Kitabı oku: «Aprender astronomía con 100 ejercicios prácticos», sayfa 4

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015 El planisferio celeste

HA LLEGADO EL MOMENTO DE INCORPORAR una herramienta nueva a nuestras observaciones, el planisferio Celeste. Un planisferio consta de dos o tres piezas, como máximo: el disco estampado con las constelaciones, un disco de plástico con una zona transparente y un remache que los une y les permite girar el uno sobre el otro.




IMPORTANTE

Actualmente se han puesto de moda otros sistemas para localizar constelaciones en el cielo. Un teléfono móvil con sistema operativo Android nos permitirá utilizar una aplicación que nos enseñará el cielo en tiempo real (basado en la fecha y hora del teléfono). Aunque este tipo de aplicaciones es muy útil, presenta algunos inconvenientes. Si la aplicación no tiene modo de visión nocturno (pantalla en rojo) nos deslumbrará; también nos obliga a un gasto energético más importante que el de una linterna; y el coste del aparato, entre otros. Si ya dispone de teléfono o tableta con este sistema operativo, adelante; si no, utilice el planisferio, es mucho más barato.


1 Hay que ser cuidadosos a la hora de comprar un planisferio, porque no todos nos servirán. El elemento diferenciador es la marcación de la línea de horizonte que sólo sirve para la latitud para la que ha estado calculada. O sea que deberíamos comprar el planisferio con la Latitud más cercana a la latitud de nuestro lugar de observación. La diferencia de unos pocos grados no es importante, pero no podemos utilizar un planisferio de latitud 40 (Madrid, Barcelona) en Canarias, por poner un ejemplo.

2 ¿Cómo funciona un planisferio? Su funcionamiento es muy simple: en el borde del disco donde están estampadas las constelaciones, están marcados los meses del año en fracciones de un día; y en el disco de plástico con la ventana de observación, tenemos marcadas las 24 horas de un día. Hay que girar el disco de plástico hasta hacer coincidir la hora de observación que nos interesa con el día del mes que queramos. Las constelaciones que se vean en la ventana de observación son las constelaciones visibles en ese momento concreto. ¡Pero ojo! Las horas que nos marca el planisferio son en Tiempo Universal (hora solar) y debemos sumar una hora en invierno y dos en horario de verano para obtener el tiempo civil.

3 ¿Cómo miramos el cielo con el planisferio? Una vez determinada la ventana de observación nos pondremos el planisferio delante de los ojos orientado al punto cardinal que estemos mirando. Para ello giraremos el planisferio hasta que el punto cardinal impreso, Norte, Sur, Este u Oeste, quede en la parte de abajo y perfectamente legible. Hay que poner cuidado en esta operación para que el disco semitransparente no se mueva y nos cambie el día y la hora de observación. Realizada esta operación sólo nos queda observar el cielo y el planisferio hasta reconocer una constelación, o parte de ella; a partir de aquí el planisferio nos reconstruirá el resto del firmamento.

4 Con la ayuda del planisferio vamos a ver qué cielo podemos ver el 25 de julio (de cualquier año) a las 3 de la madrugada hora civil. Primero calcularemos qué hora es en Tiempo Universal restando dos horas (recordad que el horario estival civil es dos horas más que el TU, o tiempo solar). Giramos el disco de plástico semitransparente hasta que coincida la 1 de la madrugada (resultado de 3 menos 2) con el 25 de julio. Sólo falta mirar la ventana de observación. Este ejercicio es de fácil comprobación, sólo hay que esperar el día y la hora señalados y comparar el cielo con el planisferio. Para no esperar tanto podéis escoger la fecha y la hora que más os guste y experimentar.


IMPORTANTE

Si utilizamos el planisferio de noche nos será de mucha utilidad una linterna con luz roja. De esa manera alumbraremos pero no deslumbraremos.



016 Cielo profundo a simple vista

HASTA AHORA NOS HABÍAMOS CONTENTADO con observar planetas, la Luna, estrellas y constelaciones. Va siendo hora de empezar a observar cosas más interesantes, porque no sólo de estrellas vive el astrónomo.

1 Una vez que nos familiaricemos con el cielo nocturno habrá llegado la hora de dar un paso más, la observación de objetos lejanos y difusos que se encuentran entre las estrellas. Estamos hablando de cúmulos, nebulosas, galaxias … Pero, ¿dónde se encuentran? y ¿se pueden ver a simple vista?

