Kitabı oku: «El precio de la democracia», sayfa 6

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Nota

Thomas Thévenoud es un político francés que se vio envuelto en serios problemas por su “fobia administrativa”, que lo llevó a no cumplir numerosas obligaciones pecuniarias, entre ellas las fiscales. [N. del e.]

3. Las realidades del financiamiento privado
Cuando los impuestos de todos financianlas preferencias conservadoras de unos pocos

EL FINANCIAMIENTO PRIVADO DE LA DEMOCRACIA

POR NIVEL DE INGRESOS, O LA REDISTRIBUCIÓN

REGRESIVA DEL DINERO DE NUESTROS IMPUESTOS

Ya vimos que, en todo el mundo, los sistemas de reducciones fiscales asociadas a donaciones políticas privadas están concebidas para favorecer a una minoría y tienen una molesta tendencia a favorecer a los más privilegiados. Pero, en los hechos, ¿quién contribuye, y con cuánto, al financiamiento privado de los partidos políticos? Dicho de otro modo, ¿qué tanto varía por nivel de ingresos el monto de las donaciones?

Para responder a esa pregunta, utilicé datos de donaciones extremadamente detallados. Desde 2013, las declaraciones fiscales francesas nos permiten distinguir las “donaciones y aportaciones hechas a partidos políticos” de otras donaciones.1 Así pues, estoy en condiciones de estudiar, para el periodo 2013-2016, precisamente las características de los contribuyentes que participan en el financiamiento privado de la democracia y, sobre todo, de calcular el gasto fiscal asociado. En otras palabras, puedo calcular cuánto dinero público gasta el Estado cada año para satisfacer las preferencias políticas de los ciudadanos en función de sus ingresos. ¡Y los resultados son ilustrativos!

Un puñado de donadores por algunosmillones de euros de contribuciones

En promedio, en Francia el monto total de las donaciones a los partidos políticos que se declaran al fisco cada año es de 101 millones de euros, es decir, 1.5 veces más que el financiamiento público directo a los partidos políticos.


LECTURA | En 2013, 413757 contribuyentes declararon al menos una donación o cuota a un partido político. El monto total de estas donaciones y cuotas es igual a 128.5 millones de euros.

FIGURA 11. Donaciones y cuotas entregadas a los partidos políticos: monto total de las donaciones y número de hogares fiscales en Francia, 2013-2016.

El monto total de las donaciones pasó de 128.8 millones de euros en 2013 a 79.9 millones en 2016. Hay que señalar, no obstante, que 2013 fue un año especial, a causa del “Sarkotón”, la gran campaña de recaudación de recursos de la UMP tras el rechazo de las cuentas de campaña de Nicolas Sarkozy (ya tendremos ocasión de volver a ese episodio en detalle). La baja refleja, a la vez, una disminución del número de hogares fiscales que declararon al menos una donación y una reducción del monto promedio de las donaciones (figura 11). El número de donadores pasó, en efecto, de 414 mil en 2013 a 291 mil en 2016.2 291 mil donadores, es decir, apenas 0.79% de los hogares fiscales, que financian por sí solos a los partidos políticos, por un monto 1.5 veces superior al del financiamiento público. En otras palabras, comparado con el número de contribuyentes, el gasto privado de esos 291 mil donadores es más de 160 veces superior a la inversión pública en los partidos políticos y, como veremos, la concentración de esas donaciones en manos de los donadores más ricos se ha agravado a lo largo de los últimos años.

Sólo una ínfima minoría de franceses —menos de 300 mil, hoy en día— hacen contribuciones financieras anuales a los partidos políticos, o al menos las informan en sus declaraciones de impuestos.3 Aunque la cuestión del número de adherentes sigue siendo tabú en el seno de los movimientos políticos, lo que es seguro es que 300 mil contribuyentes son muchos menos —entre dos y cuatro veces menos, según estimaciones— que el número de militantes de los partidos políticos.4 Sobre todo, 300 mil donaciones a los partidos políticos son seis veces menos que el número de contribuyentes que declaran una cuota sindical (1.7 millones). Ya tendremos ocasión de volver a esto, pues es testimonio de que en Francia, como en muchos otros países, a los sindicatos les va mucho mejor que a los partidos. Sobre todo, los sindicatos continúan luchando por los menos privilegiados, mientras que ciertos partidos supuestamente progresistas han abandonado el terreno de la justicia social y la representación de los menos favorecidos, justamente para recibir más donaciones privadas. De ahí la necesidad de replantear la democracia política como una democracia social y de introducir una representación social en la Asamblea Nacional, como propondré en el capítulo 11; si bien a los sindicatos les va mejor que a los partidos en términos de popularidad y de su mayor representatividad, los partidos son los que se benefician de la chequera de los más adinerados. No sólo la distribución de las cuotas sindicales es más equitativa que la de las donaciones a partidos, sino que además el valor medio de las cuotas sindicales es menor (alrededor de 163 euros). De ahí la necesidad de poner límites mucho más estrictos al financiamiento privado del juego democrático. Pero no nos adelantemos y volvamos a nuestras decenas de miles de donadores a los partidos políticos.

