Kitabı oku: «Diseño gráfico de productos editoriales multimedia. ARGN0110», sayfa 2
3.2. La escala y la sección áurea
En el dibujo descriptivo se denomina escala a la relación de tamaño entre un dibujo y el objeto real que representa. Se expresa mediante el cociente E a/b, donde “a/b” expresa la razón matemática entre realidad y representación, siendo “a” una medida del dibujo y “b” la medida real. Así, un dibujo que representa un objeto a la mitad de su tamaño, por ejemplo, tendría una escala E ½.
Existen dos tipos de escalas: de reducción (en las que el dibujo queda a un menor tamaño del original), y de ampliación (en las que el dibujo se representa a un tamaño mayor).
En el ámbito del diseño gráfico, la escala de cada figura se define en relación con los elementos circundantes, o bien por la experiencia perceptual del espectador. El diseñador debe tener en cuenta ambos factores en sus composiciones.
Imagen publicitaria en la que se juega con el concepto de escala
La sección áurea
La sección áurea, también conocida como número áureo, proporción áurea o incluso divina proporción, es un número algebraico irracional (esto es, que tiene infinitos decimales) definido por (1+ √5)/2. Su descubrimiento se atribuye a Vitruvio en el siglo I a.C., quien observó en él propiedades matemáticas que se manifiestan en numerosos elementos de la naturaleza (configuración de las formas, secuencias de crecimiento, proporciones...). En el ámbito estético, las figuras que guardan esta relación proporcional dan sensación de buena forma y belleza.
Proporción áurea en una hoja
Sabía que...
Podemos encontrar proporciones áureas en obras tan dispares como la pirámide de Gizeh, el Partenón, el formato de los papeles en la norma DIN, las estructuras formales de algunas composiciones clásicas o incluso la ubicación de las efes en los violines.
Aplicando este número al campo del diseño, decimos que las composiciones que se rigen por el número áureo tienen una relación de aspecto de 5 a 8, o bien de 1 a 1’6. Esta ratio se utiliza muy a menudo en la maquetación para ubicar los encabezados, para la relación de tamaño (ratio) entre titulares y cuerpo de texto, etc.
3.3. El equilibrio en una composición. Proporción y consistencia
En este apartado vamos a estudiar cómo la disposición de los elementos pueden condicionar su lectura, y cuáles son los principios que hacen que unas composiciones parezcan más acertadas que otras.
El peso visual
Al hacer la lectura de una imagen, nuestro cerebro tiende a atribuir un peso a las figuras que la componen. La interacción de pesos visuales en una composición hará que parezca equilibrada o no, y establecerá una jerarquía entre sus elementos.
El peso visual está condicionado por varios factores: la forma, la posición y el color.
La forma (tamaño, textura y contorno)
Por una parte, los objetos más grandes tienden a tener más peso visual que los pequeños. Por otra parte, la profusión de detalles, la textura y los contornos definidos añaden peso a la forma.
La posición
Los objetos tienen un peso mayor:
1 Cuanto más arriba están dentro del campo visual.
2 Cuanto más centrados están.
3 Los que están a la derecha pesan más que los que están a la izquierda.
El color
Las formas de colores más intensos (rojo, naranja) tienen mayor peso que las de colores suaves o grisáceos. Igualmente, los tonos claros sobre fondo oscuro pesan más que a la inversa, y las masas de color negro pesan más que las blancas.
El equilibrio
De acuerdo con los conceptos que estamos viendo de masas y peso visual, podemos deducir que una imagen se percibe como equilibrada cuando los pesos que la componen están compensados espacialmente.
El equilibrio en una imagen es un recurso compositivo fundamental. Se puede alcanzar el equilibrio mediante dos vías: simetría o compensación de masas.
Equilibrio por simetría
En las composiciones simétricas, el equilibrio se obtiene distribuyendo los pesos de manera equidistante respecto a un eje de simetría. Este tipo de composiciones suele ser más clásico y reposado para la vista.
