Kitabı oku: «Psicofonías. El enigma de la transcomunicación instrumental»

Yazı tipi:

PSICOFONÍAS
EL ENIGMA DE LA
TRANSCOMUNICACIÓN
INSTRUMENTAL

JOSÉ IGNACIO CARMONA


Colección: Investigación abierta www.nowtilus.com

Título: Psicofonías: el enigma de la Transcomunicación Instrumental Autor: © José Ignacio Carmona

© 2010 Ediciones Nowtilus S. L.

Doña Juana I de Castilla 44, 3º C, 28027 - Madrid

www.nowtilus.com

Diseño y realización de cubiertas: Ediciones Noufront Diseño del interior de la colección: JLTV

Reservados todos los derechos. El contenido de esta obra está protegido por la Ley, que establece pena de prisión y/o multas, además de las correspondientes indemnizaciones por daños y perjuicios, para quienes reprodujeren, plagiaren, distribuyeren o comunicaren públicamente, en todo o en parte, una obra literaria, artística o científica, o su transformación, interpretación o ejecución artística fijada en cualquier tipo de soporte o comunicada a través de cualquier medio, sin la preceptiva autorización.

ISBN 13: 978-84-9763-931-6

Libro electrónico: primera edición

A mi mujer Mª Carmen Beceiro y a mi hija Iria.

A mis padres, al Aleph y al resto de mis «hermanos»

repartidos por el mundo.

A la memoria de mi perra Golfa y a todos mis muertos,

en especial a mis abuelos, mamá Fidén y Lolo.

A mis tíos políticos Coqui y Félix,

en memoria de su hijo Félix.

Este libro no habría sido posible sin la ayuda inestimable

de Anabela Cardoso, Joaquín Abenza, César Pachón,

Iván Hitar, Dalmiro Ubiña y, sobre todo,

de Javier Royo Urbano.

El mundo de la transaudiocomunicación instrumental está ligado a una terminología difícil y comprende aspectos humanos que van más allá de sus bases teóricas. Detrás del sencillo gesto de apretar un botón, se genera una expectación que hace que pongas los cinco sentidos en la esperanza de hallar un mensaje tras el inquietante y cadencioso silencio. Cuando de pronto… surge una voz, como salida del éter, que hace que dejes de lado todas tus teorías preconcebidas al volver a escuchar, después de muchos años, un apelativo cariñoso perdido en el tiempo y en la memoria de los que se han ido. Nada importa que tus seres queridos hayan mutado a una partícula gravitando en el azul difuso de la nada, o que el mecánico ruido de la cinta te saque de tus abstracciones, de pronto, queda la constancia de una voluntad invisible que subvierte el curso de las cosas. Eso es lo que se viene a llamar una psicofonía.

Nota del autor escrita en 1991

a los pocos meses de fallecer su abuela.

ÍNDICE

Prólogo de Joaquín Abenza

Prefacio

Capítulo 1: Introducción al mundo de las psicofonías

Pero ¿desde cuándo tenemos constancia de las psicofonías?

¿Qué son las psicofonías?

¿Qué es algo paranormal?

¿Qué es la TCI?

Factores técnico-ambientales a tener en cuenta

¿Las psicofonías son un fraude?

¿Fenómeno electromagnético o acústico?

¿Las psicofonías son siempre sonidos de baja calidad?

¿Quiénes se interesan por las psicofonías?

¿Qué nos cuentan las psicofonías?

¿Entraña riesgos experimentar con las psicofonías?

¿Qué sabemos a ciencia cierta sobre las psicofonías?

