Kitabı oku: «Misterios develados», sayfa 2

Yazı tipi:

“Es la única explicación lógica de las infinitas complejidades y experiencias de la creación humana, y descubre la operación y Ley sobre la cual descansa toda manifestación. Esto hace comprender a uno que no existe tal cosa como la casualidad o el azar. Todo está bajo directa, exacta, y Perfecta Ley. Cada experiencia de la conciencia tiene una causa anterior, y toda cosa, al mismo tiempo, es la causa de un efecto futuro. Si un hombre daña a una mujer en una vida, es seguro que reencarnará en forma femenina y pasará a través de una experiencia similar, hasta que comprenda y experimente eso que hizo soportar a otro. La misma cosa es cierta para una mujer que sea injusta o dañe a un hombre.

“Este es el único modo por el cual uno es forzado, o mejor dicho, se fuerza uno a sí mismo, a experimentar la causa y el efecto de toda cosa que él genera en el mundo.

“El individuo puede crear y experimentar cualquier cosa que desee en su mundo; pero si elige hacer algo que haga experimentar discordia a otros, entonces se obliga a sí mismo a pasar por una condición similar hasta que comprende el efecto que produce su creación sobre el resto de la Vida del Universo.

“Ven conmigo, y revisaremos una vida física en la que usaste una forma femenina en Francia, la cual fue una cantante de gran éxito, con una voz de exquisita belleza y poder.

Inmediatamente, sin el más mínimo esfuerzo por parte mía, estuve fuera de mi cuerpo físico, viéndolo claramente mientras reposaba sobre el suelo. Me pregunté si estaría a salvo allí sobre la ladera de la montaña, y en contestación a mi pensamiento, replicó Saint Germain:

—No te preocupes. Nada en el mundo puede dañar tu cuerpo mientras estemos fuera. ¡Observa!

Instantáneamente vi mi cuerpo rodeado por una Llama Blanca, formando un círculo de unos quince metros de diámetro.

Él colocó su brazo derecho alrededor mío, y vi como nos elevábamos rápidamente del suelo, mientras me ajustaba con prontitud a su acción vibratoria. No hubo un definido sentimiento de movimiento a través del espacio, pero de pronto vimos hacia abajo, un pueblo en el Sur de Francia, y Él continuó:

—Aquí nació usted como hija única, la hija de una bella mujer, cuya vida fue un ejemplo de idealismo muy adelantado con relación a la mayoría de aquel periodo. Su padre fue un marido y compañero muy devoto, de alta cultura, e inspirado por el primitivo espíritu Cristiano.

“El éter atmosférico de cada entorno registra todo lo que ha ocurrido en esa localidad. Reviviré estos registros etéricos y podrás ver imágenes vivientes, dando cada detalle de tu vida.

“Usted cantó en la iglesia de esta localidad y estudió con una maestra que persuadió a tus padres para que le permitieran entrenarte. Tuviste rápidos progresos, y recibiste todavía mayores ventajas al trasladarte con ellos a París.

“Después de un año de intenso estudio, llegó una oportunidad para cantar ante la Reina de Francia, y a través de su patrocinio tuviste actuaciones en muchos de sus salones. Esto le aseguró una carrera musical exitosa. Francia y el éxito prodigaron sus dones sobre ti durante los cinco años siguientes, y acumulaste mucha riqueza.

“De pronto, ambos padres pasaron a través del cambio llamado muerte, y el impacto fue muy grande para ti, seguido por varias semanas de seria enfermedad. Cuando se recuperó y retornó de nuevo a los conciertos, una nueva cualidad compasiva se había incorporado a su voz, a través de la reciente experiencia del dolor.

“Un hombre, que había guiado mucho de tu estudio musical, llegó a ser director de su trabajo público, y tú llegaste a depender de él como alguien que parecía ser digno de confianza.

“A continuación siguieron catorce años de brillante éxito, al final de los cuales enfermaste repentinamente y falleciste en el plazo de una semana. Tus joyas y tus riquezas las dejaste a cargo del director para ser usadas en ayudar a otros, y para cumplir ciertos planes para los cuales había trabajado toda su vida. Apenas habían finalizado los ritos funerarios, cuando tuvo lugar un completo cambio dentro de él. La codicia tomó enteramente posesión de él. Ahora te mostraré este hombre a quien conociste hace algunos años, aquí en América, en tu vida presente. Estoy bastante seguro de que recordarás claramente el incidente de negocios.

