Kitabı oku: «La transición española», sayfa 7

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En Barcelona hizo su presentación en la sala/discoteca Bocaccio, la revista Cuadernos para el Diálogo. Su director, Pedro Altares, presentó el acto destacando la falta de uno de sus colaboradores, José Maria Huertas Clavería, que continuaba en prisión desde hacia algunos meses. También por esas fechas vió la luz el diario Avui y se proyectó por primera vez la película El Gran Dictador, dirigida por Charles Chaplin en 1940. Mientras tanto, en Madrid fueron puestos en libertad algunos de los famosos detenidos días atrás en diversas manifestaciones, entre los que destacaban Juan Antonio Bardem, Ramón Tamames y Francisca Sauquillo. Sin embargo, la nota emotiva vino a cargo del retorno a Zaragoza del escritor Salvador de Madariaga, ausente de España desde la guerra civil.

El 14 de abril, un día muy señalado para la oposición franquista, se constituyó la comisión para el estudio del Régimen Especial para Cataluña, redactado por el gobierno Arias. Entre las personalidades elegidas por el gobierno para formar parte del equipo de trabajo se hallaban Carlos Sentis, Pau Roig Giralt, Gabriel Ferratè Pascual, Juan Sardà Dexeus, Gomìs Martì y Joan Botanch. La noticia de esta comisión debería haber tenido un amplio alcance informativo; sin embargo, ésta quedó absolutamente eclipsada por el acontecimiento que tuvo lugar al día siguiente en la cárcel de Segovia, cuando un numeroso grupo de presos políticos y terroristas, 31 en total, se fugaron expectacularmente.

El seguimiento periodístico de los escapados fue intenso, sospechándose que al menos cuatro de los seis reclusos que habían cruzado la frontera pertenecían a ETA. Sin embargo el activista del MIL, Oriol Solé Sugranyes, no lo consiguió, siendo abatido por las fuerzas de seguridad. Cuando el cadáver llegó a Barcelona, fue recibido, entre otros, por su tío, Josep Solé Sabarís.

En la homilía del funeral celebrado el 9 de abril, Josep Mª Xirinachs consideró al fallecido como una de las victimas del absurdo retraso de la amnistía, añadiendo estas palabras:

“Cuánta gente por miedo a arriesgar la vida, fue en búsqueda de refugio, bajo la cubierta de la no violencia y de los principios evangélicos y así el cristianismo en el futuro llegará a ser un refugio de cobardes. Vergüenza habrían de tener ante un hombre como Oriol, de autonombrarnos cristianos, en lugar de sentirnos incómodos de participar en el funeral de un partidario de la lucha armada”.130

El Secretariado de la Asamblea de Cataluña envió un telegrama de condolencia a la familia del difunto, denunciando el asesinato de un luchador por la libertad y responsabilizando al gobierno por la negativa a conceder la amnistía y el secuestro de las libertades.131

El 13 de abril de 1976, fue puesto en libertad el periodista Josep Mª Huertas Clavería, después de ocho meses y seis días de reclusión y previo depósito de veinticinco mil pesetas donadas por la Asociación de la Prensa. Frente a la cárcel Modelo de Barcelona una multitud aclamaba “¡Huertas, Huertas!”

Sin duda fue un día de júbilo para los periodistas barceloneses aunque no todos podían decir lo mismo, ya que los taxistas volvían a la huelga, uniéndose a los trabajadores de Telefónica, aumentando así la presión popular en la calle. Estas noticias, junto con la aceptación administrativa de la celebración del XXX Congreso de la UGT en España, confirmaba la idea contrastada de la política de apertura limitada realizada por el gobierno.

Sin embargo, las decisiones políticas que realmente afectarían a Cataluña se estaban decidiendo a cientos de kilómetros, en el país vecino. En efecto, el 13 de abril de 1976 en París, se llegó a un principio de acuerdo entre el CFPC y el presidente de la Generalitat de Cataluña.

