Kitabı oku: «Entrevistas Del Siglo Corto», sayfa 5
Mireya Garcia
Perdonar es imposible
Mientras la reunión del Consejo de Seguridad Nacional aún se desarrollaba en el palacio presidencial de la Moneda, convocada urgentemente por el presidente Frei, una terrible noticia recorrió Chile, ya sacudido por la contradictoria sentencia en Londres sobre Pinochet, contribuyendo a elevar la ya alta tensión general: la noticia del descubrimiento de un nuevo centro de detención ilegal que se remonta al perÃodo de la dictadura militar, gracias a las revelaciones del Obispo de Punta Arenas, Monseñor González, donde ya se habÃan identificado los restos de cientos de desaparecidos. El centro de detención se encontraba en el extremo norte de Chile, a ciento diez kilómetros de la capital de Arica, en una región desértica donde, desde hace mucho tiempo, si se sospechaba su existencia. Asà se supo que los magistrados locales, durante varias semanas, y en el más absoluto de los secretos, investigaba en el centro. A pesar de la confidencialidad mantenida en el caso por el juez de la tercera sección penal de Arica, Juan Cristóbal Mera, y gracias a las declaraciones del gobernador local, Fernando Núñez, se sabÃa que las fosas comunes con los restos humanos se encontraban en una zona costera del distrito de Camarones. Muy cerca del antiguo cementerio de la ciudad llamado "de fácil acceso" por las autoridades.
â Debemos dejar en claro", puntualizó el gobernador Núñez a los periodistas, "que las coordenadas geográficas no son muy precisas, pero sabemos que el juez ya ha verificado la existencia de al menos dos fosos". Sin embargo, en el momento de la eventual exhumación de los restos de los desaparecidos, solicitaremos la presencia del ministro Juan Guzan Tapiaâ.
Las indicaciones que habÃan permitido identificar este centro de detención surgieron de algunas revelaciones del obispo González, quien recibirÃa la información del caso "bajo el secreto de la confesión", como él mismo habÃa declarado. TodavÃa no estaba claro cuántos centros de detención se referÃan a esta noticia.
Decidà entonces profundizar la tremenda realidad de los desaparecidos chilenos, reuniéndome con el lÃder de la Asociación de las familias de los desaparecidos.
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Encarcelada, torturada, exiliada. Mireya GarcÃa no ha perdido por el camino sólo su juventud con el golpe de Estado de Pinochet. Su hermano ha desaparecido, desde hace más de un cuarto de siglo. Hoy Mireya es vicepresidenta de la Asociación de familiares de los presos "desaparecidos", y no ha dejado nunca de luchar por la búsqueda de la verdad.
El lugar donde se encuentran, dÃa tras dÃa, desde hace años, estas madres, estas abuelas, cada una con su carga de dolor, cada una con su fotografÃa de un hijo, un hermano, un esposo o un sobrino, desaparecieron, es un edificio azul cerca del centro de Santiago. Las paredes del patio están cubiertas con fotografÃas de los desaparecidos, para cada una de ellas una foto descolorida y una frase, que repite al infinito la misma pregunta: «¿Dónde están?» «¿Dónde están? ». De vez en cuando, la pared de fotos y preguntas, todas sin respuesta, es interrumpida por una rosa, una flor.
¿Qué recuerdos tienes de esos años, del golpe de Estado?
Un recuerdo muy vago. Estaba en casa y simplemente recuerdo haber escuchado música militar en la radio. Entonces muchos hombres, en uniforme, en la calle. No acababa aún a darme cuenta que, aquel dÃa, la historia de mi paÃs, Chile, habÃa sufrido un golpe durÃsimo...
¿Cuántos años tenÃa entonces?
Yo era parte de la juventud socialista de Concepción, un pueblo a unos cientos de kilómetros al sur de Santiago. QuerÃa estudiar, casarme, tener una familia e hijos... En cambio, todo se apresuró. Rápidamente, muy rápido. Ahora puedo hablar de todo esto con relativa tranquilidad. Pero durante años no he podido recordar esos dÃas. Ni siquiera con mi familia...
