Estrategias de lucha contra el despojo:

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Estrategias de lucha contra el despojo

Estrategias de lucha contra el despojo: interlocución entre el pueblo arhuaco y el Estado colombiano entre 1916 y 1972

Resumen

Durante buena parte del siglo XX los indígenas arhuacos de la Sierra Nevada de Santa Marta sufrieron un proceso de despojo territorial, político, económico y cultural perpetrado por colonos y misioneros capuchinos principalmente. Como estrategia de lucha contra la colonización diversos integrantes del grupo arhuaco desarrollaron una interlocución con diferentes entidades del Estado colombiano con el fin de dar a conocer los abusos, la desposesión y reclamar la intervención de las autoridades nacionales y regionales. Este texto busca ampliar lo que se entiende como estrategia de lucha y evidenciar que este grupo y sus reivindicaciones fueron atravesadas por condiciones históricas particulares, mediante el análisis de las transformaciones y continuidades del contenido y los argumentos de los reclamos presentados por los arhuacos en la interlocución con el Estado a lo largo de 56 años.

Palabras clave: Pueblos indígenas de Colombia, pueblo arhuaco, lucha indígena, despojo, colonización, historia indígena, siglo XX.

Strategies to Fight Against Dispossession: Dialogue Between the Arhuaco People and the Colombian State Between 1916 and 1972

Abstract

During a good part of the 20th century, the Arhuaco of the Sierra Nevada de Santa Marta suffered a process of territorial, political, economic, and cultural dispossession, mainly perpetrated by settlers and Capuchin missionaries. As a strategy to fight colonization, various members of the Arhuaco community established a dialogue with different entities of the Colombian State in order to make public the abuses and dispossession, and to demand the intervention of national and regional authorities. This study seeks to increase our knowledge of what is understood as strategy of fight, as well as to show that this indigenous group and its demands were influenced by particular historical conditions, through the analysis of the transformations and continuities of the content and arguments of the claims presented by the Arhuaco people in their dialogue with the State for 56 years.

Keywords: Indigenous peoples of Colombia, Arhuaco people, indigenous fight, dispossession, colonization, indigenous history, 20th century.

Citación sugerida / Suggested citation

Ariza Arias, Kelly Johanna. Estrategias de lucha contra el despojo: interlocución entre el pueblo arhuaco y el Estado colombiano entre 1916 y 1972. Bogotá, D. C.: Editorial Universidad del Rosario, 2021.

https://doi.org/10.12804/urosario9789587845808

Estrategias de lucha contra el despojo:

interlocución entre el pueblo arhuaco y el Estado colombiano entre 1916 y 1972

Kelly Johanna Ariza Arias

Ariza Arias, Kelly Johanna

Estrategias de lucha contra el despojo: interlocución entre el pueblo Arhuaco y el Estado colombiano entre 1916 y 1972 / Kelly Johanna Ariza Arias. – Bogotá: Editorial Universidad del Rosario, 2021.

232 páginas

Incluye referencias bibliográficas.

1. Indígenas de Colombia – Aspectos políticos – Legislación – 1916- 1972. 2. Arhuacos – condiciones de vida – Historia. 3. Despojo de tierras – Sierra Nevada de Santa Marta (Colombia) – 1916 y 1972. 3. Conflictos étnicos. 4. Movimientos indígenas I. Ariza Arias, Kelly Johanna. II. Universidad del Rosario. III. Título.

