Kitabı oku: «Ortografía para todos», sayfa 4
si: conjunción
si: nota musical
sí: pronombre
sí: adverbio
Pese a su pequeño tamaño, el par de letras si tiene diversos usos. Y en unos se escribe con tilde y en otros no. Cuando se usa como conjunción condicional, es átona y se escribe sin tilde: Si fuéramos más, podríamos echar un partido; Apúntamelo, por favor, que, si no, luego se me olvida.
Cuando se usa para la nota musical, a pesar de ser tónica, no se tilda. Tienes el motivo en el lantano (elemento 57).
Sí lleva tilde sí cuando se usa como pronombre en casos como Lo atrajo hacia sí o cuando va seguido de mismo: Se dio un tortazo a sí mismo.
También se escribe con tilde sí cuando se utiliza como adverbio de afirmación. Por ejemplo, cuando se contesta a una pregunta:
—¿Lo has hecho?
—Sí, lo he hecho.
De la misma forma, sí se tilda en otros casos, como en Sí que lo he hecho o en el siguiente: ¡¿Que no lo has hecho?! Pues yo sí.
Se escribe coma cuando las secuencias condicionales encabezadas por si se ponen a principio de oración o aparecen a mitad: Si vienes, trae vasos; Si no, lo hago yo.No se pone coma si aparecen detrás, salvo que se interpreten como periféricas: No lo hagas si no quieres, pero Me ha encantado el regalo, si me lo has hecho tú. Tampoco se pone coma en las llamadas copulativas condicionales enfáticas del tipo de Si algo hice mal fue decírtelo antes de tiempo.
Con sí has podido ver que se pone coma cuando se da una respuesta a una pregunta de sí o no: Sí, lo he hecho yo. En cambio, no se pondría en casos en los que el que pregunta presupone lo contrario, como en Sí que lo he hecho yo, o incluso sin que cuando se conserva esta interpretación refutativa: Sí lo he hecho yo. Por otro lado, no se suele poner coma en respuestas como Yo sí o Contigo sí ( elemento 96).
Puedes encontrar información sobre si no y sino en el nobelio (elemento 102).
Como se ve en el ejemplo que ha salido antes, Se dio un tortazo a sí mismo, se escribe a sí mismo cuando alguien se hace algo a sí mismo. En cambio, se escribe asimismo o así mismo (este último menos recomendable, pero válido) cuando se expresa algo similar a ‘también’: Asimismo, se escribe así mismo cuando se quiere decir ‘de esa misma manera’: ¡Así! ¡Muy bien! Hazlo así mismo, como lo acabas de hacer.
Aquí tienes otras secuencias problemáticas que es importante distinguir o saber si se escriben en una sola palabra:
• Para indicar ‘en nombre de alguien’, se escribe de parte de: Vengo de parte de Álvaro. Un truco para acordarse es que se puede decir de su parte. El hecho de que se pueda meter su en medio indica que se escribe separado.
• En cambio, se escribe junto aparte ‘además de’: aparte de Álvaro.
• Se escriben en dos palabras en medio, de paso ‘aprovechando’, a gusto (igual que a disgusto), a propósito ‘aposta, adrede’, a punto de, para indicar que algo ha estado próximo a ocurrir (frente a yo apunto de apuntar), o sea ‘es decir’, sobre todo ‘principalmente’, tal vez (aunque en América se usa y es válida talvez)…
• Se escriben en una sola palabra aposta, abajo, adrede, debajo, encima, detrás, delante, alrededor, siquiera (y ni siquiera)…
• Se prefiere la escritura en una sola palabra, pero se admite la escritura separada en enfrente (mejor que en frente), deprisa (mejor que de prisa), enseguida (mejor que en seguida), entremedias (mejor que entre medias), entretanto (mejor que entre tanto), bocabajo (mejor que boca abajo).
• Se pueden escribir en una sola palabra o en dos sin cambio de significado adonde y a donde y adónde y a dónde.