Vinieron a buscarnos una tarde. En casa solo estábamos yo y mi hermano... fui arrestada (si asà se puede decir) y luego torturada. Incluso hoy, francamente, no puedo hablar de esas humillaciones...
Ya no volvà a ver a mi hermano. Más tarde, cuando tuve éxito, con mi familia, en escapar al extranjero, en México, supe que Vicente definitivamente habÃa desaparecido. Recuerdo con una terrible angustia saber que tal vez él todavÃa estaba vivo en alguna parte, y yo estaba allÃ, a miles de millas de distancia, sin poder regresar a Chile, sin poder buscarlo, ayudarlo.
¿Fue entonces cuando tuvo la idea de fundar esta asociación?
SÃ. En México éramos muchos, exiliados, con parientes borrados del mapa de la dictadura de Pinochet. Organizamos desfiles en las calles. Un arma muy débil, contra una dictadura tan feroz, pero al menos la gente comenzó a interesarse en nosotros. Comenzó a saber.
¿Cuándo logró regresar a Chile?
Tomó quince años. Y aún hoy me siento exiliada. Una exiliada en mi PaÃs.
¿Qué sabÃas sobre el destino de tu hermano?
Muy poco. Sólo que fue deportado en un centro clandestino de detención, tortura, que se llamaba Cuartel Borgoño y que hoy no existe más. Han destruido todo, con las excavadoras, para hacer desaparecer las pistas y las pruebas.
¿Cree que las responsabilidades sean todas de Pinochet?
No. y este es el aspecto increÃble de Chile. En los archivos de los tribunales hay procesos judiciales abiertos contra al menos una treintena de personas, generales, coroneles, polÃticos y simples "peones" de la muerte, que se hicieron responsables de tortura, asesinato y violencias de todo género. Pero el aspecto absurdo de mi paÃs es que todos saben que al menos tres mil desaparecieron en la nada, al menos tres mil personas mientras resulta comprobada por los tribunales la desaparición de sólo once de ellos. Es como si un PaÃs entero lo supiera, pero volteó la cabeza hacia el otro lado...
Alguien dice que la justicia no es un concepto universal, sino relativo al momento histórico, a las condiciones de un paÃs... ¿está de acuerdo?
No, creo que la dignidad, el respeto y la justicia son conceptos universales. De lo contrario, ¿por qué firmar solemnes declaraciones por los derechos humanos o los tratados contra la tortura?
¿Cómo vivió la historia del arresto de Pinochet?
Fue un continuo cambio de esperanzas y desilusiones. Lo que sucedió en Londres puso de relieve que Chile sigue siendo un paÃs profundamente dividido. Donde los militares aún ejercen un poder fuerte y decisivo en términos de equilibrio polÃtico e institucional. Desde otro punto de vista estaba casi sorprendida. Pinochet, en estos años, habÃa construido su impunidad con una atención casi manÃaca. Incluso cambió la Constitución para que nadie pueda golpearlo. Y si no será juzgado en el extranjero, estoy segura, Pinochet, aquÃ, en Chile, nunca será llevado ante un tribunal. Nunca en Chile.
¿Qué significa el perdón para ti?
Creo que es un asunto absolutamente personal, variable de individuo a individuo. No puedo perdonar a los verdugos de mi hermano. Alguien puede pensar que soy vengativa. Pero no es asÃ. No busco venganza.
Solo quiero la verdad.
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Kenzaburo Oe
Premio Nobel por la Literatura 1994
El grito silencioso
En la primavera de 2001, estuve en Japón para una serie de informes largamente planeados. Envuelto en la nieve de un pequeño pueblo en el extremo norte de Japón, miré el autobús en mal estado que me habÃa llevado a la franja helada del archipiélago japonés, alejándome rápidamente, levantando rociadas de nieve podrida, y en la cabeza me repicó la frase hecha célebre de Bruce Chatwin: ¿What Am I Doing Here?
Como escribió Tiziano Terzani: "Es increÃble, pero los japoneses creen que tienen todo en sus islas". Me habrÃa dado cuenta cuando, poco después, me encontrarÃa con un cortés cultivador de ajo del distrito de Aomori, a quien todos consideraban descendiente directo de Jesucristo... ¡japonés ! [3] .
