Kitabı oku: «Fundamentos de ingeniería estructural para estudiantes de arquitectura»
EDICIONES UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE
Vicerrectoría de Comunicaciones y Educación Continua
Alameda 390, Santiago, Chile
FUNDAMENTOS DE INGENIERÍA ESTRUCTURAL
PARA ESTUDIANTES DE ARQUITECTURA
Rafael Riddell C.
Pedro Hidalgo O.
© Inscripción N° 116.714
Derechos reservados
Septiembre 2015
ISBN edición impresa 978-956-14-1679-6
ISBN edición digital 978-956-14-2619-1
Tercera Edición
Diseño: versión | producciones gráficas Ltda.
Diagramación digital: ebooks Patagonia
www.ebookspatagonia.com info@ebookspatagonia.com
CIP - Pontificia Universidad Católica de Chile
Riddell C. Rafael, 1946
Fundamentos de Ingeniería Estructural para Estudiantes
de Arquitectura / Rafael Riddell C, Pedro Hidalgo O.
1. Ingeniería Estructural - Enseñanza Superior.
I. Hidalgo O. Pedro, - coaut.
2001 | 624.10711 de 21 | RCAA2 |
ÍNDICE
I. ESTÁTICA
1.1. INTRODUCCIÓN
1.2. LEY DE GRAVITACIÓN UNIVERSAL
1.3. CONCEPTO DE FUERZA
1.3.1. Propiedades de una Fuerza
1.3.2. Tipos de Fuerzas
1.3.3. Centro de Gravedad
1.4. OPERACIONES CON FUERZAS
1.4.1. Principio de Transmisibilidad de una Fuerza
1.4.2. Composición de Fuerzas
1.4.3. El Polígono de Fuerzas
1.4.4. Descomposición de Fuerzas
1.4.5. El Polígono Funicular
1.4.6. La Línea de Presión y el Arco
1.5. EQUILIBRIO DE UNA PARTÍCULA
1.6. EQUILIBRIO DE UN SISTEMA DE PARTÍCULAS
1.6.1. Noción de Sistema
1.6.2. Condiciones de Equilibrio
1.7. ROCE
1.8. CONCEPTO DE MOMENTO
1.8.1. Introducción
1.8.2. Momento de una Fuerza con Respecto a un Punto
1.8.3. Traslado de una Fuerza Fuera de su Línea de Acción
1.8.4. Pareja de Fuerzas y Propiedades del Momento
1.8.5. Reducción de un Sistema General de Fuerzas. Caso Plano
1.8.6. Equilibrio de un Cuerpo Rígido
1.9. EJERCICIOS PROPUESTOS
II. ANÁLISIS DE ESTRUCTURAS ISOSTÁTICAS
2.1. EQUILIBRIO GLOBAL
2.1.1. Grados de Libertad y Vinculación
2.1.2. Dispositivos de Vinculación
2.1.3. Concepto de Lámina
2.1.4. Estructuras de una Lámina
2.1.5. Estructuras de dos Láminas en Cadena
2.1.6. Cadenas de Varias Láminas
2.2. ESTRUCTURAS DE RETICULADO
2.2.1. Introducción
2.2.2. Solución por el Método de Nudos
2.2.3. Solución por el Método de las Secciones (Método de Ritter)
2.3. DIAGRAMAS DE ESFUERZOS INTERNOS
2.3.1. Definición de Esfuerzos Internos
2.3.2. Convención de Signos
2.4. EJERCICIOS PROPUESTOS
III. RESISTENCIA DE MATERIALES Y DISEÑO ESTRUCTURAL
3.1. INTRODUCCIÓN
3.2. ELEMENTOS SOMETIDOS A CARGA AXIAL
3.2.1. Concepto de Tensión Unitaria
3.2.2. Concepto de Deformación Unitaria
3.2.3. Ley de Hooke
3.2.4. Diseño de Elementos de Acero en Tracción
3.2.5. Diseño de Elementos de Madera en Tracción
3.2.6. Elementos Sometidos a Compresión. Pandeo
3.2.7. Diseño de Columnas de Acero
3.2.8. Diseño de Elementos de Madera en Compresión
3.2.9. Diseño de Columnas de Hormigón Armado
