Kitabı oku: «40 ejercicios de neurociencia para la toma de decisiones», sayfa 2
Ejercicio 4
Evaluación de variables
• Elegir un grupo del equipo de trabajo, por ejemplo, todas las personas que integran el departamento o el área de la organización para la que se desempeña.
• Ordenarlas mentalmente de menor a mayor en función de su altura.
• Detallar en el espacio a continuación:

Prehistoria cerebral
En el cerebro humano, durante el transcurso de millones de años de evolución, se han superpuesto progresivamente tres niveles que funcionan de manera interconectada, cada uno de ellos con sus características específicas.
Estas tres instancias del cerebro se conocen como:
• Sistema reptiliano.
• Sistema límbico.
• Córtex o cerebro pensante.

Ejercicio 5
Manejo de datos
• Ordenar alfabéticamente los apellidos de las personas que integran el equipo de trabajo del que se forma parte.
• Ordenar alfabéticamente a las mismas personas pero por su nombre de pila
• Detallar en el espacio a continuación:

El cerebro reptiliano es la zona más antigua. Su nombre alude al parecido con el cerebro de los reptiles. Se localiza en la parte baja y trasera del cráneo.
En el centro de este sistema se encuentra el hipotálamo, que regula las conductas instintivas y las emociones primarias como el hambre, los deseos sexuales o la temperatura corporal.
Al sistema límbico se lo conoce como el “sistema de las emociones”.
Entre las principales estructuras que lo integran se ubican el hipocampo (que cumple una función muy importante en el aprendizaje y la memoria) y la amígdala, que dispara el miedo ante ciertos estímulos y desempeña un rol activo en la vida emocional.
Por último, el córtex o cerebro pensante, denominado también neocórtex, es el resultado más reciente de la evolución del cerebro (tiene menos de cuatro millones de años).
Como se ha dicho anteriormente, éste está dividido en dos hemisferios cerebrales conectados por el cuerpo calloso: una gran estructura de aproximadamente 300 millones de fibras nerviosas.
El predominio de uno u otro nivel cerebral suele variar de acuerdo a las características de las personas.
Por ejemplo, si un individuo basa gran parte de su vida en el razonamiento lógico (actúa bajo las directrices de su hemisferio izquierdo), tenderá a mantener distancia de sus emociones.
Además, ejercerá un excesivo control sobre el sistema límbico, que no le permitirá desarrollar una vida afectiva plena.
En cambio, si es excepcionalmente emotivo, sus impulsos pueden ocupar todo el espacio sin que la función evaluadora y analítica del córtex logre intervenir.
Un detalle a considerar: la distinción entre niveles cerebrales con sus especificidades no es estanca. En el proceso de evolución del cerebro, el hipotálamo se desarrolló entre los sistemas límbico y reptiliano.
El papel de las neuronas
Las neuronas son las células nerviosas que dan sustrato biológico a las funciones mentales como la atención, la memoria a corto y a largo plazo, la capacidad visual-constructiva y el razonamiento.
El paso del impulso eléctrico de una neurona a otra (que se realiza a través de las dendritas) se denomina sinapsis. Se estima que cada neurona puede estar conectada con hasta 100.000 neuronas diferentes, con las que establece múltiples sinapsis.
Las millones de conexiones sinápticas que dan forma al cerebro es lo que se denomina “arborización dendrítica” y es lo que permite una comunicación veloz y sumamente precisa entre los diferentes núcleos de neuronas que estructuran las distintas zonas cerebrales.
Además de las dendritas, las neuronas tienen una ramificación más larga llamada axón. A partir de la activación de éste, se producen los contactos neuronales.
Los neurotransmisores son las sustancias químicas que transmiten información de una neurona a otra en la mayor parte de los procesos de comunicación que se establecen entre ellas, es decir, durante la sinapsis.
En la actualidad se conocen aproximadamente cien tipos diferentes de neurotransmisores y se cree que hay más.
Cuando el cerebro segrega demasiada cantidad de una de estas sustancias puede anularse la función de otras.
Por ejemplo, un individuo puede estar demasiado deprimido o acelerado debido a la acción de sus neurotransmisores.
El estudio de estos mensajeros químicos es fundamental para comprender el funcionamiento de los procesos cerebrales y optimizar el desarrollo de algunas habilidades, como la velocidad mental, el aprendizaje y la memoria.
La acetilcolina, por caso, favorece la capacidad de atender y memorizar, la dopamina regula niveles de respuesta y es fundamental en la motivación, las emociones y los sentimientos de placer y la serotonina balancea el estado anímico.
En el cerebro se hallan además células gliales, que desempeñan funciones de nutrición y soporte de las neuronas y son esenciales para la formación de las redes neuronales, ya que intervienen en el procesamiento cerebral de la información.
La glía cumple otros roles trascendentes para la salud y el funcionamiento del sistema nervioso, como:
• Defender a las neuronas de agentes patógenos que puedan afectarlas (cuando hay una lesión, se multiplican y participan activamente).
• Protegerlas (mediante la vaina de mielina que recubre los axones).
• Remover residuos, como los derivados de la actividad neuronal (por ello se dice que actúan como el basurero del cerebro).