Entre ese pequeño número de donadores, la donación promedio pasó de 311 euros en 2013 a 275 en 2016 (figura 12).5 ¿Eso es mucho o poco? Lo que es seguro es que, para los donadores —que, como veremos, son en su mayoría los contribuyentes más adinerados—, representa una parte exigua de sus ingresos: apenas poco más de 0.007% en 2016. (Esto nos lleva a pensar que, si no hubiera límite, los donadores más ricos probablemente aportarían mucho más de 7500 euros anuales; ya veremos que, en promedio, las donaciones tienden a estar cerca del límite.) Y es una parte aún más exigua si consideramos el costo real de donar, pues la gran mayoría de estos contribuyentes se ha beneficiado de una reducción fiscal de 66%.


LECTURA | En 2013, los contribuyentes que donaron a un partido político aportaron, en promedio, 311 euros. El monto de la donación representa, en promedio, 0.007% del ingreso total del contribuyente.

FIGURA 12. Monto de la donación promedio a los partidos políticos (entre los donadores) en Francia, 2013-2016.

Si consideramos por un momento todos los hogares fiscales —y no sólo a los donadores—, ¿qué encontramos? Que, tomando en cuenta la caída del monto de las donaciones y del número de donadores, la donación media por contribuyente francés pasó de 3.50 a 2.20 euros entre 2013 y 2016. Por supuesto, podemos preguntarnos por las razones de esta caída, pero lo que me parece más importante es destacar que la cifra de 2.20 euros por contribuyente en 2016 sigue siendo mucho más elevada que el financiamiento público a los partidos en ese mismo año: 1.70 euros por contribuyente. En otras palabras, una vez más, a pesar de la existencia de límites que algunos podrían considerar bajos en comparación con otros países, los partidos políticos franceses dependen más de donaciones privadas que de subvenciones públicas para su funcionamiento.

Nótese también que la disminución de la “generosidad” de los franceses es específica de las donaciones y las aportaciones a los partidos políticos: si bien refleja el desinterés general hacia los políticos, en ningún caso demuestra una disminución generalizada de las donaciones a asociaciones. En efecto, si consideramos la totalidad de las donaciones —y no sólo las donaciones a partidos—, veremos que, desde 2006, tanto el número de donadores como el monto total de las donaciones han ido en constante aumento en Francia, con excepción de 2016. Esto es congruente con lo que hemos observado en el caso de Italia: mientras que muy pocos contribuyentes italianos —menos del 3%— toman la decisión de destinar el “2 por mil” al financiamiento de los partidos políticos, más de la mitad hacen uso del “5 por mil” que sirve para financiar la investigación, el patrimonio o incluso el deporte.


LECTURA | En 2006, 4.7 millones de contribuyentes declararon al menos una donación a una asociación sin fines de lucro en Francia. El monto total de estas donaciones es igual a 1500 millones de euros.

FIGURA 13. Monto total de las donaciones (a todas las asociaciones, incluidos los partidos políticos) y número de hogares fiscales donadores en Francia, 2006-2016.


LECTURA | En 2016, si consideramos todos los hogares fiscales, cada contribuyente en el primer decil de la distribución de ingresos aportó, en promedio, 0.074 euros a los partidos políticos.

FIGURA 14. Donaciones y cuotas entregadas a los partidos políticos por nivel de ingresos en Francia, 2013-2016.

¿Quiénes son esos pocos miles de franceses que contribuyen cada año al financiamiento privado de la vida política con sus donaciones o cuotas?