3.3. ELEMENTOS SOMETIDOS A FLEXIÓN
3.3.1. Tensión de Flexión
3.3.2. Tensiones de Cizalle
3.3.3. Diseño de Vigas de Material Homogéneo: Acero y Madera
3.3.4. Inestabilidad en Vigas. Pandeo Lateral-Torsional
3.3.5. Diseño de Vigas de Material No-homogéneo: Hormigón Armado
3.4. COMBINACIONES DE CARGAS Y CRITERIOS DE DISEÑO
3.5. EJERCICIOS PROPUESTOS
IV. COMPLEMENTOS DE ANÁLISIS Y COMPORTAMIENTO ESTRUCTURAL
4.1. INTRODUCCIÓN
4.2. CÁLCULO DE DEFORMACIONES
4.2.1. Deformaciones a Nivel de Sección
4.2.2. Deformaciones a Nivel de Elemento y de Sistema Completo
4.3. ESTRUCTURAS ESTÁTICAMENTE INDETERMINADAS
4.3.1. El Método de las Fuerzas
4.3.2. Solución de Estructuras Estáticamente Indeterminadas
4.3.3. Necesidad de la Indeterminación Estática
4.4. CONCEPTOS DE RESISTENCIA MÁXIMA Y RIGIDEZ ELÁSTICA
4.4.1. Resistencia Máxima
4.4.2. Capacidad Resistente de Elementos o Estructuras
4.4.3. Rigidez de Elementos y Estructuras
4.5. EJERCICIOS PROPUESTOS
V. NOCIONES DE SISMOLOGÍA
5.1. CAUSAS Y CARACTERÍSTICAS DE LOS SISMOS
5.2. MEDICIÓN, PREDICCIÓN Y REGISTROS DE LOS SISMOS
5.3. EJERCICIOS PROPUESTOS
VI. RESPUESTA SÍSMICA DE SISTEMAS DE UN GRADO DE LIBERTAD
6.1. ECUACIÓN DEL MOVIMIENTO
6.2. VIBRACIÓN LIBRE
6.2.1. Estructuras sin Amortiguamiento
6.2.2. Estructuras con Amortiguamiento
6.3. MODELACIÓN DE ESTRUCTURAS SIMPLES
6.4. RESPUESTA ELÁSTICA DE UN SISTEMA SIMPLE PARA UN MOVIMIENTO DE SU BASE
6.5. ESPECTRO DE RESPUESTA PARA MOVIMIENTOS SÍSMICOS
6.5.1. Espectro de Respuesta Elástica
6.5.2. Efectos del Suelo de Fundación
6.5.3. Espectros de Respuesta Inelástica
6.6 ESPECTROS PARA DISEÑO SISMORRESISTENTE
6.7. EJERCICIOS PROPUESTOS
VII. RESPUESTA SÍSMICA DE SISTEMAS DE VARIOS GRADOS DE LIBERTAD
7.1. ECUACIONES DEL MOVIMIENTO PARA UN PÓRTICO PLANO
7.2. RESPUESTA EN VIBRACIÓN LIBRE. MODOS Y PERÍODOS DE VIBRACIÓN
7.3. RESPUESTA SÍSMICA ELÁSTICA POR SUPERPOSICIÓN MODAL
7.4. ESTIMACIÓN DE LOS VALORES MÁXIMOS DE LA RESPUESTA SÍSMICA. SUPERPOSICIÓN MODAL ESPECTRAL
7.5. ANÁLISIS SÍSMICO SEGÚN LA NORMA CHILENA NCh433 Of.96
7.5.1. Análisis Modal Espectral
7.5.2. Análisis Estático
7.6. RESPUESTA SÍSMICA INELÁSTICA
7.7. RESPUESTA SÍSMICA DE ESTRUCTURAS TRIDIMENSIONALES. EFECTO DE LA TORSIÓN EN PLANTA
7.7.1. Planteamiento del Problema
7.7.2. Respuesta Sísmica Tridimensional
7.7.3. Consideración de la Torsión Sísmica en la Norma NCh433
7.8. EJERCICIOS PROPUESTOS
VIII. ESTRUCTURACIÓN Y DISEÑO SISMORRESISTENTE DE ESTRUCTURAS
8.1. TIPOS DE ESTRUCTURACIÓN PARA LA EDIFICACIÓN EN ALTURA
8.2. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS DIFERENTES TIPOS DE ESTRUCTURACIÓN
8.3. REQUISITOS DE REGULARIDAD ESTRUCTURAL
8.4. DISEÑO DE ELEMENTOS NO INTENCIONALMENTE ESTRUCTURALES
8.5. SEPARACIONES DE EDIFICIOS O DE PARTES INDEPEN-DIENTES DE UN MISMO EDIFICIO
8.6. SISTEMAS SIN DIAFRAGMA RÍGIDO. FUNCIÓN DE LAS CADENAS
8.7. DAÑOS SÍSMICOS Y REPARACIONES