La escuela de Atenas, ejemplo de imagen de composición simétrica
Cartel publicitario de composición simétrica
Equilibrio por compensación de masas
Otra forma de componer, más audaz, es no respetar un patrón simétrico y compensar cada masa que se ponga en el plano visual, con otra diferente en ubicación, tamaño, textura, etc., pero de peso visual equivalente.
Este tipo de composición crea una mayor tensión y es más informal y versátil.
Composición fotográfica equilibrada por compensación de masas
Aplicación práctica
Su empresa ha recibido un encargo para hacer un DVD interactivo sobre hip-hop español. ¿Qué criterios compositivos debería utilizar en el diseño del menú principal del mismo?
SOLUCIÓN
En líneas generales, nos interesa que la composición sea juvenil y dinámica. Respecto a las estructuras formales, unas líneas de fuerza oblicuas transmitirán dinamismo. Las masas poligonales o triangulares, al expresar inestabilidad y movimiento, darán un buen resultado. La composición, por otro lado, debería equilibrarse por compensación de masas, para un resultado más informal.
La proporción
La proporción es la relación de tamaño entre las partes de una forma. Ha sido ampliamente estudiada desde el arte de la Grecia Clásica, en especial la proporción en el cuerpo humano. En todas las manifestaciones y estilos artísticos se ha buscado la proporción como una expresión de belleza, o bien de un ideal artístico.
El canon es como se denomina a la norma universal que rige las proporciones. En las culturas antropocéntricas, donde el hombre es la medida de las cosas, se estableció un canon de medidas de cada parte del cuerpo, estudiando cuerpos considerados hermosos y encontrando relaciones métricas comunes entre ellos. Policleto estableció en la Grecia Clásica un canon de 7 cabezas en la altura del cuerpo humano (Lisipo, en cambio, de 8). En el Renacimiento, artistas como Leonardo hicieron profundos estudios anatómicos que relacionaban matemáticamente no solo la altura, sino también todas las partes del cuerpo entre sí. En otras culturas, más primitivas o espirituales (Egipto, Edad Media, arte africano...) los cánones se apartaban de la belleza clásica para expresar otros ideales de orden divino, místico o espiritual. Otros artistas han creado su propio canon de medidas atendiendo a su sensibilidad estética, como El Greco o artistas del siglo XIX y XX del expresionismo, cubismo, etc.
Sea la obra de corte realista, clásico o contemporáneo, la proporción juega un papel importante porque aporta información sobre conceptos filosóficos y espirituales que la obra pretende expresar.
El hombre de Vitruvio, por Leonardo da Vinci
3.4. Ritmo, jerarquía y unidad
Ritmo, jerarquía y unidad son tres conceptos importantes relacionados con la composición. Tienen un común denominador, y es que los tres surgen de la conjunción de varios elementos asociados entre sí.
El ritmo
El ritmo es un concepto que habitualmente se asocia a la música, pero que también está presente en el lenguaje visual. Al igual que en el sonido, el ritmo en la imagen es la repetición secuenciada de un mismo elemento, creando una sensación de continuidad y movimiento. El elemento que se repite se denomina módulo.
También como en el sonido, la repetición puede producirse entre varios elementos diferentes que se repiten alternadamente, o mediante variaciones ordenadas del mismo módulo. Esto produce diferentes tipos de ritmo. Algunos de los más importantes son:
1 Ritmo creciente o decreciente. Es cuando el módulo aumenta o disminuye de tamaño en el sentido de la lectura que tenga la imagen en cuestión.
2 Ritmo alterno. Es cuando varios módulos se repiten alternativamente.
3 Red modular. Es cuando un módulo se repite el suficiente número de veces para crear una sensación de superficie o textura.
Sabía que...
El artista holandés M. C. Escher se hizo célebre por sus figuras imposibles, pero también realizó infinidad de imaginativas redes modulares, que combinaban genialmente conceptos geométricos y orgánicos.
