Kitabı oku: «Más leyendas urbanas del rock», sayfa 4

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Lejos de los Stones

Brian por su parte tenía planes de formar un supergrupo junto a John Lennon y en el que participaba Ian Stewart, siempre considerado como el quinto Stone y Mitch Mitchell, batería de Jimi Hendrix Experience. Otro de los planes futuros era grabar con su amigo Hendrix, a quien había presentado en Estados Unidos en el Monterrey Pop Festival. Jimmy Miller, productor de los Stones por aquella época, aseguró que al menos había grabado dos temas nuevos de Jones: «Has Anybody Seen My Baby?» y «Chow Time», temas que permanecen inéditos a día de hoy.

Al día siguiente del despido de Jones, The Rolling Stones anunciaron oficialmente la marcha de su compañero y antiguo líder, así como el fichaje de Mick Taylor, un joven guitarrista que llegaba bregado de John Mayall & The Bluesbreakers. Se anunció un concierto gratuito en Hyde Park para el 5 de julio, que contaría con las actuaciones de Third Ear Band, King Crimson, Screw, Alexis Korner’s New Church y Family and the Battered Ornaments, sirviendo de presentación de Mick Taylor a todos sus fans.

La madrugada del 2 al 3 de julio, Anna Wohlin, bailarina sueca que era la última novia de Jones, lo encontró en el fondo de la piscina de Cotchford Farm. Al parecer en la casa estaban esa noche tres personas acompañando a Jones, la mencionada Anna, el constructor Frank Thorogood que realizaba las obras de reforma y Janet Lawson, enfermera y novia de Tom Keylock, mánager personal de Jones. Cuando llegó la ambulancia, tan sólo pudo corroborar la muerte del músico. La causa certificada por el forense fue «muerte accidental por ahogamiento, con consumo excesivo de drogas y alcohol».

El concierto de Hyde Park se convirtió en un homenaje póstumo a Brian Jones, con una parafernalia que a día de hoy se muestra hipócrita e indigna, por parte de unos músicos que le despidieron y en algún caso odiaban al difunto. Mick Jagger leyó un fragmento del poema «Adonais», de Percy Bysshe Shelley que dedicó a la muerte de su amigo John Keats. Se soltaron más de 2.000 mariposas blancas que la banda había importado del extranjero a modo de epílogo de una amistad, pero la realidad les devolvió una metáfora cruel, pues al abrir las cajas de los lepidópteros, estos cayeron muertos al escenario ya que se habían asfixiado por el calor.

¿Quién mató a Brian?

Brian Jones tenía fama de buen nadador, por consiguiente, desde el momento en el que se conoció la noticia hubo voces que pusieron en duda la versión oficial y de ahí, a crear una teoría de la conspiración hay un paso. En el caso de Brian Jones, como en tantos otros, podemos descubrir diferentes hipótesis, pero todas coinciden que se trató de un asesinato en toda regla.

El 10 de julio, Brian Jones fue enterrado en el cementerio de Cheltenham, se dice que a cuatro metros de profundidad para evitar la profanación del cuerpo por fans del músico. Se le encerró en un ataúd de bronce y plata que pagó íntegramente Bob Dylan, que no pudo asistir, pero sí lo hicieron numerosos músicos británicos, así como una multitud de seguidores. Entre el séquito funerario estaban Charlie Watts y Bill Wyman, pero sorprendió la ausencia de Mick Jagger y Marianne Faithfull que volaban a Australia para que Mick participara en el rodaje del film Ned Kelly, así como Keith Richards y Anita Pallenberg, que simplemente se negaron a asistir.


Jones era un buen nadador, de ahí que su ahogamiento en la piscina se considerara más un asesinato que no un suicidio.

