Kitabı oku: «Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales», sayfa 3

Yazı tipi:

Consideraciones finales

Las diferentes teorías, modelos y estudios de caso que buscan explicar los procesos de localización y desconcentración de actividades productivas siguen teniendo validez para la comprensión de las cuestiones económicas que acontecen en el ordenamiento económico territorial. En esta perspectiva, estos análisis muestran que las decisiones de localización dependen de diferentes factores, entre ellos, el costo de los insumos, el tamaño del mercado, la competencia, sin embargo, esta decisión siempre será tomada por los agentes económicos conforme a la información que tengan disponible.

Aún hoy, este tipo de temas revisten importancia y utilidad para los análisis sobre las realidades socioterritoriales en espacios subregionales.

Referencias

Bustamante Arango, John Jaime (2008), disposiciones de los POT de los municipios del altiplano del oriente antioqueño sobre las ventajas comparativas y competitividad del territorio: aglomeración, ventajas comparativas y competitivas localizadas, aspectos conceptuales, evidencia empírica y directrices de gestión. Masora, convenio interadminisativo Universidad Nacional-MASORA. Directrices de ordenamiento para la Gobernación de Antioquia.

Camagni, R. (2005). Economía urbana. Barcelona, España: Bosch.

Caravaca, I. y Méndez, R. (2003). Trayectorias industriales metropolitanas: nuevos procesos, nuevos contrastes. EURE, 29(87), 37-50. http://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612003008700003

García, M. Á. y Muñiz, I. (2005). El impacto espacial de las economías de aglomeración y su efecto sobre la estructura urbana. El caso de la industria en Barcelona, 1986-1996. Working Papers, Department of Applied Economics at Universitat Autónoma of Barcelona.

Fujita, M., Krugman, P. y Venables, A. (2000). Economía espacial: las ciudades, las regiones y el comercio internacional. Barcelona, España: Ariel.

Krugman, P. (1994). Urban concentration: The role of increasing returns and transport costs. The World Bank Economic Review, 8(suppl_1), 241-263. https://doi.org/10.1093/wber/8.suppl_1.241

Lotero, J. (2009). Transformación productiva y políticas públicas de desarrollo económico territorial: el caso colombiano. En P. C. Brand (Comp.), La ciudad Latinoamericana en el siglo XXI: globalización, neoliberalismo, planeación. Medellín, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

Méndez, R. (1997). Geografía económica: la lógica espacial del capitalismo global. Barcelona, España: Ariel.

Méndez, R. (2001). Transformaciones económicas y reorganización territorial en la región metropolitana de Madrid. EURE, 27(80), 141-161. http://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612001008000007

Méndez, R. (2007). El territorio de las nuevas economías metropolitanas. EURE, 33(100), 51-67. http://dx.doi.org/10.4067/S0250-71612007000300004

Moncayo Jiménez, E. (2004). Nuevos enfoques del desarrollo territorial: Colombia en una perspectiva latinoamericana. Bogotá, Colombia: Universidad Nacional de Colombia.

Polese, M. (1998). La localización de actividades económicas en el espacio urbano. En Autor, Economía urbana y regional: introducción a la relación entre territorio y desarrollo. (pp. 325-371). Cartago, Costa Rica: Libro Universitario Regional.

Precedo Ledo, A. y Villarino Pérez, M. (1992). La localización industrial. Madrid, España: Síntesis.

Clúster de competitividad territorial y potencial del área metropolitana 1

John Jaime Bustamante Arango2 Guillermo David Hincapié3 Israel Díaz Arredondo4 Daniel Alejando García García5

Introducción

Los procesos de aglomeración territorial, de población y de actividades económicas constituyen un asunto que ha ocurrido durante muchos años, incluso desde la Antigüedad, solo que en épocas más recientes y con el avance de las técnicas de análisis territorial, especialmente con el uso de la econometría espacial, se ha podido ahondar en el tema. Ello se ha vuelto más recurrente a partir de los años en los cuales el proceso de globalización ha irrumpido en el mundo y, de manera especial, en los países de América Latina, donde se produjeron cambios socioterritoriales en la ocupación de los territorios y en los usos del suelo, particularmente urbanos (Jungemann, 2002).