8.8. EJERCICIOS PROPUESTOS
APÉNDICES
APÉNDICE A
APÉNDICE H
APÉNDICE M
APÉNDICE V
ÍNDICE TEMÁTICO
BIBLIOGRAFÍA
PALABRAS A LA TERCERA EDICIÓN
Los autores agradecen al Fondo de Desarrollo de la Docencia de la Vicerrectoría Académica de la Universidad Católica de Chile por su apoyo para la materialización de la primera edición de este texto en enero de 2001, y particularmente, al Director de la Escuela de Arquitectura 1997-2000, Profesor José Rosas V. por su decidido estímulo a emprender esta tarea. Se deja constancia del acucioso y dedicado trabajo de los alumnos de Ingeniería Civil, Marisol Garrido L. y Aarón González F., de la secretaria Srta. Cristina Tapia B. y del dibujante Jaime Fernández, en la preparación de la primera edición. En la redacción de este texto ha influido significativamente la experiencia de dictar los cursos AQE0101 Estructuras I y AQE0102 Estructuras II del currículum mínimo de la Escuela de Arquitectura de la Universidad, y la contribución de numerosos buenos alumnos, tanto por sus sugerencias, como por la detección de errores de transcripción y en resultados de ejercicios propuestos que se han corregido en esta última edición.
Santiago, mayo de 2011
I.
ESTÁTICA
1.1 Introducción
L a estática es la parte de la mecánica que estudia las condiciones de equilibrio de los cuerpos, es decir, las condiciones que mantienen el estado de inmovilidad o reposo. La mecánica, parte de la física, es una materia fundamental en los campos de la ingeniería mecánica y de la ingeniería estructural, disciplinas que en la era moderna han contribuido sustancialmente a su desarrollo y aplicación práctica en los problemas tecnológicos que les conciernen.
Arquímedes (287-212 A.C.) nacido en Siracusa, Sicilia, uno de los más grandes intelectos de la humanidad, fue el primero en manejar los conceptos básicos de equilibrio. Aparte de sus contribuciones a la mecánica y a la astronomía, hizo aportes notables en matemáticas y física. Formalizando el llamado método exhaustivo de Eudoxio (408-355 A.C.), Arquímedes inventó el cálculo integral, y también fue precursor del cálculo diferencial, anticipándose en casi 20 siglos a Newton (1642-1727), Leibniz (1646-1716) y Fermat (1601-1665) que lo impulsaron, hasta que finalmente Cauchy (1789-1857) y Riemann (1826-1866) le dieron una base matemática definitiva. En la física, su obra maestra es la hidrostática, que se refiere al estado de equilibrio de los fluidos y flotación de los cuerpos. Cuenta la leyenda que su famoso descubrimiento de que un cuerpo sumergido disminuye aparentemente su peso en igual cantidad que el peso del volumen de líquido desplazado (el Principio de Arquímedes), lo hizo mientras se bañaba y observaba flotar su propio cuerpo, por lo que entusiasmado salió corriendo desnudo a las calles gritando “¡eureka, eureka!”, que significa “lo tengo, lo encontré”.
