Kitabı oku: «Deja Que Tu Luz Brille Ante Los Hombre»

JOB MOTHIBA

Deja que tu luz brille

ante los hombres

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Primera edición

Este libro está dedicado a

mi familia,

amigos y hermanos

en el cuerpo de

Cristo

"Que vuestra luz brille ante los hombres de tal manera que glorifiquen a vuestro Padre

que está en el cielo".

Mateo 5:16)

CONTENIDOS

Prólogo

Prefacio

Agradecimientos

INTRODUCCIÓN

DISCIPULAR, SERVIR, AYUDAR, ANIMAR Y CUIDAR A LOS DEMÁS

NO JUZGAR

CRITICISMO

EL CAMINO DE LA VIDA

LA DIRECCIÓN

HONESTIDAD

HONOR

CONFIANZA

OBEDIENCIA

CAMBIO

NUEVO

NACER DE NUEVO

Referencias

Sobre el autor

También por Job Motihba

INTRODUCCIÓN

No todo el mundo sabe que Dios es real hasta que les cuentas tu testimonio. Es cuando la gente escucha tu historia real cuando te conoce, te quiere y confía en ti. Y quieren hacer negocios contigo, dándose cuenta de que todo lo que parece bonito tiene un precio. El que está dispuesto a pagar el precio que sea necesario para hacer la voluntad de Dios vale más para Dios que el que siempre busca un camino más barato.

Ten cuidado con desear un estilo de vida que no estés dispuesto a pagar. No se puede recuperar una inversión que no se ha hecho. Cuando la gente dice que le gustaría estar en tu lugar, suele ser después de haber terminado el difícil viaje. Tienden a creer en ti cuando tienes éxito, pero tienes que creer en ti mismo cuando no lo tienes.

Y, a menudo, las personas que critican tu vida son las mismas que no entienden el precio que has pagado para llegar a dónde estás. Tienden a conectar con nuestra perfección y rendimiento. Todo lo que es astuto y brillante en nosotros les atrae. ¿Pero nuestras lágrimas? Son un líquido que repele a los demás, los asusta o los hace retroceder.

Lo más difícil que todavía estoy tratando de aprender a aceptar es que no se puede obligar a la gente a interesarse. Créeme. No te gustaría relacionarte con personas a las que no les importa realmente. Por un momento lo están, porque te necesitan. Pero en cuanto cambien las tornas y seas tú quien los necesite ahora... se irán en un abrir y cerrar de ojos.

No puedes obligar a la gente a interesarse por ti. No puedes obligar a la gente a creer en lo que tú crees. No puedes forzar a la gente a luchar por ti o a luchar por algo que tienes en tu corazón pero, la gente que se preocupa luchará sin que se lo pidas. A veces es fácil olvidar lo increíble y adorable que eres para tu Padre. "Que vuestra luz brille ante los hombres de tal manera que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. (Mateo 5:16)

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El Espíritu del Señor Dios está sobre mí; porque el Señor me ha ungido para anunciar la buena noticia a los pobres, me ha enviado a vendar a los quebrantados de corazón, a proclamar la libertad a los cautivos y la apertura de la cárcel a los presos. (Isaías 61; 10)

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El Señor os ha llamado como a *Lázaro para que salgáis, ¿por qué, pues, seguís vistiendo vuestras ropas de sepulcro cuando el Señor os ha desatado? Salid de la tumba y de los sepulcros, porque este es el momento de que seáis liberados para ministrar.

¿Por qué tratáis de esconderos en las sombras? ¿Por qué os resulta más fácil mentir, que salir a la luz? No tengáis miedo de ser juzgados por el hombre y salid a la luz. ¿Quiénes somos nosotros para juzgar y cuestionar a Dios por poner mayor gracia en los vasos más rotos y maltrechos?

Si fuera por el hombre, la mujer del pozo habría seguido siendo una estadística y una marginada. Incluso la mujer que se vio envuelta en la prostitución habría sido apedreada hasta la muerte. Pero, si no hubiera sido por la misericordia del Señor... (Salmo 124:2)

Por tanto, no te pases la vida atado a tus errores. Si lo reconoces, arrepiéntete de ello, te recuperarás y serás mejor gracias a ello.