La reunión se produjo a instancias del Consell mediante una carta enviada el 24 de febrero al presidente Tarradellas y el lugar elegido fue el Hotel Saint Jacques en una sala reservada a nombre del señor “Gene Ralitat”. Lo que sabemos de dicho encuentro fue el rotundo desacuerdo entre el dirigente comunista, Gregorio López Raimundo, y Tarradellas, por negarse el primero a permitir acuerdos permanentes desde la Generalitat con organismos de oposición españoles.132 No obstante, aunque en el comunicado conjunto no se especificase esta divergencia, sí fue notoria la incorporación del presidente Tarradellas al establecimiento de relaciones con el Consell, ya que hasta entonces la Generalitat se había mantenido al margen de los organismos unitarios:

“El presidente de la Generalitat de Catalunya, Honorable Señor Josep Tarradellas y el Consell de Forces Polítiques de Catalunya integrado por las siguientes organizaciones: CDC, CSC, EDC, ERC, FNC, Partit Carlí de Cataluña, PPC, PSAN, PSUC, RSDC y UDC, se han reunido en París los días 10 y 11. Después de un análisis de la situación política, seguido de un amplio debate, el CFPC ha expuesto al presidente de la Generalitat los problemas de la situación catalana y del Estado español y de las luchas y de las movilizaciones que últimamente han tenido lugar en Cataluña, en las cuales la Asamblea de Cataluña ha tenido un papel destacado. El Consell ha expresado nuevamente al presidente, de acuerdo con sus bases programáticas, la irrevocable decisión de luchar por la instauración en Cataluña de las instituciones de la Generalitat y de los principios configurados en el Estatuto de 1932, hoy reivindicados por la gran mayoría de los catalanes. Los reunidos han considerado que en el proceso hacia la formación de un gobierno provisional de la Generalitat de Cataluña hay que tener en cuenta la totalidad de las fuerzas políticas, sociales y del movimiento obrero de Cataluña, y en especial de la Asamblea. Cataluña ha sido la más firme pionera de las luchas por la democracia a nivel del Estado español, y es hoy un soporte de este combate. Por ello, los reunidos celebran la progresiva aparición en estos últimos tiempos, de los organismos de coordinación democrática necesarios para la restitución de las libertades políticas y nacionales. En este sentido, se reafirman en su voluntad de negociar y después de pactar por el establecimiento de la democracia y de las libertades nacionales de todos los pueblos del Estado español. El presidente de la Generalitat de Cataluña, Honorable Señor Josep Tarradellas y el CFPC, toman el compromiso de intensificar una regular relación para resolver de común acuerdo todas las cuestiones que afectan a las relaciones de Cataluña con el Estado español. El Presidente de la Generalitat de Cataluña y el CFPC, hacen un llamamiento al pueblo de Cataluña para ampliar su lucha unitaria hacia las libertades democráticas y nacionales hasta su plena consecución. París, 11 de abril de 1976”.133

Asistieron al encuentro: Josep Tarradellas, Josep Gausachs (secretario general), Romá Planas, Francesc Vila i Abadal por la Generalitat; Jaume Casanovas y Josep Sans por Esquerra Democrática; Llibert Cuatrecasas (UDC); Jordi Pujol (CDC); Cristià Aiguadè (ERC); Joan Cabré (Partit Carlí); Joan Colominas (PPC); Joan Cornudella (FNC); Josep Pallach y Víctor Hurtado (Reagrupament Socialista); Raimon Obiols y Josep Planas (CSC); Gregorio López Raimundo y Josep Solé i Barberà (PSUC) y Jordi Puig (PSAN).

95. BALLESTER, David, RISQUES, Manel, Temps d’amnistia. Les manifestacions de l’1 i el 8 de Febrer a Barcelona, Barcelona, Edicions 62, 2001, pp. 39- 41.

