Kitabı oku: «Prevención de Riesgos y gestión medioambiental en instalaciones de climatizacion y ventilación-extracción. IMAR0208», sayfa 2
3.3. Los riesgos por sectores de actividad
Cada sector económico tiene sus características propias y unos factores de riesgos particulares. Como consecuencia de ellos, cada sector tiene una siniestralidad que lo diferencia de los demás. En el siguiente gráfico, se compara el índice de incidencia de los sectores agrario, industrial, construcción y servicios en el año 2018.
Por último, puede observarse la misma comparativa para el índice de frecuencia. En ambos casos, queda de manifiesto que las actividades con mayor siniestralidad son la construcción y la industria, seguidas de lejos por el sector servicios y el agrario.
4. Factores de riesgo
El daño para la salud del trabajador viene generado por el encadenamiento de una serie de sucesos que acontecen ante unas determinadas circunstancias, por la existencia de diferentes factores de riesgo o peligros.
Definición
Factor de riesgo
Todo objeto, sustancia, forma de energía o característica de la organización del trabajo que puede contribuir a provocar un daño en la salud del trabajador.
Por otro lado, el riesgo viene determinado por dos conceptos clave: los daños que este puede ocasionar y la probabilidad de que se materialicen. Ambos conceptos son difíciles de valorar de una forma precisa, pero existen métodos de evaluación (que se verán a lo largo del capítulo) que permiten hacerlo con bastante eficacia.
Importante
El riesgo se produce cuando el trabajador entra en contacto con el factor de riesgo.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece en su artículo 15 que lo primero que hay que hacer con los riesgos es eliminarlos y evaluar los que no se puedan evitar. Estos han de ser combatidos en su origen y se ha de adaptar el trabajo a la persona, teniendo en cuenta la evolución de la técnica. En el caso de que sea preciso proteger al trabajador, se debe recurrir en primer lugar a equipos de protección colectiva y, por último, a equipos de protección individual.
Definición
Evaluar
Determinar si el riesgo es tan pequeño que el trabajador puede convivir con él o si, por el contrario, es necesario actuar.
Ejemplo
En una nave en que la que existe una instalación de aire comprimido alimentada por un compresor, se produce un ruido que, cuanto menos, resulta molesto. La solución óptima que evita que la salud del trabajador resulte dañada no es dotarlo de protecciones auditivas, sino sacar el compresor al exterior, alejándolo del trabajador. Si esto no es posible, se deberá aislar de forma eficaz. Solo en última instancia, si se han puesto en práctica todas las medidas preventivas razonables y el riesgo persiste, se planteará el uso de protecciones auditivas por los trabajadores.
4.1. Evaluación de riesgos
La evaluación de riesgos es clave. A continuación, se presentan dos métodos de evaluación. El primero está basado en una serie de cuestionarios elaborados por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo y pensado para aplicarse en las pequeñas y medianas empresas. El segundo es el método simplificado del INSHT.
Nota
A lo largo de este manual se usará con frecuencia el acrónimo INSHT, que son las siglas de Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Las condiciones de trabajo que pueden menoscabar la salud de los trabajadores se pueden agrupar en cuatro grandes bloques, dentro de los cuales se ubican los agentes materiales a los que se asocian los diferentes riesgos. Son los siguientes:
1 Condiciones de seguridad:Lugares de trabajo.Máquinas.Elevación y transporte.Herramientas manuales.Manipulación de objetos.Instalación eléctrica.Aparatos a presión y gases.Incendios.Sustancias químicas.
2 Condiciones medioambientales:Contaminantes químicos.Contaminantes biológicos.Ventilación y climatización.Ruido.Vibraciones.Iluminación.Calor y frío.Radiaciones ionizantes.Radiaciones no ionizantes.
3 Carga de trabajo:Carga física.Carga mental.
4 Organización del trabajo:Trabajo a turnos.Factores de organización.
Para cada uno de los veintidós agentes materiales, el INSHT ha elaborado un cuestionario que está pensado para ser contestado por una persona que no sea técnica en prevención y que solo tenga unos conocimientos básicos sobre seguridad y salud. La idea es simplificar el cumplimiento de los deberes en materia preventiva a los empresarios y, de paso, facilitar la integración de la prevención en todos los niveles jerárquicos de la empresa, implicando a todos los trabajadores.
Sabía que...
En la misma línea se creó el portal web prevencion10.es que incorpora la herramienta evalua-t®, que permite evaluar de forma completa actividades con menos de 25 trabajadores empleados.
En el agente de máquinas, por ejemplo, las cinco primeras preguntas son las siguientes:
1 Los elementos móviles de las máquinas (de transmisión que intervienen en el trabajo) son inaccesibles por diseño, fabricación y/o ubicación.
