Kitabı oku: «Los estudios organizacionales en Colombia», sayfa 3
1.2. Trayectoria del estudio de las organizaciones en Colombia
Entre los objetivos de este apartado se considera conocer el surgimiento y trayectoria del estudio de las organizaciones, así como los hitos históricos que los demarcaron. De igual manera, distinguir los académicos, grupos de investigación e instituciones considerados pioneros y representativos en el despegue e impulso dado a este campo de estudio. Para ello, se rastrearon algunas de las publicaciones consideradas relevantes y de valor histórico en la consolidación de este tipo de trabajos.
1.2.1. Surgimiento de los estudios organizacionales
El estudio de las organizaciones en el país surge por aportes realizados desde la ingeniería y diferentes ciencias sociales (E42 y E11, 7 de septiembre y 24 de octubre de 2018), dentro de las cuales resultan relevantes la economía, la historia, la sociología, la antropología y la psicología. Estas, en campos de especificidad denominados industrial, laboral, organizacional o del trabajo, incluyen el estudio de las organizaciones como uno de sus intereses y objetivos primordiales.
Por otra parte, en el surgimiento de los estudios de la organización se advierte cierta cercanía entre los desarrollos logrados en diferentes facultades y departamentos de instituciones de educación superior. Son los casos de la Escuela Nacional de Minas de Medellín y la Facultad de Administración Industrial y Comercial del Gimnasio Moderno, que antes fueran pioneras en el campo administrativo (E3, 6 de septiembre de 2018). Desde la sociología, la Universidad Nacional de Colombia, cuyo departamento correspondiente (fundado en 1959) incluyó, desde 1979, el estudio del trabajo como componente fundamental en la formación de los sociólogos de la época, y en donde, desde la maestría en esta disciplina, se privilegió una línea orientada al estudio de las organizaciones y del trabajo.
La Escuela Nacional de Minas de Medellín fue fundada en 1886 por Tulio y Pedro Nel Ospina, formados en la School of Mines de la Universidad de California en Berkeley (Safford, 1989). Ellos constituyeron un modelo educativo enfocado en la enseñanza de ciencias prácticas necesarias para la formación de ingenieros administradores y emprendedores. Su pénsum incluía urbanidad, higiene industrial, código civil, economía política, economía industrial y estadística (Mayor, 1984). En ese contexto se formó el ingeniero Alejandro López Restrepo y existe cierto consenso en reconocer que él fue pionero en el estudio de las organizaciones en Colombia y su vinculación con el pensamiento administrativo (Mayor, 2001). López, junto con su hermano Libardo y con Roberto Botero, importaron y vendieron libros de economía, ciencia e ingeniería. En 1903, un grupo conformado por ingenieros, hombres de negocios y políticos liberales fundó en Medellín el periódico La Organización,3 que se convirtió en el medio por el cual se dieron a conocer las tendencias organizacionales, técnicas y tecnológicas en el mundo, así como las intenciones del Gobierno de la época orientadas a hacer menos política y más administración (Mayor, 2007). En este periódico, el 12 de enero y el 14 de febrero de 1912, se anunció la traducción realizada por López de dos documentos escritos por Frederick Taylor, que constituyen la primera publicación en el campo de la administración en Colombia. Se trataba de “El pago de trabajo por unidades” y “El manejo científico” (Mayor, 2007).
López escribió el libro El trabajo: nociones fundamentales, motivado por el interés de contribuir a la formación de dos tipos de ingenieros: el técnico y “el administrador técnico, apto para la organización y manejo del trabajo […] y lograr el mejor aprovechamiento del factor humano, con el propósito de dotar al país de verdaderos leaders industriales” (López, 1928, p. 9). En Idearium liberal (1929) y en Problemas colombianos (1931), López introduce elementos para respaldar sus análisis y mostrar cómo las características estructurales, los factores socioculturales y morales, y también las motivaciones individuales, afectan la realización y las posibilidades de la actividad económica. El autor se identifica con una filosofía orientada a la conformación de una élite empresarial que liderara los desarrollos de industrialización requeridos en el país, para lo cual introduce el estudio de dimensiones económicas, políticas, sociales, culturales y tecnológicas involucradas en lo organizacional.
