Kitabı oku: «¡Diviértete mientras aprendes a pintar!»

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Primera edición, abril de 2021

¡Diviértete mientras aprendes a pintar! de

Yaeko Murakami Hernández

© Yaeko Murakami Hernández

© Imagen de portada: Yaeko Murakami, Suave verano, acrílico, 50 × 60 cm.

Diseño de portada: Roberto Ángel Flores Angulo

Diseño editorial: Solar, Servicios Editoriales, S.A. de C.V.

ISBN libro impreso: 9786072928015

ISBN libro digital: 9786072928350

Todos los derechos reservados.

Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, la fotocopia o la grabación, sin la previa autorización por escrito de los editores.

Diseño epub: Hipertexto – Netizen Digital Solutions

A mis dos familias.Mi familia de vida, de amor, de compromiso, y a mi familia: hermanos que compartimos la misma pasión por pintar.

Introducción

Soy originaria de la Ciudad de México y estudié pintura de manera formal a partir de los 18 años. No he dejado de pintar desde entonces y ahora tengo 55 años, así que saquen sus cuentas.

Inauguré mi escuela Taller Arte Yaeko en 2008 y he dado clases de manera ininterrumpida a niños(as), jóvenes, adultos(as), y en instituciones, durante 12 años, pues como alguien bien me lo dijo, “tu pasión es pintar y tu vocación enseñar”. Un día, mientras daba mi clase, mis alumnos pintaban, charlaban, reían, y me di cuenta de que el método que utilizo es ameno, divertido y con un toque de terapia ocupacional, porque sensibiliza y apacigua. Como podrán comprender, después de tanto tiempo, ya tiene mi sello personal. Muchas personas que han estudiado conmigo sin tener ningún conocimiento previo, han aprendido a dibujar y a pintar de una manera fácil y que los capturó por lo placentero que resulta.

Cuando el suceso mundial del covid-19 nos confinó en nuestras casas, el 19 marzo de 2020 debí cerrar el taller, pero no por ello dejé de trabajar. Convertí las clases presenciales en clases online y cambié mi metodología por dos razones: la primera fue que no podía estar ahí para ayudar a mis alumnos a pintar, y la segunda, que no contábamos con el material necesario en casa para trabajar en las distintas técnicas. Entonces fue cuando, al estudiar, revisar otras fuentes y crear con base en mi experiencia, pensé que con este método de enseñanza que me ha encantado y que ha tenido tan buena respuesta, combinado con lo que enseño en el taller, podía crear este extraordinario sistema. ¡No cabe duda de que en la adversidad debemos luchar desde nuestra posición! La mía: la pintura.

Luego de reflexionar, decidí escribir este libro, Diviértete mientras aprendes a pintar, no solo inspirado por la contingencia que vivimos, sino también por todos mis años de docencia, para plasmar esas vivencias surgidas de la aplicación de mi método personal para enseñar.

Invito a todos a que intenten pintar o dibujar algo, así sea de lo más sencillo. Con ayuda de este libro, tal vez descubran que les gusta y quieran abrir la puerta que conduce a este mundo maravilloso, a veces desconocido, de las artes plásticas. No me queda la menor duda de que les apasionará el camino que recorrerán durante esta increíble experiencia.

Con cariño,

YAEKO MURAKAMI


Contenido y estructura

El libro va dirigido a todo aquel que le llame la atención el mundo de las artes plásticas y a aquellos que tengan la curiosidad de aprender algo nuevo y divertido.

En nuestro libro encontrarán ejercicios fáciles y amenos que podrán realizar con el paso a paso, y que contempla los temas básicos que nos sirven como herramientas para iniciarnos en el arte de pintar.

Los capítulos fluyen uno tras otro, algunos son teóricos y otros prácticos, pero todos muy necesarios para el desarrollo del aprendizaje. Cuando se den cuenta, ¡ya estarán listos para crear sus propias obras!

Les recomiendo que primero lean todo el libro y luego consulten los capítulos por separado, según los necesiten. Así lo diseñé.

¿Qué es la pintura?

Una definición concreta sería: Es el placer de captar una imagen o de expresar una idea o sentimiento mediante el dibujo. Para mí, la pintura es la manera de comunicarme no solo con el exterior, sino con mi interior, es la forma directa en que mi alma y mi ser exterior nos conectamos. La creatividad no es otra cosa que mis sueños, mis anhelos, mis loqueras. Muchas veces encuentro en la pintura desahogo y diversión. Es algo muy personal, solo somos mis pinceles, mis trazos y yo, y al final, la alegría de poder compartirlos.