A continuación me mostró una relación comercial en la cual yo pretendía ayudar a diversa gente, mientras estaba en el Oeste, hacía unos diez años, en conexión con un representante del gobierno Belga.

—A este hombre —continuó Él—, se le dio una oportunidad aquí para corregir la equivocación cometida en tu contra en Francia. Se le mostró la condición, y supo perfectamente bien la situación por la cual se lo mostramos, pero no era aún lo suficientemente fuerte para dejar operar la Gran Ley Cósmica de Justicia, y saldar esa deuda. Si lo hubiese hecho de propia voluntad, hubiera obtenido la libertad en muchos modos y le hubiese permitido progresar mucho más rápidamente en esta encarnación.

“Es de este modo cómo la vida externa mantiene al individuo atado a la rueda de la necesidad, renacimiento, continuada lucha, y dolor, hasta que permitimos que la Luz del Cristo Interno nos ilumine y purifique, para que podamos responder solamente al Plan de Dios: Amor, Paz, y Perfección para Su Creación. Esta es la clase de lección que uno nunca olvida, porque la enseñanza objetiva registra la experiencia en la visión, lo mismo que en la mente. El registro en la vista es más profundo, y necesariamente recibe más atención desde la actividad externa del intelecto.

“La esencia de esta experiencia, olvidada hace tiempo, se fijó ella misma en mi memoria permanentemente, porque puedo recordar cada detalle, tan claramente como cuando la observé con Él.

“Ahora —prosiguió Él—, recordaremos otra encarnación tuya. Una ocurrida en Egipto.

Nos elevamos del suelo y proseguimos rápidamente hacia adelante. Yo era muy consciente del Mar Mediterráneo, mientras pasábamos sobre sus bellas aguas. Nos dirigíamos a Karnac y Luxor, cuando tomamos de nuevo contacto con la Tierra.

—Observa atentamente —dijo Él—. Este registro es de un templo muy antiguo en Luxor. No de esos cuyas ruinas están explorando hoy los arqueólogos, sino uno que es anterior a cualquier otro que haya sido descubierto hasta el presente. Si ellos supiesen dónde buscar, encontrarían templos magníficos en un estado de conservación casi perfecta.

Indicándome un cierto lugar lleno de ruinas, que es todo lo que los viajeros pueden ver hoy, la escena fue reemplazada por la actividad en el éter, tal como había sido originalmente en toda su belleza y esplendor, mucho más magnífica que cualquier cosa de la cual tenga idea la presente generación.

Los jardines y estanques estaban rodeados por grandes pilares de mármol blanco y granito rosa. La localidad entera llegó a estar viva, real y vibrante, y justo tan tangible como cualquier ciudad física actual de la Tierra. Se veía tan perfectamente natural y normal que pregunté de qué modo hacía Él tan vividas estas experiencias.

—El hombre y su creación —replicó Él—, como también la Naturaleza, tienen una contraparte etérica, un patrón, que hace su impresión eterna sobre la atmósfera alrededor de él, dondequiera que se mueve. El patrón de la actividad del individuo, y de la experiencia de la vida, está dentro de su propia aura todo el tiempo. Un registro similar existe en el aura de cada localidad. Un Maestro Ascendido puede, si así lo elige, revivificar o revestir el registro de las actividades anteriores del individuo, dondequiera que esta persona ocurra que se halle, porque el patrón, sobre el cual reúne el Maestro Ascendido la estructura atómica, está siempre en el aura de ese individuo. Cuando el Maestro reviste el registro de una localidad, debe hacerlo en el mismo y específico lugar; porque tal registro, cuando se reviste, llega a tener la misma forma y estructura viviente que tenía antes, cuando se construyó por primera vez en la sustancia física.

“De este modo es posible agrupar de nuevo la estructura física de un edificio completo y de sus alrededores, cuando así lo desea el Maestro Ascendido, para lograr algún buen propósito. Cuando uno ha obtenido este Dominio dado por Dios, él puede revestir y reanimar cualquier Registro Etérico que desee hacer visible para enseñanza y beneficio de los estudiantes y de otros. Cuando hace esto, es tan real como la realidad misma, y los objetos revestidos se pueden fotografiar, manipular y hacer tangibles a los sentidos físicos de aquel que los observe.