2 La mayoría de objetos de cielo profundo sólo son visibles con la ayuda de telescopios y prismáticos, pero hay algunos que por su tamaño y vistosidad se pueden distinguir a simple vista. Quizás el más emblemático sea el gran cúmulo de las Pléyades, situado justo encima de la constelación de Tauro. A simple vista veremos un grupo de estrellas brillantes, entre 7 y 9. Con un telescopio se puede apreciar una ligera nebulosidad que envuelve este joven cúmulo, de sólo 80 millones de años de edad, situado a unos 410 años luz de nosotros. Observable en invierno.

3 Sin alejarnos demasiado tenemos las Hyades, un cúmulo abierto de estrellas no tan vistoso como las Pléyades, pero sí más extenso y viejo, 400 millones de años de antigüedad. Este grupo de estrellas se encuentra dentro de la cara del toro y ya se conocía en el siglo VI antes de Cristo. Se calcula que está a una distancia de unos 130 años luz.

4 La gran nebulosa de Orión, en la constelación de Orión, es otro de los objetos de cielo profundo del invierno. A simple vista, siempre que el lugar de observación sea oscuro y sin luna, distinguiremos perfectamente la nebulosidad que envuelve la espada de Orión. La nebulosa tiene una extensión de unos 20 años luz y está situada a una distancia de 1.300 años luz.

5 Si la noche es excepcionalmente oscura y observamos desde lugares apartados de la contaminación lumínica nos podemos aventurar a observar una galaxia, la galaxia de Andrómeda, conocida por estar ubicada en la constelación del mismo nombre. Este objeto es el más lejano que puede observar una persona a simple vista, está a casi tres millones de años luz de distancia. El astrónomo persa Abd Al-Rahman Al Sufi, sobre el año 964 de nuestra era, fue el primero en describir la galaxia de Andrómeda.

6 La estación estival también tiene unos cuantos objetos de cielo profundo visibles a simple vista, la mayoría de ellos inmersos en la vía láctea. Quizás el más destacado sea la nebulosa de la Laguna, cerca de la constelación de Sagitario. Presenta la forma de una nubecita difusa al estilo de la nebulosa de Orión. Se necesitan cielos muy oscuros para distinguirla. Está aproximadamente a unos 5.000 años luz de distancia.

7 Y los que disfruten de buena agudeza visual pueden intentar vislumbrar el cúmulo globular de M22 en Sagitario. Este cúmulo es el más cercano a la tierra, 10.400 años luz, y tiene una extensión tan grande como la luna llena. Se calcula que tiene unas 100.000 estrellas. Y sin salir de la constelación de Sagitario podemos intentar ver a M24. Éste no es un auténtico objeto de cielo profundo, sino una enorme nube de condenación galáctica dentro de nuestra Vía Láctea. El cúmulo globular de M22 y el M24 precisan de cielos espectaculares para verlos a simple vista.


IMPORTANTE

¿Qué es el cielo profundo? Pues es la traducción literal de la expresión anglosajona “Deep Sky” que, resumiendo, son los objetos astronómicos que se pueden observar más allá de las estrellas; aunque sería mejor decir entre las estrellas.



017 La mano, instrumento de medida

EN ALGUNA OCASIÓN PODRÍAMOS NECESITAR medir alguna cosa en el cielo: la distancia entre dos estrellas, la extensión de una constelación, la altura de la estrella polar, el trazo de un meteoro … ¿Qué instrumento utilizaremos? Lo mejor y más rápido es utilizar nuestras manos, pero ¿cómo?

1 Ante todo tendremos en cuenta que las medidas celestes tomadas con las manos son aproximadas. Como es una cuestión de perspectiva, la norma vale para todas las edades, géneros y tamaños. Para medir el cielo con las manos deberemos separar las manos de los ojos la distancia de un brazo estirado.

2 Las medidas tomadas del cielo serán en grados, pues estaremos midiendo la distancia angular entre dos puntos. Así pues, una mano estirada, o palmo celeste, corresponden a unos 20° celestes. Recordad que ésta es la posición de la mano que utilizamos en capítulos anteriores para medir la altura de la estrella polar sobre el horizonte.

3 Si variamos la abertura de la mano conseguiremos otros patrones fijos de medida. Por ejemplo, la palma de la mano son unos 10°; también podemos utilizar el puño cerrado, tiene la misma medida, si nos es más cómodo. Recordad que la mano tiene que estar a la distancia de un brazo de nuestros ojos.

4 La longitud del dedo grueso de la mano equivale a unos 5° celestes. Si sumamos los dos patrones anteriores nos dará la distancia que recorre el cielo en una hora, 15°. También es, aproximadamente, la distancia que recorre el sol en 1 hora.