Capítulo 2: El viejo fenómeno de las voces

La curiosa historia del Cronovisor

Los trabajos de Raymond Bayless

La historia oficial: Jürgenson y Raudive

El matrimonio Damaros

La investigación después de Jürgenson y Raudive

Las comunicaciones por televisión, ordenador y teléfono

Capítulo 3: Nuevas corrientes de investigación

La cosmovisión y el uso de técnicas fractales

El proyecto Sfinge

El prodigioso mundo de la mente en relación a los fenómenos paranormales y la producción de psicofonías

Campos colectivos globales

La codificación de la conciencia

Mecánica y proceso de las comunicaciones

El proyecto Aware

Capítulo 4: Teorías e hipótesis

Los protagonistas del fenómeno

Los investigadores

Las máquinas

Los lugares

Las voces

El inconsciente

El factor humano

La telepatía

Sociología del contacto

Las experiencias

La noche de las psicofonías

Extrañas patologías y curiosidades asociadas a la personalidad y al lenguaje

Capítulo 5: Técnicas para la práctica psicofónica

Sobre el equipo

Sobre las cintas de casete

Sobre los micrófonos

Sobre las grabadoras

Diferencias entre grabadoras analógicas y digitales

Métodos de grabación

Proceso de grabación

Software

Estudio de la voz

Digitalización de las psicofonías, proceso y archivo

¿Cómo se suprime la onda portadora?

Cómo es el método de la transradiocomunicación

Epílogo de Anabela Cardoso

Directorio web de psicofonías y fenómenos extraños

Glosario

Obra consultada

Bibliografía

Anexo 1: Informe íntegro del proyecto Updated replication of EVP experiments with Jürgenson and Raudive using contemporary experimenters and more sensitive equipment (VIGO) 5/6/7 AGOSTO 2008

Anexo 2: Ejemplos reales de psicofonías y VDR

Anexo 3: Otros documentos gráficos

PRÓLOGO

La primera vez que escuché hablar acerca de las psicofonías apenas tenía edad para entender de qué se trataba. Recuerdo que debió de ser a finales de la década de los sesenta; cuando el fenómeno estaba casi recién descubierto. Por aquel entonces yo no debería tener más de siete u ocho años. Como todos los niños, tenía la fea costumbre de escuchar las conversaciones de los mayores y alguien comentó el tema sin saber que yo estaba con la oreja bien dispuesta:

—En el extranjero han grabado voces de muertos.

—Parece ser que poniendo un magnetófono a fun cionar en un lugar totalmente silencioso, han conseguido gra bar voces que nadie escuchó mientras se registraban.

Aquello era terrible, ¿cómo podía alguien grabar las voces de los muertos?, ¿acaso los muertos podían hablar?, y si es así, ¿cómo lo hacían?

Curiosamente, más que sufrir temor (que también lo hubo), aquel niño que fui, hace tanto tiempo, se sintió invadido por una enorme curiosidad. Una sensación de atractivo misterio llenó todo mi ser y provocó en mí el deseo de saber más de aquellas voces im posibles, de aquel fenómeno tan extraño como escalofriante.

El tiempo pasó y mi interés por el misterio de las «voces sin rostro», como las bautizó el maestro Sinesio Darnell, creció con los años. Poco a poco me fui informando sobre el tema y formándome en aquellas materias que necesitaba para poder estudiarlo, hasta llegar a un punto en que me percaté de la verdadera dificultad de su estudio, así como de la necesidad de derrochar grandes dosis de esfuerzo y dedicación para trabajar seriamente en el mismo.

Debido a esto, no es fácil encontrar investigadores que dediquen el tiempo y los recursos necesarios para desarrollar un trabajo con las mínimas garantías de rigor y metodología. Por eso, cuando conocí a José Ignacio Carmona me di cuenta de que estaba ante un investigador singular.

En un tiempo en el que muchos se llaman a sí mismos «investigadores» y lo único que hacen es hablar de cosas que raras veces —o que tal vez jamás— han experimentado, encontrarse con una persona centrada en la verdadera investigación, ajena a la búsqueda gratuita de la fama y volcada por completo en el estudio empírico de un fenómeno tan especial, es todo un lujo.

