Kitabı oku: «Unidos – Un nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa», sayfa 2
LA «LLAMADA A LA ACCIÓN DE BERLÍN» FUE PRESENTADA EN LA CUMBRE SOBRE EL PATRIMONIO EUROPEO DE 2018, COORGANIZADA POR EUROPA NOSTRA EN LA CAPITAL ALEMANA.
UN NUEVO PACTO SOBRE EL PATRIMONIO PARA EUROPA
Necesitamos un nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa. Creo que nuestras ciudades y nuestra naturaleza, así como los miles de monumentos y lugares que reflejan nuestras ricas y diversas culturas, nuestra historia y nuestros valores universales, leyes e ideas, junto con las artes y las ciencias, son los pilares ideales para lograr un objetivo tan ambicioso. Estoy firmemente convencido de que un nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa no solo es necesario, sino también posible mediante una transformación de la sociedad, la economía y el medio ambiente de Europa que esté liderada por el patrimonio, una transformación impulsada por la sociedad civil y apoyada por organizaciones e instituciones locales, regionales, nacionales y europeas. El rotundo éxito del primer Año Europeo del Patrimonio Cultural en 2018 nos confirmó el amplio potencial de esta idea. El Año Europeo del Patrimonio Cultural animó a los ciudadanos a descubrir y comprometerse con el patrimonio cultural de Europa, y reforzó el sentido de pertenencia a un espacio europeo común, por medio de 23 000 actos en 37 países. El Año Europeo del Patrimonio Cultural también propició el establecimiento del primer Marco Europeo de Actuación sobre el Patrimonio Cultural, una visión amplia y holística adoptada por la Comisión Europea para salvaguardar, gestionar y mejorar el patrimonio cultural europeo.
Es evidente para mí que la clave del éxito del nuevo pacto sobre el patrimonio para Europa reside en la sociedad civil. Si las comunidades están bien organizadas, la creatividad y el sentido de responsabilidad aumentan en casi todos los aspectos de la vida, incluida la forma de cuidar nuestro patrimonio cultural. Las estadísticas, las cifras o los hechos no son suficientes. Hemos de conquistar el corazón y la mente de los ciudadanos europeos. ¿Cómo podría lograrlo el nuevo pacto sobre el patrimonio propuesto? Conservando y restaurando las decenas de miles de monumentos, lugares y paisajes del patrimonio cultural de toda Europa; trabajando colectivamente en los barrios pobres que parecemos haber olvidado, en los pequeños pueblos que luchan por sobrevivir y en las viejas ciudades industriales que han perdido el alma. Nos pueden servir como ejemplos prometedores los logros alcanzados en los barrios industriales regenerados de Lille (Francia), Katowice (Polonia) y Manchester (Reino Unido). También debemos sustituir el turismo de masas por formas más sostenibles y responsables de turismo, por ejemplo, promoviendo destinos menos conocidos para favorecer un reparto más equilibrado de los visitantes por toda Europa. Las organizaciones de la sociedad civil, impulsadas por las comunidades locales y el público en general, reúnen las condiciones perfectas para liderar la revitalización del patrimonio cultural europeo. Evidentemente, no podemos salvar cada sitio o cada monumento solo con dinero público; debemos movilizar el potencial del sector privado para la reactivación y transformación del patrimonio europeo.
ES NECESARIO CONSERVAR LA MEMORIA Y EL PATRIMONIO DE LAS COMUNIDADES MINERAS DEL CARBÓN PARA LAS GENERACIONES FUTURAS.
EL COMPLEJO DE LA REINA LOUISE ADIT DE ZABRZE, EN LA REGIÓN DE SILESIA ALTA EN POLONIA (GRAN PREMIO UE/EUROPA NOSTRA DE 2019).