• Cambian de sentido según se escriban en una o varias palabras expresiones como demás en lo demás o los demás ‘lo/los otro/s’ y de más ‘de sobra’ (Has hecho de más), o entorno ‘medio que rodea’ y en torno ‘alrededor de’ (Sentaos en torno a la mesa). También ocurre en el caso de dondequiera, comoquiera o quienquiera, que se escriben en una sola palabra cuando significan, respectivamente, algo similar a ‘cualquiera que sea el lugar’, ‘cualquier que sea la forma’ o ‘cualquier que sea la persona’, frente a donde quiera, como quiera o quien quiera, que significarían ‘donde desee’, ‘como desee’ o ‘quien desee’. Asimismo, se escribe cualquiera con el sentido de ‘el que sea’ (frente a Elija una casa en la cual quiera vivir).Sobre porque/por que y conque/con que tienes información en el nobelio ( elemento 102).
En la página 243 de la OLE hay un pequeño resumen sobre el uso de si o sí dependiendo del caso. Tienes información sobre las expresiones que se escriben en una o en varias palabras en las páginas 546-562 de la OLE.
El nombre del silicio viene del latín científico silicium, a partir de silex, -ĭcis ‘sílice’. Se llamó así porque se obtuvo de la sílice (de la cual el cuarzo, el ópalo y el sílex son variedades).
No se escribe punto después de signo de interrogación
A veces porque íbamos a poner otra cosa y se nos queda, a veces por desconocimiento de la norma, puede que pongamos punto después de interrogación. Pero se considera incorrecto. ¿Por qué? En principio, porque salvo que otro signo indique lo contrario el signo de cierre de interrogación y el de exclamación cierran enunciado. Por eso, si no llevan nada detrás, después de ellos hay que seguir con mayúscula ( elemento 94): ¿Qué es? Parece chicle. También hay que poner mayúscula si luego empieza otra pregunta: ¿Qué es? ¿Por qué no me lo enseñas? Esto se ve bien en las construcciones que contienen las llamadas preguntas exploratorias, como en ¿Quién viene? ¿Juan? o en ¿Qué has comido? ¿Carne o pescado?,donde se recomienda separar los elementos en dos preguntas y no incluir la segunda parte en la misma pregunta que la primera y separada por coma o dos puntos.
En cambio, si a un signo de interrogación le sigue una coma o un punto y coma —que es posible—, se seguirá en minúscula. Es lo que ocurre en las preguntas que van seguidas y se unen en el mismo enunciado: ¿Quién era?, ¿cómo se llamaba?
Como se ve, no es que el punto del signo de interrogación y el de exclamación equivalgan a un punto (si no, no podrían llevar una coma detrás); lo que ocurre es simplemente que son capaces de marcar el final de un enunciado. Así que no vayas a poner solo dos suspensivos, en vez de tres, después o antes de ellos: ¿Aquí vendéis caramelos, chicles, piruletas…?
En cambio, los de apertura sí deben llevar punto delante si el enunciado anterior queda cerrado. Así, se debe escribir punto en el siguiente ejemplo: No lo entiendo. ¿Me lo puedes explicar? No se considera correcto prescindir del punto: *No lo entiendo ¿Me lo puedes explicar. Y lo mismo con la exclamación: Mañana viene mi hermana. ¡Qué alegría! y no *Mañana viene mi hermana ¡Qué alegría!
Ah, y sí se debe poner punto cuando tras los signos de exclamación e interrogación hay otro signo de cierre, como paréntesis, raya o comillas:
Dice que está muy enamorado (¡qué bonito!).
Nació en 1986 —¿o fue en el 85?—.
Me dijo: «¿Has visto eso?».
Para saber más sobre los signos de apertura de interrogación y exclamación, ve al yodo (elemento 53).
En la página 301 de la OLE se explica que no se debe poner punto después de los signos de interrogación y exclamación de cierre.
El nombre del fósforo viene del latín phosphŏrus (lo que explica la p) ‘lucero del alba’, llamado así a partir del griego phōsphóros, que literalmente significa ‘el que lleva luz’. Ese era el nombre que se le solía poner a las cosas que brillaban en la oscuridad (de ahí lo de fosforescente) y se aplicó al fósforo porque este se descubrió evaporando urea y viendo que el material blanco que se obtenía brillaba en la oscuridad.
En España: 50 $ (con espacio)
América: $50 (sin espacio)
Los símbolos monetarios se pueden escribir detrás de la cifra o delante. La primera opción es propia de España y, como ocurre con otros símbolos ( elemento 12), se debe dejar un espacio: 50 €. En el español de América, por influencia del inglés, se escriben delante y sin espacio: $50. También se pueden usar símbolos de tres letras o trilíteros. Estos se pueden escribir delante o detrás, pero siempre se deja un espacio entre ellos y la cifra: USD 50; 50 USD.
