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Universidad Aeronáutica en Querétaro ii El nacimiento

A mediados de 2006, una vez egresada la primera generación de técnicos para la empresa canadiense Bombardier, los esfuerzos del gobierno del estado seguían acercando compañías interesadas en invertir en Querétaro; de los primeros believers que podemos enumerar se encuentran Grupo Safran y Aernnova, compañías francesa y española respectivamente. Dichos grupos, confiados por el primer paso dado por Bombardier, iniciaron negociaciones con el gobierno del estado para establecer actividades de manufactura de componentes de aeronaves.

Al igual que la canadiense, estas empresas también requerían de la formación de personal técnico, por lo que a lo largo del 2006 y principios de 2007 se afinaron las negociaciones para la llegada de dichas inversiones. Las condiciones y los resultados empezaban a delinear lo que habría de ser la constante para los siguientes años: la existencia de capacidades de formación técnica sería un elemento a partir del cual habrían de girar las decisiones de inversión.

Al mismo tiempo, las autoridades estatales —conscientes del compromiso que se había asumido para la creación de capacidades de formación en el largo plazo para todo un sector—, detonaron gestiones para identificar el tipo, modalidades educativas, alcances y modelos educativo y jurídico que permitirían configurar un probable organismo público que tendría que atender las necesidades de formación para la renaciente industria aeronáutica mexicana.

Fue así como el proyecto de creación liderado por la Secretaría de Educación del Estado de Querétaro, fue encargado a ejecutivos de la uteq, quienes se dieron a la tarea de analizar aquellas regiones en el mundo con clústeres de manufactura aeronáutica, desde la perspectiva de las instituciones de educación que atendían las necesidades de formación de talento a lo largo del tiempo y de manera transversal a la complejidad y niveles de encadenamiento productivo de su sector. Regiones como Wichita y Seattle en eua, Montreal en Canadá y Toulouse en Francia fueron escudriñadas documentalmente para identificar las mejores prácticas a replicar o “mexicanizar” y proponer a las autoridades una institución viable, educativa y financieramente hablando, en el marco de las políticas públicas de nuestro país. Los resultados fueron reveladores: sin distinción, en todas las regiones existían instituciones que atendían por separado la formación de técnicos, del equivalente al Técnico Superior Universitario, de Ingenieros e Investigadores; dichas instituciones compartían muy poco y duplicaban, en la mayoría de los casos, la infraestructura y capacidades de atención al sector. Todas coincidían en que la infraestructura de laboratorios, equipamiento, materiales, suministros y capacidades docentes, entre otras características, eran de la vida real; es decir, reproducían el ambiente de la manufactura o mantenimiento aeronáuticos, lo que conllevaba grandes implicaciones en términos de presupuesto.

Ya en 2007, con la información analizada, se propuso crear un organismo público descentralizado del gobierno del estado de Querétaro de tipo universitario, adscrito a la Subsecretaría de Educación Superior de la sep Federal, con un modelo que agrupara la formación de Técnicos para el Trabajo, de Técnicos Superiores Universitarios, de ingenieros e investigadores para apoyar el desarrollo del sector aeronáutico en nuestro país. La apuesta fue siempre más visionaria, se buscaba crear capacidades que permitieran a México desarrollar manufactura de mayor valor agregado, llegando incluso al ensamble completo de aeronaves, sentando las bases para que el sector se desarrollara de manera contundente.

Fue así como después de meses de gestión para acordar con la federación el modelo de financiamiento conjunto del organismo, la Quincuagésima Quinta Legislatura del Estado de Querétaro fundó la Universidad Nacional Aeronáutica en Querétaro, publicándose el decreto de creación en el periódico oficial La Sombra de Arteaga, el 23 de noviembre de 2007. Había nacido la unaq.¶

10 de noviembre de 2017

Universidad Aeronáutica en Querétaro iii Tomando pista para el despegue

No hay inicio fácil, ni existe planeación que se ejecute a la perfección; lo que sí es muy claro es que cuando las voluntades se alinean y los objetivos son claros, el trabajo comprometido siempre consigue los resultados esperados.

Una vez creada la Universidad Nacional Aeronáutica en Querétaro —unaq por sus siglas (el nombre habría de modificarse unos años después para quedar como Universidad Aeronáutica en Querétaro, pero se mantienen las siglas unaq—, las siguientes acciones fueron: la identificación de los predios que habría de ocupar dentro del Aeropuerto Intercontinental de Querétaro (aiq), los trabajos del diseño constructivo del complejo universitario y, más importante aún, la definición de los programas educativos universitarios con que la institución iniciaría.

