Tastoanes de Tonalá ( ca . 1970). Autor desconocido. Colección Honoria Hurtado.
Marco Antonio Cortés Guardado
Rectoría General
Miguel Ángel Navarro Navarro
Vicerrectoría Ejecutiva
José Alfredo Peña Ramos
Secretaría General
Itzcóatl Tonatiuh Bravo Padilla
Rectoría del Centro Universitario
de Ciencias Económico Administrativas
José Antonio Ibarra Cervantes
Coordinación del Corporativo
de Empresas Universitarias
Javier Espinoza de los Monteros Cárdenas
Dirección de la Editorial Universitaria
Primera edición electrónica, 2011
Texto
© María Honoria de Jesús Hurtado Solís
Fotografías
© Alfredo Basulto Lemuz, J. Refugio Figueroa Benitez, María Honoria de Jesús Hurtado Solís, Lourdes Tranquilina Jiménez Morales, Roberto Lucano López, Antonio Iván Zedillo Hernández y Archivo Fotográfico del Ayuntamiento de Tonalá.
D.R. © 2011, Universidad de Guadalajara
Editorial Universitaria
José Bonifacio Andrada 2679
Colonia Lomas de Guevara
44657 Guadalajara, Jalisco
www.editorial.udg.mx
01 800 UDG LIBRO
ISBN 978-607-450-401-9
Junio de 2011
Juan Antonio Mateos Nuño
Presidencia Municipal
Gabriela Gallegos Trejo
Regidora presidenta
de la Comisión de Cultura
Ricardo Duarte Méndez
Dirección de Cultura
Addya Ramos Ruiz
Dirección de Comunicación Social
Lourdes Jiménez Morales
Imagen y Diseño Institucional
HURTADO Solís, María Honoria de Jesús
Tastoanes de Tonalá : danza guerrera acompañada de tambor y chirimía / María Honoria de Jesús Hurtado Solís. -- 1a ed. – Guadalajara, Jalisco : Editorial Universitaria : Universidad de Guadalajara : H. Ayuntamiento de Tonalá, 2011.
Incluye referencias bibliográficas
ISBN 978-607-450-401-9
1. Danza indígena-México-Jalisco 2. Moros y cristianos (Danza). 3. Tonalá, Jalisco-Vida religiosa y costumbres 4. Fiesta de Santiago apóstol-Jalisco. I. t.
793.319 7235 657 .H96 DD21
F1219.3 .D2 .H96 LC
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Diseño epub:
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Mapa de las localidades en las que se celebra la danza de los tastoanes. Ilustración de Antonio Iván Zedillo.
Tonalá es un pueblo con raíces profundas, un municipio rico en tradiciones y cultura, una región mágica y artesanal. Difundir nuestra cultura reafirma la identidad de los tonaltecas como mexicanos.
Los tastoanes han sido inspiración de los artesanos y son una especie de amalgama de dos culturas, dos tradiciones, dos elementos: el agua y la tierra, que en manos del alfarero se unen para tomar una nueva forma, después el artista los pinta a imaginación, tomando como punto de partida lugares y situaciones significativas de su propia historia.
Los tastoanes de Tonalá representan la famosa batalla librada por los indígenas tonaltecas y el ejército del conquistador de Nuño de Guzmán en el cerro del Xictépetl o Cerro de la Reina, donde apareció el apóstol Santiago en defensa de los españoles, y quien, a pie o montado a caballo, sostiene un enfrentamiento contra valerosos y aguerridos tastoanes, disfrazados con mascaras, largas cabelleras, capotes, y garrotes utilizados como armas.
Esta obra es un homenaje a nuestros ancestros que lucharon por defender nuestras tierras, nuestra cultura, que concluyó uniéndose con una nueva raza, una nueva cultura y se transformó en un pueblo mestizo.
Los tastoanes tienen la mágia que nos recuerda la constante lucha por defender nuestros propios ideales, nuestras aspiraciones, una mágia que nos seduce, que nos impulsa a lograr la meta.
