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Desarrollo de un modelo de Smart City
A continuación desarrollamos los aspectos principales a tener en cuenta en cada una de las seis características inteligentes (smart) del modelo propuesto. Indicar que en otros modelos los aspectos son los mismos o similares, pero se agrupan de manera diferente.
La intensidad y la prioridad en el desarrollo de cada uno de estos aspectos dependerá de las necesidades y particularidades de cada ciudad, para lo que se realizará un plan estratégico en función del análisis de los aspectos principales de cada una de las seis características smart.
También hay que tener presente que hay aspectos que debe liderar la Administración municipal, pero hay otros en donde se requiere la colaboración o liderazgo del resto de administraciones, así como de la sociedad civil.
Economía (Smart Economy)
La economía (Smart Economy) hace referencia a una ciudad con una industria inteligente, basada principalmente en el uso o desarrollo de TIC y NTIC.
Para ello se centra en los siguientes aspectos principales:
• Espíritu innovador, y emprendimiento profesional y personal
El apoyo de la iniciativa emprendedora es uno de los factores clave para la competitividad de la ciudad.
Por ello, es necesario desarrollar programas de apoyo para la iniciativa emprendedora, así como promover la aparición y soporte a las financiaciones públicas y privadas.
Es necesario organizar jornadas de sensibilización y formativas, colaborar con empresas públicas o privadas en la creación de un tejido económico que favorezca el soporte a emprendedores, apoyar iniciativas empresariales y asesorar sobre proyectos innovadores.
Un conjunto de iniciativas en esta línea son las plataformas de crowdfunding. Estas iniciativas se centran en la cooperación colectiva entre personas que realizan una red con el objetivo de conseguir recursos, ya sean económicos, técnicos o profesionales.
Ejemplo de plataforma de crowdfounding. Fuente: Seed&Click
En muchos casos, a través de Internet, se organizan grupos que financian esfuerzos e iniciativas de otras personas u organizaciones. Iniciativas de este tipo, al igual que otras basadas en inversores privados, requieren un importante apoyo en su difusión que facilite que los emprendedores obtengan recursos desde el inicio de los proyectos.
• Espacios empresariales
Además de buscar atraer y retener el talento e impulsar la iniciativa emprendedora, es necesario que las ciudades cuenten con infraestructuras de apoyo a las actividades empresariales, como son los parques científicos o tecnológicos, los parques industriales y las incubadoras empresariales.
El fomento del networking y el co-working (cotrabajo) permite que varios profesionales independientes de sectores distintos compartan un mismo espacio de trabajo, donde se fomente la colaboración y el trabajo en un espacio comunitario y multidisciplinario.
• Promoción económica y marca de ciudad
Es necesario potenciar los recursos locales, fomentar la inserción laboral y las iniciativas empresariales.
Es importante impulsar sectores considerados de futuro y estratégicos para el desarrollo económico y social de la ciudad, ya sea mediante el desarrollo de planes sectoriales o el impulso de determinadas industrias, sobre todo las basadas en la tecnología, la innovación y la creatividad.
Debe crearse una marca o varias marcas de ciudad que le den visualización tanto a nivel local como internacional.
• Productividad y competitividad en el mercado de trabajo
La Smart City debe impulsar el incremento de la competitividad y la productividad de los territorios para mejorar la calidad de vida, atraer nuevas inversiones y generar empleo sostenible.
En todos los sectores de la sociedad se espera que se genere un número importante de oportunidades de negocio en diversas áreas del mercado de trabajo, como en el sector energético, en el sector de las TIC o en los diferentes sectores asociados a los servicios públicos (tráfico, alumbrado público, residuos, distribución de agua, etc.).
• Penetración del uso de las TIC en las empresas
Las empresas deben adaptarse a la nueva era digital adaptando su cultura y forma de organización del trabajo.
En las empresas, el uso de dispositivos relacionados con las tecnologías de la información y la comunicación (ordenadores, smartphones, tablets, etc.) experimenta un importante incremento cada año.