305.8009861 SCDD 20

Catalogación en la fuente – Universidad del Rosario. CRAI

DJGR

Diciembre 3 de 2020

Hecho el depósito legal que marca el Decreto 460 de 1995


Opera Prima

© Editorial Universidad del Rosario

© Universidad del Rosario

© Kelly Johanna Ariza Arias

Editorial Universidad del Rosario

Carrera 7 Nº 12B-41, oficina 501

Teléfono 297 02 00, ext. 3113 y 3116

https://editorial.urosario.edu.co/

Primera edición: Bogotá D. C., 2021

ISBN: 978-958-784-579-2 (impreso)

ISBN: 978-958-784-580-8 (ePub)

ISBN: 978-958-784-597-6 (pdf)

https://doi.org/10.12804/urosario9789587845808

Coordinación editorial:

Editorial Universidad del Rosario

Corrección de estilo: Camilo Sierra

Diseño de cubierta y diagramación: Precolombi EU-David Reyes

Desarrollo ePub: Precolombi EU-David Reyes

Hecho en Colombia

Made in Colombia

Los conceptos y opiniones de esta obra son de exclusiva responsabilidad de sus autores y no comprometen a la Universidad ni sus políticas institucionales.

El contenido de este libro fue sometido al proceso de evaluación de pares, para garantizar los altos estándares académicos. Para conocer las políticas completas, visitar: editorial.urosario.edu.co

Todos los derechos reservados. Esta obra no puede ser reproducida sin el permiso previo por escrito de la Editorial Universidad del Rosario.

Autora

Kelly Johanna Ariza Arias

Historiadora. Investigadora en el proyecto Colecciones Interculturales de la Universidad del Rosario. En 2016, publicó el artículo “Historia de la criminalidad: una reflexión sobre la reciente producción historiográfica en Colombia”, en el número 6 de Artificios. Revista Colombiana de Estudiantes de Historia.

Contenido

Agradecimientos

Introducción

Mapa de los principales poblados arhuacos mencionados en la interlocución

El corpus documental

Los documentos

Alcances y limitaciones

El despojo y la lucha por el territorio

La Misión Capuchina

Los colonos

El despojo territorial

La lucha por la tierra

La Liga Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta

La División de Asuntos Indígenas del Ministerio de Gobierno

Hacia el reconocimiento del resguardo

El territorio como lugar sagrado

Otras dimensiones del despojo

Dimensión política

Dimensión económica

Dimensión cultural

La división de la comunidad

Las estrategias en los repertorios

Las transformaciones en los repertorios

Los aliados

El lenguaje legalista

Ley 89 de 1890

Ley 60 de 1916

Las continuidades en los repertorios

El lenguaje legitimador

Nosotros y ellos

Conclusiones

Anexos

Anexo I. “Los indígenas de La Goajira”, 1916

Anexo II. “Misión de los indios arhuacos. Hablando con el cacique Villafaña”, 1916

Anexo III. Memorial de los campesinos indígenas de la Sierra Nevada, 1931

 

Anexo IV. “Las tribus de la Nevada son explotadas por los misioneros y por las autoridades”, 1933

Condenados a trabajo forzado

El despojo

La complicidad de las autoridades

Antes eran más felices

La organización civil

La autoridad religiosa

El sistema teogónico

El régimen comunal

El castigo

Anexo V. Carta de la comunidad de Karua (Karwa), 1959

Anexo VI. Memorial comunidad indígena, 1959

Anexo VII. Solicitudes de la delegación indígena, 1962

Anexo VIII. Memorial de los delegados de las tribus indígenas de la Sierra Nevada, 1963

Anexo IX. Memorial reunión Donachuí, 1960

Anexo X. Carta Liga Indígena de la Sierra Nevada, sección Las Cuevas, 1970

Bibliografía

Fuentes primarias

Archivos

Publicaciones periódicas

Libros y publicaciones

Fuentes secundarias

Agradecimientos

Me gustaría agradecer a todos los profesores de la Escuela de Ciencias Humanas de la Universidad del Rosario que aportaron a mi aprendizaje y a mi crecimiento como persona. De manera especial, quiero darle las gracias a Adriana Alzate, Franz Hensel y Sven Schuster, a quienes debo gran parte de lo que sé sobre el oficio del historiador y quienes me han inspirado en lo académico y lo personal a lo largo de estos años.