5 Para medidas más finas utilizaremos en dedo meñique. Si lo colocamos de canto, alejado un brazo de nuestra cara, el grosor del meñique corresponde a 1°. ¿Y qué podemos medir con una regla de un grado? Pues, por ejemplo, la Luna. Cuando está llena, su tamaño aparente es de ½°.

6 Con todos estos elementos ya estamos a punto para medir cualquier cosa en el firmamento. Por ejemplo: ¿cuántos grados mide el carro de la Osa Mayor, de punta a punta? O ¿qué distancia angular hay entre la estrella Dubhe, de la Osa Mayor, y la estrella Polar? O ¿en qué latitud nos encontramos? Y para acabar, podéis comprobar una cosa, que seguro que le ha pasado a más de uno: a veces, cuando la luna está cerca del horizonte parece que tiene más diámetro que cuando está en el cenit o cerca de él. Es el momento de comprobarlo. Suerte con las mediciones.


IMPORTANTE

Recuerde que la altura de la Polar sobre el horizonte, siempre el hemisferio Norte, nos dice la Latitud del lugar.



018 Catálogos celestes. Qué observar y dónde

LA ASTRONOMÍA ES UNA AFICIÓN que nos permite ir progresando poco a poco: del reconocimiento de las estrellas y constelaciones a la observación de los primeros objetos de cielo profundo. Pero ahora mismo estamos en un punto en el que no sabemos dónde mirar para ver más cosas. Va siendo hora de conocer y utilizar algún catálogo celeste.


IMPORTANTE

A pesar de que llegó a descubrir más de cincuenta cometas, Charles Messier es recordado por su catálogo de objetos de cielo profundo, el más observado en todo el mundo (sólo contiene objetos visibles desde el hemisferio Norte, válido para observadores del hemisferio Norte).


1 El catálogo de objetos de cielo profundo más utilizado por los astrónomos amateurs es el catálogo Messier, con 110 entradas. Y eso se debe a que son objetos relativamente brillantes (algunos visibles a simple vista) recopilados por el astrónomo francés Charles Messier (1730-1817) a lo largo de casi toda su vida.

2 Messier era un joven dibujante que realizaba cartas estelares para el observatorio de París. Poco a poco empezó a formarse como astrónomo y se apasionó por todo lo relacionado con los cometas, que era lo que estaba más de moda en aquel tiempo. Se pasaba los noches pegado al telescopio intentando descubrir un cometa, pero la mayoría de veces sólo encontraba unas nebulosas que lo confundían. Para no equivocarse y hacer el ridículo decidió censar esas nebulosas fijas. Éste fue el nacimiento de su catálogo.Charles Messier.

3 El catálogo reúne los objetos de cielo profundo más brillantes del firmamento; aunque, inexplicablemente, Charles Messier se dejó en el tintero algunos objetos brillantes. Parece ser que la dedicación a su catálogo no era tan exhaustiva como cabía esperar. Aun así fue el primer astrónomo que se tomó la molestia de elaborar uno.

4 El catálogo Messier no es el único, pero sí el más manejable, ya que tiene censados objetos en casi todas las constelaciones del hemisferio Norte, y en todas las estaciones del año. Curiosamente durante el mes de marzo es posible observar todos los objetos del catálogo Messier en una noche. Es lo que se conoce como Maratón Messier.

5 Los objetos Messier están catalogados por orden de descubrimiento. Y están ordenados del 1 al 110, con una letra M delante del número. M8. Foto: Joanma Bullón.M20. Foto: Joanma Bullón.M22. Foto: Joanma Bullón.M 51. Foto: Joanma Bullón.M 81 y M 82. Foto: Joanma Bullón.

6 En el CD que acompaña este libro encontraréis una guía rápida para observar el catálogo Messier. Es un trabajo del astrónomo amateur Joanma Bullón que desde su observatorio La Cambra, Aras de los Olmos, Valencia, ha fotografiado todos los objetos censados por Messier. Joanma nos propone un orden de observación para que podamos hacer la Maratón Messier con total garantía de éxito. La guía trae fotografías de los objetos, sus coordenadas, qué telescopio usar y unos estupendos mapas de localización realizados por el astrónomo aficionado José Ramón Torres.

7 Existen otros catálogos como el NGC (New General Catalog), con más de 7000 entradas de objetos visibles en los dos hemisferios. Los objetos Messier están incluidos, pero con la nomenclatura NGC. La mayoría de objetos de este catálogo son bastante débiles y difíciles de ver para un aficionado.