A diferencia de otras instituciones que arrancan su actividad en instalaciones temporales, las autoridades decidieron programar el arranque de la unaq en enero de 2009 en las instalaciones que habrían de ser las definitivas. Para lograr tal cometido, los esfuerzos de diseño y construcción se apresuraron para que, en los polígonos asignados a la institución, que totalizan 20 hectáreas dentro del complejo aeroportuario, se construyera un primer edificio, con la filosofía que se había planteado para el modelo educativo de la institución: una nave industrial de 18 500 m2 en la que se habilitarían todos aquellos talleres, laboratorios y espacios educativos que reproducirían aquella realidad industrial del sector, y que en el largo plazo habría de ser una de las grandes ventajas competitivas de la unaq.

En febrero de 2008 se iniciaron los trabajos de preparación del predio que habría de albergar la nave industrial en donde comenzaría la actividad universitaria. La construcción y habilitación de los primeros laboratorios fue una tarea titánica, considerando que mientras se construía en el aeropuerto se mantenían operaciones de formación técnica para Aernnova, Safran y Bombardier en tres instalaciones diferentes (en la uteq para Bombardier, en San Fandila para Safran y en Peñuelas para Aernnova). Se realizó además la adquisición de los equipos de los primeros laboratorios, se desarrolló el diseño curricular de dos programas universitarios, se llevó a cabo la contratación de docentes y personal administrativo y se ejecutó la promoción de los programas para la captación estudiantil de la primera generación de estudiantes que arrancarían con la universidad el siguiente año.

Es así como el 5 de enero de 2009 la unaq dio inicio con 96 estudiantes universitarios: 48 del programa de Técnico Superior Universitario en Mantenimiento Aeronáutico, área Aviónica y 48 de la carrera de Ingeniería Aeronáutica en Manufactura, y más de 200 técnicos en formación para ensambles eléctricos y estructurales transferidos de las operaciones de formación técnica para las empresas Aernnova, Safran y, por supuesto, Bombardier.

Aquel frío lunes de enero marcaría el comienzo de una institución que buscaría romper paradigmas, que emprendería una carrera por demostrar que la educación superior enfocada y pertinente puede generar mucho más valor público del que se considera; con infraestructura y equipamiento necesarios para desarrollar competencias para un sector en el que la seguridad, las regulaciones y especificaciones son el común denominador en una ecuación compleja y de largo plazo.

Apenas iniciadas las actividades de aquel enero de 2009, se recibieron visitantes de una delegación francesa cuyo objetivo primordial sería desarrollar, en conjunto con las autoridades mexicanas y grupos aeronáuticos franceses, un concepto de formaciones para el mantenimiento aeronáutico que generaría una credibilidad insospechada para México. ¶

14 de noviembre de 2017

Universidad Aeronáutica en Querétaro iv Grandes retos antes del despegue

El inicio de la actividad académica universitaria se antojaba franco, nunca fácil, con una expectativa muy alta por parte de los estudiantes y sus familias; las compañías seguían llegando ante el éxito de las formaciones técnicas, la calidad de la manufactura mexicana empezó a generar una credibilidad digna de admirarse, manufactura con cero defectos, costos competitivos, expectativas de contar con el talento para incrementar los programas de fabricación, e incluso para traer a México productos y procesos más complejos que demandan la contratación de técnicos superiores universitarios (tsu) e ingenieros.

En pleno proceso de construcción del primer edificio de la Universidad (una nave industrial de 18 500 m2) en el Aeropuerto, Bombardier negociaba, con la Federación y la entidad, la llegada de un proyecto que debería ser el parteaguas para la industria de la manufactura aeronáutica mexicana: la fabricación y ensamble del avión ejecutivo Learjet 85. La decisión de la llegada de este proyecto a Querétaro se anunció en la residencia oficial de los Pinos en mayo de 2008. En noviembre de ese año, en atención al compromiso, la unaq envió profesores a Canadá para entrenarse en la enseñanza de las tecnologías de fabricación de componentes estructurales en materiales compuestos mediante fibras preimpregnadas. A la par, en pleno proceso de cierre de administración estatal, se habilitaron los laboratorios al interior de la unaq para iniciar los cursos de formación técnica en noviembre de 2009. Por su parte, Bombardier construía la planta en la que se habría de manufacturar el fuselaje principal, cabina, estabilizadores y componentes alares de la aeronave. Sobra decir lo que autoridades, empresa e institución tuvieron que gestionar para iniciar la operación de la fabricación de los primeros prototipos de la aeronave, la formación de la gente y la infraestructura; pero se logró, dando una muestra inequívoca de lo que puede ser capaz la triple hélice.