Red modular. por M. C. Escher
Jerarquía
Como hemos visto, la lectura de una imagen no se realiza uniformemente. El cerebro tiende a buscar figuras de mayor importancia, en torno a las cuales estructura el resto de elementos. A este proceso se le denomina jerarquía visual.
El ojo del espectador no mira una imagen fijamente, sino que va desplazándose por ella de un lado a otro constantemente y a cierta velocidad. Del mismo modo que en la lectura ordinaria, la mirada tiene tendencia a desplazarse de izquierda a derecha, pero no lo hace de manera ordenada y siguiendo renglones. El orden en que se mira varía de una imagen a otra y depende de la jerarquía de los elementos que la componen. Las partes de la imagen con mayor importancia son vistas durante más tiempo y un número mayor de veces.
En las composiciones podemos encontrar, atendiendo a su jerarquía:
1 Elementos dominantes. Son los que más llaman la atención, por sus características compositivas, tamaño, color o temática.
2 Elementos secundarios. Tienen menor importancia que los dominantes.
3 Contrapunto. Los elementos en contrapunto son aquellos que crean una tensión visual por oposición a los dominantes; tienen unas características muy diferentes y están claramente diferenciados respecto a ellos.
En una buena composición es importante otorgar a una jerarquía adecuada a la información, para que la imagen tenga una lectura clara y ordenada.
Actividades
6. Realice una composición abstracta donde haya una figura dominante, varias secundarias y un contrapunto. Justifique por escrito cuál es la cualidad formal que hace que cada figura tenga su función.
Unidad
El concepto de unidad se refiere a la coherencia interna que debe regir una composición, en cuanto el espectador debe percibirla como una sola cosa y no la yuxtaposición de muchas formas. Conseguir unidad en una composición no implica necesariamente que haya un solo elemento en ella; sino que los elementos puestos en juego sean solo los necesarios, y tengan suficientes propiedades en común para ser percibidos como una sola cosa; o bien estén agrupados de tal forma que tengan una composición unitaria y clara.
Unidad en una composición
4. El contraste de tono y de escala
A. Dondis, en La sintaxis visual, realiza un excelente estudio sobre el contraste en la imagen, enumerando una serie de conceptos que sirven para crear contraste en la composición. De entre ellos vamos a destacar el tono y la escala.
4.1. Contraste de tono
Llamamos tono a la luminosidad de un objeto, es decir, la cantidad de luz que este refleja. No obstante, también se utiliza este término para referirse a una muestra de color cualquiera. El concepto de contraste de tono incluye ambas acepciones: luminosidad y color.
Contraste de grises
El contraste de tono más elemental es el de claro y oscuro. Los colores claros tienden a destacar sobre los oscuros predominando sobre estos, y parecen estar delante de los mismos. Por el contrario, los colores oscuros tienen más peso visual que los claros.
Además, la luminosidad de un plano puede parecernos mayor o menor en función de los tonos circundantes.
El contorno de una figura se percibe más nítido cuanto más contrastado esté respecto a su dintorno, sea por diferencia de luminosidad o de matiz. Esta norma rige tanto para imágenes acromáticas, como para combinaciones de colores.
En el caso de los colores complementarios, el contraste es tan fuerte que crea cierta reverberación visual en los contornos, como puede percibirse en la siguiente imagen.
Contraste de color
El contraste de tono entendido como color es más complejo y por tanto ofrece más posibilidades. Joseph Albers, en La interacción del color, hizo un estudio práctico muy interesante sobre el modo en que la percepción de un color se ve modificada por los tonos que lo rodean.
Respecto al contraste entre colores oscuros y claros, como hemos visto, un color parece más luminoso si el contraste con los tonos circundantes es más fuerte. El que está rodeado por un color más oscuro, también parece tener una claridad mayor. Del mismo modo, la profundidad aparente entre figura y fondo parece mayor cuanto más es el contraste entre ambos.