Ya que la gracia te fue extendida. No te la has ganado y no has trabajado por ella. Es un don gratuito, que extiendas la gracia a otros. "Curad a los enfermos, resucitad a los muertos, limpiad a los que tienen lepra, expulsad a los demonios. De gracia habéis recibido, dad de gracia" (Mateo 10:8)

Una vez más, deja de frustrarte tanto por saber cuándo vas a llegar a tu destino que no disfrutas del camino. La diferencia entre dónde estás y donde quieres estar no se basa en el tipo de trabajo que tienes o no. No se trata de cuánto te ha dado Dios, sino de cómo manejas lo que Dios te da. Cuanto más agradezcas lo que tienes ahora, más rápido aparecerá lo que quieres.

Creo que todo el mundo está dotado, pero algunos de nosotros nunca abrimos nuestro paquete. Cree con todo tu corazón que harás lo que estás hecho para hacer. Porque lo que realmente queremos hacer es lo que realmente estamos destinados a hacer. Cuando hacemos lo que estamos destinados a hacer, se nos abren las puertas, nos sentimos útiles y el trabajo que hacemos nos parece un juego. A veces podemos pensar que no somos lo suficientemente buenos, pero te sorprenderás a ti mismo si sigues intentándolo. Eres capaz de lograr más de lo que crees.

Por lo tanto, tu pasado no determina quién eres. Tus errores del pasado te preparan para lo que eres capaz de llegar a ser. Lo que en última instancia te define es lo bien que te levantas después de caer. No tengas nunca miedo de darte la oportunidad de ser todo lo que eres capaz de ser. Olvida a los que te odian. Nunca subestimes lo que eres y de lo que eres capaz. Porque no estás llamado a pensar sólo en el premio y reclamar el premio. Estás llamado a tener el premio. Como dijo el Señor: "...Yo te hice y te llevaré; te sostendré y te rescataré, hasta tu vejez" (Isaías 46:4b NVI)

Así que, Dios te ha dado un regalo, se llama hoy. ¿Qué vas a hacer con él? Bueno, no hay mejor momento que hoy para cambiar la forma en que te ves a ti mismo y al mundo que te rodea. Ten en cuenta cómo empiezas el día. Tu primera conversación y tu primer pensamiento pueden marcar el tono de tu día. Un pequeño pensamiento positivo esta mañana puede cambiar todo tu día. Así que empieza tu día con una sonrisa, una buena actitud y una oración. Porque una simple sonrisa y un saludo pueden conducir a mil cosas diferentes. Así, una sonrisa es la luz en tu ventana que dice a los demás que hay una persona solidaria y que comparte en su interior. "Ten cuidado con tu forma de pensar porque tus pensamientos dirigen tu vida". (Proverbios 4:23).

Sí, no puedes resolver todos los problemas del mundo, pero al menos puedes intentar resolver uno. Haz algo con el don que Dios ha depositado en ti. Ganas confianza y te haces más fuerte con cada experiencia en la que realmente te esfuerzas por hacer algo que no creías que podías hacer. Nadie que haya dado lo mejor de sí mismo se ha arrepentido. Cuando Dios te ha seleccionado, no importa quién te haya rechazado. Sigue siendo original. Te sorprenderá lo que te llega cuando dejes de intentar ser otra persona. Dios no puso a las personas en la Tierra para que fueran peones o marionetas de una identidad que él no les dio. Porque Él los ha creado a su imagen y semejanza. El barro no le dice al Alfarero cómo formarlo. Se somete al proceso. Permanece moldeado en las manos de Dios y recibe la Gracia para moverte en tu don y dotes. "Porque el don abre las puertas al hombre y lo lleva ante los grandes" (Proverbios 18:16)

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Oremos:

Padre, reconocemos que cada día de la vida es un regalo, y que no sabemos cuándo veremos el último. Ayúdanos a vivir teniendo siempre presente la eternidad. Como, admitimos nuestros caminos pecaminosos y egoístas. Te buscamos para que nos perdones y nos sanes. Gracias por tus misericordias hoy.

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2. DISCIPULAR, SERVIR, AYUDAR, ANIMAR Y CUIDAR A OTROS

¿Has estado en una situación en la que le cuentas a un amigo algo que te pesa, que te consume, y él/ella te dice: "Estás siendo demasiado sensible". Luego, cuando se lo cuentas a otro amigo, él/ella te da un abrazo y te dice: "Dios te sacará adelante".

Sé la razón por la que alguien cree en la bondad de Dios. A tu alrededor hay personas que están sufriendo, personas que necesitan más amor y personas que quieren un poco de ánimo, deja que Dios te use para ayudar a edificar a los demás y verás lo que pasa. Dios usa a personas como tú y yo para responder a las oraciones de otros. Siempre debemos ser una herramienta en la mano de Dios. Tómate cinco minutos hoy y escribe una nota de ánimo, aprecio, alabanza o gratitud a alguien. Es fácil de hacer y significa mucho. Cuando alguien te pida un consejo o una opinión, pregúntale primero si quiere "consejo" o "ánimo".