He tenido la suerte de seguir muy de cerca los últimos trabajos de José Ignacio Carmona, Iñaki para los amigos, y puedo dar fe del tesón con que los ha desarrollado, así como de la ilusión que ha impregnado toda su actividad.

El fenómeno de las psicofonías requiere de estudiosos que desprovistos de prejuicios, y con la cabeza muy fría, planteen hipótesis y diseñen experimentos para comprobarlas. Es un camino duro donde se puede tender con facilidad al desánimo y al abandono. Por otra parte, la dimensión trascendental que, querámoslo o no, presenta el fenómeno supone también un riesgo emocional para el experimentador. No saber guardar las «distancias mínimas» puede acarrear malas consecuencias para el equilibrio psicológico a quien no sepa enfocar adecuadamente el trabajo. Desgraciadamente existen casos muy tristes que nunca debieron haberse producido. Esto no es un juego.

Para los que somos partidarios de una hipótesis relacionada con las potencialidades desconocidas de la mente humana, el que un investigador pueda estar en contacto con su propio subconsciente podría ser incluso más peligroso que admitir que son las voces de seres fallecidos las que nos hablan, pues no hay peores demonios que los que cada uno lleva dentro.

Por eso, amigo lector, debemos congratularnos de tener este libro entre nuestras manos, pues es el fruto de muchos años de experiencia y trabajo en el mundo de la parapsicología, en un campo complejo como es el universo de las psicofonías, y más concretamente en lo que técnicamente se denomina «transcomunicación instrumental».

La presente obra viene a aportar elementos muy valiosos para todos aquellos que quieran conocer el fenómeno de las «voces de Raudive» en profundidad. Sobre todo, ofrece el saber acumulado de un incansable buscador de misterios, que trabaja desde los postulados más racionalistas, pero con una mentalidad abierta a todas las posibles causas que puedan provocar tan desconcertante enigma.

Joaquín Abenza

Director del programa El Último Peldaño Onda Regional de Murcia Radiotelevisión de la Región de Murcia

PREFACIO

Los que nos interesamos por el fenómeno de las voces electrónicas algún día seremos como el coleccionista que precede al científico. Vamos dejando un rastro de datos inconexos que en un futuro serán de gran utilidad. Que nadie olvide que la investigación, no únicamente la parapsicológica, surge del azar y de la necesidad.

En cuanto a dónde ubicar la génesis de las voces sin dueño todo apunta al cerebro como su eje vertebrador, ya sea como su punto de partida o como una simple estación de paso.

Bergoson1, una autoridad mundial en los procesos cognitivos del cerebro, establece en sus teorías relacionadas con la memoria y la percepción de los sentidos que la función del cerebro, del sistema nervioso y de los órganos sensoriales es eliminadora, no productiva. La razón por la que se producen fenómenos tan insólitos como los de las voces paranormales podríamos hallarla en la disminución de la eficiencia biológica de nuestro cerebro, que al estar predeterminado para la mera supervivencia, en determinadas circunstancias, permite la intrusión de sucesos excluidos por su inicial pragmatismo.

Esto lo conoce bien la parapsicología y, valiéndose de determinadas técnicas, podemos reconducir al sujeto hacia nuestros fines experimentales. Sacar al sujeto de su estado de vigilia se consigue, por ejemplo, con una simple lámpara estroboscópica dirigida al nervio óptico. Como veremos, la práctica psicofónica suele realizarse al aire libre y no está sujeta a mecanismos de control, pero, aun así, alrededor de una grabación se dan determinadas circunstancias que predisponen al sujeto para que el fenómeno tenga lugar. Los investigadores del Instituto de Metapsíquica Internacional de París hablan de que las capacidades «psi» pueden atender a una función primitiva antes que evolutiva, por lo que la separación entre mente y cuerpo no debería ser un dogma de las nuevas corrientes parapsicológicas. En resumen, aceptan que estas facultades puedan estar sistematizadas en el propio ser humano. Nadie debería sentirse molesto, ya que al aducir que el fenómeno es «mental», lejos de estar menoscabándolo, se está situando en el mejor de los escenarios.