—Fíjate —me recordó Él—, Tu estás experimentando estas actividades en su cuerpo más sutil, pero no son menos reales a causa de esto, porque su cuerpo físico es solamente una vestidura que tú, el Ser Consciente, pensante, y experimentador, llevas puesta. Es lo mismo que si llevara un grueso abrigo en el frío invierno y solamente un traje ligero en un día del caluroso verano. Las experiencias en el traje ligero no serían seguramente menos reales que las vividas cuando lleva puesto el abrigo grueso. Traigo esto a tu atención para que puedas entender las actividades mayores y menores de la Vida.

Examinamos entonces los terrenos, el entorno y la arquitectura.

—Ven y entremos —dijo Él.

Y mientras hablaba, avanzamos unos pasos y atravesamos la entrada principal, entrando dentro del mismo templo. Nosotros nos volvimos actores vivientes y, al mismo tiempo, observadores de la experiencia siguiente.

Pasamos dentro de la parte principal del templo, y proseguimos hacia el Santuario Interno. El Sumo Sacerdote vino directamente en nuestra dirección, y pareció reconocerme.

—Este sacerdote de tiempos antiguos —explicó Saint Germain—, es ahora tu hijo.

Apareció entonces un sacerdote menor a quien inmediatamente sentí que conocía, y el Maestro señaló: “El sacerdote coadjutor era usted mismo”. Entramos al Santuario Interno y vi la virgen vestal guardando el Fuego Sagrado. Ella, a la que ahora observaba, era Lotus, mi bienamado Rayo Gemelo, a quien conocí y con quien me casé hace algunos años, y es la madre de nuestro hijo.

La escena cambió y vimos a un príncipe visitante de una distante provincia que planeaba apresar a la virgen vestal para hacerla su esposa. Todo parecía ir bien, hasta que el Sumo Sacerdote tuvo una visión de lo que iba a ocurrir. Eso le perturbó pero se contuvo. Se puso en guardia cuando vio entrar a los esclavos del príncipe y los observó al aproximarse éstos al Santuario. Cuando se acercaron más, él avanzó unos pasos y pronunció con tan sólo una palabra. Un esclavo más atrevido que el resto entró. El Sumo Sacerdote le advirtió que retrocediera, pero él todavía se acercó más.

Cuando alcanzó un cierto Círculo Sagrado de fuerza, que emanaba del Altar, el sacerdote no lo dudó por más tiempo. Avanzó hasta el borde externo de esa Radiación Protectora, elevó su mano derecha y apuntó directamente al esclavo. Una ráfaga Llameante salió disparada como un rayo y el esclavo cayó sin vida al suelo.

El príncipe, que estaba observando, se adelantó con insano furor. “¡Para!”, ordenó el sacerdote de nuevo, en un tono de voz similar a un trueno. El príncipe dudó por un momento, aturdido por el mismo poder de la palabra, y el sacerdote continuó: “¡Escúchame! Tu no profanarás el mayor de los dones de Dios al Templo de la Vida. ¡Márchate! Antes de que sigas la misma suerte de tu descarado y atrevido esclavo”.

El Sumo Sacerdote era totalmente consciente del poder que podía manejar y, mientras vigilaba al príncipe, era la misma encarnación del autocontrol absoluto, conscientemente mantenida en obediencia a su voluntad. Se veía Majestuoso, coronado con Poder Eterno. La voluntad del príncipe era también poderosa, pero no tenía control sobre sí mismo y, cuando le envolvió otra oleada de ciega rabia al verse contrariado, se lanzó hacia adelante, dando rienda suelta a su lujuria. El sacerdote, rápido como un relámpago elevó su mano. La Llama se disparó una segunda vez y el príncipe siguió la misma suerte que su esclavo.

Saint Germain se dirigió a mí, y explicó la experiencia todavía más ampliamente.

—¿Puedes ver? —comenzó—, ese es el modo en el que la cualidad dentro de cada fuerza reacciona sobre aquel que la emite. El príncipe y su esclavo llegaron con las cualidades de odio, egoísmo, y depravación dentro de sus sentimientos y, cuando el sacerdote dirigió la fuerza hacia ellos, de la que era maestro, tomó sobre sí misma esas cualidades, en el momento que tocó sus auras.

