Kitabı oku: «Visiones interdisciplinarias de la justicia terapéutica en México», sayfa 6

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5. Drogas prohibidas: delincuencia organizada vinculada a su difusión internacional

Debemos desconfiar mucho de las soluciones

sencillas cuando se trata de problemas complejos.

Concepción Arenal.

A. Aspectos preliminares

En el mundo actual, en el contexto de la denominada globalización,236 las drogas constituyen uno de los productos que cuenta con un gran número de destinatarios (200 millones) —incluido un número determinado de usuarios dependientes—. Tal cantidad de consumidores, por sí mismo, representa una situación ideal para desarrollar un mercado ilícito muy lucrativo.237 A lo que se tendría que agregar que la producción ilegal de narcóticos hoy se ha transformado en una industria trasnacional de gran importancia para la economía de los países en vías de desarrollo.238 Al grado que millones de agricultores se verían afectados en sus rentas si los mercados de cocaína, heroína y marihuana desaparecieran.239

Con relación a lo anterior, la participación y protagonismo de las mafias en el comercio ilegal de drogas se ha convertido en uno de los elementos criminógenos más característicos —y preocupantes— de este fenómeno criminal. Sin la presencia de tales organizaciones criminales, posiblemente, no se podría explicar el relativo éxito actual del tráfico de drogas y, por ende, su naturaleza, dimensión real, crecimiento internacional y peligrosidad. Por tal motivo, las más importantes organizaciones de delincuencia organizada serán materia de estudio.

B. Organizaciones de delincuencia organizada de Europa
a. Mafia siciliana 240

Organización secreta de tipo criminal regida por un preciso código de silencio241 y en la que todavía subsisten determinados dispositivos feudales. Surgida en el siglo xv, ha promovido numerosas campañas de desorden y violencia en Sicilia, evolucionando hasta nuestros días y transformándose dado sus circunstancias históricas. Actualmente, se caracteriza por constituirse en una estructura unitaria sustentada en la base familiar.242 Cada familia elige a un jefe, quien es el que asigna funciones y distribuye beneficios obtenidos por las actividades ilícitas a los miembros del grupo.243 A su vez, entre todos los jefes de familia se escoge a un encargado de zona, quien será su representante ante los máximos órganos de la organización criminal.244

En sus orígenes, sus principales actividades eran la extorsión —por medio de la fuerza y amenaza— a propietarios de bares, tiendas y centros de prostitución. Después, formaron sus propios establecimientos a los que traían a mujeres de otros países para que sirvieran a los prostíbulos, implicándose con ello también en la trata de blancas. Un elemento importante en la expansión e influencia de estos grupos criminales fue la prohibición de alcohol en Estados Unidos, situación que incitó a estos clanes mafiosos a empezar a trabajar en la introducción y distribución ilícita de este producto en esa nación.245 No obstante, lo que le ofrecería la consolidación en su crecimiento económico y político fue su inmersión en el tráfico ilícito de estupefacientes, lo cual inicia poco después de terminar la Segunda Guerra Mundial cuando la organización estaba al mando —entre otros— de Lucky Luciano.246 A lo largo de la década los años setenta y en al principio de la siguiente, las mafias sicilianas consiguen el tener la hegemonía del tráfico internacional de drogas que proviene de los países de Medio y Extremo Oriente hasta Europa y Estados Unidos.247Se puede afirmar que la subsistencia de la mafia siciliana radica en su gran capacidad de adaptación a los tiempos que corren y a los diversos contextos sociales, sin abandonar por ello sus raíces.248 Esta forma de arraigarse en la madre-patria se fusiona con el sentido de apertura necesario para explotar las incontables oportunidades que les ofrece la sociedad contemporánea.249

b. La N’Drangueta 250

La sede de esta organización criminal se localiza en Calabria,251 provincia italiana donde se realizaban, en un inicio, sus operaciones.252 Se conforma estructuralmente, al igual que la mafia siciliana, en grupos de familia. Sus miembros son reclutados entre personas unidas por vínculos de parentesco —sea de consanguinidad o afinidad.253