Ejercicio 6
Atención y memoria
Leer la siguiente lista de palabras una sola vez con detenimiento. Enumerarlas luego en voz alta y contar cuántas se han recordado.
Individual
Amigo
Viernes
Dormitorio
Manteca
Escritorio
Cumpleaños
Tablet
Microondas
Domingo
Hogar
Café
Noche
Ventana
Desayuno
Mesa de luz
Gimnasio cerebral
Siempre es adecuado pensar en un diagnóstico personalizado que permita encarar una práctica de entrenamiento propio para cada necesidad.
Sin embargo, en líneas generales y del mismo modo que ocurre con el cuerpo, cualquier ejercicio que se realice para mantenerlo en forma permitirá darle plasticidad y lo mantendrá joven.
Interpretar el funcionamiento de las partes del cerebro y reconocerse en ellas es una manera sencilla de elegir ejercicios acordes a esos niveles.
A la vez, detectar las dificultades o aspiraciones que se tienen en materia de conductas neuroemocionales vinculadas a la tarea de decidir contribuirá a una elección sabia en ese sentido.
Mejorar la calidad y la salud del cerebro impacta en la vida global del individuo.
Cuando un decisor toma uno de los aspectos sobre el que desea ejercitar, por ejemplo las metas del plan de trabajo, no sólo estará disponiendo energía y trabajo en su cerebro frente a esa tarea, sino que estará atacando las consecuencias que esa actividad implica.
El entrenamiento cerebral potencia sus resultados cuando se acompaña de hábitos saludables, actitud y entrenamiento emocional.
El ejercicio neurocognitivo optimiza los procesos de atención, concentración, planificación, velocidad de procesamiento de la información y de reacción, aprendizaje y memoria.
Por su parte, el ejercicio emocional desarrolla capacidades para el reconocimiento y manejo del estrés, disminución de la sintomatología ansiosa y los estados de angustia.
Entre los hábitos saludables se inscriben la alimentación, la actividad física, el control del sueño y la actividad social. La actitud implica el pensamiento positivo, el salir de la rutina, ejercitar el goce y el divertirse.
El equilibrio y los progresos para el ser humano exigido en materia de decisiones en todos sus frentes alcanzará sus valores óptimos en la atención de esas cuatro variables.

Ejercicio 7
Memoria y atención
Se presentan las mismas palabras de la lista anterior ubicadas con un orden lógico y dentro de un contexto.
Leerlas atentamente, siguiendo la historia que les da sentido e intentando visualizarla y luego recordar la mayor cantidad de palabras que sea posible.
Comparar el resultado obtenido con el ensayo anterior (es esperable que en esta segunda oportunidad se encuentre un beneficio notable en el recuerdo).
Es viernes a la noche. Llego a mi hogar y veo la ventana abierta. Voy a la cocina y me hago un café instantáneo en el microondas, unto un pan con manteca y me voy al dormitorio.
Dejo la bandeja con los alimentos sobre la mesa de luz, donde tengo el individual para no dañar la madera. Recuerdo que tomé lo mismo en el desayuno.
Tomo la tablet del escritorio y verifico cuándo es el cumpleaños de mi amigo. Confirmado: es el domingo.