En la literatura, hemos identificado investigaciones en este campo de estudio. Concretamente, nos planteamos como objetivo determinar la forma en que se establecen agrupamientos territoriales o clúster de municipios competitivos en una subregión del departamento de Antioquia, conocida como Valles de San Nicolás, además de establecer con ello lo que sería una potencial área metropolitana. La importancia de este propósito radica en que no se trata solo de poder dar cuenta de esta forma, sino de cómo dentro de estas es dable encontrar evidencias empíricas de la manera en que los clústeres se definen, de acuerdo con la información disponible y dan cuenta de una competitividad territorial en la cual el territorio se constituye no solo en un factor clave para la localización de las unidades económicas en esa subregión (atributos territoriales), sino que su despliegue territorial, bajo estas formas de agrupamientos, posibilitan las oportunidades de hacer y mejorar negocios para las empresas en un marco de competitividad. El trabajo se concentró fundamentalmente en 2015, debido a la disponibilidad de datos, aunque los ejercicios también se hacen comparativos con respecto a 2005.

El capítulo está organizado en cuatro apartados. En el primero de ellos, se hace la localización del área de trabajo desde lo especial de la investigación. El segundo se dedica a precisar el estado actual. En el tercero, se detalla la metodología del trabajo y se muestra el índice obtenido y, de acuerdo con él, se determinan los clústeres o las aglomeraciones competitivas de la subregión. En el cuarto, además de mostrar los resultados, se realiza una descripción y análisis de la información. Finalmente, se formulan unas observaciones finales y conclusiones, de tal manera que se delimiten algunas directrices de gestión concretas para la subregión.

Así pues, los resultados de ese trabajo servirán como una guía básica para establecer líneas de acción encaminadas a delinear políticas públicas relativas al ordenamiento y la planificación territorial en consideración a la conformación de clústeres de competitividad territorial, establecidos de acuerdo con las dinámicas territoriales propias de los municipios del Valle de San Nicolás en el oriente antioqueño y describir las ventajas de localizar allí empresas para el aprovechamiento de las ventajas competitivas del territorio como formas de desarrollo de oportunidades de negocio en la región.

Descripción de la localización del área de estudio

A efectos prácticos, y como establecimiento de un necesario marco contextual, se hace una descripción del territorio alrededor del cual gira este trabajo de investigación, que es el Valle de San Nicolás en el oriente cercano antioqueño.6

El oriente es una de las nueve subregiones que componen el departamento de Antioquia, ubicado al noroeste de Colombia en la región andina. De los 125 municipios de Antioquia, este territorio está conformado por 23 municipios con un área aproximada de 827 600 ha correspondientes al 13% del departamento y el 0,7% de Colombia (Zapata, Barrera, Gómez y Naranjo, 2015).

Esta región está distribuida a su vez en cinco subregiones más:

• Valles de San Nicolás, con un área de 176 600 ha (31 400 urbanas y 145 200 rurales), correspondiente a los municipios de El Carmen de Viboral, El Retiro, El Santuario, Guarne, La Ceja, La Unión, Marinilla, Rionegro y San Vicente (Zapata et al., 2015).

• Bosques, con 162 700 ha (2200 urbanas y 160 500 rurales) e integrada por los municipios de Cocorná, San Francisco, San Luis y Puerto Triunfo (Zapata et al., 2015).

• Aguas, con una extensión de 146 500 ha (urbanas 4600 y rurales 141 900), correspondiente a los municipios de El Peñol, Granada, Guatapé, San Carlos y San Rafael (Zapata et al., 2015).

• Porce Nus, un área correspondiente a 101 700 ha (urbanas 7200 y rural 94 500) de los municipios de Alejandría, Concepción, San Roque y Santo Domingo (Zapata et al., 2015).

• Páramo, en una extensión de 240 200 ha (urbanas 6600 y rural 233 600), correspondiente a los municipios de Abejorral, Argelia, Nariño y Sonsón (Zapata et al., 2015).

En la figura 2.1, puede verse la localización de toda la región del oriente antioqueño, con cada una de las subregiones, donde se muestra la subregión objeto de nuestro estudio: el Valle de San Nicolás.

Esta subregión posee una oferta paisajística muy atractiva y su nivel de desarrollo en general es alto. Es la segunda subregión más poblada después del Valle de Aburrá, y la sigue en importancia económica (Gobernación de Antioquia, s. f.).

Esta región posee gran riqueza en oferta hídrica y es la mayor productora de energía en Colombia (Gobernación de Antioquia, s.f.), con los embalses Peñol-Guatapé, Playas, Puchiná, Riogrande II, Miraflores y Porce II, y las represas de La Fe y Piedras Blancas.

Figura 2.1. Distribución del territorio subregión oriente de Antioquia.


Fuente: Zapata et al. (2017).