Esta organización criminal en la actualidad sostiene, con relativo éxito, una serie de actividades ilícitas vinculadas con el robo y el secuestro, logrando acuñar una importante influencia en significativos rubros económicos y del sector estatal italiano.254 Desde la década de los años ochenta ha llevado a cabo operaciones de control de mercados, explotación de recursos públicos, en algunos sectores de la construcción y en el tráfico ilícito de estupefacientes.255 Dentro de este último rubro tienen controlada, de manera parcial, la ruta británica que transporta drogas a través de Europa Oriental a los mercados clandestinos de sustancias tóxicas de la Europa Occidental.256

c. La Cam orra napolitana 257

Esta es una organización criminal de tipo horizontal extendida por Campania258 y conformada por una serie de organizaciones locales. En sus inicios, percibía importantes beneficios económicos realizando actividades de extorsión. Desde sus orígenes su combate por parte de las autoridades de Nápoles ha resultado de gran dificultad debido a que pocas personas se atreven a denunciarlo y, sobre todo, porque ese delito ha sido asumido socialmente por los pobladores de esta región italiana.259 A principios de la década de los años sesenta la organización se involucró en el tráfico internacional de tabaco y drogas tóxicas. Durante esa época se integra a la organización Cuotolo (conocido como il profesore o el padrino) que junto con otros italonorteamericanos participan en el nacimiento de una nueva camorra, la Nuova Camorra Organizzata.260En la actualidad, la organización criminal pertenece a varios clanes dueños de varios establecimientos públicos, empresas y firmas fantasmas que les ayudan a mezclarse en comercio de pescado, carne, ropa y calzado. Gracias al tráfico ilícito de estupefacientes, la organización criminal ha logrado rebasar sus fronteras operando en países como Alemania y Austria.261Asimismo, es la encargada de organizar el transporte de cocaína procedente de Colombia.262

C. Organizaciones de delincuencia organizada de Asia
a. Tríadas 263

Esta forma de sociedades secretas son antiguas organizaciones criminales chinas que se identifican por el voto de silencio al que están obligados sus miembros, quienes además deberán pasar una elaborada iniciación y mantener un uso ritual de símbolos, contraseñas y gestos como modo de reconocimiento entre ellos. Las Tríadas han tenido una importante participación en la mayoría de las rebeliones o luchas dinásticas más trascendentes de la historia china.264 Al término de las luchas que les dieron su origen, las Tríadas se convirtieron en el centro del crimen organizado tanto en su propio país como en las comunidades chinas radicadas en el extranjero. El tráfico de drogas —opio—,265 así como el comercio a Estados Unidos de mano de obra barata —en condiciones infrahumanas—, forman parte fundamental de sus inicios como una organización criminal.266A las Tríadas chinas hoy, se les considera como uno de los grupos criminales más herméticos debido a sus estrictas pautas de comportamiento interno, lo cual dificulta la penetración para las autoridades policiales y por tanto su captura. Dentro del continente europeo realizan operaciones ilegales en las principales ciudades del Reino Unido, en la capital holandesa y en España.267 Su principal fuente de ingresos deriva del comercio ilícito de heroína proveniente del Triángulo Dorado del sudeste asiático, así como también del tráfico ilegal de mano de obra y el blanqueo de capitales por medio de restaurantes chinos, tiendas de video, clubes de juego, entre otros.268

b. Boryokudan 269

En Japón, las sociedades nacionalistas surgieron durante el siglo xix como reacción a los Tokugawa —dinastía de shogunes japoneses que gobernaron el país desde 1603 hasta 1867. Tras la era de la restauración Meiji —revolución acaecida en Japón que derrocó a ese imperio, en la cual se restauró el dominio imperial y se convirtió al estado feudal de Japón en un estado moderno—, algunas de estas uniones, como la Sociedad del Dragón Negro, fueron decisivas para alentar el militarismo japonés. De estos grupos provienen las Boryokudan, cuyos miembros son conocidos como yakuzas,270 a las que se les considera entre las hermandades criminales más sangrientas y peligrosas a nivel mundial.271