Cuando se utiliza el símbolo se recomienda poner los números enteros en cifras. Así, a pesar de que sería válido escribir 15 millones, no es aconsejable escribir USD 15 millones, sino USD 15 000 000.
Hay que tener cuidado de no mezclar los trilíteros con otros. Por eso, aunque es frecuente utilizar el símbolo US$ para el dólar, se desaconseja su uso.
Es importante recordar también que los nombres de las monedas se escriben con minúscula, incluso, como se dice en la página 508 de la OLE, cuando el nombre viene de un nombre propio. Es lo que ocurre con el balboa (moneda de Panamá llamada así por Núñez de Balboa), con el colón (moneda de países como Costa Rica o El Salvador llamada así a partir de Cristóbal Colón) o con el lempira (moneda de Honduras llamada así por Lempira, indio que luchó contra los españoles).
Aunque hemos visto que se puede escribir 15 millones, nunca se debe escribir *15 mil. Se escribe 15 000 ( elemento 98). La razón es que solo se pueden combinar cifras y palabras cuando el numeral es un sustantivo, como millón. Que mil no es sustantivo se ve, por ejemplo, en que no se dice *un mil euros frente a un millón de euros, en que no hay que poner preposición con mil (dos mil personas, no *dos mil de personas)y en que no varía de número (dos mil personas,frente a dos millones de personas; cf. dos millares de personas).
También es importante tener en cuenta que, cuando se utiliza el símbolo de la moneda, el número debe escribirse con cifras. Así, si se usa €, se debe escribir 5 € y no cinco €. Sí se puede escribir 5 euros o cinco euros.
¿Cuándo se debe escribir un número en cifras y cuándo en palabras? Aunque no está claro en todos los casos, se puede decir que en los textos de carácter general se escribirán en palabras los números sencillos (dos, treinta y ocho, cinco mil, dos millones…)que no hagan referencia a años, precios, números de series… En el resto de casos se podrán usar cifras, sobre todo en textos científicos donde se manejen muchos datos numéricos.
Tienes información sobre los símbolos monetarios en la página 591 de la OLE.
El nombre del azufre viene del latín sulphur, -ŭris (de ahí la s del símbolo; según el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana de Joan Corominas, la a puede deberse a un falso reanálisis de piedra sufre, considerándose que era piedra asufre). El elemento ya se llamaba así desde antiguo, quizá a partir de una raíz que significaba ‘quemar’.
En español se usan primero las comillas angulares: «»
En español se recomienda utilizar en primer lugar las comillas angulares, también llamadas españolas o latinas. Esto quiere decir que, en caso de que haya que entrecomillar algo que ya esté entrecomillado, lo ideal es utilizar las comillas angulares (« ») para las más externas, las comillas inglesas (“ ”) para las primeras que aparezcan dentro y las comillas simples (‘ ’) para las siguientes:
«Juan me dijo: “Puedes encontrar el archivo en la sección ‘¿Quiénes somos?’ de la página sinfaltas.com”».
El que se prefiera usar las comillas angulares en primer lugar no quiere decir que usar las comillas inglesas como primera opción sea incorrecto.
Si coincide que dos comillas distintas van seguidas al abrirse o al cerrarse, se deben escribir ambas, como se puede ver en el ejemplo anterior: … la página sinfaltas.com”».
¿Y para qué se usan las comillas? Se usan principalmente para enmarcar las citas que se incluyen dentro de un texto, ya sea después de dos puntos, como en el ejemplo anterior, o como parte del propio texto, como en el ejemplo siguiente:
El presidente dijo que «es imprescindible que se mantenga la calma».
Cuando la cita se incluye como parte del enunciado, lo más adecuado es que empiece en minúscula aunque sea una oración:
Si tú me dices «ven», lo dejo todo.
Cuando me gritó «¡no voy a ir!» de esa manera tan violenta, pensé que se había vuelto loco.
Estas comillas se pueden perder en casos como dijo sí o dijo adiós a la Liga, donde ya no se da la interpretación de que se estén citando palabras.
Otro uso de las comillas es para las palabras usadas de forma irónica, donde alternan con la cursiva:
Estoy un poco mosqueado con tus «negocios».