Ejemplo de sistema control conectado a redes sociales. Fuente: KNX Spain
Se observa esta misma tendencia en lo que respecta a la penetración del uso de Internet para el comercio electrónico en las empresas.
El número de empresas que disponen de página web cada vez es mayor, aunque el porcentaje de empresas que desarrolla acciones a través de comercio electrónico es aún reducido.
Además, las nuevas tendencias en el uso de las herramientas en Internet, el mundo Social Media, supone un nuevo reto y propone nuevas alternativas de negocio y contacto con el público objetivo.
El apoyo al uso e implantación de estas herramientas supone un aspecto clave en el desarrollo de las ciudades inteligentes, puesto que permite la disponibilidad de información inmediata de uso y de necesidad.
• Retención y atracción de talento, y fomento de la creatividad
Otro de los factores clave dentro de una economía inteligente es el de la retención y atracción del talento y el fomento de la creatividad. Las ciudades son cada vez más conscientes de la necesidad de contar con una ciudadanía formada, creativa y emprendedora para lograr mayor competitividad.
• Internacionalización
Un factor de gran importancia en el desarrollo económico de las ciudades inteligentes es la internacionalización. La globalización conlleva la necesidad de que las ciudades aborden estrategias más efectivas para su desarrollo global. Estas estrategias deben sustentarse en un plan o estrategia de promoción internacional de la ciudad.
Este tipo de iniciativas se centra en el desarrollo de planes específicos, la organización de eventos a escala internacional y el impulso de hermanamientos o acuerdos con otras ciudades, así como en la potenciación de la marca o las marcas de ciudad.
Gestión (Smart Governance)
Uno de los grandes retos en el contexto de una Smart City es la transparencia.
A pesar de ser un concepto conocido y demandado por cualquier sociedad moderna, en las Smart Cities resulta especialmente trascendente que el Gobierno de la ciudad y su propia Administración se muestren abiertos y accesibles a la ciudadanía y no como elementos que trabajan separadamente y toman sus decisiones de espaldas a los demás agentes.
La gestión inteligente (Smart Governance) comprende aspectos tan heterogéneos y fundamentales como la participación política y activa, los servicios para la ciudadanía y el funcionamiento inteligente de la e-Administración.
A continuación se describen algunas de las bases sobre las que se sustenta el concepto Smart Governance:
• Papel de las TIC en la Administración Pública
Desde el punto de vista de la tecnología, la ciudad modelo se plantea como una plataforma digital en la que se interrelacionan los agentes públicos, los agentes privados y los ciudadanos. Dicha plataforma ejercerá de soporte para la provisión de servicios.
La inversión en TIC y NTIC representa una oportunidad para acelerar el desarrollo de una ciudad por su capacidad de influencia en otros sectores y por su contribución a la gestión eficiente de las administraciones.
Internet se ha convertido en uno de los principales canales de comunicación, por lo que es necesario que las ciudades incluyan en sus estrategias de promoción las nuevas herramientas de marketing digital.
• El uso de TIC en la Administración Pública
La introducción de las nuevas tecnologías en las administraciones mejora notablemente la productividad y la calidad de servicio de atención a la ciudadanía y las empresas, lo que permite acceder a los servicios de la Administración en cualquier momento y lugar de forma más cómoda, personalizada, rápida incurriendo en menos gastos.
Además de optimizar los servicios municipales mediante redes de sensores o equipos de control, que distribuidos por la ciudad permiten recopilar y gestionar la información (aparcamiento, alumbrado, tráfico, control ambiental, residuos y papeleras) de manera cómoda y ágil, se puede incluso permitir el acceso de parte de estos datos a los ciudadanos para proveerles de mayor información y transparencia.
• La Administración Electrónica
El desarrollo de planes estratégicos en materia de sociedad de la información es esencial. La e-Administración (como se conoce a la Administración electrónica) facilita la relación de los ciudadanos con la Administración al ofrecer, de forma online, acceso a información básica, presentación de denuncias, realización de trámites o pago de tasas e impuestos, presentación de denuncias o quejas, etc.