En septiembre de 2010, el entonces presidente Felipe Calderón Hinojosa visitó Querétaro para inaugurar la planta de Materiales Compuestos de Bombardier y para ser testigo de honor de la entrega de un avión experimental CRJ200 que la canadiense donaba a la unaq. Años después, en abril de 2014, para ser exactos, el prototipo de avión LearJet 85 despegaba de Wichita, Estados Unidos, para vivir su proceso de certificación ante la autoridad aeronáutica estadounidense. Una vez más Querétaro cumplía: cumplía México.

En enero de 2009, recién iniciadas las actividades universitarias de la unaq, se recibió la visita de una delegación de autoridades del ministerio de educación nacional de Francia. El objetivo, colaborar con el gobierno de México (Querétaro y la Federación) y dos grandes grupos industriales, Safran y Airbus, en la configuración de una alianza estratégica para la formación de técnicos para el mantenimiento aeronáutico, con estándares equiparables a los reconocidos en Europa. Esta iniciativa había sido acordada previamente por los presidentes Nicolas Sarkozy y Felipe Calderón y formalizada mediante cartas de intención. El modelo desarrollado permitió que, con un acuerdo de alto nivel entre todas las partes, se pudiera materializar una inversión en infraestructura, formación de profesores, donaciones por parte de los grupos industriales para la creación del Campus Franco Mexicano de Formaciones Aeronáuticas de la unaq; dicho espacio fue inaugurado años después, el 11 de abril de 2014 por los presidentes FranÇois Hollande de Francia y Enrique Peña Nieto de nuestro país. México, Querétaro y la unaq estaban en los ojos del mundo. ¶

17 de noviembre de 2017

Universidad Aeronáutica en Querétaro v Un modelo puesto a prueba

En México existe una variedad muy interesante de subsistemas de Instituciones de Educación Superior (ies): desde aquellas grandes y emblemáticas instituciones nacionales como la unam o el ipn, las universidades estatales, tradicionalmente autónomas, los institutos tecnológicos, pertenecientes al hoy Tecnológico Nacional de México y las universidades tecnológicas y politécnicas, por mencionar sólo algunas de las más representativas. Todas ellas con funciones sustantivas, modelos educativos y de gobernanza específicos y probados. La unaq es también producto del análisis de modelos institucionales existentes en nuestro país, en donde la flexibilidad educativa, capacidad de respuesta ante las demandas de un sector específico y la agilidad administrativa y organizacional se han puesto a prueba en muchas ocasiones.

La pertinencia, por ejemplo, es uno de los atributos del modelo educativo, la formación basada en competencias es otro, extraídos ambos del modelo del Subsistema de Universidades Tecnológicas y Politécnicas (cgutyp); también lo es la agilidad administrativa para implementar programas de formación técnica con las características y especificaciones técnicas, que demandaron la habilitación de instalaciones industriales, el uso de equipo, herramientas y materiales de grado aeronáutico es una característica algo atípica en el ámbito público de las ies de nuestro país; la estrecha relación con organismos, gobiernos, instituciones y empresas nacionales o extranjeros, traducido como estrecha vinculación, es una característica muy valorada hoy en día en el gremio universitario, y sumamente necesaria para lograr la pertinencia de los programas educativos; la evaluación y planeación estratégica, así como la administración institucional utilizando sistemas de gestión de calidad son características sin las que no se percibe una institución educativa hoy en día.

A lo largo de su breve historia, la unaq ha buscado implementar aquellas mejores prácticas que busquen distinguirla en el universo de las instituciones de educación superior públicas y privadas de México, no por el hecho de hacerla diferente, sino por la intención de mantenerla cumpliendo el objetivo para el cual fue creada: apoyar el desarrollo del sector aeronáutico nacional. En este esfuerzo, muchos paradigmas han tenido que superarse, para que desde el ámbito de la educación superior pública se hayan podido desarrollar programas de formación técnica, programas universitarios de tsu e ingeniería, e incluso de maestría para formar a los profesionales e investigadores que el sector demanda con una velocidad, versatilidad y pertinencia que han contribuido, entre otras cosas, a que Querétaro se haya convertido en los últimos años en el cuarto destino de inversión aeronáutica del mundo.