2 Existen resguardos fijos que impiden el acceso a órganos móviles a los que se debe acceder ocasionalmente.
3 Son de construcción robusta y están sólidamente sujetos.
4 Están situados a suficiente distancia de la zona peligrosa.
5 Su fijación está garantizada por sistemas que requieren el empleo de una herramienta para que puedan ser retirados o abiertos.
Resulta evidente que cualquiera de esas preguntas puede ser respondida por la persona que utiliza el equipo en cuestión. Además, cada una de ellas va acompañada de un texto que orienta sobre la medida preventiva a tomar en caso de que la pregunta se responda de forma negativa. Para la pregunta cuarta, por ejemplo, el texto es: “Deben garantizar la inaccesibilidad a la zona peligrosa.”
El cuestionario termina con una valoración del riesgo, que se realiza en función de las respuestas negativas. La situación se clasifica como muy deficiente, deficiente o mejorable.
Ejemplo
En el caso de los cinco primeros puntos expuestos a modo de ejemplo, la valoración sería:
1 Muy deficiente: si se contesta negativamente a las preguntas 1 y 2.
2 Deficiente: si se contesta negativamente a las preguntas 3 o 4.
3 Mejorable: si se contesta negativamente a la pregunta 5.
En muchos casos, la cumplimentación de los cuestionarios da una idea clara de los lugares en los que hay que actuar, pero, en otras ocasiones, la valoración del riesgo que de ella se deriva no puede considerarse definitiva. Es preciso plantear un estudio más profundo y, para ello, se puede recurrir al método simplificado del INSHT.
Recordando que el riesgo se compone de probabilidad y consecuencias, este método considera que el nivel de probabilidad es función del nivel de deficiencia (ND) y del nivel de exposición (NE) al riesgo:
El nivel de riesgo (NR) será, por su parte, función del nivel de probabilidad (NP) y del nivel de consecuencias (NC), lo que puede expresarse como:
Para empezar, el nivel de deficiencia puede obtenerse directamente del cuestionario. El método asigna un valor numérico a cada uno de los posibles niveles de deficiencia.
Nivel de deficiencia | NE |
Muy deficiente | 10 |
Deficiente | 6 |
Mejorable | 2 |
El nivel de exposición a un riesgo concreto, se puede estimar en función de los tiempos de permanencia en las áreas de trabajo en las que ese riesgo está presente.
Nivel de exposición | NE | Significado |
Continuado | 4 | Varias veces en su jornada laboral con tiempo prologado. |
Frecuente | 3 | Varias veces en su jornada laboral, aunque sea con tiempos cortos. |
Ocasional | 2 | Alguna vez en su jornada laboral y con período corto de tiempo. |
Esporádico | 1 | Irregularmente. |
Multiplicando el nivel de deficiencia (ND) por el nivel de exposición (NE), se obtiene el nivel de probabilidad (NP), cuyo significado se refleja a continuación.
Nivel de probabilidad | NE | Significado |
Muy alto | 40-24 | Normalmente la materialización del riesgo ocurre con frecuencia. |
Alto | 20-10 | La materialización del riesgo es posible que suceda varias veces en el ciclo de vida laboral. |
Medio | 8-6 | Es posible que suceda el daño alguna vez. |
Bajo | 4-2 | No es esperable que se materialice el riesgo. |
El nivel de consecuencia puede determinarse fácilmente con la siguiente tabla, estimando los efectos que tendrá el riesgo en la salud del trabajador.
Nivel de consecuencias | NC | Significado |
Muy alto | 100 | 1 muerto o más. |
Alto | 60 | Lesiones graves que pueden ser irreparables. |
Medio | 25 | Lesiones que provocan baja. |
Bajo | 10 | Pequeñas lesiones que no requieren hospitalización. |
El nivel de riesgo (NR) viene determinado por la multiplicación del nivel de probabilidad (NP) por el nivel de consecuencias (NC). Cada nivel de riesgo conlleva un nivel de intervención (NI). El cuadro siguiente establece la agrupación de los niveles de riesgo que originan los consiguientes niveles de intervención y su significado.
Nivel de intervención | NR | Significado |
I | 4.000-600 | Situación crítica. Corrección urgente. |
II | 500-150 | Corregir y adoptar medidas de control. |
III | 120-40 | Mejorar si es posible. |
IV | 20 | No intervenir. |
Aplicación práctica
En un taller de mantenimiento existe una taladradora de columna antigua. La transmisión del movimiento del motor de la misma al portaherramientas se realiza mediante una correa que conecta unas poleas. Durante el funcionamiento del taladro, estas poleas están en movimiento y, para evitar el posible atrapamiento, están protegidas por una pesada carcasa metálica. Como para realizar el cambio de velocidad es necesario cambiar la correa de unas poleas a otras, la carcarsa que recubre las poleas es móvil.
