Kitabı oku: «Excombatientes y fascismo en la Europa de entreguerras», sayfa 2
FASCISMO
Observando la historia de los movimientos y regímenes fascistas europeos, este libro ofrece una perspectiva geográfica y cronológica más amplia que la mayoría de los trabajos sobre la desmovilización posbélica. Al examinar la historia del fascismo en su relación con los excombatientes, debemos observar las más de dos décadas de su evolución, así como trascender el marco del Estado nación que habitualmente ha dado forma a las investigaciones.34 Analizando trasnacionalmente los múltiples estratos de la duradera relación entre los excombatientes y el fascismo, este libro cubre vacíos importantes en el conocimiento del tema y contribuye a una nueva interpretación del fascismo como fenómeno trasnacional.
Aunque la bibliografía sobre el fascismo es ciertamente inmensa, los historiadores apenas han explorado cómo los símbolos, mitos y discursos sobre la guerra construidos por esta ideología se tradujeron en prácticas y políticas sociales. En especial, la relación entre la política excombatiente y el fascismo permanece todavía insuficientemente estudiada. Si bien es cierto que muchos trabajos se han ocupado de examinar la presencia de excombatientes y soldados dentro de los movimientos fascistas,35 tan solo unos pocos han considerado la idea del combatiente como un constructo cultural manipulado tanto por dichos movimientos como por los regímenes fascistas.36 Aunque la importancia de la guerra para el fascismo,37 y en particular para el nacionalsocialismo alemán,38 haya sido resaltada como una cuestión seminal, estos trabajos han tendido a situarse dentro del debate de la «brutalización»39 y raramente han empleado enfoques transnacionales o de largo alcance. Por consiguiente, reconstruir la historia de los discursos y organizaciones fascistas dirigidos a los veteranos de la Gran Guerra es una tarea pendiente, y es desde una perspectiva transnacional desde donde podemos obtener nuevas conclusiones.
¿A qué me refiero cuando hablo de fascismo? Hoy en día existe una creciente tendencia a considerar «fascismo» como un una categoría vaga y contradictoria que los propios sujetos históricos usaron para alcanzar sus objetivos, dentro de un contexto transnacional.40 Siguiendo este planteamiento, parto de la premisa de que existe un fenómeno fascista plural de carácter transnacional que englobaba a diferentes movimientos y regímenes, empezando por el Fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán. En este sentido, rechazo que el fascismo sea un objeto estático o una categoría abstracta en la que deba identificarse un núcleo esencial, ya que los regímenes y movimientos fascistas nunca estuvieron herméticamente aislados de otras manifestaciones políticas de corte autoritario, parafascista o contrarrevolucionario.41 Tal y como ha planteado Michel Dobry, «la categoría de fascismo es el producto de las acciones, luchas y la autoidentificación de los propios actores políticos».42 Por tanto, la mejor manera de comprender esta ideología es situarla en su contexto histórico y poner de manifiesto su transformación y difusión a lo largo y ancho del continente europeo.43 Aquí observaremos el fascismo en acción, es decir, como un proceso expansivo de rápida evolución que, tras su nacimiento en Italia, se manifestó en el contexto transnacional de la Europa de entreguerras. En definitiva, este libro trata del «fascismo transnacional».
