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ILUSTRACIÓN 4
ESQUEMA MODELO DE ARTICULACIÓN/
FORMACIÓN SOCIOECONÓMICA
FUENTE: elaboración propia.
IMPORTANCIA Y OPERATIVIDAD
DEL CONCEPTO MODO DE PRODUCCIÓN
La comprensión y asimilación del concepto de modo de producción resulta ser fundamental no sólo para interpretar la estructura socioeconómica de las comunidades indígenas, sino también para entender las contradicciones que surgen de la confrontación de distintos modos de producción. La manera de hacer operativo nuestro instrumento analítico parte del examen de cada uno de los elementos de la infraestructura, reuniendo para cada caso todos los elementos que conforman y dan especificidad a determinado modo de producción. La operatividad de esta categoría conduce a un análisis diacrónico y sincrónico, considerando que los elementos de la infraestructura se transforman o se eliminan con el paso del tiempo, dando lugar a distintos modos de producción y a diferentes grados de articulación.
A través del concepto de modo de producción y siguiendo el método dialéctico marxista se ponen al descubierto las relaciones sociales de producción que conducen a especificar el modo de producción dominante en cada uno de los tres casos de estudio: San Juan Chamula, San Pedro Polhó y San Cristóbal de Las Casas. En este apartado se definen como punto de partida los modos de producción capitalista y no capitalista. Es importante señalar que en ninguno de los tres casos de estudio se habla de sociedades homogéneas con un único modo de producción, pues se reconoce la heterogeneidad estructural de la región de estudio. Asimismo, se rechaza la idea de establecer modos de producción estáticos y aislados.
La aplicación del concepto modo de producción como instrumento analítico no reside en su adecuación formal y estricta sino, más bien en su construcción mediante el estudio de las estructuras sociales específicas. Dicho de otro modo, el instrumento analítico aplicado en la presente investigación no corresponde a una categoría teórica preestablecida y estática en la que el fin sea introducir datos de manera forzosa. Por último, cabe señalar que la comprensión y asimilación del concepto de modo de producción resulta ser fundamental no solamente en la especificación de los modos de producción dominantes en cada una de las unidades de análisis, sino que además reside en la comprensión de las contradicciones que surgen de la confrontación de distintos modos de producción.
En relación con estudios anteriores, la novedad de nuestro análisis se encuentra no sólo en establecer la coexistencia de distintos modos de producción en un mismo tiempo y espacio, sino también en dar cuenta de los nuevos escenarios en los que coexisten y se transforman. En esta dirección, cabe subrayar que la operatividad del concepto no se limita a describir las fuerzas productivas con las que cuenta una sociedad debido a que profundiza en el conocimiento de las funciones de las relaciones sociales de producción. Estas funciones son el conjunto articulado de tres elementos: control y acceso a las fuerzas productivas, sistema de organización del trabajo y los mecanismos de distribución de los frutos del trabajo. Es a través de las funciones de las relaciones sociales que intervienen en el proceso productivo que se advierte la dinámica de los modos de producción.
Finalmente, conviene señalar que la realidad es compleja y, por lo tanto, no existen claros y oscuros en los modos de producción. Sin embargo, por cuestiones metodológicas y prácticas a continuación se definen como puntos de partida los modos de producción capitalista y no capitalista empleando el concepto modo de producción como categoría teórica.
OPERADORES LÓGICOS EN LA ESPECIFICACIÓN DE LOS MODOS DE PRODUCCIÓN
Mediante los elementos que conforman el instrumento analítico se especifica al modo de producción dominante en cada caso de estudio, pues por medio del análisis de las relaciones sociales de producción se advierte la forma en la que los miembros de determinada sociedad se organizan y se relacionan en el proceso productivo. El objetivo es identificar los elementos de la infraestructura, la jerarquía y la plurifuncionalidad de las estructuras en cada modo de producción. La operatividad inicia con el examen de cada uno de los elementos de la infraestructura enunciados por Godelier (1964). El análisis se centra en las distintas relaciones sociales de producción y en la relación entre la estructura de las fuerzas productivas y las estructuras social, política y religiosa. En concreto, se atiende el esquema de la ilustración número 1 y se conjuga con la número 3, ambos esquemas descritos anteriormente. La operatividad de esta categoría conduce a un análisis diacrónico y sincrónico de los diferentes estadios de los modos de producción y de los distintos grados de articulación al advertir que los elementos de la infraestructura se transforman o se eliminan con el paso del tiempo.