En el desarrollo de las tareas propias del taller, los operarios utilizan la taladradora de vez en cuando a lo largo de la jornada laboral para realizar pequeños trabajos de taladrado. Evalúe el riesgo de atrapamiento de las manos del operario.
SOLUCIÓN
Si se realiza el cuestionario de evaluación, las preguntas 1 y 2 se responderán negativamente, ya que las poleas no son inaccesibles por diseño y no existen resguardos fijos que las protejan. Por ello, la situación debe ser calificada como muy deficiente y el nivel de deficiencia (ND) es igual a 10.
El nivel de exposición (NE) es ocasional (2), ya que, según el enunciado, la taladradora se usa “alguna vez en la jornada laboral y con período corto de tiempo”. El nivel de probabilidad (NP) se obtiene multiplicando los dos niveles anteriores, por lo que es igual a 20.
Consultado la tabla, la probabilidad es alta, siendo posible la materialización del riesgo varias veces en el ciclo de vida laboral.
Como resultado de un atrapamiento entre la correa y la polea es frecuente que se produzca, cuanto menos, la pérdida de algún dedo. El nivel de consecuencia (NC) es por tanto 60, ya que la lesión que se produce resulta irreparable.
El nivel de riesgo es el resultado de la multiplicación del nivel de probabilidad por el de consecuencia, es decir, 1.200.
Consultando la tabla, el nivel de intervención es I. Por tanto, la situación es crítica y es necesaria una corrección urgente.
La citada corrección podría ser dotar a la carcasa móvil, que cubre las poleas y que es necesario manipular para cambiar la velocidad del taladro, de un sistema de enclavamiento y bloqueo, de modo que cuando el taladro esté en funcionamiento impida que se pueda abrir. De ese modo es imposible que se produzca el atrapamiento de la mano del trabajador.
5. Consecuencias y daños derivados del trabajo
Llega el momento de profundizar en los daños derivados del trabajo y las consecuencias que estos producen. En primera instancia, se ha de decir que, cuando el daño se origina de forma rápida e inminente, se produce un accidente. Por el contrario, si el perjuicio se produce poco a poco hasta alcanzar un nivel en el que se hace patente, se presenta una enfermedad profesional o una enfermedad derivada del trabajo.
5.1. Accidente de trabajo
Al estudiar los accidentes de trabajo, se ha de distinguir entre el concepto legal, que tiene como fin resarcir al accidentado, y el concepto preventivo, cuyo fin es la eliminación de los accidentes.
Recuerde
Se ha de distinguir entre el concepto legal, que tiene como fin resarcir al accidentado, y el concepto preventivo, cuyo fin es la eliminación de los accidentes.
Concepto legal
La definición legal de accidente de trabajo no se encuentra en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, sino en la Ley General de la Seguridad Social. Dicha norma, en el apartado primero de su artículo 156, indica: “Se entiende por accidente de trabajo toda lesión corporal que el trabajador sufra con ocasión o por consecuencia del trabajo que ejecute por cuenta ajena.”
Queda claro que para que se produzca un accidente se deben dar tres condiciones:
1 Que se produzca una lesión.
2 Que sea como consecuencia del trabajo.
3 Que ese trabajo se realice por cuenta ajena.
Según esto, los trabajadores autónomos no tienen accidentes laborales. La justificación, bastante discutible, es la siguiente: un trabajador autónomo es su propio jefe y si pone en riesgo su salud lo hace por propia voluntad, por el contrario, si un trabajador por cuenta ajena pone en riesgo su vida, será por culpa del jefe.
En 2007, esta situación cambió con la aprobación de la Ley del Estatuto del Trabajador Autónomo, que reconoce a los trabajadores acogidos a este régimen el derecho a percibir las prestaciones correspondientes por accidente laboral.
El artículo 156 continúa con cuatro apartados más que resulta importante conocer. El apartado segundo enumera una serie de supuestos que podría parecer que quedan fuera de la definición anterior, pero que sí son accidentes. Los más interesantes son los siguientes:
1 Los que sufra el trabajador al ir o al volver del lugar de trabajo.
Es lo que se denomina accidente in itinere, que se produce cuando el trabajador, en su recorrido habitual para ir o volver del trabajo, sufre una lesión. Esto incluye desde un accidente de tráfico hasta que, subiendo al autobús para ir al trabajo, se produzca una torcedura de tobillo. No hay que confundir este tipo de accidentes con otros que también ocurren en desplazamientos ocasionados por el trabajo (pero no al ir o volver del trabajo).