Juan Antonio Mateos Nuño
Presidente municipal de Tonalá 2010-2012
Introducción
Capítulo I Danza de los tastoanes, fusión de dos tradiciones
Orígenes
Región de Tonalá
Recuerdo de su territorio expresado en la danza
Evangelización y resistencia indígena
La representación de la danza
Danza de moros y cristianos
Fuentes que mencionan la danza de los tastoanes
Otras referencias
Continuación de esta tradición
Capítulo II Contexto histórico
Batalla en Tonalá
Sublevación en la Guadalajara de Tlacotán
Se dispusieron para la guerra
Danza y juego
Otras danzas en Tonalá
Capítulo III Santiago, patrono de España y de la Nueva Galicia
La persona de Santiago apóstol según el Nuevo Testamento
Santiago en España
El apóstol en tierras de la Nueva España
Apariciones en el reino de la Nueva Galicia
Santiago en Tonalá
Imagen y devoción a Santiago en la parroquia de Tonalá
Dedicatoria a Santiago el mayor
Santiago nagualizado
Devoción de los tonaltecas a su santo patrono
Capítulo IV El resurgimiento de la danza de los tastoanes en Tonalá
Festividad religiosa
Celebración religiosa a Santiago apóstol
Desarrollo de la festividad
Escenario al aire libre
Impedimentos
El ritual esperado
Desarrollo de la danza de los tastoanes en Tonalá
Esgrima en la danza
Organización y coordinadores de los tastoanes
Capítulo V Los personajes de la danza de los tastoanes de Tonalá
Reyes
Tastoanes
La Perra
Moros
Santiago
El caballo
Capítulo VI Atuendo de los personajes
El traje de los tastoanes
Vestimenta de los moros
Vestimenta de la Perra
Vestimenta de los reyes
Vestimenta de Santiago
Capítulo VII Máscara tastoanera
Antecedentes
Origen de la máscara de tastoán
La elaboración de la máscara
Acabado de la máscara
Decoración de la máscara
Concurso de máscaras
El artesano mascarero
Capítulo VIII La peluca o tocado
Elaboración de la peluca
Cambios de la peluca a través del tiempo
Capítulo IX Música festiva
Música prehispánica
Conjunto de chirimía
Música de Tonalá
Música de Zalatitán
Música de Santa Cruz de las Huertas
La música festiva de los tastoanes pertenece al dominio popular
Capítulo X Los coloquios
El coloquio de los tastoanes de Tonalá
El coloquio de Mezquitán
El coloquio de Zalatitán
Los coloquios de Santa Cruz de las Huertas
Coloquio de El Rosario
Algunas consideraciones finales
Los entrevistados
Tonalá
El Rosario
Zapotlanejo
Zalatitán
Santa Cruz de las Huertas
Ixcatán
San Pedro Tlaquepaque
Jocotán
Guadalajara
Magdalena
Bibliografía
Notas al pie
A mamá,
Libertad Solís Peñafiel,
el amor y diamante de la familia
Tastoanes. Frederick Starr, The Journal of American Folklore, vol. XV, núm. LVII, abril-junio 1902. Por cortesía de la American Folklore Society.
Miguel Pila Galán (centro) festejando su cumpleaños con músicos de San Juan de Ocotán: don Matilde (izquierda) y José, en el cerro de La Reina (1998). Foto de Honoria Hurtado.
En memoría y con afecto para Miguel Pila Galán (1905-2004), un apasionado de las tradiciones de su pueblo y personaje importante en la historia tastoanera del siglo XX en Tonalá, donde nació el 29 de septiembre de 1905. Transmitió a muchos tonaltecas su cariño por las tradicionales pastorelas, que él mismo organizaba y en las que participaba, así como la pasión por los legendarios tastoanes, la fe y la devoción a Santiago apóstol.
Me considero afortunada por haber convivido y compartido conocimientos con don Miguel Pila. Él guardaba celosamente el mayor tesoro de sus ancestros: el conocimiento que le habían trasmitido los abuelos del pueblo, y el coloquio de tastoanes que conservaba en su lúcida memoria. Caminé al lado de don Miguel desde el año de 1995 en todo lo que tuviera relación con la danza –representación de los tastoanes de Tonalá– y con las personas que él conocía en otros pueblos tastoaneros.
La primera vez que fuimos a conseguir chirimitero a San Juan de Ocotán faltaban varios meses para el 25 de julio. Llegamos a la casa de don Venustiano Carrillo para apalabrar y asegurar la chirimía. Don Miguel decía: «Entonces, ya estamos apalabrados, Venustiano. En eso quedamos».
En vísperas de la fiesta de Santiago apóstol fuimos nuevamente a San Juan de Ocotán a dar el anticipo de la música y poner en claro todos los detalles para la fiesta del santo patrono de Tonalá.
Don Miguel Pila quería que le cumplieran un gusto el día que tuviera que partir a su otra morada. Él decía:
...quero que lleven el ataúd en hombros y los dos Santiagos que tengo, uno por cada lado, pa’ que me acompañen hasta mi tumba; también que me acompañen mi familia, mis amigos y una cuadrilla de tastuanes por cada lado... quero que aquello no esté triste, que me toquen la chapetilla, con música de tastuanes.
Fueron muchos los conocimientos que recibí y los momentos agradables que pasé con don Miguel y los tastoanes. Ahora comparto con ustedes, herederos de la riqueza cultural de México, el eco que han dejado don Miguel Pila y muchos abuelos tonaltecas.