Portal de la Administración Electrónica en España
Un concepto importante que facilita la e-Administración es la firma electrónica. La firma electrónica es jurídicamente equiparable a una firma manuscrita que permite identificar al titular del certificado y firmar electrónicamente los datos que se envían, de tal manera que se pueda comprobar su integridad y procedencia.
• Gobierno transparente
Las nuevas tecnologías permiten mejorar los procesos democráticos y aumentar las oportunidades de los individuos y comunidades para interactuar con el gobierno a través de plataformas de intercambio de información y de toma de decisiones.
Las características de Internet hacen que la participación sea más amplia, ya que se superan las limitaciones que imponen la geografía, las dificultades de desplazamiento de las personas con movilidad reducida u otros factores y facilitan el acceso a la información por parte de los individuos y las asociaciones.
Siendo conscientes de la importancia de impulsar gobiernos más transparentes, las ciudades pueden facilitar a sus habitantes el acceso a la información municipal a través de su página web, publicando datos relevantes como planes municipales y reglamentos, presupuestos, convocatorias, formación, guías, etc.
En este sentido, cobra especial importancia la capacidad de disponer de infraestructuras de telecomunicaciones para captar y ofrecer datos de forma ubicua en los municipios. Las redes municipales de autoprestación y la disposición de zonas de acceso inalámbrico (Wifi) en diferentes puntos de la ciudad actuarán como facilitadoras de la gestión transparente del gobierno.
La llamada democracia electrónica o e-democracia es el uso de las TIC con el objetivo de mejorar la política y la participación ciudadana en los procesos democráticos de comunicación y decisión. Se basa en la existencia de una plataforma online para la participación ciudadana apoyándose en el correo electrónico y el uso de chats y foros, encuestas online y redes sociales. Y, sin duda, el medio más potente para impulsar la e-democracia es la implantación del voto electrónico
• Soporte fiscal
Para el pleno funcionamiento de una Smart City resulta clave el respaldo de un sistema fiscal que funcione de forma justa y eficiente, y que además cree los instrumentos necesarios para estimular conductas deseadas desde el punto de vista de la sostenibilidad.
Dentro de estos instrumentos destacan los incentivos fiscales, cuya finalidad es fomentar que las prácticas de los agentes económicos sean acordes con los valores de eficiencia y sostenibilidad de las Smart Cities en ámbitos como:
• Energía y eficiencia energética.
• Reducción de emisiones.
• Investigación y desarrollo.
• Promoción de las TIC y NTIC.
La redacción de un plan estratégico que trace las principales líneas de actuación en materia de gobierno, ayudará en gran medida a alcaldes, concejales y técnicos municipales a realizar una gestión ordenada del proceso del cambio. Asimismo, este plan estratégico aportará al ciudadano una claridad de ideas al respecto de los objetivos de su Ayuntamiento.
Ciudadanía (Smart People)
El eje diferenciador entre una ciudad digital y una ciudad inteligente es, principalmente, la ciudadanía inteligente (Smart People). La ciudadanía inteligente se consigue trabajando su grado de cualificación y educación, su capacidad de apertura cosmopolita (hacia el mundo exterior) y la calidad de su interacción social en cuanto a la integración y a la vida pública.
Son de especial importancia los siguientes aspectos:
• Educación y formación continua
Un elemento clave para el desarrollo de las ciudades es contar con una ciudadanía formada.
Cada vez es mayor el porcentaje de población con educación superior y se considera que la Universidad tiene una presencia destacada en la ciudad.
Es prioritario adecuar la oferta de formación, teniendo en cuenta los cambios que la sociedad actual viene experimentando debido a la globalización y el avance de las nuevas tecnologías.
Es importante el diseño de planes para el desarrollo digital en las aulas e incorporar la nueva generación de recursos digitales para el aprendizaje. Las nuevas tecnologías contribuyen a la mejora de la capacitación y formación de las personas y, en ese sentido, la educación virtual ofrece grandes beneficios, como la reducción de costes, la flexibilidad de horarios y la mayor interacción.