Lo primero puede no parecer lo segundo. Si intentas guiar a alguien, encarna estas cuatro cualidades: sé cálido, sé como ellos de alguna manera, sé competente y comparte tus imperfecciones. La manera de encontrar tu vocación es observar la forma en que fuiste creado. Tus dones no han surgido por accidente. Has sido elegido para dar gloria a Dios, Él se mostrará fuerte a través de ti. Fuiste diseñado específicamente para este momento de la historia.

La sabiduría de Dios para esta época está a punto de revelarse a través de ti. A partir de ahora y para siempre serás un vaso para el honor en la mano de Dios, serás un canal de bendiciones. Porque sois gente elegida..., posesión propia de Dios. Como resultado, podréis mostrar a otros la bondad de Dios, porque os ha llamado de las tinieblas a su luz maravillosa. (1 Pedro 2:9)

Algunas personas son violentas en todo, excepto en "tomar el Reino por la fuerza", y de repente, se callan. Bien, puede ser más fácil no decir nada en una situación en la que podría surgir un conflicto, pero ¿no es siempre más prudente? Alguien te está siguiendo en alguna parte. Seguirán tu ejemplo y aprenderán de él. Recuerda que el comportamiento es una interpretación del entorno. O nos enseñan directamente o aprendemos por experiencia.

Por tanto, actúa de forma que los demás admiren y honren tu forma de comportarte. Si por falta de confianza no te pones a la altura de las circunstancias cuando alguien desafía lo que dices, enseñarás a los demás que no vale la pena hablar cuando sabes que tienes razón y eres preciso al evaluar una situación. Habla con la verdad que encarnas, y tu ejemplo influirá poderosamente y persuadirá a otros a seguir tu ejemplo. "Porque no habéis recibido el espíritu de esclavitud para volver a caer en el temor, sino que habéis recibido el Espíritu de adopción como hijos, por el que clamamos: "¡Abba! Padre!" (Romanos 8:15)

De ahí que la pregunta más persistente y urgente de la vida sea: "¿Qué haces por los demás?". Apuesto a que recuerdas a todas las personas que te abrieron una puerta en tu carrera. Sé un abridor de puertas y sé recordado para siempre. Levantar a alguien es una de las mejores maneras de evitar que uno mismo se hunda. Mientras empujas a otra persona hacia arriba, Dios se asegurará de que llegues a donde deseas estar. Creo que fuimos creados para ayudarnos mutuamente. "Porque el Hijo del Hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20:28).

Porque tu mayor contribución en la vida puede que no sea algo que hagas, sino alguien a quien crías. Cree con todo tu corazón que tu vida se está desarrollando exactamente como estaba previsto. No fuerces que las cosas sucedan, sólo permite que sucedan. Todos los errores que podrías cometer en tu camino ya han sido cometidos, aprende de los que te han precedido. Todas las personas que conozcas han experimentado o saben algo que tú no sabes. No subestimes los consejos de ayuda o los ánimos de alguien insignificante y pobre. El impacto es a menudo mucho mayor de lo que podrías imaginar.

El valor de las personas no está determinado por el estado de sus finanzas; está determinado por el estado de su corazón. A veces alguien llega a tu vida y te ayuda a respirar por primera vez, y a ver las cosas bajo una luz diferente. "Por eso, aunque la sabiduría es mejor que la fuerza, los sabios son despreciados si son pobres..." (Eclesiastés 9:16)

Uno de los secretos de la vida es que todo lo que realmente vale la pena hacer es lo que hacemos por los demás. Haz todo el bien que puedas, a tanta gente como puedas, tan a menudo como puedas. Todos nos necesitamos para alcanzar la plenitud que Dios tiene para nosotros. No podemos hacerlo por nosotros mismos. Nunca se pretendió que llevaras las dificultades de la vida solo. Hay quienes te han precedido (mentores) y quienes están recorriendo el mismo camino que tú (amigos).

Los necesitas a ambos para llegar a ser lo mejor posible y disfrutar del viaje. Tu prosperidad estará determinada por lo mucho que te preocupes por los demás, no por utilizar a la gente para tu propio beneficio personal. "Haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti" (Lucas 6:31)

No sólo "cuides" y "ayudes" a los demás porque estás obligado a hacerlo, sino porque realmente quieres ayudar a los demás. "No digas a tu prójimo: "Vete y vuelve; mañana te lo daré", cuando lo tengas a tu lado". (Proverbios 3:28)

Si no puedes ayudarles, al menos no les hagas daño.

