Kitabı oku: «Neoliberalismo. Aproximaciones a un debate», sayfa 12

Yazı tipi:

1 Sin ignorar que hay otros objetivos estratégicos detrás de esta reforma, como el efecto electoral en tiempos de elecciones y, sobre todo, desfondar el sistema de pensiones que ha sido crucial en el desarrollo financiero del país. Todo ello en el marco de las extremas urgencias que impuso la pandemia de 2020-2021.

2 El gobierno que existía en 1971 en Chile.

3 Algunas referencias históricas en Chile son el libro de Pilar Vergara, Auge y caída del neoliberalismo en Chile, FLACSO, 1985. CIEPLAN tiene una amplia literatura al respecto, en particular los trabajos de Alejandro Foxley y Ricardo Ffrench-Davis. También cabe destacar el conjunto de trabajos convocados por la Universidad Alberto Hurtado e ILADES sobre el tema en 1998, publicados en la revista Persona y sociedad. Neoliberalismo: propuestas y contrapropuestas, agosto de 1999, Santiago. El libro de Manuel Antonio Garretón, Neoliberalismo corregido y progresismo limitado. Los gobiernos de la Concertación en Chile, 1990-2010, ARCIS-CLACSO, Santiago, 2012 es otra referencia indispensable. Y, por cierto, una enorme literatura internacional. Desde un punto de vista filosófico, ver Renato Cristi, La tiranía del mercado. El auge del neoliberalismo en Chile, LOM, Santiago, 2021

4 Fernando Atria, Guillermo Larraín, José Miguel Benavente, Javier Couso, Alfredo Joignant, El otro modelo. Del orden neoliberal al régimen de lo público, Random House Mondadori S.A., Santiago, 2013.

5 Eugenio Tironi, El desborde. Vislumbres y aprendizajes del 18-O, Planeta, Santiago, 2020.

6 En 2007 publiqué un libro con el título El modelo económico de la Concertación, Catalonia, Santiago, 2007. Fue un mal título porque no representaba el planteamiento que hice: no había tal modelo sino una estrategia, un concepto abierto, evolutivo, no encasillado. Usé el término “modelo” por su amplio uso cotidiano y para contrastar mis planteamientos.

7 Jamie Peck y Nik Theodore, “Still neoliberalism?”, en The South Atlantic Quarterly, Duke University Press, abril, 2019.

8 Ver, por ejemplo, el libro de Ignacio Walker Pasión por lo posible. Aylwin, la Transición y la Concertación, Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago, 2020.

9 La expresión “continuidad y cambio” no dice mucho, porque es una obviedad. Salvo en una ruptura violenta, revolucionaria, todo tránsito social hacia un nuevo estadio histórico implica continuidad y cambio. Es inevitable que éste se inserte en una continuidad histórica, las sociedades no nacen de nuevo, las culturas, las prácticas, las expectativas, las relaciones sociales tienen una permanencia en el tiempo que condicionan fuertemente el devenir histórico en una coyuntura determinada. Los cambios pueden ser mayores o menores, pero a partir de la herencia social. Los cambios que trajo la transición democrática en Chile desde 1990 fueron mayores, desde luego, en cuanto las principales amarras de la dictadura se comenzaron a soltar. Nadie dijo que era el final del camino, sino más bien el inicio. Todo esto es obvio, pero ante la porfía de quienes han negado y renegado esos cambios o su relevancia, no cabe sino reiterarlo.

10 John M. Keynes había hecho una fuerte crítica al laissez-faire en los años 20. Sostuvo que las condiciones generales (entre otras, el patrón-oro) que hicieron posible ese sistema en el siglo XIX habían colapsado y se requería un nuevo sistema de organización. El Estado debería tener un rol activo para modificar la demanda efectiva y evitar el desempleo masivo. Sus preocupaciones eran de corto plazo, pero mirando a largo plazo había que preservar el capitalismo si se quería preservar la libertad. Un liberalismo económico exitoso (con una política macroeconómica activa) en el siglo XX era la mejor manera de asegurar el liberalismo político (Robert Skidelsky, John Maynard Keynes. The economist as saviour 1920-1937, MacMillan, Londres, 1992).

