Kitabı oku: «Murmullos del alma», sayfa 2
Dulce olvido
Mi vocación y mi amor por los niños
me llevó a ellos
y en esos años que fueron maravillosos
intenté ser la mejor maestra.
Me sobraba juventud y entusiasmo
muy propio de una primeriza.
El candor que poseían
y la ternura que provocaban en mí
aquellos pequeñitos
era motivo para levantarme
todas las mañanas
y correr veloz a su encuentro.
No era un trabajo era más bien
una entrañable tarea.
La mañana se deslizaba rápidamente
iluminando dibujos
con cantos y juegos
jugando con arena, agua y plastilina
intentando enseñarles a amarrar sus agujetas
poniéndoles y quitándoles su suéter
curando raspones y cerrando sus loncheras.
Por fin llegaba la hora del cuento
llena de fantasía
que esperaban muy contentos y quietecitos.
La mañana llegaba a su fin
era hora de despedirnos
con un abrazo cariñoso
poniéndome a su altura.
Fueron años llenos de aprendizaje
donde entregué mi alma por entero a niños que con el paso del tiempo
se convertirían en hombres exitosos
médicos, abogados, arquitectos, industriales, terapeutas y psicólogos.
Algunos los encontré de nuevo en mi vida
a muchos les perdí la pista
pero sus rostros quedaron
tatuados en mi alma o en álbum de los recuerdos.
De algunos aún recuerdo sus nombres
el de otros los fue borrando el tiempo de mi memoria
pero todos dejaron impregnado en mí
un gran recuerdo acompañado de un dulce olvido.
El perfume de mi esencia
Dejaré en mis letras el perfume de mi esencia
y que ellas marquen la huella de mi paso.
Dejaré plasmadas mis ideas
y la dulzura que me brotó del alma.
Dejaré ahí mis miedos, alegrías y tristezas
y la esperanza puesta en ti
de que al leerme
cambiará tu vida un poco.
Mi corazón no se ha endurecido
aún llevo la lozanía
por eso escribo sobre el amor
la alegría, la fe y la esperanza.
La tinta que ha corrido
es para despertar las conciencias
y sueño con un mejor mañana.
El papel y la pluma son testigos mudos
de todos mis desvelos
y gozo al imaginar que en el futuro
estas líneas serán leídas por mis nietos.
Dejé de ver historias y empecé a escribirlas
dejé de imitar a otros para ser yo misma.
Llevo en mi rostro siempre una sonrisa
para que quede en tu recuerdo
y un día podré partir tranquila
hacia el espacio eterno
llevando el alma satisfecha de todo lo vivido.
Recuerdos no deseados
La lenta lluvia se eterniza
y los recuerdos vienen a la mente
no quisiera despertarlos
dormidos viven desde hace muchos años.
De cinco años me fui a un internado
tres filas de camas había en el dormitorio
separadas por un buró y una silla.
Cuando la noche llegaba
y el temor volvía a hacerse presente
el alma se aprisionaba
las lágrimas con la almohada se fundían
pidiendo al sueño que llegara
para poder dormir sin miedo ni tristeza.
El desprendimiento del hogar
¡me pareció muy divertido!
yo era una inquieta castañuela.
La rutina y disciplina del colegio
cambiaron mi alegría por el desgano
enfermé y un mes estuve en cama.
La enfermedad cobró con lágrimas mis anhelos
y el deseo de tener muchos juguetes
solo vivió dentro de mis fantasías.
El viernes se convirtió en el mejor día de la semana
para regresar la tarde del domingo.
La dura disciplina formó mi carácter
y el orden pasó a ser parte de mi vida.
En mi niñez herida quedó mi alma para siempre
en ocasiones aún supura y duele.
¡La vida me sonrió de nuevo!
Volvió conmigo la alegría
pero aún guardo en el triste
recuerdo creciendo
a una niña sin su madre.
Poesía en desuso
Hoy solo te cuento
que en la poesía
tú tienes un arma
en que bellamente
tú abres el alma.
Le escribo a mis hijos
le escribo a mi esposo
le escribo a mis nietos
le escribo al recuerdo.
¿Acaso es pecado
que afloren las frases
en las que describes
cómo tú te sientes?
Yo solo te pido
que guardes silencio
y que te permitas
llenar tu vacío.
Sin prisas, sin juicios
deja que llegue como brisa fresca
como cuando vas al río
sentirás que entonces
recuperas fuerzas
y borras tu hastío.
Escribir poesía
es como un manantial
que brota de dentro
poniendo en palabras
lo que llevas dentro.
La separación
De separación ella supo desde niña
perdió el cobijo de familia
su adolescencia se llenó de interrogantes
y las noches de llanto y pena.