Plataforma e-learning de Amaisys Training Center
La formación continua se está convirtiendo en un elemento cada vez más importante de la nueva dinámica del mercado laboral. Las dificultades que presentan las personas de más edad a la hora de usar las nuevas tecnologías debería dejar de ser una barrera para el acceso de este colectivo al mercado laboral.
Es necesario impulsar la colaboración entre las empresas y los centros de conocimiento, de manera que contribuyan al desarrollo económico y social de su ciudad.
• I+D+i
Las Administraciones Públicas desempeñan un papel fundamental en la transformación del sistema de innovación, por su capacidad de desarrollar infraestructuras, apoyar sectores incipientes e incentivar el funcionamiento del sistema de I+D+i.
• Nivel sociocultural
La estructura poblacional y el nivel sociocultural de los ciudadanos son aspectos importantes a tener en cuenta, ya que pueden resultar determinantes en el éxito de la implantación de la Smart City.
Aunque no dependan única y exclusivamente de la tecnología, las TIC desempeñan un papel muy importante en el diseño y la evolución de las estrategias de desarrollo de la ciudad inteligente. Es fundamental que dichas tecnologías estén al alcance de un abanico de población lo más amplio posible.
Llevar las TIC a la tercera edad y a las nuevas generaciones es uno de los principales retos de los gobiernos de todo el mundo
Los ciudadanos de más edad son los que, por lo general, presentan más problemas a la hora de manejar las nuevas tecnologías. Dado que el envejecimiento es una constante en la sociedad actual, tal como se mencionaba en el apartado anterior, debe plantearse una formación adecuada y canales informativos eficaces.
Algo similar ocurre con los colectivos más desfavorecidos o con dificultades de adaptación y en general con aquellos grupos de población que, por razones económicas o sociales, no tienen acceso a la tecnología.
• Apertura cultura hacia el mundo exterior
En una ciudad en la que todos los agentes (los ciudadanos, el sector empresarial, la Administración, el colectivo turista, etc.) entiendan y compartan un propósito común, será más sencillo superar todo tipo de obstáculos y adaptarse con éxito a los cambios que se produzcan en la sociedad.
Es importante entender la ciudad bajo la perspectiva de los diversos niveles socioculturales. Encomendar el planteamiento y desarrollo de la ciudad a los sectores poblacionales más familiarizados con las nuevas tecnologías y prescindir de los grupos de población menos expertos en la materia, impediría lograr una penetración a todos los niveles que garantice el éxito global de la implantación.
Por ello deben plantearse estrategias de acercamiento, información y concienciación a todos los niveles.
• Participación en la vida pública
En una sociedad ideal, los ciudadanos deben gozar del derecho a tomar parte en los procesos de participación pública en ámbitos como el desarrollo de planes y programas, la evaluación de proyectos, el desarrollo de la legislación, etc.
Resulta fundamental mantener la implicación de la ciudadanía en la filosofía de la ciudad.
Las nuevas herramientas de comunicación permiten la colaboración y aportación de información para la toma de decisión colectiva.
Para construir una Smart City resulta fundamental contar con el apoyo de una población concienciada y bien informada.
Hacer partícipe a la ciudadanía en la toma de decisiones y, en general, en la agenda de una ciudad mediante un adecuado sistema apoyado en las NTIC, favorece la sensación de transparencia y credibilidad en la población. Para ello, resulta idóneo el uso de herramientas Social Media tales como espacios web, redes sociales, vídeos y podcasts, plataformas de entrada libre de datos, etc.
Entorno (Smart Environment)
Un entorno inteligente (smart environment) se refiere al uso de las nuevas tecnologías para proteger y preservar los recursos naturales mejorando las condiciones naturales, reduciendo la polución y mejorando la protección ambiental. Se centra en la gestión de los recursos de manera sostenible.
• Gestión de residuos
En el ámbito de la gestión de residuos, que incluye la recogida y el tratamiento de estos, existen múltiples alternativas que permiten aumentar la calidad y la eficiencia del proceso con el objetivo de disminuir el impacto medioambiental y reducir los costes de operación.
