Kitabı oku: «Miradas territoriales a los estudios urbano-regionales», sayfa 4

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El clúster territorial

Siguiendo al PNUD (2010), Alfred Marshall en 1920 daba la primera idea de la existencia de esta forma productiva. Según el PNUD, para Marshall la noción de clúster “involucra a las compañías que de acuerdo con las dinámicas conjuntas generan economías externas para la reducción de costos de productores aglomerados o agrupados en un mismo territorio” (p.22).

El clúster es entendido, entonces, como una forma de superar las limitaciones en cuanto a la escala, los requerimientos tecnológicos, el poder de compra, la innovación, el acceso a mercados internacionales, entre otras ventajas. En la década de 1990, Michael Porter daba su definición de clúster como “una concentración geográfica de empresas, proveedores de insumos y servicios especializados, e instituciones conexas, todos los cuales trabajan en forma coordinada, en estrecha interacción, de lo que derivan sinergias y externalidades positivas” (Dirven, 2005, p. 54).

Otro autor, Dávalos (2002), indica que se podrían esquematizar cuatro estilos de regiones que emergieron debido a las presiones y las transformaciones económicas y tecnológicas a que han estado sujetas los territorios (citado por Elizalde, 2003, p. 28):

• Los complejos científico-productivos, que incluyen actividades con altos niveles tecnológicos, creadoras de tecnología.

• Aglomeraciones justo a tiempo: aquí se contemplan las aglomeraciones de proveedores para la planta terminal, que se organizan en redes de empresas.

• Distritos industriales: estarían contempladas aquí las áreas regionales de producción especializada, por lo general con abundantes pymes, que se concentran territorialmente.

• División del trabajo regional bajo esquema neofordista: se refiere a situaciones en las que se fragmenta el proceso productivo desde el punto de vista del territorio, a través de mecanismos como la subcontratación internacional.

Nuevamente la figura de los distritos aparece en esta clasificación, además de los complejos científico-tecnológicos y en el literal d llama la atención el tipo de organización de la producción bajo la figura de fragmentación del proceso productivo en la subcontratación internacional entre empresas.

En atención a lo anterior, lo que logra identificar al clúster de esas otras formas de aglomeración empresarial son las acciones iniciadas principalmente por las compañías y apoyada por un conjunto de instituciones, por ejemplo, las gremiales y gubernamentales. El clúster necesita de apoyo gubernamental del ente local, regional o nacional tanto para su fortalecimiento como para su creación, de tal manera que puedan ofrecer las condiciones idóneas para el desarrollo de estos.

Una definición de competitividad de los territorios

Para nuestro trabajo, el territorio es “la unidad espacial compuesta por un tejido social propio, que se encuentra asentada en una base de recursos naturales particular, con ciertas formas de producción, consumo e intercambio, y que está regida por instituciones y formas de organización también particulares” (Cordero-Salas, Chavarría, Echeverri y Sepúlveda, 2003, p. 1).

De acuerdo con Cordero-Salas et al. (2003), entendiendo cómo funcionan los territorios desde esta perspectiva, surgen unas ventajas que citaremos a continuación:

• Permite entender y gestionar el desarrollo más eficientemente.

• Explica mejor las relaciones intersectoriales y posibilita el trabajo multidisciplinario.

• Permite integrar los ejes fundamentales del desarrollo sostenible; esto es, los aspectos de organización económica, la relación con el medio natural, de organización sociopolítica, así como los elementos culturales que le otorgan idiosincrasia al territorio.

• Posibilita la integración del conocimiento acumulado por las sociedades, a efectos de lograr un desarrollo armónico y democrático.

Así pues, un territorio adquiere carácter competitivo si puede afrontar la competencia del mercado y garantizar al mismo tiempo la viabilidad medioambiental, económica, social y cultural, aplicando lógicas de red y de articulación interterritorial (Observatorio Europeo LEADER, 1999).

De este modo, y de acuerdo con Cordero-Salas et al. (2003), se define la competitividad territorial como

la capacidad dinámica de una cadena productiva para mantener, ampliar, y mejorar de manera continua y sostenida, su participación en el mercado, tanto doméstico como extranjero, por medio de la producción, la distribución y la venta de bienes y servicios en el momento, lugar y forma solicitadas, y sin olvidar que el fin último de su actividad es buscar el beneficio de la sociedad. (pp. 6-7)

Además, puede aludirse al concepto de competitividad urbana, el cual apunta a la capacidad de una ciudad para penetrar en los mercados local y de exportación, y a su relación con el crecimiento económico local y el incremento de la calidad de vida de sus residentes (Sobrino, 2002).

