Kitabı oku: «El fin de los tiempos», sayfa 2
Ian Murray registra esta afirmación humorística, pero reveladora, de Charles Haddon Spurgeon que vivió justo en el tiempo en que la distinción Iglesia-Israel estaba comenzando a ser proclamada por Darby y sus hermanos. Da testimonio de la novedad con la que el Dispensacionalismo golpeó al gran predicador bautista del siglo pasado.
Spurgeon declaró:
“¡incluso hemos escuchado afirmar que aquellos que vivieron antes de la venida de Cristo no pertenecen a la iglesia de Dios! Nunca sabremos qué es lo que tendremos que oír a continuación, y tal vez es una bendición que esos disparates sean revelados de uno en uno, para que podamos soportar su estupidez sin morir de asombro (Vol. 15, 8).9
Con el surgimiento de lo que se conoce como Premilenarismo Dispensacionalista o simplemente Dispensacionalismo, se había dado a luz a un sistema de escatología claramente diferente del Premilenarismo. Difería del Premilenarismo Histórico o del pacto en dos sentidos: Primero, separaba o distinguía a Israel y a la Iglesia. Segundo, enseñaba un regreso de Cristo secreto y pretribulacional. Ambas peculiaridades eran perspectivas escatológicas novedosas. El hecho de que Feinberg afirme algún precedente histórico en las primeras edades de la iglesia cristiana es completamente inapropiado.
Parte II ¡LA ESCATOLOGÍA HECHA SIMPLE
Capítulo 3
Un Asunto
De Interpretación
Con este capítulo llegamos a un punto crucial en nuestro estudio. En el capítulo anterior echamos un breve vistazo general a la historia de la iglesia sobre el tema de la escatología. Escuchamos brevemente esa gran conversación sobre las últimas cosas que ha estado teniendo lugar en la iglesia durante 20 siglos. Mi propósito con esta “escucha a hurtadillas santa” era familiarizarte con las preguntas, la terminología y las opciones básicas que se han de tener en cuenta según nos volvemos a estudiar la Palabra de Dios. Existe una desventaja para este estudio de las opiniones de incluso hombres cristianos. Esta breve ojeada a la historia de la discusión escatológica bien podría titularse La Escatología Hecha Difícil (por los hombres). No obstante, con este capítulo, nos apartamos de las complicaciones y complejidades de la tradición humana a la claridad y simplicidad de la revelación divina. He titulado esa parte del estudio, (espero que sin demasiada audacia), Una Explicación para Todos.
Por supuesto, cuando nos volvemos a la Palabra de Dios hay pasajes proféticos y cuestiones detalladas sobre la doctrina de las últimas cosas que despiertan nuestra curiosidad, provocan nuestro interés, y pueden resultar (si no tenemos cuidado), en un sentimiento de confusión general. Si uno se propone explorar de manera no sabia tales pasajes y cuestiones primero, el resultado puede ser de confusión general.
Es importante, por lo tanto, afirmar desde el principio varios principios cruciales de interpretación bíblica que le deben guiar a uno en el estudio de la escatología. Hay tres principios evidentes de interpretación bíblica que deben evitarnos el comenzar a andar por uno de esos caminos equivocados. El primer principio es que debemos estudiar los pasajes claros antes de llegar a los pasajes difíciles. Dicho de otra manera, debemos interpretar los pasajes difíciles a la luz de los claros. El segundo principio es que debemos estudiar los pasajes literales antes de llegar a los pasajes figurados. Los pasajes figurados o metafóricos deben interpretarse dentro de los límites doctrinales establecidos por los pasajes literales. El tercer principio evidente de interpretación bíblica es que se deben captar las verdades generales de la escatología antes de llegar a analizar los detalles de la profecía. Se facilitará la claridad en un intento de captar el panorama general de la estructura global de la profecía. Para hacer eso debemos recordar que la escatología tiene que ver con la historia en general tanto como con el objetivo de la historia. Antes de poder tratar los detalles de la escatología e interpretar adecuadamente los numerosos pasajes difíciles y figurados, es necesario descubrir la estructura panorámica o básica de la historia y de la escatología.
