establecieron algunos de los elementos indispensables para la elaboración de la propuesta de enseñanza y aprendizaje de bioética mediante la modalidad pedagógica basada en el análisis de dilemas.
Aunque la tendencia general de las respuestas indicó cierta similitud en todas las personas encuestadas, se pudieron identificar los rasgos peculiares que distinguen, tanto a docentes como a estudiantes de cada uno de los colegios.
En el JBP, al preguntarles directamente sobre qué es la bioética, se identificó un conocimiento conceptual mínimo. No obstante, por intuición y el mismo enfoque de la encuesta, en ella, un gran porcentaje la identificó como una disciplina nueva. También la asocian a un conjunto de saberes. Es interesante el hecho de que no la vieron como una ciencia tradicional y estática sino que la percibieron como algo nuevo en sus vidas que se sale del conjunto normal de las asignaturas que abordan y, por tanto, manifestaron interés y deseo de conocer más acerca de esta disciplina o conjunto de saberes.
Es claro que tanto las y los estudiantes como las y los docentes del JBP identifican como temas esenciales a la bioética la medicina, tecnociencia, salud, enfermedad, vida y muerte. Así mismo, describen el objeto de la bioética como la reflexión crítica sobre los valores que la humanidad ha dado a la vida en general y la promulgación-elaboración de nuevos principios que orienten el actuar humano hacia formas más responsables y justas frente a la naturaleza, la humanidad misma y todos los seres vivos.
Los temas de medicina, salud, ciencia y tecnología llaman mucho la atención a estudiantes y docentes del JBP, quienes manifiestan su curiosidad intelectual por conocer más acerca de ellos; identifican que estos temas no pueden tener un desarrollo totalmente libre y desbocado, sino que ven la importancia de establecer ciertas normas mínimas que garanticen el mayor bien posible para toda la humanidad. Todas las personas encuestadas, de alguna manera, se manifiestan de acuerdo en que la ciencia y la tecnología están al servicio del ser humano y no pueden traspasar límites que pongan en peligro a la misma humanidad y la vida en general.
De los dieciocho temas importantes para la bioética sobre los que se preguntó a las personas encuestadas del JBP, la eugenesia es el menos tratado en las aulas de clase. El desconocimiento de esta práctica a su vez hace que despierte gran interés cuando escuchan hablar de ella, en algunos casos por primera vez. La asignatura de Religión es la que en porcentaje mayormente aborda los temas propuestos, seguida por Ética y Sociales. El hecho de que tanto estudiantes como docentes hayan abordado algunos temas de bioética solo desde la visión religiosa muestra una cierta parcialidad en el conocimiento y se hace entonces necesario ampliar la visión y la perspectiva.
De igual forma, el hecho de que los temas no sean vistos de una manera sistemática y articulada, sino que al contrario, su abordaje se haga de forma esporádica y desde perspectivas parcializadas, sugiere la necesidad de una organización más académica, sistemática, plural y articulada; elementos estos que se recogen en la propuesta de enseñanza y aprendizaje de la bioética mediante la modalidad pedagógica basada en el análisis de dilemas.
A lo largo de la investigación se ha logrado evidenciar en docentes y estudiantes del JBP el interés por abordar la bioética de una manera más profunda. Los temas y la posibilidad de incluirla como asignatura para el ciclo de enseñanza básica son aceptados por la inmensa mayoría. Así mismo, se identifica que tratar todos estos temas de manera crítica, académica y articuladamente, les servirá indiscutiblemente como herramientas para la toma de sus decisiones personales.
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