Un cúmulo de conspiraciones

Según un informe policial, Jagger y Richards volvieron a visitar a Jones el día 2 de julio, mismo día de su muerte. El motivo era tratar la propiedad del nombre de la banda, que estaba a nombre de los tres, y era evidente que Jagger y Richards querían poseerlo en solitario. Se desconoce la oferta que le pusieron delante de la mesa, pero obtuvieron una rotunda negativa de Jones para renunciar a sus derechos. Según la versión de Anna Wohlin, Richards perdió los nervios y amenazó con un cuchillo a Brian, viéndose obligado Frank Thorogood a calmarlo. Cierto es que el litigio del nombre podría haber supuesto un perjuicio irreparable para The Rolling Stones, pero quizás fue desproporcionada la suposición de incriminar a la pareja Stone en el posible asesinato, pero se convirtió en la primera de las teorías esgrimidas, argumentando que el valor económico de su muerte era incalculable para las arcas de la empresa Rolling Stones.

La versión que tomó más fuerza y ha perdurado durante décadas es la que acusa al constructor Frank Thorogood de cometer el asesinato de Brian Jones. Frank trabajó con su cuadrilla en las reformas de la casa de Keith Richards, que terminó expulsando al equipo de su casa sin finalizar las mismas, debido a su mal comportamiento, exceso de confianza y conductas poco decorosas.

Brian compró la casa de Cotchford Farm en 1968, una edificación que había sido el hogar del escritor británico Alan Alexander Milne, creador de Winnie The Pooh y el universo infantil de Christopher Robin. Frank fue contratado para llevar a cabo las reformas en la casa de Jones, reproduciendo su equipo los mismos problemas que habían desquiciado a Richards. Según Wohlin, la cuadrilla de Frank trabajaba poco y mal, prácticamente se habían instalado a vivir en la mansión, además de gastar todo lo que la pareja tenía en la nevera. En más de una ocasión Brian había montado en cólera y discutido acaloradamente con ellos, pero tras comprobar que el estado físico del ex Stone no era precisamente muy óptimo, pasaron a ofenderle, menospreciarle e insultarle a menudo, actuando como una especie de mafia en un semi secuestro. En especial dos de los operarios, Mo Tucker y Johnny Betchworth eran extremadamente belicosos y ofensivos. Tucker era un informador de la policía y había sido el soplón que provocó la famosa redada de la casa de Keith Richards en 1967, cuando Marianne Faithfull fue detenida desnuda y tan sólo tapada con una alfombra, la misma redada que les trajo serios problemas judiciales y provocó el despido del mánager Andrew Oldham.

Brian despidió a Frank y su cuadrilla el día anterior a su muerte. Había pagado hasta la fecha 18.000 libras, cifra más que suficiente por las reformas encargadas, pero Frank le exigía el pago de 6.000 libras más, y una compensación por ser despedido sin haber terminado el trabajo. Que Frank estuviera el día de la muerte en casa de Jones, sólo se entiende por su intención de cobrar la supuesta deuda.

Manual del asesinato

Una de las versiones que se barajan es que esa noche además de las tres personas mencionadas con anterioridad, también se encontraban en casa Mo Tucker y Johnny Betchworth. Bebieron y consumieron drogas. Como era habitual los obreros menospreciaron a Brian y las bravuconadas se les fueron de las manos y ahogaron al músico.

La versión ofrecida situaba a Brian, Anna, Frank y Janet, disfrutando de una reunión distendida y amigable. Decidieron zambullirse en la piscina, pero Janet declinó la oferta por considerar que habían bebido con exceso. Se recibe una llamada de teléfono y Janet llama a Anna. Frank aprovecha para salir de la piscina y fumarse un cigarro en la cocina y es cuando Anna ve por la ventana de su habitación el cuerpo de Jones en el fondo de la piscina. Toda esta escena ocurre a las 21:30 horas, pero no se llama a la ambulancia hasta 00:30 de la madrugada, tres horas después. Mientras, Janet intenta reanimarlo sin éxito y Frank deambulaba tembloroso, excitado y sin rumbo.

Otra variante de la versión sitúa en la casa a Tom Keylock, y le adjudica el papel de instigador del crimen. Keylock había estado robando dinero a Jones repetidamente, reclamando royalties a la oficina de Rolling Stones y recibiendo unas cantidades que no llegaban a su propietario. Esta versión está argumentada en el film Stoned, del cineasta Stephen Wooley. Para aumentar la incertidumbre sobre un complot para asesinar a Jones por parte de Keylock, se añadió a la tesis el hecho de que su hermano Frank era un oficial superior de Scotland Yard, y podría haber encubierto las pruebas.