Principios Cruciales de Interpretación Bíblica
En la interpretación de los pasajes bíblicos relacionados con la profecía debemos estudiar…
■ Lo Claro antes de lo Difícil
■ Lo Literal antes de lo Figurado
■ Lo General antes de lo Detallado
Cada uno de estos principios da por supuesto que la escatología no es un asunto confinado sólo a ciertos libros proféticos de la Biblia (como Daniel y Apocalipsis). La profecía impregna toda la Biblia. La doctrina de las últimas cosas es una parte vital del propio evangelio de Cristo. Por ejemplo, la doctrina del regreso corporal de Cristo, la resurrección corporal de los santos, el castigo eterno y corporal de los malos – todas estas son verdades vitales del mismo evangelio de Cristo. De manera apropiada, son verdades confesadas en las grandes confesiones de la iglesia desde los simples credos de los primeros días a las grandes confesiones que vinieron después de la Reforma.10 Un entendimiento más amplio del sistema escatológico de la Biblia iluminará muchos aspectos de la enseñanza de la Biblia. Uno de los propósitos de este estudio es ayudarte a llegar a un entendimiento más claro de la enseñanza de la Biblia como un todo al proveerte un entendimiento sistemático de su enseñanza sobre escatología. Simplemente por tener en mente estos principios obvios y evidentes de interpretación bíblica todo el asunto puede ser librado de una confusión que no le cabe a uno en la cabeza y quedar reducido a una simplicidad divina. Si tomamos lo literal antes de lo figurado, lo claro antes de lo difícil, y lo general antes de lo detallado, ¡la escatología se habrá hecho simple!
Hay tres categorías bíblicas generales de pensamiento que nos capacitan a entender la estructura básica de la escatología. Esas consideraciones proveen, por así decirlo, el plano básico de la casa de la escatología. Si recalcamos en nuestras mentes este plano básico, tendremos una gran ayuda cuando lleguemos a ver todo el diverso mobiliario profético y los accesorios que se encuentran en los pasajes más difíciles. Por supuesto, podremos estar intrigados de alguna manera con ciertos elementos de este mobiliario, pero al menos sabremos que estos muebles deben encajar en algún lugar del plano básico.
En el examen de estas categorías bíblicas generales de pensamiento aplicaremos los principios de interpretación bíblica mencionados anteriormente. Veremos primeramente los pasajes claros, los literales y los generales. Más tarde en el estudio de estas categorías examinaremos algunos de los más importantes pasajes figurados y difíciles a la luz de los pasajes literales y claros.
¿Cuáles son esas categorías bíblicas amplias de pensamiento que nos capacitarán a entender el plano de la casa de la escatología? En los siguientes capítulos consideraremos:
■ El Propio Sistema de la Biblia – Las Dos Edades
■ La Línea Divisoria – El Juicio General
■ La Venida del Reino – El Reino Escatológico
Capítulo 4
El Propio
Sistema de la Biblia
No existe ningún asunto más básico o formativo para nuestro entendimiento de la estructura de la escatología bíblica y, de hecho, de muchas otras cosas en la doctrina bíblica, que la enseñanza de la Biblia con respecto a lo que he dado en llamar los dos siglos. En este y en los dos capítulos siguientes examinaremos este asunto formativo bajo tres encabezamientos:
■ La Terminología Bíblica de los Dos Siglos
■ El Esquema Básico de los Dos Siglos
■ El Esquema Modificado de los Dos Siglos
La Terminología Bíblica de los Dos Siglos
La palabra griega para siglo ( aion) se refiere no sólo a tiempo, sino también a espacio. Incluye en sí misma tanto una dimensión temporal como espacial. Los intérpretes mezclan estos dos significados en sus definiciones. Es “un amplio período de tiempo marcado por lo que ocurre en él” o “el mundo en moción”. Los usos del Nuevo testamento de esta palabra confirman que combina en sí misma las ideas de mundo y edad. Tal vez la mejor manera de expresar su significado sería por el uso de la expresión compuesta con un guión mundo-edad. Esto se puede ver en Gálatas 1:4 que habla “del presente siglo malo”. Puesto que no es un siglo malo en el cielo, el término, siglo, debe referirse a una época en la historia de este mundo. De manera similar, en Lucas 20:35 Jesús habla de aquellos “que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo”. De nuevo, la referencia al tiempo de la palabra no se puede cuestionar, pero la dimensión de espacio de esta palabra es asumida claramente. Los malos no dejan de existir en el siglo venidero. Por el contrario, no habitan el mundo en el siglo venidero. La terminología clave contrasta este mundo-edad con el mundo-edad venidero.
El uso de esta palabra única para referirse tanto a la vida presente y a la futura deja claro un hecho importante. La Biblia ve la existencia futura, eterna como una existencia sin fin en espacio y tiempo. Para ponerlo de manera diferente, la Biblia considera la eternidad como el siglo venidero, un tiempo sin fin. Como criaturas siempre viviremos en el espacio y en el tiempo. Sólo Dios trasciende esas categorías tanto ahora como para siempre.
George Eldon Ladd ha comentado apropiadamente:
En el pensamiento bíblico la eternidad es un tiempo sin fin. En el helenismo los hombres anhelaban la liberación del ciclo del tiempo en un mundo sin tiempo más allá, pero en el pensamiento bíblico el tiempo es la esfera de la existencia humana tanto ahora como en el futuro. La impresión que da la Biblia del rey Jaime en Apocalipsis 10:6, “que el tiempo no sería más”, es corregida por la Versión Revisada Estándar, “que ya no habrá dilación”.11,12
Ladd está en lo cierto al decir que la idea bíblica de eternidad para los seres humanos es de un tiempo sin fin. También es correcto con respecto a Apocalipsis 10:6. La palabra para tiempo usada allí puede significar un momento de tiempo, una ocasión, o un retraso. En la mayor parte de las versiones modernas de la Biblia la palabra se traduce como dilación y no como tiempo.