1 Huxley, Aldous. Las puertas de la percepción. Cielo e infierno. Colección Índice. Buenos Aires: Editorial Sudamérica, 1973.

1
INTRODUCCIÓN AL MUNDO DE LAS PSICOFONÍAS

Hace ya muchos años acampé en el abandonado monasterio de Caaveiro, cerca de Pontedeume, en Galicia. Me contaron que muchos años atrás, en el interior de sus estancias subterráneas se había llevado a cabo abusos, por parte de los monjes, para con algunas doncellas del entorno. Procedí a realizar una grabación con la intención de recoger sonidos paranormales y, apenas transcurridos unos minutos, aparecieron una serie de voces femeninas llenas de temor y de una gran angustia. Ciertamente los lugares «hablan», y no puedo decir que aquellas voces fueran algo así como improntas psíquicas o simples ecos de un tiempo remoto. Su misterio, el misterio de las psicofonías, es que respondían en tiempo presente y encajaban en el contexto inmediato de la experiencia.

En otra ocasión decidí aparcar el coche junto a una iglesia de una pequeña parroquia cerca de Santiago. Suelo encabezar la grabación con el nombre del lugar, en este caso hablamos de la iglesia de San Vicente de Aguas Santas. Súbitamente, recién iniciada la grabación, tras pronunciar el nombre de la iglesia, se registró una voz de mujer que en tono lastimoso apuntaba: «aún tiene llagas». Allí únicamente estaba yo e incomprensiblemente aquella voz me revelaba un dato muy preciso sobre la hagiografía del santo, información que en absoluto conocía.

Esa es la sensación que te transmiten los mensajes de las psicofonías, la de estar acompañado por invisibles presencias que se improvisan como guías, acompañantes o desairados interlocutores dependiendo de la ocasión, de tal suerte que, como entonces, no cuesta imaginarse a cualquier devota parroquiana haciéndote partícipe de la vida y obra del santo.

Si alguna vez ha escuchado usted hablar de psicofonías se preguntará cómo en pleno siglo XXI hay quienes aseguran que, detrás de esos ruidos tan molestos al oído, se esconden mensajes pertenecientes a personas fallecidas. Seguramente haya sentenciado que el mundo no ha evolucionado en algunos aspectos y que este ha adaptado a nuestra época ciertos mitos y creencias más propios de otras épocas.

¿DESDE CUÁNDO TENEMOS CONSTANCIA DE LAS PSICOFONÍAS?

En el siguiente capítulo veremos cómo el «contactismo» por medio de personas, objetos y más tarde máquinas, es un hecho que se pierde en la noche de los tiempos. Sirva como botón de muestra cómo ya en 1934 el ingeniero Lorenzo Manzini anunció el fenómeno a través de la supuesta comunicación del espíritu de un científico por boca de la médium Bice Valvonesi: «En los próximos años se descubrirá en el campo del electromagnetismo algo que permitirá hablar con los difuntos de forma directa».

¿QUÉ SON LAS PSICOFONÍAS?

El término psicofonía es una manera sencilla de definir aquellos sonidos de aparente contenido, grabados sin explicación en soportes registrables. Pero esto termina por convertirse en un cajón de sastre donde meter un variopinto espectro de incidencias. En el transcurso de la grabación sobrevienen muchas causas que pueden confundirnos en una posterior audición, consecuentemente muchas de las «voces paranormales» tienen una explicación técnico-ambiental. A la hora de hablar de psicofonías deberíamos hablar de un sonido, palabra o frase cuya sobreimpresión no admite una contra-hipótesis racional válida.