Las comillas también se usan para los títulos de capítulos y de obras menores, además de los de secciones dentro de páginas web. Por ejemplo, pueden marcar el título de una canción dentro de un texto cuando se está hablando a la vez del disco, que se escribirá en cursiva ( elemento 6):
La canción «Princesas» de Pereza aparecía en Animales.
También pueden escribirse entre comillas los títulos de conferencias, discursos o charlas cuando se citen dentro de un texto, así como los nombres muy largos de asignaturas ( elemento 109).
En usos metalingüísticos o para marcar extranjerismos las comillas son válidas, pero se prefiere la cursiva. Eso sí, en caso de que no se pueda poner la cursiva, como en un tuit, se usan las comillas.
Para los significados de palabras, se usan las comillas simples, algo que encontrarás en muchas partes de este libro:
El nombre de hiato viene de hiare ‘rajarse, separarse’.
Las comillas simples también se utilizan en los titulares en palabras que en teoría deberían aparecer en cursiva, sobre todo los extranjerismos.
Por último, no es incorrecto usar las comillas rectas (“ “), frente a las tipográficas (“ ”). En muchos procesadores, las tipográficas (o curvas) se cambian automáticamente, pero puede haber fuentes o sistemas en los que no sea posible evitar las rectas. No pasa nada. Tampoco se considera correcto usar el apóstrofo por la comilla simple, aunque muchas veces es difícil distinguirlos.
Para los PC con teclado numérico, las comillas angulares se pueden poner con «Alt + 174» y «Alt + 175».
En la página 166 de su Manual de estilo de la lengua española, Martínez de Sousa dice que, aunque no es normal, en caso de necesitar otras comillas dentro de comillas simples, se pueden usar las comillas que él llama angulares: ‹ ›.
Puedes encontrar información sobre la jerarquía de comillas en la página 380 de la OLE. Muchos de los usos de las comillas aparecen recogidos en las páginas 380-387 de esta misma obra.
El nombre del cloro procede del francés chlore, a partir del griego chlōrós ‘verde amarillento’, que a su vez viene de una raíz antigua con el sentido de ‘verde, amarillo’ o ‘brillar’ de la que también procede, por ejemplo, yellow. Se llamó así por su color.
Los acrónimos son siglas que se leen como palabras: IVA
Dentro de las siglas (o abreviaciones que se forman tomando la primera o las primeras letras de las palabras de la expresión abreviada), se da el caso de que algunas dan secuencias que se pueden leer como palabras. Algunos ejemplos son ONU, IVA, OTAN, RAE, NASA o FIFA.
Por esta propiedad, en muchos casos las siglas (principalmente las de más de cuatro letras) pueden pasar a comportarse como nombres propios y escribirse, por tanto, solo con mayúscula inicial: Unicef, Renfe, etc. Pueden pasar incluso a formar nombres comunes, como ovni (lo que algunos llaman siglónimos). En estos casos, a diferencia de lo que ocurre con las siglas, si la palabra creada requiere de la tilde por su pronunciación, se debe poner. Por eso, Fundéu lleva tilde ( elemento 63), pero DIA (de Distribuidora Internacional de Alimentación) o SEAT no. Además, frente a las siglas ( elemento 48), estos elementos pueden tomar la terminación de plural: ovnis, opas…
En algunos casos se pueden formar los llamados en inglés contrived acronyms, lo que en español se llamaría acrónimos artificiales o prediseñados. Son aquellos que no solo se pueden leer como palabras, sino que coinciden con palabras existentes, generalmente relacionadas con la entidad a la que se aplica el acrónimo. Así, AVE (de alta velocidad española) se creó aposta seguramente para representar que los trenes vuelan como aves. Menos relacionados con lo que representan, pero también acrónimos prediseñados son CORDE (de corpus diacrónico del español), CREA (de corpus de referencia del español actual) y CORPES (de corpus del español del siglo XXI), los corpus de la RAE. En otros casos, como en AMPA (Asociación de Madres y Padres de Alumnos) o CONCACAF (Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol), es mejor pensar que no están prediseñados.
Similares a los anteriores son los retroacrónimos (en inglés, backronyms), que más bien deberían llamarse acrónimos con retrodesarrollo o retroexplicación. Son aquellos en los que a partir del acrónimo se inventa un origen. Algunas explicaciones se deben al desconocimiento y otras son burlescas. Un ejemplo es el chiste que se contaba antiguamente de que SEAT venía de siempre estarás apretando tornillos. En verdad viene de Sociedad Española de Automóviles de Turismo.