8 Empiece a preparar las observaciones. Como todavía estamos en la observación a simple vista ¿qué le parece si intenta una Maratón Messier con objetos de cielo profundo visibles a simple vista? Recuerde, sólo es posible durante el mes de marzo. La tabla adjunta le será de utilidad. Además de los objetos mencionados en otros capítulos, busque y observe posibles candidatos a ser visibles a simple vista. El criterio de selección es el siguiente: gran tamaño y de una magnitud entre 0 y 5. Un planisferio celeste le será de mucha ayuda para localizar los objetos en el cielo. Suerte y buena caza.


019 Meteoros y meteoritos

DE VEZ EN CUANDO LOS OBSERVADORES del cielo nos vemos sorprendidos por un trazo luminoso que atraviesa el cielo, son los meteoros, también conocidos como estrellas fugaces. Después de la sorpresa vienen las preguntas: ¿qué son?, ¿de dónde vienen …? Es el momento de desvelar el misterio.


IMPORTANTE

Las Perseidas están relacionadas con el cometa Swift-Tuttle. Esta relación, la primera de la historia entre un cometa y una lluvia de meteoros, fue descubierta en 1865 por el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli. El Switf-Tuttle es un cometa periódico que vuelve cada 133 años. Las partículas que deja en su órbita cercana a la tierra pesan, de promedio, unos 0.07 gramos y chocan contra la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 212.000 km/h. La mayoría se acaban desintegrando a unos 80 km de altura.


1 Empezaremos por decir lo que no son: no son estrellas que caen, ni mucho menos. Así pues el nombre por el que los meteoros son conocidos no es demasiado preciso. El caso es que, aunque no son estrellas que caen, al menos sí lo parecen, es por eso que el nombre de “estrellas fugaces” se resiste a desaparecer.

2 La realidad es mucho menos glamurosa. Una estrella fugaz, o meteoro, es una partícula espacial (polvo, fragmento de asteroide o cometa, basura espacial) que entra en la atmósfera a gran velocidad y se desintegra (o casi).

3 El fogonazo de luz se llama meteoro, y si alguna vez encontramos restos en el suelo (de algún fragmento lo bastante grande) es lo que llamamos meteorito. NASA. Foto circumpolar con rastros de Geminidas.Meteorito metálico propiedad del autor.

4 Los meteoros más grandes y que hacen una gran cola de fuego se llaman bólidos.

5 Podemos ver, de manera esporádica, meteoros en cualquier momento de la noche y en cualquier dirección, pero a lo largo del año hay algunos días y horas donde los avistamientos de trazos de meteoros se concentran y donde los meteoros parecen converger en un punto determinado del cielo que llamamos radiante. Son las lluvias de meteoros.

6 Las lluvias de meteoros más importantes son: Cuadrántidas, sobre el 3 de enero; Líridas, sobre el 22 de abril; Perseidas, sobre el 12 de agosto; Dracónidas, sobre el 8 de octubre; Oriónidas, sobre el 21 de octubre; Leónidas , sobre el 17 de noviembre; y las Gemínidas, sobre el 14 de diciembre.Máximo de las Leónidas el 19 de Noviembre de 2002 desde el Cabo Creus (Girona). En el original se pueden identificar más de 80 trazos de meteoros. Foto: Juan Carlos Casado@tierrayestrellas.com.

7 El nombre de las lluvias tiene relación con el radiante. Por ejemplo, las Perseidas tienen el radiante muy cerca de la constelación de Perseo. De ahí su nombre. Es una de las lluvias más famosas y también se conoce como “Lágrimas de San Lorenzo” porque ocurre muy cerca del 10 de agosto (día de San Lorenzo).

8 Pero, ¿por qué en esos días en concreto hay una afluencia masiva de meteoros? Ya hemos hablado de la naturaleza del meteoro, esencialmente partículas de desecho. Las lluvias suceden cuando la órbita de la tierra corta la órbita de un cometa. Cuando eso ocurre las partículas que se han desprendido del cometa entran en la atmósfera provocando el fogonazo y el trazo de luz del que hemos hablado. Las orbitas de los cometas, sobre todo si son periódicos, están saturadas de partículas, de aquí la intensidad de las lluvias de meteoros.

9 Hay meteoros que llegan a colisionar contra la tierra. Si son pequeños, como una pelota de tenis o de futbol, no causaran daños importantes, pero un meteoro de unos 50 metros de diámetro puede hacer un cráter de más de 1 kilómetro y medio de diámetro con una profundidad de unos 180 metros. Meteor Crater. Actualmente existen aplicaciones para Android, como “Meteor Count” o “Meteor Shower” que nos serán de mucha utilidad. ¿Cuánto falta para la próxima lluvia de meteoros? Ánimo, planifíquela y observe.