En el caso de municipios de mayor tamaño, las soluciones tecnológicas toman un mayor protagonismo gracias a la implantación de sensores en los contenedores para controlar cuándo requieren ser vaciados, lo cual supone un importante ahorro en el tiempo y combustible utilizados en las rutas de recogida.
Etapas del compostaje de la fracción orgánica de residuos municipales recogida separadamente (Fuente: Huerta et al, 2010. Guía para la recogida separada y gestión de la fracción orgánica)
En zonas de urbanismo de baja densidad, alternativas como el compostaje doméstico representan un valioso apoyo para reducir el volumen de residuos orgánicos que se envía a la red de tratamiento.
En todo caso, en la elección del método de recogida y tratamiento de residuos, se debe tener muy en cuenta la tipología del municipio.
• Protección y gestión medioambiental
Para garantizar el éxito de la dimensión medioambiental en una Smart City, el papel de la normativa municipal resulta fundamental.
Son de especial interés las medidas de explotación sostenible desde los puntos de vista social, económico y ecológico, como, por ejemplo, los instrumentos de certificación forestal sostenible (PEFC, FSC) o la aplicación de criterios de agricultura y ganadería sostenible.
La reducción de la contaminación debe ser uno de los objetivos principales en una Smart City, así como una consecuencia indirecta de la implementación de herramientas y estrategias en todas las dimensiones.
La implantación de sensores que miden diversos parámetros de contaminación atmosférica e hídrica permite disponer de información valiosa para la implantación de medidas correctoras y de control. Estos medidores recogen datos que son tratados por aplicaciones TIC que facilitan el análisis y la interpretación de los mismos.
Por otra parte, estos sensores permiten dar a conocer al ciudadano su volumen de consumo energético en tiempo real, lo que provoca en el usuario una concienciación que lo llevará a tomar medidas de autocontrol del gasto de energía.
• Gestión del agua
En la actualidad se disponen de herramientas tecnológicas de eficacia y funcionamiento contrastados, que permiten ir un paso más allá de lo exigido por la normativa en esta materia (Directivas de la Comisión Europea, leyes de ámbito estatal, normativas autonómicas y la particular de cada municipio). Mediante estas herramientas, se permite aumentar la eficiencia en la gestión e incrementar de forma importante los ahorros a corto, medio y largo plazo, además de optimizar el uso de un bien que en determinados lugares es escaso o dependiente de los ciclos climáticos.
• Energía y eficiencia energética
La energía es una de las áreas clave en el funcionamiento de una Smart City.
Es de especial trascendencia atendiendo al denominado Objetivo 20/20/20, que fijó en 2008 la Unión Europea, con el que se quiere conseguir en el año 2020:
• una reducción del 20% del consumo de energía primaria;
• que el 20% de la energía proceda de fuentes renovables;
• una reducción del 20% en la emisión de gases de efecto invernadero.
Las ciudades tienden hacia modelos que permitan reducir el gasto energético individual y global, y que suplan los grandes desequilibrios entre la capacidad de generación de energía y el consumo energético del municipio.
Las redes de suministro eléctrico inteligente o Smart Grids combinan hardware, sistemas de comunicación y software para la interacción bidireccional entre el consumidor final (particular o industrial) y las empresas pertenecientes al sector eléctrico, con la finalidad de optimizar y reducir el consumo energético.
El desarrollo de las Smart Grids pasa por adecuar el marco normativo y realizar importantes inversiones en las redes eléctricas, así como implementar equipos de monitorización de consumos y contadores inteligentes (smart meters) en las instalaciones de los consumidores (públicos o privados).
La gestión energética de los edificios e infraestructuras es de vital importancia para el ahorro y la mejora de la eficiencia energética, debido al elevado consumo que se realiza (alumbrado público, regulación del tráfico, parques y jardines, etc.).
También son de gran importancia las fuentes de energía renovables, por lo que los municipios deben promover su uso y utilizarlas adecuadamente.
Las Empresas de Servicios Energéticos (ESE) proporcionan servicios energéticos de mejora de la eficiencia energética en las instalaciones o infraestructuras de un usuario y afrontan cierto riesgo económico por hacerlo. Estas asumen las inversiones necesarias para la mejora de la eficiencia energética y operan en base a unos contratos cuyo pago se fundamenta, en mayor o menor medida, en las mejoras de la eficiencia energética y en el cumplimiento de los demás requisitos de rendimiento convenidos.