“El sacerdote hizo, simplemente, regresar sobre ellos sus propios sentimientos y egoísmos. El sacerdote quedó protegido él mismo por su generoso esfuerzo en proteger a la vestal.

Finalizado ese incidente se desvaneció la escena de esplendor, y nuevamente nos encontramos en medio de las ruinas del templo. Saint Germain me reveló todavía más cosas, que no puedo relatar aquí.

—Hay solamente un modo —prosiguió Él—, para evitar la rueda cósmica de causa y efecto, la necesidad de reencarnar, y es el de hacer un consciente esfuerzo para comprender la Ley de la Vida. Uno debe buscar fervorosamente el Dios Interno, hacer permanente y consciente contacto con ese Ser Interno y mantenerse firme en ello, ante toda condición de la vida externa.

“Será mi placer y privilegio mostrarte más, pero solamente por la enseñanza que les pueda traer a ti y a otros. Vamos, ahora debemos volver.

Cuando llegamos cerca de mi cuerpo, me instruyó de nuevo:

—¡Observa cómo desaparece el círculo de Llama Blanca!

Yo miré. El círculo se desvaneció. Un momento más tarde yo estaba de vuelta en mi cuerpo. El sol estaba descendiendo, y deduje que sería cerca de la medianoche, cuando llegara a casa.

—Coloca tu brazo sobre mi espalda —dijo Saint Germain—, y cierra tus ojos.

Yo sentí mi cuerpo elevarse del suelo, pero no fui particularmente consciente de ningún movimiento de avance. Al poco tiempo mis pies tocaron el suelo y, abriendo mis ojos, me encontré en mi alojamiento. Saint Germain estaba bastante divertido, cuando pregunté cómo era que habíamos podido volver en esta manera, sin atraer la atención de la gente alrededor nuestro, y Él contestó:

—Nosotros, muchas veces, ocultamos nuestros cuerpos con la capa de invisibilidad, cuando nos movemos en medio de las personas con cuerpo físico—, y en el siguiente segundo se había ido.

Yo había oído hablar de que los Maestros Ascendidos podían llevar sus cuerpos con ellos dondequiera que van, y manifestar, o hacer visible, cualquier cosa que deseen usar directamente desde lo Universal.

No obstante, fue una cosa muy diferente experimentar un contacto real con uno de ellos, e intenté comprender plenamente la maravilla de la experiencia. Para Saint Germain fue evidentemente una ocurrencia muy normal.

Me senté en silenciosa reflexión durante un largo tiempo con profunda, profunda gratitud, intentando comprender y darme cuenta plenamente de su explicación de “La Ley” concerniente al deseo.

Él enfatizó su importancia y actividad como el poder motivador del Universo, para propulsar nuevas ideas que forzan una expansión de conciencia dentro de la Vida de cada individuo. Él lo había explicado diciendo:

“El Deseo Constructivo es la actividad expansiva dentro de la Vida, porque tan sólo en este modo vienen a la expresión mayores y mayores ideas, actividad, y logros, en el mundo externo de la sustancia y la forma. Dentro de cada Deseo Correcto está el poder de su realización. El Hombre es el Hijo de Dios. Él tiene orden del Padre para elegir cómo dirigirá la energía de Vida, y qué cualidad desea que exprese su deseo realizado. Y esto debe hacerlo porque el libre albedrío es su derecho de nacimiento.

La función de la actividad externa del intelecto es la de guiar toda la expansión dentro de canales constructivos. Este es el propósito y deber del ser externo. Permitir que la Gran Vida, o Energía Divina, sea usada solamente para gratificar los deseos de los sentidos —que es el hábito de la masa de la humanidad— lleva a su uso destructivo, y siempre, sin ninguna excepción, está seguido por la desarmonía, debilidad, fracaso y destrucción.

El uso constructivo del deseo es la dirección consciente de esta ilimitada Energía Divina, mediante la Sabiduría. Todo deseo, dirigido por la Sabiduría, lleva alguna clase de bendiciones al resto de la creación. Todo deseo dirigido por el Dios Interno, sale con el sentimiento de Amor y bendice siempre”.

Los siguientes días los pasé escribiendo este registro de mis experiencias. De pronto, una mañana, al despertarme, encontré una tarjeta dorada sobre la mesa cercana a mi cama. Parecía una pieza de oro metálico, y sobre ella había una frase corta, escrita en un bello color violeta:

“Vaya a nuestro lugar de cita en la montaña

a las siete de la mañana.