La mención de la obra de Arquímedes en esta introducción no es casual. Sus descubrimientos, inspirados en una notable intuición y motivados por la solución de problemas prácticos, fueron expresados y pueden comprenderse sin tener que recurrir a un marco teórico y analítico complejo. Cabe mencionar que en la época de Arquímedes el álgebra elemental y la simbología usual de hoy en día eran totalmente desconocidas. Esta forma de pensar se utilizará en la presentación de los temas de análisis, confiando mucho en la intuición física y geométrica, y en la imaginación, para despertar en los estudiantes de arquitectura similar actitud. Es decir, se procurará llegar a los conceptos fundamentales por caminos simples, evitando las complejidades matemáticas, pero sin comprometer el rigor y fidelidad a la esencia de los conceptos mismos.
La estática de los cuerpos rígidos se enmarca en definitiva como caso particular de las Leyes de Newton, presentadas en 1686 en su Philosophiae Naturalis Principia Mathematica. A pesar de la importancia de las ideas previas de Galileo (1564-1642) sobre las causas del movimiento de un cuerpo, y las del movimiento planetario de Kepler (1571-1630), Isaac Newton es el padre de la dinámica y de la mecánica celeste. Sus ideas del espacio y del tiempo absoluto no fueron objetadas sino hasta más de doscientos años después, cuando Einstein (1879-1955) presentó la Teoría de la Relatividad en 1905.
La primera de las tres leyes del movimiento de Newton establece que: “Todo cuerpo mantiene su estado de reposo o de movimiento rectilíneo uniforme a menos que sea obligado a cambiar ese estado por la acción de una fuerza aplicada sobre él”. Conforme a esta ley, la condición de equilibrio estático exige que la resultante de las fuerzas que actúan sobre el cuerpo sea nula.
La aplicación de la ley requiere la definición del concepto de fuerza, que se presenta en las secciones siguientes, y del concepto de momento, lo que se hará más adelante. Cabe sin embargo destacar que la condición de resultante nula es necesaria y suficiente para el equilibrio sólo en el caso de cuerpos rígidos. Se entienden por tales aquellos que no experimentan deformaciones al ser sometidos a fuerzas. La condición de rigidez infinita no se cumple en los materiales reales, los que por más fuertes que sean, igual experimentan deformaciones. Sin embargo, en la práctica basta conque las deformaciones sean pequeñas, es decir lo suficientemente pequeñas para que la alteración geométrica de la configuración de equilibrio sea despreciable. La necesaria hipótesis de deformaciones pequeñas se cumple normalmente en las construcciones de la práctica, primero porque los materiales tienen rigidez suficiente, y segundo, porque además los criterios de diseño imponen también límites a las deformaciones de las estructuras, por una serie de razones que lo hacen conveniente y que se discutirán en su oportunidad. Con esta aclaración, se entenderá que al hablar del cuerpo rígido se estará haciendo referencia a elementos o estructuras poco deformables.
Ejemplo 1.1
Este ejemplo ilustra la forma en que Arquímedes aplicó el método exhaustivo, precursor del cálculo integral, al cálculo de áreas de contornos curvilíneos y volúmenes limitados por superficies curvas. En este caso se aplica al cálculo del área bajo una parábola, uno de los casos resueltos por Arquímedes.
Una parábola se define por la función y=f(x)=a+bx2 en que a y b son constantes cualesquiera; en el caso de la Fig. E1.1.a a=0, de modo que para cualquier punto de la curva de coordenadas xo e yo se cumple yo =bxo 2. El área que se desea calcular es el área achurada en la Fig. E1.1.b, es decir el área A bajo la curva parabólica en el intervalo limitado por x=0 y x=c.