Estudiar una ideología y un movimiento político como el fascismo desde un punto de vista transnacional implica atender a las «transferencias multidireccionales» y a la circulación de «ideas, información y recursos».44 La historia transnacional va «más allá de los límites nacionales y busca explorar las conexiones transfronterizas», «entre individuos, identidades no nacionales y agentes no estatales, […] en términos de objetivos compartidos por actores y comunidades, independientemente de su nacionalidad».45 Así, los trabajos sobre «fascismo transnacional» han revelado interconexiones, contactos y rivalidades existentes entre la Italia Fascista y la Alemania nazi, procesos que condujeron a la coalición entre ambas potencias a finales de los años treinta. Se han evidenciado no solo similitudes y diferencias entre ambos regímenes, sino también su estrecho parentesco, lazos e influencia mutua: los movimientos y regímenes fascistas fueron al mismo tiempo ultranacionalistas y transnacionales. Al enfatizar las conexiones e intercambios, los historiadores han demostrado el enorme grado de circulación –incluso transatlántica– del fascismo en entreguerras.46 Hoy en día tenemos claro que, durante los años veinte, el Fascismo italiano inspiró a diversos grupos contrarrevolucionarios, nacionalistas y de derechas en muchos otros países;47 pero también que, a la altura de 1934, Hitler ya había sustituido a Mussolini como el referente principal de la extrema derecha europea. Tras los primeros intentos de cooperación entre fascistas italianos y nacionalsocialistas germanos, su pugna por el liderazgo terminó por consolidar a los nazis como el modelo que seguir por los fascistas europeos, y a Alemania como fuerza motriz del Eje.48 Como quiera que sea, esta estrecha imbricación entre ambos fenómenos evidencia la extensión del fenómeno fascista en la Europa de entreguerras y permite entrever su compleja «naturaleza». De hecho, la perspectiva transnacional puede llegar a promover una redefinición del propio concepto de fascismo.49 Este libro contribuye a extender la práctica de la historia transnacional al observar no solamente el papel de redes de sociabilidad política, de instituciones internacionales y de comunidades de inmigrantes, sino también la transmisión, de un país a otro, de mitos y estereotipos que sintetizaban la ideología fascista, como habrá ocasión de demostrar.
Si la idea de un fascismo transnacional constituye un avance historiográfico ciertamente reciente, un análisis transnacional de la relación histórica entre los veteranos y el fascismo supone ir un paso más allá. Algunas investigaciones ya han sugerido la importancia de los contactos internacionales entre veteranos fascistas, abordando así la dimensión trasnacional de la política excombatiente de entreguerras.50 Por ejemplo, un pequeño número de publicaciones ha indagado en los contactos internacionales y las influencias mutuas entre dirigentes fascistas, nacionalsocialistas y otros líderes excombatientes de diversos países.51 No obstante, el amplio fenómeno transnacional que se percibe detrás de estos contactos bilaterales permanece todavía inexplorado. Este libro revela con detalle esa compleja red de conexiones, encuentros y transferencias que dieron forma a la relación histórica entre excombatientes y fascismo en la Europa de entreguerras.
METODOLOGÍAS
La primera pregunta necesaria para analizar la relación transnacional entre el fascismo y los veteranos en la Europa de entreguerras es la siguiente: ¿por qué y cómo la figura del excombatiente llegó a asociarse con el emergente movimiento e ideología fascista? Para responderla, evitaremos lecturas esencialistas de la tesis mosseana de la «brutalización». También eludiremos ideas preconcebidas sobre los veteranos de guerra. Es erróneo percibirlos como colectivo histórico cohesionado y coherente, que pudo convertirse en un grupo internacionalista pacifista o bien nacionalista y belicoso. Los historiadores a veces se han planteado la cuestión de cuántos veteranos se convirtieron en fascistas «brutalizados» y cuántos no lo hicieron, para de ahí sacar conclusiones sobre la base de un análisis cuantitativo. Pero esta perspectiva simplista conduce a interpretaciones inconcluyentes y superficiales y, lo que es más, comporta asumir de manera acrítica una noción de «veterano» monolítica, esencialista y dada de antemano. Como demostraremos, la categoría de «veterano» fue sobre todo un constructo cultural, cuyo significado se definió históricamente a través de una serie de luchas discursivas y organizativas. Para explicar estos procesos, por tanto, no recurriré al concepto de «brutalización», sino más bien a los de «apropiación simbólica», «estereotipo», y «mito».