Las donaciones a partidos políticos:un fenómeno de clase

He calculado, por decil de ingresos, el número de contribuyentes y el monto de la donación promedio a los partidos políticos.6 Si consideramos, para empezar, a los contribuyentes en su conjunto —y si, por lo tanto, tomamos en cuenta a los que no donan nada—, ¿qué encontramos? Que el monto de la donación promedio de los contribuyentes aumenta en gran medida con el nivel de ingresos. Mientras que el 10% de los franceses de menores ingresos donan, en promedio, menos de diez centavos anuales a los partidos políticos, la donación promedio aumenta a más de 370 euros para el 0.01% de los más adinerados (figura 14). Además, si bien el nivel promedio de las donaciones rebasa la línea de un euro por año a partir del sexto decil de la distribución del ingreso, en realidad todo se juega dentro del décimo decil. En otras palabras, sólo los más ricos entre los ricos contribuyen financieramente a la vida política. Para que el lector tenga muy claro de qué hablo aquí, en 2016, en términos de ingreso anual declarado, el umbral de entrada al 10% de los franceses de mayores ingresos fue igual a 59 mil euros. Se necesitaban 147 mil euros para ser parte del 1% más alto y 370 mil euros para el 0.1% más alto. Finalmente, forman parte del 0.01% más alto de la distribución del ingreso aquellas personas cuyo ingreso declarado supera los 993 mil euros.


LECTURA | En 2016, 0.6% de los contribuyentes en el sexto decil de la distribución de ingresos declararon al menos una donación o una cuota a un partido político.

FIGURA 15. Porcentaje de hogares fiscales que declararon una donación o una cuota a los partidos políticos, por nivel de ingresos, en Francia, 2013-2016.

Para empezar, observamos que los más ricos tienen mayor probabilidad de hacer una donación a un partido político. Mientras que, como ya vimos, en 2016 sólo 0.79% de los hogares fiscales declaró una donación; tal es el caso para más del 10% de los contribuyentes entre el 0.01% de los franceses de ingresos más altos (figura 15). Ser adinerado y declarar es ganar.


LECTURA | En 2016, entre los contribuyentes que declararon al menos una donación o cuota a un partido político, cada contribuyente en el primer decil de la distribución de ingresos aportó, en promedio, 122 euros.

FIGURA 16. Monto promedio de las donaciones y cuotas entregadas a los partidos políticos, entre los donadores, por nivel de ingresos, en Francia, 2013-2016.

Además, el monto promedio de las donaciones de los más adinerados es mucho más elevado. Así pues, si nos concentramos sólo en los donadores, la distribución desigual de las donaciones a partidos y movimientos políticos es más evidente. En el extremo inferior de la distribución del ingreso, los donadores aportan a los partidos políticos un promedio de apenas 121 euros al año. Podemos comprender esto porque, como ya vimos, al contrario de los individuos de ingresos más elevados, estos contribuyentes no gravables pagan de facto el costo entero de su generosidad. 121 euros son apenas un poco más que el monto anual de la aportación de un militante a su partido: por ejemplo, 120 euros anuales para un militante de EELV cuyos ingresos mensuales estén entre los 1600 y los 1799 euros.7

El monto de la donación promedio es de 210 euros para el octavo decil de la distribución del ingreso y el monto de las donaciones se dispara a partir del último decil. Así, el monto de una donación promedio es de 4 mil euros para el 0.01% de los franceses con mayores ingresos (figura 16); 4 mil euros son más de un tercio del ingreso fiscal anual promedio del 50% de los franceses más pobres. Así pues, a todos aquellos que estén tentados a afirmar que nada impide que cualquier persona haga lo propio y saque la chequera para apoyar al partido político de su elección, conviene responderles que sí que hay algo que lo impide: los ingresos. ¿Quién podría dedicar un tercio de sus ingresos anuales al financiamiento de los partidos políticos?

Además, desde 2013, esta inequidad en la distribución no ha dejado de ahondarse: en 2016, la donación promedio de un donador que formaba parte del 0.01% con ingresos más altos alcanzó los 5245 euros. Se puede notar que esto no está muy alejado del límite autorizado para las donaciones. Una vez más, esto nos lleva a pensar que, de no haber un límite, las donaciones de los más ricos serían mucho más cuantiosas (cosa que puede observarse en los países donde tal límite no existe).