El oriente entonces ha sido un representante del desarrollo departamental y nacional, y se ha posicionado como una zona geoestratégicamente ubicada con seis embalses y cinco centrales hidroeléctricas (Playas, Guatapé, San Carlos, Jaguas y Calderas) que generan el 29% de la energía nacional y el 73% de la energía departamental; además, ha sido una región atractiva para el asentamiento de grandes industrias, lo que ha permitido el desarrollo de infraestructura y la posibilidad de nuevos negocios que impacten directamente el desempeño económico del departamento, así como el aprovechamiento de ventajas competitivas que desde el sector logístico ha evidenciado mejoramientos en las cadenas de suministro, transporte de carga y facilidades para las operaciones de comercio exterior gracias a las condiciones terrestres, la infraestructura vial y el fácil acceso al Aeropuerto Internacional José María Córdoba y la Zona Franca de Rionegro.

Estado actual para la investigación y marco teórico

Si bien la literatura más reciente, especialmente en América Latina se robustece desde comienzos de la década de 1990 debido a las implicaciones de los cambios socioterritoriales de la globalización en marcha, ya en países de Europa se avanzaba en propuestas teórico-analíticas desde la década de 1980.

Para los fines de la presente investigación, consideramos pertinente agrupar las propuestas de la literatura en dos campos analíticos. Por una parte, los que llegan a considerar las formas de organización de las actividades económicas productivas en los territorios y, por otro, las que ven en el territorio un factor no solo de atractividad para ellas, sino que suscitan la idea de que el territorio es un factor de desarrollo que promueve e incita a la competitividad de las empresas y, por ende, del territorio mismo.

La organización de las actividades productivas en el territorio

Para tener una idea de algunos de los diferentes enfoques que han hecho propuestas respecto a los procesos de aglomeración en el territorio, Elizalde (2003, p. 27) formula un agrupamiento en la tabla 2.1. Señala la fuente, de acuerdo con el estudio de redes, que ello deriva en varios conceptos que, a su vez, pueden tener diferentes alcances, pero conservando en su esencia un mínimo funcionamiento de un conjunto de distintos actores productivos, referenciando, por ejemplo, los acuerdos de cooperación, el clúster, los distritos industriales y las redes productivas, de suministro, de conocimiento, de innovación, entre otros (figura 2.2).

Tabla 2.1. Diferentes enfoques sobre procesos de aglomeración territorial


Enfoque Autor Propuesta
Nueva geografía económica Krugman, Paul (1998) Elaborada a partir de las contribuciones pioneras de Alfred Marshall. Las aglomeraciones resultan de la acción acumulativa inducida por la presencia de economías externas locales. Las economías externas son incidentales, y la estructura espacial de la economía es determinada por procesos de mano invisible que opera fuerzas centrífugas y centrípetas, por lo cual hay poco espacio para políticas públicas.
Economía de los negocios Porter (1998) Resalta la importancia de economías externas geográficamente restrictivas (concentraciones de habilidades y conocimientos altamente especializados, instituciones, rivales, actividades correlacionadas y consumidores sofisticados) en la competencia internacional. Las estrategias locales nacionales son parte de la estrategia de los negocios. Las fuerzas de los mercados determinan el desempeño del clúster. El Gobierno debe proveer educación, infraestructura física y reglas para la competencia.
Economía regional Scott (1998) La geografía económica y el des- empeño industrial están interrelacionados. Existe una tendencia endémica en el capitalismo en dirección a compactos clústeres localizados. Esos clústeres son constituidos como economías regionales intensivas en transacciones que a su vez son enlazadas por estructuras de interdependencia que están dispersas por todo el globo. La coordinación extramercado y las políticas públicas son esenciales en la construcción de ventajas competitivas localizadas.
Economía de la innovación Audretsch (1998) La proximidad local facilita el flujo de información y la diseminación del conocimiento. Las actividades económicas según nuevos conocimientos tienen una gran propensión a agruparse dentro de regiones geográficas. Esto ha desencadenado un cambio que ha desechado las políticas que coactan.
Pequeñas empresas y distritos industriales Schmitz (1997, 1999) Además de las economías externas locales incidentales o espontáneas, existe también una fuerza deliberada en acción, derivada de la cooperación consistente entre agentes privados y del apoyo del sector público. El concepto de eficiencia colectiva combina los efectos espontáneos (o no planificados) y aquellos conscientemente buscados (o planificados), y es definida como “la ventaja competitiva derivada de las economías externas locales y de la acción conjunta”.

Fuente: Suzigan et al. (2000), citado por Elizalde (2003, p. 27).

Figura 2.2. Definiciones utilizadas en la teoría económica de redes y sistemas


Fuente: Alburquerque (2004).

El distrito marshalliano

Ya en el pensamiento de un economista neoclásico como Alfred Marshall había una idea bastante avanzada para la época en que publica sus Principios de economía (1890): la de los distritos industriales. Para él venían registrándose fenómenos de aglomeraciones en forma natural en ciertos asentamientos poblacionales en los procesos que caracterizan al capitalismo del siglo XIX en Inglaterra. Aunque la publicación de sus Principios de economía data de 1890, ya existían unos manuscritos Marshallianos de alrededor de 1870.