El primero de estos conceptos, «apropiación simbólica», es un término empleado habitualmente por antropólogos culturales y sociales. Con él, nos referimos a un proceso por el cual los símbolos, materiales culturales y objetos adquieren un significado específico, asociándose a un determinado grupo humano o poder político. Así, observaremos al «veterano de guerra» como un símbolo transnacional al que le fueron conferidos nuevos significados como resultado de la experiencia de la Primera Guerra Mundial. El capítulo primero abordará el proceso transnacional de apropiación simbólica que tuvo lugar en Europa occidental entre 1917 y 1919 y cuyo resultado fue la consolidación de un conjunto de creencias en torno a lo que llamaré «veteranos antibolcheviques». En este sentido, analizaré los discursos y las representaciones de los excombatientes de ese periodo en diversos países, especialmente la Italia de posguerra, y que dieron lugar a una idea estereotipada del «veterano fascista».
A continuación, el concepto de «estereotipo» nos permitirá examinar el comienzo del proceso de circulación europea del fascismo. «Un estereotipo es un conjunto de creencias acerca de las características personales de un grupo social».52 Aunque los estereotipos tienden a ser negativos, también son una «ayuda para explicar la realidad… un mecanismo que nos ahorra energía… una creencia compartida por un grupo»; siempre contienen un núcleo de verdad.53 Resulta llamativo ver cómo la teoría sobre el origen de los estereotipos54 es aplicable a la formación de la creencia de que muchos fascistas italianos eran veteranos de guerra y viceversa. Una vez que arraigó esta idea, el estereotipo del excombatiente fascista circuló por todo el continente europeo a través de procesos comunicativos que, de acuerdo con la teoría, «pueden jugar un rol esencial en la extensión y perpetuación de los estereotipos sociales».55 De esta manera, el excombatiente fascista se convirtió en una de las encarnaciones más icónicas del fascismo. Tal y como veremos, este estereotipo tuvo una notable influencia a nivel político, ya que no solo los fascistas serían –mayoritariamente–vistos como veteranos de guerra, sino que en muchas ocasiones los veteranos en general fueron suspicaz o entusiásticamente identificados como fascistas o potenciales fascistas. Comprender este fenómeno es extremadamente importante porque, como es bien sabido, en realidad solo una proporción muy pequeña de los excombatientes se convirtieron al fascismo, al menos al principio.
La existencia y circulación de un estereotipo del «veterano fascista» podría haber sido un fenómeno inocuo si el fascismo no hubiera conquistado nunca el poder, pero la Marcha sobre Roma consiguió cristalizar un importantísimo mito. La extendida creencia de que los veteranos italianos habían formado el núcleo de un movimiento político capaz de hacerse rápidamente con el poder, de destruir la amenaza bolchevique y conferir a la comunidad excombatiente un liderazgo al que presuntamente tenían derecho, es lo que denominaré como el «mito de los veteranos fascistas»: una narrativa que permitió dotar de sentido a aquellos eventos, y atribuirles una profunda significación.56
Este libro no solo busca entender cómo se construyó una idea generalizada del «veterano fascista», sino también analizar de qué forma el modelo fascista de política excombatiente se extendió por toda Europa con el paso del tiempo, particularmente durante los años treinta. Para ello, se estudian fenómenos históricos transfronterizos tales como «transferencias», «redes», «circulación» y «encuentros»;57 unos procesos acontecidos en el seno de un poroso espacio geográfico que se correspondió –esencialmente, aunque no exclusivamente– con cuatro países: Italia, Alemania, España y Francia. El Fascismo nació en Italia, por lo que los acontecimientos que tuvieron lugar en dicho país tendrán una relevancia capital para nuestro análisis. Alemania no solo requiere atención para la década de los treinta, sino remontándose hasta 1919. Por su parte, España y Francia se vieron profundamente afectados por lo que sucedía en los países de su entorno, ya que en ambos se impusieron dictaduras de inspiración fascista entre 1939 y 1940. Fascistas y veteranos de guerra desarrollaron contactos transfronterizos en múltiples direcciones, sobre todo dentro de la región que conformaban los cuatro países mencionados. No obstante, diversos acontecimientos importantes también tuvieron lugar lejos de este crucial espacio de comunicación. Por ejemplo, lo que sucedía en determinados momentos en Rusia, Rumanía o Estados Unidos es para nosotros igual de importante que lo sucedido en Milán en 1919, Roma en 1922, Berlín en 1933, París en 1934 o Madrid en 1939. En este sentido, espero que el lector no tome mis poco convencionales saltos narrativos de un país a otro como un síntoma de inconsistencia metodológica, ya que más bien se trata de ajustar este particular marco geográfico al espacio político transnacional del fascismo.