11 Ver Héctor Guillén Romo, “Los orígenes del neoliberalismo: del Coloquio Lippmann a la Sociedad Mont Pèlerin”, ECONOMÍAunam, vol. 15, Nº 43, enero-abril, 2018. Un detallado estudio histórico y geográfico del uso del término “neoliberalismo” ofrece Arnaud Brennetot, “The geographical and ethical origins of neoliberalism: The Walter Lippmann Colloquium and the foundations of a new geopolitical order”, Political Geography 49, University of Rouen, Mont-Saint-Aignan, Francia, 2015.

12 Arturo Fontaine, “Introducción al pensamiento de Friedrich A. Hayek”, Revista Persona y Sociedad, Universidad Alberto Hurtado, Vol. XIII, Nº 2, agosto 1999.

13 Citado por Oliver Marc Hartwich, en su artículo “Neoliberalism: The Genesis of a Political Swearword”, Occasional Paper 114, The Center for Independent Studies, CIS, Londres, 2009.

14 Hartwich, op. Cit.

15 Alfred Pfaller, “El concepto de la Economía Social de Mercado y la nueva ‘civilización’ del capitalismo”, documento de trabajo, Fundación Friedrich Ebert, Bonn, 1997. También Fundación Konrad Adenauer/CIEDLA, El concepto de economía social de mercado: principios, experiencias y nuevos desafíos, Buenos Aires, 1999.

16 Expresado en las modernas políticas fiscales y monetarias.

17 La llamada teoría neo-clásica del bienestar abordó la cuestión de las imperfecciones de los mercados que ocurren cuando no se dan los supuestos de una economía competitiva, libre, informada, descentralizada. Esta teoría hace sugerencias de cómo los gobiernos pueden introducir correcciones en el funcionamiento de los mercados (políticas públicas), lo que es un avance hacia un concepto de óptimo social, aunque insuficiente, como se alude en el texto.

18 Hay otras complejidades al respecto en las que no vamos a entrar, como la cuestión de la interdependencia entre el sistema de precios vigente en un momento dado y la distribución del ingreso. Por ejemplo, si existe una elite económica muy poderosa, con altos recursos, que se apropia de los suelos urbanos para especular, se va a producir un encarecimiento del precio de esos suelos y, por lo tanto, de las viviendas. De modo que la pretensión de definir un concepto de “eficiencia económica” en base a los precios de mercado vigentes en un momento dado corre el riesgo de que se tomen decisiones distorsionadas en relación a otra configuración de la distribución del ingreso.

19 Luis Carlos Bresser Pereira, José María Maravall y Adam Przeworski, Economic Reforms in New Democracies. A Social-Democratic Approach, Cambridge University Press, 1993.

20 No toda cooperación favorece la eficiencia y el bienestar de los consumidores. Piénsese en la colusión para extraer rentas del mercado, a lo cual se alude más adelante.

21 Una defensa de la tradición ortodoxa de la economía es que la validez de los supuestos que se hacen no tiene importancia. Se trata de parábolas que no pretenden representar la realidad, sino tan sólo ayudar a pensar en los problemas reales. Las pruebas de la validez de las teorías tienen que darlas las evidencias empíricas.

22 En particular, debe mencionarse a dos Premios Nobel de Economía, Joseph Stiglitz y Paul Krugman.

23 Daron Acemoglu y James A. Robinson, Por qué fracasan los países, Deusto, Grupo Planeta, Barcelona, 2012.

24 Una frase muy repetida en la jerga económica desde fines del siglo XX, aludiendo a la posibilidad de una nueva Gran Depresión mundial como la de 1929. Fue acuñada por el economista Hyman Minsky.