A Bastien Bosa, gracias por llevarme a la Sierra, por darme la oportunidad de trabajar a su lado, por acompañarme en este proceso con tanta comprensión y entrega; pero, más que nada, gracias por enseñarme a ser reflexiva con mi trabajo y decirme que está bien tener dudas, que hay cosas que no tienen solución y que no me hace menos reconocer que no tengo todas las respuestas. A las integrantes del semillero de investigación Colecciones Interculturales les agradezco sus lecturas y comentarios, lo cuales enriquecieron profundamente esta investigación.

A las amigas y amigos con los que me he cruzado en este camino y que me acompañaron en los días buenos, en los no tan buenos y a través de tantos cambios, gracias a ellas y ellos por sus consejos, su apoyo, su cariño, por recordarme que Roma no se construyó en un día, por todas las risas, todas las lecciones y todos los momentos que ahora se han convertido en recuerdos que espero no olvidar.

A mi familia, en especial a mi hermana y a mi tía, les agradezco por sus cuidados, su apoyo incondicional y por todo su amor. Finalmente, me gustaría dedicar este trabajo a mi mamá, quien es la persona a la que más admiro y a la que le doy gracias por siempre creer en mí, por estar ahí, por la entrega a su familia, por su cariño, sus cuidados, por todos los sacrificios que ha hecho y por ser el ejemplo de fortaleza, determinación y valentía que me impulsa día a día para seguir adelante.

Introducción

Al pensar en las luchas indígenas en Colombia, las primeras ideas que vienen a la mente suelen estar relacionadas con las mingas; estas son entendidas como una serie de marchas y protestas, usualmente acompañadas del cese de actividades productivas o paros en las regiones donde se dan este tipo de manifestaciones. Dicha estrategia de lucha es característica, aunque no exclusiva, de los pueblos indígenas del suroccidente del país, y quizá sean las que mayor cubrimiento mediático han tenido. Sin embargo, en Colombia los grupos indígenas a lo largo de su historia han empleado múltiples estrategias para hacer frente a la afectación de sus comunidades y territorios, y no necesariamente incluyen manifestaciones públicas o la toma de vías de hecho.

Desde la academia, el estudio de las luchas indígenas en Latinoamérica se ha centrado en el problema de la devolución de tierras en el contexto del “despertar indígena” de la década de los ochenta. Dicha línea de estudio se enfoca en las formas de organización que los pueblos nativos han logrado establecer para reivindicar sus derechos ante los Estados, privilegiando así la investigación sobre los movimientos indígenas en el siglo XX.1 En Colombia, desde la historiografía, se ha prestado particular atención a la resistencia indígena en el periodo colonial e independentista, pero desde el periodo republicano las luchas indígenas se han trabajado como parte de los movimientos sociales, en los que también están incluidas las luchas campesinas y obreras.2

En el campo de los movimientos sociales, las luchas indígenas en Colombia se han estudiado a partir del análisis de las modalidades de protesta y las vías de hecho,3 lo que deja por fuera otras estrategias de resistencia, como lo son el uso de vías políticas y jurídicas. Lo anterior constituye un vacío historiográfico en los estudios de las luchas indígenas, porque se han omitido otras estrategias y a los pueblos que las acogen. Recientemente, y desde variadas disciplinas como la antropología y la ciencia política, se ha estudiado el uso de estrategias políticas y jurídicas en varios pueblos indígenas, dando cuenta de la centralidad que estas tienen en diversos procesos de reivindicación.4 En la disciplina histórica, el cuestionamiento por las diversas estrategias de lucha ha permitido que los historiadores indaguen sobre las formas de comunicación entre los pueblos indígenas y el Estado.5

Esta comunicación, entendida de otra forma como interlocución, ha sido para ciertos pueblos una de las principales vías de lucha contra el destierro y la dominación. El anterior es el caso de los indígenas arhuacos, habitantes de la vertiente occidental y suroriental de la Sierra Nevada de Santa Marta, quienes durante gran parte del siglo XX se enfrentaron a los abusos perpetrados por colonos y misioneros capuchinos. Estos abusos se pueden inscribir dentro del concepto de despojo, el cual es visto de una manera amplia, donde no solo se tiene en cuenta el aspecto territorial, sino también el político, el económico y el cultural.6 En este sentido, las incursiones de colonos y misioneros en la Sierra Nevada generaron varios tipos de despojo en el pueblo arhuaco. Ante esto, algunos indígenas, como estrategia de lucha contra los abusos, iniciaron una interlocución con autoridades regionales y nacionales para denunciar el despojo y reclamar la intervención del Estado colombiano en defensa de sus derechos.