Figura E1.1
Solución: Para ello se subdivide el intervalo de x entre 0 y c en n partes (en particular n=8 en las Figs. E1.1.c y d) y se calculan dos aproximaciones al área buscada: una por defecto (área achurada en la Fig. E1.1.c) y otra por exceso (área achurada en la Fig. E1.1.d). El área achurada en la Fig. E1.1.c es
mientras el área achurada de la Fig. E1.1.d es
se dice entonces que el área buscada A está acotada entre s
y en la medida que se aumente progresivamente el número n de subdivisiones la aproximación a la curva mejorará y la diferencia entre sn y Sn se hará cada vez más pequeña, determinándose A con un valor tan preciso como se quiera, quedando el problema resuelto. Sin embargo, estudiando las series sn y Sn puede demostrarse que si se toma un número infinito de términos, las sumatorias convergen a un número o límite finito:
y por lo tanto el área bajo la parábola es exactamente A=bc3/3, o sea, A es un tercio del área del rectángulo OIJK de la Fig. E1.1.b.
1.2 Ley de Gravitación Universal
Las antes mencionadas leyes de Kepler establecen las características cinemáticas, es decir geométricas, del movimiento de los planetas en torno al sol. Ellas fueron descubiertas en forma empírica, después de veinte años de observación y cálculos, pero no tenían una base teórica que las sustentara. En efecto, el concepto de fuerza no se había establecido con claridad hasta que Newton lo enmarcó en el contexto de sus Leyes del Movimiento y su Ley de Gravitación Universal. Precisamente, a partir de las leyes de Newton las observaciones de Kepler pueden derivarse o demostrarse con relativa facilidad.
La Ley de Gravitación Universal de Newton establece que “dos partículas materiales en el universo se atraen entre sí con una fuerza proporcional al producto de sus masas e inversamente proporcional al cuadrado de la distancia que las une”:
Las fuerzas F se ejercen en la línea que une las partículas. La fuerza que actúa en la masa m2 es la acción de la masa m1 sobre ella y viceversa (Fig. 1.1). La constante G, denominada constante de gravitación universal, tiene el mismo valor para cualquier pareja de partículas, y debe determinarse experimentalmente. Numerosos experimentos han permitido calcular y mejorar el valor de G, aceptándose hoy G=6,673xl0-11 Newton-m2/kg2. Este valor es muy pequeño de manera que la fuerza de atracción entre cuerpos en la superficie de la Tierra es muy pequeña (ver Ejemplo 1.2).
Figura 1.1 Atracción recíproca de masas
Figura 1.2 Partícula m a distancia d de la superficie terrestre
De la Ley de Gravitación Universal se obtiene la fuerza de atracción sobre un cuerpo de masa m próximo a la superficie de la Tierra. En efecto, con la notación de la Fig. 1.2 se tiene
Utilizando los valores del radio de la Tierra R=6.380 kilómetros y de la masa de la Tierra M=5,983x1024 kilogramos, y suponiendo que d es muy pequeño frente a R se obtiene
Esta fuerza, de origen gravitacional, es lo que entendemos como peso del cuerpo de masa m. Comparando la Ec. 1-3 con la 2a Ley de Newton
en que F es la fuerza que actúa sobre un cuerpo y “a” la aceleración que este adquiere debido a la acción de dicha fuerza, se define la aceleración de gravedad
Cabe notar que g no es constante. En efecto, según la Ec. 1-2 es obvio que depende de R y d. Como el radio de la Tierra no es constante, sino 21 kilómetros menor en los polos que en el Ecuador, g varía con la latitud, siendo menor en el Ecuador y mayor en los polos. A su vez, en la medida que un cuerpo adquiere altitud, d deja de ser despreciable, como se supuso anteriormente, y tanto g como su peso disminuyen. Por otra parte, la distribución de masa de la Tierra no es homogénea de modo que también hay variaciones. Finalmente, también influye en el peso de los cuerpos la aceleración centrípeta debida a la rotación de la Tierra; este efecto, nulo en los polos y máximo en el Ecuador se manifiesta como una pequeña disminución adicional del peso.
