Kitabı oku: «El corazón del cambio social»
EL CORAZÓN
DEL CAMBIO SOCIAL
Cómo puede marcar una diferencia
en su mundo
Transcripción de un taller de Comunicación
NoViolenta impartido por:
Marshall B. Rosenberg
© de la edición en castellano:
2019 EDITORIAL ACANTO S.A.
Comtes Alba de Liste 8 - 08188 Vallromanes
Barcelona - Tel. 935 729 701
Título de la edición original: The Heart of Social Change
© 2005 PuddleDancer Press
Traducción: Noelia Jiménez Díaz
Diseño y maquetación: Estudi Gràfic Vicenç Prims, SL
Revisión del contenido:
Helen Adamson. Formadora en CNV certificada
por The Center for Nonviolent Communication
Pilar de la Torre Calvo. Formadora en CNV certificada
por The Center for Nonviolent Communication
www.comunicacionnoviolenta.com
ISBN: 978-84-15053-99-6
Depósito legal: B 27612-2018
Impreso en España
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www.conlicencia.com, 93 272 04 47 / 91 702 19 70
Contenido
INTRODUCCIÓN
ESFORZARSE POR CAMBIAR LOS SISTEMAS
CAMBIAR EL PARADIGMA EN NUESTRO INTERIOR
Sentirnos motivados a enriquecer la vida
Sobre las necesidades
La base espiritual del cambio social
COMPARTIR EL PARADIGMA CON LOS DEMÁS, Y CAMBIO ESTRUCTURAL
Sobre la calidad de la conexión
Las cuatro dimensiones clave del cambio social
El concepto de “banda” y las estructuras de dominación
Educación y desarrollo humano
El uso del poder
Sobre la autoridad
EDUCARSE Y EDUCAR PARA EL CAMBIO
Invertir en objetivos radicales
Traducir la CNV a conexiones
Juego de rol: Diálogo con un “líder de banda” 1
Llegar al corazón de lo que está vivo en los demás
Traducir las imágenes de enemigo
Practicar, practicar, practicar
Reuniones para el cambio social más productivas
Juego de rol: Diálogo con un “líder de banda” 2
Juego de rol: Diálogo con un “líder de banda” 3
CONCLUSIÓN
Lecturas recomendadas
Algunos sentimientos básicos que todos tenemos
Algunas necesidades básicas que todos tenemos
Cómo utilizar el proceso de la CNV en cuatro partes
Sobre la editorial Puddle-Dancer
Introducción
Este librito contiene extractos de un taller impartido por Marshall Rosenberg en San Diego en mayo de 2000 y sirve como introducción a su visión sobre cómo lograr un cambio social efectivo. Mediante comentarios narrativos y juegos de rol con los asistentes, Marshall nos lleva a poner el foco en varias cuestiones básicas: ¿Cuál es la raíz de cualquier problema social? ¿Qué necesidades cubro cuando me implico en el cambio? ¿Qué necesitamos para efectuar un cambio?
Ya sea en nuestra forma de comunicarnos, en la intención con la que abordamos cualquier interacción, en las estructuras organizativas que respaldamos... el cambio social siempre “comienza en mí”. Marshall muestra cómo la Comunicación NoViolenta puede ayudarle a crear una cultura interna de paz que a su vez le ayudará a efectuar un cambio social duradero. En los juegos de rol, los participantes están identificados como PM (participante masculino), PF (participante femenina) y MBR (Marshall B. Rosenberg). El resto del texto corresponde a las palabras de Marshall Rosenberg. Iniciamos la transcripción con una pregunta realizada por uno de los participantes en el taller.
Noviolencia
Elegimos escribir noviolencia en una sola palabra porque, lejos de ser la mera ausencia de violencia, se refiere a una fuerza inusual*; según Gandhi** la más potente que posee la humanidad. Considero que el término noviolencia ha sido a menudo malinterpretado e incluso olvidado en Occidente.
Michael Nagler explica que esta fuerza fue descrita por los Rishis —los antiguos sabios de la India— en los Upanishads como ahimsa. Significa literalmente “la intención de no herir”, y constituye en realidad un concepto en positivo igual que otras palabras en sánscrito, como por ejemplo avera, literalmente “no-odio” que significa “amor”. Para mayor claridad, Gandhi añade a ahimsa la palabra satyagraha: la fuerza del alma y la verdad.