Es importante recalcar que los grupos indígenas desarrollaron la interlocución con autoridades como estrategia de lucha desde la época colonial. Ya para el siglo XVI se encuentran registros de nobles indígenas de distintos pueblos a lo largo de América que escribieron quejas y peticiones dirigidas a la Corona. Ejemplo de esto es el caso de Diego de Torres, un indígena muisca, cacique de la región de Turmequé, quien en dicha época inició una batalla legal para recuperar sus tierras. En sus correspondencias, De Torres hacía un uso correcto del castellano y apelaba a la legislación indígena para comunicar apropiadamente sus peticiones ante las autoridades españolas.7 De acuerdo con Joanne Rappaport y Tom Cummins, la escritura y presentación de reclamos y solicitudes a la Corona por parte de indígenas era una actividad común en la ­América española;8 no obstante, ante el poco conocimiento existente sobre el pueblo arhuaco antes del siglo XIX, no ha sido posible el rastreo y la identificación de este tipo de quejas y peticiones antes del siglo XX.

La presente investigación se centra en el análisis de los reclamos presentados por integrantes del pueblo arhuaco en la interlocución con distintas entidades del Estado entre 1916 y 1972. El estudio de estos reclamos por 56 años permitió la identificación de continuidades y transformaciones en la forma y el contenido de dicha interlocución; a partir de estas es posible divisar las dinámicas del proceso de despojo experimentado por una parte importante de la comunidad arhuaca dentro del periodo estudiado. Junto con esto, dichas transformaciones y continuidades muestran cómo algunos indígenas, con la ayuda de aliados, en muchas ocasiones, utilizaron tanto la forma y el fondo en sus comunicaciones de manera estratégica para que sus reivindicaciones fueran escuchadas.

Tanto los reclamos y las alianzas para trasmitirlos de manera eficiente como el proceso de despojo no se dieron en el vacío. Estos respondieron a contextos particulares y generales, es decir, a ámbitos locales, regionales, nacionales e incluso internacionales, los cuales posibilitaron, en mayor o menor medida, el despojo y la lucha arhuaca a través de la interlocución. De esta forma, esta investigación muestra las condiciones sociales, políticas, económicas e históricas en las que se dieron los reclamos arhuacos y las diversas formas de desposesión que los motivaron.

De acuerdo con lo anterior, el objetivo central de este trabajo es relacionar las transformaciones y continuidades de los reclamos formulados por los arhuacos, durante el periodo de tiempo propuesto, con las condiciones sociales e históricas en un contexto de despojo político, económico y cultural. Para esto, en primer lugar, se conformó un corpus documental que da cuenta de la interlocución entre indígenas arhuacos y entidades estatales entre 1916 y 1972. En segundo lugar, se identificaron las transformaciones y continuidades de las comunicaciones de los indígenas a la luz del contenido, los argumentos, las formas de justificación y las alianzas conformadas para transmitir los reclamos. Finalmente, en tercer lugar, se analizaron estos reclamos teniendo en cuenta el contexto histórico, político y social que posibilitó y llevó a que ciertos representantes del pueblo arhuaco los formularan.