Otra forma de comprender la distribución desigual del financiamiento privado de la vida política es observar la distribución del monto de las donaciones por decil de donación (figura 17). La donación promedio del 10% de los mayores donadores asciende a casi 2 mil euros. Para el 10% de los donadores menores, es igual a 23 euros. En otras palabras, la donación promedio del 10% de los mayores donadores es 84 veces más alta que la del 10% de los menores donadores. Además, en el nivel del noveno decil de donaciones, la donación promedio es exactamente igual a 316 euros. Una vez más, las desigualdades se disparan en el nivel más alto de la distribución. Al final, el 10% de los mayores donadores aporta cada año, en promedio, casi 68 millones de euros, es decir más de dos tercios del total de donaciones. En comparación, los ingresos del 10% de los franceses de mayor ingreso equivalen al 35% del total de los ingresos en Francia.

Si analizamos a los más ricos entre los ricos, veremos que sus donaciones están aún más concentradas. El 1% de los mayores donadores aportan, por sí solos, hasta 27.6 millones de euros, es decir, más de una cuarta parte de todas las donaciones. Finalmente, si sólo consideramos al 0.1% de los mayores donadores, el monto total de sus contribuciones asciende a 6.97 millones de euros.

Conclusión: los más ricos donan más a los partidos políticos que las clases medias y las más populares, y esto es especialmente más cierto para los muy ricos. El 10% de los franceses más ricos representa el 53% del total de donaciones y de aportaciones hechas a los partidos políticos.8 Esta cifra es superior a su parte proporcional del total de ingresos (33%).9 El 1% de los donadores más ricos aporta hasta 12.4%;10 el 0.1%, hasta 3.87%, y el 0.01%, hasta 1.4%. Cierto es que estamos lejos del nivel de desigualdad política de Estados Unidos, donde, según datos compilados por Adam Bonica, menos de 250 mil donadores, es decir 0.01% de la población estadounidense, aportaron 40% del financiamiento en la campaña presidencial de 2016. Pero en Estados Unidos, como veremos después, no hay límite para las donaciones; ¿realmente es ése el camino que queremos seguir? Pues, si suprimimos el tope de 7500 euros, ciertamente no serán los franceses menos adinerados quienes más contribuyan —a ellos ya los limitan sus propios ingresos—. No, sólo el 0.01% de los franceses más ricos se ven afectados por el límite de los montos autorizados y sin duda se alegrarán de poder añadir uno o dos ceros a la expresión de su generosidad.


LECTURA | En promedio, en 2013-2016, el monto de la donación promedio entre el 10% de las donaciones más cuantiosas es igual a 1945 euros. Si sumamos todas las donaciones dentro del 10% más alto, el monto total es igual a 67.8 millones de euros.

FIGURA 17. Donación promedio y total de las donaciones y cuotas entregadas a los partidos políticos por decil de donaciones en Francia, 2013-2016.

Además, esta marcada desigualdad en la distribución de las donaciones según el nivel de ingresos es característica de las donaciones a los partidos políticos. Si consideramos las donaciones a organizaciones que prestan auxilio a personas en dificultades (comúnmente llamadas, en Francia, donaciones Coluche), el 10% de los contribuyentes de más altos ingresos “apenas” representan 35% del total de esas donaciones, es decir, el equivalente de su parte proporcional del total de ingresos.11 Cuando la generosidad es, ante todo, política… ¿alguien dijo acaparamiento?

Consecuencia: puesto que las donaciones y las cuotas aportadas a los partidos políticos conceden el derecho a una reducción fiscal, esto implica que el Estado gasta cada año más dinero público para satisfacer las preferencias políticas de los más ricos que las de la mayoría. A riesgo de irritar un poco más al lector ya bastante indignado, calcularemos a cuánto asciende esta cantidad. ¡Prometo mostrar optimismo muy pronto! Por desgracia, la realidad actual es poco satisfactoria y es importante mirarla de frente, pero también está llena de sorpresas felices y en el capítulo 5 veremos que los políticos también saben innovar cuando se trata de idear un financiamiento público de la democracia que resulte equitativo. Sobre todo, la tercera parte de este libro propondrá soluciones. ¡Al final, saldremos airosos de la actual crisis de representación!