Para completar esta sección se discutirá el tema de las unidades en que se expresan las cantidades físicas antes definidas. En física, el sistema de medidas más usado es el MKS, sigla que se refiere a las unidades de metro, kilogramo y segundo, que utiliza para las cantidades básicas de longitud, masa y tiempo. La aceleración, que es una cantidad derivada, se define como
en que Δv es el cambio de velocidad que experimenta el objeto considerado en el intervalo de tiempo Δt. A su vez, la velocidad se define como el cambio de posición Δs, o camino recorrido, en el intervalo de tiempo Δt
es decir, la velocidad se puede expresar directamente como el cuociente entre dos unidades básicas. Se tiene entonces que la aceleración tiene unidades de velocidad partida por tiempo, es decir metros/seg2, como se indicó en la Ec. 1-5 para la aceleración de gravedad (notar que el metro se abrevia simplemente con la letra eme, pero ello se ha evitado en esta Sección pues la misma letra se utiliza para designar la masa). Con la aceleración en metros/seg2 y la masa en kilogramos, la Ec. 1-3 entrega el peso del cuerpo en Newtons
El Newton es la unidad de fuerza del sistema MKS, ya que está expresado en términos de las unidades básicas del sistema. En la práctica común, y también en ingeniería y construcción, es usual utilizar una unidad diferente, el kilogramo-peso o kilogramo-fuerza. En esta dimensión responde el lector cuando le preguntan ¿cuánto pesas?, y es la misma que se utiliza cuando en la balanza del supermercado le pesan 2 kilos de fruta.
El kilogramo-peso se define como el peso de un kilogramo masa en condiciones estándar de latitud y altitud. Pero un kilogramo-masa para las mismas condiciones pesa 9,8 Newtons, de acuerdo a la Ec. 1-3, luego
Simplemente entonces, el kilogramo-peso y el Newton son unidades de peso diferentes: una persona que pesa 60 kilos también puede responder que pesa 588 Newtons. Para evitar la confusión entre kilogramo-masa, que se abrevia kg, y kilogramo-peso o kilogramo-fuerza, se han sugerido las designaciones kgp o kgf para éstos últimos, sin embargo ello no ha prosperado y en la práctica también se designan simplemente por kg. En este texto se entenderá que siempre el kilogramo a secas, abreviado kg, se refiere a una unidad de fuerza; cuando la distinción es delicada, como en los problemas dinámicos que requieren trabajar con masas, se harán las precisiones pertinentes.
Ejemplo 1.2
Determinar la fuerza de atracción recíproca entre dos masas de 400 kg cada una separadas 1 metro entre sus centros.
Solución: Aplicar la fórmula
Como puede apreciarse la atracción es muy pequeña: aproximadamente una milésima de gramo-peso. Estas fuerzas tienen la dirección de la línea que une los centros de los cuerpos.
1.3 Concepto de Fuerza
1.3.1 Propiedades de una Fuerza
Una fuerza tiene tres propiedades: magnitud, dirección y sentido, las que deben ser simultáneamente especificadas para su correcta individualización (Fig. 1.3). La magnitud, o módulo, indica el tamaño o intensidad de la fuerza, por ejemplo, fuerzas de 100 kg, 200 kg y 1.000 kg tienen distinta magnitud. Gráficamente la magnitud se indica mediante la longitud del trazo que la representa, adoptando, si es necesario, una escala determinada. La dirección de la fuerza corresponde a su línea de acción, que es la recta en el espacio donde reside la fuerza. El sentido indica hacia qué extremo de la línea de acción apunta la fuerza, lo que se designa gráficamente por una punta de flecha.