En cuanto a la temporalidad de 1916 a 1972, por un lado, el inicio de este periodo se eligió por la visita que un grupo de arhuacos hizo a Bogotá, con el fin de hacer ciertos requerimientos al presidente José Vicente Concha, y la consecuente publicación del Decreto 68 de 1916 de la Gobernación del Magdalena.9 Este decreto se promulgó con la intención de reconocer y fortalecer la autonomía política y cultural de los arhuacos, para así protegerlos de la explotación por parte de los colonos; sin embargo, la interpretación que los mismos colonos y misioneros capuchinos hicieron de esta norma fue completamente opuesta a la protección de los indígenas, por lo que el decreto mismo terminó siendo un arma que fue utilizada por décadas contra los arhuacos.10

Por otro lado, en 1972 el Ministerio del Interior, mediante la Resolución n.° 000002, reconoció la Línea Negra, la cual consiste en una demarcación imaginaria de los lugares sagrados para los pueblos indígenas que habitan la Sierra Nevada de Santa Marta. Aunque esto no solucionó los conflictos por la tierra, ni tampoco implicó una ruptura radical en la historia del pueblo arhuaco, dicho reconocimiento sí da cuenta de un cambio en las políticas y el trato hacia la población indígena por parte del Estado, que para principios del siglo XX promovía en estos grupos la evangelización en las creencias católicas.

Ahora bien, como se mencionó, gran parte de la historiografía colombiana sobre las luchas indígenas se ha centrado en el estudio de los movimientos sociales en los que algunas se inscribieron. Aunque existen trabajos enfocados solamente en los movimientos indígenas,11 parte importante de la literatura se encuentra sujeta a investigaciones sobre los movimientos sociales colombianos en general.12 Lo anterior ha influido en que se privilegien los estudios sobre la segunda mitad del siglo XX, ya que antes, en la década de los setenta, la mayoría de los indígenas se vinculaban a las movilizaciones campesinas al no existir movimientos étnicos representativos. No obstante, para ciertos autores, los indígenas y campesinos son analizados como actores similares por la centralidad que el problema por la tierra tiene en sus luchas.13

 

Dicha vinculación de los indígenas a los movimientos campesinos, así como la “reciente” emergencia de los movimientos propios, ha generado que, en estas investigaciones más amplias, los indígenas se tomen como actores “menos visibles” dentro de la historia de los movimientos sociales en Colombia. Esta poca representación está directamente relacionada con que estos trabajos se centran principalmente en fuentes de prensa que, por su fácil sistematización, favorecen los análisis de tipo cuantitativo y estadístico, en los que se suelen invisibilizar ciertos actores y formas de lucha menos recurrentes.14

En la literatura sobre movimientos indígenas en Colombia se pueden identificar tres perspectivas. En primer lugar, se encuentran los trabajos que analizan las motivaciones para la conformación de los movimientos; estas investigaciones le han dado centralidad al interés por la conservación o la devolución de los territorios ancestrales, es decir, el problema por la tierra.15 En segundo lugar, se ha estudiado el desarrollo de los movimientos desde el enfoque de las dimensiones culturales y de identidad, es decir, la afirmación de la diferencia por parte de los indígenas a través de la historia, las costumbres y la relación con el territorio.16 Finalmente, se han analizado las acciones de los movimientos indígenas, pero privilegiando ciertas estrategias de lucha que se inscriben en las vías de hecho, es decir, paros, huelgas, marchas, mítines, invasiones, bloqueos, disturbios, etc.17

Desde el marco más amplio de las luchas indígenas, existen algunos trabajos que, aunque en ciertos casos también se interesen por los movimientos indígenas, no hacen de estos su objeto principal de estudio. Dentro de estas investigaciones, se ha tenido en cuenta una gama más amplia de estrategias de lucha y se destaca el uso de la memoria, de los espacios políticos y de las vías legales o de derecho. Por un lado, los trabajos sobre la memoria como estrategia de lucha hacen referencia a la reivindicación de ciertos sucesos o personajes, con el fin de legitimar los movimientos indígenas y ciertas acciones de estos.18 Por otro lado, en las investigaciones sobre las vías de derecho se encuentran los estudios sobre espacios políticos como las elecciones, la representación indígena19 y los trabajos sobre el uso de instrumentos jurídicos y administrativos para denunciar abusos y hacer demandas a las autoridades.20 Otras investigaciones que se inscriben en la historiografía de las luchas indígenas, pero no se centran en los movimientos, son los trabajos biográficos sobre líderes indígenas;21 estos estudios, más allá de relatar la historia de vida de los personajes, intentan vincular estos relatos en procesos más amplios de dominación y lucha, destacando la constante tensión entre estos líderes y el Estado colombiano en la segunda mitad del siglo XX.