Castaingts (1979) especifica los modos de producción en México a partir del examen de las relaciones sociales de producción ligadas a las fuerzas productivas. Analiza los elementos de la infraestructura, en concreto aquellos que intervienen en las funciones de las relaciones sociales de producción: las clases sociales, las estructuras de parentesco, las representaciones mentales, la cultura y la estructura política (Castaingts, 1979:25-137). El autor distingue un modo de producción de otro por el tipo de relaciones de producción y fuerzas productivas que contiene cada uno de éstos y considerando la estructura jerárquica de causalidad en la que se articulan las distintas relaciones sociales de producción con las fuerzas productivas.
Con el objetivo de clarificar el salto teórico y metodológico entre la discusión de los años setenta del siglo pasado y el planteamiento de la problemática a tratar en la presente investigación, se integra a la definición del modo de producción capitalista la categoría teórica “patrón de acumulación”. De acuerdo con Valenzuela (1990), el patrón de acumulación se dirige a explicar una determinada forma de funcionamiento del sistema económico, concretamente del capitalismo. El patrón de acumulación permite explicar una modalidad de la acumulación capitalista en un periodo dado (Valenzuela, 1990:61). Antes de continuar es importante aclarar que en ningún momento se suplanta el concepto modo de producción por el de patrón de acumulación, debido a que todos los elementos del segundo se encuentran debidamente contenidos en el primero. Más adelante se señalan aspectos comunes entre las dos categorías teóricas.
Valenzuela caracteriza y distingue distintas fases del patrón de acumulación del capitalismo a partir de siete dimensiones básicas (Valenzuela, 2009:1-25).
CUADRO 1
DEFINICIÓN OPERACIONAL DEL CONCEPTO “MODO DE PRODUCCIÓN”
Modo de producción: funciones de las relaciones sociales de producción | Modelo de articulación | Otros elementos de la infraestructura | |||||||||
Acceso y control de las fuerzas productivas | Distribución de la fuerza social del trabajo | Organización del proceso productivo | Repartición social de los frutos del trabajo | Flujos económicos y sociales, clases sociales intermedias | Condiciones ecológicas y geográficas | Fuerzas productivas | Representaciones sociales del ecosistema | Conocimiento simbólico de la tecnología | Representaciones colectivas del poder | ||
Patrón de acumulación | Forma en la que se produce el excedente | X | X | X | X | ||||||
Apropiación y distribución del excedente | X | X | |||||||||
Formas de utilización del excedente: acumulación, usos improductivos y transferencias | X | X | |||||||||
Articulación entre los aspectos (1), (2) y (3) | X | X | X | X | |||||||
Relación y articulación entre el sector capitalista moderno, el sector capitalista tradicional y/o los sectores precapitalistas | X | X | |||||||||
Patrón de acumulación | Relaciones con el resto del mundo, transferencia del excedente. | X | |||||||||
Institucionalidad política: i ) clase o fracción clasista que opera como fuerza dominante y hegemónica; ii) bloque de poder: fuerzas clasistas que lo integran como aliadas de la fracción dominante; iii) clases y fracciones subordinadas y mecanismos de dominación (formas de ejercicio del poder): coacción económica, ideológica y directa (fuerza). | X | X |
FUENTE: elaboración propia.
1) Forma en que se produce el excedente.
2) Mecanismos de apropiación y distribución del excedente.
3) Formas de utilización de la plusvalía.
4) Articulación entre los aspectos (1), (2) y (3).
5) Relación y articulación entre el sector capitalista moderno y los sectores capitalista tradicional y no capitalistas.
6) Relación económica y política con el resto del mundo. Modalidades que asume la transferencia del excedente.