96. BALLESTER, David, Ibidem.

97. También destacó la adhesión y el trabajo de convocatoria efectuado por la Asociación de Vecinos del Turó de la Peira y el Colegio de Licenciados, en COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 84. Ver L’Avenç, “La trayectoria de la Assemblea (1971-1977)”, p. 706. También en BATISTA, Antoni, op. cit., p. 212.

98. SÁNCHEZ TERÁN, Salvador, De Franco a la Generalitat, Barcelona, Planeta, 1988, p. 56. También en POWELL, Charles, op. cit., p. 153.

99. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 212.

100. Treball, 19-1-1976.

101. BALLESTER, David, op. cit., p. 92.

102. Treball, 16-2-1976. También en BALLESTER, David, op. cit., pp. 173-174.

103. Diario de Barcelona, 28-2-1976. También en BUSQUETS, Julio, Militares y demócratas. (...).

104. Treball, 1-3-1976.

105. POWELL, Charles, op. cit., p. 152.

106. Crónica del Siglo XX, Barcelona, Plaza y Janés, 1986, p. 1136.

107. Tele/expres, 24-3-1976.

108. Escritora catalana. Dirigente en la guerra civil de las Joventuts Unificades de Catalunya (1937).

109. Tele/expres, 19-3-1976.

110. En el artículo de Enrique Álvarez Cruz “Las campanas siguen doblando”, se comentaba sobre la negación a los mutilados republicanos de ingresar en el cuerpo de mutilados de guerra por la patria, en Tele/expres, 6-3-1976.

111. Tele/expres, 3-3-1976.

112. Francisco de Paula Coloma-Gallegos y Pérez, capitán general de la IV Región Militar (1976-1978).

113. Tele/expres, 12-3-1976.

114. Tele/expres, 19-3-1976

115. El Partido Socialista Popular, en Cataluña se denominó Partit Socialista Popular Català (PSPC). Fundado en 1975, su ideología era de tendencia socialista y marxista. Sus dirigentes en Cataluña eran Jaume Mata, Javier Nart, Soledad Balaguer, Antoni Rovira, Alex Masllorens. En 1978 se integraron en la FSC-PSOE y el PSC (c). Editó Socialisme y Vanguardia Socialista, en MOLAS, Isidro, op. cit., p. 292.

116. Tele/expres, 30-3-1976.

117. POWELL, Charles, op. cit., p. 156.

118. Tele/expres, 30-3-1976

119. POWELL, Charles, op. cit., p. 156.

120. COLOMER, Josep Mª, op. cit., p. 90. Ver también en el Apéndice documental la “Declaración de Coordinación Democrática” en Treball, 12-4-1976.

121. Tele/expres, 29-3-1976.

122. Tele/expres, marzo de 1976.

123. Treball, abril de 1976.

124. COLOMER, Josep Mª, op. cit., pp. 87-88.

125. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 217.

126. Tele/expres, 9-3-1976. Ver también BATISTA, Antoni, op. cit., p. 216.

127. Tele/expres, 5-3-1976.

128. Treball, 29-3-1976.

129. VIDAL, José, op. cit., p. 169.

130. BATISTA, Antoni, op. cit. p. 219.

131. Treball, 12-4-1976. Oriol Sugranyes estaba condenado a 52 años de prisión.

132. BATISTA, Antoni, op. cit., p. 215.

133. Tele/expres, 12-4-1976.

La Marxa de la Llibertat

A primeros de marzo de 1976, Pax Christi en su papel de movimiento progresista dentro de la Iglesia, organizó la llamada “Marxa de la Llibertat”, tomando como referencia la marcha promovida por el reverendo Martin Luther King en defensa de los derechos civiles en los EEUU.