Para el caso del pueblo arhuaco, existe una diversa literatura que no necesariamente se encuentra dentro de la disciplina histórica, pero ayuda a comprender el proceso de despojo y lucha de este grupo indígena en el siglo XX. A partir de investigaciones más amplias sobre la relación entre los colonos, los misioneros y los indígenas,22 junto con estudios más específicos sobre la llegada de la Misión Capuchina, la expansión territorial de los colonos, la formación del Estado en la Sierra Nevada de Santa Marta y las medidas tomadas por este para contrarrestar los abusos hacia los indígenas,23 es posible comprender el contexto nacional y local en el que se inscribieron las luchas arhuacas.

Por su parte, la literatura más cercana a esta lucha se centra en el estudio de la conformación de la Liga Indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta y otros movimientos, aunque destacan la vinculación de estos con las vías de derecho.24 Este es un punto central en la historia del grupo indígena, ya que las vías legales moldearon la relación e incluso definió la llegada del Estado a la Sierra Nevada de Santa Marta.25 Dada la importancia de estas vías de derecho en el caso estudiado, ciertas investigaciones se focalizan en esta estrategia de lucha, aunque se articulan las motivaciones y las demandas con el problema por la tierra principalmente.26

Ya que en esta investigación se abordó un amplio número de demandas, que no solamente se remitían a la problemática de la tenencia de tierras, se tomó el término despojo desde una perspectiva amplia, con el fin de hacer referencia a fenómenos de pérdida, desposesión, privación o saqueo de elementos materiales, como la tierra, e inmateriales, como la autonomía política, las creencias, las costumbres y otros aspectos culturales. Vale la pena aclarar que la ampliación del término despojo no pretende quitarle relevancia al problema de la tierra, el cual es fundamental para entender la lucha arhuaca, sino que comprende diferentes atropellos como parte de una misma dinámica de desposesión.27 Esta dinámica hace referencia principalmente a un proceso de dominación y colonización, el cual se inscribe en varios momentos históricos particulares que fundamentan el carácter político y cultural en la relación de actores —Iglesia, Estado y colonos— con los indígenas.28

Por su parte, la interlocución de los indígenas arhuacos con el Estado colombiano puede denominarse una acción colectiva, en el sentido de que cierto grupo de personas se unieron para enfrentarse a élites, autoridades o antagonistas sociales.29 Esta acción colectiva fue la base para que se iniciaran movimientos sociales propios en la Sierra Nevada de Santa Marta, lo que implicó una organización con objetivos comunes, el establecimiento de solidaridad entre los integrantes y el desafío de las relaciones mantenidas con las élites, las autoridades o los oponentes.30 No obstante, esta investigación no se centra en los movimientos sociales generados a partir de acciones colectivas de los arhuacos, sino en la interlocución como estrategia de lucha.

Dicha interlocución tenía el objetivo de comunicar los reclamos de la comunidad y pedir la ayuda a las autoridades tanto locales como nacionales; no obstante, la interlocución tomó varias formas de acuerdo con el contexto de los reclamos y de los reclamantes, por lo que se utilizaron diferentes estrategias para hacer efectiva la comunicación con el Estado. Como se mencionó, la interlocución puede ser entendida como una acción colectiva, pero, al querer resaltar la diversidad y las particularidades de las estrategias de comunicación utilizadas por los indígenas, es pertinente acuñar un término que abarque mucho más.

De acuerdo con esto, las estrategias de comunicación de los reclamos utilizadas por los arhuacos se conceptualizarán bajo el término de repertorio de acción colectiva. Este concepto fue acuñado, en un primer momento, como repertorio de confrontación por Charles Tilly y hacía referencia a todos los medios que dispone un grupo para lograr o conseguir intereses compartidos;31 sin embargo, con el desarrollo de su obra, Tilly optó por acuñar el término de repertorios de acción colectiva, el cual no solo incluye lo que la gente hace cuando se enfrenta a otros, sino también lo que sabe hacer y lo que los otros esperan que haga.