Anteriormente tuve el privilegio de entrevistar a uno de los mejores escritores vivos del Japón contemporáneo, el Premio Nobel de Literatura Kenzaburo Oe.
El autor de "The Years of Longing" y del "Silent Cry" me explicó por qué, según él, el problema del contemporáneo japonés era la búsqueda infructuosa de la "salvación del alma".
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Desde sus inicios en la literatura, a la edad de veintidós años, no ha pasado un mes sin que Kenzaburo Oe, sesenta y dos años, trabajara en la elaboración de una novela. Nacido en 1935 en una pequeña aldea de la isla de Shikoku, en el Sur Oeste del Japón, se licenció en Literatura francesa en la universidad de Tokio. En sus obras ha afrontado con valentÃa temas como la locura, la crueldad del hombre sobre el hombre, la angustia frente a una realidad invivible, siempre con un estilo directo, lúcido, incisivo. Jugando hábilmente con las formas y los lenguajes, utilizando una amplia gama estilÃstica que va desde el grotesco, la fábula, el realismo más despiadado, el autor de Grito Silencioso ha logrado dar cuerpo a sus obsesiones en una confrontación cercana con sus propios fantasmas y propios tormentos. Construyendo obras como Enséñanos a superar nuestra locura , donde nada es dado por sentado, y la escritura se construye por escalones, y continuas sorpresas.
Un narrador despiadado, incluso si tiene un profundo sentido del humor, Kenzaburo Oe desafÃa y pone a prueba la sensibilidad y los nervios del lector hasta el lÃmite de la tolerabilidad.
« Empecé a vislumbrar la posibilidad de un nuevo tipo de escritura que definiera mejor la estructura de la novela contemporánea. La novela tÃpica del siglo XIX, pensé, está escrita en tercera persona, porque es capaz de analizar la psicologÃa de diferentes personajes y nos permite comprender mejor nuestra era. Jean-Paul Sartre, mi guÃa intelectual, criticó el tipo de escritura en la que el autor, dominando los personajes y conociendo la psicologÃa de cada uno de ellos, propone al lector como una especie de Dios. Yo también habÃa decidido escribir en primera persona, pero reflexionando y leyendo en estos años, me di cuenta de qué al usar la estructura en primera persona, el narrador no puede encontrar todo de sà mismo. Por esta razón comencé una nueva reflexión sobre la escritura en tercera persona»
Oe cita a los grandes escritores de este siglo como Thomas Mann y Robert Musil, y para los contemporáneos Günter Grass. "Predicaron el declive de la novela en el siglo XX y querÃan crear otro tipo de escritura" asegura « y una obra maestra como "El hombre sin calidad" de Musil lo demuestra de una manera que es, por decir lo menos, estimulante. En esta vÃspera del siglo XXI, todos saben que ya no existe una visión ideal capaz de captar el mundo como un todo. Tampoco se cree en un Dios en el sentido religioso tradicional, ni en un dios hegeliano ni en un dios marxista. La historia de nuestro siglo muestra que era necesario deshacerse de estos tres modelos. Por lo tanto, creo que el papel de la imaginación en el trabajo narrativo es intentar ofrecer una visión general. Si mi trabajo anterior puede compararse con un solo de piano, hoy me gustarÃa componer un quinteto».
AsÃ, sintiendo un nuevo estilo personal, Oe espera escribir una novela que concluirá su vida: « No tengo todavÃa una trama definida, pero quiero escribir una historia de personas que reflexionan sobre el problema del alma en este final de siglo. Esta obra serÃa la conclusión de mi vida y y de todo mi trabajo» Calentando y abandonando por un momento su apariencia severa e intransigente, Oe se entusiasma detrás de las lentes de las grandes gafas japonesas, citando un libro del historiador y teólogo israelà Gershom Scholem, Sabbatai Tsevi, una biografÃa del mÃstico hebreo del final de siglo XVII considerado el MesÃas. A medida que su movimiento crecÃa y se acercaba el dÃa de la transformación del mundo, Sabbatai, denunciado por un rabino polaco hostil a él y obligado por un alto funcionario otomano a negar su religión, se habÃa convertido al Islám. Según Oe, la influencia del movimiento de Sabbatai Tsevi fue muy fuerte. "Incluso después de la apostasÃa del" MesÃas ", una parte considerable de las autoridades religiosas y del pueblo han preservado su fe. Los discÃpulos han superado al maestro ", dice. Y el fracaso de un movimiento, de una fe, de un credo, son temas que a menudo regresan en las novelas de Oe, desde El juego del siglo hasta el II Diluvio entró en mi alma. El escritor, que según Kenzaburo "no es un intelectual con una letra mayúscula, sino un subintelectual proveniente de la subcultura", siempre debe permanecer en contacto con los acontecimientos sociales. Y debe profundizarlos en el nivel histórico para analizarlos en el contexto internacional.