1 b. Los que sufra el trabajador con ocasión o como consecuencia del desempeño de cargos electivos de carácter sindical, así como los ocurridos al ir o al volver del lugar en que se ejerciten las funciones propias de dichos cargos.
2 c. Los ocurridos con ocasión o por consecuencia de las tareas que, aun siendo distintas a las de su categoría profesional, ejecute el trabajador en cumplimiento de las órdenes del empresario o espontáneamente en interés del buen funcionamiento de la empresa.
3 d. Los acaecidos en actos de salvamento y en otros de naturaleza análoga, cuando unos y otros tengan conexión con el trabajo.
Ejemplo
1 Si un trabajador sufre un accidente durante el transcurso de su jornada laboral, al desplazarse para realizar el mantenimiento de una instalación de climatización, lo ocurrido no es un accidente in itinere, sino un accidente laboral normal.
2 Un trabajador de una fábrica donde se producen piezas de chapa para conductos se da cuenta de que la plegadora con la que trabaja no funciona porque se ha producido un fallo en el cuadro eléctrico. Aunque hay un encargado de mantenimiento que se ocupa de ese tipo de asuntos, se dirige al cuadro que alimenta y protege su máquina y acciona un magnetotérmico que está desconectado, lo que origina una pequeña explosión con la que resulta dañado. Pues bien, aunque el trabajador se extralimita y asume tareas que no le son propias, lo hace por agilizar la solución de su avería y en beneficio de la empresa, por lo que sus daños tienen la consideración de accidente de trabajo.
El apartado tercero del artículo 156 establece que, salvo que exista una prueba que indique lo contrario, cualquier lesión que sufra el trabajador y en el lugar de trabajo será constitutiva de accidente de trabajo.
El apartado cuarto fija los dos únicos supuestos que no son considerados accidentes de trabajo, siendo el más interesante el segundo:
b. Los que sean debidos a dolo o a imprudencia temeraria del trabajador accidentado.
Definición
Imprudencia temeraria
Cuando el accidentado ha actuado, en materia de prevención, de manera contraria a las normas, instrucciones u órdenes, provocando una situación de riesgo manifiesto, innecesario y grave.
Para terminar, el quinto apartado enumera otros dos supuestos que sí son accidentes, aunque inicialmente pudiera parecer que no.
1 La imprudencia profesional que es consecuencia del ejercicio habitual de un trabajo y se deriva de la confianza que este inspira.
2 La concurrencia de culpabilidad civil o criminal del empresario, de un compañero de trabajo del accidentado o de un tercero, salvo que no guarde relación alguna con el trabajo.
Ejemplo
Un trabajador que está revisando un conducto de ventilación oculto en un falso techo cae de la escalera en la que se encuentra como consecuencia de que se intenta desplazar subido en ella en vez de bajarse, mover la escalera y volver a subirse. En principio, el trabajador no ha actuado de la forma correcta, ha cometido una imprudencia, pero, si se le pregunta al accidentado, dirá que lo había hecho antes muchas veces y que todos sus compañeros lo hacen. Pues bien, el accidente ocurrido fruto de esa imprudencia profesional sí se considera accidente laboral. Obviamente, esto no quiere decir que se deba tolerar o, peor aún, practicar la imprudencia profesional.
Concepto preventivo
Aparte del concepto legal, hay un concepto técnico que entronca directamente con la visión preventiva. Según esta otra definición, accidente de trabajo es todo hecho o suceso anormal, no querido ni deseado, repentino, inesperado, previsible y normalmente evitable que se presenta de forma brusca en el entorno de trabajo, paraliza la acción productiva e interrumpe la continuidad del trabajo y puede causar lesiones a las personas.
Además de los accidentes de trabajo en los que se produce un daño o lesión al trabajador, pueden tener lugar ciertos hechos conocidos como incidentes en los que, sin que ningún trabajador sufra lesión alguna, se produzcan daños materiales de diversa consideración, llegando a alterar el proceso productivo.
La importancia de este concepto, más amplio que el de accidente laboral, fue puesta de manifiesto a lo largo del siglo XX por diversos estudios sobre el tema. Los más conocidos son los de Heinrich, Frank Bird y Tye-Pearson. Esta última pareja de autores estudió alrededor de un millón de casos de accidentes e incidentes acaecidos en las industrias del Reino Unido, tras lo que llegaron a la siguiente conclusión: por cada accidente fatal o con lesión grave, se producen 3 accidentes leves con ausencia del trabajo de al menos tres días, 50 lesiones que requerirán tratamiento de primeros auxilios, 80 incidentes con daños a la propiedad y 400 incidentes sin daños, ni lesiones.
Importante
Para evitar los accidentes que entran dentro de la definición legal, es preciso conocer y controlar los incidentes, porque estos suministran mucha información acerca de las causas posibles de los accidentes.