La fuerza es un ente que corresponde a lo que en matemáticas se denomina una cantidad vectorial, que se diferencia de las cantidades llamadas escalares en que estas últimas tienen como única propiedad la magnitud. Ejemplos de cantidades escalares son volumen, masa, temperatura, peso ($), las que se pueden sumar y restar directamente como cantidades algebraicas. Ejemplos de cantidades vectoriales, aparte de las fuerzas, son, entre otras, velocidad, aceleración y posición en el espacio. Las operaciones con estas cantidades involucran sus tres propiedades, de modo que deben definirse reglas especiales diferentes al álgebra elemental, como se presentará en las Secciones siguientes.
Figura 1.3 Modelo de fuerza
1.3.2 Tipos de Fuerzas
En la Sección 1.2 se fundamentó la causa del peso de los cuerpos como la fuerza con que la Tierra los atrae. Este tipo de fuerzas, siempre presentes en las estructuras, se denominan cargas gravitacionales, las que obviamente tienen dirección vertical y sentido hacia abajo. Entre éstas se distinguirán las llamadas de peso propio o peso muerto y las cargas de uso o sobrecargas o cargas vivas. Las cargas de peso propio comprenden todas las cargas permanentes sobre la estructura: el peso propio de los materiales de obra gruesa y terminaciones, y todas las cargas inmóviles de larga duración, como por ejemplo la tierra de relleno de una jardinera del balcón de un edificio. Las sobrecargas comprenden, en el caso de edificios, las personas y el mobiliario. En otras obras, como puentes, la sobrecarga es el tráfico vehicular; en un embalse o en un muro de contención, la carga de uso es la presión del agua o el empuje del terreno respectivamente. Los valores de las sobrecargas para diseño son en general valores extremos, para condiciones extremas de uso de relativamente baja probabilidad de ocurrencia en la vida útil de la estructura (ver Tabla V.1).
Otro grupo importante de cargas son las llamadas ambientales. Entre ellas se encuentran los efectos del viento, sismos, temperatura y nieve, aunque esta última es por cierto también de tipo gravitacional. Las cargas de viento y sismo, y en ciertos casos la nieve, se denominan también cargas eventuales, porque corresponden a acciones que son de ocurrencia esporádica.
El viento es una masa de aire que se desplaza con cierta velocidad que al chocar con las construcciones genera presiones y succiones sobre las superficies que recorre. Estas fuerzas dependen de la forma del cuerpo expuesto al viento, ya que aquél puede ofrecer mayor o menor resistencia al paso de éste, y son perpendiculares a las superficies del cuerpo (Fig. 1.4). Las fuerzas de viento dependen de su velocidad, la que aumenta con la altura sobre el nivel del terreno, y de la ubicación de la construcción: en la ciudad, a campo abierto, o frente al mar.
El movimiento del suelo durante un terremoto, tanto en el plano horizontal como en la dirección vertical, ocasiona deformaciones en las estructuras, las que producen esfuerzos internos en los elementos estructurales resistentes. En forma muy simplificatoria, la acción del sismo sobre un edificio puede asimilarse a un conjunto de fuerzas laterales equivalentes, como muestra la Fig. 1.5. Típicamente, para un edificio la mayor preocupación es el efecto lateral u horizontal del sismo, ya que generalmente hay más que suficiente resistencia vertical que ha debido proveerse para soportar las cargas gravitacionales.
Figura 1.4 Efecto del viento sobre una construcción
Figura 1.5 Solicitaciones sísmicas en edificios: a) Caso real, b) Fuerzas laterales equivalentes
En general, las cargas sobre una estructura no se deciden en forma arbitraria, sino hay normas que las especifican. Entre ellas cabe mencionar las siguientes normas chilenas: la NCh1537.Of86 que especifica las cargas permanentes y sobrecargas de uso para el diseño estructural de edificios, la NCh431.Of77 que especifica las sobrecargas de nieve, la NCh432.Of71 para el cálculo de la acción del viento sobre las construcciones, y la NCh433.Of96 para el diseño sísmico de edificios.