Incluso cuando tengas ganas de criticar y rechazar a alguien, recuerda que todas las personas de este mundo no han tenido las mismas ventajas que tú. Aceptar todo lo bueno y lo malo de ellos es una gran cosa a la que aspirar. Lo difícil es hacerlo de verdad. Así que ármate de valor para convertirte en el milagro de alguien, especialmente a esta edad.

Todo está cambiando, día a día no nos damos cuenta pero, basta con mirar atrás en el último año y te darás cuenta de que todo lo ha hecho. Personas que creías que estaban ahí para siempre no lo están, y personas con las que nunca imaginaste que hablarías son ahora algunos de tus amigos. La vida tiene un poco de sentido, y cuanto más crezcamos menos sentido tendrá.

Así que aprovecha ahora, antes de que vuelva a cambiar, porque dentro de poco todo esto será memoria. Aprende a quedarte para los demás, porque puede que los necesites mañana cuando te quedes solo en lo más débil. Cuando te tomas el tiempo para invertir en los demás, siempre volverá a ti. Encuentra la manera de ayudar, amar y cuidar a los desfavorecidos. "Si maltratas a los pobres, insultas a tu Creador; si eres amable con ellos, le muestras respeto" (Proverbios 14:31).

Cuando tu vida está al servicio de Dios y del avance de su reino, nada de lo que hagas es un desperdicio. Él ve y lleva un registro. Cuando entiendes que Dios ve cada vez que siembras, oras, cultivas, das, etc., lo haces con todo tu corazón. Así como algunas personas piensan que deben cosechar todos los días, pero cosechar requiere sembrar.

Ora para que el Espíritu Santo de Dios te conduzca y guíe, ya que no se espera que vivamos esta vida por nosotros mismos. Piensa en lo que quieres y empieza a sembrar ahora. La cosecha llegará. Recuerda que el que siembra poco, también cosechará poco, y el que siembra generosamente, cosechará generosamente. Haz siempre lo mejor que puedas. No todo el mundo puede hacer un buen pastel. Pero todos deberían intentarlo. Lo que se planta ahora, se cosecha después. Así que, si estás en la cima, no seas demasiado orgulloso. Y los que están abajo no se avergüencen demasiado. Todo puede cambiar. Todo puede suceder en esta vida. Aprende a dar. Todos nos necesitamos. No existe una persona autosuficiente. Los ricos son ricos porque tienen a los pobres que trabajan para hacerlos ricos. Sin esos pobres, ninguna persona rica puede ser autosuficiente. Debemos utilizar lo que Dios nos ha dado para ayudar a los menos afortunados. Miremos más allá de nuestras ofrendas habituales y pensemos en formas de ayudar a los menos afortunados.

Los psicólogos dicen que cuando se da, se activan en el cerebro los mismos centros de placer que se activan cuando se disfruta de una buena comida. "El que es generoso con el pobre presta a Dios, y él le pagará su obra". (Proverbios 19:17)

Hay momentos en los que Dios quiere usarte en la vida de otra persona; puede que no sea bonito ni cómodo. Si miras hacia Él y dices: "Sí, Señor, cueste lo que cueste", en ese momento Él inundará tu vida con su presencia y poder. Así que, hoy, sé la razón por la que alguien se sienta amado. No tienes que tenerlo todo junto o incluso saber qué decir para demostrar Su luz al mundo. No tienes que tener dinero - una sonrisa, una oración o incluso un simple saludo serán suficientes. No hay mejor ejercicio para el corazón que acercarse y levantar a la gente. La gente tiene una manera de convertirse en lo que tú les animas a ser. "Rescata a otros arrebatándoles de las llamas del juicio. Muestra misericordia a otros todavía, pero hazlo con mucha cautela, odiando los pecados que contaminan sus vidas". (Judas 1:23)

Si quieres hacer algo grande para Dios, haz cosas pequeñas para tu prójimo. Porque las grandes cosas que puedes hacer por Dios son simplemente pequeñas cosas hechas por otros con gran amor y compasión. Esto incluye a los enfermos, los sin techo, los inmigrantes, los pobres, etc. Además, ningún hombre o mujer de Dios entra en un reino superior con Dios, sin hacer primero un voto a Dios. Por lo tanto, amarás a tu prójimo como a ti mismo. Cuando estás en un lugar de alianza, los milagros se convierten en una experiencia cotidiana. Que Dios te distinga y te muestre su favor por su alianza de amor. (Éxodo 11:7)