Las realidades del financiamiento privado:cuando el Estado gasta mucho más para los más adinerados

En Francia, el monto total del gasto fiscal sólo para las donaciones a los partidos políticos ascendió a poco más de 56 millones de euros anuales, en promedio, para el periodo 2013-2016.12 56 millones caen bastante bien: es casi un euro por cada francés adulto. Sólo que la igualdad aún está lejos, lo cual es evidente si analizamos la repartición de este gasto por nivel de ingresos.

Si hubiera perfecta igualdad entre los distintos contribuyentes, ¿qué veríamos? Partamos de 2016, cuando el gasto fiscal ascendió a 48 millones de euros (es más bajo que en los años anteriores, debido a la disminución del número total de donaciones y del monto promedio de esas donaciones). Si los 37 millones de contribuyentes se hubieran beneficiado en igual medida, ese gasto habría sido de 1.30 euros por contribuyente. Sin embargo, recordemos que menos de 300 mil franceses (291 mil en 2016) declaran cada año una donación a un partido político. Así, para más de 3 millones de contribuyentes, este gasto fiscal ha sido igual a cero. La figura 18 representa el gasto fiscal promedio por nivel de ingresos, para cada año. El Estado, literalmente, no gasta nada para los franceses menos privilegiados, hasta llegar al noveno decil de ingresos: en 2016, el gasto fiscal promedio para los franceses del noveno decil fue de 2.20 euros (mejor, me dirán, que los 0.29 euros de gasto para los contribuyentes del quinto decil). Por el contrario, en 2016 el Estado gastó un promedio de 400 euros por contribuyente para el 0.01% de los franceses con ingresos más altos, una desigualdad que ha aumentado con el paso del tiempo.


LECTURA | En 2016, el Estado gastó, en promedio, 400 euros en reducciones fiscales asociadas a las donaciones a partidos políticos por cada uno de los contribuyentes pertenecientes al 0.01% (P99, 99-100) de los franceses con ingresos más altos.

FIGURA 18. Gasto fiscal promedio por nivel de ingresos, para todos los contribuyentes, en Francia, 2013-2016.

Aquí, una vez más, no tomo en cuenta más que las donaciones a los partidos políticos, pero todo indica que, si dispusiéramos de los mismos datos para las contribuciones a las campañas electorales —en promedio, 8 millones de euros de gasto fiscal al año—, eso sólo ahondaría un poco más la desigualdad.


LECTURA | En 2016, el Estado gastó, en promedio, 3876 euros en reducciones fiscales asociadas a las donaciones a partidos políticos para los contribuyentes que hicieron al menos una donación o pagaron una cuota a un partido político y que pertenecen al 0.01% (P99, 99-100) de los franceses con ingresos más altos.

FIGURA 19. Gasto fiscal promedio por nivel de ingresos, para los contribuyentes que dedicaron al menos una donación o cuota a un partido político, en Francia, 2013-2016.

¿Qué notaremos ahora si tomamos en cuenta únicamente a los 291 mil franceses que hicieron contribuciones a un partido político en 2016? Si al menos hubiera equidad dentro de este pequeño grupo de ciudadanos, cada uno de ellos habría percibido 165 euros, pero eso es, sin duda, demasiado pedir. Para empezar, 48 mil donadores no se han beneficiado de una reducción fiscal; no olvidemos que, por desgracia, el sistema fiscal francés está dispuesto de manera tal que quienes no pagan impuesto sobre la renta están, de facto, excluidos de los beneficios fiscales asociados a las donaciones.

¿Qué hay de los restantes 243 mil contribuyentes? Ellos se repartieron una reducción fiscal de 48 millones de euros de manera extremadamente inequitativa. En 2016, el gasto fiscal promedio percibido por los donadores pertenecientes al 40% de los franceses con menores ingresos fue de 73 euros. Comparemos este monto con los 3900 euros percibidos, en promedio, por los donadores pertenecientes al 0.01% de los franceses más ricos (figura 19),13 es decir, más de 53 veces más. El Estado gasta, cada año, muchos miles de euros por contribuyente para ayudar a la expresión de las preferencias políticas de los más ricos y sólo unas decenas de euros —o a veces nada— para las preferencias políticas de la gran mayoría de los ciudadanos. Y, como veremos, apenas poco más de un euro por adulto en financiamiento público directo.