Me parece que a tal fuerza se accede no con una intención momentánea, sino tomándola como un camino de vida, con un compromiso interno firme. Experimentar esta fuerza alimenta la confianza y la determinación. La noviolencia no es un aprendizaje intelectual, sino del corazón.
Tal como Gandhi, Lanza del Vasto, Martin Luther King, Nelson Mandela y much@s otr@s consiguieron una transformación de sí mismos y de su entorno, Marshall Rosenberg nos ofrece un sendero bien señalizado para aprender ahimsa (noviolencia) que me atrevo a definir como el camino de unión con la fuerza del alma a través del uso del coraje, el amor y la verdad*** con el fin de proteger y cuidar todas las formas de vida.
Fuentes:
* MICHAEL NAGLER: Is There No Other Way?, Berkeley Hills Books, 2001.
** MAHATMA GANDHi: Autobiografía. La historia de mis experimentos con la verdad
Ediciones Aura, Barcelona 1991
*** MIKI KASHTAN
Nota de Niels Janssen a la edición española
Esforzarse por
cambiar los sistemas
PM: Por curiosidad, ¿qué podemos hacer para cambiar la raíz de los problemas sociales en lugar de abordar solo los síntomas; para llegar a la fuente de la que parte todo? ¿Qué podemos hacer para cambiar lo que sucedió hace ocho mil años, o tal vez para recrearlo de una manera compasiva, de tal forma que se pueda dar un cambio en los próximos ocho mil años?
MBR: En primer lugar, puedo hablar de la estrategia que yo trato de seguir; la mejor que he encontrado hasta el momento: cambiar el paradigma en mi interior, liberarme de la programación que recibí para así estar en armonía con cómo quiero vivir, con cómo reflejo la narrativa que más resuena en mi corazón. En otras palabras, me esfuerzo por crear en mi interior el mundo que deseo ver fuera. La paz comienza en mí.
Lo siguiente es que a mí me gusta de verdad el paradigma que he elegido. He llegado a la conclusión de que no es nada nuevo. Recientemente, en la provincia canadiense de Columbia Británica, varias personas indígenas con las que estaba trabajando me decían que les gustaba lo que les estaba presentando. Me decían: “sabes, Marshall, esto es lo que nos enseñaron nuestros mayores”, y algunos palestinos con los que he trabajado me dicen que lo he yo he elaborado como nuevo paradigma para mí mismo es simplemente lo que dice la religión islámica.
Lo que he elaborado me funciona a mí y al parecer es algo que también otras personas han decidido integrar en su propio paradigma. Así que hagamos todo lo posible por compartir el nuevo paradigma con los demás. Esa es una manera de contribuir al cambio social: compartir lo que nos funciona, lo que enriquece nuestra vida, sin echar por tierra el viejo paradigma, sin tachar a los demás de panda de intolerantes… contar lo que nos gusta de nuestra visión, cómo se ha enriquecido nuestra vida.
A continuación podemos esclarecer cómo serían las estructuras sociales. ¿Cómo sería una banda (véase El concepto de banda y las estructuras sociales, página 10) que funcionara en armonía con el paradigma que hemos elegido? ¿Cómo podemos desarrollar capacidades para transformar de forma radical las estructuras actuales en estructuras que estén en armonía con nuestro paradigma? Entonces me pregunto: ¿Qué educación es necesaria para promover este paradigma y que las personas puedan crear estructuras que se le parezcan? Trato de trabajar conjuntamente en estas cuatro áreas.
Esta última —la educación— es una en la que pongo muchísima energía. Quiero que la próxima generación de personas de todo el mundo sea educada en un paradigma completamente diferente, y que desarrollen capacidades para crear estructuras que respalden ese nuevo paradigma. De modo que, por ejemplo, en nuestras escuelas no solo se enseña a los niños, sino que también se organizan cursos de Comunicación NoViolenta para padres, profesores y directores.
Y es igual de importante que la escuela sea un reflejo del tipo de gobierno que nos gustaría tener. Que muestre que los líderes son servidores. Los profesores están al servicio de los alumnos; los directores están al servicio de los profesores. No se recurre a los premios y castigos. Las relaciones entre los alumnos se basan en la interdependencia, no en la competición. No se hacen exámenes para poner notas. Se hacen pruebas para ver si los profesores han hecho su trabajo. No son pruebas para evaluar a los estudiantes, sino para valorar su proceso de aprendizaje. De todo esto hablo en mi libro Life-enriching education (Educación para enriquecer la vida).