10 ¿Cómo observar una lluvia? Planifique la observación, busque un lugar oscuro lejos de luces contaminantes. Si la lluvia coincide con la luna llena, lo más probable es que no vea casi nada. Adapte la vista a la oscuridad, póngase cómodo y céntrase en una zona del cielo. Mejor si dividen el cielo entre varios. Cada vez que vean un meteoro, contabilízenlo, si puede ser con la hora (TU) al lado. La sociedad de observadores de meteoros y cometas de España se dedica a coordinar este tipo de actividades. Infórmese en: http://www.somyce.org/.


IMPORTANTE

Se cree que la extinción de los dinosaurios, hace unos 65 millones de años, fue provocada por el impacto de un meteoro de unos 10 km de diámetro.



020 Cometas

DE VEZ EN CUANDO APARECE UN ASTRO nuevo en el cielo, un astro rodeado de una vistosa cabellera que, a lo largo de la historia, ha maravillado y aterrado a partes iguales a la humanidad. Son los cometas.


IMPORTANTE

Una unidad astronómica equivale a la distancia media entre la Tierra y el Sol, que son, aproximadamente 150 millones de kilómetros.


1 La palabra “Cometa” viene del latín, que la cogió prestada del griego (Kométes) y significa cabellera. Una definición simple y precisa.

2 ¿Qué son los cometas? Son astros del sistema solar, aunque antiguamente se creía que eran fenómenos atmosféricos. Tienen pocos kilómetros de diámetro y están formados principalmente por partículas de polvo, hielo y un núcleo de roca. Hasta hace relativamente poco, una década más o menos, se creía que tenían un aspecto parecido al de una gran bola de nieve sucia, pero las últimas sondas lo han desmentido. En 2005 la NASA estrelló la sonda Deep Impact en la superficie del cometa Tempel 1 para descubrir la naturaleza de su núcleo. La fotografía se realizó 67 segundos después del impacto. El cometa resultó ser más sólido de lo que se pensaba. Foto: NASA.

3 Pueden venir de dos sitios diferentes: de la llamada nube de Oort, situada más allá de la órbita de Plutón; o del cinturón de Kuiper, que está algo más cerca, más allá de la órbita de Neptuno. Cualquier perturbación, planetaria o estelar, por pequeña que sea, hace que estos cuerpos caigan en dirección al Sol.

4 Cuando, después de iniciar su camino hasta el Sol, el cometa llega a una distancia entre las 5 y las 10 unidades astronómicas, se desprenden las partes más ligeras y volátiles del cometa formando la cabellera. Ésta adopta siempre la dirección contraria al Sol a causa del viento solar.

5 Un cometa puede tener diversos tipos de cola, que coexisten sin ningún problema: la cola de gas, que adopta la dirección contraria al Sol; una cola de polvo, y la que se conoce como cola iónica, descubierta hace pocos años.

6 Tras la invención del telescopio, los astrónomos descubrieron que muchos cometas vuelven de manera periódica. El primer astrónomo que se dio cuenta fue Edmund Halley, que calculó el retorno del cometa que ahora lleva su nombre, el Halley. El núcleo del cometa Halley visto por la sonda Giotto. Foto: ESA.

7 Dependiendo del lugar de procedencia del cometa, si éste es periódico, será de periodo largo (si procede de la nube de Oort), o de periodo corto (si procede del cinturón de Kuiper).

8 No todos los cometas son periódicos, algunos sólo pasan una vez y se pierden en el espacio interestelar.

9 A pesar de ser un objeto del sistema solar, los cometas no siempre se ven a simple vista. Sólo los muy brillantes pueden alcanzar el brillo necesario para observarlos sin telescopio. Pero eso no significa que no haya cometas en el cielo. Mientras lee estas líneas, más de 200 cometas observables y conocidos se pasean por el sistema solar. La mayoría de ellos sólo visibles con telescopio.

10 Pero de vez en cuando, unas cuatro veces en los últimos 25 años, aparece un cometa súper brillante y toda la humanidad disfruta y se aterra a la vez. Los últimos han sido: el Hyakutake, visto en 1996; el Hale-Bopp, visto en 1996-97; el Cometa McNaught, en 2007 y el cometa 17P Holmes, en 2007. Cometa Hyakutake. Foto: Jordi Lopesino.Cometa Hale Bopp, 1997. Foto: Juan Carlos Casado@tierrayestrellas.com.Cometa Holmes. Foto: Jordi Lopesino.

11 Hay que estar atentos a las noticias astronómicas. Cuando oiga hablar de un súper cometa brillante averigue en qué constelación está, sitúelo en el planisferio, busque un lugar oscuro y apartado, aclimate la vista a la oscuridad, túmbese y mire en la dirección correcta. Será una experiencia inolvidable.