De otra parte, en 1943, Daniel Samper Ortega funda en Bogotá la Facultad de Administración Industrial y Comercial en el Gimnasio Moderno (E3, 6 de septiembre de 2018). Esta fue la primera Escuela de Administración del país, precursora en la introducción de la enseñanza del método de casos, propuesta por Harvard Business School, y asesora en el diseño de carrera y en la elaboración del programa de estudios orientado al grado de economista o de economista administrador. En esta facultad, el profesor español César de Madariaga, ingeniero y fundador del Instituto de Psicotecnia de España y asesor del Instituto de Fomento Industrial (IFI), orientó la cátedra de psicoeconomía y escribió en 1946 el libro Introducción al estudio del factor humano en la industria, donde aplica la ciencia psicológica al estudio de la función económica del factor humano (Mayor, 2007, p. 28). Dicha facultad fue transferida en 1954 a la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes donde, desde 1972 y hasta hoy, opera como departamento autónomo.
Desde otra visión, se identifica a la Universidad Nacional de Colombia, y en ella a la Maestría en Sociología,4 con los estudios de la organización, por uno de sus énfasis, denominado “sociología industrial y del trabajo”, más adelante “organizacional y del trabajo”, y actualmente “del trabajo”. En esa trayectoria se reconocen como pioneros a las figuras prominentes de Alberto Mayor Mora y Anita Weiss de Belalcázar, y, más adelante, a Luz Gabriela Arango Gaviria (E11, 24 de octubre de 2018). Debido al desarrollo de los aportes de estos personajes, en el año 2015, en el marco del evento preparatorio del VIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de Estudios del Trabajo (ALAST), fueron reconocidos como precursores en el campo de la sociología del trabajo en Colombia los profesores Alberto Mayor, Anita Weiss, de la Universidad Nacional de Colombia, Fernando Urrea, de la Universidad del Valle, y el español Carlos Puig, quien fue docente de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá, de la Universidad de Antioquia y cofundador de la Escuela Nacional Sindical (ENS) (Valero, 2017).
El profesor Mayor ha tenido encuentros no previstos con el campo administrativo. Sus trabajos de investigación se inscriben en las fronteras entre la sociología, la historia y la administración, y dan cuenta de una reflexión sobre la influencia que tuvo la Escuela de Minas de Medellín y el pensamiento de Alejandro López (E2, 30 de agosto de 2018). A su vez, analiza los desarrollos logrados por el taylorismo en Colombia (Mayor, 1992) y las modificaciones implementadas en las empresas tras institucionalizarlo; los procesos de profesionalización de la administración y de enseñanza de los administradores, así como la madurez requerida por la administración en tanto disciplina y profesión. En tal sentido, se convierte en un pensador reflexivo en relación con los retos planteados en el campo de la administración.
En un texto fundante del campo de los estudios de la organización, Mayor (1984) analiza la apropiación del taylorismo realizada en Antioquia, las consecuencias sociales de esta aplicación, las estrategias de resistencia planteadas por los obreros de la época y las formas como la cultura condicionó, obligó y dio lugar a procesos de adaptación (E2, 30 de agosto de 2018). Mayor encontró la manera de materializar sus intereses intelectuales mediante diferentes metodologías de investigación, a tal punto que, además de sociólogo, ha sido reconocido como uno de los pensadores más destacados en el despegue y desarrollo del campo de la administración en el país (E7, 20 de septiembre de 2018), y de la sociología organizacional y del trabajo.