« En los últimos años » , continúa, « este problema ha vuelto a la vida, incluso en mi paÃs. El caso de la secta Aum Shinrikyo , responsable del ataque con gas sarÃn en el metro de Tokio en la primavera de 1995, es un excelente ejemplo de esto. La pregunta es saber qué harán los fieles después del fracaso de este movimiento. Y al ampliar la observación a un plano cultural más amplio, uno puede preguntarse cómo vivirá la gente después de la desaparición de las corrientes ideológicas. Los japoneses siempre se han sentido atraÃdos por lo irracional; y solo esto en el pasado, en vÃsperas de la Segunda Guerra Mundial, los empujó en el camino del nacionalismo. Incluso hoy en dÃa los jóvenes están buscando misticismo. Sin embargo, durante el proceso de modernización, y especialmente durante el perÃodo de crecimiento económico, los japoneses rechazaron la tradición. Por lo tanto, incluso si se puede alentar a los fieles a abandonar las sectas como la secta de Aum, es imposible decirles dónde está la salvación del alma. ¿Y no es este el problema de nuestra cultura? ».
Al dÃa siguiente de la muerte del amigo Toru Takemitsu, Oe ha comenzado a escribir aquellos que, con modestia llama mis « ejercicios de estilo » . Y tiene intención de continuar, asegura, en espera de poder expresar cabalmente en tercera persona la psicologÃa de los personajes: una niña inteligente, pero ingenua; una extraña chica convertida; un MesÃas de nuestros dÃas y su profeta, el cerebro de su movimiento.
« Siempre he sido rápido » , concluye en voz baja. « Era como esos estudiantes que siempre se esfuerzan por hacer la prueba escrita antes de tiempo. Ahora tengo la firme intención de tomar todo el tiempo que necesito. O al menos lo que me queda. Lo cual no es mucho».
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Benazir Bhutto
El trágico destino de una mujer al poder
Mi primer contacto con el subcontinente indio ocurrió en mayo de 1996. Llegué a Hong Kong hace menos de un año y Panorama me pidió que entrevistara al primer ministro paquistanÃ, Benazir Bhutto. Era un momento en que las preocupaciones internacionales sobre el desarrollo del programa nuclear de Karachi eran muy elevadas y, sobre todo, la tensión histórica con la India se estaba disparando. En este contexto internacional, una entrevista exclusiva con Bhutto fue, periodÃsticamente hablando, un gran golpe.
Entre las medidas de seguridad masivas - Bhutto estaba constantemente en riesgo de ataques - conocà a una hermosa mujer en Karachi, con un extraordinario carisma. Con un pedigrà polÃtico prominente. Hija primogénita del depuesto primer ministro Zulfikar Ali Bhutto, la madre, Begum Nusrat Bhutto, era de origen kurdo-iranÃ. El abuelo paterno, sir Shah Nawaz Bhutto, era en su lugar un Sindhi, una de las figuras clave del movimiento independentista paquistanÃ.
Benazir entró en ejercicio como Primer Ministro, el dos de diciembre de 1988, primera mujer en ocupar ese cargo en un paÃs musulmán, luego reelegida al cargo de Primer Ministro el diecinueve de octubre de 1993, después de haber sido implicada en el primero de una serie de escándalos.