Lo anterior es relevante porque las acciones sociales, así como los repertorios de acción, se desarrollan a partir de oportunidades y restricciones políticas.32 Para el caso de los repertorios arhuacos basados en la interlocución, el Estado, a través de entidades, en algunos casos suministró oportunidades y sirvió de aliado para organizar demandas en contra de autoridades y oponentes como los misioneros capuchinos y los colonos. No obstante, los indígenas para hacer llegar sus reclamos al Estado debieron adecuarse a una forma particular de presentarlos —de forma escrita, en castellano, siguiendo un formato, etc.— y a la burocracia de las instituciones.

Este aspecto material de la interlocución, que se incluye dentro del término repertorios de acción, deja de lado el análisis del contenido de los reclamos. Ante esto, se toma el concepto de repertorios discursivos, el cual hace referencia a la combinación de palabras que pretenden describir de manera clara y convincente las razones de los reclamos y que constituyen los argumentos utilizados para justificar las demandas del grupo.33 Dichos repertorios discursivos apelan a valores compartidos, como la rectitud para la acción, la identidad o la justicia, y precisamente las demandas presentadas por los arhuacos se construyeron en gran parte a partir de lo que consideraban justo o injusto.

Los conceptos de justicia e injusticia en las sociedades se encuentran en constante transformación y parten de acuerdos sociales vinculados a lo que se considera bueno o malo en una época y lugar determinado. Así, lo que es justo para unos no es justo para otros, e incluso estas concepciones de justicia pueden variar ampliamente dentro de una misma sociedad.34 Ante esta situación se encontraban los indígenas arhuacos que exigieron reivindicaciones, ya que sus concepciones de justicia o del deber ser, en múltiples ocasiones, no coincidieron con las de sus oponentes o antagonistas sociales, quienes, a diferencia de los arhuacos, sí contaban con la autoridad para imponer su visión del mundo.

De manera concreta, las fuentes utilizadas para esta investigación forman parte de las cartas, memoriales y telegramas enviados y recibidos por indígenas arhuacos y diversas entidades y funcionarios del Estado entre 1916 y 1972. Así mismo, se tomaron algunos artículos de prensa que dan testimonio de la interlocución al registrar los reclamos presentados por grupos arhuacos en las visitas que realizaron a Bogotá y Santa Marta en 1916, 1933 y 1962. Junto con esto, se analizaron publicaciones de la Orden Capuchina, las memorias del líder arhuaco Vicencio Torres y distintas comunicaciones internas e interinstitucionales de la División de Asuntos Indígenas y otras entidades estatales que trataban las problemáticas en la Sierra Nevada y que ayudaron a contextualizar y comprender la interlocución. En su mayoría, estas fuentes fueron obtenidas del fondo del Ministerio de Gobierno, de la sección de archivos oficiales del Archivo General de la Nación. Otros acervos documentales que también fueron consultados son el Archivo Histórico del Magdalena Grande, la Biblioteca Luis Ángel Arango y la Biblioteca Nacional.

Con dichos documentos se constituyó el corpus documental trabajado en esta investigación, el cual consta de 168 elementos. Dada la imposibilidad de mostrar en profundidad todas las fuentes recopiladas en el cuerpo del trabajo y con el objetivo de contrarrestar la fragmentación de estas, se privilegió la presentación de algunas fuentes de autoría indígena por medio de anexos, los cuales se vinculan con el cuerpo del trabajo a lo largo del texto. El privilegio de fuentes de autoría indígena, aunque puede parecer arbitrario, se justifica si se tiene en cuenta que gran parte de la historiografía sobre luchas indígenas en Colombia se ha centrado en el análisis de lo que actores diferentes a los indígenas han dicho sobre ellos.35