Saint Germain”.

Guardé esta tarjeta cuidadosamente, y apenas pude esperar a que pasara el tiempo intermedio, tan grande era mi expectación. Tempranamente, la mañana siguiente, mientras preparaba un bocado, sentí un claro impulso de no llevar nada conmigo. Obedecí y decidí confiar que mis necesidades serían satisfechas directamente desde lo Universal.

Alegre de corazón, pronto estuve de camino, determinado a no perder ninguna oportunidad de hacer preguntas, si eran permitidas. A medida que me aproximaba al punto de encuentro, mi cuerpo llegó a sentirse cada vez más ligero, hasta que, cuando apenas faltaba un kilómetro y medio, mis pies casi no tocaban el suelo.

No había nadie a la vista, de modo que me senté en el tronco de un árbol para esperar a Saint Germain, no sintiendo fatiga ninguna, aunque mi caminata había sido de unos dieciséis kilómetros.

Mientras meditaba sobre el maravilloso privilegio y bendición que había llegado a mi vida, oí romperse una ramita y miré a mi alrededor, esperando ver a Saint Germain. Imaginen mi sorpresa cuando, alejada, no más de quince metros, vi una pantera aproximándose lentamente hacia mí. Mi cabello debió ponerse de punta. Quise correr, gritar, tal era el sentimiento de miedo dentro de mí. Hubiera sido inútil moverme, porque un salto de la pantera habría sido fatal para mí.

Mi cerebro dio vueltas por el gran miedo que sentía, pero una idea se abrió paso claramente y mantuvo mi atención con fijeza. Yo comprendí que tenía la Magna Presencia de Dios justo dentro de mí, y que esta Presencia era todo Amor. Este bello animal era una parte de la Vida de Dios también, y me obligué a mirarlo directamente a los ojos. A continuación me vino la idea de que una parte de Dios no podía dañar a otra parte. Estuve consciente solamente de este hecho.

Me recorrió un sentimiento de Amor, que se proyectó como un Rayo de Luz directamente hacia la pantera, y con él se fue mi miedo. Las sigilosas pisadas cesaron y yo me acerqué lentamente hacia ella, sintiendo que el Amor de Dios nos llenaba a ambos. Se suavizó la mirada viciosa de sus ojos, el animal se enderezó, y vino lentamente hacia mí, restregando su lomo contra mi pierna. Yo me agaché y palmeé su suave cabeza. Ella elevó la mirada hacia mis ojos durante un momento y después se tumbó y puso a rodar como un gato juguetón. El pelo era de un bello color oscuro, rojizo-marrón; el cuerpo era largo, flexible y de gran fortaleza. Yo continué jugando con ella, cuando subí la mirada repentinamente, y vi a Saint Germain de pié a mi lado.

—Hijo mío —dijo Él—, yo conocía tu gran fortaleza interna, de lo contrario no hubiera permitido semejante prueba. Has conquistado el miedo. ¡Te felicito!

“De no haber dominado al ser externo, no hubiese permitido que la pantera te dañara, pero nuestra asociación hubiera cesado por un tiempo.

“Yo no tengo nada que ver con la aparición de la pantera aquí. Fue parte de la operación de la Gran ley, como comprobarás antes de que cese tu asociación con tu nueva amiga.

“Ahora que has pasado la prueba del coraje me es posible darte mayor asistencia. Cada día llegarás a ser más fuerte, más feliz, y expresarás mayor libertad.

Él extendió su mano y en un momento aparecieron cuatro pastelillos de un bello color dorado-marrón, del tamaño de unos cinco centímetros cuadrados. Él me los ofreció y los comí según su instrucción. Estaban deliciosos.

Inmediatamente sentí una sensación de hormigueo y aceleración a través de mi cuerpo entero; un nuevo sentido de salud y claridad de mente.

Saint Germain se sentó a mi lado e inició mi instrucción.

₺186,67

Türler ve etiketler

Yaş sınırı:
0+
Hacim:
241 s. 2 illüstrasyon
ISBN:
9786074574043
Yayıncı:
Telif hakkı:
Bookwire
İndirme biçimi:
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre
Metin
Ortalama puan 0, 0 oylamaya göre