Materiales para realizar los ejercicios

A continuación se enlista el material recomendado para la elaboración de los ejercicios de nuestro libro.

• Hojas blancas bond tamaño carta

• Lápiz del núm. 2

• Goma

• Sacapuntas

• Regla

• Plumón indeleble con dos puntas (fina y extrafina) color negro

• Plumones, 12 colores, punta mediana

• Plumones, 12 colores, punta delgada

• Pasteles grasos, 12 colores (crayolas)

• Lápices de madera, 12 colores

• Compás

Pintar con el hemisferio derecho del cerebro

Durante todos estos años he disfrutado enormemente estar pintando en mi taller, con la música que me gusta y mi cafecito, es un júbilo de emoción y tranquilidad a la vez, y me doy cuenta de que lo mismo les sucede a mis alumnos cuando dicen: “¿Cómo es que ya se acabó la clase? Ni se siente como pasa el tiempo”.

En el libro Aprender a dibujar con el lado derecho del cerebro, de Betty Edwards, explica: “Visto desde arriba, el cerebro humano se parece a dos mitades de una nuez: dos mitades de apariencia similar, redondeadas y con circunvoluciones, conectadas por el centro. Estas dos mitades del cerebro reciben el nombre de hemisferio izquierdo y hemisferio derecho.

El hemisferio izquierdo controla el lado derecho del cuerpo, y el hemisferio derecho, el izquierdo [...] Debido a este cruce de las vías nerviosas, el hemisferio derecho controla la mano izquierda y el hemisferio izquierdo, la mano derecha”.


“Ambos hemisferios intervienen en actividades cognitivas superiores, y cada mitad del cerebro se especializa en modalidades de pensamiento diferentes, complementarias, y ambas enormemente complejas. El cerebro derecho percibe, es decir, procesa la información visual de la manera que uno necesita verla para realizar dibujos realistas complejos a partir de la percepción de las formas, mientras que el cerebro izquierdo, no.”

“La mitad izquierda analiza, abstrae, cuenta, marca el paso, planea los procedimientos paso a paso, verbaliza y hace afirmaciones racionales de acuerdo con la lógica.”

“La mitad derecha une las cosas para formar todos completos, se relaciona con las cosas tal como son en el momento presente, no tiene sentido del tiempo, percibe las formas y estructuras en su conjunto.”


Sobre lo descrito les puedo decir que la parte del cerebro que más utilizamos durante el día es el hemisferio izquierdo, y en la pintura desarrollamos el uso del hemisferio derecho, que nos crea una sensación de placer y relajación, ya que no tenemos que contestar preguntas, realizar operaciones matemáticas ni pensar en organizar tareas. Simplemente —y me doy cuenta con mis alumnos— entran en un estado de concentración y disfrute en el que pierden la noción del tiempo y dejan de platicar para adentrarse en la obra o ejercicio que están realizando.

Ejercicio 1. La mano con volumen

El ejercicio con el que vamos a comenzar es superdivertido y no necesitan saber pintar, solo tienen que poner mucha atención. Si acaso no les sale a la primera, no se preocupen, pueden repetirlo cuantas veces sea necesario hasta que noten una fluidez en el trabajo que realizan. Estoy segura de que lo van a lograr.


1


2


3


4


Paso 1. Siempre deben colocar varias hojas blancas para que la superficie esté acolchonada y no se marque el soporte1 donde van a pintar (el mantel, el escritorio o la mesa) y así puedan trabajar cómodamente.

Paso 2. Pongan la mano con la que no escriben sobre la hoja, esa será su modelo. Con la mano que escriben marquen el contorno de la otra mano con el lápiz. Ojo, debe ser lápiz. No se les ocurra hacerlo con un plumón o color porque se pierde el efecto que queremos (imagen 1).

Paso 3. Ahora sí, pueden escoger varios colores o un solo color de plumones o crayolas, como deseen, y vayan marcando, desde la parte de ABAJO, líneas rectas fuera del contorno de la mano y líneas curvas dentro de la mano, desde donde empieza hasta donde termina. Debe ser de abajo (la muñeca) hacia arriba, porque es más fácil, ya que más arriba se toparán con los dedos (imágenes 2 y 3).


En este caso empecé desde arriba y marqué la mano con plumón. Se perdió el efecto que quería.