En definitiva, lo que este libro sostiene es que la relación histórica entre excombatientes y fascismo estuvo definida por la manipulación de un conjunto de ideas trasnacionales, culturalmente construidas, y míticas acerca del veterano de guerra. Primero, dicha manipulación permitió al Fascismo italiano convertirse en un movimiento político diferenciado, original e influyente. Segundo, contribuyó a su crecimiento, toma del poder y consolidación dentro de Italia. Tercero, posibilitó la transformación del Fascismo italiano en un fenómeno transnacional en Europa: el fascismo con minúscula. Cuarto, abrió el camino para la creación de una entente fascista internacional entre el Fascismo italiano, el nacionalsocialismo alemán, y otros movimientos. Y quinto, contribuyó de manera crucial a la expansión militar del fascismo y a la imposición de nuevos regímenes fascistas, o inspirados en esta ideología, en España y Francia.
Para sostener estos planteamientos, este libro se cimienta en una robusta base empírica compuesta por fuentes de archivo y publicaciones contemporáneas procedentes de diversos países, sobre todo Italia, Alemania, Francia y España. En este sentido, la fuente primaria empleada con mayor frecuencia ha sido la prensa excombatiente,58 junto a libros y folletos de la época. Por su parte, los archivos estatales, incluyendo los de los ministerios de exteriores, han aportado un significativo componente de fuentes primarias. Aunque algunos historiadores ya habían trabajado este material, yo lo he analizado desde nuevos puntos de vista y buscando evidencias de la a menudo soslayada dimensión transnacional, así como de la circulación transfronteriza de símbolos y discursos. Yendo más allá de la perspectiva del Estado nación, mi comparación sistemática de la prensa publicada simultáneamente en varios países durante el periodo revela una imagen de los acontecimientos históricos distinta y más completa. Además, he recuperado un conjunto de fuentes impresas que nunca habían sido sistemáticamente utilizadas en la investigación histórica, como por ejemplo los diarios de la fascista Associazione Nazionale Combattenti, L’Italia combattente y L’Italia grigio-verde, al tiempo que he recopilado información sobre las acciones y el pensamiento de sujetos históricos que habían sido en buena medida obviados hasta ahora por los historiadores.
La estructura del libro es relativamente simple. Se compone de tres partes, cada una de ellas formada por dos capítulos. La primera aborda los inicios de la conexión transnacional entre veteranos y fascismo: el capítulo primero analiza los orígenes de este vínculo durante la Gran Guerra y la inmediata posguerra, mientras que el capítulo segundo, centrado en Italia, muestra cómo se construyó el Fascismo italiano sobre dicha base y cómo esto tuvo un tremendo impacto en el extranjero. La segunda parte de la obra analiza los años veinte: el capítulo tercero estudia la fascistización de la política excombatiente en Italia, al tiempo que el cuarto muestra cómo el vínculo mítico entre veteranos y fascismo se extendió por Europa, contribuyendo a la aparición de otros movimientos fascistas. Finalmente, la tercera parte profundiza en los años treinta: el capítulo quinto explica cómo las políticas excombatientes fascistas confluyeron en Europa occidental, mientras que el capítulo sexto aborda los acontecimientos finales de esa relación transnacional entre veteranos y fascismo, esto es, las nuevas guerras y la imposición de dictaduras en Francia y España.