Pero el modelo pertinente, estrechamente vinculado con una infraestructura lo más cercana a la realidad de un sector, aún sigue bajo prueba. Para los modelos de evaluación de la calidad educativa de nuestro país, un programa educativo de buena calidad debe exhibir mucho más que equipamiento e instalaciones, debe involucrar procesos de mejoramiento de la capacidad docente, de atención y acompañamiento de los estudiantes y, sobre todo, el compromiso fehaciente de toda la comunidad universitaria, no sólo de su planta docente: este es el camino que la unaq ha emprendido desde hace varios años.

Prueba del interés que ha despertado el modelo de la unaq es que organizaciones educativas de países como El Salvador, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Malasia, Tailandia, Canadá, Estados Unidos y Francia han participado en misiones académicas y diplomáticas en las que se busca entender y emular, con las adaptaciones pertinentes en cada región, la experiencia de esta institución universitaria.

Aún falta mucho por hacer, pero ya en vuelo ha quedado claro que el comportamiento de la aeronave ha sido más enriquecedor que aquel que se identificó en 2005, cuando la Universidad Aeronáutica en Querétaro apenas era una idea. ¶

21 de noviembre de 2017

Universidad Aeronáutica en Querétaro vi Para el anecdotario

Cualquier historia digna de contarse tiene un sinnúmero de momentos, de instantes en donde las personas y las circunstancias se combinan para regalarnos recuerdos imborrables, lecciones en las que lo magnifico se mezcla sutilmente con la realidad para recordarnos la grandeza de las obras de los hombres. En esta entrega resumiré algunas anécdotas que han dejado huella en nuestra institución y su gente.

Nosotros no tenemos algo así en Francia

Cuando concluyó la ceremonia de inauguración del Campus Franco Mexicano de formaciones aeronáuticas, el 11 de abril de 2014, realizada por los presidentes Francois Hollande de Francia y Enrique Peña Nieto de México, nos encontramos con varios ministros franceses a la salida de un breve recorrido por las instalaciones. Con cierta naturalidad, el presidente francés comentó a los ministros: “Nosotros no tenemos algo así en Francia; necesito que cuando regresen hagamos algo igual” refiriéndose al Campus Franco Mexicano. Sin duda, se trata de un reconocimiento a la gestión y al esfuerzo de implementación del proyecto, primero por la presencia de dos mandatarios en una institución pública queretana y segundo por la identificación de capacidades deseables en su país y observadas en una institución mexicana.

La unaq, única institución en el mundo con dos B737-200

Una gran mayoría de esfuerzos de gestión, además de persistencia o resiliencia, requieren de una buena dosis de arrojo. En 2013 llegó a oídos de la unaq que dos aviones B737 se encontraban disponibles para ser entregados en donación a quien tuviera la disposición de “ir por ellos a Tijuana, B.C.”. Con la disposición por delante, el equipo de la unaq solicitó al donador recibirlos en Querétaro. Después de un año de pláticas se decidió analizar el riesgo de volar las aeronaves bajo responsabilidad de la institución. Una vez realizados los servicios de mantenimiento a las dos aeronaves, contratar la tripulación que las volaría en vuelo ferry (en vacío) previa gestión con la autoridad aeronáutica en enero de 2014 voló el primer B737; aterrizó satisfactoriamente, se desmontaron componentes electrónicos y se llevaron a Tijuana para instalar en el segundo, el cual voló y aterrizó en Querétaro. De esta manera fue como la unaq se convirtió en la única institución en el mundo con dos Boeing B737-200 que llegaron volando. Persistencia más voluntad, más arrojo, la fórmula que lo logró.