Entre las organizaciones criminales japonesas —o Boryokudan— más importantes se identifican el Yamaguchi-Gumi, el Sumyoshi-Kai, el Inagawa-Kail. Clanes criminales que se dedican —entre otras actividades ilegales— al lavado de dinero, contrabando de armas e introducción en negocios legítimos; ilícitos que —en opinión del FBI— les dejan ganancias millonarias en los Estados Unidos.272 Sin embargo, todo parece indicar que su especialidad criminal no es ninguna de las mencionadas sino el mercado negro de las drogas tóxicas, en especial, el de las anfetaminas como el speed y meth.273

c. Mafia rusa

Las primeras estructuras mafiosas rusas surgen en la década de los años ochenta a raíz de las reformas políticas incluidas en la Perestroika, aprovechando las lagunas jurídicas que surgieron del proceso de transición del régimen comunista al sistema capitalista.274 De esta forma, pegadas al proceso de privatización estatal, de creación de la propiedad privada y de una nueva forma de repartición de la riqueza, emergen diversas acciones criminales efectuadas por organizaciones de delincuencia organizada,275 mismas que encuentran en este tipo de sistema económico grandes oportunidades para el desarrollo de actividades ilícitas que les generen ganancias millonarias.276

En poco tiempo, beneficiándose de la nueva realidad en Rusia, estos grupos criminales adquirieron una gran influencia en el país.277 Lo anterior lo lograron a través de su infiltración en todos los ámbitos comerciales, utilizando métodos que van desde la presión continuada sobre los funcionarios del gobierno y banqueros, hasta los secuestros, asesinatos y ataques a las familias. Algunas de sus actividades ilícitas son el contrabando de metales preciosos, delitos con tarjetas de crédito y cheques, fraudes —en la inmigración, en seguros médicos o en telecomunicaciones—, robo de coches de lujo, asesinatos a sueldo, espionaje industrial, malversación de la propiedad estatal, prostitución y trata de blancas, tráfico ilícito de estupefacientes y de armas,278 así como el blanqueo de capitales.279La mafia rusa en estos momentos se encuentra en plena expansión mundial y ya realiza operaciones en países como Alemania, Austria, Suiza, Estados Unidos, Canadá y algunas naciones latinoamericanas.280 En España también hay indicios de su presencia, donde sus operaciones se han centrado en el ramo de la construcción, el cual utilizan como tapadera para el lavado de sus capitales ilegales. En las Islas Canarias y en ciudades como Alicante y Málaga se ha comprobado la existencia de operaciones de estas organizaciones criminales.281

D. Organizaciones de delincuencia organizada de América
La Cosa Nostra 282

Esta organización de origen siciliano, además del desarrollo que ha tenido en su propia nación, también ha conquistado y evolucionado un territorio tan distante a su país como lo es la Unión americana.283 A finales del siglo xix unos tres millones de emigrantes italianos llegaron a ese país del norte de América procedentes del viejo continente. La miseria, el hacinamiento, la ignorancia, el olvido de sus compatriotas y la indiferencia de las autoridades los llevó a una situación de indefensión ante especuladores y malhechores de origen siciliano,284 quienes aprovechando esa situación marginal de los nuevos pobladores, los explotaron y chantajearon por medio de la mano negra285 y otras formas de extorsión, todo esto, dentro de las barriadas o aldeas urbanas italianas.286 Estos grupos de delincuentes para antes de la guerra de Secesión ya habían logrado convertirse en poderosas organizaciones criminales. De la unión de algunos de sus dirigentes —capos, padrinos y mafiosos— quienes se insertaron con los boss nació en Norteamérica la Cosa Nostra.287 Sin embargo, no hay una claridad total acerca de si es o parte de la que se encuentra en Sicilia.288