25 Uno de los principales biógrafos de Keynes, Robert Skidelsky, reivindica la teoría keynesiana en su libro, Keynes, the Return of the Master, Penguin Books, Londres, 2008.

26 Ver en particular el libro de Avner Offer y Gabriel Söderberg, ambos historiadores económicos de Inglaterra y Suecia, respectivamente, The Nobel Factor, the Prize in Economics, Social Democracy and the Market Turn, editado por Princeton University Press en 2016.

27 Por lo demás, como se mencionó al comienzo, Hayek ya había hecho suyo el concepto para prevenir contra los excesos del intervencionismo estatal.

28 Ricardo Ffrench-Davis, Chile entre el neoliberalismo y el crecimiento con equidad, J.C. Sáez Editor, Santiago, 2014.

29 Ffrench-Davis, ibid., aporta numerosas referencias.

30 Más abajo se discutirá el sentido de este concepto.

31 Ffrench-Davis, op. Cit.

32 En Oscar Muñoz Gomá, editor, Desarrollo productivo en Chile. La experiencia de Corfo entre 1990 y 2009, CORFO/FLACSO/Catalonia, Santiago, 2009, se analiza las diversas políticas de Corfo para impulsar y diversificar el desarrollo productivo en las primeras dos décadas de la transición.

33 Un Estado Social, en que se busca la cooperación público-privada y el uso del mercado para obtener objetivos sociales, a diferencia del Estado de Bienestar en que el Estado es propietario de la infraestructura social y proveedor de esos bienes.

34 El Premio Nobel de Economía, profesor James Tobin, de la Universidad de Yale, vio en los movimientos de capitales de corto plazo una fuente de inestabilidad financiera importante, por lo cual propuso un impuesto internacional a las transacciones en divisas. Es conocido como el “impuesto Tobin”, que no ha tenido aceptación internacional. Ver también Ffrench-Davis, op. Cit.

35 Claudio Sapelli, Chile: ¿Más equitativo?, Ediciones UC, Santiago, 2011.

36 La cosa no se resuelve tan fácilmente, porque el concepto de políticas públicas tiene al menos dos componentes: uno tecnocrático, lo que indica el estudio técnico sobre las medidas posibles, y otro, el componente puramente político, que es la decisión de última instancia, una vez ponderadas las consecuencias técnicas y el contexto político.

37 William Davies, “What is ‘Neo’ about Neoliberalism”, en Alejandro Abraham-Hamanoiel et al, Liberalism in Neoliberal Times, Goldsmiths Press, 2021.

38 En Argentina el neoliberalismo se instaló en democracia, bajo el gobierno de Menem y cuando la hiperinflación amenazaba la frágil y emergente democratización. En Chile después de la dictadura, la transición democrática cambió el panorama. Hubo autoridades políticas y Congreso elegidos con reglas electorales conocidas y aceptadas, hubo partidos políticos y prensa libre, se restableció el derecho a las organizaciones sociales, Tribunales independientes. También permanecieron algunos enclaves autoritarios que de a poco fueron desmantelados. La política democrática empezó a tener preeminencia y se fortaleció el instrumental de políticas y programas sociales focalizados. Pero la evolución hacia la tercera década del siglo XXI muestra un desprestigio de la política y los políticos (con una calificación favorable de sólo 2 por ciento de la ciudadanía), con la paradoja de que la izquierda dura que ha emergido coincidió con la mirada de Pinochet en el desprecio a los políticos (por razones distintas, por supuesto).

39 Y la otra alternativa, por supuesto, es el aumento del ahorro privado que compense el déficit público, a través de la compra de bonos fiscales o pagarés del Banco Central.