En un principio, este movimiento debía de ser de carácter no violento, compuesto por gente de todas las edades, de todas las condiciones y tendencias y que coincidieran en unos puntos mínimos de convivencia humana como expresión de un pueblo en marcha que luchaba y avanzaba solidariamente.134 Desde su inicio los preparativos de la Marxa se realizaron bajo la iniciativa de Pax Christi, aunque con la supervisión y estrategia de la Asamblea que tomó el asunto como preferencial de cara a sus intereses, tal como consta en el acta de la XVI CPAC realizada el 24 de abril de 1976; a su vez, la presencia de Agustí de Semir, Josep Benet y Salvador Casanovas, miembros independientes integrantes de la Asamblea, indicaban con sus argumentos el apoyo y entusiasmo con que la Asamblea había acogido el protagonismo en la entidad organizadora:

“Sumándose todos en una voluntad colectiva de libertad que sería en definitiva un punto de convergencia de todos los ciudadanos de este país que creen en una sociedad donde no haya la explotación del hombre por el hombre (…) La idea de democratización en muchos pueblos de las comarcas de Cataluña ya existe sin necesidad de propagandas ni conferencias (…) El mismo pueblo es el que conforma la Asamblea” 135

A medida que se fue gestando este movimiento, se llegó a la conclusión de que esta iniciativa debía de concebirse no como un puntual acontecimiento sino como una serie de actos a favor de la libertad, la amnístia y la democracia, donde el movimiento Justicia i Pau de Catalunya tuvo especial protagonismo. A este respecto, destacó el apoyo y la significativa visita del llamado “profeta de la no violencia”, Lanza de Vasto, que visitó a Xirinachs frente a la cárcel Modelo de Barcelona.

Paso a paso, la preparación de la Marxa per la Llibertad iba a buen ritmo pese a la prohibición explícita del Gobierno Civil para su realización. Sus dirigentes, haciendo caso omiso a las advertencias, ya habían planificado los objetivos de esta nueva acción y los conceptos en los que centrar la protesta, dirigidos a la consecución de la amnistía y la autodeterminación para el pueblo catalán. Àngel Colom, presidente de la sección catalana de Pax Christi, dijo al respecto:

“Se trata de una iniciativa no violenta a la que tenemos el derecho inalienable de no renunciar. Por parte de Pax Christi, la convocatoria continúa estando vigente. Tanto la organización como el itinerario están pensados de forma que no suponga en absoluto alteración alguna en la vida cotidiana de los pueblos de Cataluña”.136

Parte de la Iglesia catalana, la más progresista, apoyaba también la Marxa, siendo los propios abades catalanes quienes planteaban la necesidad de dicha marcha en sus homilias con el objetivo de llegar a la plena reconciliación, a la vez que expresaban su preocupación por el trato que recibían algunos detenidos por delitos de opinión. En esa misma línea, la Conferencia Episcopal Catalana apoyó la iniciativa de conseguir la devolución de los restos del cardenal Vidal i Barraquer. En su XXV reunión celebrada en Tarragona, los allí reunidos efectuaron un pronunciamiento por:

“(…) la urgencia de la promulgación de la amnistía para llegar a la reconciliación que tanto deseamos, como un signo de credibilidad y esperanza para los que más han sufrido (...). Manifestamos nuestra preocupación por el trato recibido de algunos detenidos por delitos de opinión, haciendo la petición del cese para siempre de los procesos ofensivos para la dignidad de las personas”. 137

Las adhesiones internacionales a la Marxa no fueron demasiado importantes; sin embargo, cabe destacar el apoyo de la Liga Internacional para los Derechos del Hombre que adoptó como suyas las peticiones de libertad y amnistía; también el Movimiento Internacional de la Juventud Agrícola y Rural Católica, la Comisión de Ayuda a los Presos Políticos y Sociales de España de Munich y el Centro Internazionale Escarré Sulle Minoranze Etniche e Nazionali.138

