Kitabı oku: «Fisuras elementales», sayfa 2
Línea
¿…qué línea trazará en la arena hoy mi dedo?...
Está fugada de mí la imaginación, en estos días sólo tengo indignación,
si no es cuando acompañado estoy del miedo…
mi zozobra es un extraño dolor, cual navío perdido en tormenta, las historias que Morfeo me cuenta
aún versan de la muerte y su color…
y en esta playa estulta digo,
ante un mar que, dándome cuenta, soy yo:
“¡¿Por qué…?... ¿por qué…?... ¿por qué he nacido?!”
Pero nadie parece oír este grito
en esta playa desierta en la que estoy yo… y hago cualquier línea como eterno rito…
* * *
Ruido del afecto
…ese galope que se siente vibrar desde lo más profundo de los seres, ”eso” de fantasmagórico vientre
y de estridentes sonidos al silbar;
ese monstruo de inconsciente palpitar, que en suma, no es uno sino una legión, por el cual somos sin patria y sin región, ni nos hallamos en ningún lugar;
donde se ha originado lo pensado, el lenguaje que forma el interpretar, el motivo de las maneras de actuar;
es el ruido del afecto: tempestad, paupérrimo sonido: deseo de amar, estampida: deseo de ser amado…
* * *
Blasfemias
aprendí a decir blasfemias cuando tomé conciencia de mis condenas...
de la primer condena
me di cuenta demasiado tarde... pasaron veinte años después
de que me sentenciaran y la ejecutaran en mí...
me refiero a la existencia...
de la segunda condena
me apropié a través de la primera por lo que otros condenados
a ella la han llamado su salvación...
me refiero a la razón...
a la tercer condena llegué por las dos anteriores...
tanto tiempo navegando en ilusiones pragmáticas y pasando a lo patético de lo que la comodidad
va ofreciendo, llegué a ella repudiando
la falaz belleza...
me refiero al sistema...
vi la cuarta condena cuando, a través de las dos primeras
maldije la tercera: siervos de un mundo asesinado
con el título de “Nuevo”;
siervos de horizontes predeterminados y dogmas silentes
que nos hicieron dolientes desde hace más de 500 años...
esclavos de teorías y concepciones estúpidas, falacias escaladas
por la experiencia del método y de la tradición,
que contrajeron
el meta-morbífico complejo
de inferioridad... me refiero a ser, sin querer, occidental...
de la cuatro punto un condena blasfemé a través de la hoja,
de la tinta
y de las demás formas
que comparten todas mis condenas; en el amor,
en el deseo, en el sueño,
en el verso malintencionado
y en el de la infinidad,
me arrodillé a tan perfecta condena...
me refiero al poetizar...
Sombra
¿Cómo será el vértigo de una gota al caer?
En el nuevo amanecer, ¿qué el sol a la tierra le dirá?
¿Qué hará —blasfemia o alabanza—, la rosa al florecer?
El muerto a la tierra donde yace, ¿qué susurrará?
En la noche mi sombra curva se proyecta, perseguida en vértigo y luto; Ella reaparece cuando, de repente y sin quererlo, amanece, y me salvo de pesadilla tan perfecta…
¡pobre gota!, ¡pobre sol!, ¡pobre rosa!, ¡pobre muerto!...
¡pobre susurro!, ¡pobre acción!, ¡pobre dicción!, ¡pobre vértigo!,
¡pobre de mí, que pregunto, ingenuo, todo esto!...
…porque soy quien cae, quien amanece, quien florece, quien muere, en esta noche en que yo, a esta pesadilla tan perfecta vuelve, perseguido en vértigo y luto por la segunda sombra: la muerte…
* * *
Escalera
“Por ahí pasa la escalera espiral
que se abisma y se eleva hacia lo remoto”.
Jorge Luis Borges – La biblioteca de Babel
¿…cuánta incertidumbre hoy me circunda?
¿Quién tiene la medida de lo incierto?
Mi mente enlagunó a mis musas:
las hice esfinges, y al mundo un desierto…
¿Dónde pone el dedo un secreto enigma?
¿A dónde escapa el mundo cuando esto pasa?
O será esto una infinitud indigna,
un canto inmerecido de insulsa raza…
aquí habita un remoto interrogante
—esto es lo único que se ha logrado—, él es una presencia palpitante, convencional astucia del raro hado…
no te pido que a escapar me ayudes, tampoco que a ese lugar me lleves, pues eres parte de sus latitudes,
o te inventé, como a los demás seres…
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