María Honoria de Jesús Hurtado Solís
Tastoanes recorriendo las calles de Santa Cruz de las Huertas (ca. 1970). Autor desconocido. Colección Honoria Hurtado.
El propósito de este estudio es dar a conocer la danza de los tastoanes tal como tiene lugar en Tonalá, Zalatitán y Santa Cruz de las Huertas, poblaciones ubicadas en el municipio de Tonalá, Jalisco.
Como cualquier otra expresión cultural tradicional, la danza de los tastoanes ha experimentado modificaciones con el paso del tiempo. Por eso no es posible dar cuenta de sus características en el momento presente sin hacer referencia a los cambios y las adaptaciones que ha tenido, especialmente en los últimos cien años. Ejemplos de ello son la pérdida de la música para tastoanes, que se interpretaba con chirimía acompañada del tambor, así como de algunos diálogos que constituían parte esencial de esta representación.
Los resultados que aquí se presentan son producto de una investigación, centrada en identificar los elementos que rodean a la danza de los tastoanes de Tonalá, con el objeto de contribuir a la integración de un acervo de información sobre el tema. Ojalá que este trabajo sirva de base para indagaciones más profundas, que amplíen el conocimiento de esta legendaria fiesta.
Al iniciar la investigación se encontró que la información existente sobre los coloquios era escasa. De ahí que gran parte del trabajo consistió en recopilar los diálogos que subsisten en Tonalá, Santa Cruz de las Huertas, Zalatitán e incluso El Rosario. Relatos que actualmente apenas si se repiten o se recuerdan, que no son propios del coloquio o sólo son un poco de lo que se conservó en la memoria de la gente mayor y se fue transmitiendo por generaciones.
Los coloquios que se recitan en la danza de los tastoanes son diálogos que forman parte de la danza y utilizan los personajes al llevar a cabo la representación. Los diálogos son de gran importancia porque a través de ellos se conoce la trama de lo que se representa. Los coloquios muestran la relación entre los hechos representados y algunos acontecimientos históricos.
El coloquio de Tonalá se fue entretejiendo conforme iban apareciendo más diálogos en la memoria de Miguel Pila Galán, quien fue hasta hace pocos años el más viejo participante y organizador de la danza de los tastoanes. Las frases del coloquio se fueron registrando en cintas. El orden de los diálogos se fue reconstruyendo poco a poco a medida que se sumaban los párrafos, hasta que finalmente estuvieron completos.
En el caso de Santa Cruz de las Huertas se recopilaron dos coloquios un tanto diferentes, pero con el mismo tema. Uno es el que conserva el señor Sergio Estuvier, el mismo que el finado Nicolás Ortega guardaba en su memoria; otro es el se que repite en la representación en vivo. Son similares, pero con el paso de los años los personajes han cambiado y se les han agregado elementos contemporáneos; por ejemplo aportados por los colindantes de Santa Cruz en las nuevas colonias y uno que otro chascarrillo que sirve para amenizar el rato.
En 1997 se grabó el coloquio de Zalatitán, interpretado por los niños que representaron a los tastoanes. Los diálogos se los enseñó el señor Ambrosio López Fajardo, organizador y personaje más viejo de la danza de los tastoanes en esta población. Una vez hecha la trascripción, los textos fueron corregidos por Francisco Noé Hernández Enríquez, discípulo de López Fajardo, y finalmente se hicieron otras rectificaciones con su maestro Ambrosio.
Al mismo tiempo surgió la preocupación por recobrar la música que se escuchaba en la segunda década del siglo XX, interpretaciones que se perdieron porque nadie continuó tocando la chirimía en Tonalá. Se decidió que este trabajo incluyera las partituras de melodías y acompañamientos de los sones para tastoanes que desde hacía varios años no se tocaban, sones que sólo quedaron en el recuerdo de personas como Miguel Pila Galán y Ambrosio López Fajardo.
La música que se toca actualmente en Tonalá se registró en cintas de grabación. Después, con ayuda de Moisés Rosas Galán, chirimitero de Tlaquepaque, se escribieron las notas de las melodías, se corrigieron una vez más y las copió fielmente Martín Tarcisio Macías, trompetero y copista de Guadalajara. Los sones incluidos en esta obra son los mismos que han venido escuchando los habitantes de Tonalá por lo menos en los últimos cuarenta y cinco años.
En el caso de la música de Zalatitán, también se grabaron las melodías que con mucha voluntad y contento tarareaba el señor Ambrosio López Fajardo, a sabiendas de que no morirían con él, sino que quedarían para las nuevas generaciones. Lo cierto es que los sones de Zalatitán son importantes porque son los mismos que se tocaban a fines del siglo XIX y principios del XX en Tonalá y poblaciones aledañas.