Una niña que dolida
se hundió en llanto devastada
recordando el hogar que un día de invierno
dejó sin fecha de regreso.
Muchas horas de preguntas sin respuestas
y no acababa de llegar ese consuelo
quiso encerrarse dentro de su fortaleza
y si hay un alma sincera, esa es la suya.
Corazón pequeño, henchido de tristeza
no encuentra calma ni alegría
solo el tiempo curó a aquella niña
de todas sus tristezas.
La vida le compensó con creces
por esos años de tanto sufrimiento
necesitada estaba ella de cariño
encontrándolo en el corazón de su madrina.
Memorias del corazón
Con blanca luz escribía
cuando de noche se hacía
pues sus memorias quería
dejar plasmadas ahí.
Ella siempre elegía
para su simple poesía
las cosas que bien guardaba
o el corazón le dictaba.
Muy lejos de sus padres creció
pues educarla querían
su destino lo tenía
ya marcado desde niña.
En maestra se convirtió
y a sus alumnos amaba
el trabajo le encantaba
gustosa siempre lo hacía.
En esposa, madre y abuela
ella se convirtió
al lado de un hombre bueno
que su amor siempre le dio.
Cinco hermosos hijos tienen
amor a todos les dio
con esmero los ha educado
para hacerlos gente de bien.
Crecieron y se casaron
y de nietos los llenaron
Tito y Tita les dicen ellos
todos son angelicales.
Escribiendo para todos
por amor a la poesía
muy contenta está la abuela
de plasmar lo que quería.
Mirando al futuro
Era un día de invierno
el aire frío se colaba por debajo de las puertas
¡pero mi corazón ardía!
Desperté y volví a mirar mi mano
para confirmar que era verdad
que no era solo un sueño
ahí estaba el hermoso anillo
que recibiera por la noche.
Me lo entregó con una promesa de amor y una sonrisa
el hombre del que yo estaba enamorada.
El círculo lo formaban dos trozos de metal
bellamente entrelazados formando una corona
rematando en un pequeño diamante.
Ahí estaba simbolizada
la unión de nuestras almas
y el diamante era el inicio
de todos nuestros sueños.
Los dos mirábamos hacia el futuro
y cada uno se hacía castillos.
Estábamos al inicio de algo nuevo
que alguna vez imaginamos.
La promesa que encerraba aquel anillo
era el anhelo de una vida compartida
donde reinará el amor, la compañía, el apoyo y el esfuerzo mutuo
queríamos formar nuestra propia familia.
Y así empecé mi día
sonriendo e imaginando nuestro futuro
y mirando de nuevo en mi mano el anillo
me lancé a vivir mi sueño.
Caminar dejando flores
Caminaré por las calles de la vida
buscando de la gente sus penurias
y robándome de otros su alegría.
Caminaré queriendo entregar de lo que soy un poco.
Como una misión que tengo de por vida
saldré a acariciar a otros con mi mirada
con mi sonrisa trataré de devolver
el color a las azaleas
y con mis manos bendeciré
a todo el que a mi lado pasa.
Caminaré con pasos suaves
para no despertar a los que duermen
dejándoles una flor y un beso
para que al despertar
les haga sonreír de nuevo.
Caminaré llevando mi alegría
les hablaré de Dios y su palabra
para que así cuando me vaya
me recuerden como aquella mujer
que, por la calle, caminó dejando flores.
Que mis palabras te acompañen
Que mis palabras te acompañen
en el amanecer del día
y cuando el sol en lo alto brille refulgente.
Que mis palabras te acompañen
en el silencio de la noche
cuando la luna brille con estrellas.
Que mis palabras te acompañen
por las tardes cuando declina el día
y la nostalgia invada tus pensamientos.
Que mis palabras te acompañen
por el mar y por el río
para que dejes tu pesar y te limpies del hastío.
Que mis palabras te acompañen
por la montaña y en el bosque
para que encuentres la paz que habías perdido.
Que mis palabras te acompañen
en el campo entre las flores
para que su fragancia te limpie de sinsabores.
Que mis palabras te acompañen
en la nieve y en el frío
para que se cobijen tu corazón y el mío.
Que mis palabras te acompañen
en el camino de la vida
para que recuerdes que no estás solo
y encuentres eco en un corazón de amor henchido.
Pasajero sin tiempo
Soy de la vida un pasajero
que va viviendo con plena conciencia
de saber que cada día
tengo en mi haber un día menos.
He disfrutado de la vida de la mejor forma
he aprovechado las oportunidades dadas
y guardaré en mi memoria
los días soleados y lluviosos
los ratos buenos aprendiendo de los errores.