Tras la muerte de Brian Jones, su novia Anna desapareció inmediatamente de Inglaterra y se refugió en su casa de Suecia por miedo a represalias. Permaneció en silencio hasta 1999, cuando editó el libro The Murder of Brian Jones: The Secret Story of My Love Affair with the Murdered Rolling Stone, seguido en 2005 por Wild and Wycked World of Brian Jones: The True Story of My Love Affair with the Rolling Stone. Anna Wohlin afirma: «No sé si Frank tenía intención de matar a Brian. Tal vez fue una discusión en la piscina que salió mal. Pero supe todo el tiempo que él no murió de muerte natural. Todavía estoy segura de ello».


Anna Wohlin dijo desde el primer momento que la muerte de Jones no era natural.

El análisis clínico practicado al cadáver refleja que no contenía tanto alcohol en sangre, ni drogas, que le impidieran nadar perfectamente. A los pocos días de su muerte, la casa de Brian Jones fue asaltada y desvalijaron efectos personales, maquetas con nuevas grabaciones, instrumentos y muebles de elevado valor, al mismo tiempo que en el jardín se encontraron restos de una hoguera donde se habían quemado básicamente documentos de papel. Tom Keylock declaró que, poco antes de morir Frank Thorogood en 1993, le confesó que él asesinó a Brian Jones. Si bien es cierto que siempre fue el principal sospechoso, también lo era Keylock, quien falleció en 2009.

Lo cierto es que cuando ha pasado medio siglo de la muerte del hombre que creó The Rolling Stones, todavía sigue generando polémica y versiones contradictorias. Quizás la única persona que tuvo razón en todo este asunto fue Shirley Arnold, secretaria de The Rolling Stones, quien dijo: «La tristeza de su muerte no fue tan grave como la tristeza de verlo tratando de vivir».

AC/DC y Bon Scott:el crepúsculo de los dioses

AC/DC es una de las bandas más legendarias de la música rock, venerada por millones de fans en todo el mundo, su música es imprescindible para comprender la historia de estos dos últimos siglos. Castigada por las desgracias, siempre ha sido sinónimo de superación y sacrificio, dignificando el significado de banda de rock como nexo de unión de varios individuos, semejante a una familia. Esa unión es la que han percibido sus seguidores durante su dilatada trayectoria, elevando al grupo al estatus de icono de hermandad, buen rollo y fraternidad, envueltos en una simbiosis casi perfecta de honestidad y buenas vibraciones.

Actualmente no goza de una estela similar, porque una serie de hechos precipitaron la caída de su reputación y salvando la calidad musical que atesora y que no es cuestionable, más bien parece que al final de su carrera se nos presenta como un latifundio donde la familia Young ejerce su tiranía de terratenientes omnipresentes.

Desmontando la leyenda

En marzo de 2016 la banda australiana suspendía precipitadamente más de una veintena de conciertos en América y Europa, enmarcados en Rock Or Bust Tour. El motivo de la anulación fueron los problemas auditivos del vocalista Brian Johnson, quien padecía desde hacía tiempo de tinnitus o acúfenos, que contrariamente a lo que se divulga desde algunos medios de comunicación, no se trata de una enfermedad sino es un síntoma de que la cóclea o el nervio auditivo han sufrido daños, casi siempre irreparables. Se presenta como un zumbido, chasquido o ruido que sólo puede percibir el protagonista y que los especialistas aseguran que la exposición a ruidos, además de la enfermedad de Menière, el estrés, las infecciones del oído medio, la edad, el tabaco y el alcohol pueden contribuir a la aparición y al desarrollo del tinnitus.