Este punto pone al descubierto un defecto en muchos estudios de escatología. Muchos intérpretes proféticos dan por sentado que si la profecía bíblica predice que un acontecimiento sucederá en el espacio y en el tiempo, eso significa que debe ocurrir antes del estado eterno. Piensan que si la Biblia predice que algo ha de suceder en la historia y en la tierra, eso significa que debe suceder antes de (lo que llamamos) el fin del mundo. Una lectura cuidadosa de muchos manuales proféticos revelará esta premisa defectuosa.3 No obstante, la Biblia no comparte esta suposición defectuosa. Ve el estado eterno como el mundo-edad venidero. Acontecimientos que se predicen como sucediendo en el tiempo y en el espacio (en la historia y en la tierra) pueden ser cumplidos en el mundo-edad venidero sin fin o eterno. Uno de los temas principales de la profecía bíblica es la gloria del mundo-edad venidero. El contenido de la profecía bíblica está lejos de ser cumplido en la consumación de este mundo-edad.
Para darle el peso adecuado a la importancia de la fraseología, este siglo y el siglo venidero, es importante echar una mirada general a los lugares en los que ocurre en el Nuevo Testamento. Esos usos nos dirigirán de varias maneras a una terminología estrechamente relacionada que tenderá a vindicar más el hecho de que las ideas incorporadas en esta terminología están en el núcleo de la enseñanza bíblica.
Hay 16 lugares en el Nuevo Testamento donde se usa esta terminología o una parte distintiva de la misma:
Mateo 12:32: “A cualquiera que dijere alguna palabra contra el Hijo del Hombre, le será perdonado; pero al que hable contra el Espíritu Santo, no le será perdonado, ni en este siglo ni en el venidero.” Este siglo y el siglo venidero cubren completamente todo el tiempo. Observa cómo el pasaje paralelo en Marcos 3:29 confirma esto: “pero cualquiera que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno”.
Marcos 10:30: “que no reciba cien veces más ahora en este tiempo; casas, hermanos, hermanas, madres, hijos, y tierras, con persecuciones; y en el siglo venidero la vida eterna.” Este pasaje enseña que junto con las bendiciones de ser parte de la comunidad cristiana, las persecuciones serán la suerte de los discípulos de Cristo en este siglo.
Lucas 16:8: “Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.” Los hijos de este siglo son contrastados con los hijos de luz. Esto sugiere que el siglo venidero es la edad de la luz. También sugiere que los hijos de este siglo son hijos de luz.
Lucas 18:30: “que no haya de recibir mucho más en este tiempo, y en el siglo venidero la vida eterna.” Un sinónimo para este siglo es este tiempo.
Lucas 20:34-36: “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Los hijos de este siglo se casan, y se dan en casamiento; mas los que fueren tenidos por dignos de alcanzar aquel siglo y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento. Porque no pueden ya más morir, pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, al ser hijos de la resurrección.” Más adelante examinaremos en detalle el contraste significativo entre este siglo y el siglo venidero.
Romanos 12:2: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Aquí el deber de ser transformados por la renovación de nuestras mentes es descrito negativamente en la exhortación: “No os conforméis a este siglo”. En el original es la palabra siglo ( aion). El contraste ético entre los dos siglos (o las dos edades) es sugerido por esta exhortación.
1 Corintios 1:20: “¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este siglo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo? ” El disputador de este siglo es el abogado de la sabiduría de este mundo.
1 Corintios 2:6, 8: “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han alcanzado madurez; y sabiduría, no de este siglo, ni de los príncipes de este siglo, que perecen. … la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció; porque si la hubieran conocido, nunca habrían crucificado al Señor de gloria.” Observa que los tres usos de “este siglo” en este pasaje se refieren una vez a la sabiduría de este mundo y dos veces a sus gobernantes. Ambos están desposeídos de la sabiduría de Dios.
1 Corintios 3:18: “Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.” Paralelo a los pasajes anteriores en 1 Corintios, este pasaje habla del hombre “que piensa que es sabio en este siglo”.
2 Corintios 4:4: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.” ¡El dios de este siglo es Satanás! Las tinieblas de este siglo se contrastan con la luz del siglo venidero, la luz del evangelio de la gloria de Cristo.
Gálatas 1:4: “el cual se dio a sí mismo por nuestros pecados para librarnos del presente siglo malo, conforme a la voluntad de nuestro Dios y Padre”. La liberación del “presente siglo malo” es el fruto de la muerte de Cristo por nuestros pecados.