La vida adquiere mucho más sentido cuando te das cuenta del simple hecho de que nunca tendrás el mismo momento dos veces, y la mayoría de los momentos importantes rara vez llegan en un momento conveniente, así que es bueno prestar atención y marcar la diferencia en la vida de alguien. A menudo no tienes ni idea de lo que bulle bajo la superficie en la vida de alguien, pero puedes abrir tus oídos y escuchar su corazón. Todos tenemos algo de lo que nos resulta difícil hablar, pero queremos tener a alguien con quien hacerlo.

Por eso, el regalo más valioso que puedes hacer a alguien es el de tu tiempo y tu atención. Para la mayoría de la gente, significa más que te tomes el tiempo de escuchar. No quieren necesariamente que les resuelvas sus problemas. Sólo quieren que te preocupes lo suficiente como para escuchar. Cuando escuchas realmente a otra persona desde su punto de vista y le devuelves esa comprensión, es como darle oxígeno emocional, ahí está la belleza del soporte vital. Y nunca debe tener ataduras. Apoyas a alguien porque deseas verle prosperar, no por lo que vas a ganar.

Como escribió el autor John Bunyan, 2017, nunca has vivido realmente hasta que has hecho algo por alguien que nunca podrá pagarte. "No busques sólo tus intereses personales, sino también los de los demás". (Filipenses 2:4)

Porque las personas le importan a Dios y tú has sido llamado para su propio propósito, saca al menos unos minutos de tu día para demostrarle a alguien que le importa. Salir de tu propio camino es una decisión que tu orgullo no entendería. Debe ser tu persuasión que si trabajas para los hombres como para Dios. Todo estará bien para ti por el resto de tu vida. Es mejor hacer el trabajo sin un título que ponerse el título y no poder hacer el trabajo. Dios quiere que no sólo tú, sino todos los salvados, todos conozcan la verdad. Porque "No favorece más al rico que al pobre, porque todos son obra de sus manos". (Job 34:19)

Si te sientes infeliz y aburrido sin nada que hacer, sal y ayuda a alguien. Porque ahí es donde te reanimarás. Ayudar puede ser cualquier cosa, siempre que se haga con sinceridad. Incluso una simple sonrisa o un cumplido pueden levantar el espíritu de alguien. Con el tiempo tendrás algo que despertar, un lugar al que acudir diariamente, tu vida revivirá... no importan los ingresos en ese momento. "El que no me ayuda se opone a mí, y el que no trabaja conmigo, en realidad trabaja contra mí" (Mateo 12:30)

La forma en que haces sentir a los demás sobre sí mismos, dice mucho de ti. Recibes a las personas al mismo nivel que las percibes. La mayoría de las personas no alcanzarán su pleno potencial sin que otra persona crea en ellas. La gente responde mucho mejor a los elogios que a las críticas. En lugar de quejarte de alguien, elógialo. Cuando veas lo bueno de alguien, debes hablar de ello y creer en ello.

Si les animas de esta manera, se convertirán en ello. No les desprecies cuando cometan errores, todavía están creciendo....puedes necesitarlos una vez que maduren. Una vez que la semilla de la fe echa raíces en sus corazones, no puede ser arrancada, ni siquiera por el viento más fuerte. Por eso, acepta a aquel cuya fe es débil, sin juzgarlo en cuestiones discutibles. (Romanos 14:1)

Puede que las personas no te digan cuán profundas son sus heridas, pero siempre intentarán demostrártelo. Sin embargo, puede que no seas capaz de cambiarlos, sanar su dolor o mover sus montañas, pero lo que sí puedes hacer es amarlos. Todo el mundo en tu vida quiere ser abrazado por lo que es, libre de juicios. Eso es lo que puedes proporcionar. Renuncia a todo lo que no es la verdad de ti. No te aferres a la ira, a las heridas o al dolor porque te roban la energía y te alejan del amor.