Gracias a la unaq

Existe cualquier cantidad de reconocimientos y anécdotas, relacionadas con la creación o construcción del organismo, de la llegada o partida de su gente, del trabajo que ha significado alcanzar alguna de las metas que se han planteado a lo largo de los años; sin embargo, las que más recuerdo, y por fortuna se repiten año con año, son las que tienen que ver con lo que la Universidad ha hecho por sus estudiantes. Una mañana salía de un desayuno en conocido restaurante en el centro histórico de nuestra ciudad y se acercó una señora de edad avanzada con un gesto algo adusto para su edad; de inmediato me inquirió con cierto tono acusador: “¿Es usted el rector de la unaq?”, “Así es, a sus órdenes, señora” —respondí, preparándome para la siguiente pregunta o comentario—: “Le quiero agradecer a nombre de toda mi familia lo que hizo la universidad por mi nieto Juan, estaba perdido y cuando ingreso a la unaq se volvió responsable y hoy ha viajado por Francia, Alemania y Estados Unidos por su trabajo,la unaq nos cambió la vida”, concluyó la señora con lágrimas asomando sus ojos. Este en realidad es el mayor reconocimiento que podemos tener las instituciones, y la mejor de las anécdotas. ¶

28 de noviembre de 2017

Universidad Aeronáutica en Querétaro vii La esencia

Sin duda que una parte fundamental de las organizaciones son las personas, quienes las operan, las cuidan, las proyectan y les ponen un sello característico. Lo que las hace únicas es el clima organizacional y sus resultados, que invariablemente son un reflejo de dichas personas, por lo tanto su adn, esa esencia que caracteriza a las instituciones educativas se impregna en todo aquello que la involucra, en sus logros, en sus egresados y por supuesto en su historia.

Cuando encomendaron a un servidor la tarea de modelar el organismo que hoy se conoce como unaq, procuré imprimir en tal paradigma que se creaba mi propia experiencia y visión crítica como estudiante universitario, mis peripecias como profesor y directivo académico en una institución de educación superior igualmente pública y, sobre todo, intenté visualizar una institución con base en los mejores ejemplos existentes en el momento de la concepción, tanto públicos como privados, nacionales y extranjeros.

En dicho modelo, la pertinencia de las formaciones, ya sea técnicas, universitarias o de posgrado, no sólo debía ser evidenciada desde el diseño curricular propiamente dicho, sino en cualquier momento de la ejecución de los programas educativos, en la infraestructura y sobre todo en la implementación de una realidad educativa que desarrollara competencias y habilidades para formar profesionales e investigadores para un sector altamente especializado y global. Las implicaciones de la pertinencia debían ir más allá de únicamente gestionar adquisiciones, donaciones específicas o laboratorios fuera de lo tradicional; en la realidad han significado entre otras cosas, la ejecución de procesos administrativos, logísticos y de fiscalización, también fuera de lo tradicional, actuando en ocasiones como ente privado, pero siempre dentro del marco normativo; en el equipo de trabajo esto lo describimos simplemente como la voluntad de hacer que las cosas sucedan, lo mismo en los aspectos netamente técnicos que en los eventos y celebraciones que acogemos, o en la recepción y atención a visitantes, por mencionar sólo algunos.

También en el trayecto edificador de nuestra organización se ha impregnado un paradigma que estoy seguro de que cualquiera que ha emprendido un proyecto de gran calado ha encontrado en el camino, me refiero a recibir la ayuda y el apoyo de otros. La necesidad de recibir apoyo y colaboración por parte de un sinnúmero de personas y organizaciones nacionales y extranjeras que han sumado sus capacidades, su cariño, su confianza y su pasión a nuestra institución, han conformado uno de los grandes valores de nuestra universidad, la colaboración. Cuando la unaq comparte y colabora, de mil y un maneras, no sólo lo hace con sus manos, su infraestructura o sus capacidades, lo hace con el corazón. Para nosotros, colaborar no está asociado a la importancia, antigüedad o interés específico de quien se acerca a nuestra institución o de quien toca a su puerta; colaborar para nosotros significa ofrecer a la unaq como su casa, y como cualquiera que ofrece su casa, ofrece oportunidades, retos y crecimiento mutuos.

No podría obviar uno de los grandes valores que caracterizan la esencia de nuestra organización educativa: la visión con sentido. Para la unaq transformar sus ideas en proyectos y realidades es la suma del planteamiento de objetivos con pertinencia, con voluntad por que las cosas sucedan y sobre todo con amplio sentido de colaboración e impacto institucional y sectorial.

En resumen, la pertinencia con visión y sentido social llevada a la realidad, es el resultado de hacer que las cosas sucedan mediante la colaboración sin fronteras, esa es nuestra esencia. ¶

1 de diciembre de 2017

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