40 Joseph Stiglitz describe muy bien este proceso y las consecuencias de la alta concentración económica, en su libro Capitalismo progresista. La respuesta a la era del malestar, Penguin Random House, Barcelona, 2020, especialmente el capítulo 3. No hay que olvidar que Adam Smith fue de los primeros en llamar la atención al problema de la colusión de los empresarios para conspirar contra los consumidores. En otro ensayo más adelante (“El desprestigio de la clase empresarial”) se consideran algunos casos emblemáticos de malas prácticas empresariales en Chile.

41 Este tema lo tratamos en el artículo “Las relaciones público-privadas en Chile, desde 1990”, publicado en el libro de Geofrey Jones y Andrea Lluch (editores), El impacto histórico de la globalización en Argentina y Chile: empresas y empresarios, Temas Grupo Editorial SRI, Buenos Aires, 2011. Ver también, de Felipe Lamarca, Las prisas pasan, las cagadas quedan, La Tercera Ediciones, Santiago, 2009, para una mirada crítica al papel de los empresarios. Y, para remontarnos a un clásico, Adam Smith fue de los primeros en llamar la atención al problema de la colusión de los empresarios para conspirar contra los consumidores.

42 Máximo Pacheco, El Mercurio, diciembre 15, 2020.

43 Como dijo Deng Xiaoping, “no importa que el gato sea blanco o negro; mientras pueda cazar ratones, es un buen gato”.

44 Con ocasión de la pandemia del corona virus de 2020, la oposición al gobierno del presidente Piñera, con mayoría en el Congreso, logró imponer una reforma constitucional para autorizar el retiro parcial de los fondos de pensiones, para financiar consumo presente. Una medida destinada a favorecer el actual consumo en contra de las pensiones futuras, que contó con el apoyo político pero en contra de las opiniones técnicas. Éstas sugirieron otras medidas alternativas para el mismo objetivo, pero con menos costos futuros. La campaña contra las AFP tiene ya varios años. Llama la atención que no haya habido una campaña similar contra el sistema de ISAPRES, también caracterizado por el enfoque individualista y mercantil, en este caso, de la salud. Es probable que la explicación sea que las AFP son más relevantes para el sistema económico. El sistema de salud afecta principalmente el bienestar de las personas, pero con mucho menos incidencia en la economía, cuyas bases se quiere atacar.

45 ¿Quién podría negarse a recibir dinero actual proveniente de ahorros obligatorios para la vejez? Este es el sesgo del cortoplacismo que afecta a la mayoría de la gente. Este sesgo fue explotado hábilmente por los políticos que tenían el ojo puesto en las próximas elecciones.

46 Branko Milanovic, Capitalism, alone, Harvard University Press, Londres, 2019.

47 Carlos Peña, Lo que el dinero sí puede comprar, Penguin, Santiago, 2017.

48 Sería fatal leer el rechazo social a la elite política como un llamado a prescindir de los partidos. Las experiencias chilenas no son favorables. El terremoto ibañista de 1952, que prometió barrer con los partidos, terminó en un muy mal gobierno, con el país estancado y la inflación desatada. Después, el golpe militar de 1973 también se hizo en nombre del repudio a la política, con las consecuencias conocidas.

49 Esto debería ser uno de los pilares fundamentales de una estrategia de disminución sostenida de las desigualdades.

50 Hay abundante literatura de propuestas al respecto, formuladas desde hace años, pero poco implementadas por los gobiernos. A manera de ejemplo véase de Luis Eduardo Escobar (editor), Hacia un Crecimiento Inclusivo: Propuestas de Política Económica, Chile21, Santiago, 2010; Osvaldo Sunkel y Ricardo Infante (editores), Hacia un desarrollo inclusivo, el caso de Chile, Cepal/Chile21/OIT, Santiago, 2009; Oscar Muñoz (editor), Hacia un Chile competitivo, Editorial Universitaria/FLACSO, Santiago, 2003.

51 Capítulo tomado del libro del autor, En los ecos del tiempo. Memorias II, edición privada, Santiago, 2015, con revisiones.