Frente a una psicofonía nos enfrentamos a dos retos, resolver su autenticidad y ofrecer una explicación más o menos satisfactoria. Para saber si estamos ante una psicofonía real podemos ayudarnos de herramientas de análisis, pero a la hora de intentar explicar qué son y de dónde vienen las psicofonías nos encontramos con que, aunque sus características sean más o menos conocidas, estas se manifiestan de manera aleatoria. Como a día de hoy no existe una respuesta totalmente satisfactoria que explique las verdaderas psicofonías, las encasillamos en el terreno de lo paranormal.

¿QUÉ ES ALGO PARANORMAL?

Sencillamente es aquello que no se puede explicar en términos de la ciencia actual, ni es compatible con la norma de percepciones, creencias y expectativas referentes a la realidad.2

Enfrentados a un fenómeno de estas características, debemos echar mano de una disciplina aún en estado embrionario como es la parapsicología. Básicamente, esta disciplina se ocupa del estudio del entrelazamiento de hechos psicológicos poco usuales, algunos de lo cuales, como veremos, pueden ser registrados por una máquina, lo cual nos va acercando poco a poco a la mecánica de las psicofonías.

A lo largo de estas páginas el uso del condicional estará muy presente, pues es nota característica de los enunciados parapsicológicos ofrecer respuestas extraordinarias a sucesos extraordinarios. En este libro me referiré a esas voces sin dueño indistintamente como psicofonías, parafonías o cualquier otro uso coloquial de conocimiento general. Asimismo haré mención a la disciplina que se ocupa de su estudio: la transaudiocomunicación instrumental, bajo la abreviatura TCI.

¿QUÉ ES LA TCI?

Se hace necesario puntualizar que las siglas TCI solo hacen referencia a una técnica o conjunto de técnicas que se basan en el uso de distintos soportes registrables con el fin de obtener comunicaciones supuestamente inducidas por una causa paranormal. A esta desconocida «causa paranormal» se le denomina «voces», infiriéndole la doble cualidad de efecto-causa, por tanto y cuanto se desconocen todos los mecanismos que intervienen en su génesis. La expresión TCI no es más que una definición neutra, pues es frecuente en la fenomenología paranormal el que nos veamos limitados por el lenguaje.

La TCI no es una segunda religión, como técnica o conjunto de técnicas sencillamente nos ofrece unas evidencias físicas desconcertantes en forma de grabaciones. Todo efecto tiene su causa, y para estas voces no encontramos una explicación racional convencional, por lo que debemos suponer que provienen de una realidad de naturaleza ampliada. En absoluto la TCI trata de dogmatizar o revelar una verdad trascendente, es el sujeto quien, desde su visión personal, acomoda el fenómeno a su propio sistema de creencias. Cabe preguntarse si nuestros fallecidos quieren transmitirnos es peranza a través de sencillas comunicaciones, o si la prudencia invita a recelar precisamente porque lo hagan de manera tan pueril.

Se nos ha explicado que la causa por la que nuestros interlocutores del otro lado registran mensajes de manera telegráfica y rudimentaria se debe al tremendo esfuerzo energético que les debe suponer. Pero ese mismo argumento sería igual de válido para la hipótesis de que los mensajes respondan a un fenómeno telequinésico.

No obstante, habría que preguntarse si nuestro metabolismo es capaz de generar y dirigir energía suficiente como para intervenir sobre una grabadora. Desde un punto de vista positivista todo ello es una aberración, pero los parapsicólogos hablan de la existencia de un campo al que llaman «beta», cuyas fuerzas estarían orientadas en una dirección perpendicular a nuestro marco tridimensional conocido. La conclusión sería que las fuerzas capaces de interaccionar con el entorno no tendrían su origen en nuestra masa celular, sino que serían moduladas presumiblemente por nuestro órgano director, el cerebro. En resumidas cuentas, nos encontramos ante un fenómeno que nos depara explicaciones contradictorias y soluciones muy peregrinas.

Efectivamente, ni siquiera la parapsicología puede explicar, sin acudir a teorías arriesgadas, qué produce una psicofonía y quién o quiénes son los que contestan inteligentemente a las preguntas de los experimentadores.