También se llaman acrónimos las palabras formadas con el segmento inicial de una palabra y el final de otra. Son acrónimos de este tipo clásicos como ofimática (de oficina e informática), otros ya asentados como brunch (de breakfast y lunch en inglés), otros ya disueltos, como Brangelina (de Brad y Angelina), y otros muy en boga, como juernes (de jueves y viernes), veroño (de verano y otoño) o viejoven (de viejo y joven). Los hay incluso formados por tres palabras, como Twingo (de twist, swing y tango) o Smart (de Swatch, Mercedes y art ‘arte’).
Si quieres saber más sobre las siglas, ve al fermio (elemento 100).
La palabra acrónimo está formada a partir de acro- ‘extremo’ y -ónimo ‘nombre’, lo cual tiene sentido para las siglas porque son nombres formados a partir del extremo inicial de palabras, pero también para los acrónimos del tipo de juernes porque son nombres formados, generalmente, a partir del extremo inicial o el final de palabras.
Los corpus antes mencionados (CORDE, CREA y CORPES) son repositorios que la RAE ofrece en abierto y que disponen de muchos textos en español (tanto literarios como de otros tipos) para poder buscar palabras y expresiones. Son utilísimos para saber desde cuándo o hasta cuándo se utiliza una determinada expresión. El CORDE recoge textos hasta 1975; el CREA, de 1975 a 2004, y el CORPES, de 2004 en adelante.
Tienes información sobre siglas y acrónimos en las páginas 577-585 de la OLE.
El nombre del argón procede del latín científico argon, a su vez procedente del griego argón ‘inactivo’, formado a partir del prefijo negativo a- y ergon ‘trabajo’. Se llamó así por ser el primer elemento inerte, es decir, sin actividad química, encontrado.
Se prefiere k en bikini, Irak o kimono, pero mejor quiosco
Con la consolidación de la k como letra propia del español, se crean nuevos problemas en la ortografía. Ahora ya no se sabe si una palabra como bikini se debe escribir con k o con q. En la OLE se da una lista de palabras en la que se indica cuáles son las preferencias, en general tomando como criterio el uso mayoritario.
En el caso de bikini, Alberto Gómez Font, en Errores correctos, confiesa que en la Agencia Efe cambiaron de opinión en numerosas ocasiones. De 1994 a 2008 se llegó a recomendar usar Bikini para la isla del Pacífico y biquini para la prenda.
Ante estos casos no se puede utilizar un criterio como el empleado para saber cuándo poner j o g ( elemento 47), es decir, el de comprobar si ya se veía «de forma notoria» la letra en el origen de la palabra. Si así fuera, quiosco se debería escribir con k porque, según el DLE, procede en última instancia del pelvi kōšk ‘pabellón’, con una notoria k.
Prueba del jaleo que se produce con estas palabras es que, mientras que en el DLE parecería que se prefiere la grafía póquer, en la ortografía se da preferencia a póker, lo que, aunque sea una errata, da muestras del lío. En este caso la etimología ni siquiera podría ayudar porque se desconoce el origen de la palabra (podría venir del alemán pochen o del francés poque).
En definitiva, para acertar no queda más remedio que aprenderse la lista de la OLE o consultar el diccionario y así saber que se prefieren kimono, Irak, okapi o pakistaní,pero folclore o cuáquero. Y todo con la esperanza de que las preferencias no cambien.
Tienes más palabras que se escriben con k, como vodka, troika, kárate, euskera, kurdo o harakiri en el calcio (elemento 20) y en el kriptón (elemento 36).
En las páginas 116-118 de la OLE tienes una lista que te puede ayudar.
El nombre del potasio procede del latín científico potassium, a partir del inglés potass ‘potasa’, que a su vez viene del holandés potaschen, literalmente ‘bote u olla de cenizas’. Humphrey Davy le dio ese nombre al elemento porque la primera vez que lo aisló fue a partir de la potasa, la cual se llamó así porque en su origen se obtenía poniendo en remojo cenizas de madera y evaporando la mezcla en una olla de hierro.
El símbolo k viene del latín kalium ‘potasa’, voz procedente del árabe al-qaliy ‘las cenizas’, a partir de qala ‘asar, tostar’.