Con la famosa prohibición del alcohol la organización —para su desarrollo y evolución—protagonizó actividades criminales aprovechando el mercado ilícito que se propició, teniendo entre sus principales promotores a Al Capone.289 Al término de la prohibición, la formación delictiva se involucró en el tráfico de heroína y en una explotación intensa del mercado de la prostitución y los juegos ilegales.290 Para finales de la década de los años setenta este clan mafioso se encargaba del contrabando de cigarrillos, cosméticos, electrónicos, además del juego clandestino, la extorsión, los secuestros, el negocio de la construcción y la protección a comerciantes y empresarios.291 En la actualidad, la Cosa Nostra es la organización criminal organizada más poderosa de Estados Unidos.292 La anterior es la opinión de los miembros del Programa Crimen Organizado y Drogas del FBI, los que aprecian a este grupo mafioso como el más temible clan criminal que opera en su territorio.293 Sus operaciones en ese país se caracterizan, entre otras cosas, por compra de protección oficial, utilización de extorsión sistemática, control de sindicatos, influencia en diversos sectores empresariales, destacada participación en el tráfico de drogas, asesinatos, juegos ilícitos de azar, corrupción, lavado de dinero y otra serie de actividades prohibidas. Es difícil la captura y encarcelamiento de sus cabecillas debido a que estos no participan directamente en la comisión de los delitos. 294

b. C árteles de la droga (Colombia)

Tienen su origen en Colombia, son grandes refinadores y transportadores de la hoja de coca procedente de sus propias regiones y de la que proviene de Perú y Bolivia,295 países con los que forma el denominado: “triángulo blanco.296 Estas organizaciones son, sin duda, auténticos cárteles en el sentido económico, pueden ser considerarlos grandes empresas —o corporaciones—, ya que están organizadas en torno a secciones independientes entre sí, subordinadas a un mando central y con un profundo grado de división del trabajo siendo capaces de controlar e imponer los precios de la cocaína.297 Dentro de tales alineaciones criminales los más poderosos son los cárteles de Medellín y Cali, que siguen fungiendo como el arquetipo de estos clanes mafiosos. Junto a ellos han surgido organizaciones similares en otros países de América Latina, las que en poco tiempo han logrado hacerse de un gran acopio de poder e influencia en sus regiones y en el mercado negro de la cocaína.298 Lo más característico de estos consorcios criminales no es la jerarquía sino la cooperación.299 El cártel viene a ser un pacto intergrupal para evitar piques y conflictos entre los diversos grupos de narcotraficantes, así como un instrumento para controlar el valor de la droga en el mercado.

Con el clan Pablo Escobar Gaviria300 —y otros grupos de narcotraficantes dirigidos por capos como Fabio Ochoa o Rodríguez Acha (el mexicano) —301 los cárteles lograron un poder sin precedentes es la historia de América Latina.302 Para lograr ese nivel, dichas estructuras delictivas realizaron varias estrategias operativas como la compra de grandes extensiones de tierra, lazos con el poder político mediante personas corruptibles, proselitismo social,303 creación de ejércitos privados con sofisticadas armas y medios de comunicación —algunos de estos criminales estaban entrenados por veteranos de guerra israelíes—, reclutamiento de grupos de sicarios (matones jóvenes, provenientes de los barrios más pobres) y asesinos que procedían de la guerrilla. Todo ello les sirvió para hacerse omnipotentes en su país por más de una década y controlar el mercado de la droga en América del Sur, en Estado Unidos304 —en calidad del mayor mercado de consumo en el mundo— y, en menor escala, el de Europa.305