LECTURA | En promedio, cada año del periodo 2013-2016, el Estado gastó 33.5 millones de euros en reducciones fiscales asociadas a donaciones y cuotas a partidos políticos, para los contribuyentes pertenecientes al 10% de los franceses de ingresos más altos (P90-P100). Este gasto fiscal benefició a 112739 hogares fiscales.

FIGURA 20. Gasto fiscal total y número de hogares fiscales beneficiarios en Francia (promedio anual para 2013-2016).

En otras palabras, en la democracia tal como funciona hoy en día, hay tres categorías de ciudadanos: los plutócratas, autoproclamados mecenas de la democracia aunque, en realidad, el Estado paga por ellos; los militantes, que dedican dinero y tiempo a los partidos políticos y, sin embargo, son los grandes olvidados por la generosidad fiscal del Estado, y finalmente los ciudadanos “comunes”, de quienes se puede decir que se benefician indirectamente de algunos centavos de las subvenciones públicas que el Estado dedica a los partidos en su nombre, pero que, al final, son los grandes perdedores de la representación.

Esto se ve con mucha claridad si consideramos, por último, la repartición del gasto fiscal total (figura 20). En promedio, este gasto ascendió a 56 millones de euros anuales entre 2013 y 2016. De esta suma, 33.5 millones de euros (alrededor de 60%) beneficiaron al 10% de los franceses de ingresos más elevados.

Recapitulemos. La donación promedio a un partido político hecha por un ciudadano perteneciente al 0.01% de los franceses de mayores ingresos supera, hoy en día, los 5 mil euros. Al final, 3300 euros corren a cargo del Estado y este contribuyente sólo paga 2700. La donación promedio hecha a un partido político por un ciudadano perteneciente al 10% de los franceses de ingresos más bajos es de 23 euros, completamente a su cargo. Así, en 2016 el Estado gastó más de 29 millones de euros en deducciones fiscales asociadas a las donaciones del 10% más rico a los partidos políticos, es decir, más de 21 veces más de lo que gastó para la mitad menos privilegiada de los contribuyentes, y gastó lo mismo (poco más de 1.4 millones) para el 0.01% de los franceses más adinerados que para toda esa mitad menos privilegiada.

LAS REALIDADES DEL FINANCIAMIENTO PRIVADO:

DE ALEMANIA A ITALIA, PASANDO POR EL REINO UNIDO,

DONACIONES EXTREMADAMENTE CONCENTRADAS

Por desgracia, los muy detallados datos fiscales a los que tuve acceso para el caso de Francia no están disponibles de manera sistemática para otros países. No obstante, puedo apoyarme en otras fuentes para estudiar la concentración de las donaciones a los partidos políticos en cierto número de países europeos, comenzando por Alemania. La ventaja de estas fuentes es que, con frecuencia, la identidad de quien dona más allá de cierta suma es pública, lo cual puede resultar sumamente interesante, sobre todo en el caso de las empresas.


LECTURA | En 2015, 20% del total de las donaciones de individuos entregadas a Die Grünen fueron donaciones superiores a 3300 euros.

FIGURA 21. Proporción de donaciones superiores a 3300 euros entre el total de las donaciones de individuos entregadas a los partidos políticos, en función del partido, en Alemania, 1994-2015.

Alemania: ¿país de partidos de masaso de partidos empresariales?

En Alemania, los partidos reportan cada año el monto total de las contribuciones recibidas que provienen de individuos (es decir, las donaciones de individuos, las contribuciones de funcionarios elegidos y las cuotas de militantes), inferiores y superiores a 3300 euros (el umbral a partir del cual las donaciones dan derecho a reducción fiscal). En promedio, en todo el periodo 1994-2015, las contribuciones superiores a 3300 euros representaron, para los partidos, apenas poco más de 9% del total de las donaciones individuales recibidas. En 2015, el monto total de esas contribuciones (sumado para todos los partidos) ascendió a cerca de 24.4 millones de euros, contra casi 200 millones del total de las donaciones individuales inferiores a 3300 euros. La mayoría de esas donaciones (cerca de 55%) corresponde a cuotas de militantes y más de una cuarta parte son contribuciones de funcionarios electos.