También es interesante destacar que los colores que en el círculo cromático están más separados entre sí producen un contraste mayor, siendo el contraste extremo el de colores complementarios.
Actividades
7. Cree una imagen en un solo color plano a partir de una silueta. Coloree figura y fondo con un par de colores complementarios. Repita el ejercicio con colores adyacentes en el círculo cromático y compare el efecto visual de ambos.
4.2. Contraste de escala
El contraste de escala consiste en la contraposición de elementos a tamaños inusuales, inesperados o irreales. Es un tipo de contraste de efecto psicológico potente y llama mucho la atención del espectador.
Pero el contraste de escala no consiste únicamente en presentar elementos figurativos a tamaños antinaturales con fines expresivos. También se refiere a la combinación de elementos formales muy dispares en tamaño, color o textura, con el fin de volcar la atención del espectador en el elemento discordante.
Contraste de escala
Actividades
8. Realice un collage donde se produzca un contraste de escala, a partir de fotografías publicitarias o de revistas.
5. Bases de la síntesis visual
Los procesos intelectuales de análisis y síntesis son comunes a todos los ámbitos de la percepción. El análisis consiste en la aprehensión pormenorizada de una realidad, estudiándola de forma detallada en cada una de sus partes. La síntesis es un proceso en el que nuestra mente elimina datos superfluos de una realidad, estableciendo organizaciones y jerarquías para llegar a una idea que, siendo más simple que el hecho del que parte, la define de una manera global y extrapolable a otras.
5.1. Conceptos básicos sobre análisis y síntesis visual: sencillez, claridad, estética e impacto visual
Podríamos simplificar diciendo que un análisis describe una realidad, mientras que una síntesis la resume. Son procesos que se realizan en la percepción de forma natural e inconsciente, pero que también pueden efectuarse de manera intencionada, llegando a una percepción más profunda y especializada.
Análisis de una imagen
Cuando procedemos a un análisis de la imagen, encontramos una serie de elementos interrelacionados que hacen posible la comunicación:
1 Los elementos visuales son signos formales que percibimos; los que dan a la imagen su aspecto aparente: forma, color, tamaño, textura.
2 Los elementos conceptuales son aquellas ideas o conceptos que asociamos a los elementos visuales. Así, los elementos abstractos como punto, línea, masa o plano son conceptuales, e igualmente lo sería la identificación figurativa de lo que hay en la imagen.
3 Los elementos de relación son los que asocian conceptos e ideas entre lo visual y lo conceptual. La evocación psicológica de una imagen (el apetito que pueda sugerir la imagen de un postre, por ejemplo) sería un elemento de relación, pero también aquellos elementos organizativos que asocian lo visual con lo estructural, es decir, la composición, el equilibrio, la proporción, etcétera.
Significante y significado
Cuando analizamos una imagen tenemos que tener en cuenta por un lado todos los aspectos formales de la misma, que incluirán sus elementos visuales y algunos elementos conceptuales como punto, línea o plano. La semiótica, que es la ciencia que estudia la comunicación, denomina a esto significante. Significante es el conjunto de signos que conforman un mensaje visual, textual, o de otro tipo.
Significado es, por otro lado, la interpretación que se hace del significante. Esta interpretación incluye diversos aspectos:
1 Valores expresivos. Serían los sentimientos o valores que transmite la imagen.
2 Temática. Es la historia, tema o contexto externo a la imagen a la que esta alude.
3 Simbolismo. Es un significado que se atribuye a la imagen sin que esta tenga una relación causal o directa con dicho significado.
Denotación y connotación
La lectura de una imagen conlleva un proceso intelectual de entendimiento, que implica que el espectador ponga parte de su inteligencia y experiencia en el proceso. Algunos semióticos como Umberto Eco han estudiado con profundidad este fenómeno hasta llegar a afirmar que el discurso de una obra de arte no es solo lo que el creador escribe, sino también lo que el espectador interpreta, en un concepto que denomina “obra abierta”. Por tanto, a la hora de diseñar tenemos que tener muy en cuenta a nuestros espectadores potenciales y prever lo que ellos puedan interpretar de nuestro trabajo, ya que su respuesta en cierto modo formará parte del mismo.