Efesios 1:21: “sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero”. Cristo es el rey ya y lo será para siempre: “no sólo en este siglo, sino también en el venidero”.
Efesios 2:2: “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. “Seguir la corriente de este mundo” es una descripción del modo de vida dominado por el “príncipe de la potestad del aire” y “la voluntad de la carne” y es característico de “los hijos de ira”.
1 Timoteo 6:17-19: “A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas, sino en el Dios vivo, que nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos. Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, generosos; atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano de la vida eterna.” Aquí tenemos el contraste entre las riquezas y la vida de “(ahora) este siglo (y) …lo por venir. La vida venidera es “lo que en verdad es vida” [LBLA].
Tito 2:12: “enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente.” El siglo presente (ahora) ha de vivirse con un ojo puesto en la bendita esperanza de la gloriosa manifestación de Cristo mencionada en el versículo 13. Esta esperanza bienaventurada culmina este siglo. No obstante, el versículo 11 enseña que la gracia de Dios que trae la salvación a todos los hombres también se ha manifestado en este siglo.
Hebreos 6:5: “y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes del siglo venidero.” Los poderes del siglo venidero ya están vigentes en el mundo. Con toda probabilidad esto es una referencia a los dones milagrosos del Espíritu de los cuales los apóstatas “fueron hechos partícipes” en el tiempo de su conversión. Estos poderes sobrenaturales o milagros son una proyección de la edad futura sobrenatural sobre la edad presente.
La terminología del Nuevo Testamento íntimamente relacionada con la fraseología de los dos siglos es revelada por la perspectiva general anterior. Juan en todos sus escritos del Nuevo Testamento nunca usa siglo ( aion) de la manera descrita anteriormente. En su lugar usa mundo (cosmos). Mientras que este mundo es sinónimo de este siglo, mundo (cosmos) nunca se usa para el siglo venidero por Juan. La razón es probablemente que el término “mundo” para él conllevaba una connotación negativa (Juan 12:25, 31 y 16:11). Este tiempo es sinónimo de el tiempo presente (Mar. 10:30; Rom. 8:18). El tiempo presente de Romanos 8:18 se contrasta con la gloria venidera.
El mundo (la economía) venidero también tiene su paralelo en Hebreos 2:5: “Porque no sujetó a los ángeles el mundo venidero, acerca del cual estamos hablando”. El reinado de Cristo ya está inaugurado, pero aún no está consumado en Hebreos 2:8-10. La frase, el fin del siglo, es paralela (Mat. 13:22, 39, 40, 49; 24:3; 28:20). Hay variantes textuales en Mateo 13:22, 40 que dicen “el fin de este siglo”, en lugar de “el fin del siglo”. Esto y conceptos que se encuentran en Mateo 13 son paralelos a Lucas 20:34-36 (véase el capítulo siguiente) confirman que esta terminología también es paralela.
Tanto este siglo como el siglo venidero están compuestos de muchas edades menores que no deben confundirse con los dos siglos. Las muchas edades que componen este siglo son mencionadas en 1 Corintios 10:11 y Hebreos 9:26; y las muchas edades que componen el siglo venidero se mencionan en Efesios 2:7. La identidad exacta y los límites de esas edades menores permanecen sin identificar en esos pasajes y no parecen ser de importancia para la enseñanza bíblica.
Hay tres conclusiones prácticas garantizadas por este repaso general de la terminología de los dos siglos en el Nuevo Testamento.
Primera, este repaso de la terminología de los dos siglos y la terminología relacionada manifiesta claramente cómo esta terminología impregna el Nuevo Testamento. La fraseología explícita es frecuente y se extiende a lo largo de la mayoría de los escritores del Nuevo Testamento. La terminología íntimamente relacionada complementa esta terminología en los otros escritores del Nuevo Testamento. En esta terminología, por lo tanto, tenemos un aspecto realmente básico de la enseñanza del Nuevo Testamento. Aquí estamos tocando el corazón latente del esquema bíblico de la historia de la redención y la escatología.
Segunda, los pasajes considerados anteriormente no se consideran normalmente como pasajes proféticos. No obstante, son unos de los pasajes más claros y literales del Nuevo Testamento. Está claro, pues, que no es necesario desentrañar los misterios de Daniel y Apocalipsis para obtener una comprensión básica de la doctrina bíblica de las últimas cosas. Los pasajes claros, literales y generales, considerados aquí nos proveerán los planos básicos de la escatología.
Tercera, el lenguaje de los dos siglos (tan crucial para la profecía bíblica) impregna la enseñanza del Nuevo Testamento sobre casi todo. Esta es la razón por la que es tan importante un estudio de la escatología. Nos ayuda a entender más claramente la enseñanza de la Biblia sobre muchas otras cosas.