Yo tendría que estar muerta

La lucha por seguir escuchando la voz propia. Lucía es astuta, sagaz, brillante y, como si fuera poco: buena gente. Todos la adoran. Merece lo mejor y lo logra. La nombran conductora del noticiero estrella del Prime Time. Ese mismo día, no sólo estrena su imagen en pantalla, sino que descubre que está embarazada de un hombre al que conoce hace muy poco y del que no sabe si está enamorada. Los fantasmas de abandono y maternidad fallida que la acompañan desde su juventud en el pueblo hasta llegar a la gran ciudad reaparecen obligándola a tomar decisiones. A pesar de sus dudas, decide tomar la apuesta y formar una familia. Poco a poco, comienza a abandonar su carrera, sus afectos, su vida. Y es que, sin que ella lo sepa,

convive con un psicópata que la llevará al borde del abismo. Con determinación, luchará por descubrir la verdad y protegerse a sí misma y a sus hijos, enfrentando los fantasmas del pasado y defendiendo su carrera, sus afectos y su vida.

Una historia que pone en agenda la violencia silenciosa que miles de mujeres sufren cada vez que alguien les dice qué tienen que hacer, qué vestir, qué van a pensar y que deben sentir.