7) Institucionalidad política, dentro de la cual resalta: la clase o fracción clasista que opera como fuerza dominante y hegemónica; el bloque de poder; las clases y fracciones subordinadas y mecanismos de dominación.
De acuerdo con el autor los aspectos (1) al (4) deben reflejar el núcleo esencial del sistema, incluyendo sus clases y capas clasistas, y el aspecto (7) muestra el funcionamiento de la heterogeneidad estructural. Del mismo modo, afirma que la determinación de cierta fase del modo de acumulación capitalista conlleva al conocimiento de las fuerzas productivas incluyendo al patrimonio material, el stock tecnológico, los niveles de productividad, la composición del producto, modalidades de la reproducción y el grado, y tipo de cooperación en el proceso productivo (Valenzuela, 1990:62).
En el cuadro 1 se presentan las similitudes entre ambos instrumentos mediante una matriz en la que en el eje horizontal se enumeran los elementos del concepto de modo de producción y en el vertical se encuentran las siete dimensiones del patrón de acumulación. Los cuadros sombreados indican puntos de intersección entre los dos instrumentos. Los espacios en blanco denotan elementos del concepto modo de producción que no se vislumbran aparentemente en el patrón de acumulación. Se debe considerar que ninguno de los dos instrumentos son meramente esquemas descriptivos; por el contrario, se trata de instrumentos analíticos que conducen a un examen estricto de la realidad.
MODO DE PRODUCCIÓN CAPITALISTA
A partir de lo anteriormente señalado, se define al modo de producción capitalista. La especificación como “capitalista” no busca generalizar u homogeneizar las relaciones sociales de producción en un modelo estático, ya que se reconoce la existencia de distintas fases de desarrollo al interior del sistema. El desarrollo desigual del capitalismo explica que las relaciones sociales de producción no se configuren de igual manera en todo el mundo y que, por lo tanto, existan diferentes niveles de explotación entre las clases sociales. Como menciona Valenzuela, el capitalismo es un fenómeno extraordinariamente dinámico que desde sus inicios hasta el día de hoy ha atravesado por distintas fases o estadios en los que se distinguen diversos patrones de acumulación basados en diferentes grados de desarrollo de las fuerzas de producción y de las relaciones sociales (Valenzuela, 2009:1-6). Castaingts (1979) señala que en el capitalismo la estructura económica es la que domina al resto de las estructuras y, por lo tanto, el análisis de las relaciones sociales de producción está ligado a la mercancía.
A continuación, de manera esquemática y asumiendo el riesgo que esto conlleva, caracterizamos el modo de producción capitalista en México. Se destaca el hecho de que a pesar de que la economía mexicana presenta un alto grado de heterogeneidad estructural el modo de producción dominante es el capitalista, siendo éste el que controla la producción mercantil.
1) Las condiciones ecológicas y geográficas del sistema son un elemento dado que sólo se transforma a partir de la aplicación de las fuerzas productivas. Esto no quiere decir que las condiciones geográficas no intervengan en el grado de desarrollo de cualquier modo de producción ya que éstas inciden en el proceso productivo.1
2) Las fuerzas productivas se encuentran ligadas a las relaciones sociales de producción en la construcción analítica del modo de producción capitalista. En este apartado no se enumera cada uno de los medios materiales e intelectuales con los que cuenta la economía mexicana debido a que no es el propósito de la sección. Sin embargo, se señalan cuatro aspectos fundamentales que exhiben, a grandes rasgos, su grado de desarrollo: a) la economía mexicana no posee un alto grado de industrialización como sí ocurre con los países desarrollados; b) la inversión en centros de investigación es reducida y por lo mismo no existe una fuerte vinculación entre universidades y empresas que permita aprovechar e impulsar la generación de nuevos conocimientos científicos y técnicos; c) la estructura del mercado interno es débil y se encuentra altamente ligada al exterior, y d) existe un excedente de fuerza de trabajo.