Tastoanes en procesión con la imagen del apóstol Santiago (Tonalá, 2007). Foto de Roberto Lucano.
La danza de los tastoanes amalgama el pensamiento indígena con la cultura impuesta por los españoles; refleja en parte la educación y religión a la cual fueron sometidos los naturales de estas tierras y los hechos históricos que vivieron los pobladores del siglo XVI y los mestizos de los siglos posteriores.
Esta danza tiene como antecedente la representación de moros y cristianos, traída al continente americano por los conquistadores españoles. Sin embargo, tuvo un mestizaje con alguna danza prehispánica de carácter guerrero que no se ha podido identificar, pues no existe ningún antecedente documentado de ella.
El registro que se tiene de la danza de los tastoanes es muy escaso, pero sabemos que en la segunda mitad del siglo XVII ya se realizaba en los suburbios de Guadalajara. A finales del siglo XIX, el historiador Alberto Santoscoy refiere otros lugares de los alrededores de Guadalajara donde se efectuaba, como San Miguel de Mezquitán (Santoscoy, 1984: 410).
En la última década del siglo XIX se presentaban los tastoanes en Mezquitán y San Andrés, en la fiesta del santo patrono de la localidad, así como en Tonalá y en Huentitán (Santoscoy, 1984: 410). Existen referencias de que esta danza se celebraba en Tateposco, San Pedro Tlaquepaque, Tetlán, Ixcatán1 y San Andrés (Santoscoy, 1984: 410), y es posible que en Tlajomulco, según atestiguó fray Luis de Refugio Palacio (1988: 3). En El Rosario fue ocasional la presentación;2 sin embargo, desde hace cinco años se han realizado año con año. En San Martín de las Flores se le conocía con el nombre de los chimacas.3
En la actualidad la danza de los tastoanes sigue apreciándose en poblaciones con raíces indígenas como Tonalá, Zalatitán, Santa Cruz de las Huertas, Nextipac, Jocotán, San Fransico Ixcatán, San Juan de Ocotán, Tesistán, Santa Ana Tepetitlán, El Rosario y San Gaspar, así como en la zona de Oblatos cerca del Cementerio Guadalajara, donde se reúnen personas de Apozol, Zacatecas.4 Todas estas localidades encuentran en los alrededores de Guadalajara o han sido alcanzadas por su mancha urbana.
Asimismo, sigue ejecutándose en algunas poblaciones del sur del estado de Zacatecas como Moyahua; en La Mezquitera Norte y La Mezquitera Sur, que son barrios de Juchipila; en Apozol, Santa Juana y la comunidad de los Santiagos, en Jalpa. También se representa en una colonia de Tijuana habitada por tonaltecas, quienes festejan a Santiago apóstol el 25 de julio de cada año (Maestro, 1993).
Tonalá, Tonallan, Tonalla y Tonallo son nombres que significan lo relativo al sol. Según el investigador José María Arreola, Tonalá significa «lugar que está dedicado al culto del sol» (Arreola, 1936: 31), y se le llamó así a una región del occidente de México desde la época prehispánica. Actualmente Tonalá es un municipio del estado de Jalisco.
En el siglo XVI Tonalá, como muchos otros lugares de México, adoptó el nombre que los conquistadores españoles le pusieron, quedando así unido al nombre prehispánico con el que se conoce y ha tenido desde tiempos inmemoriales. Santiago de Tonallán es el nombre que llevó la villa en honor a su santo patrono, a quien se le encomendó la protección del pueblo. A él festejan los tonaltecas con la danza guerrera de los tastoanes, en la que cada 25 de julio se enfrentan uno a uno los belicosos rebeldes con Santiago, que viene a redimirlos de los dioses paganos.
En tiempos de la conquista española Tonalá era gobernada por la cacica Cihualpilli Zapotzintli, quien al abrazar el cristianismo y ser bautizada recibió el nombre de Juana Bautista Danza. A este lugar se le ha atribuido un territorio bastante amplio, que según José Luis Razo Zaragoza abarcaba el que actualmente ocupan Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá, Tlajomulco, Juanacatlán y El Salto, gran parte de los actuales municipios de Tala, Zapopan, Ixtlahuacán del Río y Zapotlanejo, así como una pequeña parte de Cuquío, Acatic, Tototlán, Ixtlahuacán de los Membrillos y Acatlán de Juárez. Tenía como tributarios a Tololotlán, Tlajomulco, Tala, Atemajac y Tetlán (Dávila, 1981: 13-14). Es posible que existiera una serie de alianzas con estas poblaciones para hacer frente a las continuas invasiones de chichimecas, tarascos y los pueblos no tributarios (Baus, 1982: 30).