La lectura de una imagen tiene dos dimensiones: denotativa y connotativa.
Lectura denotativa
La lectura denotativa es el reconocimiento intelectual de todos los elementos visuales; es la lectura descriptiva de los significantes en una imagen. Todo ello conforma lo que se denomina discurso denotativo. Incluiría:
1 Descripción de la imagen (formas, color y textura).
2 Análisis formal (elementos conceptuales y composición).
Lectura connotativa
La lectura connotativa es la que realiza las asociaciones intelectuales y psicológicas que llevan a atribuir significado a la imagen: su expresividad, su temática y su simbología. Este análisis es mucho más complejo, puesto que intervienen diferentes factores según la imagen (culturales, sociales, emocionales, etcétera). Todo ello conformaría el discurso connotativo de la imagen.
Actividades
9. Busque una imagen publicitaria y realice un análisis de la misma por apartados, siguiendo el esquema explicado en el punto anterior.
Síntesis de una imagen
El concepto de síntesis en una imagen se refiere al modo en que el diseñador maneja el lenguaje visual para dirigir al espectador en la lectura de la misma, eliminando elementos superfluos por un lado, y por otro organizando los elementos importantes para sugerir sensaciones o impresiones acordes a la intención de la obra. La síntesis en el diseño es una necesidad para que el producto cumpla con sus funciones de idoneidad y funcionalidad. Pero para llegar a esta síntesis, es preciso que el diseñador parta de un análisis profundo de la idea que pretende transmitir. En el proceso de síntesis, todo aquello que distraiga de la idea principal: exceso de ornamento, multiplicidad de elementos injustificados, etc., se convertirá en “ruido visual” que distraerá de lo que realmente importa, y aturdirá al usuario. Es por lo que un buen diseño debe tender a la sencillez, la claridad, la estética y el impacto visual.
Entendemos por sencillez que debemos reducir al mínimo los elementos necesarios en una composición. Un exceso formal saturará la lectura de la imagen; tiene mucha más efectividad una idea sencilla pero bien expuesta.
La claridad es imprescindible en un diseño. El espectador no tiene que percibir el producto como complejo o confuso. Si es necesario que haya cierta profusión de elementos, estos deben estar correctamente jerarquizados para ser percibidos en conjunto con facilidad. En el campo de la navegabilidad de los productos multimedia, esto es fundamental.
La estética es lo que aporta identidad y personalidad al producto. A la hora de elegir una estética es fundamental no solo que esta sea adecuada respecto al contenido, original e interesante, sino también que exista una coherencia visual entre todos los elementos, para que ninguno parezca fuera de lugar.
El impacto visual es la capacidad que tiene un diseño de causar impresión en el espectador a través de alguno de sus elementos. Puede producirse a nivel formal, cuando algún elemento formal crea tensión con respecto al resto (en color, composición, textura, etc.), o a nivel semántico, cuando el significado de un elemento crea un contraste notable con los demás, una transgresión de conceptos o está en un contexto inesperado.
Impacto visual
Aplicación práctica
Está usted realizando la página web para una caja de ahorros. Su cliente desea que su página sea muy navegable, fácil de entender y que transmita transparencia, rentabilidad y honestidad. ¿Qué criterios generales debería seguir para sintetizar la lectura de la página principal?
SOLUCIÓN
Deben prevalecer los criterios de claridad y sencillez por encima del impacto visual. La distribución de menús y campos de texto debe ser ordenada y reducida, con una jerarquización clara. La estética, por otra parte, debe respetar la imagen corporativa de la empresa, por lo que utilizaremos los colores y tipografías de la misma sin improvisaciones.