Cambiar el paradigma
en nuestro interior
SENTIRNOS MOTIVADOS A ENRIQUECER LA VIDA
Enriquecer la vida es el concepto clave en mi paradigma: cada acción parte de una visión de cómo se cubrirían las necesidades humanas por medio de ella. Esa es la visión que lo pone todo en marcha. Una organización que enriquece la vida es aquella en la que todo el trabajo que se lleva a cabo, todo lo que hace cada uno de los participantes, está motivado por una visión de cómo ese trabajo va a respaldar la vida, al cubrir necesidades —necesidades del planeta físico, de los árboles, de los lagos, de los seres humanos o de los animales— y está claro de qué forma se va a enriquecer la vida al satisfacer esas necesidades. Esa es la visión que inspira las acciones, puramente.
En una estructura que enriquece la vida, nadie trabaja por dinero. El dinero es como la comida para una madre que está amamantando a su hijo. Esa comida no la recibe como pago, sino que le nutre para que ella tenga energía para servir a la vida. Todo se reduce a necesidades humanas, y por eso la Comunicación NoViolenta está tan arraigada en la conciencia de las necesidades. Todo lo que hacemos está al servicio de necesidades y del placer que sentimos cuando las necesidades están cubiertas, especialmente las necesidades espirituales. Esas son las que resulta más satisfactorias y divertidas de cubrir.
Para mí, las abejas y las flores forman parte de una organización que enriquece la vida. Fíjense en cómo ambas satisfacen las necesidades las unas a las otras. No lo hacen por no sentirse culpables, por obligación o por pensar que es su deber, sino de forma natural, actuando dentro de un sistema natural. La abeja consigue su néctar de la flor y la poliniza.
SOBRE LAS NECESIDADES
Es difícil separar la satisfacción de necesidades humanas del cuidado de las necesidades del entorno: son lo mismo. Satisfacer las necesidades de todos los fenómenos del planeta. Ver cómo todo y todos somos uno. Apreciar la belleza en el sistema completo, en ese sistema interdependiente que es la vida. Las estructuras que enriquecen la vida —la clase de estructuras que me gustaría vernos crear y en las que me gustaría vernos participar— son estructuras cuya visión es servir a la vida.
Y, ¿cómo sabemos si una organización, ya sea una familia, un equipo de trabajo o un gobierno, está al servicio de la vida? Lo descubrimos preguntando: ¿es su misión satisfacer las necesidades y enriquecer la vida de las personas que participan en la organización y que se ven afectadas por ella?
¿Y qué necesitan las personas? El dinero no es una necesidad. Es una estrategia que a veces puede cubrir una necesidad. La fama no es una necesidad. El estatus no es una necesidad. Son recursos que emplean las estructuras de dominación para confundir a las personas: toman una necesidad real y la tergiversan, y consiguen que las personas piensen que esas cosas falsas son lo que necesitan.
De modo que una organización que enriquece la vida está al servicio de la vida, está al servicio de las necesidades. Además, todo el trabajo que se lleva a cabo dentro de una estructura que enriquece la vida está motivado por la misión. No por el dinero, no por el salario, no por la posición, no por el estatus. Cada pequeña tarea que las personas desempeñan está motivada por la alegría de cumplir con esa misión. Y las organizaciones que enriquecen la vida dan a los trabajadores el apoyo que necesitan para vivir esa misión. Ahí es donde entra en juego el dinero. Pueden recibir un salario para mantenerse y alimentar a su familia, pero el salario no es la razón por la que hacen lo que hacen. Son personas motivadas a hacer el trabajo puramente movidas por la misión de servicio a la vida. En este sentido, lo más importante en una organización no es el dinero.
Una organización que enriquece la vida debe funcionar de tal manera que les lleguen expresiones de gratitud genuina a todos los participantes. Ese es el combustible necesario para mantener a las personas trabajando en una organización que enriquece la vida: la gratitud sincera. Cuando eso se logra, las personas se dan cuenta de que sus esfuerzos desempeñan un papel importante en la misión de servicio a la vida.