A Johnson se le diagnosticó que se encontraba en un estado de deterioro profundo y que si no abandonaba los grandes escenarios de inmediato, podría perder la audición por completo. El volumen brutal que desprenden los espectáculos de AC/DC, superando con creces los 130 decibelios sobre el escenario, más la inclusión de equipo pirotécnico en cada show, hacían imposible que Johnson continuase, entre otras cosas porque reconoció que «estaba teniendo dificultades para escuchar las guitarras en el escenario y debido a que no podía escuchar claramente a los otros músicos, temía que la calidad de mi interpretación pudiera verse comprometida. Honestamente, esto era algo que no podía permitir en buena conciencia. Nuestros fans merecen que esté al más alto nivel, y si por alguna razón no puedo ofrecer ese nivel, no decepcionaré ni avergonzaré a los otros miembros de AC/DC. No renuncio y me gusta terminar lo que empiezo, sin embargo, los médicos nos dejaron en claro a mí y a mis compañeros de banda que no tenía más remedio que dejar de actuar en el escenario para los shows restantes y posiblemente más allá».

Todo un mazazo para los fans de la banda, sobre todo los miles de seguidores que tenían una entrada en el bolsillo.

Johnson aseguró que era muy probable regresar antes de lo previsto, pues el diagnóstico no parecía tan grave como en un principio se aseguró, pero entonces se encontró con la desagradable noticia que AC/DC, o más bien Angus Young, había decidido continuar el tour con Axl Rose como sustituto, una vez que concluyera la gira Not In This Lifetime de Guns’n’Roses.


Conocido por ser el guitarrista y líder de AC/DC, Angus Young es además el único miembro original que sigue en la formación australiana.

Axl Rose en AC/DC

La noticia hizo saltar por los aires esa imagen de unidad y hermandad que había gestionado tan bien la banda y muchos de los fans devolvieron las entradas, aunque para ser sinceros, ganaron un sector de público de Guns’n’Roses que compensó las posibles escapadas. Los rifirrafes que mantuvieron en la prensa Johnson y la banda no ayudaron a mejorar la situación de una formación que para muchos pecaba de no saber envejecer en condiciones, acercándose a un final poco deseado y siendo una parodia de lo que fue.

Malcolm Young, quien siempre había sido el motor de AC/DC, abandonó la banda en abril de 2014 debido a una grave enfermedad, justo antes de entrar a grabar el álbum Rock Or Bust, siendo sustituido por su sobrino Stevie Young, que ya lo había reemplazado de forma momentánea en 1988. En septiembre de ese mismo año se supo que Malcolm padecía demencia y que era incapaz de recordar las caras de sus familiares y olvidaba todo al instante. Ahí saltaron las primeras críticas sobre si AC/DC debía continuar sin Malcolm, pero se acallaron rápidamente porque el sustituto era parte la familia. Angus y Johnson dejaban claro que su hermano había querido que la banda continuara al decirles: «Estoy muy cansado para continuar, pero tienen que seguir haciendo música, porque se cumplen 40 años de la banda». Malcolm falleció el 18 de noviembre de 2017.


Pese a estar siempre a la sombra de su hermano menor Angus, Malcolm Young fue el responsable de la composición de la mayoría de las letras y la producción del material discográfico del grupo.

Los problemas nunca llegan solos

En noviembre de 2014, unas semanas antes de que fuera editado el álbum Rock Or Bust, Phil Rudd, batería de la banda, fue acusado de dos delitos importantes: Contratar a unos sicarios para asesinar a una tercera persona, posesión de marihuana y metanfetaminas. Según la acusación, Rudd estaba muy descontento con la edición de su primer disco en solitario llamado Head Job, como la banda que lo acompañaba. Se trata de un disco mediocre de rock’n’roll, donde Rudd se atreve a cantar con un registro de borracho arrabalero que incita al desequilibrio mental y bajo un sonido pobre que posiblemente sería consecuencia de estar grabado bajo los efectos del alcohol y la falta de originalidad. Rudd culpaba de todos su males a su guardaespaldas y gestor de los temas logísticos de la grabación. El tribunal declaró nulo ese delito por falta de pruebas, pero lo condenó a ocho meses de libertad vigilada por posesión de drogas.


Phil Rudd, batería de AC/DC, fue acusado de contratar a unos sicarios para matar a otra persona.

Al poco tiempo, Rudd arremetió a puñetazos contra otro de sus guardaespaldas por detenerle en una pelea con otro tipo en las puertas de un restaurante de Tauranga, Nueva Zelanda. En esta ocasión, delante de testigos amenazó a su propio empleado y a su hija cuando se lo llevaban detenido, aseveró: «Nunca hagas pactos con la mafia». El juez dejó todo reducido al estado mental de Rudd por el consumo de drogas y le retiró la libertad vigilada, confinándole en su casa durante el resto de la condena y obligándole a seguir terapias de desintoxicación de drogas y alcohol.