52 Hay quienes piensan que la clase empresarial es intrínsecamente perversa y depredadora. Pero es una generalización simplista, que no permite sacar ninguna conclusión.

53 El diario La Segunda, muy amistoso con el capitalismo chileno, publicó un interesante reportaje sobre este tema en su edición del 1 de septiembre de 2012.

54 Felipe Lamarca, un destacado economista y empresario, fue presidente de la Sociedad de Fomento Fabril, ha sostenido que “lo que muchos llaman ‘economía de mercado’ en realidad hace tiempo que dejó de ser tal, porque la competencia está desapareciendo de la mano de las grandes fusiones, abriendo espacio a un cuadro muy discutible de concentración económica…En distintas industrias, en muy diversos sectores productivos, las lógicas de la concentración han estado haciendo desaparecer a los medianos y a los chicos. La competencia, la libre competencia, vive momentos dramáticos en Chile…” Ver su libro Las prisas pasan, las cagadas quedan, La Tercera Ediciones, Santiago, 2009, pp. 116, 120.

55 Esos sistemas, en realidad dictaduras totalitarias, cayeron por su propio peso, por sus ineficiencias y la corrupción de sus clases dirigentes. Además, la ausencia de democracia y de prensa libre impedía que la corrupción fuera conocida y sancionada por la ciudadanía, una ventaja de las democracias occidentales (o “burguesas”, en la vieja jerga marxista).

56 En parte influido por el fin del ciclo de un alto precio internacional del cobre.

57 Este tema lo tratamos en un ensayo anterior. Hay una literatura amplísima y analítica sobre este concepto, que se origina en los debates post 1930 en Europa.

58 Fernando Atria, Guillermo Larraín, José Miguel Benavente, Javier Couso, Alfredo Joignant, El otro modelo. Del orden neoliberal al régimen de lo público, Random House Mondadori, Santiago, 2013.

59 Son numerosos los estudios técnicos, nacionales e internacionales, que avalan la opción de la educación pre-escolar y primaria para superar las deficiencias del bagaje formativo con que llegan los niños de familias más pobres a la educación secundaria y universitaria. Pero esas familias tienen muy poca capacidad de movilización social, en comparación con los estudiantes universitarios.

60 Ver al respecto el libro de Daniel Mansuy, Nos fuimos quedando en silencio, Instituto de Estudios de la Sociedad, Santiago, 2016.

61 Sin desconocer que la Doctrina Social de la Iglesia también condenó la usura y los excesos del capitalismo en sus encíclicas sociales.

62 Es interesante anotar que abundan casos de abusos de mercado que son estimulados por malas leyes dictadas por los poderes públicos. Un caso ilustrativo fue el de los estacionamientos. Con el loable fin de inducir el cobro de tarifas más justas, por el tiempo efectivamente utilizado en vez de cobrar por tramos completos de tiempo, se dictó una ley estableciendo el cobro por minuto de estacionamiento en recintos privados. La consecuencia es que las empresas subieron los precios por minuto, resultando cobros muy aumentados en relación a la situación anterior. ¡La explicación fue que la ley se había tenido que dictar en forma apresurada!