1 En este libro, fascismo, en minúscula, se refiere al fenómeno transnacional, y Fascismo, en mayúscula, únicamente al movimiento original italiano y al posterior régimen.
2 Carl von Clausewitz: On War (editado y traducido por Michael Howard y Peter Paret), Princeton, Princeton University Press, 1984, p. 605.
3 Thomas Hippler: Citizens, Soldiers and National Armies. Military Service in France and Germany, 1789-1830, Londres, Routledge, 2008.
4 John Gooch: Army, State and Society in Italy, 1870-1915, Houndmills, Macmillan, 1989; Anja Johansen: «Violent Repression or Modern Strategies of Crowd Management? Soldiers as riot police in France and Germany, 1890-1914», French History 15, 2001, pp. 400-420.
5 Rafael Núñez Florencio: Militarismo y antimilitarismo en España, Madrid, CSIC, 1990.
6 Véase, por ejemplo, Gérard de Puymége: Chauvin, le soldat-laboureur: contribution à l’étude des nationalismes, París, Gallimard, 1993.
7 Marco Fincardi: «I reduci risorgimentali veneti e friulani», Italia contemporanea 222, 2001, pp. 79-83.
8 Alex Hall: «The War of Words: Anti-socialist Offensives and Counter-propaganda in Wilhelmine Germany 1890-1914», Journal of Contemporary History 11, 2-3, 1976, pp. 11-42.
9 Stéphane Audoin-Rouzeau: Combattre. Une anthropologie historique de la guerre moderne, XIXe-XXIe siècle, París, Seuil, 2008; David A. Gerber (ed.): Disabled Veterans in History, Michigan, University of Michigan Press, 2000.
10 Robert Wohl: The Generation of 1914, Cambridge (MA), Harvard University Press, 1979; Paul Fussell: The Great War and Modern Memory, Oxford, Oxford University
Press, 1975 [traducción al español: Paul Fussell: La Gran Guerra y la memoria moderna, Madrid, Turner, 2006]; Mario Isnenghi, Il mito della Grande Guerra, Bari, Laterza, 1970.
11 Véase Richard Bessel: «The Front Generation and the politics of Weimar Germany», en Mark Roseman (ed.): Generations in Conflict. Youth Revolt and Generation Formation in Germany, 1770-1968, Cambridge, Cambridge University Press, 2005, pp. 121-136.
12 Eric J. Leed: No Man’s Land. Combat & Identity in World War I, Cambridge, Cambridge University Press, 1979; Martin Crotty y Mark Edele: «Total War and Entitlement: Towards a Global History of Veteran Privilege», Australian Journal of Politics and History 59, 1, 2013, pp. 15-32.
13* N. del T.: En castellano, el término de uso más frecuente es excombatiente, que también se empleará en este libro como equivalente de war veteran o veteran. El empleo del término excombatiente para definir a los veteranos de guerra proviene en buena medida de la época franquista, ya que fue empleado por la dictadura para denominar a los soldados que habían combatido en la Guerra Civil española.
14 René Remond: «Les anciens combattants et la politique», Revue française de science politique, 5ème année, 2, 1955, pp. 267-290; Graham Wootton: The Politics of Influence.
British Ex-Servicemen, Cabinet Decisions and Cultural Change (1917-57), Londres, Routledge & Kegan Paul, 1963; Elliott Pennell Fagerberg: The ‘Anciens Combattants’ and French Foreign Policy, tesis doctoral inédita, Université de Genève, 1966.
15 Robert G. L. Waite: Vanguard of Nazism. The Free Corps Movement in Postwar Germany 1918-1923, Cambridge (MA), Harvard University Press, 1952.