Por todo este lío judicial no pudo engancharse con la banda en el tour de presentación de Rock Or Bust y fue sustituido por Chris Slade, músico que ha colaborado con bandas como Manfred Mann, Uriah Heep o The Firm con Jimmy Page y Paul Rodgers.

Para finalizar la descomposición de AC/DC, al finalizar la gira de Rock Or Bust, Cliff Williams, mítico bajista del grupo decide abandonar por motivos personales. Era de la opinión que la banda había sufrido demasiados cambios últimamente y no se encontraba con fuerzas para continuar. La muerte de Malcolm fue decisiva para él, pues prácticamente le quitó el sentido a continuar con la banda, pero sustituir a Brian Johnson por Axl Rose fue la gota que desbordó el vaso.

Pero AC/DC no para jamás, a lo largo de su historia ha demostrado que el grupo pasa por encima de todo y de todos, como un caballo desbocado que no puede parar de correr hasta morir de agotamiento o despeñarse por un barranco.

Buscando un nuevo hogar

La familia Young (curiosamente el apellido de la madre) se marchó de Escocia, huyendo de la precariedad laboral, incrementada en enero de 1963 por sucumbir las Islas Británicas a la peor nevada de su historia, con temperaturas que sobrepasaban los 19 grados bajo cero, helándose el mar a cuatro millas de la costa. Su destino, al igual que el de miles de familias, era la tierra prometida de Australia, país que siempre se ha servido de la mano de obra barata procedente del Reino Unido. Se acogieron al plan Ten Pound Poms, programa migratorio entre el Reino Unido y los gobiernos de Australia y Nueva Zelanda, por el que sólo costaba diez libras el billete de ida para familias que pretendieran comenzar de nuevo y abandonar la pobreza. Dejaron atrás al mayor de los hermanos, Alexander Young de 25 años, que ya trabajaba como músico profesional, pero los cinco hermanos restantes viajaron con los progenitores, entre ellos estaban Malcolm y Angus.

Cinco años antes habían hecho lo propio la familia Belford Scott con sus dos hijos, el mayor de ellos Ronald, llamado en el colegio Bon por haber otro Ronald. Un muchacho problemático desde que llegó al nuevo país y un representante nato del estereotipo de escocés belicoso y cabezota, para el cual no se han escrito las normas sociales.

Para cuando los Young llegaron a Australia, Bob Scott ya había pasado una corta estancia con todos los gastos pagados en Fremantle Prison, por robar gasolina, usar documentación falsa, saltarse la custodia paterna y lo más curioso, el delito de «conocimiento carnal ilegal», un eufemismo para reflejar que había mantenido relaciones sexuales antes de cumplir la mayoría de edad y lo que es peor, le habían pillado.

A los cinco años de instalarse en Sidney, la familia Young vio cómo triunfaba musicalmente el hijo mayor George con su banda The Easybeast, sobre todo por el éxito del single «Friday on My Mind», lo que espoleó a sus hermanos a continuar profundizando en las tareas musicales, ya que aunque tenían capacidades futbolísticas, eran demasiado bajos para triunfar. Malcolm probaba suerte con bandas de blues como Beelzebub Blues y Velvet Underground, que nada tiene que ver con los americanos de Lou Reed. Angus, que era más pequeño, iba a la zaga de sus hermanos y tardó algo más en entrar en una banda, fue en los desconocidos Kantuckee, que cambiaron su nombre a Tantrum con igual pena y gloria.

Fue su hermano George quien los llamó a filas y les puso firmes en Marcus Hook Roll Band, banda que contaba con cuatro guitarristas, Harry Vanda como guitarra principal, más Malcolm, Angus y George Young, este último figuraba como vocalista principal. Editaron un sólo álbum en Australia, Tales of Old Grand Daddy en 1973, aunque más tarde se recopiló en diferentes formatos incluyendo algunos singles.

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