Si bien el monto total de las donaciones superiores a 3300 euros puede parecer relativamente exiguo, conviene señalar que, como porcentaje del total de las donaciones individuales, este monto ha ido en constante aumento a lo largo de los últimos años: pasó de 7.4% en 1994 a 12.5% en la actualidad, para todos los partidos (figura 21). A primera vista, resulta sorprendente que las donaciones superiores a 3300 euros representen una parte más importante del total de las donaciones individuales para los partidos ubicados hacia la izquierda del espectro político, como Die Linke o Die Grünen, que para los partidos de derecha. Sin embargo, eso se debe en gran parte al hecho de que un partido como Die Grünen está financiado en gran medida por las contribuciones de sus funcionarios electos, que las más de las veces sobrepasan los 3300 euros al año. Así, Tarek Al-Wazir, que presidió el grupo parlamentario de Die Grünen entre 2000 y 2014, dona 15 mil euros al año a su partido. Como veremos también para el caso de Francia, en la izquierda suelen ser los funcionarios elegidos quienes aportan, mientras que, en la derecha, son los ricos los que donan.

En este caso, en Alemania, las pequeñas contribuciones se alientan fiscalmente y los ricos que donan no son individuos, sino sobre todo empresas. Esto queda claro si consideramos ahora las donaciones superiores a 10 mil euros. En efecto, en Alemania es obligatorio que los partidos publiquen la lista de donaciones superiores a 10 mil euros al final de cada año y que no sólo incluyan el monto de la donación, sino también la identidad del donador.14 El monto total de las donaciones superiores a 10 mil euros —de parte de individuos y de empresas— ascendió, en 2015, a 13.4 millones de euros.15

El monto total de esas donaciones es relativamente estable en el tiempo —con picos en años electorales—, a pesar del aumento en el número de donaciones superiores a 10 mil euros (figura 22).16 El monto promedio de las donaciones superiores a ese monto disminuyó ligeramente a lo largo del periodo (en la década de 1980 variaba alrededor de los 45 mil euros y hoy ronda los 20 mil).


FIGURA 22: Donaciones superiores a 10 mil euros, monto total y número de donadores en Alemania, 1984-2015.

Desde el inicio de la década de 2010, la mayoría de esas donaciones proviene, sistemáticamente, de individuos; no obstante, aunque las donaciones por parte de empresas y sindicatos profesionales (o asociaciones patronales) son menos importantes en conjunto, su monto promedio es mucho más elevado (por ejemplo, 49 mil euros en 2015 para las donaciones de federaciones patronales, contra los 15 mil euros de donaciones de individuos). Ciertos sectores profesionales están particularmente activos en el financiamiento privado de la democracia, sobre todo del sector de las industrias mecánicas, metálicas, metalúrgicas y eléctricas —un sector fuertemente exportador en Alemania—, así como el de la industria química y, en menor medida, el de la construcción y la industria textil. Desde 2000, las organizaciones profesionales de las industrias mecánicas, metálicas, metalúrgicas y eléctricas han aportado hasta 18.2 millones de euros al financiamiento de los partidos políticos alemanes,17 y las de la industria química y la farmacéutica cerca de 6 millones.

Además, es probable que los datos que aquí presento subestimen demasiado las aportaciones de las empresas y las asociaciones patronales a los partidos. En efecto, según una encuesta publicada en 2017 por Deutsche Welle, la radio internacional alemana, numerosas empresas utilizarían una laguna jurídica alemana para ocultar una parte importante de sus donaciones.18 Dado que la legislación obliga a las empresas a declarar todas las donaciones superiores a 10 mil euros, estas empresas harían múltiples contribuciones pequeñas para no tener que declararlas. El artículo menciona el ejemplo de la empresa consultora Deutsche Vermögensberatung Holding, la cual, tomando en cuenta sus filiales (Deutsche Vermögensberatung AG, UBG Unternehmensberatung & Betreuung GmbH y Allfinanz), habría donado 403 mil euros a la CDU en 2013, sin tener que declarar esta aportación como una donación grande, pues la dividió en múltiples donaciones aportadas por las distintas filiales. Además, podríamos contar como donaciones de la empresa los desembolsos de su fundador, Reinfried Pohl, que aportó hasta 220 mil euros en 2013. Claro, hay que recalcar que nada hay de “ilegal” aquí: todas esas contribuciones políticas se hacen con el mayor respeto a la letra de la ley. Sí podemos preguntarnos, en cambio, por el respeto al espíritu de la ley.

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