Paso 4. Después de realizar todas las líneas rectas por afuera de la mano, y las curvas dentro, sombreen con el lápiz solo un lado de cada dedo, de la palma y la muñeca, como se muestra en la imagen 4. Estas se llaman sombras proyectadas, y sumando también las líneas curvas que ya realizaron, le darán el efecto de volumen que deseamos conseguir.


Aquí tracé la mano con lápiz, pero también empecé desde arriba y se me complicó mucho con los dedos. Por eso aconsejo empezar de abajo hacia arriba para que, al dividirse las curvas en los dedos, resulte fácil.

Practica:

• Hacer líneas tanto rectas como curvas en un plano bidimensional.

• Combinar colores.

• Concentrarse en los contornos de nuestra imagen (la mano).

• Dibujar la sombra en el contorno de la mano para dar volumen.

Resultado: Una mano con volumen en un plano bidimensional.

La pintura como filosofía de vida

Todo lo que voy a escribir aquí es según mi experiencia, lo que me ha sido útil y lo que no, con la esperanza de que les sirva, siempre con base en el respeto. Si a alguien le funciona, qué bien, pero si no está de acuerdo, no hay ningún problema. Como profesora de arte, una de mis prioridades es respetar la creatividad de cada persona. Mi método para pintar y enseñar se sale de los parámetros académicos, ya que lo importante, sea que se tenga o no facilidad para el dibujo o la pintura, es disfrutar de la actividad.

Para mí, la pintura es una filosofía de vida. Todas las mañanas nos enfrentamos a un lienzo en blanco. A veces tenemos planeado todo el día: compromisos, tareas, juntas, y todo nos sale a la perfección, pero en otras, tenemos algunas contrariedades aunque el día sigue avanzando. Sin embargo, hay días en que quisiéramos no habernos levantado de la cama. Lo mismo pasa con las obras. A veces planeamos una composición y, desde el esbozo a lápiz, conforme vamos pintando, todo sale según lo proyectado. En otras ocasiones nos enfrentamos a varios problemas: no elegimos bien el color o cometemos errores de composición, pero los resolvemos y el cuadro sigue adelante, excepto cuando todo nos sale mal, no nos gusta la composición ni los colores ni el tema, y nos sentimos decepcionados. Aquí es cuando les digo a mis queridos alumnos que no pasa nada. Lo peor que puede suceder es que cambiemos de lienzo y volvamos a empezar, como en esos días en que mejor nos vamos a dormir, con la esperanza de que en el nuevo amanecer nos vaya mejor y lo malo se convierta en una lección de vida. Lo mismo ocurre en la pintura, cambiamos de lienzo y volvemos a empezar. Como dice el dicho, “echando a perder se aprende”, y no tiene que ver con la experiencia adquirida. Yo llevo más de treinta años pintando y, hasta la fecha, me sucede lo mismo, aunque menos seguido.

Un término proveniente de la psicología —muy usado en estos tiempos de confinamiento— y que nos resulta útil es el de resiliencia, que se refiere a la habilidad de sobreponerse lo más rápido posible a las eventualidades y seguir adelante.

Como en la vida misma, al pintar exponemos nuestro trabajo —y es de las pocas actividades donde nuestro esfuerzo se ve plasmado en un lienzo o un pliego de papel—, pero también nos arriesgamos a las críticas o, peor aún, a que no valoren nuestros afanes. Lo importante es la satisfacción de realizar una obra muy personal y no ir pidiendo reconocimiento, pues nosotros sabemos el empeño que pusimos en ella y nadie nos va a quitar ese gusto.

Cuando nuestras obras se muestran en una exposición, hay críticas, y no todas constructivas, aunque así las etiqueten. No se sientan aludidos, recuerden que “en gustos se rompen géneros”, y a eso nos aventuramos al exhibirlas para que los demás las vean. Es nuestra manera de expresarnos y así pasa continuamente. ¿Qué tal cuando hablamos de política, de futbol o religión? Nunca nos pondremos de acuerdo. Lo bonito de todo esto es que, a nosotros los pintores, las críticas, buenas o malas, nos sirven para ir forjando nuestro carácter, ganar confianza y desarrollar nuestra autoestima.

Es muy valiente exponer una obra y someterla al escrutinio ajeno. Nadie puede quitarnos la satisfacción de ver colgado uno de nuestros cuadros firmado con nuestro nombre, ni la enorme emoción en el corazón al decir ¡lo logré!

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