Mayor considera que el texto de Savage y Lombard (1986) se constituye en una de las primeras investigaciones en el campo,5 por su fortaleza teórica y metodológica, al igual que por los hallazgos encontrados en relación con la manera como las formas de producción son afectadas por las redes sociales y la cultura del trabajo, presentes en los ambientes organizacionales. La investigación fue adelantada desde un enfoque etnográfico, centrado en el análisis de los agentes económicos y los procesos de cambio social, derivados de las modificaciones implementadas a nivel tecnológico y gerencial, fruto de la aplicación taylorista en Antioquia. Su trabajo permite comprender las características de los desarrollos industriales surgidos en el país, dando, a la vez, lugar al reconocimiento de “Corona como una verdadera escuela de administración colombiana” (Mayor, 2007, p. 43).
En su enfoque, también muestra cómo en administración emergen un conjunto de modas teóricas y de modelos importados que, socializados en documentos, se convierten en best-sellers, a tal punto que impiden el desarrollo de una administración propia (Mayor, 2007). La propuesta de Savage y Lombard (1986) inspiró al ingeniero químico, ejecutivo de empresas y docente universitario Jaime Sicard (1985) a plantear la teoría A o teoría antioqueña, en la que buscó combinar la tradición, representada en la religión católica, los estilos de liderazgo y la cultura del trabajo propios de la región, con la modernización referida a la implantación de los modelos tayloristas-fordistas y humanistas, propuesta que se derivó de su amplia experiencia en Corona. Allí buscó integrar diferentes formas de control, con el propósito de permitir el logro de los objetivos de la empresa y de realización humana de los trabajadores. El profesor Sicard, en compañía de los docentes Mayor, Dávila, Martínez y Ramírez fueron reconocidos por Berdugo (2011) como intelectuales destacados en el campo del pensamiento administrativo, en la enseñanza de la administración y en la historia empresarial del país.
Anita Weiss, por su parte, se interesó por el desarrollo de los procesos de industrialización y modernización tecnológica y cómo estos se acompañaron de diferentes estrategias como el taylorismo y la calidad total (E11, 24 de octubre de 2018). Estos procesos de cambio buscaron favorecer la inclusión de las empresas en las nuevas condiciones de mercado y terminaron por modificar a los trabajadores, los modelos productivos, el trabajo y sus formas de organización (Weiss, 1994; 1997). A partir de su liderazgo en el programa de investigación “Condiciones de trabajo en la industria”, llevó a cabo algunos proyectos financiados por la Volkswagen y, en compañía de académicos como Rainer Dombois, de la Universidad de Bremen, puso en marcha líneas de investigación en relación con los procesos de modernización y reconversión industrial, los cambios dados en el empleo, el trabajo y las relaciones laborales, la flexibilidad laboral y el papel de las organizaciones sindicales.
Desde otro punto de vista, Luz Gabriela Arango incorporó en sus trabajos de investigación las perspectivas de género y de etnicidad (E11, 24 de octubre de 2018). En ellos, estudió la calificación, la escolaridad, la clase y la identidad profesional, y desde allí abrió una línea de análisis sobre el trabajo y la ética del cuidado. En uno de sus libros, editado en 1991, analizó la interrelación entre género, religión e industria, y dio cuenta de la forma como estos elementos delimitan las características de la identidad regional, pues esta es importante al intentar comprender las particularidades del desarrollo empresarial (Arango, 1991; Urrea et al., 2000). Con posterioridad, y dejando en segundo lugar el análisis de los procesos de modernización industrial, Arango y López (1999) presentaron una serie de debates en torno a las teorías de la reestructuración productiva y a las relaciones laborales e industriales, en el marco de la globalización neoliberal. En aquellos destacaron las estrategias asumidas por parte del empresariado, las empresas, los gremios y los trabajadores frente a estos procesos. Analizaron también los problemas derivados de la flexibilización, la subcontratación laboral, la modificación en las trayectorias laborales y en los vínculos entre empresas y trabajadores.
1.2.2 Instituciones y académicos que han impulsado el estudio de las organizaciones
Los investigadores referidos más arriba son reconocidos por su perseverancia, su arduo trabajo de investigación y su fortaleza teórica y metodológica; por la amplitud de sus conocimientos, su incansable consulta de archivos y recuperación de historias orales; pero, sobre todo, por sus posturas críticas frente a las problemáticas estudiadas y porque, a lo largo de su vida académica, continuaron enriqueciendo con nuevas apreciaciones y diversas formas de presentación o de emergencia de sus problemáticas de interés. En ellos se observa una atención centrada en el estudio y la comprensión de las condiciones del contexto, de la formación del empresariado y de los líderes de empresa, de las empresas, sus características y su cultura, y de los trabajadores y las condiciones laborales en las que desarrollan sus actividades.
En ese ámbito, el profesor Eduardo Sáenz Rovner (E7, 20 de septiembre de 2018), de la Universidad Nacional de Colombia, merece un justo reconocimiento. Él, como economista e historiador, ha destacado, desde el Departamento de Administración, por sus posturas reflexivas frente al papel social del empresariado en el país y su participación en muchas de las problemáticas que aquejan a la nación (Sáenz-Rovner, 1993). Además, cobran importancia sus análisis en relación con la crisis dada en la educación y en los niveles de desarrollo logrados por la administración como campo disciplinar. Él planteó un intercambio de apreciaciones con notorios académicos frente a los enfoques de la historia empresarial (Sáenz-Rovner, 1996) y a los resultados derivados de la Misión de Ciencia y Tecnología realizada en los años ochenta.
En esa época el Estado colombiano planteó la necesidad de realizar un estudio, con el fin de contar con una visión de conjunto, de los desarrollos logrados en ciencia y tecnología en diferentes disciplinas y niveles (educación media, superior, institutos de investigación, empresas). Fruto de ello, en 1990 se dieron a conocer los resultados de la misión dirigida por el profesor Gabriel Misas Arango de la Universidad Nacional (E10, 17 de octubre de 2018). Dicho trabajo incluyó el análisis de lo logrado por la Administración, documento que fue reeditado (Rodríguez, Dávila y Romero, 1990a) y frente al cual se abrió un debate a nivel nacional (Sáenz-Rovner, 1995; 1998). El profesor Sáenz-Rovner es conocido por su análisis descarnado de las dinámicas socioeconómicas y políticas nacionales, de las cuales no se pueden excluir a los empresarios ni a las empresas.
Otro de los pioneros relevantes en el estudio de las organizaciones es el ingeniero industrial Carlos Dávila Ladrón de Guevara, de la Facultad de Administración de la Universidad de los Andes. Él es autor de importantes obras mediante las cuales ha sido posible difundir las teorías organizacionales desde una perspectiva crítica y comparativa (Dávila, 1985), textos obligados de quienes se formaron como administradores (E7, 20 de septiembre de 2018). Es de resaltar su interés por estudiar las organizaciones, la historia empresarial y las características de la formación de los administradores (E12, 9 de noviembre de 2018). Plantea la necesidad de desarrollar procesos robustos de investigación dentro del campo disciplinar que permitan a la administración consolidar un corpus teórico propio (Dávila, 1982; 1986b; 1988), con el fin de favorecer el desarrollo de la enseñanza de la disciplina (Dávila, 1991a; 1991b). Para ello, establece una reflexión frente a la administración, su naturaleza, su objeto de estudio, las propuestas de los autores clásicos (Dávila, 1981; 1983) y la necesidad de contextualizar sus apreciaciones.
El profesor Dávila hizo parte del grupo de docentes comisionados para llevar a cabo el estudio solicitado en 1989 por la Misión de Ciencia y Tecnología (Rodríguez, Dávila y Romero, 1989; 1990a; 1990b). Él se ha distinguido, también, por sus apreciaciones en torno a las acciones requeridas para mejorar los niveles de calidad de los procesos de investigación y de formación ofrecidos en las facultades de administración y como iniciador en el campo de la historia de empresa y de empresarios (Dávila 1986a; 1997), donde da cuenta de cómo las condiciones históricas y los nexos existentes entre capital económico y político moldean al empresario y las formas de entender y concebir lo empresarial. Dávila propone que podríamos estar frente a un altibajo en el desarrollo del campo disciplinar, dada la dificultad para configurar una comunidad académica, además de la orientación hacia estándares de medición que no favorecen la constitución de una cultura investigativa ni el análisis de las problemáticas del país (E12, 9 de noviembre de 2018).
Como pionero en el campo del estudio de las organizaciones se incluye al profesor Carlos Eduardo Martínez Fajardo (E3, 6 de septiembre de 2018) de la Universidad Nacional de Colombia. Administrador preocupado por desarrollar una alternativa pedagógica diferente que, materializada en textos propios, favoreciera los procesos de formación de los administradores. Escribió un libro acerca de los desarrollos alcanzados por el conocimiento administrativo (Martínez, 1989), revisado, ampliado y reeditado en varias oportunidades (Martínez, 2002).
El profesor Martínez fue editor, en 1982, del único número de la revista Apuntes de Administración, que antecedió a la revista Innovar. Fungió también como primer director de la Maestría en Administración de la Universidad Nacional de Colombia (1996-1998). Al tiempo, se interesó por analizar las estrategias de descentralización financiera y administrativa, así como por los procesos de modernización del Estado. Martínez (1995a; 1995b; 1996; 2000) da cuenta de cómo al estudiar las organizaciones desde una perspectiva técnica, racional y funcionalista hay que abordarlas desde discursos administrativos, ya que representan en forma exclusiva los intereses de empresarios y dueños de empresa. Lo que implica que, al omitir el contexto y las condiciones estructurales, se convierten en retóricas que eluden el conflicto y las diferentes lógicas y contradicciones presentes en lo organizacional. El autor se preocupó por involucrar en sus análisis temas como el neoinstitucionalismo, el pensamiento complejo, el poder, el comportamiento y la cultura organizacional; las capacidades de aprendizaje y la producción de conocimiento en el ámbito organizacional, examinados bajo la metodología de estudios de caso y las competencias de empresa (Martínez, 2005).
También en el occidente colombiano merece especial mención el profesor Fernando Cruz Kronfly, de la Universidad del Valle (E6, 14 de septiembre de 2018), quien, desde la Facultad de Ciencias de la Administración y del grupo de investigación “Nuevo Pensamiento Administrativo”, ha estudiado las organizaciones (Cruz, 1982) y abanderado el estudio de fenómenos que allí acontecen. Simultáneamente, viene desarrollando seminarios y publicaciones (Cruz, 2003; 2005; 2007; Rojas, 2003), en donde se establece una crítica en torno a las organizaciones y la forma como son gestionadas, problematizando así la realidad organizacional y la disciplina administrativa.
Mediante los análisis organizacionales, funcionales y descriptivos, el profesor Cruz narra cómo ha sido el desarrollo del estudio organizacional en Colombia, pero lo hace desde la perspectiva crítica alimentada por las ciencias sociales. Su razonamiento cambia por completo de orientación, pues incluye la cuestión de las relaciones de poder y la subordinación, fenómenos en los cuales resulta indispensable el punto de vista de la antropología, la psicología, la ciencia política y la sociología (E9, 4 de octubre de 2018).
Adicional a lo anterior, en esta misma facultad de la Universidad del Valle, sobresale la creación, durante la última década del siglo pasado, de la Maestría en Ciencias de la Organización, que él impulsara con la colaboración de Alain Chanlat, Renée Bédard y Omar Aktouf, docentes de la Escuela de Altos Estudios Comerciales de la Universidad de Montreal (HEC). Este programa se caracteriza por una perspectiva interdisciplinar, que busca rescatar la investigación en relación con lo humano y el gobierno de las personas.
De retorno a Bogotá, el economista Florentino Malaver Rodríguez, docente de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Javeriana, investiga sobre la competitividad, la productividad, las capacidades tecnológicas y de innovación empresarial desarrolladas en el país, así como la gestión pública. Además de los aportes establecidos en estas áreas, él se ha preocupado por las políticas de ciencia y tecnología y los procesos de investigación (Malaver, Romero y Cortés, 2000; Malaver, 2006; Malaver y López, 2016) y formación (Malaver, 1994), desarrollados en el campo disciplinar.
Los balances y reflexiones del profesor Malaver, sobre los avances logrados en estos campos, son bien conocidos, pues son elaborados a partir de un sentido agudo que le permite identificar dificultades, riesgos y peligros que se corren en la disciplina, como quedarse en una visión convencional de las ciencias naturales y en una serie de hiperespecializaciones que llevan a favorecer observaciones desde áreas y funciones. Esto atenta contra la posibilidad de realizar integraciones analíticas que superen miradas fragmentarias (E5, 12 de septiembre de 2018) y permitan la complementariedad que existe entre disciplinas, enfoques y perspectivas. El riesgo que se corre es la incapacidad para lograr el diálogo y la comprensión de la organización, la gerencia y su importancia en la constitución de lo social. En ese orden de ideas, el profesor Malaver se centra en los nuevos derroteros que se asumen desde una profesionalización de la investigación, basada en responder a estándares y a la necesidad de asegurar publicaciones en revistas posicionadas a nivel internacional, sin reconocer el contexto en el cual emergen los problemas y descuidando el lugar desde donde se formulan las preguntas de investigación. Publicar en este tipo de revistas y cumplir con tales indicadores debería dar cuenta de cierto nivel de madurez disciplinar. Sin embargo, es factible que se deba enfrentar un retroceso si se sigue pensando en referentes foráneos, en interlocutores ficticios, en problemas debidamente armados para responder a las casas editoriales y a los posibles evaluadores, y se dejen de lado los fenómenos que reclaman estudio en este país (Malaver, 2016). En una situación tal, priman los feudos y se carece de canales de comunicación, a la vez que se asumen posiciones intelectuales al margen de lo que sucede nacionalmente.
En la misma Pontificia Universidad Javeriana se destaca desde la Facultad de Psicología el psicólogo Hernán Camilo Pulido Martínez, quien lidera el grupo de investigación “Estudios Críticos de las Organizaciones y el Trabajo” (Pulido et al., 2006; Pulido, 2009). Desde allí se analiza cómo los psicólogos, con una formación tradicional, conocen un conjunto de técnicas que les permiten aplicar y replicar conceptos, teorías, modelos e instrumentos, a la vez que establecer prescripciones, pero sin entender las lógicas presentes en el trabajo y en las organizaciones. La psicología constructivista en auge fue pensada como una opción liberadora, pero terminó afinando las posibilidades de control sobre los trabajadores. Por tal razón, se empezó a estudiar el papel y alcance de la psicología en el trabajo y en las empresas, con el propósito de estudiar las condiciones en las que laboran e interactúan las personas en los sitios de trabajo (E4, 7 de septiembre de 2018). Esto hizo evidente la necesidad de comprender las organizaciones como espacios en contexto y en interconexión, así como un sinfín de aspectos que dependen de componentes económicos, legales, sociales, culturales y tecnológicos. Tales cuestiones dejaron entrever que en una organización se entremezclan muchos factores, dimensiones y variables, lo que obliga a ampliar la mirada psicológica en relación con el trabajo, las organizaciones y el empleado, a la vez que se acepta la existencia de conflictos, tensiones y contradicciones.
Para Pulido (E4, 7 de septiembre de 2018), la inclusión de estos intereses significa el desarrollo sufrido por los estudios de la organización en América Latina, lo que evidencia, desde una perspectiva crítica, la forma como el conocimiento psicológico ha colonizado en buena medida el estudio de las organizaciones y del trabajo. Lo hace a partir de preguntarse por los sujetos y de indagar por diferentes temáticas como la subjetividad (Valencia, 2017), la identidad y las estrategias y procesos de construcción de los trabajadores. Esto ha abierto líneas de investigación que favorecen los análisis críticos de la gestión humana (Pulido, 2007; Anzola-Morales, 2018), asumida como un problema de gobierno. Pulido advierte que existe la tendencia a asumir propuestas académicas foráneas sin examinar los marcos críticos de estas producciones, por lo que se requiere esclarecer la razón de ser, los alcances y también las limitaciones de estas perspectivas, relacionadas con el conocimiento organizacional y psicológico sobre el trabajo (Vargas, 2001; Pulido, 2004; Pulido y Sato, 2013).
El número de pioneros en el campo de los estudios organizacionales se incrementa con la Universidad EAFIT de Medellín (E7, 20 de septiembre de 2018; E6, 14 de septiembre de 2018). Allí, varios de sus docentes vienen consolidando, desde hace varios años, esta apuesta a partir de un enfoque comprensivo de las organizaciones. Este interés se visualiza no solo en las actividades desarrolladas en el grupo de investigación “Administración y Organizaciones”, también en la enseñanza impartida en el programa de Maestría en Ciencias de la Administración, que fuera creado en la pasada década de los años noventa, y en el Doctorado de Administración, abierto en 2005 y pionero en el país (E2, 30 de agosto de 2018), caracterizado por una perspectiva crítico-comprensiva. Del mismo modo, dicho interés se evidencia con los proyectos editoriales que la institución ha asumido (Mayor, 2001; Muñoz, 2017; Gonzales-Miranda, 2017), los cuales favorecen la interacción entre las comunidades académicas del país con otras especialmente relevantes en el campo de la administración. Como parte de tales iniciativas sobresale la edición del Handbook en el estudio de las organizaciones (Clegg et al., 2017 y 2019), que, sin lugar a duda, constituye uno de los referentes de importancia en el campo disciplinar.
Los avances logrados por esta perspectiva de análisis en EAFIT han estado apalancados por las relaciones con la Universidad Autónoma Metropolitana de México, en donde son acogidos los aportes de varios académicos, entre ellos Ibarra-Colado y Montaño (1985; 1987) e Ibarra-Colado (1991; 1999; 2006a; 2006b), identificados con la corriente de los estudios organizacionales y favorecedores del desarrollo de la misma en América Latina.
La lista se engrosa con el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, que se constituye en uno más de los centros de relevancia en el país en cuanto a estudiar y favorecer las difusiones en torno a las demandas establecidas por la sociedad a las organizaciones y a la administración. Tales publicaciones impulsaron varios de los trabajos y reflexiones propiciados por el grupo de investigación “Perdurabilidad organizacional” (E7, 20 de septiembre de 2018), que se reconfigura para abordar el estudio de la administración y de la gerencia. En este tienen especial cabida los análisis relacionados con el soporte epistemológico del campo disciplinar de la administración de empresas, el estado actual de la investigación y también el desarrollo de los procesos de formación de nuevos administradores (Sanabria, 2007a, 2007b; Sanabria et al., 2007). Estas reflexiones fueron abonando el terreno para la inclusión de las corrientes de los estudios organizacionales y los estudios críticos del management como problemáticas de investigación (Saavedra, 2007, 2009; Saavedra-Mayorga, Gonzales-Miranda y Marín-Idárraga, 2017). Otro de los proyectos editoriales, central en estas discusiones y pionero en el país, lo constituye el análisis de los fundamentos, la evolución y el estado actual de los estudios organizacionales de Sanabria, Saavedra y Smida (2013).