16 Volker R. Berghahn: Der Stahlhelm. Bund der Frontsoldaten, Düsseldorf, Droste, 1966; Alois Klotzbücher: Der politische Weg des Stahlhelm, Bund der Frontsoldaten in der Weimarer Republik. Ein Beitrag zur Geschichte der ‘Nationalen Opposition’ 1918-1933, conferencia inagural, Friedrich-Alexander-Universität zu Erlangen-Nürnberg, 1964; Karl Rohe: Das Reichsbanner Schwarz Rot Gold: Ein Beitrag zur Geschichte und Struktur der politischen Kampfverbaende zur Zeit der Weimarer Republik, Düsseldorf, Droste, 1966; Kurt G. P. Schuster: Der Rote Frontkämpferbund 1924-1929, Düsseldorf, Droste, 1975; C. J. Elliot: «The Kriegervereine and the Weimar Republic», Journal of Contemporary History 10, 1, 1975, pp. 109-129; Ulrich Dunker: Der Reichsbund jüdischer Frontsoldaten 1919-1938. Geschichte eines jüdischen Abwehrvereins, Düsseldorf, Droste, 1977.
17 Giovanni Sabbatucci: I combattenti nel primo dopoguerra, Roma / Bari, Laterza, 1974. Véase igualmente Ferdinando Cordova: Arditi e legionari Dannunziani, Padua, Marsilio, 1969.
18 Antoine Prost: Les Anciens Combattants et la Societé Française 1914-1939, 3 vols., París, Presses de la Fondation Nationale des Sciences Politiques, 1977; también, Antoine Prost: In the Wake of War. The ‘Anciens Combattants’ and French Society, Providence / Oxford, Berg, 1992. Cf. Chris Millington, From Victory to Vichy. Veterans in Inter-war France, Manchester / Nueva York, Manchester University Press, 2012.
19 Stephen R. Ward (ed.): The War Generation. Veterans of the First World War, Port Washington (NY) / Londres, Kennikat Press, 1975.
20 Emilio Gentile: Le origine della ideologia fascista, Bari, Laterza, 1975; igualmente, Emilio Gentile: Storia del partito fascista. 1919-1922. Movimento e milizia, Roma / Bari, Laterza, 1989.
21 George L. Mosse: The Crisis of German Ideology, Intellectual Origins of the Third Reich, Nueva York, The Universal Library, 1964, pp. 254-257.
22 George L. Mosse: Fallen Soldiers. Reshaping the Memory of the World Wars, Nueva York, Oxford University Press, 1990 [traducción al español en George L. Mosse: Soldados caídos. La transformación de la memoria de las guerras mundiales, Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2016].
23 Omer Bartov: Mirrors of Destruction. War, Genocide, and Modern Identity, Oxford, Oxford University Press, 2000, pp. 16-22; Stéphane Audoin-Rouzeau y Annette Becker: 14-18, retrouver la Guerre, París, Gallimard, 2000, pp. 313-314; Angelo Ventrone: La seduzione totalitaria. Guerra, modernità, violenza politica (1914-1918), Roma, Donzelli, 2003; Enzo Traverso: A ferro e fuoco. La guerra civile europea, 1914-1945, Bolonia, Il Mulino, 2007 [traducción española: Enzo Traverso, A sangre y fuego. De la guerra civil europea (1914-1945), Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2009]; Alexander Mesching: Der Wille zur Bewegung. Militärischer Traum und totalitäres Programm. Eine Mentalitätsgeschichte vom Ersten Weltkrieg zum Nationalsozialismus, Bielefeld, Transcript, 2008.
24 Dirk Schumann: «Europa, der Erste Weltkrieg und die Nachkriegszeit: eine Kontinuität der Gewalt?», Journal of Modern European History 1, 1, 2003, pp. 24-43; Antoine Prost:
«Les limites de la brutalisation. Tuer sur le front occidental, 1914-1918», Vingtième Siècle. Revue d’histoire 81, 2004, pp. 5-20.