Monitorización de energía. Fuente: IAP Solutions
Al hablar de eficiencia energética en Smart Cities es imprescindible hablar de la estandarización de herramientas TIC que permiten, por una parte, incrementar la transparencia del sector energético mediante el aporte de información en tiempo real entre las instalaciones y las personas, y, por otra parte, fomentar la comunicación multidireccional entre las diferentes personas que influyen en el consumo energético de las instalaciones y de los edificios.
• Edificación sostenible
Según la Comisión Europea, la edificación es responsable del 40% del consumo de energía y del 36% de las emisiones de CO2 en la UE.
La edificación sostenible es aquella que asegura la calidad ambiental y la eficiencia energética de un edificio durante todo su ciclo de vida, desde su fase de diseño y su construcción hasta su fase de mantenimiento y derribo.
Se deben seguir una serie de criterios:
• Integración de energías renovables (solar, eólica, geotérmica, etc.).
• Integración de tecnologías eficientes: limitadores de caudal, sistemas de alumbrado con sensores de presencia, LED, producción de climatización ajustada a la demanda instantánea, conexión a district heatings, calderas de condensación, recuperadores de calor, etc.
• Adecuación a las condiciones del entorno: adaptación a las condiciones climáticas (sistemas de aislamiento, ventilación, etc.), orientación, impacto paisajístico.
• Selección de materiales y métodos constructivos sostenibles.
• Mantenimiento de edificios.
• Deconstrucción y valorización de residuos.
• La monitorización y control de los consumos energéticos.
En este sentido, uno de los objetivos es disponer de edificios con cero emisiones, es decir que el consumo del propio edificio sea tan optimizado que se pueda autogenerar con energías renovables.
Edificio autosostenible. Fuente: KNX Spain
Existen diversos organismos que han elaborado Certificados de Sostenibilidad. Los de uso más extendido son:
• Certificado LEED: recomendado por el Consejo de la Construcción Verde de España.
• BREEAM España: resultado de adaptar esta certificación británica a la realidad española.
• Certificación Energética de Edificios de la UE (Directiva Europea): de obligado cumplimiento para edificios nuevos, así como para edificios y viviendas en venta o alquiler. Todos los edificios nuevos que se construyan a partir del 31 de diciembre de 2020 serán edificios de consumo casi nulo de energía.
La edificación sostenible avanza hacia los edificios de consumo de energía casi nulo mediante el autoconsumo, por el que debe ir estableciéndose un equilibrio entre la energía consumida por el edificio y la generada por sus instalaciones, de forma que las ciudades cada vez más se alejen de ser los sumideros energéticos que actualmente constituyen. Actualmente se estima que cada 1% de aumento de la población supone un 2,5% de aumento del consumo energético en ciudades.
• Seguridad y confianza
El riesgo en las ciudades y regiones está aumentando rápidamente, particularmente en los países en desarrollo, donde la urbanización muchas veces no se produce de manera ordenada.
Las nuevas tecnologías ofrecen la posibilidad de hacer sus ciudades más seguras gracias a la implantación de redes de sensores y sistemas de seguridad interoperables e intercomunicables.
El concepto de resiliencia en una ciudad se refiere a la capacidad de esta para reaccionar ante catástrofes naturales imprevistas o accidentes que causen interrupciones en los servicios urbanos o redes de transporte.
Las TIC se están convirtiendo en un elemento clave a la hora de administrar, supervisar y detectar accidentes, fallos o anomalías del sistema, y además de gestionar situaciones críticas cuando ocurren. Esto incluye la coordinación de la policía, los servicios de rescate o los servicios sanitarios de emergencia, y la vigilancia y gestión de la resiliencia de la ciudad.
Control de accesos por torno. Fuente: Dorlet
Las nuevas tecnologías también permiten mejorar los sistemas de seguridad informáticos y proteger las grandes masas de datos.
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