63 Dicho sea de paso, y para terminar este acápite, algunos grupos interesados han creado la confusión entre el concepto de bienes públicos y bienes estatales. Esto ocurre especialmente en relación al debate que ha habido respecto de universidades estatales y privadas. Se ha pretendido que las universidades públicas son las estatales y no las privadas. Se define lo “público” como lo “producido por el Estado” o “lo que pertenece al Estado”. Hace más de medio siglo el premio Nobel de economía Paul Samuelson aclaró el concepto de bienes públicos. Se trata de bienes o servicios cuyo uso por una persona no impide el uso por otra. El caso típico es un parque o las carreteras. Nada impide que si yo visito un parque otra persona lo pueda hacer. El uso por otro no rivaliza con el uso por mí, excepto cuando se produce saturación por exceso de uso. Pero ésta es la situación extrema. Esto no tiene nada que ver con que la construcción del parque haya sido hecha por un privado o por un ente estatal. La educación es otro caso. Si yo asisto a una clase, ello no impide que haya otros alumnos que se beneficien de la misma clase, hasta un cierto tamaño de saturación. Otro tema es el cobro que se haga por el uso de ese bien público. Ese cobro puede ser cero o positivo. También puede haber exclusividad o no. Hay bienes llamados “bienes club”, que son exclusivos para quienes se inscriben para su uso, por un pago. Entonces, el problema con los bienes públicos es cómo se financia su provisión, pero no que ésta sea hecha por un privado o por el Estado. La provisión privada no necesariamente tiene que autofinanciarse con el cobro, ya que puede haber otras fuentes de financiamiento. Del mismo modo, el Estado puede proveer bienes públicos de uso exclusivo y autofinanciados. Mezclar estos conceptos es confundir el problema. Es necesario distinguir y definir las políticas de acuerdo a las situaciones reales que se quiere abordar.

64 Al interior de la Democracia Cristiana hay también distintas corrientes de pensamiento e ideologías. Lo planteado en el texto corresponde preferentemente, a juicio de este autor, a la corriente impulsada por Ignacio Walker, entonces presidente del partido.

65 Como escribió Ignacio Walker (op. Cit.), parafraseando un viejo dicho, para la izquierda “si vas con la DC te quemas, pero sin ella pierdes”. Esta situación quedó en suspenso con el nuevo balance electoral de 2021.

66 El historiador británico Christopher Clark ha llamado la atención al contraste entre las revoluciones europeas de 1848 y la violencia política que se ha expresado últimamente en diversas partes del mundo. Mientras las primeras dieron lugar después a una convergencia hacia el centro político, de fuertes rasgos liberales, en los procesos contemporáneos ha ocurrido lo contrario, una polarización hacia los extremos y un vaciamiento del centro político (en https://www.youtube.com/watch?v=782P0YcOOOQ).

67 Este ensayo formó parte del libro del autor, En los ecos del tiempo, Memorias, edición privada, 2015, capítulo XXII, con algunas modificaciones.

68 Es un fenómeno que también ocurre a nivel mundial, habría que agregar.

69 El caso más notorio ha sido la imposibilidad de lograr una reforma al sistema de pensiones, a pesar de que existe un proyecto desde hace muchos años y a pesar del acuerdo transversal sobre la urgencia de tal reforma. Sin embargo, los desacuerdos ideológicos sobre el contenido lo han impedido, llegándose al extremo de iniciar la destrucción del sistema vigente sin que haya una alternativa de reemplazo.

70 Sin embargo, en la dictadura el neoliberalismo se impuso desde la tecnocracia del Estado.

71 Humberto Maturana R., El sentido de lo humano, Colección Hachette/Comunicación, Santiago, 1991.

72 Fue famosa la frase del presidente Frei Montalva cuando dijo que no negociaría su programa ni por un millón de votos. Es la antítesis de una actitud negociadora. Pero es una frase con doble lectura. Hay que conocer bien la historia de la elección de ese presidente, que se dio en condiciones muy duras y en plena guerra fría, con fuerte intervención de las potencias mundiales y enormes presiones para morigerar sus propuestas. Frei tuvo el apoyo de Estados Unidos y de la derecha chilena, a pesar de ellos, y es en ese contexto que hay que entender su negativa a negociar. Su programa era de reformas, las que contaron con un inmenso apoyo político.

73 Enrique Barros en carta a El Mercurio, 23 de noviembre de 2020.

74 Tema desarrollado por Max Colodro en Chile indócil. Huellas de una confrontación histórica, Tajamar Editores, Santiago, 2020.