A pesar de la prohibición gubernativa, Pax Christi no estaba dispuesta a tirar marcha atrás y para ello la asociación diseñó como apoyo a su proyecto unas camisetas con el slogan ¡Poble Català, posa’t a caminar! Àngel Colom, miembro de la organización, manifestaba que tenía pedidos por cincuenta mil unidades, adelantando así el alcance del movimiento, aunque en otras ocasiones se utilizaron animales, patos y gallinas, ataviados con camisetas alusivas a la Marxa que se soltaron en plena calle, teniendo ejemplos en localidades como Badalona y Granollers, acompañados siempre de una inmensidad de globos soltados al aire como si de una promoción publicitaria se tratara.139


Marxa de la Llibertat. Mayo de 1976

Oficialmente, esta marcha de protesta comenzó el 4 de julio de 1976 con la intención de finalizar el día de la Diada de Cataluña, prácticamente dos meses después, aunque los actos de solidaridad fueron incrementándose desde mucho antes por toda la geografía catalana. En la carretera entre les Borges Blanques y La Arbeca se concentraron un grupo de jóvenes con ese motivo, siendo disueltos por la Guardia Civil después de retirar una bandera catalana.

En los primeros días de julio se efectuaron nuevas concentraciones en La Cenia (Tarragona), Gerona y La Escala (Gerona) efectuándose 25 detenciones de los que ingresaron 24 en la cárcel de Gerona, entre ellos Joan Colominas (PPC) y Joaquim Boix de la Comissió de Solidaritat.140

Oportunamente y coincidiendo con el reparto de carnés entre miembros y simpatizantes de la Asamblea, Xirinachs publicó una carta titulada “La Marxa de la Llibertat después de la prohibició gobernativa”, en la que criticaba duramente la postura del gobierno. En el documento, Xirinachs ofrecía una crítica agresiva a Manuel Fraga que en aquellos momentos formaba parte de un grupo nominado de aperturistas que se oponían a la vez al bunker y a la oposición de izquierdas. No obstante, para Xirinachs, la intención de Fraga era dividir la oposición excluyendo a los comunistas y absorbiendo a demócrata-cristianos y socialistas, a la vez que no quería tratos con el pueblo, solo con el poderoso yanqui que le apoyaba. Xirinachs afirmó que no eran los dineros de Moscú los que determinaban la lucha, sino los dineros del “Búnker Español de Crédito” que eran los que pagaban generales, policías y guardias civiles. Por eso la oposición no pedía renunciar a una gran concentración porque era su fuerza para la Marxa y para el ejercicio del poder irrenunciable de los Países Catalanes, de cada país, de cada comarca, de cada municipio, de cada barrio, de cada familia y de cada persona.141

Obviando todas las prohibiciones gubernativas, la Marxa se inició desde distintos puntos de la geografía catalana como proyecto movilizador. En los dos primeros días se contabilizaron más de ciento cincuenta detenciones, siendo el primer altercado en la playa de La Escala (Gerona) seguido por nuevas detenciones en Palafrugell y entre Sort y Gerri de la Sal. Sin embargo, conforme avanzaban las distintas columnas, diversos periódicos se ocupaban de seguir sus movimientos mientras se llegaba a las diferentes poblaciones catalanas. El día 23 de julio, en Manlleu fueron recibidos por trescientas personas bajo un intenso aguacero, siempre vigilados estrechamente por la Guardia Civil; poco después al llegar a Vic se produjeron algunos incidentes de poca consideración, aunque fueron detenidas dos muchachas de 17 años, Mercè Colom (hermana de Ángel Colom) y Maite Sabatès, retirándose algunas pancartas con el slogan: ¡L’Assemblea de Catalunya amb la Marxa!142

La Asamblea planificó para todo el mes de agosto diversas acciones basadas en la amnistía total y en el apoyo a la Marxa de la Llibertad. Su desarrollo, después de un mes de actuación, fue valorado positivamente en sus distintas columnas, cada una con un recorrido diferente, pese a la oposición de las fuerzas del orden que efectuaban continuas detenciones. El 3 de agosto, Joan Armengol, Lluís Robert y Jordi Roses, componentes de la Marxa, se encerraron en la catedral de Vic y comenzaron una huelga de hambre para conseguir la amnistía total.143 El CFPC también mostró su apoyo a los encerrados, reivindicando también la amnistía total.