En noviembre de 1996, pocos meses después de esta entrevista, la Bhutto fue destituida (por segunda vez, ya habÃa sucedido en 1990), arrasada por sospechas de corrupción y especialmente por las actividades financieras desinhibidas de su marido, Asif Ali Zardari, apodado "señor diez por ciento". Por los sobornos que le habrÃa exigido a varios hombres de negocios.
La turbulenta carrera de la Sra. Bhutto, que al principio pasó a las filas de la oposición paquistanÃ, continuó hasta 2007 como presidente del Partido Popular de Pakistán. El veintisiete de diciembre de 2007, mientras estaba teniendo una reunión celebrada en Rawalpindi, treinta kilómetros al este de la capital Islamabad, un kamikaze se hizo estallar en medio de la multitud reunida para escucharla, matando al menos veinte personas. Transportada al hospital. Benazir Bhutto murió poco después, debido a las graves lesiones.
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Los Estados unidos recientemente han acusado a Pakistán de haber comprado de China equipos sofisticados útiles para el enriquecimiento de uranio. Se sospecha que Pakistán está preparando un ensayo nuclear. ¿Qué responde?
Tanto la China como Pakistán han decidido que ningún equipo destinado a la producción de uranio enriquecido sea exportado o importado. En este sentido, creo que los Estados Unidos deberÃan evaluar mejor la información en su posesión.
El programa nuclear paquistanà está destinado a fines de paz. India, por otro lado, estarÃa haciendo pruebas atómicas, mientras que el ex primer ministro de Nueva Delhi declaró que no cree que pueda excluir la acción nuclear. Es por eso que decidà escribirles a Bill Clinton y a otros jefes de estado, señalando mis preocupaciones.
¿Cuáles?
PodrÃa haber consecuencias trágicas para el subcontinente indio si la comunidad internacional no hace ningún esfuerzo para evitar una prueba nuclear de la India. Espero que los próximos informes muestren que se trata de voces infundadas. SerÃa un error pensar que Pakistán puede aceptar un chantaje nuclear o misil desde la India.
¿Y la respuesta al ataque del misil táctico indio Prithvi?
Es lamentable que en una era de desarme haya un programa indio para misiles de mediano y largo alcance. De esta forma, usted está expuesto al riesgo de conflictos en un área que va desde Yemen hasta el estrecho de Malaca. Si hay misiles dirigidos a Lahore o Karachi, Pakistán considerará qué medidas tomar.
¿Es posible reanudar el diálogo entre India y Pakistán?
El origen de la tensión entre nuestros dos paÃses es Cachemira. Me gustarÃa encontrar una solución, pero India rechaza cualquier discusión: según Nueva Delhi, no hay nada que discutir porque Cachemira es parte de India, y eso es todo. Con estas premisas, todas las esperanzas de diálogo fracasan. Sin embargo, también hemos propuesto la mediación de un tercero, señalando que el problema de Cachemira es un problema que afecta a todos porque puede poner en peligro la paz y la seguridad en toda la región. Finalmente, como último recurso, India ha propuesto elecciones libres en Cachemira. Elecciones rechazadas por grupos polÃticos locales. Imposible una solución negociada sin el consentimiento de la gente.
¿Cuál es su posición sobre el tratado para la prohibición de las pruebas atómicas?
Apoyamos esto, pero estamos preocupados por el hecho de que India está tratando de retrasar su firma al exigir que se inicie primero un plan de desarme internacional: no es realista pensar que el mundo pueda comenzar este plan rápidamente.
Según algunos rumores, tanto en India como en Pakistán hay sectores polÃticos que quieren detonar un dispositivo nuclear para poder luego unirse al tratado para la prohibición de pruebas atómicas en una posición de fuerza, con el estado de las potencias nucleares...
Creo que existen halcones en ambos lados, en mi paÃs y en el otro lado de la frontera. Personalmente, siempre he creÃdo en el desarme, la no proliferación nuclear y la paz. He hecho todo lo posible para prohibir los prejuicios étnicos y el sectarismo de todo tipo en Pakistán: lo que llamo la "cultura Kalashnikov", es decir, la gente que para resolver sus problemas se pasea con una ametralladora al cuello. Espero que nunca llegue el dÃa, ni en Pakistán ni en la India, donde ganan los halcones.
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