Kitabı oku: «Arquitectura y Composición», sayfa 2
La composición en el proyecto de arquitectura
La noción de composición que se desarrolla en este documento es entendida como la disposición de partes diversas con un sentido de orden que gobierna el todo y es constituyente en diferentes niveles de intervención arquitectónica. Es decir que el concepto de composición transita entre la ordenación del mobiliario, la disposición de pequeños espacios, la determinación de contenedores espaciales, la conformación de los edificios y su emplazamiento o, en un nivel más complejo, la conformación de la ciudad.
Cuando se piensa en la arquitectura desde el concepto de composición, se puede interpretar que diferentes partes albergan un programa de usos que arman un todo, lo cual reafirma la condición propia de la arquitectura para responder a los problemas de la actividad con partes dispuestas según criterios de orden. Así lo señala Capitel (2009) al hablar de la obra de Andrea Palladio, resaltando que la tradición de componer por partes se gesta en el Renacimiento, por el hecho de proceder sistemáticamente con una conciencia compositiva.
El concepto de composición se ha mantenido en el tiempo: cada uno de los movimientos de la arquitectura se ha servido de esa forma de proceder, ya sea implícita o explícitamente. La aparición de una cultura académica con verdadero sentido institucional en relación con la composición arquitectónica se da con la fundación de la Real Academia de Arquitectura de París en 1671. Su primer director, Jean François Blondel, publicó a manera de manuales los Cours d’architecture entre 1675 y 1683 (Gracia, 2012).
La composición en las diferentes escalas de intervención tiene como principal propósito establecer una idea de orden y esto corresponde a los ámbitos de la forma. En este documento se quiere hacer énfasis en el nivel de abstracción de esta afirmación y la diferencia que presenta el concepto de forma en contraste con el de figura.
La forma como estructura de la materia. Diferencia entre forma y figura
La alusión al concepto de orden cuando se habla de composición, remite al concepto de forma. La comprensión de la noción de composición como una idea de orden entre partes y estructura subyace en los proyectos de arquitectura, corresponde al universo de la forma y suele llamarse estructura formal.
El concepto de forma genera dificultades por los diferentes significados con que se asocia. Se pueden diferenciar dos nociones básicas:
Por un lado, el vocablo ‘forma’, en el ámbito popular, se refiere al contorno, a la silueta de los objetos y, en especial, a su aspecto. En la investigación base de este trabajo se le llama ‘figura’.
Por otro lado, el concepto de forma se aproxima al de estructura, en donde los elementos se identifican como piezas dotadas de cierta autonomía, pero con sujeción a un principio de integración. En este nivel abstracto, el concepto de forma se reduce a principios que redundan en aspectos como por ejemplo la noción de recinto que subyace en el patio, el claustro o un pozo. Dicha nocion, desde la forma, se reduce a la delimitación del espacio, pues en esta no importa la actividad que albergue, así como la figura presentada puede variar entre un triángulo, un cuadrado, un círculo o un ovalo.
De ahí que esta investigación tome partido por la segunda definición, con precisiones como las de Martí Arís (1993) o Quaroni (1980), ya que con el concepto abstracto de forma como estructura, el análisis se concentra en partes y relaciones con un grado de universalidad necesario para la enseñanza y el aprendizaje de la composición, sin cargas emotivas o descripciones llenas de adjetivos.
Por estructura se entiende aquí la disposición vinculante que compromete los elementos de un conjunto. Ludovico Quaroni (1980) habla de miembro y espacios. En síntesis, se habla de partes y relaciones. Por lo anterior el concepto de forma al que se refiere este análisis gramatical de la arquitectura y su composición, es entendido como un conjunto de principios abstractos que estructuran la materia y el espacio, en contraste con el concepto de figura, el cual se ocupa del aspecto físico de las cosas.
Análisis y composición
La composición se asume como una disciplina analítica que permite comprobar saberes en el proceso de proyección. El componente pedagógico del término composición es descrito por Francisco de Gracia: “Entre sus objetivos didácticos estaría el ayudar a develar la lógica interna de los dispositivos formales manejados en la obra de arquitectura” (Gracia, 2012, p. 11). Esto se da al entender la composición como la práctica que se ocupa de mecanismos de diseño para obtener soluciones coherentes a partir de problemas formales que ya han sido planteados y resueltos en los propios edificios.
El sustrato analítico que lleva implícita la noción de composición arquitectónica puede explicarse formalmente a partir de conceptos y categorías abstractas, así como en términos prescriptivos con operaciones formales propias de la disciplina. Esta condición analítica de la composición arquitectónica es la que nos permite sugerir que su aprendizaje es posible invirtiendo la secuencia del análisis.
La anterior afirmación supone una paradoja, pues asume que el resultado del análisis de un objeto arquitectónico deriva en la misma respuesta; sin embargo, esta paradoja se despeja con la explicación sobre el carácter entrópico de este ejercicio (Rojas, 2012, p. 12), lo cual permite explicar que el análisis es análogo a la composición. El análisis inicia una progresión creativa y pone más de lo que hay en el objeto, así como al componer se pondría más de lo que hay en el análisis.
Este libro tiene como propósito darle autonomía al aprendizaje de la composición arquitectónica; por tal razón, se propone una gramática que permita la comunicación a partir de convenciones desde la forma arquitectónica mediante un sistema de análisis susceptible de expandir y permutar. Por esto se ha concebido en un nivel abstracto que permite, con los mismos elementos y relaciones, abordar diferentes grados de complejidad que transitan entre los objetos, la arquitectura, la ciudad y el paisaje.
Sistema de análisis
La construcción de un sistema de análisis que examine los proyectos arquitectónicos a partir de partes constitutivas hace posible llevar a un nivel analítico las formas y figuras arquitectónicas para entender su composición como partes y relaciones que dan un sentido de orden o de unidad. Lo anterior demanda precisar nociones o categorías para descomponer los proyectos, así como un sistema de notación.
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