La prensa en general, sobre todo la catalana, seguía con detenimiento el movimiento de las distintas columnas. De esta forma, dos de ellas se dirigieron a Valls −Abat Escarrè y Rafael de Casanovas− mientras que en Igualada, otras columnas se veían involucradas en ligeros incidentes con la Guardia Civil. El día 8 de agosto, la Marxa llegó a Esplugues de Llobregat, Sant Just Desvern y Sant Feliu de Llobregat. En Esplugues, los componentes de la columna Abat Escarré fueron recibidos en la plaza Santa Magdalena frente al Ayuntamiento, siendo ésta abortada por el considerable dispositivo policial; mientras que en Sant Boi, la AD local y algunos de los participantes de la columna homenajearon a Rafael de Casanovas. También en Hospitalet de Llobregat, los miembros de la columna efectuaron un mitin con gritos de ¡Visca la Marxa de la Llibertad y Visca l’Assemblea de Catalunya!, efectuándose diversas detenciones. La columna Macià llegó a Lérida donde tres marxaires fueron detenidos: Marià Jiménez, Salvador Casanovas y Rosa Rotllan. Mientras tanto, las otras columnas, Tramuntana y Lluís Companys, siguieron su itinerario previsto; la primera llegó a Navás y la segunda a Santa Coloma de Farners, entrando el día 19 de agosto en Sabadell proveniente de Palau de Plegamans y Caldes de Montbui.144 Días antes, la columna Lluís Companys encabezada por Àngel Colom, habia llegado a Manresa y allí, pese al intento de la AD del Bages de negociar la manifestación con la fuerza pública, ésta fue disuelta después de reunirse más de quinientas personas. Sin embargo, unas cuatrocientas personas pudieron recluirse en una iglesia de la ciudad donde se leyó un manifiesto por representantes de la AD del Bages, siendo entonces cuando algunos marxaires intentaron entregar una camiseta al alcalde con el emblema: ¡Marxa de la Llibertat!145

Se acercaba el mes de septiembre y las columnas estaban a punto de entrar en su tramo final. Una de ellas, a su paso por Tárrega, fue abortada por la Guardia Civil, resultando un herido en un altercado con un grupo supuestamente de extrema derecha. En Igualada, tanto de lo mismo, detenciones y carreras, teniendo elevado protagonismo los representantes de la AD de la ciudad.146

Finalmente llegó el día tan esperado, la Diada del 11 de septiembre. En Terrassa se habían concentraron alrededor de seis mil personas en la primera manifestación autorizada en favor del Estatut, coincidiendo con otras concentraciones pacíficas en Poblet, Montblanc y Tarragona, que celebraban la conclusión de la Marxa de la Llibertat, todas bajo un fuerte control policial. En Poblet, frente al monasterio, también se habían reunido unas trescientas personas y, en vista de los posibles brotes de violencia provocados por la autoridad, tuvo que ser el propio abad del monasterio, Mauro Esteve, quien junto con Jacinto Humet, miembro del SCPAC, negociasen con la policía el fin pacífico de la manifestación. Aún así y en un ambiente festivo se registraron conatos de enfrentamiento en L’Espluga de Francolí, Montblanc y Tarragona, concentrándose en esta última ciudad unas ochocientas personas. Allí se realizaron 12 detenciones y algunos heridos leves, entre ellos el abogado Rafael Nadal.

Decididamente, la marcha que se había iniciado el 4 de julio de 1976, soportó más de doscientas detenciones en su totalidad y acabó con multas impuestas por valor de tres millones de pesetas, anuladas posteriormente por el decreto de amnistía.