He coleccionado cosas
y también amigos.
He trabajado, viajado y disfrutado
sintiéndome cómoda en el viaje.
A la gente que he amado
lo he hecho con entrega
dándole lo mejor de mi existencia.
La vida cada día me pone de frente con los años
que se acumulan ya sin desearlos.
Ya usé más de la mitad de los que me quedan
aprendiendo de todos los maestros
pero viviendo la vida a mi manera.
Soy de esta vida un pasajero
en busca de la felicidad tan prometida.
Mi largo viaje emprendí sin conocer del todo mi futuro
pero me di cuenta en el camino
que cada quien es el que forja su destino.
¡Amo la vida!
Pero aun así sé que este viaje tiene final
entonces viajaré el resto que me queda
con boleto y asiento de primera.
El andén del destino
Con toda mi juventud por delante
me fui a parar al andén que decía destino
ahí había mucha gente esperando
la llegada de un tren
de pasajeros.
Yo con mis pocas pertenencias
y mis escasos años
me paré ahí a la espera de tan desconocido viaje.
Fue entonces que te vi
parado en el mismo andén
te veías tan seguro de ti mismo
en un momento se cruzaron nuestras miradas
y quedó tu imagen para siempre en mis pupilas.
El reloj marcaba exactamente la una
y poco tiempo después
nos encontrábamos en el mismo asiento
para iniciar un viaje emocionante.
Se escuchó la marcha de la máquina
y en el vagón de pasajeros
dos jóvenes aún seguían mirándose a los ojos
con el corazón latiendo acelerado
así empezamos este viaje de aventuras.
Ni tú ni yo imaginamos lo que juntos viviríamos
el destino se encargó
de ponernos frente a frente.
Fue entonces que me di cuenta
que seríamos el uno para el otro.
El viaje aún continúa
y con el tiempo descubrimos
que el maquinista que conducía
era Dios por medio del destino.
Agradecimiento infinito
Decayendo va la tarde
el cielo perdiendo sus colores
embellecidos por los rayos últimos del astro sol
que esperanzador de nuevo lo veremos al despuntar el día.
En mi vida cruzando está la tarde
y la línea de las siete décadas se acerca
pero es ahora cuando más me amo y me valoro
la vida de joven me exigió
le di todo lo que yo tenía
y ahora es ella la que quiere regresarme
sus frutos dulces.
Hoy he aprendido a expresar sin miedo mis ideas y sentimientos
¿para qué guardarlos si ya están todos empolvados?
Viviré intensamente los años que me quedan
respiraré un nuevo aire
que me llene de emoción el alma
y me haga transitar plácidamente.
Vivo feliz con lo que tengo
y agradecida por todo lo pasado
responsable soy de mi existencia
y valoro la felicidad que me acompaña.
Errores sé que tuve
pero he decidido perdonarme.
Cierro mis ojos...
y me veo tomando el camino de la tarde
cuando el sol se va robando
los últimos destellos.
Bordados de amor
Mientras su niña jugaba
sus vestidos ella bordaba
no le importaban sus ojos
verla como princesa soñaba.
Los escogía con cuidado
tela, hilo y diseño
esmerándose en el bordado
y queriendo cumplir un sueño.
Terminado ya el vestido
a su niña le probaba
contemplando a su princesa
y el cansancio se olvidaba.
Todos aquellos vestidos
que la madre le bordó
han quedado ya guardados
para otra generación.
¡La niña ha crecido!
y en madre se convirtió
los vestidos de la abuela
a su hijita ella vistió.
Cuánto amor la abuela puso
en toda la colección
ella bordó con esmero
¡poniéndole corazón!
Camino a la cima
Caminando voy por la cuesta de la vida
encamino mis pasos a la cima
con la carga que trajeron los años
viajaré el resto de mis días
Dispuesta estoy a escalar esa montaña
a pesar del viento y el cansancio
no tengo prisa por llegar
cuidando voy mis pasos uno a uno
Llevo fuego para calentar el alma
lámpara que ilumine mi trayecto
fe que acreciente mi confianza
y mi guía que desde niña me acompaña
Empaqué mis recuerdos más preciados
ellos serán parte de mi equipaje
no quiero dar pasos en falso
no quiero que falte amor en la escalada
Me nutriré del pan que da la vida
beberé solo del agua viva
la oración será el bastón que me sostenga
rosario en mano y un canto mariano
Quizá alguien venga tras de mis pasos
tenderé cuerdas y dejaré marcas
para orientarle en el camino
hay mil formas de conquistar esta montaña
¡No tengas miedo!
¡No desistas!