25 Richard Bessel: Germany after the First World War, Oxford, Clarendon Press, 1993.
26 Benjamin Ziemann: War Experiences in Rural Germany 1914-1923, Oxford / Nueva York, Berg, 2007, pp. 211-268; Íd., Contested Commemorations, Republican War Veterans and Weimar Political Culture, Cambridge, Cambridge University Press, 2013.
27 John Horne (dir.): «Démobilisations culturelles après la Grande Guerre», 14-18 Aujourd’hui, Today, Heute 5, 2002; Julia Eichenberg y John Paul Newman (eds.): The Great War and Veterans’ Internationalism, Nueva York, Palgrave, 2013.
28 Bruno Cabanes: La Victoire endeuillée. La sortie de guerre des soldats français (1918-1920), Seuil, París, 2004; Jon Lawrence: «Forging a Peaceable Kingdom: War, Violence, and Fear of Brutalization in Post-First World War Britain», The Journal of Modern History 75, 3, 2003, pp. 557-589; Adam R. Seipp: The Ordeal of Peace. Demobilization and the Urban Experience in Britain and Germany, 1917-1921, Farnham, Ashgate, 2009.
29 Boris Barth: Dolchstosslegenden und politische Desintegration. Das Trauma der deutschen Niederlage im Ersten Weltkrieg 1914-1933, Düsseldorf, Droste, 2003.
30 Robert Gerwarth: «The Central European Counter-Revolution: Paramilitary Violence in Germany, Austria and Hungary after the Great War», Past and Present 200, 2008, pp. 175-209.
31 Robert Gerwarth y John Horne (eds.): War in Peace. Paramilitary Violence in Europe after the Great War, Oxford, Oxford University Press, 2012; Mark Edele y Robert Gerwarth (eds.): Special Issue: «The Limits of Demobilization», Journal of Contemporary History 50, 1, 2015.
32 Giulia Albanese: «Brutalizzazione e violenza alle origini del fascismo», Studi Storici 55, 1, 2014, pp. 3-14.
33 Marco Mondini: La politica delle armi. Il ruolo dell’esercito nell’avvento del fascismo, Laterza, Roma / Bari, 2006; Marco Mondini y Guri Schwarz: Dalla guerra alla pace. Retoriche e pratiche della smobilitazione nell’Italia del Novecento, Verona, Cierre edizioni / Istrevi, 2007, pp. 23-113.
34 Ángel Alcalde: Los excombatientes franquistas. La cultura de guerra del fascismo español y la Delegación Nacional de Excombatientes (1936-1965), Zaragoza, Prensas de la Universidad de Zaragoza, 2014; Niels Löffelbein: Ehrenbürger der Nation. Die Kriegsbeschädigten des Ersten Weltkriegs in Politik und Propaganda des Nationalsozialismus, Essen, Klartext: 2013; Robert Weldon Whalen: Bitter Wounds. German Victims of the Great War, 1914-1939, Ithaca / Londres, Cornell University Press, 1984; Deborah Cohen: The War Come Home. Disabled veterans in Britain and Germany, 1914-1939, Berkeley, University of California Press, 2001.
35 Michael Mann: Fascists, Cambridge / Nueva York, Cambridge University Press, 2004 [edición en castellano: Fascistas, Valencia, Publicacions de la Universitat de València, 2007]; Sven Reichardt: Faschistische Kampfbünde. Gewalt und Gemeinschaft im italienischen Squadrismus und in der deutschen SA, Colonia / Weimar / Viena, Böhlau, 2002.
36 Matthias Sprenger: Landsknechte auf dem Weg ins Dritte Reich? Zu Genese und Wandel des Freikorpsmythos, Paderborn, Ferdinand Schöning, 2008. Véase también Benjamin Ziemann: «Die Konstruktion des Kriegsveteranen und die Symbolik seiner Erinnerung 1918-1933», en Jost Dülffer y Gerd Krumeich (eds.): Der verlorene Frieden. Politik und Kriegskultur nach 1918, Essen, Klartex-Verlag, 2002, pp. 101-118.