Europa Nostra[2] —organización de la que soy presidente ejecutivo—lleva más de 55 años estudiando, protegiendo, celebrando y promoviendo el patrimonio a escala europea. En el Manifiesto de París[3], publicado el 30 de octubre de 2019, los representantes del mundo del patrimonio cultural, con el apoyo de Europa Nostra, afirmaron que nuestro patrimonio cultural compartido debe ocupar un lugar central en el proyecto europeo. Sin él, Europa no existiría ni podría existir; es la razón que subyace en lo que significa ser europeo. También es el núcleo de lo que Europa Nostra representa, nuestra raison d’être (razón de ser).
Como también señaló el Centro Internacional de Estudios de Conservación y Restauración de los Bienes Culturales en el reciente artículo Heritage and Wellbeing: What Constitutes a Good Life[4]: «Aunque puede haber un reconocimiento tácito de que la cultura contribuye al bienestar, desde un punto de vista político esta consideración todavía está en pañales. […] Cuando la cultura se reduce a un pasatiempo recreativo, cuando no reconocemos el patrimonio como una forma de vida vinculada tanto al sustento como a la identidad, se pierde la oportunidad de realzar el significado y el valor de nuestra vida». El 9 de mayo de 2020, Día de Europa, la Alianza del Patrimonio Europeo (European Heritage Alliance) publicó otro manifiesto: Nuestro patrimonio cultural: un poderoso catalizador para el futuro de Europa[5]. Este manifiesto muestra siete formas relacionadas entre sí de lograr un cambio social positivo a través del patrimonio cultural: 1. Sanar Europa; 2. Ser Europa; 3. Transformar digitalmente Europa; 4. Enverdecer Europa; 5. Regenerar Europa; 6. Experimentar Europa; 7. Abrazar al mundo. Lo que refleja la firme convicción de la Alianza del Patrimonio Europeo de que Europa debe responder a la pandemia de COVID-19 con una transformación de largo alcance, y necesaria desde hace tiempo, de nuestro modo de vida.
EL ARCHIPIÉLAGO DE TURKU EN FINLANDIA ES UN EJEMPLO DE RELACIÓN ARMONIOSA ENTRE LAS COMUNIDADES LOCALES, LA NATURALEZA Y EL PATRIMONIO.
Ha habido durante demasiado tiempo desavenencias, e incluso desconfianza, entre los ciudadanos europeos y las instituciones europeas. De alguna manera, nos hemos perdido de vista unos a otros, y a veces parecemos no entendernos muy bien. Para muchas personas, Europa todavía parece demasiado preocupada por las cifras, los reglamentos, las instituciones, los eslóganes y las soluciones rápidas. Esto ha influido negativamente en lo que sentimos y pensamos respecto al proyecto europeo, y en ocasiones ha amenazado su propia existencia.
Hoy, las instituciones de la Unión Europea están dispuestas a salvar esa brecha a través de una serie de políticas con visión de futuro en respuesta a desafíos sociales apremiantes, que van desde el cambio climático hasta la emergencia sanitaria, desde la transformación digital hasta el desarrollo sostenible, desde la cohesión social hasta la migración, y desde la libertad de los medios de comunicación hasta el respeto del Estado de derecho. En respuesta a preocupaciones ampliamente compartidas y tras celebrar consultas con la sociedad civil, los líderes europeos vuelven a hacer más hincapié en la vital importancia de los valores europeos y en el fomento del modo de vida europeo. Todo ello implica un mayor apoyo a la cultura y la educación como inversión indispensable en el ámbito del capital humano de Europa.
LA PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO CULTURAL REQUIERE DIVERSAS COMPETENCIAS RELACIONADAS CON EL PATRIMONIO Y CREA NUMEROSOS PUESTOS DE TRABAJO.
Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en su discurso[6] sobre el estado de la Unión Europea en el Parlamento Europeo el 16 de septiembre de 2020, confirmó claramente esta ambición que fue acogida con beneplácito. Pidió «un nuevo proyecto cultural para Europa» como parte de la aplicación del Pacto Verde Europeo y una iniciativa para crear un «nuevo movimiento Bauhaus Europeo»[7] a través de un espacio colaborativo de creación en el que arquitectos, artistas, estudiantes, ingenieros y diseñadores trabajen juntos para lograr este objetivo.