Dejando huella
Marcando voy mis huellas en la vida
camino con paso firme y decidido
¡caminaré!
teniendo muchísimo cuidado
pues hay algunos ojos
que irán tras de mis pasos.
He sido una mujer con suerte
pues he vivido a mi manera
las canas y arrugas que hoy ya tengo
son el recuerdo de todo lo pasado
la felicidad tocó a mi puerta
¡le abrí!
pero he vivido
tratando de escuchar mi voz interna
y terminaré de recorrerlo
siguiendo el camino ya planeado
y agradeceré lo recibido
tratando de dejar amor tras de mi paso.
Página en blanco
Hoy comienzo un nuevo día
Y con emoción he despertado
Yo tengo en mi haber una página en blanco
Que pienso llenarla de la mejor manera.
Hablaré con Dios
para agradecer la vida y este nuevo día
Hablaré con el tiempo
pidiendo sea generoso con las horas y sus minutos.
Hablaré con el entusiasmo
para que juntos lo vivamos.
Hablaré con el trabajo
y le pediré que me permita hacer todo de la mejor manera
llevando de la mano la alegría.
Hablaré con la paciencia
para que esté a mi lado cuando no me guste lo que hago.
Hablaré con la sabiduría
para pedirle algunos consejitos.
Hablaré con el descanso
para que me deje disfrutar de un rato placentero.
Y ya organizado mi día,
empezaré a escribir en mi página en blanco.
Prepararé los alimentos
poniéndoles como sazón un poquito de sal y mucho de cariño.
Lavaré ropa, vajilla y cazuelas
con agua y jabón pero el brillo lo pondrá mi entrega.
Limpiare la casa con escoba y sacudidor
pero trapearé con el aroma de la paz y la armonía.
Abriré las ventanas para que entre el sol,
veré el jardín , con sus pájaros y flores
y junto con el aire puro entrará la vida.
Me tomaré un tiempo para leer y escribir sobre este día
terminándolo con oración para agradecer el haber vivido un nuevo día
Nadie conocerá lo que he puesto en mi página en blanco
pero yo podré dormir tranquila
sabiendo que estuvieron conmigo
el entusiasmo, la alegría, la sabiduría, la paciencia el cariño,
la entrega la paz y la armonía, la oración, el descanso
y agradeceré porque en esta casa se quedó la vida.
Mi eterno rival
Este día mi emoción
al despertador le gana
pues un nuevo reto
voy a tener.
Mi adversario, de verde
hoy se ha vestido
y un reto con él
voy a tener.
He creado una estrategia
la lucha ya comienza
catorce armas me acompañan
y una redonda bola.
Me lleva por caminos
y mágicos rincones
me reta con sus lagos
me aterra con la arena.
Vivimos una competencia
feroz y apasionada
y él entre sus finas redes
me tiene aprisionada.
Las horas se deslizan
la lucha ya termina
me viste con la gloria
o despiadado me aniquila.
Un hándicap me asigna
me lleva bien la cuenta
por eso es que regreso
de nuevo con más ganas.
De nuevo estoy aquí
al campo ya regreso
a vencer a ese gigante
del que he vivido enamorada.
Pintando la tarde
Cuando escribo por las tardes
ya que el sol se está metiendo
descansan mis pensamientos
y escribo lo que yo siento
Hay días con fuerte sabor amargo
otros plácidos como tardes de verano
ellas son de regocijo
liberando sentimientos.
Las letras que yo escribo
caminan como ese río
que bien conoce el camino
quieren plasmar en papel y con la pluma
un cúmulo de sensaciones.
Pintando el cielo y las nubes
con pincel y brocha burda
de rojos y amarillos
cuando se llega la tarde.
Disfrutaré los colores
que se han quedado en el cielo
recogiendo alegrías borrando los sinsabores
y cantando alto las bendiciones
cuando se llega la tarde.
Mujer con suerte
Quiero ser un corazón toda alegría
quiero vivir soñando
que muy lejos
se ha ido la tristeza
y que no vive más conmigo el pesimismo
ya no deambula por estas tierras la melancolía
y solo se escucha el canto
que sale del alma mía.
Soy esa mujer que con suerte ha vivido
desafiando de niña algunas penas
para seguir por siempre en alegría.
En el jardín de mis terrenos
no hay flor que no haga
mis tardes placenteras
la ilusión es mi mejor aliada
y feliz vivo disfrutando
de la creación entera.
¡Soy una mujer con suerte!
por el hombre maravilloso que he amado
por la gran familia que he formado
por los increíbles amigos que hoy tengo
por la gente que en mi vida he conocido.
Yo tengo ángeles
que velan desde el Cielo.
Hoy agradezco tantas bendiciones
¡Nací con suerte!
y de eso... ¡no tengo duda!