3) Funciones de las relaciones sociales de producción.
i La distribución social de la fuerza del trabajo es determinada por la relación social patrón-obrero; esta relación se ha transformado a la par que el sistema capitalista.
ii. Control y acceso de las fuerzas productivas. En el modo de producción capitalista el control y acceso a los medios de producción está determinado por la posesión de las fuerzas productivas a través de un entramado de relaciones sociales, en el que la dualidad patrón-obrero no necesariamente corresponde con la del obrero industrial y el capitalista burgués. De acuerdo con Valenzuela (2009), quien tiene el control sobre los medios de producción en México es una incipiente burguesía industrial que ha sido desplazada por el gran capital financiero nacional y extranjero. La presencia de monopolios y grandes grupos empresariales denotan que el número de personas que controlan a los medios de producción en el país es reducido.2 Esto significa que el acceso y control a los medios de producción está determinado por la estructura social: a) grandes, medianos y pequeños propietarios; b) intermediarios comerciales y financieros; c) clase media y d) el grueso de proletarios.
Según Castaingts (1979), las clases sociales en el capitalismo provienen de la apropiación de los medios de producción y de la naturaleza. La clase social que posee y controla los medios de producción es la que determina los mecanismos de explotación y la que se apropia del excedente. Es decir, la estructura social conlleva a la apropiación del excedente y el uso del excedente, a su vez, conduce al desarrollo de las fuerzas productivas. Quien o quienes se apropian del excedente determinan el estadio del desarrollo de las fuerzas productivas, debido a que su uso puede resultar en un avance tecnológico o en un consumo improductivo que haga que se estanque el desarrollo de las fuerzas productivas. De acuerdo con Valenzuela, en México casi 86% del excedente se destina a gastos improductivos, principalmente en consumo suntuario de la clase política (Valenzuela, 2009:6).
¿Cómo se produce el excedente? Es otro de los elementos que surgen del análisis de las funciones sociales de producción. Las fuerzas productivas producen un excedente. La producción de este excedente supone la acción sobre la naturaleza, la organización de la producción y la distribución de sus frutos. El monto del excedente lo determina el grado de desarrollo de las fuerzas productivas (Castaingts, 1979:94). En la fase actual del capitalismo, la producción del excedente reside principalmente en la caída de los salarios reales de todos los trabajadores.
iii. La determinación de la repartición social de los frutos del trabajo está relacionada con la estructura social y los mecanismos de explotación, además por las relaciones que mantiene el sistema capitalista con otros modos de producción. En concreto, para el caso de México, Valenzuela (2009) advierte un empeoramiento de la distribución del ingreso reflejado en un alto índice de desigualdad social. La repartición de los frutos del trabajo en favor de los grandes y medianos propietarios de los medios de producción está determinada por la desregulación estatal y el favoritismo hacia las empresas privadas del país. De acuerdo con Castaingts (2012), el Estado mexicano juega un papel fundamental en la determinación de la tasa salarial y no sólo del salario mínimo sino también de diversas prestaciones y tipos de contratos que se consideran como legales.
4) Representaciones sociales del ecosistema y de las fuerzas productivas. En esta categoría se incluye a los medios lingüísticos necesarios para reproducir el sistema. Según Castaingts (2012), en el modo de producción capitalista existe una serie de conocimientos simbólicos sobre tecnología y procesos organizativos que se conjugan en las representaciones colectivas sobre el poder.
Finalmente, y siguiendo a Castaingts (1979), conocer las clases sociales en un país determinado en un momento dado implica conocer los sistemas de explotación y apropiación del excedente y de la plusvalía social producida. En el capitalismo, la clase social que posee y controla a los medios de producción es la que determina los mecanismos de explotación y la que se apropia del excedente. Es decir, el sistema de explotación es consecuencia de las relaciones de producción ya que son éstas las que lo sustentan y permiten su existencia. En un solo modo de producción existen varias clases explotadas y distintos mecanismos de explotación, pero el sistema de explotación capitalista es la base de determinación de todos los demás modos de producción.