Mi necesidad no es enseñar Comunicación NoViolenta. Eso no es una necesidad. Mi necesidad es de seguridad, de diversión, de que se distribuyan los recursos, de que la vida en el planeta sea sostenible. La Comunicación NoViolenta es una estrategia que me sirve para cubrir esas necesidades. Busco maneras de cubrir mi necesidad y también la necesidad de la otra persona. No intento venderle nada; mi intención es que se satisfagan las necesidades de ambos.
De modo que mi primera tarea es crear una cualidad de conexión que me permita ver con claridad cuál es la necesidad de la otra persona, y que le permita a ella ver cuál es mi necesidad. Cuando la otra persona confía en que estoy tan interesado en sus necesidades como en las mías, el 90 por ciento del problema está resuelto. Hacer una petición a alguien sin haber ahondado en las necesidades suena como si quisiéramos venderle algo.
LA BASE ESPIRITUAL DEL CAMBIO SOCIAL
MBR: A menos que los agentes del cambio social actuemos movidos por una cierta espiritualidad, es probable que hagamos más mal que bien. Con espiritualidad me refiero a que, momento a momento, nos matengamos conectados con nuestra propia vida y con la vida de los demás. Y podemos descubrir nuestra espiritualidad preguntándonos: ¿Qué es una buena vida? ¿Qué hacemos aquí?
Esa cualidad de conciencia nos ayudará a guiarnos por una espiritualidad que enriquezca la vida, que nos ayude a conectar con nosotros mismos y con los demás a nivel de corazón. Somos todos muy sofisticados a nivel político, conocemos todas esas estructuras peligrosas que hay ahí fuera, somos muy astutos a la hora de ver qué es lo que está mal en el mundo, y lo vamos a cambiar. Si no hacemos primero un cambio espiritual radical en nuestro interior no vamos a ser efectivos; de hecho, puede que incluso contribuyamos a empeorar la situación.
De modo que, sí: vamos a comenzar con nosotros mismos, pero hay que tener cuidado, porque la espiritualidad se puede volver reaccionaria si conduce a que las personas sean tan calmadas, tan comprensivas y tan amorosas que lleguen a tolerar las estructuras peligrosas. La espiritualidad que necesitamos desarrollar para el cambio social es una que nos movilice hacia el cambio social. No que simplemente nos permita quedarnos ahí y disfrutar del mundo pase lo que pase. Una espiritualidad que nos aporte una energía que nos mueva a actuar. A menos que nuestro desarrollo espiritual tenga esa cualidad, no creo que podamos crear la clase de cambio social que a mí me gustaría ver.
La espiritualidad que trato que rija mi vida es una espiritualidad muy sencilla. Yo solía aburrirme cuando asistía a iglesias y sinagogas; yo necesito una espiritualidad que esté viva para mí, que no necesite muchas palabras. Me gusta cómo lo resume Joseph Campbell. Él es un señor que ha escrito un montón sobre mitos y religiones comparadas. Intentó identificar lo más bello de cada religión y descubrió que, a su entender, todas ellas estaban diciendo lo mismo, y le gustó aquello que interpretó a partir de sus estudios. ¿Cómo resume él la espiritualidad? Lo que todas las religiones básicas dicen es: no haga usted nada que no viva como un juego.
Yo predigo que cuando tengamos eso en mente —no hacer nada que no vivamos como un juego—, nos daremos cuenta de que el juego que más disfrutamos es el de hacer que la vida sea maravillosa. ¿Y cómo se enriquece la vida de esa manera? Sin hacer nada que no se viva como un juego. Esperando hasta poder vivirlo como un juego. Y será como un juego en el momento en que su plena conciencia albergue una visión que enriquece la vida. Entonces, use su poder al servicio de las necesidades humanas y del planeta. Use su poder para enriquecer la vida y cubrir necesidades.
El cambio social consiste en liberarnos de toda teología y de toda espiritualidad que no esté en armonía con aquello que creemos que nos capacitará para crear la clase de mundo que nos gustaría. Primero tenga muy claro en qué clase de mundo le gustaría vivir y después empiece a vivir de esa manera. En el momento en que comenzamos a regirnos por una espiritualidad diferente, ya estamos iniciando un cambio social. Obviamente, no queremos que la cosa termine ahí, pero en el momento en que vivamos una espiritualidad diferente (y según el grado en que la vivamos), comienza el cambio social.
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