75 En esta radicalización de la izquierda el partido Comunista ha jugado un papel relevante, rescatando sus posturas de “todos los métodos de lucha” contra la dictadura de Pinochet.

76 Como lo mostró la elección de convencionales constituyentes de mayo de 2021, cuya lista de independientes obtuvo el 43 por ciento de los votos y la Lista del Pueblo, integrada por ciudadanos fuera de los partidos, un 17 por ciento.

77 Carlos Peña, Pensar el malestar, Taurus, Santiago, 2020.

78 Se intentó una acusación constitucional contra el presidente de la República, que no prosperó.

79 Temas analizados por Max Colodro en Chile indócil. Huellas de una confrontación histórica, op. Cit.

80 Desde fines de los años 80 ese partido no estuvo disponible para participar en el plebiscito que derrotó a Pinochet. Se declaró en oposición a los gobiernos democráticos elegidos después de 1990. Tampoco estuvo disponible en el Acuerdo por la Paz y la Democracia de 2019, que aquietó los ánimos después del estallido social de octubre de ese año. Pero ha estado para iniciativas de derrocamiento del gobierno y se ha negado sistemáticamente a condenar la violencia callejera. Cuando participó en el gobierno de la Nueva Mayoría dejó establecido que eso no le quitaría el derecho a estar también en las protestas callejeras (“en el gobierno y en la calle”). En materias internacionales, condena al presidente Sebastián Piñera pero felicita a Nicolás Maduro, el dictador venezolano. Es difícil pensar que este partido tenga entre sus objetivos programáticos el fortalecimiento de la gobernabilidad. Más bien, se percibe una estrategia de aprovechamiento de las coyunturas críticas para posicionarse y capitalizar las protestas y descontentos, ante la inopia de los partidos de centro-izquierda.

81 Es una paradoja que los partidarios de la dictadura también recurrieron al argumento del “contexto” para justificar las violaciones a los derechos humanos de aquélla. Ahora, después del estallido social de 2019, la extrema izquierda también recurre al argumento de que hay un contexto que justificaría la violencia y el vandalismo.

82 En el segundo volumen de sus memorias, el expresidente Ricardo Lagos matizó sus reformas constitucionales consagradas en 2005, aduciendo que es lo que se pudo lograr ante los vetos permanentes de la derecha.

83 Este proyecto no contó con el apoyo técnico de casi todo el arco de economistas profesionales, por cuanto deterioraría aún más los fondos de pensiones. Al no poder iniciar la tramitación de ese proyecto de ley, por impedimento constitucional que le otorga sólo al presidente de la República la iniciativa de proyectos que involucren gastos públicos, la Cámara de Diputados usó el subterfugio de proponer una reforma constitucional para auto otorgarse ese poder legislativo. Al primer proyecto de retiro de ahorros, han seguido otros dos, dejando abierta la posibilidad de continuar hasta agotar los ahorros previsionales de los sectores medios.

84 El vandalismo reflejó situaciones distintas. Por una parte, un lumpen que siempre está dispuesto a tomarse la calle para expresarse a través de la destrucción de bienes públicos y privados; y un sector organizado, probablemente con una coordinación central que, usando los medios de comunicación informática, atacó el metro de Santiago e incendió numerosas estaciones. Estas no fueron acciones de un lumpen espontáneo sino organizaciones establecidas, ya sea de movimientos anarquistas o narcotraficantes, que se expresan cuando surgen oportunidades claras para demostrar su fuerza. Es preciso reconocer también la importancia que han adquirido las redes sociales para manipular psicológicamente a las personas y conducirlas a comportamientos inducidos.

85 El Premio Nacional de Ciencias Humberto Maturana sostuvo, poco antes de morir, que estamos en presencia de la psiquis del poder. “…es una lucha competitiva oportunista, no es una mirada a la calidad del hacer, sino a la oportunidad, y con esa mirada a la oportunidad viene la deshonestidad…Si no queremos estar juntos, si no nos respetamos, no va a haber democracia bajo ninguna circunstancia…estamos en ese juego que es siempre agresión recíproca”, entrevista en el diario La Tercera, 18 de abril de 2021, p. 34.