De qué se trata decidir
Proveniente del latín decidĕre, significa aportar una solución a un cierto tema, instar a un tercero a que lo haga, o bien resolver una dicotomía sobre un hecho.
Mientras la decisión es un acto cognitivo determinado de un sujeto o un conjunto de ellos, el proceso por el cuál se llega a cada una de esas instancias compone la toma de decisiones.
Se considera “decisión” a toda determinación surgida de un análisis consciente de aquello que se opta.
Las elecciones realizadas en estas condiciones no se encuentran alejadas de influencias que pueden provenir de las propias creencias o costumbres, del entorno, de terceros participantes, de experiencias anteriores, etc.
La información previa que un individuo posee sobre el tema a decidir y el uso que hace de esos datos en el momento de hacer su elección compone la teoría de las decisiones.
Aquello que esencialmente influencia una decisión es el conjunto de alternativas disponibles para el sujeto que debe tomar la decisión, así como los criterios de elección que este aplique.
Ejercicio 8
Memoria de largo plazo
De las siguientes imágenes, mencionar detalles asociados que se pueden vincular con cuestiones que se desea recordar.
Enumerarlas.



Este ejercicio permite comprobar que vincular un hecho a una imagen profundiza la posibilidad de memorizarla.
Cerebro a cargo
La neurociencia se ha convertido en una fuente de oportunidades irremplazable.
Aplicada en las empresas, transforma las áreas fundamentales de gestión y conducción. Esta evolución permite acceder a un campo de conocimientos de inmensas posibilidades de aplicación en la gestión organizacional.
Hasta el presente, y buscando alcanzar el éxito en la toma de decisiones, se ha estudiado el mercado, se han analizado teorías, empresas, marcas y productos, se ha evaluado la tecnicidad de las personas y su capacidad profesional para llegar a las metas.
Todas cuestiones para las que se han aplicado fórmulas y recetas. Sin embargo, los avances no siempre han sido apropiados.
Las preguntas se suceden:
¿Qué es posible hacer para ser más eficaces en la toma de decisiones cuando la cantidad de datos que se poseen es excesiva?
¿Cómo elegir la mejor alternativa sin cometer errores, cuando la realidad cambia a una velocidad tan alta?
¿Existen mejores técnicas para seleccionar y capacitar a las personas?
¿Qué estrategias elegir para que los equipos de trabajo desplieguen todo su potencial?
¿Cómo ser más eficientes para implementar procesos de cambio?
¿Qué elecciones hacer para comunicar mejor las ideas?
¿Qué caminos tomar para planificar de manera más efectiva?
¿Qué objetivos se persiguen en la toma de decisiones?
¿A qué ritmo se espera decidir?
¿Cómo identificar si esa es la velocidad adecuada?
¿Cómo reconocer que se han contemplado todas las variables necesarias?
¿Qué interferencias pueden producirse?
¿Existe un detalle pormenorizado de lo que se gana y se pierde en cada decisión?
¿Se registra un alineamiento entre las decisiones y los valores o principios propios u organizacionales?
¿Se ha dejado fluir la intuición frente a la decisión a tomar?
¿Cómo cernir la información relevante para la decisión a tomar?
¿Se pueden afrontar las consecuencias de las decisiones a tomar?
¿Por qué resulta tan complejo decidir?
¿Qué temas bloquean la toma de decisiones?
¿Cómo juega la autoestima en las elecciones a decidir?
¿Hay miedo al decidir? ¿Por qué?
Quienes tienen a su cargo la toma de decisiones relevantes para el desempeño y la construcción de futuro en una organización suelen encontrarse abrumados en momentos que se conocen como de “ceguera situacional”.
Son instancias que plantean grandes dificultades para hacer una lectura rápida de los acontecimientos y actuar en consecuencia.
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