Como lo señala Becattini (2002) en su trabajo sobre el distrito marshalliano:

Leyendo las descripciones de la época de la industria británica, razonando sobre los textos de economía más difundidos, y observando con atención la realidad que le rodea (por ejemplo, la cuchillería de Sheffield o el metal de Birmingham), Marshall llega muy pronto a la conclusión de que, por lo menos para ciertos tipos de producción, existen dos modos de producción eficientes: el conocido, basado en grandes unidades productivas integradas verticalmente en su interior, y un segundo, basado en la concentración de numerosas fábricas de pequeñas dimensiones y especializadas en las diferentes fases de un único proceso productivo en una o varias localidades. (pp. 10-11).

Esta segunda forma de producción formulada por Marshall es la que configuraría la idea del distrito marshalliano, como bien lo expone Becattini (2002, p. 11): “Por tanto, tanto las grandes como las pequeñas empresas obtienen beneficios […] (de la ubicación de la industria), pero estos beneficios son más importantes para las pequeñas empresas porque les evitan muchas de las desventajas que sufrirían al tener que competir con las grandes empresas”. Por último, “en estos distritos se ha desarrollado una posterior subdivisión de la especialización; además, los intercambios por separado han buscado localidades separadas […]. Quienes trabajan la lana generalmente no viven entre los trabajadores del algodón de Lancashire, sino que se hallan en Yorkshire, y ellos mismos se dividen en “comercio de la lana cardada” y “comercio del peinado de la lana” y, a su vez, “estos se subdividen en diferentes ramos, cada uno de los cuales tiene un distrito favorito”.

Esta idea de la forma de la aglomeración de actividades productivas en el territorio, si bien mejora la idea de la producción con integración vertical para hacerla menos rígida, no necesariamente se empareja con la idea de la especialización flexible, especialmente a partir de la década de 1990, como una forma de la organización del despliegue territorial de la producción. Tal como lo precisa Becattini (2006, p. 23):

Los que hemos aceptado la idea de que los distritos industriales son una manifestación particular de la tendencia a la especialización flexible, pero, a la larga, a medida que se desarrollaban los estudios de campo, los dos caminos, el de los distritos y el de la especialización flexible, se han separado, con gran ventaja, creo, para la clarificación de las ideas.

A diferencia de la especialización flexible como tal, Becattini (2006, p. 23) plantea:

La gran cualidad del distrito, yo creo, no es la de contar con muchas empresas flexibles cada una en sentido técnico (por ejemplo, mediante la difusión de máquinas de control numérico) sino la de ser una comunidad de productores que —para no salir del aspecto productivo estricto— integra flexiblemente, es decir, adaptándose rápidamente a la coyuntura del mercado, múltiples poblaciones de empresas especializadas. Integración, pues, no especialización, flexible.

La cualidad, pues, del distrito consiste precisamente en integrar en el territorio, dadas sus capacidades propias (naturales y creadas), a una comunidad de empresas grandes, medianas y pequeñas, integradas flexiblemente y con capacidad de asociatividad empresarial, cooperación y adaptabilidad de acuerdo con las condiciones del mercado, y así hace figura una forma más “eficiente” del tejido empresarial.

De acuerdo con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD, 2010), los distritos industriales italianos fueron centro de atención para estudiosos del desarrollo local, entre ellos, Pyke y Sengenberger (1993), quienes consideraban que estos podían ser opciones para impulsar el crecimiento del producto y el empleo. Para estos autores, los distritos industriales son sistemas productivos definidos geográficamente, caracterizados por un gran número de pymes que se ocupan de diversas fases o formas en la elaboración de un producto. En su mayoría, los distritos se especializan en una clase de producto con distintos tipos de complejidad y uso final.

Finalmente, y retomando los aportes de Elizalde (2003, p. 35), puede considerarse:

Los distritos poseen una serie de ventajas tales como: el logro de mayores niveles de eficiencia y destreza en la producción a través de la especialización; disponibilidad y fácil acceso a la gama de especializaciones de la cadena productiva; disponibilidad de talentos y capacidades locales; presencia de una atmósfera industrial que permite diseminar rápidamente las nuevas ideas; existencia de una mezcla de relaciones de cooperación y competencia entre las empresas; fomento de una cultura emprendedora; presencia de un medio ambiente que promueva el consenso y fomento de un tejido social de instituciones de apoyo.

Türler ve etiketler

Yaş sınırı:
0+
Hacim:
281 s. 52 illüstrasyon
ISBN:
9789587648553
Telif hakkı:
Bookwire
İndirme biçimi: