Kitabı oku: «El búfalo de agua. Tomo 1», sayfa 7
Cuadro 2. Porcentaje de tiempo que los búfalos de agua destinan a diferentes actividades de mantenimiento en sistemas de producción en estabulación
Actividad | A Odyuo, et al.[4c] | BPolli, et al.[53] | C Thomas, et al.[30c] | DFundora, et al.[28c] | E Vega, et al.[31c] | F Masucci, et al.[41b] | G De Rosa, et al.[54] | H De Rosa, et al.[54b] |
Alimentación | 15-19 | 20 | 22-23 | 11-35 | 31 | 11-20 | 15 | 18 |
Rumia | 30-31 | 34 | 32-33 | 38-53 | 28 | 23-29 | 27 | 25 |
Locomoción | 4 | – | 2 | – | – | 8-11 | – | – |
Postura de pie | – | – | – | – | 45 | 48-64 | – | – |
Inactividad | 3-4 | 44 | 38-41 | 25-34 | 45 | 36-43 | 51 | 44 |
Dormir | 7-8 | – | – | – | – | - | – | – |
Exploración | – | – | – | – | – | 2.1-2.9 | 4 | 10 |
Ingestión de agua | – | – | – | 1.6-2 | 8 | 1.8 | 1.8 | 2.2 |
Defecación | – | – | – | – | 5 | - | – | – |
*Interacciones agonistas | – | – | – | – | – | 0.6-0.9 | – | – |
*Interacciones afiliativas | – | – | – | – | – | 1.1 | – | – |
*Auto-acicalamiento | – | – | – | – | – | 3.5-4.5 | – | – |
*Actividades orales | – | – | – | – | – | 1 | – | – |
*Número de eventos por hora. AMurrah: 24 horas de evaluación (sistema mixto con un espacio de 8 m2 al interior y 12 m2 al exterior/animal, dieta a base de concentrados (maíz y avena); BMediterránea: 24 horas de evaluación (estabulación, dieta con 70 % de Materia Seca y 30 % concentrado); CMurrah: 24 horas de evaluación (sistema de estabulación sin acceso al exterior, áreas de descanso de 1.2 x 2 m, la dieta consistió en forraje y concentrado); DBuffalypso: 24 horas de evaluación (sistema de estabulación en corrales individuales, dieta de P. máximum y 2 kilos de concentrado); ECarabao: 24 horas de evaluación (sistema de estabulación, dieta con P. purpureum y B. mutica); FMediterránea: (sistema mixto con un espacio de 3.2 m2 al interior y 3.2 m2 al exterior/animal, dieta a base de silo de maíz y concentrado); GMediterránea: 6 horas de evaluación (sistema mixto con un espacio de 2.3 m2 al interior y 15 m2/animal); GMediterránea: 5 horas de evaluación (sistema de estabulación con 10 m2/animal con el 35 % de sombra); HMediterránea: 5 horas de evaluación (sistema mixto con 10 m2/animal al interior y 36 m2 por animal al exterior, además tuvieron acceso a una piscina de 208 m2).
Comportamiento social
Por naturaleza los búfalos, al igual que otros rumiantes, son animales altamente gregarios que viven en manadas de diversos tamaños, con una clara jerarquía denominada semilineal[32b], [55]. Los búfalos domésticos en condiciones de pastoreo se mueven en grupos donde los individuos se mantienen cerca uno del otro[6f] (Figura 3, A, B, C). Vivir en grupo sirve de protección contra los depredadores, pero también implica la competencia por los recursos y la necesidad de una organización social y estabilidad grupal[56]. En la manada existen uno o dos líderes que son seguidos por los demás cuando alguno de ellos cambia de conducta[10d]. Durante el pastoreo y el movimiento, los búfalos de agua tienden a formar redes densas incrementando la cohesión del grupo y ofreciendo beneficios en términos de supervivencia o éxito reproductivo. En cambio, durante las actividades de rumia, termorregulación, descanso e ingestión de agua son menos sociables, aunque tienden a reforzar las jerarquías[39c].
Figura 3. Búfalos en Riaño (León, norte de España). Los búfalos son gregarios y en pastoreo mantienen una estrecha relación

A), B) y C) Durante el desplazamiento, el descanso y el pastoreo se mantienen en estrecha relación con los integrantes del grupo; D) Las conductas agonistas son normales en los búfalos y necesarias para el establecimiento de jerarquías. Fotografías: Luis Pelayo García.
Los animales sociales que viven en grupos desarrollan relaciones interdependientes entre sí, se pueden dividir en agonísticas (encuentros y amenazas agresivas) y no agonísticas o afiliativas[6g], [39d]. El estatus social se instaura a una edad temprana, principalmente a través de diferentes interacciones agonísticas entre los individuos de un grupo social que compiten por los mismos recursos[55b] (Figura 3 C). El establecimiento de la dominancia social determina la posición de un individuo dentro de un grupo, esto influye en el acceso a los recursos de mantenimiento, crianza, descanso, protección, libertad de movimientos e interacciones positivas. Así, los individuos de alto rango social son los que tienen prioridad de acceso a los recursos, muestran mayor tiempo de alimentación y una latencia baja en comparación con los subordinados[55c]. Por lo tanto, se sugiere que en los sistemas de producción se considere mayor espacio en el comedero para favorecer esta conducta en los animales subordinados[55d]. Estudios previos señalan que cuando se reduce el espacio de 90 cm de comedero/animal se incrementa la competencia y la selección de alimentos, lo que termina afectando el desempeño de los animales[53b].
Son diversos los factores que pueden afectar la frecuencia y la calidad de las interacciones sociales, por ejemplo el tamaño del grupo, la asignación de espacio y el sistema de crianza, aunque un nivel de interacciones agonísticas es considerado normal[5g]. Se ha observado que en los machos el establecimiento de jerarquías es un proceso dinámico y continuo, a diferencia de lo que ocurre con las hembras, en donde por lo general una vez formada la estructura social es relativamente de larga duración[32c].
Las interacciones sociales positivas se basan en funciones neuronales sostenidas por diversas hormonas como la oxitocina, la vasopresina y los opioides. El lamido social puede desempeñar un papel importante en el refuerzo y la estabilización de las relaciones sociales, por lo que funciona como una interacción cohesiva[54c], [56b]. El acicalamiento social se define como un comportamiento de lamido realizado entre individuos comúnmente en la cabeza, cuello y a la altura de la cruz[8d] (Figura 2 A). Estudios recientes señalan que los búfalos tienden a ser sociables y no agresivos; aproximadamente el 85 % de sus interacciones son afiliativas, mientras que el 15 % restante son agonísticas[3g]. Se ha mencionado que los búfalos que viven en condiciones de libertad, en ambientes naturales, tienen mayor cohesión y menores interacciones agonísticas que los que viven en sistemas de estabulación, debido a la baja competencia de recursos alimenticios y al amplio espacio individual[39e].
Los animales alojados en un mayor espacio disponible y con acceso a un lugar para poder termorregularse tienen más encuentros sociales positivos como el acicalamiento, olfateo y lamido social en comparación con los que están alojados en un espacio menor[6h]. Asimismo, se ha determinado que el espacio disponible tiene un efecto directo en la conducta social de los en bucerros. Los que han sido destetados con un espacio de alojamiento del 50 % de su peso corporal, presentaron mayor número de interacciones agonísticas en comparación con los alojados en un 90 % de espacio con relación a su tamaño corporal (7.77 versus 2.06 eventos/animal)[44c]. Estas interacciones agonísticas pueden deberse a que el menor espacio disponible genera conductas forzadas, así como una menor capacidad de los animales subordinados para alejarse de uno dominante[57].
Figura 4. Búfalas en sistema mixto y en confinamiento

A) y B) Bubillas en sistemas mixtos en el Centro de Investigación en Producción Animal, Monterotondo, Roma. La provisión de espacios al aire libre puede favorecer el bienestar animal. Fotografías: José Raúl López Álvarez. C) y D) Búfalas lecheras; E) La alimentación y las instalaciones podrían incrementar la presencia de problemas podales en búfalas, alterando su comportamiento y bienestar; F) Búfalas criadas en sistemas de estabulación. En estos sistemas las dietas son balanceadas, por lo que es posible que los animales incrementen los períodos de inactividad. Fotografías: Jesús Alfredo Berdugo Gutiérrez.
Por lo tanto, la reducción del espacio disponible con el objetivo de disminuir los costos de producción no es recomendable, el incremento de las interacciones agonísticas y la reducción de las interacciones positivas pueden considerarse indicadores de un entorno social subóptimo[54d]. Para mitigar el establecimiento de jerarquías se debe considerar el manejo de los animales, por ejemplo, dividir lotes homogéneos, y en caso de instalaciones, considerar un espacio mínimo de 5 m2/animal. Estudios recientes en Italia señalan que el espacio de 3.2 m2/animal al interior, y el mismo espacio al exterior con siete o catorce animales, no tuvo impacto en el comportamiento de mantenimiento, excepto en la ingestión de agua y en la conducta de vigilancia[41c].
Autoacicalamiento
El autoacicalamiento es un comportamiento amplio que abarca lamer el pelaje con la lengua, frotar o rascarse con las pezuñas traseras, cuernos o contra objetos ambientales (árboles, cercas, accesorios en los corrales, etc.) (Figura 2 B, C). En general esta conducta se relaciona con una actividad de confort[8e]. Por lo tanto, la provisión de cepillos automáticos en los sistemas de producción, especialmente de estabulación, puede considerarse como enriquecimiento ambiental, ya que estimulan el comportamiento natural de los animales[58] (Figura 5).
Figura 5. Búfalas lecheras de raza Mediterránea criadas en sistemas de estabulación en la Hacienda Vannulo, Italia. Las instalaciones poseen cepillos como enriquecimiento ambiental para el acicalamiento de los animales, así como echaderos para su descanso.
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Fotografía: José Raúl López Álvarez.
Comportamiento lúdico
Este comportamiento se observa principalmente en bucerros, y se caracteriza porque los animales expresan conductas como correr, saltar, dar golpes entre sí, etc., pero también se puede encontrar en bubillas. Al estudiarlas se observó un comportamiento lúdico, sobre todo en el horario de la tarde, cuando estaban descansando; se caracterizó principalmente por girar en el suelo, frotándose en otros animales y girando hacia arriba[59]. Esta conducta es importante ya que se asocia con eventos positivos y gratificantes; por el contrario, se ha informado que tanto humanos como animales no juegan cuando están pasando por procesos estresantes como el destete abrupto, la ingesta insuficiente de nutrientes, la separación, la castración, entre otros, debido a que no es una conducta necesaria para la supervivencia y, por lo tanto, no se expresa en condiciones desfavorables[8f].
Conclusiones
Los búfalos de agua presentan características conductuales que deben ser tomadas en cuenta en los diferentes sistemas productivos, independientemente de si se mantienen en pastoreo o en estabulación. Los sistemas de pastoreo en climas cálidos no causan alteraciones de comportamiento en los animales, siempre y cuando se les permita expresar su conducta de termorregulación, o bien, que los potreros estén provistos de árboles o se les proporcione sombra natural. No obstante, el agua estancada podría provocar problemas de salud principalmente por parásitos o infecciones en la ubre. Además, en los sistemas de pastoreo se debe considerar la disponibilidad y calidad del forraje para evitar un efecto directo en la producción a causa de los largos desplazamientos para su búsqueda, alteración en el consumo de agua, rumia y descanso.
En los sistemas de pastoreo se debe favorecer la interacción positiva con el ser humano, con el objetivo de facilitar las prácticas de manejo. Por otro lado, es indispensable que en los sistemas de producción en estabulación se les proporcione a los animales forraje y agua ad libitum para evitar la presencia de problemas conductuales; asimismo, se debe considerar el espacio disponible, ya que la restricción observada en los sistemas de estabulación está asociada con diferentes alteraciones en el comportamiento, como el incremento de interacciones agonísticas y el aumento de la inactividad.
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