Paralelamente a las actividades políticas que conllevo esta marcha pacifica a lo largo de la primavera y el verano de 1976, tanto la Asamblea como los demás organismos políticos opositores, no bajaron el listón en cuanto a nuevas acciones de lucha; es más, en Cataluña se acrecentaron, llevando al gobierno a situaciones de auténtico descontrol generalizado.

El 7 de abril de 1976, la Asamblea se presentó en el Ateneo de Barcelona con sus máximos dirigentes a la cabeza: Josep Benet, Pere Portabella, Amparo Pineda, Francisco Frutos y Rafael Ribó. Este acto formaba parte de las actividades que se desarrollaban durante el mes de abril por lo que, en días posteriores, tuvo lugar una concentración dentro de la campaña “Por unos ayuntamientos democráticos” y por la dimisión de los actuales consistorios. Se efectuaron actos de protesta en Barcelona, Mataró, Manresa, Hospitalet, Badalona (con el dirigente Pérez Ezquerra a la cabeza), San Cugat y Santa Coloma, entregándose a las autoridades, en algunos casos, el llamado Manifiesto por la Democracia. A continuación, se convocaron nuevas iniciativas coordinadas, esta vez a través del CFPC y la Asamblea. Efectivamente, el día 20 de abril se puso en marcha un llamamiento dirigido a los catalanes para que convirtieran la celebración del día de Sant Jordi, patrón de Cataluña, en una expresión de los sentimientos a favor de las peticiones de Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía. A su vez, se acordó intensificar los contactos con las distintas organizaciones sindicales, sumar esfuerzos de cara a la próxima manifestación del 1º de Mayo y comunicar a la Comisión de Enlace de la Asamblea de Cataluña los acuerdos realizados en París con el presidente Tarradellas. En dicha convocatoria también se expresaba la solidaridad con el pueblo vasco por los duros enfrentamientos con la policia en Pamplona y su adhesión al Aberri Eguna (día de la patria vasca).

Por otro lado, la CPAC en las conclusiones de su XVI reunión celebrada el 24 de abril, valoró positivamente el resultado de las jornadas a favor de unos ayuntamientos democráticos los pasados días 2, 3 y 5 de abril, señalando que:

“La mejor manera de dar testimonio del protagonismo del pueblo es la movilización decidida y constante del mismo cara a la ruptura democrática (…) No puede haber consulta electoral democrática sin democracia, es decir, sin amnistía y sin las libertades políticas y nacionales”.147

El comunicado también hizo referencia al militante del MIL, Oriol Solé Sugranyes y al etarra Manuel Mª Garmendia, muerto en los días del Aberri Eguna. La referencia a otras acciones de movimientos reivindicativos en todo el Estado, incluidas las del 1º de Mayo, formó parte de un mensaje más globalizador sin centrarse exclusivamente en las acciones de la propia Asamblea.148

En otro punto del documento se trató de la aparición de CD y la constitución del organismo unitario Taula de Forces Polítiques i Sindicals del País Valencià, considerando que representaba un paso muy importante hacia la ruptura democrática a nivel de todo el Estado español. A continuación, se valoró la jornada de Sant Jordi de aquel año en Barcelona como un día de afirmación nacional catalana,149 teniendo como novedad el apoyo de Avui, que fue el primer periódico escrito integramente en catalán tras la guerra civil. La manifestación, que comenzó en la plaza Sant Jaume para subir posteriormente por las Ramblas arriba, fue un éxito de convocatoria, resaltando los slogans habituales junto con el canto del Els Segadors.