Entre las cargas ambientales se mencionó la temperatura. Aunque hay diversas fuentes calóricas, se han clasificado estas cargas así, ya que la fuente primordial de calor es la energía solar, e inversamente, su ausencia genera enfriamiento. El aumento de temperatura genera dilatación de los cuerpos, y su disminución contracción. Si se opone resistencia a estos cambios de volumen, se producen fuerzas que pueden llegar a ser extraordinariamente grandes, tan grandes que pueden producir la rotura de los cuerpos afectos a ellas. Por ello se proveen juntas de dilatación en estructuras y pavimentos, para permitir que las deformaciones térmicas ocurran libremente y no se generen fuerzas. En los puentes se provee un apoyo móvil, montando uno de sus extremos sobre un soporte de material elastomérico, para permitir el cambio de longitud de la estructura (Fig. 1.6). Similar a la temperatura es el efecto de retracción del hormigón, que corresponde a una disminución de su volumen, muy rápida en las primeras etapas del fraguado, pero que continúa por meses y años durante toda la vida del hormigón. Cuando hay oposición a la retracción natural del hormigón, aparecen fuerzas de tracción en él, las que ocasionan la aparición de fisuras, que no son otra cosa que expresión de la rotura del hormigón por tracción, esfuerzo para el cual este material es particularmente débil.
Figura 1.6 Apoyos de un puente
Figura 1.7 Fuerzas realizadas por máquinas o el hombre
Otras fuentes de fuerzas son las que realizan las máquinas, y el hombre (Fig. 1.7), las que desde luego pueden ser de las más variadas características.
Una categoría de fuerzas de particular importancia son las llamadas reactivas. Estas aparecen como consecuencia del impedimento al desplazamiento de un cuerpo, y pueden a veces ser más difíciles de reconocer pues en cierta forma están ocultas y su presencia debe ser inferida, al contrario de las fuerzas gravitacionales, o una fuerza ejercida por un hombre, por ejemplo, que se manifiestan en forma explícita. Considérese por ejemplo el bloque de peso W de la Fig. 1.8.a que descansa sobre el piso horizontal. Es fácil imaginar que en el sistema considerado actúa la fuerza vertical W, pero debemos deducir que sobre el bloque también actúa una fuerza R de dirección vertical y sentido hacia arriba. Tal fuerza aparece exclusivamente como resultado de la restricción que el piso impone al posible desplazamiento vertical del bloque. En efecto, si el piso no estuviese, el bloque iría viajando en caída libre vertical; como tal movimiento no ocurre debe existir una fuerza que precisamente lo impide. Notar que existe una íntima relación entre la fuerza reactiva y el desplazamiento impedido: ambos tienen la misma línea de acción pero sentidos opuestos. Esta relación constituirá un elemento clave para reconocer la presencia de fuerzas reactivas: en general, las condiciones de un problema incluirán ciertas restricciones de desplazamiento, en correspondencia con las cuales deberán existir fuerzas reactivas asociadas que las materialicen. Por supuesto se puede anticipar que en este ejemplo el equilibrio exige R=W.
Figura 1.8 Fuerzas reactivas
En la Fig. 1.8.b se observa el mismo bloque anterior al cual se ha aproximado un hombre a ejercer una fuerza horizontal H. Si el bloque se mantiene en reposo se deduce que no sólo hay restricción a su movimiento vertical, sino también a su desplazamiento horizontal hacia la izquierda. Como existen dos desplazamientos impedidos, se concluye la existencia de dos fuerzas reactivas asociadas a ellos Rv vertical y Rh horizontal. Cabe notar además que la fuerza reactiva Rh se genera en respuesta a la demanda H, es decir si ésta no estuviese presente, no existiría Rh, porque no existiría posibilidad alguna de movimiento en dirección horizontal. Notar también que esta discusión es independiente del mecanismo físico que origina la fuerza Rh; si el reposo se ha mantenido puede ser simplemente porque existe suficiente fricción en el contacto del bloque con el piso, o bien porque el bloque está clavado al piso.