37 Simonetta Falasca-Zamponi: Fascist Spectacle. The Aesthetics of Power in Mussolini’s Italy, Berkeley, University of California Press, 1997, pp. 162-182; Philip Morgan: Italian Fascism, 1915-1945, 2.ª ed., Nueva York, Palgrave Macmillan, 2004.
38 Gerd Krumeich (ed.): Nationalsozialismus und Erster Weltkrieg, Essen, Klartext, 2010; Thomas Kühne, Kameradschaft. Die Soldaten des nationalsozialistischen Krieges und das 20. Jahrhundert, Gotinga, Vandenhoeck & Ruprecht, 2006.
39 Arndt Weinrich: Der Weltkrieg als Erzieher. Jugend zwischen Weimarer Republik und Nationalsozialismus, Essen, Klartext Verlag, 2013, pp. 21-25: Alessandro Salvador y Anders G. Kjøstvedt (eds.): New Political Ideas in the Aftermath of the Great War, Cham, Palgrave Macmillan, 2017, p. xiv.
40 Kevin Passmore: «L’historiographie du “fascisme” en France», French Historical Studies 37, 3, 2014, pp. 466-499; Samuel Huston Goodfellow: «Fascism as a Transnational
Movement: The Case of Inter-War Alsace», Contemporary European History 22, 1, 2013, pp. 87-106.
41 Aristotle A. Kallis: «“Fascism”, “Para-fascism” and “Fascistization”: On the Similarities of Three Conceptual Categories», European History Quarterly 33, 2, 2003, pp. 219-249.
42 Michel Dobry: «Desperately Seeking “Generic Fascism”: Some Discordant Thoughts on the Academic Recycling of Indigenous Categories», en António Costa Pinto: Rethinking the Nature of Fascism, pp. 53-84; cf. Roger Griffin: The Nature of Fascism, Londres, Printer Publishers, 1991.
43 Robert O. Paxton: The Anatomy of Fascism, Nueva York, Knopf, 2004 [traducción española, en Robert O. Paxton: Anatomía del fascismo, Madrid, Península, 2005]; Philip Morgan: Fascism in Europe, 1919-1945, Londres, Routledge, 2003.
44 Martin Durham y Margaret Power (eds.): New Perspectives on the Transnational Right, Nueva York, Palgrave Macmillan, 2010, p. 3; véase también Sven Reichardt y Armin Nolzen (eds.): Faschismus in Italien und Deutschland. Studien zu Transfer und Vergleich, Gotinga, Wallstein, 2005.
45 Akira Iriye: Global and Transnational History: The Past, Present and Future, Basingstoke, Palgrave Macmillan, 2012, pp. 11 y 15.
46 Federico Finchelstein: Transatlantic fascism. Ideology, violence, and the sacred in Argentina and Italy, 1919-1945, Durham, Duke University Press, 2010.
47 Hans Woller: Rom, 28. Oktober 1922. Die faschistische Herausforderung, Múnich, Dtv, 1999, pp. 20-57; Christian Goeschel: «Italia Docet? The Relationship between Italian Fascism and Nazism Revisited», European History Quarterly 42, 2012, pp. 480-492.
48 Arnd Bauerkämper: «Transnational Fascism: Cross-Border Relations between Regimes and Movements in Europe, 1922-1939», East Central Europe 37, 2010, pp. 214-246; véase también Salvatore Garau: «The Internationalisation of Italian Fascism in the face of German National Socialism, and its Impact on the British Union of Fascists», Politics, Religion & Ideology 15, 1, 2014, pp. 45-63.
49 Glenda Sluga: «Fascism and Anti-Fascism», en Akira Iriye y Pierre-Yves Saunier (eds.): The Palgrave Dictionary of Transnational History, Basingstoke / Nueva York, Palgrave Macmillan, 2009.