Por otra parte, la proyección de las asambleas democráticas a lo largo del territorio catalán progresaba geométricamente expandiendo el mensaje de la Asamblea de Cataluña y aportando nuevas incorporaciones al ente unitario. Vease como ejemplo la Asamblea de Cataluña en Tarragona que celebró por aquellos días una manifestación en pro del ayuntamiento de la ciudad, debido a que la mayoría de sus concejales se habían adscrito dentro de la campaña de los ayuntamientos democráticos. Otro ejemplo fue la AD de Mataró que en esa misma línea exigía la dimisión de todo el consistorio, repitiéndose las mismas acciones en Vic, Terrassa y Reus. También en Barcelona se registraron nuevas adhesiones al ente unitario por estudiantes, destacando la de los profesores y personal docente de ESADE, del INEM Jaime Balmes y del Instituto Isaac Albeniz de Badalona. Asimismo tuvieron relevancia las incorporaciones de las AA.VV de la Vila de Gracia y de Sant Genís i Lladoners que cobraron rápidamente protagonismo por sus protestas al Colegio de Arquitectos de Barcelona, debido al nuevo Plan Comarcal diseñado por estos últimos. El escritor Jaume Fabré detalla perfectamente esta situación:

“En abril eran centenares las sábanas que se ponían en los balcones con frases contra el Plan, preparando la manifestación del 12 de mayo, que comienza desde la plaza del Respall hasta el ayuntamiento, con cerca de dos mil vecinos”.150

A nivel comarcal destacó la constitución en Berga de la CPAC, presentándose la nueva Asamblea del Bages. Lo mismo ocurrió en Igualada donde se publicó un manifiesto a través de la AD local firmado por 162 personas.

El día 9 de abril, estudiantes de la UPB se adhirieron a la Asamblea, junto con la AD de Cornellà, que se presentó en el Patronat Cultural Recreatiu de Cornellà. En la presentación en la que asistieron 85 representantes de 26 delegaciones estaban presentes entre otros: Esteban Cerdán, José Padilla, Francisco Ruiz, Manuel Campo, Carmen Tomás, Jesús Rodríguez y Josep Ferrat. Éstos, formaban parte de diferentes colectivos políticos y sociales, destacando entre ellos CSC, PSUC, MCC y PTE, Joven Guardia Roja y CC.OO.151

En Girona, representantes de la Asamblea Democrática de Girona leyeron un manifiesto ante trescientas personas, siendo firmado éste por representantes del CSC, PSUC, PTE, OCE (BR), FSC-PSOE y diversos grupos de base. Entre otros aspectos, se citaron los cuatro objetivos básicos de la plataforma que pasaban por la mejora de las condiciones de vida y trabajo del pueblo; la gestión municipal democrática, la sanidad y la escuela al servicio del pueblo; la lucha contra la opresión lingüística, cultural y nacional; y la solidaridad activa con los represaliados. En esa misma sintonía, la AD de Artistes de Girona presentó una exposición titulada “Els drets humans, ara”.

No cabe duda que podemos encontrar numerosos ejemplos que demuestran que los organismos regionales habían empezado a tomar más protagonismo en las resoluciones de la Asamblea que los propios partidos, más interesados éstos en buscar pactos y encuentros con otros organismos de diferente dimensión, sea el Consell o la Platajunta.

En aquellos días, la unión de los partidos demócrata cristianos y su entrada en la Platajunta estaba en pleno debate periodístico. José Antonio Linati, secretario del Club Catalonia, opinaba que en Cataluña ya existía el Consell y que éste coexistía con otras fuerzas políticas más o menos coordinadas, estimando que entre todas ellas se debería establecer un acuerdo que según los casos, podría ser de mero respeto a las reglas del juego, o bien, ir más allá a través de coaliciones electorales. A este respecto, Josep Pallach opinaba que había un elemento no tan positivo referente a la idea de José Mª Gil Robles para crear un gobierno provisional en Cataluña, y era, que esta propuesta, fomentada desde la democracia cristiana, y no contemplada en los acuerdos con CD, sin duda comportaría una situación difícil por parte del Consell.

Mientras tanto, Felipe González, líder del PSOE, se encontraba en Barcelona para ofrecer una conferencia organizada por el departamento de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas. En un mitin celebrado en el Colegio de Abogados y ante ciertos conceptos ideológicos comprometedores, se expresó de la siguiente forma:

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