E. Organizaciones de delincuencia organizada mexicanas que trafican con drogas prohibidas (cárteles)
a. Contexto que ha facilitado su proliferación

En México vive una realidad muy particular,306 en un contexto distinto a cualquier otra latitud del planeta,307 en la que sobresale una frontal “lucha” contra poderosos —e implacables— cárteles de drogas. Este combate, que se ha agudizado en los últimos años, se lleva a cabo dentro escenario nacional adverso caracterizado, entre otros aspectos, por circunstancias que se precisan a continuación:

 Incipiente desarrollo democrático308

 Desconfianza sobre la real independencia de las instituciones de justicia309

 Subdesarrollo crónico en las policías federales, estatales y municipales310

 Sensación de inseguridad y elevadas tasas de impunidad311

 Asesinatos relevantes no resueltos312

 Corrupción millonaria en todos los ámbitos del gobierno.Escándalos mediáticos de alcance nacional relacionados a lavado de dinero con recursos de procedencia ilícita313

 Grave crisis en materia de derechos humanos314

 Distribución desproporcional de la riqueza.Una sociedad poco organizada en lo político y en social315

 Cambio de modelo de justicia penal con profundos retos normativos, estructurales y culturales316

 Una imagen desacreditada del titular del Ejecutivo Federal (el Presidente de la República)317

En una compleja realidad apenas descrita, difícilmente, un ciudadano mexicano promedio puede tener claro hasta qué punto los cárteles de drogas —que delinquen en el país— tiene uno de sus tentáculos es los factores reales de poder político. El grado de sospecha sobre la penetración de estos grupos de delincuencia organizada en las esperas del poder ha llegado al grado de que, muchos mexicanos, por encima de las exigencias de cobertura de las necesidades básicas (salarios justos, vivienda, servicios de salud, educación de calidad), lo que pida en sea seguridad, justicia, transparencia y compromiso cabal por parte del gobierno en el combate a este tipo de criminalidad.318

Aunado a lo anterior, los cárteles de la droga se aprecian como los principales generadores de violencia en el país. En la actualidad, tales manifestaciones criminales se caracterizan por:

 Llevar a cabo una evidente distribución de territorios para controlar, hasta donde sea posible, el tráfico de sustancias.

 Multiplicar y diversificar sus actividades criminales en busca de mayores ingresos económicos319

 Aumentar —exponencialmente— la complejidad y sofisticación de las operaciones320

 Integrar a sus organizaciones “brazos armados” cada vez más entrenados al grado de tener, entre sus filas, a ex militares capacitados en técnicas de reacción, asalto y uso de armamento de grueso calibre.

Por otro lado, resulta desalentador y devastador el notorio incremento de notas periodísticas que comunican la aparición de cadáveres a lo largo de todo el país (se calcula que más de 100 000 personas han muerto asesinadas o ejecutadas en México en los últimos diez años por eventos relacionados al narcotráfico). En este orden de ideas, cualquiera que pase unos días es el país podrá constatar que la tendencia mediática (televisión, radio, prensa, internet) centra gran parte de sus contenidos en hechos vinculados a homicidios —y ejecuciones masivas— relacionados a disputas por el mercado de los narcóticos entre bandas del crimen organizado.321

En definitiva, en este escenario de marcada incidencia criminal, las muertes relacionadas —o vinculadas— al tráfico de narcóticos se muestran, como el aspecto de mayor impacto social de este fenómeno criminal (también conocido como narcotráfico). Con relación a este punto, desde la doctrina,322 se ha presentado una clasificación categórica —con alto nivel de asertividad— que describe las muertes —gráficamente— imputadas, por los medios de comunicación masiva, a la delincuencia organizada vinculada al tráfico de narcóticos. Tal categorización, de manera sintética, se describe en los puntos siguientes:

 Descubrimiento de víctimas (hombres, mujeres, menores de edad) que aparecieron: colgados, con signos de tortura, amordazados, con los ojos vendados, envueltos en cobijas o bolsas de plástico, calcinados, y mutilados.