Y, con el tiempo la curación vendrá. No te apresures. Permite que las opiniones y los juicios de los demás sobre ti desaparezcan. Cuando sea el momento adecuado, sucederá. No hay necesidad de apresurarse. Si está destinado a suceder, sucederá. "...En esta vida, a menudo se trata a las personas buenas como si fueran malvadas, y a las personas malvadas como si fueran buenas. Esto no tiene sentido". (Eclesiastés 8:14)

Por lo tanto, nunca subestimes tu capacidad de inspirar a alguien y cambiar su día para mejor. Todo el mundo necesita algo de ánimo, y a veces las personas que crees que lo necesitan menos, en realidad son las que más lo necesitan. Un mensaje perfecto enviado en el momento adecuado puede levantar a alguien. Así pues, tómate el tiempo necesario para animar a alguien hoy mismo. Nunca se sabe cuándo un momento y unas palabras sinceras pueden tener un impacto en una vida. "Consuela, consuela a mi pueblo, dice tu Dios. Diles que sus días tristes han pasado y que sus pecados han sido perdonados. (Isaías 40).

Lo que Dios quiere hacer es más grande que nosotros, pero nos necesita a todos. Nadie puede ser dejado de lado o subestimado. Su gracia es suficiente. Siempre prefiero creer lo mejor de todos. Cada uno de nosotros tiene potencial, incluso el más pequeño de los pájaros es capaz de cantar hermosas canciones. Nadie es inútil en este mundo que aligere la carga de otro. Todos tenemos algo que ofrecer en el mundo. Por lo tanto, hoy tienes una misión.

El mundo va a necesitar que tu luz brille más. Una palabra dicha con amor puede alegrar el día de alguien. Recuerda a los olvidados por el mundo. Las viudas, los quebrados y las almas perdidas. Sé la voz de los que no son escuchados. Haz lo que es correcto para ellos, incluso si no se espera, no se nota o no se requiere. Eres una respuesta a su problema, una llave para una nueva puerta, una señal en el camino de alguien.

Eres vital. Haz un esfuerzo adicional aunque no se vea. "Por lo tanto, mis queridos hermanos y hermanas, manteneos firmes. No dejéis que nada os mueva. Entregaos siempre de lleno a la obra del Señor, porque sabéis que vuestro trabajo en el Señor no es en vano." 1 (Corintios 15:58.)

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"Que tus enemigos te respeten, los problemas te desatiendan, los ángeles te protejan y el cielo acepte tus limosnas" - Job

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La vida no siempre es amable. Aprende a sonreír y a verla desde el ángulo correcto. Sé humilde, amable y sabio. Nunca subestimes a nadie. Porque a todo el mundo se le da algo que otras personas no tienen. La persona a la que desprecias y das por sentado hoy es la misma a la que mirarás pidiendo su ayuda. Una persona arrogante te dirá lo que tiene. Pero una persona humilde recuerda quién le ayudó, y nunca juzga a nadie por lo que tiene.

Si no has pasado por el proceso para conseguirlo, no tienes el poder de conservarlo. Si no te lo has ganado, no te pertenece. Lo que viene, va. No tienes que echar a nadie de su juego para ganar el tuyo. Así que ten cuidado de no tirar a la gente de un tejado por el que deberías bajar. "El Señor pagará a cada uno su justicia y su fidelidad; porque el Señor te entregó hoy en mi mano, pero yo no quise extender mi mano contra el ungido del Señor" (1 Samuel 26: 23)

Todos nos rompemos de alguna manera, pero lo que realmente importa es cómo nos levantamos y recomponemos las piezas. En efecto, hay momentos en los que podemos sentir que estamos desviados del camino. Es entonces cuando el enemigo está en su mejor momento de depravación.

Sin embargo, no importa lo que venga, mantente positivo y agradecido. Nunca pierdas la esperanza y nunca dejes de luchar por lo que crees. Aguanta lo suficiente, porque a veces la situación parece mucho más difícil pero mejor por la mañana. Cuando el sol sale da esperanza. "El llanto puede durar toda la noche, pero la alegría viene por la mañana". (Salmo 30:5)

¿Qué clase de persona eres para alguien que ha caído, la clase a la que correrá cuando se caiga? Cada persona está en un viaje aquí en la tierra. No juzgues a las personas por el lugar en el que se encuentran hoy, porque no es ahí donde van a terminar. No hay garantías en la vida, pero es seguro que recibirás lo que das. Cuando ya no tienes nada que dar, estás en paz.

Es entonces cuando te das cuenta de que eso es todo lo que necesitas. Y agradece que tengas un vaso y que haya algo en él. No importa si el vaso está medio vacío o medio lleno. Porque una gratitud genuina es una de las formas más poderosas de invitar más bondad a tu vida. "Pero el que se une a todos los vivos tiene esperanza, porque es mejor un perro vivo que un león muerto". (Eclesiastés 9:4.)