MODO DE PRODUCCIÓN NO CAPITALISTA
A diferencia de lo que ocurre en el capitalismo, el estudio del modo de producción no capitalista se encuentra alejado del análisis de la mercancía, debido a que en este modo de producción no domina la lógica del intercambio y de la obtención de la ganancia. Como menciona Castaingts (1979), los valores de uso producidos en los modos de producción no capitalistas sólo se transforman en mercancías por presiones del modo dominante y no como consecuencia de una relación interna. Es decir, en las sociedades no capitalistas el objetivo de la producción es la satisfacción de las necesidades internas, mientras que el intercambio en el mercado es solamente el mecanismo que les permite mantenerse y reproducirse.
En cuanto a la estructura social, en el modo de producción no capitalista es difícil establecer distintas clases sociales debido a que las funciones de las relaciones sociales se conjugan de manera distinta que en el capitalismo. Esto no quiere decir que se trate de sociedades homogéneas, sino más bien que su estructura social no responde a la posesión de los medios de producción. Según Castaingts, en el modo de producción no capitalista la estructura de clases no implica una diferenciación de éstas, debido a que la jerarquía que existe al interior de este modo de producción se encuentra ligada a la validación del prestigio y cumple funciones políticas, religiosas y económicas (Castaingts,1979:61-70).
En las sociedades en las que el modo de producción dominante no es el capitalismo, el acceso a los medios de producción no está determinado por la relación social patrón-obrero, ya que existen mecanismos propios de su lógica interna que aseguran la reproducción social y económica del grupo. En comunidades indígenas no capitalistas el acceso a la tierra y a los bienes comunitarios está regulado por la pertenencia al grupo y por las relaciones de parentesco. Los medios de producción se heredan y el uso de los bienes comunes está reglamentado por el trabajo colectivo. Por lo mismo, la organización del trabajo pasa por la mediación de la política, la religión y el sistema de creencias de la comunidad. Lo mismo ocurre con la repartición social de los frutos del trabajo que implica mecanismos de cooperación, reciprocidad y cohesión social. De ese modo, las estructuras religiosas, políticas y de parentesco funcionan a la vez como infraestructura y como superestructura.
La plurifuncionalidad y jerarquía de las estructuras política, religiosa y social tienen un papel determinante en la configuración de las funciones sociales de producción. Por ejemplo, la estructura de parentesco establece el acceso a los medios de producción al mismo tiempo que determina al sistema social de intercambio (Castaingts, 1979:22). De igual manera, el sistema político es un instrumento de organización del trabajo y de distribución de sus frutos. En el modo de producción no capitalista la posesión y distribución de los frutos del trabajo son un mecanismo para comunicar la presencia de un estatus social, político o intelectual que proporciona prestigio al interior del sistema. La obtención del prestigio en sociedades no capitalistas se materializa a través de la celebración de fiestas y rituales.
La organización del trabajo en el modo de producción no capitalista se encuentra ligada a la división de sexo y edad, siendo la familia la principal unidad de producción. La reciprocidad de los miembros de la comunidad es otro elemento clave en la organización del proceso productivo a través del contrato diádico y el sistema de cargos. El sistema de organización colectiva; es decir, el sistema de cargos, da evidencia de la plurifuncionalidad de las estructuras religiosa, económica y política del modo de producción operante en las economías indígenas no capitalistas. Mediante la asignación de cargos entre los miembros de la comunidad se determinan las funciones de las relaciones sociales que emergen del proceso productivo. La organización social basada en el sistema de cargos implica un sistema de valorización del trabajo colectivo.
Hasta aquí se han sentado las bases para diferenciar al modo de producción capitalista del modo de producción no capitalista. Al respecto, se subraya la idea de que la presencia de diferentes infraestructuras conduce a la existencia de diferentes modos de producción. La articulación del modo de producción no capitalista con otros modos de producción parte del principio de que no existe ninguna unidad productiva que sea autárquica. En el caso concreto de México, la gran mayoría de comunidades indígenas acuden al mercado capitalista a comprar y vender productos, además de la venta de su fuerza de trabajo.
1 En este apartado no se detalla el análisis de las condiciones ecológicas y geográficas debido a que esto se presenta en cada uno de los tres casos de estudio.
2 Valenzuela (2009) habla de una estructura social dominante conformada por 300 o 500 familias.