A partir de lo anterior, conviene resaltar que para realizar un análisis de competitividad territorial se hace uso de indicadores que miden el cambio de la distinta participación en los mercados, los cuales, según Sobrino (2002), provienen de la interacción de tres tipos de ventajas competitivas:

• Ventajas competitivas empresariales: comportamiento de la productividad, capital humano y el proceso productivo (Sobrino, 2002).

• Ventajas competitivas territoriales: definido como las condiciones externas que ofrecen los centros urbanos para la eficiencia microeconómica, tales como la oferta de suelo, la intervención del gobierno, el mercado de trabajo, entre otros (Bustamante, 2008).

• Ventajas competitivas distributivas: relacionado con la posición geográfica, condiciones para la circulación y áreas de mercados (Bustamante, 2008).

Por otro lado, según Cabrero, Orihuela y Ziccardi (2003), respecto de la competitividad territorial, se distinguen dos tipos clave:

• Estáticas: que se derivan de aglomeración o concentración geográfica.

• Dinámicas: que provienen de la capacidad innovadora y que son originadas por las empresas y los gobiernos locales proponiendo la integración del concepto de competitividad con el de integración.

Además, Cabrero et al. (2003) proponen que a través de un método de análisis factorial se puede evaluar la competitividad de las ciudades bajo distintos componentes, entre ellos, el económico, sociodemográfico, urbano-espacial e institucional.

Finalmente, concretamos que, para el trabajo de investigación, preferimos hablar de competitividad territorial con referencia a las ventajas competitivas localizadas, tal como lo sugiere Bustamante (2008, p. 49):

La ventaja competitiva localizada refiere a aquellos elementos constitutivos7 del territorio que conforman el entorno para la población y empresas ubicadas allí y que contribuyen a conformar y reforzar la aglomeración8 en él. Esos elementos constitutivos, por otra parte, contribuyen a la calidad de vida de las personas que lo habitan y, por lo demás, crean y ayudan a mantener la ventaja comparativa y competitiva de las firmas ubicadas en dicho territorio, siendo la ventaja competitiva territorial, de esta forma, un fenómeno eminentemente localizado. Es en este sentido que preferimos hablar de la competitividad de los territorios.

Metodología para el trabajo de investigación

El otro propósito del trabajo es delimitar un área metropolitana potencial para la subregión del oriente cercano del departamento de Antioquia. El marco teórico y contextual analizado llevó a la conclusión según la cual los territorios y las regiones competitivas que tienen el potencial de constituir un área metropolitana exigen para su análisis una consideración fundamentalmente multidimensional del concepto de competitividad territorial.

De esta manera, resulta crucial múltiples dimensiones de los atributos de los municipios objeto de estudio y buscar mediante técnicas y análisis una forma de sintetizar la información multidimensional encontrada. Este procedimiento ha sido realizado por muchos investigadores en los ámbitos nacional e internacional, pero esta investigación constituye una primera aproximación al problema de caracterizar la competitividad subregional de Antioquia y cómo, a partir de esta consideración, se pueden establecer criterios para delimitar áreas metropolitanas.

De esta manera, la investigación siguió tres fases importantes en su esquema metodológico, a saber: construcción del indicador sintético de ventajas competitivas locales, un proceso de contabilidad de los viajes por motivos laborales y flujos de carga entre municipios, y, finalmente, los análisis de estadística y econometría espacial para la delimitación objetiva y técnica de un área metropolitana.

Cómputo del indicador sintético de ventajas competitivas locales

Según una recolección de datos de variables económicas, sociales, ambientales e institucionales, divididas en subcomponentes, se procedió a calcular, mediante el análisis de componentes principales, el indicador sintético de ventajas competitivas locales (ISVCL). La tabla 2.3 muestra los distintos subcomponentes seleccionados en el análisis y las variables que los componen. Cada componente se encuentra conformado por una serie de indicadores, de los cuales se hace una distinción de la correspondencia urbana o rural de las localidades objeto de estudio.