86 Ver el libro de Carlos Peña, ya citado. También de Eugenio Tironi, El desborde, Planeta, Santiago, 2020.

87 Esta es una interpretación personal del autor y no debe considerarse como una expresión textual de los dichos de la antropóloga.

88

Algunos analistas políticos lo han calificado como un presidente sin inteligencia emocional, mal comunicador, sin capacidad de manejar y conducir una crisis social. En un régimen tan presidencialista como el chileno el liderazgo del presidente es esencial. Ver Carlos Huneeus y Mariana Pastén Guzmán, “¿Crisis del presidencialismo o crisis de la presidencia? El liderazgo presidencial de Sebastián Piñera”, Revista Chilena de Derecho y Ciencia Política, diciembre 2020.

89 Una de las críticas más persistentes fue la insuficiencia de los recursos para la protección social durante la pandemia. Sin embargo, la información muestra que entre 2020 y 2021 los recursos movilizados por el Estado en forma directa o con garantías para créditos a las pequeñas empresas alcanzó a un 32 por ciento del PIB, cifras de las más altas del mundo (Klaus Schmidt-Hebbel, con datos del FMI y Banco Central, según El Mercurio 6 de junio 2021, p. B8). Otros datos del Banco Central indican que Chile ha tenido la segunda mayor cobertura de población en América, sólo después de Estados Unidos y el mayor porcentaje del PIB per capita del continente. La duración total de los programas de ayuda también es la más alta (El Mercurio, 12 de junio de 2021, p. B4). La crítica válida puede ser la lentitud con que esos recursos se asignaron en las etapas iniciales, lo que impulsó a la oposición a validar un retiro de fondos de pensiones, en detrimento de las futuras pensiones.

90 Aunque hay voces optimistas que tienen esperanzas en un proceso de diálogo al interior de la Convención Constituyente, la cual estará dominada por ciudadanos independientes de los partidos, son más las incertezas y la abundancia de slogans voluntaristas que las expectativas de un diálogo racional.

91 En el Congreso de la Tricontinental del 16 de abril de 1967 habría expresado la necesidad de mantener y cultivar el “odio como elemento de lucha, un odio implacable al enemigo”.

92 Donald Trump es un experto en la manipulación de las redes sociales y de las noticias falsas. El historiador estadounidense Timothy Snyder, de la Universidad de Yale, enfatiza la importancia del lenguaje para defender la democracia. “Es nuestra propia creatividad…que nos permite atravesar los clichés…” (Tendencias, de La Tercera, noviembre 28, 2020).

93 Aludo al debate entre los llamados autocomplacientes y autoflagelantes.

94 Ignacio Walker trata en profundidad estos temas en su libro La Nueva Mayoría. Reflexiones sobre una derrota, Catalonia, Santiago, 2018.

95 Algunos exponentes de este debate fueron Tomás Moulian, Chile actual. Anatomía de un mito, LOM, Santiago, 1997; PNUD, Desarrollo humano en Chile-1998. Las paradojas de la modernización, Santiago, 1998; el documento “Renovar la Concertación. La fuerza de nuestras ideas”, de un conjunto de autores, Santiago, 1998; José Joaquín Brunner, “Malestar ciudadano, ¿de qué exactamente estamos hablando?”, Estudios Públicos 72, Santiago, primavera 1998.

Türler ve etiketler
Yaş sınırı:
0+
Hacim:
232 s. 4 illüstrasyon
ISBN:
9789566131199
Yayıncı:
Telif hakkı:
Bookwire
İndirme biçimi:
epub, fb2, fb3, ios.epub, mobi, pdf, txt, zip

Bu kitabı okuyanlar şunları da okudu