 Hombres que incursionan, con armas de alto poder —de uso exclusivo del ejército—, en celebraciones atacando a sus asistentes o, con mayor impunidad, en centros de rehabilitación disparando contra los asistentes.

 Funcionarios (jefes de policía, alcaldes o candidatos a gobernador) que son privados ilegalmente de su libertad y luego asesinados con grandes dosis de violencia.

 Cuerpos depositados en “narcofosas” a lo largo y ancho del país.

 Periodistas y activistas asesinados.

Tomando de referencia otro enfoque, desde los estudios criminológicos se ha vislumbrado que, en el presente, concurre una diversidad de estructuras por lo que toca a las organizaciones criminales. En este sentido, no solo existen organizaciones jerarquizadas, sino que también de estructura flexible (supuestos en los que el poder de mando está diluido entre los miembros).323 Inclusive, se aprecian estructuras de red, en las que operan diversas células que ejecutan y tienen como parte de su responsabilidad las actividades criminales encauzadas a una actividad criminal mayor.324 De hecho puede materializarse la colaboración de grupos de delincuencia organizada con otras organizaciones criminales.325

Por lo que toca a lo señalado en última parte del párrafo que precede, las modificaciones de la operación del Estado mexicano de un contexto que se transita del rígido —y vertical— sistema presidencialista a un ejercicio del poder político más democratizado (en los que concurren funcionarios públicos y legisladores de diversas corrientes), tanto en los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), como en los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) y las particulares modificaciones de la delincuencia organizada vinculada al tráfico de narcóticos (fragmentándose varias organizaciones confrontadas entre sí) ha hecho, hasta el momento, imposible un acuerdo único entre todos sujetos de pertenecientes a estos colectivos para conciliar, como ocurrió hace tiempo, arreglos con vigencia en toda la soberanía nacional entre el crimen organizado y el gobierno federal.326

En sentido diverso —y a diferencia de los que ocurre en el contexto nacional—, se presentan circunstancias que han puesto las condiciones para la aparición de acuerdos regionales y locales propiciados y comandados por grupos de delincuencia organizada, que solicitan de protección y colaboración de las autoridades de los tres niveles en sus áreas de influencia.327 En estos arreglos, las figuras dominantes fueron establecidas por los criminales por la simple razón de que eran más poderosos que las autoridades locales y porque las acciones del gobierno federal, en el escenario de lo local, sigue careciendo de fuerza y contundencia.328

Por otra parte, durante los primeros años del siglo xxi, se ha observado una lenta —aunque permanente— transición de los cárteles que de modo histórico—y durante las tres últimas décadas del siglo xx— controlaron las actividades de narcotráfico en el país, caracterizados por contar con una visión empresarial, discreción en sus acciones criminales y reducido impacto sobre la población civil, a clanes delictivos que con sus carnicerías indiscriminadas, públicas y violentas por la lucha de territorios, mercados329 y sus rutas han convertido a México en uno de los países que padece más violencia en el continente americano, solo superado por Venezuela y Colombia.330

La experiencia empírica documentada por autoridades mexicanas e investigadores demuestra que, en el presente, los cárteles de la droga se diversifican y amplían su portafolio de actividades criminales a secuestros, trata de personas, extorsiones, tráfico de armas, venta de vehículos robados, venta de hidrocarburos extraídos de manera ilegal, cobro de cuotas a sectores productivos —agricultura, ganadería, minería—, empresarios y funcionarios de gobierno, cobro de piso a otros grupos criminales, venta de bienes en penales, cobro de peaje a migrantes y transportistas.

Para finalizar este apartado, de manera sintética y gráfica, se comparte información sobre los diversos cárteles de droga que operan en México, sus principales capos, actividades criminales y zonas de influencia en una serie de cuadros que se desarrollan a continuación:331

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