Dado que cada componente, de los cinco, está compuesto por otros subindicadores, el análisis de componentes principales se realiza en dos fases: en primer lugar, se desarrolla un análisis de componentes principales sobre los cinco componentes definidos; en segundo lugar, se realiza un análisis de componentes principales sobre cada grupo de subindicadores, para determinar cuáles son las variables que explican en mayor medida la nube total de puntos.

Tabla 2.3. Variables seleccionadas para el indicador compuesto


Subcomponente Variable
ICVCL_CE: Componente EconómicoÍCVCL: Índice Compuesto de Ventajas Competitivas Locas PET, industria y comercio, cantidad de establecimientos comerciales, cantidad de establecimientos industriales, cantidad de establecimientos de servicios.
ICVL_CSC: componente socioeconómico Hogares comunitarios, casa de la cultura, establecimientos educativos, bibliotecas, EPS.
ICVL_CFE: componente físicoespacial Extensión urbana, extensión rural, vías, viviendas, parques, equipamiento deportivo.
ICVL_CAM: componente ambiental Microcuencas, oferta hídrica, parques ecológicos, malezas
ICVL_CSI: componente de servicios institucionales Juzgados, fiscalías y notarias.

PET: Población en Edad de Trabajar. EPS: empresas promotoras de salud. ICVCL: Índice Compuesto de Ventajas Competitivas Locas

Fuente: Gobernación de Antioquia (s. f.).

Las anteriores variables constituirán una matriz de variables correlacionadas sobre las cuales se aplicó la técnica de componentes principales, con el fin de determinar los componentes principales y su porcentaje de explicación de las variables (Cuadras, 2007). Estos componentes se seleccionan según el porcentaje acumulado de explicación de los componentes sobre la variabilidad total de los datos, esto es, el porcentaje de la varianza explicada.

De esta manera, el indicador final calculado se hace según los primeros dos componentes con una suma ponderada de cada variable y su correlación con cada uno de los componentes, como se muestra en la ecuación (1). En este sentido, se construye un índice sintético de ventajas competitivas localizadas que tienen en cuenta el 94% de la información soportada en la base de datos.

IVCLi=cp1ixj+=1cp2ixj(1).

Este indicador tiene una direccionalidad creciente, esto es, que refleja una mayor ventaja competitiva del municipio en la medida en que toma valores mayores. Con este indicador, entonces, serán analizados los distintos municipios de la subregión del oriente, con el cual se explica las características de aquellos que tienen una alta competitividad de aquellos que tienen una baja competitividad. Finalmente, con este mismo indicador, se determinaron los patrones espaciales de este y cómo se configuran clústeres de alta competitividad que ayudarían como criterio a delimitar áreas metropolitanas.

Los anteriores resultados se complementarían con un examen de la forma en que interactúan los municipios de la subregión del oriente respecto de su movilidad laboral, es decir, de acuerdo con el conteo de los viajes por motivos de trabajo de un municipio a otro. Esta mirada ayudará a delimitar el área metropolitana del oriente. La información del commuting laboral está soportada por la llamada encuesta origen-destino llevada a cabo por el departamento de Antioquia y a continuación se describen sus características básicas.

Definición de la encuesta origen-destino

Inicialmente, la razón por la que se utiliza el procedimiento de matriz origen-destino es debido a que la movilidad de las ciudades contribuye a su consolidación, a crear un sistema económico cada vez más globalizado y competitivo en busca de mejores condiciones de vida y facilidades para la ejecución de actividades productivas de la población. La comprensión de los sistemas de movilidad podría tener efectos sobre la eficiencia de la economía urbana (Amézquita, Durán, Morales y Heriberth, 2016).

La matriz cuantificada para el departamento de Antioquia ofrece información del número de viajes por motivos laborales, de recreación, entre otros. Asimismo, contiene información de los flujos de carga de cada municipio en atención al municipio de destino y de origen tanto de la carga como de los pasajeros. Esta información ayudará a dimensionar qué municipios presentan altos niveles de actividad e interacción económico-social y a establecer criterios para delimitar el área metropolitana de la subregión objeto de análisis.

Los análisis anteriores aplicados sobre los indicadores de ventajas competitivas y sobre el conteo de viajes por trabajo permitirán determinar la delimitación geográfica y política del área metropolitana de la subregión del oriente antioqueño.

Finalmente, surge un interrogante importante: ¿no existe relación entre el número de viajes por motivos laborales o los flujos de carga intermunicipal con las ventajas competitivas locales? Es decir, ¿los municipios con mayores viajes por motivos laborales no tendrán asociación con un mayor nivel de ventajas competitivas locales? Todo el marco teórico examinado en esta tesis apunta a una respuesta positiva a tales preguntas. De esta manera, y para cuantificar esta correlación, se establecieron modelos básicos de econometría espacial que tienen la siguiente estructura determinada por la ecuación (2):

yt=δ01 ivci2W*ivci+ei (2).

Donde el término yt representa el flujo de pasajeros por destino y el flujo de carga, es decir, la estimación compromete una regresión para cada variable dependiente. De esta manera, se quiere determinar si estos flujos de pasajeros y de carga están asociados al indicador de ventajas competitivas locales, como ya empieza a sugerirlo los análisis de estadística espacial llevados a cabo. En efecto, se espera que este indicador compuesto explique bajo su significancia estadística la dinámica del transporte de pasajeros y de carga.

Es importante clarificar un hecho metodológico: la subregión del oriente tiene 23 municipios, por lo que, en principio, se tendría una regresión con menos de 30 datos como lo sugiere la literatura, aspecto que puede significar problemas, aunque la diferencia de datos no es muy grande. Por tanto, y con el fin de solucionar este problema, los indicadores de ventajas competitivas y el cómputo de los flujos de carga y de pasajeros se computan para 10 municipios más, próximos a la subregión del oriente, como municipios de la subregión del Valle de Aburrá y la subregión del norte. Naturalmente, se eligieron municipios que no implicaran una alteración en la estructura distribucional de las variables en cuestión, para no sesgar la media.

Hallazgos de la investigación
Resultados sobre los clústeres de competitividad territorial

Como se advirtió, estos clústeres requieren el ISVCL o indicador compuesto de ventajas competitivas locales (ICVCL) para poder seguir el proceso y establecer los agrupamientos con la ayuda de técnicas de econometría espacial. Tal como se señaló en la sección metodológica, las ventajas competitivas locales se refieren a la dotación misma que los municipios tienen para afrontar su competitividad económica general. Por tanto, tienen en cuenta varias dimensiones, que van desde lo puramente económico, hasta lo ambiental, pasando por lo institucional. Justamente, el análisis de componentes principales tiene el propósito de determinar un índice compuesto o sintético que considere también la importancia de cada uno de estos componentes.

Como puede verse en la tabla 2.4, existe una importante desigualdad o disparidad de los municipios de la subregión del Valle de San Nicolás en relación con sus ventajas competitivas. Por ejemplo, los municipios de Alejandría, Argelia y Cocorná, entre otros, presentan los niveles más bajos de este indicador, en tanto que los municipios como Rionegro, El Carmen y La Ceja tienen los niveles más altos con respecto al promedio (4,34%).

Tabla 2.4. Ranking de municipios en sus ventajas competitivas locales (valores en porcentajes)


Municipios Indicador (Estandarizado)
Rionegro 31
El Carmen de Viboral 10
Granada 9
La Ceja 6
San Rafael 5
Sonsón 5
Marinilla 4
Guarne 4
El Retiro 4
El Santuario 3
La Unión 3
San Carlos 3
Abejorral 2
San Luis 2
El Peñol 1
Guatapé 1
San Vicente 1
Alejandría 1
Argelia 1
Cocorná 1
Concepción 1
San Francisco 1
Nariño 1

Fuente: Cálculos propios según Gobernación de Antioquia (s. f.).

Si se agrupan los municipios por niveles de competitividad territorial, podría elaborarse una tabla adicional en la cual se destacará una competitividad territorial excepcional o muy alta como la de Rionegro (31%), una competitividad alta que va de un 10 a un 9%, una media entre el 6 y el 3% y una baja que se ubica entre el 2 y el 1%.

De acuerdo con lo anterior, se tienen 14 municipios de 23 en el oriente de Antioquia con un nivel de competitividad baja.

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281 s. 52 illüstrasyon
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9789587648553
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